sábado, 14 de diciembre de 2013

Entierro y renacimiento



Cuando tuve que despedir a mi perrita la Cuquita, una perrita pastor alemán que nació en mi casa y a la cual estuve cuidando por espacio de doce años hasta que en la misma casa en la que nació el veterinario le tuvo que aplicar la eutanasia por haber quedado totalmente paralítica de su parte trasera (a causa de un padecimiento crónico-degenerativo conocido como displasia de la cadera, siendo este es un padecimiento común y característico en la raza de perros pastor alemán), no había en la casa un lugar suficientemente amplio en donde enterrarla, y para una perrita que nació y expiró en una casa en la cual vivió toda su vida, no quería tenerla lejos en algún lugar desconocido para mí, como tampoco me había hecho a la idea de cremar el cuerpo de la Cuquita (de cualquier modo, en ese entonces no había lugares en la ciudad en donde vivo con servicios de cremación para mascotas). Afortunadamente, vivo a corta distancia de una zona de espacios públicos en el Parque Chamizal conocida como “Los Hoyos”, y en uno de esos “Hoyos” (cada uno con una extensión en área equivalente del doble de un estadio de futbol) me puse en contacto con el encargado de cuidar ese espacio (había una casita allí en la cual vivía ese hombre con su familia) para que me permitiera enterrar a la Cuquita en un lugar cercano a una malla ciclónica que separaba una cancha de futbol soccer y una cancha de beisbol. Siendo un área de espacios verdes con árboles visitada todos los días por jóvenes deportistas, era el lugar ideal para que la Cuquita pudiera estar enterrada “de cuerpo completo” permaneciendo acompañada de la paz y la alegría abundantes en esos parques deportivos. Con la promesa de una compensación económica por su esfuerzo, el encargado le preparó a la Cuquita una fosa con metro y medio de profundidad, en donde se depositó el cuerpo de la Cuquita.

Para tener identificado plenamente y no olvidar el lugar exacto en donde quedaría enterrada la Cuquita, me llevé una palmerita chica de modo tal que conforme se fue cubriendo de tierra la fosa en donde quedó reposando la Cuquita, antes de que la fosa quedara completamente tapada se plantó allí mismo a la palmerita. Al igual que la Cuquita, la palmerita que se puso sobre su tumba también nació en mi casa, fruto de una semilla producida por una enorme palmera que la Cuquita veía todos los días al asomarse por el balcón.

Conforme fue pasando el tiempo, la palmerita fue creciendo allí poco a poco. Y al ir creciendo, estaba seguro de que al cabo de cinco o seis años las raíces de la palmerita habían empezado a cubrir los restos de Cuquita para empezar a incorporar los restos de la Cuquita, o sea a la misma Cuquita, dentro de la misma palmerita. De este modo, lo que había sido Cuquita empezó a formar parte de la palmerita, y en cierta forma Cuquita estaba volviendo a la vida a través de la palmerita colocada directamente encima de ella. En pocas palabras, tenía la sensación de que Cuquita estaba renaciendo a través de su palmerita, sensación que iba creciendo cada día que iba con un balde de agua para regar la palmerita.

Desafortunadamente, por causa de un alcalde municipal al que se le ocurrió construír en esos “Hoyos” un complejo de edificios que servirían como centro de convenciones, se empezaron a talar los árboles que allí habían crecido, y se comenzó a tirar la malla ciclónica al lado de la cual se encontraba la palmerita de Cuquita, y era solo cuestión de tiempo para que arrancaran a la palmerita de su sitio y no quedara ya nada de ella:




Afortunadamente, la Providencia me iluminó y se me ocurrió contratar a un jardinero profesional para arrancar a la palmerita de donde estaba, transplantándola a otro lugar en donde pudiera seguir creciendo. Y el lugar ideal para volver a plantar esa palmerita era precisamente cerca de mi casa, enfrente del balcón por el cual todos los días se asomaba la Cuquita, en la banqueta opuesta de la calle. En cierta forma, parte de la Cuquita estaba regresando al lugar en donde nació y expiró.

Una vez que la palmerita fue instalada en su nuevo hogar, regresé al lugar en donde había quedado el agujero que se hizo al excavar la palmerita, para tratar de rescatar los huesitos que hubieran quedado de la Cuquita antes de que llegaran las trascabadoras a remover la tierra y empezar a encementar el lugar. Sin embargo, la tierra arenosa y ya para entonces falta de humedad no me permitía llegar a mucha profundidad, al estar cayendo tierra arenosa por los extremos laterales internos de la fosa. Y de cualquier modo, por más que busqué, no pude encontrar un solo huesito de la Cuquita. Fue en ese punto cuando tomé conciencia de que todo lo que pudiera haber quedado de Cuquita se había estado desintegrando con el paso de los años para pasar a ser absorbido como parte de la palmerita a través de las raíces de la misma incorporándola como abono orgánico. En efecto, la palmera era la Cuquita. La Cuquita había vuelto a renacer. Y la palmerita (Cuquita) empezó a crecer en su nuevo hogar:




Fue entonces cuando se me ocurrió algo que posiblemente no se le haya ocurrido antes a nadie. En vez de enterrar a los humanos en panteones dentro de ataúdes metálicos para que sus cuerpos queden aprisionados por siempre, inutilizando para la posteridad un espacio sobre la superficie de este planeta pese a que el planeta tiene una superficie finita que cada vez se está agotando más y más conforme aumenta la población, o en vez de cremarlos para tirar las cenizas al mar o dispersarlas perdiéndose para siempre y por completo todo lo que quedaba de la persona, ¿por qué no reciclar los cuerpos de los humanos permitiendo que una nueva vida florezca tomando de otra que ya se fué?

Hay quienes rehusándose a perder todo vestigio de quienes fueron sus seres queridos, toman la decisión de enviar las cenizas de sus difuntos a un proceso especial mediante el cual las cenizas son comprimidas a alta presión y alta temperatura con lo cual estas cenizas pueden ser convertidas en diamantes, un proceso que ya se encuentra disponible comercialmente en México a partir de 2007. Y es así como nos encontramos con una situación muy curiosa en la cual una joven o un profesionista al mostar su anillo de diamante pueda afirmar sin estar mintiendo “es mi papá”, o “era mi abuelita”, exponiéndose a que a sus espaldas comenten los burlones que nunca faltan “vale más su familiar ahora que está muerto que lo que valía en vida”. El proceso de conversión de cenizas a diamantes desde luego que no es algo económico, y al hacer tal cosa estamos aprisionando los restos de lo que era la persona en una piedra cristalina, restos aprisionados a perpetuidad.

La costumbre de enterrar a las personas en cuerpo completo y marcando sus lugares de descanso con lápidas es algo que proviene desde los inicios del Cristianismo hace dos mil años, religión en la cual una de las creencias centrales es la firme creencia en la resurrección de los muertos. El concepto de la resurrección es el polo central que mantiene la fé de cualquier cristiano. El Credo de la Iglesia Católica proclama firmemente la creencia en “la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro”. Con esto en mente, se adoptó la costumbre de enterrar a los humanos en tumbas, criptas y catacumbas, facilitando la resurrección del difunto en los mismos restos de lo que había sido su cuerpo en vida, siendo que los romanos acostumbraban quemar a sus difuntos en piras de las cuales no quedaba absolutamente nada, mientras que los judíos en tiempos de Jesús se limitaban a recoger los huesos de sus difuntos para depositarlos en osarios.

Si bien en el Nuevo Testamento a Jesús de Nazareth se le atribuyen varias resurrecciones, con las cuales demostró su poder absoluto sobre la misma muerte, todos los que fueron resucitados por Jesús eran personas recién fallecidas que tenían a lo sumo unos cuantos días de haber fallecido, Jesús no resucitó a nadie cuyo cuerpo agusanado hubiera entrado ya en un proceso de descomposición absoluta con las carnes desprendidas exhibiendo el esqueleto. Sin intención de entrar en debates, supongo que si se va a llevar a cabo una resurrección como la que promete el Cristianismo ello no implica que se tenga que llevar a cabo usando los mismos restos de lo que fue el cuerpo de la persona, el renacimiento de una persona podría llevarse a cabo en otro nuevo cuerpo, el de un recién nacido, alojando el alma de la persona que está siendo resucitada; y de hecho en algunas religiones la indestructibilidad del alma es garantizada mediante la creencia en la reencarnación.

Pero volviendo a la ocurrencia que tuve de que a los humanos en vez de cremarlos y tirar sus cenizas al mar en donde se pierde para siempre todo rastro que pudiera haber quedado de ellos, o de enterrarlos en ataúdes metálicos consumiendo espacio y recursos cada vez más escasos en nuestro planeta, se les entierre en fosas en donde sus cuerpos puedan nutrir vida nueva, dándoseles en cierta forma la oportunidad de renacer aunque de una manera un poco diferente, me llamó mucho la atención una nota periodística publicada a principios de noviembre de 2013 (justo en la celebración del Día de Muertos en México) elaborada por Verónica López (la cual por una curiosa coincidencia lleva el mismo apellido que el segundo apellido de mi abuelo materno) para el portal de Milenio que bajo el título “Polvo eres... y en bosque ecológico te convertirás” comenta lo siguiente:

En un espacio localizado en Puebla reposan los restos de seres que, al morir, contribuyen a la renovación de la Naturaleza. Amozoc, Puebla.- Al pie de un árbol, en un cuerpo de agua o en medio de un bosque, es posible encontrar el descanso eterno. Una superficie de 10 hectáreas de encinos, flores, aves y mariposas sirve de entorno del Parque Funerario Ecológico, primer espacio en su tipo en México y Latinoamérica, donde reposan los restos de seres que, al morir, contribuyen a la renovación de la naturaleza. Lejos del cementerio tradicional y del ambiente fúnebre, el Bosque Eterno honra la vida y memoria de quienes partieron, a través de espacios verdes, que sirven de bálsamo al momento de las despedidas. Abierto hace poco más de un año, este lugar, localizado en el municipio de Amozoc, a unos 15 minutos de la capital poblana, ‘se convirtió en una alternativa para aquellos que buscan volvar una y otra vez’, explica su directora, Valeria Gómez. Senderos de piedra formados por agua y arcilla conducen al centro de la reserva, donde los árboles y la fauna dan muestra de vida. Las sombras de los árboles cobijan los lotes ecológicos donde los deudos pueden enterrar a un ser querido en un ataúd de manera que no provoque algún impacto ambiental, ya que las fosas se diseñan con piedras de cantera y partes de bambú. Otra de las alternativas que aportan para la preservación del parque son las urnas biodegradables elaboradas de tierra comprimida, donde se colocan las cenizas y pueden depositarse en medio del bosque, entre árboles, incluso al pie de uno, y cuyo costo promedio es de 4 mil 800 pesos. Estas urnas tardan entre seis y nueve meses en integrarse a la tierra. Las cenizas de una persona también pueden depositarse en urnas a base de arena del río, las cuales se lanzan a un estanque de agua, que requieren de una hora para desintegrarse y dar vida al bosque. Gómez explica que el nombre del difunto queda plamado en la ‘Piedra memorial’, que está hecha con una base de mármol que refiere el año de nacimiento y muerte. ‘Al enterrar o esparcir las cenizas ayudas al bosque a fortalecer el proceso natural, aquí el bosque está vivo, los restos tienen toda una serie de complementos que fortalecen al bosque, a las plantas y árboles. Es un lugar que te ayuda a despedirte en paz que alienta a los familiares a regresar y encontrar un momento de instrospección’,dice. El recuerdo de un ser querido también puede preservarse en una flor, esparciendo sus cenizas previamente mezcladas con semillas en una pradera o en parte del bosque.”

