La desaparición forzada de 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa que tuvo lugar en el municipio de Iguala en el estado de Guerrero a raíz de los hechos violentos sucedidos el 26 y el 27 de septiembre de 2014 es sin duda alguna uno de los más escandalosos casos de criminalidad y corrupción que han flagelado recientemente a la sociedad Mexicana.
El conocimiento público de la historia comienza el 27 de septiembre cuando se supo por vez primera del ataque y el secuestro llevado a cabo por policías del municipio de Iguala en contra de estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Inicialmente, la cifra de desaparecidos era mayor, un total de 57, pero algunos de ellos reaparecieron más no así otros que seguían sin haber tenido contacto alguno con sus familiares. Para el 29 de septiembre, se habían detenido ya 22 elementos de la Policía Preventiva de Iguala implicadas en el asunto de los estudiantes normalistas desaparecidos, por su presunta responsabilidad en la muerte de seis personas y causar heridas a otras 17. Pero lo peor estaba aún por conocerse. Al 30 de septiembre, se tenían ya las primeras evidencias del secuestro y las desapariciones de 43 normalistas que se habían llevado a cabo en el municipio de Iguala. Al finalizar el mes de septiembre de 2014, era un hecho la desaparición de los estudiantes normalistas desde la noche del viernes 26 y madrugada del sábado 27 en Iguala, luego de que fueron perseguidos y baleados por policías municipales, con un saldo de siete muertos y al menos 25 lesionados. Los desaparecidos no eran vistos con vida en ningún lado pese a la búsqueda intensa que se estaba llevando a cabo para localizarlos. Y justo al empezar octubre de 2014, tanto el alcalde de Iguala José Luis Abarca Velázquez como su secretario de seguridad Felipe Flores Velázquez se encontraban “prófugos” al decir de la Procuraduría General de Justicia del Estado de Guerrero. De acuerdo a los datos que se comenzaban a filtrar a la prensa, fueron policías de Iguala quienes entregaron con vida a los normalistas a policías de Cocula, para ser entregados posteriormente al cártel Guerreros Unidos para disponer de ellos de una manera apropiada a los deseos e intereses de quien necesariamente tuvo que haber aprobado y ordenado la entrega de los estudiantes al cártel Guerreros Unidos.
¿Cómo puede ser posible que un alcalde y su secretario de seguridad se atrevieran a actuar con tanta desfachatez ordenando lo que hasta ahora se presume fue un genocidio, trabajando en complicidad para el cártel Guerreros Unidos, sin temer castigos ni repercusiones a largo plazo por la increíble barbaridad que se estaba cometiendo? La única explicación posible: la gigantesca impunidad con la que ambos ya habían estado incurriendo en tropelías sin que nadie, incluído el gobernador de Guerrero, les marcara el alto. Desde hace tiempo varias fuentes ya habían señalado la colusión del alcalde de Iguala y su secretario de seguridad, pero nadie atendió jamás tales denuncias, lo que hizo que la confianza de ambos para hacer barbaridades y actos fuera de la ley continuara creciendo hasta llegar a niveles intolerables en cualquier país civilizado. Y además, el alcalde de Iguala era intocable por ley, al gozar de esa aberración del sistema llamada fuero.
Aunque ya para la primera semana de octubre de 2014 la PGR se refería al alcalde de Iguala como un prófugo, sin embargo y esto tiene que ser aclarado, aunque ciertamente el alcalde Abarca Velázquez se había esfumado, legalmente no se le podía considerar un prófugo por gozar de fuero, y por lo tanto no podía ser arrestado. Para ser considerado un prófugo era necesario removerle primero el fuero, lo cual no había ocurrido. De este modo, justo cuando en el país se cumplía el aniversario de la matanza de Tlatelolco ocurrida el 2 de octubre de 1968, las evidencias de que algo extremadamente grave había ocurrido en Iguala eran irrefutables. Cabe recordar que el entonces presidente Gustavo Díaz Ordaz se jactó públicamente hasta el final de sus días de haber hecho “lo correcto” asumiendo toda la responsabilidad por lo que hizo el gobierno a su cargo en torno a los incidentes que culminaron con la matanza de Tlatelolco. Al tomar tal actitud “asumiendo toda su responsabilidad”, lo hizo a sabiendas de que gozaba de fuero, y que nadie podría juzgarlo jamás ante ningún tribunal por el delito de genocidio. ¿Habría tomado la misma actitud y habría hecho las mismas declaraciones Gustavo Díaz Ordaz si no hubiera gozado de fuero e impunidad?
Ya para el 5 de octubre se tenían confirmaciones sólidas de que “un funcionario público de Iguala” había ordenado detener en esa ciudad a los estudiantes normalistas y que un sujeto del grupo delictivo Guerreros Unidos había dispuesto el asesinato de los jóvenes, quedando esclarecido que fue el director de Seguridad Pública de Iguala, Francisco Salgado Valladares quien ordenó detener a los estudiantes normalistas de Ayotzinapa, que se encontraban en aquella ciudad el pasado 26 se septiembre, y que se sabía también que un individuo conocido como El Chuky, del grupo delictivo Guerreros Unidos, habría ordenado el secuestro y asesinato de los jóvenes. Un testigo dijo haber visto a 17 jóvenes detenidos en el patio de la comandancia de la policía de Iguala quienes luego fueron trasladados en patrullas, hay videos grabados de cámaras de seguridad que confirman este hecho.