He aquí dos fotografías del Parque Funerario Ecológico:





La idea que se me vino a la mente allá por el 2012 cuando enterré a la Cuquita poniéndole su palmerita para que le diera sombra y cobijo al cuerpo de la Cuquita vá un poco más lejos de lo que ya está siendo llevado a cabo en el 2013 en el Parque Funerario Ecológico (obsérvese que no se le llama panteón o cementerio, puesto que de hecho no lo es, se trata de un parque lleno de vida en vez del sombrío silencio que distingue las hileras de lápidas funerarias de los panteones) en el sentido de que lo que yo propongo es que los restos en vez de ser enterrados al lado de un árbol sean enterrados directamente debajo de un árbol, y al hablar de restos no estoy hablando meramente de las cenizas sino del cuerpo completo. Creo que esto es posible, y lo único que se interpondría sería la resistencia a aceptar la idea de inhumar los cuerpos de los humanos a tres metros bajo tierra poniéndoles directamente arriba en la misma fosa el retoño de un árbol. A estas alturas, estoy convencido de que la costumbre de encerrar a los difuntos en ataúdes sólidos no-reciclables para que ocupen a perpetuidad un espacio que queda inutilizable para cualquier uso posterior, refleja una actitud egoísta. Y el castigo que conlleva esta actitud egoista es la paz sepulcral de los panteones en donde lo único que se ve en derredor son muchos otros vestigios de la muerte en vez de verse vida y alegría.

Al día siguiente de haber sido enterrado, cuando todos ya se fueron, ¿en dónde preferiría encontrarse el lector reposando en su descanso eterno? ¿En un panteón como el siguiente?:




¿O tal vez en un parque funerario ecológico que tenga la tranquilidad que ofrece el siguiente paraje?:




O también un parque funerario ecológico que por la abundancia de su vegetación parezca un Jardín del Edén simbolizando el perdón del hombre y su regreso al paraíso del cual fué expulsado por su desobediencia:




Si el fallecido es un niño o niña que murió a corta edad, ¿en cuál de los dos lugares preferiría el lector que descansen los restos de su hijo o su hija? En las tradiciones orales se habla mucho de fantasmas de personas que rondan por los lugares en donde yacen sus restos; y si algo hay de cierto en esto, creo que el fantasma de cualquier persona preferiría estar paseando por un jardín funerario alegre y lleno de vida que por un terreno repleto de hileras interminables de lápidas frías.

¿Hay alguna ventaja en enterrar orgánicamente un cuerpo completo sin cremarlo en vez de enterrar cenizas? Ecológicamente hablando, al enterrar un cuerpo completo sin incinerarlo, se evita una combustión que termina consumiendo mucho gas y mucho oxígeno arrojando mucho dióxido de carbono a la atmósfera agravando el problema del calentamiento global de la Tierra. Por otro lado, hay mucho más nutrientes orgánicos en un cuerpo completo que en las cenizas que se obtienen cremando el cuerpo.

Para que un cuerpo recién enterrado que empiece a entrar en proceso de descomposición orgánica pueda ser aprovechado por las raíces de un retoño de árbol que esté creciendo encima de él, si se insiste en utilizar un ataúd es necesario que el ataúd no contenga partes metálicas, y que esté hecho con algún material poroso de fácil descomposición, como aserrín de madera o cartón comprimido (materiales que son biodegradables y que pueden ser atravesados fácilmente por las raíces del árbol que irá creciendo encima de él), porque de lo contrario las raíces no podrán entrar en contacto con los restos del cuerpo y tocarlo para empezar a asimilarlo e incorporarlo.

Ya hay ataudes biodegradables disponibles comercialmente que contribuyen a reducir la deforestación provocada por la construcción de ataúdes (tan solo en Europa se talan un millón de árboles anualmente para alimentar este mercado). Además de las ventajas para el medio ambiente, su precio y su facilidad de almacenaje representan una clara opción en caso de desastres naturales. De hecho, en Europa la ley obliga a que los consistorios dispongan de un número mínimo de ataúdes por habitante por si ocurriera una catástrofe. A pesar de ello, los ataúdes ecológicos siguen siendo en la actualidad una opción poco utilizada. Los materiales utilizados para la fabricación de este tipo de ataúdes son muy variados. Algunos están hechos con cartón reciclado, bambú, fibras vegetales y “maderón” (un material ecológico desarrollado con cáscara de almendra molida). Cualquiera sea el bio-material utilizado como base, ninguno es sometido a un tratamiento de barniz ni posee elementos metálicos o sintéticos tóxicos, lo que le asegura la calidad de totalmente biodegradable. La empresa Ecopod además de diseñar eco-féretros de papel reciclado, ha lanzado una “semilla-ataúd”. El sarcófago biodegradable, en forma de vaina y su contenido, acaba generando vida en la tierra. Algo similar ofrece Capsulamundi, un proyecto italiano que consiste en un recipiente reciclado en forma de semilla para que alimente un árbol. Este tipo de ataúdes no necesita llevar el cofre de zinc de los féretros tradicionales, por lo que evita el impacto ambiental de dicho producto. Respecto a los costos, los precios de los ataúdes ecológicos pueden llegar a máximo los $3,400, mientras que los ataúdes ordinarios se cotizan entre $20,000, lo que representa un enorme porcentaje de ahorro. La siguiente fotografía nos muestra un ataúd biodegradable hecho de mimbre:




Lo óptimo es hacerle como en algunos países en donde entierran a sus difuntos simplemente envueltos en una sábana blanca sellada (cosida) hecha de algodón, la cual ya bajo la tierra es cien por ciento biodegradable (los fabricantes de ataúdes lógicamente se oponen a la adopción de esta práctica que les puede afectar el negocio de vender cajas muy elaboradas y ornamentadas pero bastante caras que pueden hacer más dura la pena relacionada con el fallecimiento). Al final, hasta la osamenta del difunto (constituída en su mayor parte por calcio) será también aprovechada, y no quedará nada debajo ya que todo pasará a ser parte de la vida que va creciendo encima de donde fue enterrado el cuerpo.

En el caso del que ya ha fallecido y cuyo cuerpo ha sido depositado en una fosa de un parque funerario ya sea dentro de un ataúd hecho de aserrín o cartón comprimido o simplemente encobijado en una sábana blanca, es posible que sea visitado con mucho mayor frecuencia por sus familiares que aquellos que están enterrados en cementerios que en México sólo son visitados en el Día de Muertos al inicio del mes de noviembre (y a veces ni siquiera en tal día), porque el arbolito recién transplantado puesto sobre su fosa requerirá ser regado con agua por lo menos durante las primeras semanas para que pueda sobrevivir el transplante, y al estar yendo a regar el arbolito el familiar o los familiares estarán visitando al fallecido para estar con él al menos por un breve tiempo. Conforme vaya creciendo el arbolito, el saber que las raíces del mismo ya alcanzaron al cuerpo que yace debajo del mismo, el saber que las raíces ya están empezando a acariciar y cobijar el cuerpo y lo están empezando a incorporar al arbolito al nutrirse de él, tarde o temprano puede producir la curiosa sensación de que al ir creciendo en tamaño el arbolito la persona enterrada debajo del mismo está empezando a formar parte del arbolito, al punto en que uno puede identificar e incluso confundir al arbolito con la persona cuya fuerza vital se está volviendo a manifestar bajo una nueva vestimenta, bajo un nuevo ropaje.

Para quienes optan por la cremación, la cosa es más sencilla, puesto que no se requiere de ningún permiso especial de las autoridades para disponer de las cenizas como uno quiera, con lo cual después de la ceremonia de la cremación estas cenizas se pueden llevar a la casa en donde vivía el difunto para depositarlas en una fosita escarbada en el jardín en donde se plante el retoño de un siempreverde o de un rosal. ¿A quién no le gustaría incorporarse dentro de un hermoso rosal después de haber fallecido?

En mi caso personal, en vez de quedar metido para siempre dentro de un ataúd metálico usando recursos naturales que ya no le serían de ninguna utilidad a nadie al quedar sepultados junto conmigo tres metros bajo tierra, o en vez de ser cremado con las cenizas tiradas a un río o al fondo del mar (o inclusive terminando tarde o temprano en un bote de la basura), si pudiera tener mi última voluntad sobre esto llevada a cabo yo preferiría que mi cuerpo fuese depositado sin ataúd alguno en una fosa sobre la cual se plantara un árbol, yo preferiría mil veces que mis restos sirvieran de sustento futuro a un pino, un roble o un encino grande y fuerte en el cual hagan sus nidos los pajaritos y adonde puedan subir las ardillas o los mapaches, un árbol rodeado de Naturaleza, un árbol rodeado de vida que posiblemente dé cobijo a personas en temporadas de lluvia o que incluso sirva de sombra a parejas de jóvenes enamorados. O bien, un árbol frutal, un manzano, un durazno o un cerezo, que cuando empiece a dar frutos estos frutos serán procurados por los que pasen por allí para recibir el obsequio que dá la Naturaleza al paladar (cortesía también del que sirvió de abono orgánico al árbol), esto además de que un arbolito frutal podrá dar semillas de las cuales algún día podrán germinar retoños para darle arbolitos a otras personas que deseen ser recicladas dentro de la Naturaleza. En verdad, lo natural es ser reciclado, eso fue siempre la intención original para la perpetuación de la vida en la Tierra, eso es precisamente lo que ha ocurrido en los bosques y las selvas vírgenes por millones de años; de la vida que se fue nace vida nueva. Lo antinatural es aprisionar los restos mortuorios en una caja dura y maciza no-reciclable para ocupar un espacio con una lápida encima de la cual no puede ya florecer vida alguna.