A la fecha casi no hay nadie en México dispuesto a concederle al alcalde de Iguala el beneficio de la duda, se le presume culpable de antemano sin necesidad de que el caso llegue a un juez. Pero suponiendo, para fines de discusión académica, que el alcalde de Iguala era un perfecto idiota que no tenía ni siquiera la más remota idea de lo que estaba sucediendo en el municipio que gobernaba, ¿de cuando acá un grupo clasificado como delincuencia organizada se coordina e inclusive le dá órdenes a toda las policías de una ciudad sin que el alcalde de la ciudad sepa lo que está sucediendo bajo su mando? Los policías no actúan por cuenta propia, no son autónomos, y menos para llevar a cabo un genocidio como del que estamos hablando.
Para el mismo 5 de octubre en que se tuvieron confirmaciones sólidas de que “un funcionario público de Iguala” había ordenado detener en esa ciudad a los estudiantes normalistas y que un sujeto del grupo delictivo Guerreros Unidos había dispuesto el asesinato de los jóvenes, también se había confirmado el descubrimiento de fosas clandestinas en Pueblo Viejo, municipio de Iguala. Aunque varios de los cuerpos habían sido incinerados para volverlos irreconocibles, los olores fétidos de algunas de las fosas confirmaban que se trataba de muertes recientes. algunos completos, otros fragmentados, los cuales fueron calcinados. Los restos fueron colocados sobre ramas y troncos a los que se roció un combustible (diésel, gasolina o petróleo) y se les prendió fuego, para volverlos irreconocibles. Sin embargo, estas fosas clandestinas, a las cuales se fue sumando el descubrimiento de otras fosas clandestinas con 28 cadáveres, no contenían los cadáveres de los estudiantes desaparecidos de acuerdo a las pruebas forenses que fueron practicadas posteriormente. ¿Entonces quiénes eran los que fueron presuntamente asesinados y enterrados en esas fosas clandestinas? 28 cadáveres sumados a los 43 normalistas desaparecidos y que se presume muertos dan un total de 71 víctimas, y se presume que si se sigue buscando se irán encontrando más fosas clandestinas. A la luz de estos hechos, se puede presumir que el secuestro y desaparición de los estudiantes normalistas no fue más que la gota que derramó un vaso que ya estaba bien colmado.
Ya para entonces se habían detenido 26 probables responsables y se había consignado a 29 integrantes del cártel Guerreros Unidos. De los detenidos, 22 son policías eran del municipio de Iguala, a quienes se les dictó formal prisión por homicido calificado, siendo enviados al penal de Las Cruces. Está confirmado que estos 22 elementos dispararon sus armas contra los estudiantes de Ayotzinapa y los futbolistas, en hechos que dejaron seis personas muertas el pasado 26 de septiembre. Por los ataques de esa noche en Iguala se encuentraban ya detenidas cuatro personas a las que se liga con Guerreros Unidos, de nombrees Luis Alberto José Gaspar, Honorio Antúnez Osorio, Martín Alejandro Macedo Barrera y Marco Antonio Ríos Berber. Según sus testimonios 17 estudiantes fueron trasladados al paraje de Cerro Viejo, donde se hallaron las fosas clandestinas con 28 cadáveres.
Sin embargo, y complicando las cosas, el jefe delictivo del cártel Guerreros Unidos, Benjamín Mondragón Pereda “el Benjamón”, precisamente el mismo que necesariamente tenía que saber en dónde estaban los 43 normalistas desaparecidos, ya fuese vivos o muertos, al verse cercado y acorralado sin posibilidad de escapatoria optó por terminar con su propia vida pegándose un tiro en la cabeza no sin antes de hacerle una gesticulación a los oficiales que lo tenían cercado, llevándose consigo muchos secretos a la tumba. Sabía lo que le esperaba en caso de ser capturado con vida, sabía que sería exhibido y humillado no sólo ante todo el pueblo de México sino ante el mundo entero, encerrado de por vida como uno de los peores monstruos de Latinoamérica, con su cártel Guerreros Unidos en vías de extinción y sus miembros cazados por doquier hasta terminar con todos ellos ya sea vivos o muertos. En rigor de verdad, no le quedaba otra opción más que el suicidio. Sabía que había llegado demasiado lejos, y era la hora de ir a pagarle las facturas al Diablo. Él, a diferencia del alcalde-con-licencia de Iguala, no gozaba de fuero; su destino era la cárcel inmediata en condiciones sumamente desfavorables y con un sector considerable de la población de Guerrero dispuesta a sacarlo de la cárcel para lincharlo.
Al matarse el Benjamón con su propia mano, ¡José Luis Abarca Velázquez seguía gozando de fuero!
La remoción del fuero a un funcionario corrupto es un asunto tan complicado y tan tardado que sin importar la gravedad de los crímenes que se le achaquen, así se trate de genocidios como el que se cometió en Iguala, es casi imposible que la remoción de su fuero se pueda dar en forma inmediata y con la urgencia que el caso requiere. Pero un delincuente muy agradecido con el sistema no necesita más que un par de horas para desaparecer, yéndose inclusive al extranjero para ocultarse en algún lugar en donde no se podrá arrestar al prófugo al desconocerse su paradero (el diputado Manuel Muñoz Rocha hasta la fecha no ha sido localizado), e inclusive ni siquiera cuando está tomando el avión en el que está emprendiendo su huída por gozar de su “fuero” que impide que pueda ser arrestado al iniciar su huída. En el caso del alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, quien como alcalde presuntamente giró las órdenes a sus policías para que se pudiera llevar a cabo el genocidio, fue hasta el martes 7 de octubre que en una sesión del Congreso de Guerrero se inició el juicio de procedencia en contra del alcalde de Iguala, José Luis Abarca Velázquez, o sea casi dos semanas despuéa de la desaparición de los estudiantes normalistas, y al haber transcurrido varios días después aún no se le había removido el fuero a José Luis Abarca Velázquez porque “las cosas en palacio se mueven despacio”, y esto pese a las presiones ejercidas tanto dentro como fuera de México para que el asunto fuera expeditado.
¡Fue hasta el 10 de octubre (misma fecha en la que el fiscal Tomás Zerón de Lucio, director de la Agencia de Investigación Criminal declaró -¡oh sorpresa!- que el alcalde de Iguala no se encontraba ya en el estado de Guerrero) a eso de las dos de la madrugada se le removió el fuero al ya para entonces prófugo alcalde-con-licencia José Luis Abarca Velázquez en una sesión especial que consumió el tiempo de los congresistas que tuvieron que dejar pendientes otros asuntos extremadamente urgentes e importantes para dedicárselo al alcalde de Iguala!
El fuero le sirvió al alcalde de Iguala para desaparecer con la mayor facilidad del mundo sin que pudiera ser detenido para responder por tan negro crimen que solo puede ser clasificado como un crimen de lesa humanidad. El fuero le facilitó su huída. Al fin y al cabo, precisamente para tales cosas son para las que sirve el fuero. En los hechos, el fuero ha servido de mil maravillas para que quienes lo gozan puedan evadir la acción de la justicia mofándose de las autoridades policiacas que se ven impedidas para detenerlos aunque encuentren en plena flagrancia a los funcionarios que estén actuando ya sea por cuenta propia o coludidos con el hampa, porque el fuero los vuelve intocables poniéndolos por encima de la ley, y con ello por encima de la misma Constitución en lo que tal vez sea la mayor ironía de todas.
¿Y cuál es la postura de los partidos políticos en lo que toca al fuero a la luz del genocidio de Iguala?
El estado de Guerrero es gobernado por un hombre emanado de la izquierda de México, el cual fue postulado por el Partido de la Revolución Democrática. Asimismo, el alcalde de Iguala, cuyo paradero se desconoce, también fue postulado por el PRD. El 8 de octubre, el PRD en boca de su presidente Carlos Navarrete pidió perdón por el caso Iguala diciendo “Reconocemos que no fuimos lo suficientemente cuidadosos, porque aceptamos que un candidato externo, que no era miembro del PRD, fuese candidato en Iguala y que permitiera o incluso dirigiera la cooptación de la policía municipal por parte de la delincuencia organizada. Los perredistas asumimos nuestro error y ofrecemos al pueblo de Guerrero nuestras disculpas y pedimos su perdón”. Sin embargo, en ningún momento aprovechó la ocasión Carlos Navarrete para promover la eliminación de esa aberración conocida como el fuero que cobijó al alcalde de Iguala en la más absoluta impunidad; es más, ni siquiera tocó el tema. La Mesa Directiva del Senado está presidida en estos momentos por un izquierdista prominente, Miguel Barbosa Huerta, y en ningún momento ha sacado a relucir la necesidad imperiosa de acabar con el fuero para que no se vuelvan a dar situaciones como lo sucedido con el alcalde perredista de Iguala.
Y en lo que toca al Partido Verde Ecologista de México, en vez de usar la ocasión y el pésimo ejemplo del mal uso dado al fuero por el alcalde de Iguala para promover la desaparición del fuero, su prioridad máxima era la eliminación de las corridas de toros y el enviar a los toreros a las filas del desempleo, en alianza con el Partido Acción Nacional para lograr este objetivo. El fuero, desde luego, quedaba intacto, tal como es. Así pues, tanto las prioridades de la izquierda como la derecha de México, en las posturas tomadas por sus diputados y senadores, es que hay otras cosas mucho más importantes que resolver tales como los espectáculos de las corridas de toros. Y si bien la izquierda de México no pudo llegar a la silla presidencial ni en el 2006 ni en el 2012, la derecha sí logró tal cosa primero en el 2000 y después por un estrechísimo margen en el 2006, y esto merece ser considerado en mayor detalle.
¿Qué acaso los políticos de México están tratando de retrasar hasta donde sea posible la eliminación del fuero por si acaso cualquiera de ellos incurre en actos delictivos? ¿Pues entonces qué clase de políticos tiene México? ¿Acaso el Congreso, diputados y senadores, están en la misma condición que los habitantes de las ciudades bíblicas de Sodoma y Gomorra, en las cuales Lot no pudo encontrar ni siquiera un puñado de justos por cuya presencia ambas ciudades fuesen perdonadas del final que la Providencia les tenía preparado?
En el 2000, cuando hubo una alternancia después de cerca de 70 años ininterrumpidos de gobiernos federales emanados de un mismo partido politico, en un exceso de ingenuidad se llegó a creer que los nuevos ocupantes de Los Pinos realmente usarían su poder recién adquirido para dar por terminada de una vez por todas esa aberración mayúscula llamada fuero que solo ha servido para que muchos funcionarios privilegiados se burlen de la ley proclamándose intocables. Doce años después, al darse por terminado ese experimento politico de la alternancia, no se había hecho absolutamente nada para terminar con el fuero poniéndole punto final. Unos cuantos en el partido que estuvo prometiendo por décadas corregir el rumbo del país y que no cumplió cuando tuvo la oportunidad para ello, ahora nuevamente esgrimen la bandera del cambio argumentando que, entre otras cosas, hay que acabar de tajo de una vez por todas y para siempre con el fuero. ¿Y por qué habríamos de creerles ahora si son los mismos que ya le fallaron a México? Tan no van a cumplir las promesas que ahora hacen de Nuevo, que Juan Ignacio Zavala, el cuñado del presidente Felipe Calderón, renunció a su larga militancia en dicho partido ante el cinismo y la hipocresía que se han apoderado del PAN, habiendo llegado a la conclusión de que el PAN ya no dá para más, al igual que la izquierda.