Enterrado ecológicamente, con mis restos incorporándose al árbol puesto encima de mi tumba, quién sabe, a lo mejor hasta podría estar consciente de alguna manera de la paz y tranquilidad que me rodean en lo que sería, en efecto, y al igual que en el caso de la palmerita de Cuquita, una forma de renacimiento en paz con la Naturaleza y en paz de uno consigo mismo.

Al terminar de escribir esta entrada, me tomaré unos cuantos minutos para regar la palmerita de Cuquita. Es mi forma de expresarle a la Cuquita que no la he olvidado, que la sigo recordando. Y posiblemente algo de la fuerza vital de Cuquita que pueda estar pulsando dentro de esa palmerita sienta las “vibras” que le mando cada vez que paso caminando cerca de la palmerita, la cual está ha seguido crecienco y cuyas hojas están ya tan grandes que hasta da sombrita cuando hace calor y protege de la lluvia cuando cae un aguacero. Tal vez la palmerita pronto dará sus primeras semillas (así de grande ha crecido), con cada semilla llevando algo de la Cuquita, así sea un infinitésimo.



miércoles, 11 de diciembre de 2013

El desafío de Uruguay a la DEA

A partir de la noche del 10 de diciembre de 2013, en Uruguay se ha puso en marcha un experimento social sin precedentes. Se decretó la legalización de la mariguana, desde la producción de la misma hasta su consumo, para ser implementada en un plazo no mayor de 120 días. Es el primer país en el continente americano en el cual se da este paso que no tiene precedente histórico en la historia moderna del continente.

La legalización de la mariguana en Uruguay ha causado la furia en los Estados Unidos principalmente en la Drug Enforcement Agency (mejor conocida como la DEA), la más poderosa y mejor financiada agencia antidrogas en la historia de la humanidad, y también de la Federal Bureau of Investigations (FBI), que han amenazado veladamente con promover duras represalias en contra de Uruguay por lo que ha hecho.

Quizá en otros tiempos las bravatas y las amenazas veladas del gobierno norteamericano en contra de Uruguay no habrían pasado desapercibidas, y Uruguay no se habría atrevido ni siquiera a considerar la posibilidad de tal legalización. El hecho de que Uruguay se haya atrevido a desafiar de este modo al gobierno federal norteamericano es un claro indicio de que la autoridad que Estados Unidos antes ejería sobre el resto del mundo desde una posición de liderazgo y predominancia absoluta se está desvaneciendo. Estados Unidos ya no es lo que era antes, y su poder ya no es lo que era antes. Se ha documentado aquí recientemente este mes en esta misma bitácora (en el trabajo titulado “Del ‘sueño americano’ al sueño chino”) cómo China se está convirtiendo en una super-potencia mundial que le está arrebatando a Estados Unidos la preeminencia que antes tenía. Se ha documentado también, en el trabajo titulado “Signos del declive del imperio norteamericano”, publicado el 19 de julio de 2013, cómo la agresiva postura que el gobierno norteamericano ha tomado en contra de sus vecinos del sur (principalmente México) le ha traído al mismo Estados Unidos el equivalente de una debacle económica en sus propias comunidades fronterizas con México, sin que a los insensibles políticos norteamericanos con corazón de piedra (la mayoría, no todos) parezca importarles la contribución que una postura hostil de mala vecindad tenga que ver con el continuado declive de su país.

En su desafío a la poderosa agencia antidrogas DEA y con ello al gobierno norteamericano, el gobierno de Uruguay está adoptando la postura de que no le debe nada a los Estados Unidos. Y en realidad, los uruguayos no le deben nada a los Estados Unidos. Ni sus ciudadanos reciben trato preferencial migratorio alguno de parte de las autoridades norteamericanas, ni la ayuda externa que Uruguay recibe de los Estados Unidos es tanta como para que Estados Unidos pueda presionar con probabilidades de éxito al gobierno de Uruguay. Y si amenaza a Uruguay con bloqueos comerciales, allí están China, Brasil y el bloque de la Unión Europea así como otros países del mundo para tender puentes hacia Uruguay, esto a la vez que Estados Unidos está muy ocupado construyendo muros en su frontera sur (como los que está construyendo en Arizona) para continuar con su aislamiento del mundo exterior.

Lo que más teme el gobierno norteamericano, sobre todo los funcionarios y agentes que laboran dentro de la DEA, es que el precedente sentado por el gobierno de Uruguay pueda dar pie a que otros países, como México, sigan su ejemplo. México desde luego es un caso muy especial, porque a diferencia de Uruguay es el vecino inmediato al sur de los Estados Unidos, y el Presidente Enrique Peña Nieto atenido a las represalias que el gobierno norteamericano pueda tomar en contra de México se ha proclamado estar en contra de la legalización de la mariguana en México. Pero con varios estados dentro de la Unión Americana que en desafío al gobierno federal ya están dando los primeros pasos para la legalización de la mariguana, mantener una postura de obediencia y lealtad hacia el gobierno federal norteamericano se antoja como algo que no podrá ser sostenido indefinidamente.

Hay varias preguntas importantes que están a la espera de ser contestadas con en el gran experimento social que se está llevando a cabo en Uruguay. Al igual que el comunismo, que en teoría sonaba muy bonito pero que en la práctica ha terminado siendo un fracaso en dondequiera que se ha implementado, las presuntas bondades que se puedan obtener en contraposición con los perjuicios que pueda ocasionar la legalización de la mariguana están aún por verse, y no será sino hasta el cabo de unos cinco años que se pueda ver con mayor claridad si realmente se logró lo que se pretendía lograr.

Uno de los objetivos en la legalización de la mariguana es impactar a los cárteles en donde más les puede doler: en los bolsillos. El narcotráfico es, después de todo, un comercio, un negocio. Los que están metidos en ese negocio lo hacen porque se trata de un negocio muy lucrativo, y las ganancias económicas obtenidas suelen ser sumamente elevadas en contraposición con las inversiones requeridas para echar a andar un negocio de esta naturaleza. El principal argumento en pro de la legalización de la mariguana es que tiene el potencial para quitarle lo atractivo al negocio, visto el hecho de que ha sido precisamente la prohibición lo que ha elevado en forma considerable el costo del producto que solo se podía obtener en el mercado negro. Pero si la producción y la comercialización de la mariguana se vuelven legales, ¿quién en su sano juicio estaría dispuesto a pagar cino mil pesos por un kilo de algo que puede comprar legalmente por menos de cien pesos? Esta es una cuestión de pesos y centavos, y se argumenta que si el gran negocio deja de ser un gran negocio entonces quienes se dedican a tal actividad no les quedará más opción que buscarse otra fuente de ingresos. De hecho, por mucho tiempo se argumentó que puesto que eran los cárteles de las drogas quienes más tenían que perder con la legalización de la mariguana, estuvieron adjudicando mucho dinero para corromper a un número suficiente de políticos para poder impedir la legalización. Si es así, entonces en Uruguay o ya no les alcanzó el dinero a los jefes de los cárteles o ya no hubo suficientes parlamentarios que se prestaron a ser corrompidos.

Otro argumento en pro de la legalización de la mariguana es que tal medida puede conducir a una reducción de los índices de criminalidad. Descriminalizando la producción, la venta y el consumo de la mariguana, no sólo las actividades delictivas relacionadas con su producción y venta dejan de tener razón de ser, sino que aquellos que se vuelvan adictos a la mariguana ya no tienen necesidad de incurrir en robos y asaltos con tal de obtener el dinero que necesitan para poder seguir sosteniendo un vicio caro. Si el vicio se vuelve barato (como el vicio del alcohol y el vicio del tabaco), el consumo legal queda al alcance de casi cualquier bolsillo sin necesidad de tener que incurrir de delitos para obtener grandes cantidades de dinero (como ocurre en el caso de las adicciones a la cocaína y la heroína).

Un argumento en contra de la legalización de la mariguana es que la producción y la adquisición legal de la misma elevará los niveles de drogadicción entre la población. Esto ya se verá con el paso del tiempo. Sin embargo, al quitarle a la mariguana su calidad de “producto prohibido”, se le está quitando su glamour, su principal atractivo, porque buena parte del atractivo radica en ser un producto ilegal, un producto prohibido. Y si deja de ser un producto prohibido, si puede ser obtenido a la par con el tabaco ordinario, el atractivo de lo prohibido deja de serlo.

La razón principal esgrimida por el gobierno de Uruguay para justificar la legalización de la mariguana es que la guerra contra las drogas comenzada por los Estados Unidos ha sido un fracaso, lo cual a varias décadas de que en los tiempos del Presidente Richard Nixon se emitiera dicha “declaración de guerra” ha resultado cierto. Si se han acumulado cuatro décadas de fracasos sin haberse logrado erradicar ni la distribución ni el consumo, resulta cuestionable que se quiera continuar con lo mismo otras cuatro décadas sabiendo de antemano cuáles serán los resultados. En estos momentos, cualquier estudiante de “High School” en los Estados Unidos puede obtener toda la droga que quiera, su única limitante es la cantidad de dinero de que pueda disponer para comprar las drogas de su preferencia, y si realmente se decidiera actuar con energía metiendo a la cárcel a todos los estudiantes norteamericanos que alguna vez en su vida han consumido algún tipo de droga, es posible que más de la mitad de los jóvenes norteamericanos estarían en la cárcel en vez de estar asistiendo a la escuela. De hecho, el haber experimentado con algún tipo de droga no parece ser obstáculo alguno para que un joven cualquiera en los Estados Unidos pueda aspirar a los más altos cargos de elección popular; tanto Bill Clinton como Barack Obama han admitido haber fumado mariguana en sus años mozos, y ello no les impidió llegar a la presidencia. De este modo, el oponerse enérgicamente a que en otros países se legalice lo que dentro de los Estados Unidos se tolera y ante lo cual las autoridades educativas se hacen de la vista gorda revela una actitud hipócrita y cínica que les resta autoridad moral a los norteamericanos para andar diciéndole a los demás países lo que puedan hacer y lo que no deban hacer. Con estas incongruencias, cada vez hay menos gente en el exterior que les hace caso.