En síntesis, el fuero no será proscrito en su totalidad ni noy ni mañana, quienes legislan y quienes gobiernan hoy a México en su gran mayoría no están dispuestos a decirle adiós a ese escudo de impunidad que los proteje colocándolos por encima de las leyes del país. Modificarlo, sí, pero desaparecerlo por completo, ¡ni pensarlo!
La situación es completamente diferente fuera de México. Más al Norte, en el estado de Texas, al ser acusado el gobernador Rick Perry el 15 de agosto de 2014 por un gran jurado federal del delito de abuso de poder, y aunque no se le detuvo de inmediato se procedió a sacarle su ficha signalética. Esto fue posible porque en los Estados Unidos (y en muchos otros países) los funcionarios de alto rango no gozan de ningún fuero, no hay ciudadanos de primera clase situados por encima de la Ley y ciudadanos de segunda clase obligados a cumplir con las leyes en vigor.
El caso del alcalde de Iguala es el ejemplo clásico de cómo un político que tiene nexos directos con el crimen organizado y que está apoyado y subvencionado con dinero del crimen organizado puede sobornar y corromper a la estructura corporativa de un partido para lograr que se le postule como candidato a un puesto público, ya sea de elección popular, o mejor aún, por la más segura vía plurinominal, y una vez postulado no le faltará dinero (dinero sucio, esto es) para promover su imagen comprando las conciencias de los reporteros y comentaristas sociales y andar repartiendo regalos para ganarse muchas simpatías. Esto fue precisamente lo que ocurrió con el Partido de la Revolución Democrática (por más que insistan en negarlo) y con José Luis Abarca Velázquez, pese a que tanto él como su esposa (también prófuga) ya tenían sendas denuncias en su contra que jamás fueron atendidas.
De no haber existido el fuero, el alcalde de Iguala y muchos otros como él la pensarían dos veces antes de emprender acciones tan estúpidas como los genocidios de Iguala y Tlatelolco. Se dirían a sí mismos: “No es en provecho mío el ordenar tal o cual cosa que de acuerdo a la ley constituye en un delito, porque carezco de impunidad legal para protegerme y hasta para permitirme huir en caso de que me descubran. No, no haré tales cosas ni ordenaré que se hagan tales cosas”. Lo cual, a fin de cuentas, devendría en un sistema de gobierno menos injusto que el que actualmente se tiene.
El fuero constitucional y el abuso descarado del mismo no es la única ofensa cometida por el sistema político mexicano en contra de la ciudadanía. Hay otras, tales como las “elecciones” por la vía plurinominal (de lo cual ya se habló en ésta bitácora en el trabajo titulado “Intereses creados” publicado el 22 de agosto de 2014); y de hecho la plurinominalidad y el desafuero van de la mano, lo primero le puede ayudar a un individuo adinerado que tenga antecedentes dudosos y cuestionables a ocupar una diputación o una senaduría sin necesidad de tener que contender (y exponerse) por el voto directo del pueblo, todo posible comprando y corrompiendo a algún partido político con generosas contribuciones económicas a sus dirigentes a cambio de ser lanzado como candidato plurinominal, y lo otro le otorga carta abierta de impunidad ya con su fuero constitucional en el bolsillo.
Por aberraciones como el fuero, México ha sido conocido como el país del surrealismo. Y lo seguirá siendo mientras la ciudadanía no despierte y empiece a presionar a la clase política con un cambio de timón o la expulsión definitiva del sistema por la vía del voto de aquellos políticos que son un estorbo para llevar al país al concierto de las naciones civilizadas.
domingo, 19 de octubre de 2014
sábado, 18 de octubre de 2014
Presumption of innocence
The USA society if very fond of thumbing its nose at the justice system of other countries repeating endlessly as if it were a litany that in the USA, unlike the rest of the world, people accused of wrongdoing are presumed innocent until proven guilty.
In actual fact, that claim has never been true, and the USA is no different than the rest of the world.
Take, for instance, the case of Dzhokhar Tsarnaev, accused as an accomplice of his evil brother in the horrific Boston Marathon bombings which took place on April 15, 2013. He has already been imprisioned for a year and a half. To date, no judge nor jury has proclaimed him guilty of anything. Yet, he has not enjoyed a single minute of freedom since the time of his arrest. If he is proclaimed innocent (doubtful, but possible in a country where asinine technicalities such as the Twinkie defense are able win a case), who in the USA can ever make it up for Tsarnaev for all the time he spent rotting in a jail cell?
At this time, the trial of Dzhokhar Tsarnaev is scheduled to begin on January 5, 2015, nearly two years after the bombings took place. This prolongued period of imprisionment is a spit in the eye of the US Constitution and the US Bill of Rights which clearly states in its Sixth Amendment that:
A tacit recognition that the time of imprisionment while awaiting trial amounts to punishment under the presumption of guilt is given by the fact that when an accused individual is found guilty by a US court of law and sentence is handed down by a judge, if that individual was imprisioned for one year and the sentence equals X years, then one year will be deducted from those X years, being considered as time already served for his crime. Of course, if the accused individual is found innocent and set free, he will be awarded no compensation whatsovever for the year of his life he lost forever rotting in a jail cell. No one in the entire history of the USA has ever received any apology or compensation for time spent in prision while awaiting trial after being proclaimed innocent. It must be pointed out that the situation is completely different with those wrongfully found guilty by a court of law and later found to be innocent when new forensic evidence such as DNA matching proves so, in which case apologies and economic compensations have been meted out in several ocassions). On this issue, the USA is no different from other countries who have also punished the innocent, and the fact that the Innocence Project was created proves the point. The recent case of David McCallum proves this beyond a reasonable doubt. If the whole purpose of considering someone innocent until proven guilty is to make it impossible to punish people for crimes they didn’t commit, the US justice system has failed miserably on several occasions, just as it does in other countries “where people are considered guilty until proven innocent”.
Now consider the case of a police officer carrying out an arrest which results in imprisionment (for example, following a bank robbery or after a rape has been committed). Strictly speaking, the policeman is not a judge nor a one man jury, he has no legal power to proclaim anyone guilty of anything. Yet, in practice, on a daily basis hundreds upon hundreds of individuals are taken into custody and deprived of their freedom solely on a policeman’s report. And we are not talking about a house arrest, the suspect is thrown into a public jail. This is presumption of guilt at its best. If presumption of innocence was the norm, the most a police officer would be able to do is hand down a citation to appear in court after a crime has been committed by someone and he is the prime suspect, and after providing his address the suspect would would be let go assuming in good faith he will show up on his own for his trial without attempting to flee. This would really and truly be presumption of innocence. But where on Earth does any society want to embrace this procedure? Not even in the USA, where “a man is presumed innocent until proven guilty”.
In actual practice, the powers of a policeman go far beyond being able to function as a sort of jury and judge. He can actually inflict corporal punishment, which is forbidden in all the correctional facilities of the USA. A case in point: remember Rodney King? Not only did he get arrested after a high-speed chase. He got the beating of his life at the hands of several police officers. For a change, the entire beating episode was recorded as it took place. Here is the unforgettable memento:
There could be no denying. At the time, it was thought that this would be the first case of documented police brutality where policemen would have to face the consequences of their abuse of power. Yet, in the end, the videotapings where to no avail, and this sparked the Los Angeles Riots. This proves that in the USA a police officer (or better still, several of them taking turns) can inflict corporal punishment unto a person who has not been tried in a court of law and has not yet been proclaimed guilty of anything by a jury or a judge. But still, and in spite of these events, the legal justice system in the USA is presumed by Americans to be much better than in the rest of the world because in the USA everybody is presumed innocent until proven guilty. Yeah, sure. Of course.
Is Dzhokhar Tsarnaev guilty? Most likely he is, and under that argument alone he should remain locked up until he is proclaimed guilty in a court of law and sentence is handed down by a judge. However, this is exactly the same procedure used in other countries, and is the basis for the USA accusation that in those countries a person is guilty until proven innocent “unlike the USA where a person in innocent until found guilty”.
The presumption of innocence is a fantasy. It was never true. This fantasy stems from the societal prejudice that everything in the USA must be better than everywhere else. Better than in Switzerland, better than in Denmark, better than in Germany, better than in Spain, better than in Finland, and so forth. Yeah, sure.
There is a chance, although miniscule, that a good defense lawyer could convince the jury that Dzhokhar Tsarnaev was brainwashed by his evil elder brother who turned him into a Muslim yihadist, a conversion for which Tsarnaev might argue he is now repentant (this might take some melodramatic acting on his behalf in order to sway the jurors), and he could be proclaimed not guilty by reason of temporary brainwashing insanity or some other idiocy in legalese. However, this veredict of innocence will never restore the two years of freedom he lost (a consolation for his victims). In effect, he was considered guilty as charged until found innocent and set free by a court of law.
The truth be said, no society on this planet can afford to take the risk of setting free a presumed killer or rapist or robber while awaiting trial when there is overwhelming evidence showing his guilt. These men still deserve their day in court, although there is a good likelyhood that the outcome of the trial will merely corroborate what is already known. In the meantime, they should and they must remain locked up in jail in order to protect society. And in the final analysis, it is society as a whole who deserves that presumtpion of innocence, not those who willingly and knowingly have decided to take the wrong path.
So much for the presumption of innocence.
In actual fact, that claim has never been true, and the USA is no different than the rest of the world.
Take, for instance, the case of Dzhokhar Tsarnaev, accused as an accomplice of his evil brother in the horrific Boston Marathon bombings which took place on April 15, 2013. He has already been imprisioned for a year and a half. To date, no judge nor jury has proclaimed him guilty of anything. Yet, he has not enjoyed a single minute of freedom since the time of his arrest. If he is proclaimed innocent (doubtful, but possible in a country where asinine technicalities such as the Twinkie defense are able win a case), who in the USA can ever make it up for Tsarnaev for all the time he spent rotting in a jail cell?
At this time, the trial of Dzhokhar Tsarnaev is scheduled to begin on January 5, 2015, nearly two years after the bombings took place. This prolongued period of imprisionment is a spit in the eye of the US Constitution and the US Bill of Rights which clearly states in its Sixth Amendment that:
“In all criminal prosecutions,l criminal prosecutions, the accused shall enjoy the right to a speedy and public trial, by an impartial jury of the State and district wherein the crime shall have been committed, which district shall have been previously ascertained by law, and to be informed of the nature and cause of the accusation; to be confronted with the witnesses against him; to have compulsory process for obtaining witnesses in his favor, and to have the Assistance of Counsel for his defence”Speedy trial? Yeah, sure. Of course. In the age of Internet and high-speed communications, more than one and a half years without a trial still seems like an aberration, to say the least.