Otro argumento esgrimido en contra de la legalización de la mariguana es que el libre consumo de la misma allanará el ingreso hacia otras drogas tales como la heroína y la cocaína, agravando en vez de paliar el problema de la drogadicción. Esto también está por verse, aunque la experiencia en países europeos tales como Portugal y Holanda sugiere que esto no ocurrirá. En un panorama mucho más amplio, hay cada vez una mayor convicción de que el problema de las drogas en vez de tratarlo como un problema de criminalidad debe ser tratado como un problema de salud pública, invirtiendo los dineros públicos en centros de atención médica y centros de rehabilitación en vez de despilfarrar ese mismo dinero en construír más cárceles y centros penitenciarios y en contratar más policías y más fiscales y más jueces para castigar algo cuyo castigo no sirve para remediar el problema.

Más que una actitud de complacencia y aprobación al libre consumo de drogas ahora prohibidas, en varios países latinoamericanos se está enraizando una cultura de “me vale”. En esta postura, se considera que, si bien es una tragedia que algún individuo se haya vuelto adicto, por ejemplo, a las metanfetaminas, al final de cuentas el desarrollar tan pernicioso hábito fue una decisión tomada libremente por el hoy drogadicto, el cual usó su libre albedrío para convertirse en lo que hoy es. Aunque haya decidido mal, esa fue su decisión, que debe ser respetada. No es muy diferente al caso de un individuo con tendencias suicidas. Habiéndolo identificado con tales tendencias, se le puede ofrecer ayuda médica, se le pueden ofrecer terapias de ayuda para que pueda superar las razones que lo están empujando a suicidarse, se le puede ofrecer incluso ayuda religiosa, pero si realmente está empecinado en querer suicidarse, tarde o temprano lo logrará, y si lo logra nadie más que él mismo tendrá la culpa por haberse privado de su propia existencia. El dilema entonces es: ¿deben morir otras personas en los esfuerzos por impedir que el individuo perturbado se suicide? Dejándolo que haga lo que quiera hacer con su vida, sólo hay un muerto, él mismo. Pero si se trata de impedir por la buena o por la mala que lleve a cabo sus planes, entonces en vez de un muerto puede haber dos o tres, y tal vez más. Si alguien se quiere envenenar poco a poco o inclusive si se quiere matar metiéndose en su organismo una droga tan peligrosa como krokodil (la droga “come carne”), rehusando todo tipo de ayuda, parece injusto que para impedirle que se salga con la suya tengan que morir policías que se enfrentan a los distribuidores del krokodil, la sociedad tenga que aceptar la corrupción del sistema judicial y el de buena parte de su clase política para que los distribuidores de Krokodil puedan seguir produciendo y suministrando el veneno con el que se quiere matar, y que habiendo tantas carencias en otros rubros sociales se tengan que despilfarrar enormes cantidades de dinero en una lucha que ya está perdida de antemano.

En Uruguay están convencidos de que la despenalización de la mariguana permitirá enfocar los limitados recursos del Estado en contra de las llamadas “drogas duras”, tales como la heroína, la cocaína y las metanfetaminas. Esto también está por verse. Son muchas las incógnitas sobre lo que pueda o no suceder como para aventurarse a pronosticar un triunfo o un fracaso en el experimento social en el que se está embarcado Uruguay, y pudiera ser que dentro de unos cinco años terminen arrepentidos y den marcha atrás. Pero lo importante es que a la postre las incógnitas se irán despejando. Y conforme se vayan obteniendo estadísticas sobre el experimento social uruguayo, los demás países podrán ir asimilando las lecciones para tratar de llevar a cabo también o repudiar la emulación de lo que está ocurriendo en Uruguay.

En México, todavía hay una mayoría de gente que se opone a la despenalización de la mariguana, pero en ello tiene algo que ver el hecho de que México es actualmente el principal punto de tránsito de cocaína y heroína hacia los Estados Unidos, y los problemas de criminalidad que resultan de tan desventajosa cercanía geográfica hacen temblar a muchos mexicanos ante la posibilidad de que una despenalización de la mariguana que eventualmente podría ser el preludio hacia una despenalización de todo tipo de drogas eventualmente puede llevar al país a la ruina en vez de ayudarlo. De nueva cuenta, lo que suceda en Uruguay servirá de barómetro. Todo es cuestión de darle tiempo al tiempo.

sábado, 7 de diciembre de 2013

Del “sueño americano” al sueño chino

En Junio de 1993, un viejo buque carguero llamado el Golden Venture encalló en las afueras de la costa de Nueva York. Al subir a inspeccionarlo, la Guardia Costera de los Estados Unidos descubrió a unos 286 indocumentados chinos que estaban siendo llevados de contrabando hacia los Estados Unidos, la mayoría de los cuales habían pagado cada uno varios miles de dólares a los “polleros” (o “coyotes”, como se les conoce comunmente en México a los traficantes de indocumentados) por el traslado ilegal hacia los Estados Unidos. Otros habían aceptado efectuar el pago de sus pasajes trabajando en calidad de servidumbre en el barrio chino (Chinatown) de Nueva York. Cuando el Golden Venture encalló, algunos de estos inmigrantes indocumentados entraron en pánico y trataron de llegar nadando hasta la costa. Seis de ellos no lo lograron, muriendo ahogados. El resto fue tomado en custodia por la Guardia Costera. En este punto, muchos de los pasajeros chinos que iban en el Golden Venture pidieron que se les admitiera concediéndoles asilo político. En realidad, la excusa del asilo político era para lograr lo mismo que estaban buscando desde un principio, obtener el permiso para poder trabajar dentro de los Estados Unidos sin haber pasado previamente por ningún proceso ordinario consular.

Se trata de 286 indocumentados que iban en pos del “sueño americano”. Dejaron atrás su país de nacimiento, renegando de sus orígenes, para ir en búsqueda del “billete verde”. Más que refugiados políticos, en realidad todos ellos eran refugiados económicos, y si en la Antártida hubiera habido mejores perpectivas de empleo con un mayor salario, hasta la Antártida se habrían ido aguantando las temperaturas glaciales. Después de dos años de estar varados en el buque, al final lograron lo que querían, que se les concediera el asilo político.

Eso fue en 1993.

Veinte años después, el panorama se muestra muy diferente. La China que abandonaron, la China que dejaron atrás esos 286 tránsfugas, está en vías de convertirse en una superpotencia mundial, no solo alcanzando sino superando incluso al mismo Estados Unidos, lo cual parece ser ya solo cuestión de tiempo. Y tienen mucho para poder presumir y poder demostrarle al mundo su poderío económico, científico y militar.

Al momento de publicarse esta nota, se está encaminando hacia la Luna un vehículo de exploración controlado a remoto desde la Tierra, diseñado y construído en su totalidad por científicos chinos. En una nota de la AFP titulada “Lanza China cohete espacial con vehículo para recorrer la Luna” publicada el 2 de noviembre, se comenta lo siguiente: “China lanzó ayer un cohete que transporta al ‘Conejo de Jade’, un vehículo de exploración controlado a distancia, con el fin de hacerlo alunizar, algo que sólo Estados Unidos y Rusia han conseguido hasta ahora. El cohete despegó a las 1:30 horas locales (ayer domingo en México) de la base de lanzamiento de satélites de Xichang, en la provincia de Sichuan (suroeste). La misión, llamada Chang’e-3, es una etapa importante de la carrera espacial china, todavía muy rezagada en relación a Rusia o Estados Unidos. El ‘Conejo de Jade’, un nombre que hace referencia a la mitología china, es un ‘rover’ lunar, un vehículo de seis ruedas que, si se cumple el calendario, estará en la superficie de la Luna a mediados de diciembre. ‘Voy a quedarme despierto esta noche para mirar el programa en directo. ¡Viva Chang’e! ¡Viva el conejo de jade!’, había iniciado antes del lanzamiento un usuario de la red Sina Weibo, mientras otro afirmaba estar ‘increíblemente orgulloso’. El vehículo, que funciona con paneles solares, llevará a cabo análisis científicos, principalmente geológicos, y también enviará a la Tierra imágenes de la Luna en tres dimensiones. El ‘Conejo de Jade’, de 120 kilos, será depositado en la Bahía del Arcoriris, un territorio lunar todavía sin explorar, según la administración espacial china. Esta zona ofrece condiciones favorables gracias a sus horas de sol y también facilita las telecomunicaciones. El vehículo se desplaza a una velocidad de 200 metros por hora y funcionará durante tres meses. ‘Sin tener en cuenta el envío de astronautas al espacio, se trata probablemente de la misión más complicada que China ha puesto en marcha hasta ahora’, asegura Morris Jones, un experto australiano en cuestiones espaciales. ‘También es el inicio de un proceso que podría llevar a la Luna a los astronautras chinos después de 2025’, explica a la AFP este experto. Si lo lograra, China se convertiría en el primer país de Asia en enviar un hombre al satélite de la Tierra. Las sondas Chang’e-1 (lanzada en octubre de 2007) y Chang’e-2 (octubre de 2010) han permitido hasta ahora llevar a cabo observaciones detalladas de la Luna. China dedica miles de millones de dólares a su carrera espacial, que las autoridades consideran un símbolo de la potencia del país dirigido por el Partido Comunista. La conquista espacial también forma parte del ‘sueño chino’, el eslógan de la política del actual presidente Xi Jinping. El Gobierno también está trabajando en un programa para crear una estación orbital permanente y con ese objetivo está mejorando desde hace dos años sus capacidades para acoplar módulos espaciales. Las misiones espaciales chinas, supervisadas por el ejército, están rodeadas de propaganda patriótica y tienen mucha presencia en los medios oficiales.”

El siguiente par de fotografías muestran el cohete portador de la sonda espacial así como al mismo vehículo lunar:





La nota periodística deja claro que estos espectaculares avances forman parte de lo que ahora se conoce como el sueño chino. Este sueño chino no lo logran ni en sueños los chinos que abandonaron su país para trasladarse hasta el otro lado del mundo en pos de otro “sueño”, el “sueño americano”, lo están logrando los chinos que se quedaron en China, y lo están logrando sin ninguna ayuda de los norteamericanos que solo están de mirones viendo cómo la nueva superpotencia les está pisando los talones.

China es hoy un país de amplias oportunidades para los hombres emprendedores y trabajadores que pueden aspirar a escalar desde orígenes modestos hasta la cúspide. De eso trata precisamente el sueño chino. ¿Pero no es acaso esto lo mismo sobre lo cual en otros tiempos que van quedando atrás rápidamente los norteamericanos reclamaban una exclusividad casi absoluta? Eso se acabó.

Cabe agregar que el mismo día en que China lanzó hacia la Luna su vehículo espacial, la sonda Mangalyaan lanzada por la India dejó su órbita terrestre y entró en la segunda fase de su largo viaje hacia Marte, la primera misión de su tipo de India, prevista para concretarse el 24 de diciembre de 2014, justo en la navidad, por lo que en la India también ya se habla del “sueño hindú”, al cual están contribuyendo no los hindúes que emigraron hacia los Estados Unidos también en pos del “sueño americano”.

El mismo día en el que el vehículo de exploración lunar lanzado por China se encaminaba hacia su objetivo, en los Estados Unidos en la otrora próspera ciudad de Detroit, antaño en tiempos mejores considerada como el símbolo del poderío industrial norteamericano, terminaba de concretar en los tribunales la oficialización de su bancarrota, cerniéndose sobre centenares de trabajadores ya jubilados el recorte de sus pensiones de vejez, pensiones por las cuales estuvieron trabajando todas sus vidas al servicio de la ciudad, pensiones sin las cuales estarían condenados al desamparo, a la pobreza, a programas de caridad social, para poder sobrevivir. Para estos pobres seres que creyeron que la prosperidad les duraría por siempre, el “sueño americano” terminó convirtiéndose en una verdadera pesadilla.

Por otro lado, al mismo tiempo que la sonda espacial china viajaba hacia la Luna, de acuerdo a resultados de unos exámenes dados a conocer el 3 de diciembre de 2013 por el informe PISA de la OCDE, el primerísimo lugar de aprovechamiento escolar a nivel mundial en ciencias, lectura y matemáticas no lo ocupa el país del “sueño americano”, lo ocupa Shanghai, otro duro golpe a la proverbial soberbia de la Unión Americana. Si los 286 pasajeros indocumentados que viajaron en el Golden Venture y otros como ellos querían que sus hijos y sus nietos recibieran una educación de excelencia de clase mundial, de la mejor calidad, la mejor del planeta, en vez de trasladarse hasta los Estados Unidos mejor se hubieran trasladado dentro de la misma China hasta Shanghai, porque precisamente allí están las mejores escuelas secundarias y de bachillerato del mundo entero, comprobado. Y esa educación de clase mundial les habría sido completamente gratuita, pagada en su totalidad por el Estado.

Algunos de los estudiantes que están egresando de las escuelas públicas en China como los estudiantes mejor preparados del planeta en el aspecto científico y tecnológico posiblemente serán reclutados dentro del programa espacial de China para entrenarse como astronautas, de los cuales China ya tiene varios que ha lanzado al espacio exterior tales como los siguientes:




China envió a su primer astronauta al espacio en el 2003, convirtiéndose en el tercer país, luego de Rusia y Estados Unidos, en realizar viajes tripulados al espacio de manera independiente, y ya cuenta con una estación espacial orbitando en torno a la Tierra, la estación experimental Tiangong 1, lanzada al espacio en 2011, la cual será reemplazada posiblemente entre el 2015 y el 2020 con otra estación espacial permanente de tres módulos, Tiangong 3:




El programa espacial no es lo único que China tiene para presumirle al mundo entero. China inauguró en 2011 sobre el mar lo que es el puente más grande del mundo en la ciudad costera oriental de Qingdao:




además de haber construído también el gasoducto más largo del mundo. Y China inauguró hace apenas un año, en diciembre de 2012, el tren bala más largo del mundo, capaz de alcanzar velocidades superiores a los 500 kilómetros por hora, ocasionando la envidia de muchos norteamericanos que creían que el país del dólar siempre sería superior en todo al resto del mundo:





Encima de todo lo anterior, desde el aspecto económico, China tiene ya a los Estados Unidos agarrado del pescuezo, al poseer la mayor cantidad de Bonos de la Tesorería norteamericanos, humillando al imperio norteamericano al convertise en el mayor acreedor extranjero de los Estados Unidos. La dura y humilllante realidad es que en estos momentos, de no ser por China, la economía norteamericana ya se habría hundido en el despeñadero.

Los que se quedaron en China en vez de lanzarse en pos del sueño americano saben perfectamente, por lo que han aprendido de sus lecciones de historia, que los inmigrantes chinos en Norteamérica, además de ser sobreexplotados y utilizados casi como mano de obra esclava, eran aborrecidos y desdeñados, considerados como una especie sub-humana bautizados con el despectivo mote de coolies. Y de hecho desde hace mucho tiempo el Congreso norteamericano aprobó reglas durísimas para restringir la inmigración de chinos hacia los Estados Unidos, negándoles a los indeseables “coolies” la esperanza de poder compartir con ellos el “sueño americano”. Los chinos eventualmente aprendieron que, en vez de perder el tiempo en búsqueda de espejismos, en vez de arriesgarlo todo en búsqueda del “sueño americano”, a la larga podía ser mucho más fructífero quedarse en casa y trabajar duro para construir otro sueño mucho más afín a ellos, el sueño chino lanzado como estrategia nacional por el Presidente Xi Jinping.

Mientras China avanza a pasos agigantados, vale la pena preguntarse: ¿y qué de los 286 indocumentados que abandonaron China para trasladarse en pos del “sueño americano”? ¿Valió la pena abandonar todo lo que dejaron atrás? Estos individuos, así como sus descendientes, están encontrando algunas realidades sumamente desagradables para las cuales posiblemente no estaban preparados. La primera es que en los Estados Unidos impera una cultura de la violencia, propiciada en buena medida por la Asociación Nacional del Rifle. Se trata de una cultura de la violencia que ante masacres sangrientas como las ocurridas en las escuelas de Columbine y de Sandy Hook hacen que cualquier padre de familia vea con temor la partida de sus hijos e hijas a la escuela, no sabiendo si ese será el último día que los verá con vida. Estas cosas no ocurren en China, simple y sencillamente porque en China no le sueltan armas de fuego de alta potencia a la población civil, ni existe una Asociación Nacional del Rifle que esté cabildeando sin cesar por el derecho constitucional de cualquier demente para poseer ametralladoras AK-47 y rifles de asalto.

Los chinos que desde hace apenas dos décadas estuvieron abandonando a su país natal para irse a vivir a los Estados Unidos están atrapados en un país que no solo tiene una cultura de la violencia, también tiene una cultura de las drogas (es el mayor consumidor de drogas en el planeta). Fueron chinos de nacimiento pero nunca lo fueron de corazón, y lo demostraron con hechos; renegaron de sus orígenes y se embarcaron en búsqueda de un espejismo, y ahora se topan con la realidad de que no todo es como lo habían creído. Los hijos y nietos de algunos de ellos ya son drogadictos, ya son consumidores habituales de metanfetaminas y cocaína, cayendo en un infierno y arrastrando a sus padres y abuelos hacia algo que más que un “sueño americano” que ha resultado ser la pesadilla norteamericana. Mientras que en China el narcotráfico es prácticamente inexistente (la pena de muerte para este tipo de actividad ha servido como un disuasivo poderoso), en el país del “sueño americano” la amplia oferta de todo tipo de drogas está enviando a los hospitales y manicomios a muchos jóvenes e inclusive niños, todo a causa de la libre drogadicción que forma parte de la cultura “pop” norteamericana promovida por sus estrellas y cantantes de moda, y aquí es donde están pagando más duro el haber viajado en pos de un espejismo.

Los emigrantes chinos se fueron deslumbrados por el valor del dólar norteamericano, pero ya viviendo en Estados Unidos se han dado cuenta de que si bien en ese país se gana en dólares, también se gasta en dólares, todo cuesta en dólares, de modo tal que la mayoría de ellos salvo aisladas excepciones no terminan como los multimillonarios que creían que iban a ser.

¿En qué posición quedan entonces los 286 indocumentados chinos que iban en el Golden Venture con la intención de disfrutar del “sueño americano”? ¿Se excluyeron ellos mismos del “sueño chino”? En China no hay mucho entusiasmo por verlos regresar. Al parecer de muchos compatriotas suyos que decidieron quedarse para jugársela con los suyos en su propio país, los indocumentados del Golden Venture y muchos otros como ellos son vistos como gente convenenciera que le apostó más al “sueño americano” que a su propio lugar de nacimiento, gente cuyo único nacionalismo está centrado en su propio interés y en su propia billetera.

China está dispuesta a compartir el “sueño chino” con los mexicanos, algo que todavía hace apenas medio siglo hubiera sido impensable, y ha abierto sus puertas a pequeños empresarios mexicanos que han establecido allá su residencia para abrir restaurantes con comida típica mexicana. Estos pequeños propietarios dijeron con toda razón: “si los gringos nos cierran las puertas y nos cierran las oportunidades para poder establecernos legalmente en los Estados Unidos, si los gringos nos ponen toda clase de trabas burocráticas y obstáculos para poder crecer y progresar allá, mientras que por el contrario los chinos nos abren sus puertas y nos dan la bienvenida, ¿qué demonios tenemos que andar haciendo perdiendo nuestro tiempo ilusionándonos como idiotas en un ‘sueño americano’ siendo que en China se nos están dando la bienvenida para poder permitirnos progresar y crecer en ese país, contribuyendo al mismo tiempo a que ese país también crezca y se engrandezca con el fruto de nuestro trabajo y nuestra creatividad?”. Un segmento creciente de la sociedad norteamericana está cada vez más asustado ante la posibilidad cada vez más cercana de que China rebase al todavía soberbio y orgulloso imperio norteamericano, y en verdad esto va a ocurrir en forma casi inevitable, solo es cuestión de tiempo. Pero no deberían de asombrarse ante esta perspectiva; después de todo, fueron el mismo gobierno norteamericano, el mismo Congreso, y los mismos políticos norteamericanos los que tuvieron la culpa de lo que se está convirtiendo en el virtual entierro del “sueño americano”, todos y cada uno de ellos fueron los portadores de su respectiva pala con la que le están dando las exequias fúnebres a lo que todavía queda de predominio absoluto de Norteamérica. Al final del día, Estados Unidos corre el riesgo de que lo único que le pueda quedar de su predomincia absoluta sea su superioridad militar. Siempre y cuando el resto del mundo esté dispuesto a seguirle financiando ese rubro.