A tacit recognition that the time of imprisionment while awaiting trial amounts to punishment under the presumption of guilt is given by the fact that when an accused individual is found guilty by a US court of law and sentence is handed down by a judge, if that individual was imprisioned for one year and the sentence equals X years, then one year will be deducted from those X years, being considered as time already served for his crime. Of course, if the accused individual is found innocent and set free, he will be awarded no compensation whatsovever for the year of his life he lost forever rotting in a jail cell. No one in the entire history of the USA has ever received any apology or compensation for time spent in prision while awaiting trial after being proclaimed innocent. It must be pointed out that the situation is completely different with those wrongfully found guilty by a court of law and later found to be innocent when new forensic evidence such as DNA matching proves so, in which case apologies and economic compensations have been meted out in several ocassions). On this issue, the USA is no different from other countries who have also punished the innocent, and the fact that the Innocence Project was created proves the point. The recent case of David McCallum proves this beyond a reasonable doubt. If the whole purpose of considering someone innocent until proven guilty is to make it impossible to punish people for crimes they didn’t commit, the US justice system has failed miserably on several occasions, just as it does in other countries “where people are considered guilty until proven innocent”.
Now consider the case of a police officer carrying out an arrest which results in imprisionment (for example, following a bank robbery or after a rape has been committed). Strictly speaking, the policeman is not a judge nor a one man jury, he has no legal power to proclaim anyone guilty of anything. Yet, in practice, on a daily basis hundreds upon hundreds of individuals are taken into custody and deprived of their freedom solely on a policeman’s report. And we are not talking about a house arrest, the suspect is thrown into a public jail. This is presumption of guilt at its best. If presumption of innocence was the norm, the most a police officer would be able to do is hand down a citation to appear in court after a crime has been committed by someone and he is the prime suspect, and after providing his address the suspect would would be let go assuming in good faith he will show up on his own for his trial without attempting to flee. This would really and truly be presumption of innocence. But where on Earth does any society want to embrace this procedure? Not even in the USA, where “a man is presumed innocent until proven guilty”.
In actual practice, the powers of a policeman go far beyond being able to function as a sort of jury and judge. He can actually inflict corporal punishment, which is forbidden in all the correctional facilities of the USA. A case in point: remember Rodney King? Not only did he get arrested after a high-speed chase. He got the beating of his life at the hands of several police officers. For a change, the entire beating episode was recorded as it took place. Here is the unforgettable memento:
There could be no denying. At the time, it was thought that this would be the first case of documented police brutality where policemen would have to face the consequences of their abuse of power. Yet, in the end, the videotapings where to no avail, and this sparked the Los Angeles Riots. This proves that in the USA a police officer (or better still, several of them taking turns) can inflict corporal punishment unto a person who has not been tried in a court of law and has not yet been proclaimed guilty of anything by a jury or a judge. But still, and in spite of these events, the legal justice system in the USA is presumed by Americans to be much better than in the rest of the world because in the USA everybody is presumed innocent until proven guilty. Yeah, sure. Of course.
Is Dzhokhar Tsarnaev guilty? Most likely he is, and under that argument alone he should remain locked up until he is proclaimed guilty in a court of law and sentence is handed down by a judge. However, this is exactly the same procedure used in other countries, and is the basis for the USA accusation that in those countries a person is guilty until proven innocent “unlike the USA where a person in innocent until found guilty”.
The presumption of innocence is a fantasy. It was never true. This fantasy stems from the societal prejudice that everything in the USA must be better than everywhere else. Better than in Switzerland, better than in Denmark, better than in Germany, better than in Spain, better than in Finland, and so forth. Yeah, sure.
There is a chance, although miniscule, that a good defense lawyer could convince the jury that Dzhokhar Tsarnaev was brainwashed by his evil elder brother who turned him into a Muslim yihadist, a conversion for which Tsarnaev might argue he is now repentant (this might take some melodramatic acting on his behalf in order to sway the jurors), and he could be proclaimed not guilty by reason of temporary brainwashing insanity or some other idiocy in legalese. However, this veredict of innocence will never restore the two years of freedom he lost (a consolation for his victims). In effect, he was considered guilty as charged until found innocent and set free by a court of law.
The truth be said, no society on this planet can afford to take the risk of setting free a presumed killer or rapist or robber while awaiting trial when there is overwhelming evidence showing his guilt. These men still deserve their day in court, although there is a good likelyhood that the outcome of the trial will merely corroborate what is already known. In the meantime, they should and they must remain locked up in jail in order to protect society. And in the final analysis, it is society as a whole who deserves that presumtpion of innocence, not those who willingly and knowingly have decided to take the wrong path.
So much for the presumption of innocence.
martes, 14 de octubre de 2014
Nueva esperanza en la lucha contra el ébola
Al publicarse esta entrada, seguramente la gran mayoría de los lectores ya están enterados de la devastadora epidemia originada en Africa, específicamente en los países de Liberia, Sierra Leone, Guinea, Nigeria y Senegal, con el epicentro de la epidemia situado en Liberia (un país fundado por esclavos afroestadounidenses liberados), ocasionada por el virus del ébola, para el cual no existen vacunas ni existe tratamiento médico efectivo excepto algunos cocteles de químicos experimentales que por su escasez y dificultad de manufactura no están disponibles para uso general. El virus del ébola es posiblemente uno de los azotes más contagiosos que se hayan dado en tiempos recientes; la transmisión del virus a las dos enfermeras Nina Pham y Amber Vinson del hospital Texas Health Presbyterian Hospital en Dallas, Texas, que trataron al primer paciente (liberiano) Thomas Eric Duncan diagnosticado con ébola en los Estados Unidos, lo confirma. Se presume que ambas, trabajando para un hospital que todavía hasta hace poco tiempo se jactaba de ser uno de los mejores hospitales del mundo, usaron la vestimenta adecuada y siguieron al pie de la letra todos los procedimientos antisépticos requeridos para evitar una infección, y pese a ello terminaron cayendo víctimas del virus, lo cual comprobó que cualquier omisión, por pequeña que sea, cualquier descuido, por insignificante que parezca, puede darle una oportunidad a un patógeno que ha demostrado ser contagiosísimo. A la infección de las dos enfermeras norteamericanas se le suma la infección de la enfermera española Teresa Romero, la cual contrajo el virus del ébola en el hospital Carlos III al poco tiempo de haber tratado al misionero Manuel García Viejo que falleció en dicho hospital sin que nada se pudiera hacer por él. La enfermera Teresa Romero también siguió los protocolos indicados para evitar una infección durante el tratamiento de los pacientes enfermos con el virus del ébola, y también sucumbió. En los tres casos no estamos hablando de enfermeras principiantes que no estaban preparadas para el riesgoso trabajo al que fueron expuestas, las tres son consideradas profesionistas competentes que sabían perfectamente a lo que se estaban enfrentando. Y sin embargo, la extraordinaria potencia infectora del virus ébola demostró ser más avasalladora que los mejores procedimientos de protección diseñados para prevenir un contagio.