ADENDOS: El 10 de enero de 2014 apareció publicada una noticia de primera magnitud, cuya importancia histórica fue minimizada por los medios de comunicación norteamericanos reflejando quizá un rechazo subconsciente generalizado ante las implicaciones de una noticia de este tipo. Como fue publicada en México, la noticia dice lo siguiente: “DESBANCA CHINA A EU COMO MAYOR POTENCIA COMERCIAL: Los intercambios comerciales de China superaron, por primera vez en la historia, los 4 billones de dólares en 2013, según datos divulgados ayer viernes, lo que le convierte en la mayor potencia comercial del mundo. En el conjunto del año pasado, las exportaciones de la segunda economía mundial aumentaron 7.9%, a 2.2 billones de dólares, y las importaciones un 7.3%, a 1.9 billones, según datos de las aduanas chinas. El excedente comercial fue de 260 mil millones de dólares, un 12.8% más que el año anterior. En total, los intercambios comerciales se elevaron a 4.16 billones de dólares, un 7.6% más que el año anterior, pero por debajo de la meta del 8% del gobierno. No obstante, se trata de los mejores resultados de la historia y confirman un giro geoeconómico, convirtiendo a China en la mayor potencia comercial de bienes, sin contar los servicios. Según informes de febrero pasado, China ya le habría arrebatado el puesto a Estados Unidos el año pasado, pero las aduanas dijeron que debido a la utilización de métodos diferentes en el cálculo el cambio se produjo por vez primera en 2013, pese a que los datos definitivos de Estados Unidos todavía no se han publicado. ‘Es bastante probable que China haya superado a Estados Unidos para convertirse en la mayor potencia comercial en bienes en 2013 por primera vez’, dijo el portavoz de la Aduana, Zheng Yuesheng”. Y al día siguiente de que se publicara esta noticia que sin duda alguna representa un golpe colosal al ego norteamericano, un golpe de proporciones históricas y presagio de cosas por venir, se publicaba otra noticia triste que hacía una reflexión sobre las glorias de un pasado de superioridad tecnológica absoluta que parece que se está desvaneciendo por completo en el aire: “PIERDE BRILLO LA NASA: En la vieja sala de control del Johnson Space Center, hoy convertida en museo, todo permanece como hace medio siglo. Se conserva la alfombra, raída por el tiempo, y los ceniceros sobre los que se consumieron cientos de cigarrillos mientras se atestiguaba la llegada del Apolo 11 a la Luna. Eran los años 60 y la NASA tenía más de 400 mil trabajadores, a cuyos ambiciosos proyectos el Gobierno de Estados Unidos dedicaba el 4.5 por ciento de su presupuesto. Hoy, la emblemática agencia emplea a poco más de 17 mil personas (95 mil contando a los contratistas) y apenas absorbe un 0.5 por ciento del gasto federal”. Al mismo tiempo que se publicaba esta nota de carácter melancólico y nostálgico, la sonda china de exploración lunar entraba en operaciones en la Luna, empezando a asentar el liderazgo que China planea tomar en la carrera espacial. Son los signos de los tiempos, y resulta imposible negar lo que está sucediendo aunque muchos aún no hayan tomado plena concienca de ello. Aquí cabe reflexionar sobre unas palabras de carácter profético atribuídas al general corso Napoleón Bonaparte: “Dejad que China duerma, y cuando despierte el mundo la sentirá”.

martes, 3 de diciembre de 2013

Las opciones de Adán



Hay quienes insisten en que al Libro del Génesis, el primer libro de la Biblia, hay que darle una interpretación estrictamente literal, tomando todo al pie de la letra ocurriendo tal y como está escrito. Esto es lo que hacen los creacionistas al tomar una postura contraria a la que sostienen los evolucionistas que han terminado aceptando las tesis de Charles Darwin.

Sin duda alguna, hay varias cosas que pueden resultar desconcertantes para un lector moderno en una primera lectura del Libro del Génesis. En dicho libro, no aparece mención alguna acerca de la creación de los dinosaurios (como el tiranosaurio, el triceratops, el pterodáctilo, el plesiosaurio y el tigre dientes de sable), aunque tal omisión es justificable, si estos saurios ya estaban extintos cuando se escribió el Libro del Génesis y no tenía caso mencionarlos siquiera, pese a que a cada rato se están encontrando fósiles y esqueletos enormes de estas especies extintas que dan fé que en otros tiempos estos colosos habitaban la Tierra. En cambio, aunque el Libro del Génesis cuenta que en un principio hubo gigantes (“En ese entonces había gigantes sobre la tierra, y también los hubo después, cuando los hijos de Dios se unieron a las hijas de los hombres y tuvieron hijos de ellas. Estos fueron los héroes de la antigüedad, jayanes de nombradía”, Génesis 6:4) hasta la fecha no ha sido posible encontrar por ningún lado un solo esqueleto de tales gigantes. ¿En dónde quedaron?

Aunque el hubiera no existe, es justo meditar sobre lo que habría ocurrido si el padre de toda la humanidad (según la Biblia), el primer padre, Adán, hubiese tomado otras decisiones distintas a las que tomó y que terminaron costándole su expulsión del paraíso terrenal conocido como el Jardín del Edén. Por ejemplo, ¿qué habría sucedido si Adán se hubiese negado a probar el fruto del árbol prohibido, el fruto del árbol la ciencia del Bien y del Mal (en vez de interpretar este fruto como una simple manzana como algunos pretenden hacerlo, muchos exégetas insisten en que a esto hay que darle no una interpretación literal sino una interpretación simbólica mucho más profunda, aduciendo que no se trataba de un simple árbol sino de algo mucho más trascendental)? Esto se antoja casi imposible, porque supuestamente Adán fue el más ingenuo y el más inocente de los hombres, con la ingenuidad y la inocencia de un recién nacido, y al menos desde nuestra perspectiva moderna, cualquiera que tenga la inocencia e ingenuidad de un recién nacido es el perfecto tarugo que puede ser fácilmente esquilmado, fácilmente engañado, y no se requiere de mucho Diablo para ello. Para negarse terminantemente a probar el fruto del árbol prohibido bajo cualquier circunstancia, Adán tendría que haber sido sumamente desconfiado, muy suspicaz, difícil de convencer incluso por Eva y la misma serpiente juntos, lo cual no parece haber estado en su naturaleza. Pero suponiendo que Adán no le hubiera hecho caso a Eva dejándola sola en su desobediencia al Creador, ¿qué habría sucedido? Pues que Eva habría sido echada del Edén, y Adán se habría quedado nuevamente solo, completamente solo, desvirtuando por completo la razón por la cual fue creada Eva con el ADN de su costilla. Adán se habría tenido que resignar no solo a ser el primer hombre sino también a ser el primer monje y a no dejar descendencia alguna. A menos de que en un acto de supremo autosacrificio, él también tomase el fruto del árbol prohibido no por desobediencia sino para no quedar completamente solo y para no dejar a Eva completamente sola.

La otra posibilidad es que Adán, armado con más astucia (y hasta más malicia) que el mismo Diablo (algo contrario a su naturaleza) hubiese convencido a Eva sobre las consecuencias fatales de probar el fruto del árbol prohibido. No habría habido razón alguna para que fuesen echados del paraíso terrenal, sus vidas habrían sido como un cuento de hadas, sin tener que ganarse el pan con el sudor de sus frentes, sin necesidad alguna de tener que trabajar jamás, al tener todas sus necesidades satisfechas. Pero esto es precisamente el sueño supremo de cualquier haragán, no tener que hacer absolutamente nada para garantizar su supervivencia. La experiencia humana ha comprobado sobradamente la validez del adagio “la necesidad es la madre de la inventiva”, y si no hay que hacer absolutamente nada para sobrevivir, ¿para qué trabajar, para qué progresar, para qué estudiar, para qué inventar? La vida de Adán habría sido una de flojera perpetua, de molicie absoluta. Empezando por el descubrimiento y el dominio del fuego, algo para lo cual Adán no tenía necesidad ni uso alguno (se presume que Adán era cien por ciento vegetariano, no resulta fácil imaginarlo comiendo carne cruda), y por lo tanto ni lo habría descubierto ni lo habría dominado. Tampoco habría tenido necesidad alguna de inventar la rueda y con ella los carruajes, mucho menos las bicicletas, los automóviles, los ferrocarriles y los aviones, ¿para qué? No se habrían tenido que descubrir la agricultura científica ni los abonos nitrogenados. Y al no padecer enfermedad alguna, no se habrían tenido que descubrir los antibióticos ni desarrollarse medicina alguna, la invención del microscopio habría sido innecesaria excepto como un juguete de ocasión, y mucho menos habría nacido el campo de la biología molecular. No sólo no habría necesidad alguna de fundar universidades, ni siquiera serían necesarias las escuelas de educación básica. En vez de estar estudiando o aprendiendo, los residentes del Jardín del Edén estarían jugando sin parar todo el tiempo en una hora de recreo escolar sin fin. Cero salones de clase, cero maestros, cero útiles escolares, cero tareas, cero boletas de calificaciones, cero concursos escolares. ¿No es esto acaso un paraíso con el que han soñado muchos alumnos flojos? Aunque para algunos otros, este vacío, este hueco, tal vez no sea un paraíso, porque no hay mérito alguno en lo que no requiere esfuerzo alguno para lograrlo. Con nada que hacer al no haber necesidad de nada, no se habrían inventado la radio, la televisión, las cámaras digitales, el Internet, las comunicaciones satelitales, y la exploración espacial habría sido algo superfluo. ¿Para qué todo esto, si bastaba con extender la mano para estarse alimentando, durmiendo o jugando el resto del día, o estarse meciendo en las copas del los árboles hasta, literalmente hablando, morir del aburrimiento? Ni siquiera se habría tenido que desarrollar una industria textil, porque si como dice el Libro del Génesis, Adán y Eva por su inocencia antes de comer el fruto del árbol prohibido no estaban conscientes de su propia desnudez, hasta la ropa interior saldría sobrando, y no habría habido ni telas ni agujas de coser ni tijeras ni fábricas de hilados ni cosa por el estilo. Habría sido una vida completamente cómoda (e inútil), sin trascendencia alguna, sin nada que registrar en un libro o en un cuaderno al no haber suceso alguno que registrar. Adán y Eva estarían igual que los pandas que se la pasan todo el tiempo comiendo bambús y durmiendo en sus reservas, dependiendo por completo y para todo del hombre a fin de no extinguirse al igual que los dinosaurios.

Lo anterior nos permite establecer una diferencia fundamental entre Adán y el hombre moderno. Mientras que Adán no tuvo que mover un solo dedo para hacerse merecedor (inmerecidamente) de todo lo que recibió en forma completamente gratuita, el hombre moderno ha tenido que recorrer un larguísimo camino de lucha y aprendizaje para poder aspirar a tener lo que hoy tiene, y algunas de las caídas que ha sufrido son las que le han dado sus mejores lecciones, habiendo aprendido más de sus errores que de sus aciertos. Adán no habría evolucionado ni en sueños como lo ha hecho el Homo Sapiens.

A diferencia de Adán, que antes de su caída no tenía ningún otro propósito en vida más que gozar y disfrutar sin tener que mover un solo dedo para ganarse su existencia comodina y placentera, cada individuo en la actualidad le puede dar su propio propósito a su vida, recorriendo su propio camino para ello, aunque se lo tendrá que ganar a pulso sin esperarse a que le caiga nada gratuitamente del Cielo. Y al tomar sus propias decisiones, está en plena libertad de escoger entre lo que conocemos como el Bien y lo que conocemos como el Mal. Pero a diferencia de Adán, que escogió mal, el hombre moderno cuenta con algo más que sus conocimientos y su experiencia, cuenta con la astucia e inclusive la suspicacia y el toque de malicia que le faltó a Adán. En esta ocasión, la caída se puede dar otra vez, pero será con pleno conocimiento de causa. Y por esto mismo, la responsabilidad y por ende el peso de las culpas será mayor, mucho mayor que la de Adán ocasionada por su infantil ignorancia y su falta de experiencia. Esto da una respuesta contundente y directa a todo aquél que alguna vez haya dicho: “yo jamás habría cometido el error de Adán”. ¿En verdad? ¿Quién jamás en su vida no le ha hecho ni deseado ningún mal a nadie y siempre ha obrado con rectitud? Aquél que esté completamente seguro de ello, que levante su mano, con la certeza de que la vida le ha dado muchas más oportunidades que a Adán para demostrar que ha sido mejor que el primer padre. Y en esto el hombre moderno enfrenta un reto mayor, puesto que mientras que Adán fue sometido a una sola prueba en la cual falló, el hombre moderno está sometido a pruebas de toda índole en cada momento de su vida, lo cual hace mucho más difícil evitar una caída, la caída del hombre moderno.

Y a propósito, ¿tuvieron Adán y Eva ombligos? (Esta pregunta no es tan trivial como parece serlo, y tiene que ver con el dilema clásico sobre qué fue primero, el huevo o la galllina.)

lunes, 2 de diciembre de 2013

Cómo hacer un árbol navideño mágico de papel

Para esta temporada navideña que acaba de empezar, uno de los efectos más bonitos y entretenidos que pueda haber (además de económico) es la construcción de un árbol de papel. Para fines de entretenimiento en una fiesta familiar, si se hace esto frente a varios amigos y familiares se puede hablar del cuento de Juanito y la planta de habichuelas (Jack and the beanstalk), que creció durante toda la noche para alcanzar su desarrollo completo. Dígase que se va a demostrar por medio de un método propio que tal cosa puede efectuarse en unos momentos.

Usaremos las siguientes figuras para ilustrar el método:




El procedimiento para la construcción del árbol de papel es sencillo. Se enrolla una hoja doble de periódico (tamaño tabloide), formando un tubo y permitiendo que un borde se extienda libremente por unos siete o diez centímetros como se muestra arriba en la primera figura (figura 1). Colóquese el borde de una segunda hoja de periódico sobre este borde libre como se muestra en la segunda figura (figura 2) y continúese enrollando, hasta que quede un borde de siete o diez centímetros. Repítase el proceso con unas ocho o diez hojas, hasta que se tenga un tubo de papel bastante grueso. Aplánese un extremo del tubo y córtese dos veces, haciendo cuatro tiras separadas, como muestran las líneas punteadas en la tercera figura (figura 3). Háganse los cortes hasta cerca de la mitad del tubo. Sepárense las porciones cortadas y aplánenese a lo largo de la porción restante del tubo como se muestra en la cuarta figura (figura 4). Tómese con la mano izquierda la parte no cortada del tubo, insértese en el hueco el dedo índice de la mano derecha y tírese hacia arriba y afuera la parte inferior. Continúese jalando, y se formará un árbol de unos tres metros como se muestra en la quinta figura (figura 5). Si queremos conseguir un efecto asombroso y muy bonito, en lugar de usar hojas de periódico se pueden usar hojas de papel de varios colores, obteniendo un árbolo multicolor que estará muy a tono con el espíritu de la Navidad.

domingo, 1 de diciembre de 2013

El terrorista legal



Su nombre es Basit Javed Sheikh.

No nació en los Estados Unidos. Es un musulmán, un islamista procedente de uno de los países más problemáticos del planeta. Pero de cualquier modo las autoridades norteamericanas le dieron visa permanente de residencia legal, ello pese a ser originario de un país que ha sido refugio de los Talibanes afganos y cuna de algunos de los terroristas islámicos más extremistas y fanáticos, al igual que antinorteamericanos, que se puedan encontrar en la faz del orbe, Pakistán, precisamente el país en el cual se refugió y estuvo viviendo tranquilamente por varios años Osama bin Laden, el cerebro infernal que incineró al Pentágono y destruyó las Torres Gemelas en Nueva York matando a más de dos mil civiles, precisamente el país que es cuna de Talibanes extremistas que hoy planean volver a apoderarse de Afganistán para poder convertirlo nuevamente en un santuario para el grupo terrorista Al Qaeda.

Basit Sheikh no es un neurocirujano que pueda llevar a cabo intervenciones quirúrgicas casi milagrosas que muy pocos neurocirujanos en Estados Unidos puedan efectuar. Tampoco es un científico destacado que haya sido galardonado con algún premio importante a nivel internacional. Ni es un pintor aclamado internacionalmente, y mucho menos un humanista con alguna contribución importante que pueda beneficiar a la sociedad norteamericana.

La “tarjeta verde” que le dió el gobierno norteamericano a Basit Sheikh es el permiso para que este terrorista potencial se pueda trasladar libremente por territorio norteamericano, moverse para cualquier parte en donde se le pegue la gana, comprar lo que le venga en gana, buscar el trabajo que quiera hacer, y llevar la vida que quiera vivir.

A principios de diciembre de 2013, se supo que Basit Sheikh, de 29 años, y residente en Carolina del Norte en un suburbio de Raleigh, fue arrestado en el aeropuerto internacional Raleigh-Durham acusado de querer viajar al Líbano para incorporarse a Jabhat al-Nusrah, ello con la finalidad de luchar en contra de las unidades militares leales al Presidente sirio Bashar Assad, luchando junto con la red terrorista Al Qaeda en contra del régimen sirio, luchando codo con codo al lado de los mismos que han estado cometiendo actos terroristas atroces en contra de ciudadanos norteamericanos alrededor del mundo.

El sentido común indica que a este musulmán se le debería de haber deportado de inmediato de regreso a Paquistán privándolo de por vida de la residencia norteamericana poniéndolo en la lista de aquellas personas impedidas de entrar de por vida dentro de territorio norteamericano. Pero en vez de ello, los voceros del gobierno norteamericano simplemente se han limitado a expresar expresar sus preocupaciones de que gente que el mismo gobierno norteamericano ha inmigrado de tales países cuna de radicales puedan constituir un riesgo al regresar a los Estados Unidos. En una audiencia en la comisión de seguridad nacional en el Senado, el Senador demócrata Thomas Carper dijo: “Sabemos que ciudadanos estadounidenses, como también canadienses y europeos, han tomado las armas en Siria, en Yemen y en Somalia. La amenaza de que estos individuos puedan retornar para lanzar ataques es real y preocupante”. Y hasta allí llega la cosa, y no ha pasado a mayores. Por si esto fuese poco, Estados Unidos le sigue otorgando visas de residencia legal, visas de turista, visas de estudiantes y cualquier otro tipo de visas a paquistaníes como Basit Sheikh, siendo que el ingreso de cualquier ciudadano originario de países como Paquistán, Yemen o Somalia debería de estar terminantemente prohibido, con cero visas disponibles para cualquier individuo originario de países que han sido cuna de terroristas islámicos cuyo principal interés es causar a la sociedad nortamericana el mayor daño posible. Los terroristas potenciales siguen llegando y siguen entrando, legalmente, con los parabienes del gobierno de los Estados Unidos.

La sociedad norteamericana en sí tal vez no tenga mucha culpa de las tarugadas que haga el gobierno que dice representarla, pero de cualquier modo tiene que pagar las consecuencias, y estas consecuencias llegan frecuentemente con un costo extraordinariamente elevado; aunque en rigor de verdad, la sociedad norteamericana también debe cargar con parte de la responsabilidad al no exigirle enérgicamente a sus representantes y senadores cambiar de inmediato las leyes para ponerle un alto a la libre importación de fundamentalistas islámicos, para lo cual ya hubo un precedente cuando en los tiempos de la “Guerra Fría” estaba estrictamente prohibido el ingreso a territorio norteamericano de cualquier simpatizante de las doctrinas del comunismo, y esto aparecía claramente especificado en todas las formas de solicitud de inmigración. Si en esos tiempos el peligro era el comunismo, ¿no lo es ahora el terrorismo islámico? ¿Cuál es la diferencia?

Si Basit Sheikh hubiera sido un mexicano indocumentado (o cualquier otro indocumentado de origen latino), habría sido deportado de inmediato de regreso a México. El conjunto de leyes draconianas conocidas como el Patriot Act, aprobadas durante la administración de George W. Bush precisamente para tales efectos, le dan el poder a los funcionarios migratorios norteamericanos para hacer tal cosa, convirtiendo a cada inspector migratorio o aduanero en un pequeño César otorgándole facultades y poderes que en el pasado jamás habrían creído posible tener. En la frontera con México, cualquier inspector migratorio le puede recoger su pasaporte o “visa láser” a cualquier mexicano regresándolo de inmediato a México sin mayores contemplaciones y sin que se pueda hacer absolutamente ningún reclamo al respecto, sin que se pueda interponer queja alguna que valga por lo que pueda ser (y frecuentemente lo es) un acto de arbitrariedad llevado a cabo por un funcionario soberbio y prepotente. Sin embargo, tratándose de un terrorista potencial extraordinariamente peligroso como Basit Sheikh que está dispuesto a trasladarse hasta Siria para pelear al lado de los terroristas de Al Qaeda, pues a este tipo ya como residente legal se le otorgan todas las concesiones y todos los derechos y privilegios de los que pueda gozar cualquier otro residente al que se le haya dado su “tarjeta verde”.