¿Es esto el principio de lo que puede ser una catástrofe mundial causada por el mayor reto médico que haya enfrentado el hombre en tiempos modernos? ¿Es esto el inicio de una pesadilla digna de las visiones del Apocalipsis?
No necesariamente.
En medio del caos, surge una nueva posibilidad que posiblemente sea una de las mayores esperanzas en estos momentos de desolación en donde muchas comunidades se encuentran al borde del pánico. La idea no es nueva, ya había sido considerada desde hace mucho tiempo atrás como una posibilidad teórica de tratamiento, pero hasta la fecha no había sido puesta en práctica ante algo como la emergencia que actualmente se tiene. Tal vez ha llegado el momento de hacer uso de dicho recurso, y a como van las cosas, tal vez no queda mucho tiempo para ponerlo en práctica a gran escala. La idea es sencilla, tan sencilla que es increíble que no se le haya dado la importancia debida en las décadas que han transcurrido desde que la ciencia médica tuvo conocimiento de las enfermedades causadas por cosas pequeñísimas que el ojo ordinario no alcanza a percibir.
Cuando una persona sucumbe bajo alguna infección, la Providencia no ha dejado desamparada por completo a dicha persona. Cada persona cuenta cuenta con un sistema inmunológico que al percatarse de que ha entrado un invasor al interior de la persona responde produciendo anticuerpos programados por el sistema inmunológico para atacar al invasor. Después de que el invasor ha penetrado dentro de la persona y a partir del momento en el que se empiezan a generar anticuerpos para combatirlo, da inicio a una carrera en ocasiones dramática en la cual el sistema inmunológico trata de producir anticuerpos a una velocidad superior a la velocidad a la cual el invasor se está reproduciendo dentro del organismo.
Los anticuerpos generados por una persona infectada con el virus ébola son como soldados. Se requiere por lo menos de un soldado para “matar” (o mejor dicho, desactivar) cada réplica del virus; del mismo modo se requiere por lo menos un millón de soldados para neutralizar un millón de réplicas del virus. Mientras haya más réplicas del virus circulando por el torrente sanguíneo que anticuerpos, la infección no cederá porque cada réplica se puede vover a replicar a sí misma una y otra y otra vez penetrando las células del organismo (un virus es cien por ciento parasítico y necesariamente tiene que apropiarse del aparato reproductor de una célula infectada para poder multiplicarse); para que haya una mejoría se requiere que haya muchos más anticuerpos que réplicas del virus en el individuo infectado. Inicialmente, al empezar la infección, no hay un solo soldado para atacar el virus infector; los anticuerpos tienen que ser “diseñados” por el sistema inmunológico en una forma muy específica para ese tipo de virus (este proceso de diseño natural de anticuerpos es un asunto tan complejo que vuelve a sus eruditos en candidatos al Premio Nobel). Una vez diseñados, son inyectados en cantidades crecientes en la sangre por el sistema inmunológico. Sin embargo, si la rapidez de multiplicación de los soldados no supera tarde o temprano la rapidez de multiplicación del virus, el pronóstico puede ser sombrío. Esto es precisamente lo que ocurre en los casos de pulmonía aguda, el individuo no puede producir suficientes soldados para neutralizar al invasor, y termina sucumbiendo.
La siguiente imagen nos muestra cómo los anticuerpos que se van produciendo por las células B del sistema inmunológico van viajando por el torrente sanguíneo corriendo al encuentro de una copia del virus patógeno para rodearlo y desactivarlo:
La siguiente imagen nos muestra en mayor detalle cómo los anticuerpos tienen cercado a un virus en vías de aniquilación total:
Si los anticuerpos generados por una persona que ha sobrevivido una infección son tomados e inyectados a otra persona, no se produce una reacción adversa en el receptor, y de hecho los anticuerpos que vaya generando por cuenta propia un receptor infectado de un donante que ya sobrevivió una infección son esencialmente iguales entre sí (no ocurre lo mismo en el caso del transplante de órganos en donde el rechazo del injerto es inevitable a menos de que sea amortiguado y controlado mediante fármacos especiales).
Y he aquí la esperanza: una persona que ha logrado sobrevivir a una infección, por terrible que ésta haya sido, no sólo ha quedado inmunizada de por vida en contra de dicho agente patógeno, en la sangre de su cuerpo circula una cantidad abundante de anticuerpos cazando todas las copias del virus hasta eliminarlas por completo. En esencia, el sistema inmunológico de la persona no permitirá que el la bacteria o el virus, en caso de ingresar nuevamente, pueda ocasionarle daño alguno.