Veamos ahora otro caso muy diferente.

Su nombre es Juan Armendáriz. Es guatemalteco, y tiene una esposa y cuatro hijos en Guatemala. Carece de antecedentes penales. Ciertamente no es ningún terrorista, y no tiene intención alguna de hacerle daño a nadie en los Estados Unidos. No es un musulmán ni profesa simpatía alguna hacia el Islam y sus interpretaciones más radicales. Él solo busca darle una vida algo mejor a su familia. Si el gobierno norteamericano otorgara visas temporales de trabajo, posiblemente Juan Armendáriz podría prestarse para hacer gustoso en los Estados Unidos faenas duras que los mismos norteamericanos no quieren hacer. Si pudiera, él en realidad no tiene intenciones de quedarse a residir permanentemente en territorio norteamericano. Él no pide que le den una residencia legal permanente en los Estados Unidos, todo lo que pide es una oportunidad de ganar unos cuantos dólares en algún trabajo de temporada para poder contribuír con el sostenimiento de su familia en Guatemala, el país en donde quiere vivir la mayor parte de su vida sin abandonarlo jamás. Pero la política migratoria del gobierno norteamericano es cruel. Aunque dentro de los mismos Estados Unidos se les contrata precisamente porque se les necesita, a los indocumentados de origen hispano no se les reconoce el valor de su trabajo, y por el contrario se les desprecia y se les trata con la punta del pie cuando se atreven a inquirir en las oficinas consulares norteamericanas en Guatemala sobre la posibilidad de obtener visas de trabajo temporales para trabajar en los Estados Unidos en la pizca agrícola. No existen visas para tales cosas, simple y sencillamente, se les desprecia. No hay visas temporales para ellos, pero sí las hay para y no sólo temporales sino permanentes para terroristas legales como Basit Sheikh.

Si el gobierno norteamericano manifestara el mismo desprecio en su actitud migratoria hacia los originarios de países con población musulmana fundamentalista como Paquistán, Yemen, Somalia y Chechenia como el desprecio que manifiesta hacia los mexicanos y centroamericanos que solo quieren ir a trabajar un tiempo en labores duras que ningún norteamericano está dispuesto a llevar a cabo, se habría ahorrado dolores de cabeza tales como el atentado terrorista cometido a principios de este año 2013 en el Maratón de Boston aunque los políticos norteamericanos que deciden las cosas en ese país simple y sencillamente no entienden, o lo que es peor, no quieren entender (como dice la Biblia: no hay peor sordo que el que no quiere oír, ni peor ciego que el que no quiere ver). En ambos casos, se trata de cabezas tan duras como el corazón de piedra que parecen tener. En el caso del atentado terrorista cometido en el Maratón de Boston, los culpables de esa carnicería que costó vidas y dejó a varios norteamericanos mutilados de por vida no eran mexicanos, y mucho menos eran unos indocumentados. Los dos terroristas musulmanes fueron admitidos legalmente por el gobierno norteamericano, ambos arribaron en un vuelo internacional con sus visas de residencia norteamericana en sus manos, y no hubo ningún agente de la Patrulla Fronteriza para impedirles su ingreso. Al igual que el terrorista legal Basit Sheikh, no eran profesionistas destacados en alguna rama de la ciencia y la tecnología, ni eran deportistas con galardones obtenidos en competencias olímpicas, eran dos tipos ordinarios sin habilidad especial alguna pero que tuvieron algo muy importante a su favor: no eran mexicanos ni centroamericanos, y ya por ese solo hecho tuvieron derecho a un trato migratorio preferencial, inclusive discriminatorio, sin largos años de espera a las afueras de algún consulado. Si el terrorista sobreviviente Dzhojar Tsarnáev hubiera sido un mexicano, ya estaría en estos momentos condenado a la pena de muerte tras un juicio expedito. Pero por tratarse de un europeo caucasiano, a casi un año de distancia aún no se le ha sometido a juicio alguno como al mexicano César Fierro al que por mucho menos de lo que hizo el terrorista legal Dzhojar Tsarnáevá ha estado en la antesala del patíbulo por lo que se antoja ya como demasiado tiempo. Y encima de todo, este terrorista legal es glorificado como si fuese una brillante estrella de rock por la revista Rolling Stone que le dedicó su portada principal:




En la frontera con México, hay agentes migratorios norteamericanos armados (los de la Patrulla Fronteriza o Border Patrol) que amparados en la más absoluta impunidad disparan en contra de indocumentados que se atreven a cruzar la línea divisoria, matando incluso a varios de ellos. Si tuvieran un poco más de seso, en vez de apuntar sus pistolas hacia esos indocumentados que solo buscan trabajar las apuntarían directamente a la frente de tipos como Basit Sheikh y Dzhojar Tsarnáev para ahorrarle a la sociedad norteamericana tragedias en ciernes. Pero no, por el contrario, esos terroristas en potencia son recibidos con los brazos abiertos por el gobierno norteamericano, el cual no tiene problema alguno en seguirle dando a estos islamistas las mismas visas legales de residencia que les niega a otros que sí quieren entrar con intenciones de trabajar en vez de dedicarse a cometer ataques terroristas en nombre de organizaciones criminales tan peligrosas como Al Qaeda. Esto es el fiel reflejo de un país que desde hace ya algún tiempo perdió la brújula en lo que toca a sus políticas migratorias, un tema importante para la seguridad nacional que desafortunadamente está en manos de un Congreso disfuncional que en conjunto está demonstrando tener menos inteligencia que un mosquito. Es un hecho incuestionable que las autoridades migratorias norteamericanas jamás han detenido en su frontera sur con México a ningún terrorista musulmán tratando de ingresar como indocumentado, y los grilletes burocráticos impuestos para “ahorcar” a los mexicanos residentes en las comunidades fronterizas han sido perfectamente inútiles para tal propósito, porque todos y cada uno de los terroristas musulmanes procedentes del otro lado del mundo que han ingresado a Estados Unidos han ingresado con una visa legal expedida por las autoridades consulares que actúan en nombre del gobierno norteamericano. Todos los terroristas de la red Al Qaeda que destruyeron las Torres Gemelas en Nueva York entraron legalmente a territorio norteamericano, ninguno de ellos ingresó como un indocumentado, y mucho menos usando la frontera sur con México para tal propósito. Todos ellos eran terroristas legales. Doce años después de la tragedia ocurrida el 11 de septiembre en la ciudad de Nueva York, el gobierno norteamericano aún no ha aprendido la dura lección, porque sigue metiendo dentro de su territorio a terroristas legales como el terrorista legal Basit Sheikh, el cual tuvo la fortuna de no ser un mexicano o un centroamericano porque de haberlo sido entonces sin duda alguna se habría actuado duro y en forma despiadada en contra suya sumándolo a los cientos de miles de indocumentados que han sido deportados de Estados Unidos bajo la administración de Barack Obama. Y mientras el gobierno norteamericano siga importando a islamistas radicales de países como Pakistán y Afganistán dándoles el “sello consular de aprobación”, serán sus propios ciudadanos los que seguirán pagando las consecuencias, por más que algunos de sus agentes de la Patrulla Fronteriza se den gusto practicando el tiro al blanco con los latinos que se atrevan a tratar de cruzar sin documentos hacia la tierra del “sueño americano” para ganarse unos cuantos dólares con el sudor de su frente, o inclusive aquellos como Alfredo Quiñones Hinojosa, el “Doctor Q” (hoy admirado por toda la sociedad norteamericana), el mojadito que después de haber sido deportado en una ocasión volvió a intentar su ingreso de nuevo, y teniendo la suerte de no toparse con un agente migratorio norteamericano que le pusiera impunemente una bala en la cabeza o en el corazón, a base de duro trabajo logró convertirse en un neurocirujano graduado de una de las escuelas de mayor prestigio en los Estados Unidos (es posible que entre los indocumentados asesinados en la frontera por agentes migratorios norteamericanos en su intento por ingresar a los Estados Unidos haya habido otros que de no haber sido malogrados tal vez habrían descollado al igual que el Doctor Alfredo Quiñones, eso nunca se sabrá). Resulta lamentable ver tanta miopía entre quienes desde sus posiciones de autoridad en el gobierno y la política de la Unión Americana están acostumbrados a ver a sus vecinoss del Sur como si fuesen sus enemigos, y a tratar en cambio a sus peores enemigos llegados del otro lado del mundo como si fuesen sus buen os amigos. La historia habrá de juzgarlos por ello, además de las consecuencias que se vayan reflejando en las retribuciones que da la vida en situaciones así.

La abismal asimetría entre el trato preferencial dado a los terroristas legales procedentes desde el otro lado del mundo en comparación al trato despectivo dado al indocumentado mexicano así como al indocumentado centroamericano y sudamericano de piel bronceada no es cosa nueva, y se remonta hasta las postrimerías del Ku Klux Klan que nació en los estados sureños racistas y xenofóbicos que practicaban el esclavismo (hay quienes sostienen que entre los primeros voluntarios para unirse a la Patrulla Fronteriza había miembros del Ku Klux Klan ansiosos por sentar precedentes históricos para las formas de comportarse de los agentes que serían contratados a futuro, o sea los de hoy, aunque esta importante hipótesis parece que no ha sido suficientemente investigada y documentada por los historiadores norteamericanos, y que de ser cierta explicaría muchas cosas). Lo que sí es un hecho es que sería muy difícil encontrar a tipos como Basit Sheikh y los hermanos Tamerlán y Dzhojar Tsarnáev trabajando dentro de las filas de la Patrulla Fronteriza, porque los terroristas legales que el gobierno norteamericano está importando desde el exterior están más interesados en matar a norteamericanos que a indocumentados mexicanos y centroamericanos, algo que el miope y disfuncional Congreso no alcanza a ver.