El índice de mortalidad ocasionado por el virus del ébola es estimado entre un 50 y un 70 por ciento dependiendo de la zona geográfica y los recursos disponibles de tratamiento, con un período de incubación de tres semanas (21 días), lo cual lo convierte en una de las plagas más mortíferas que se conocen. Esto significa que por cada 700 personas infectadas que mueren, hay 300 personas infectadas que sobreviven, cuyo plasma sanguíneo tiene una amplia abundancia de antícuerpos detonados en producción masiva por la presencia de antígenos invasores. La persona que ha logrado sobrevivir una infección de ébola tiene una amplia abundancia de justo lo que se requiere para atacar al virus del ébola: anticuerpos específicos contra el ébola.
Precisamente considerando tal posibilidad, uno de los primeros norteramericanos infectados con el virus del ébola en Africa, el Doctor Kent Brantly, ofreció donar su sangre para el tratamiento del liberiano Thomas Eric Duncan. Sin embargo, esto no fue posible dado que los tipos de sangre de ambos no eran compatibles. Y este es otro de los obstáculos en llevar a cabo el tratamiento (se explicará algo sobre esto más abajo). Sin embargo, las transfusiones de sangre se pudieron llevar a cabo en el caso del misionero Doctor Rick Sacra. Y ante el asombro de todos, el Doctor Rick Sacra empezó a mostrar una mejoría hasta restablecerse y vencer al mal. Al día de hoy, el Doctor Rick Sacra parece estar totalmente recuperado del ébola, y aunque tuvo una recaída la percepción generalizada entre la comunidad médica es que no se trata de una recidiva de ébola sino de una complicación posterior causada por otros agentes patógenos oportunísticos.
Por otro lado, la enfermera Nina Pham quien también recibió transfusiones de sangre de un sobreviviente del virus ébola completamente restablecido está mostrando una evolución más satisfactoria y mucho menos severa que la del paciente liberiano Thomas Eric Duncan al cual atendió.
Otro caso importante a ser tomado en cuenta es el de la monja misionera Paciencia Melgar, inspirada en el ejemplo del Doctor Kent Brantly y cuyas transfusiones de sangre después de haber superado la crisis de una infección de ébola lograron poner a la enfermera Teresa Romero en el camino de una recuperación indiscutible, salvándola de sufrir la suerte que corrieron el misionero Manuel García Viejo y el cura Miguel Pajares. Las implicaciones de estos experimentos llevados a cabo a marchas forzadas van confirmando uno tras otro que las transfusiones de sangre cargadas de anticuerpos contra el ébola pueden marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Como se afirmó arriba, uno de los obstáculos para llevar a cabo este novedoso tratamiento es que no cualquier persona puede recibir transfusiones de sangre de cualquier otra persona. Para entender esto mejor, se asentará aquí que existen tres tipos diferentes de sangre.Esto lo descubrió por vez primera el Doctor Karl Landsteiner.
La sangre de un individuo está tipificada por la presencia o la ausencia de tres antígenos, A, B y Rh (este último antígeno recibe su nombre del mono Rhesus en el cual se confirmó su existencia por vez primera). La donación de sangre no requiere que haya un apareamiento exacto de los tipos de sangre entre un donador y un receptor, sin embargo la sangre de un donador no puede tener ninguno de los antígenos que no estén presentes en la sangre del receptor.
Para simplificar las cosas, la ciencia médica simboliza la presencia de los antígenos A y/o B por las mismas letras A, B, o AB en el tipo de sangre, mientras que la ausencia de ambos antígenos es indicada por la letra O (la cual en reallidad trata de conllevar la idea del cero). El signo + (positivo) simboliza la presencia del antígeno Rh, mientras que el signo - (negativo) simboliza su ausencia. De este modo, el tipo:
AB+
significa que el individuo tiene los tres antígenos, mientras que el tipo:
O-
indica que en la sangre de un individuo no está presente ninguno de los tres antígenos. Hay pues ocho diferentes tipos de sangre;
AB+
AB-
A+
A-
B+
B-
O+
O-
y una persona puede tener cualquiera de estas ocho combinaciones que caracterizan su tipo de sangre:
Como se dijo, la sangre de un donador no puede tener ninguno de los antígenos que no estén presentes en la sangre del receptor. Esto lo podemos apreciar mejor en la siguiente tabla:
Tipo de sangre |
Receptores (aquellos que pueden recibir el tipo de sangre) |
Donadores (aquellos que pueden donar al tipo de sangre) |
A+ | A+, AB+ | A+, O+, A-, O- |
B+ | B+, AB+ | B+, O+, B-, O- |
AB+ | AB+ | A+, B+, AB+, O+, A-, B-, AB-, O- |
O+ | A+, B+, AB+, O+ | O+, O- |
A- | A+, AB+, A-, AB- | A-, O- |
B- | B+, AB+, B-, AB- | B-, O- |
AB- | AB+, AB- | A-, B-, AB-, O- |
O- | A+, B+, AB+, O+, A-, B-, AB-, O- | O- |
Obsérvese que el individuo que tiene el tipo de sangre:
AB+
puede recibir transfuciones de sangre de cualquier persona, es lo que se conoce como el receptor universal, mientras que el individuo que tiene el tipo de sangre:
O-
le puede donar sangre a cualquier persona, es lo que se conoce como el donador universal.
Si suponemos que hay una distrubición estadística aproximadamente uniforme entre los ocho tipos de sangre, o sea que cada tipo de sangre se encuentre repartido por igual en la octava parte de cada grupo de individuos con el mismo tipo de sangre, podemos construír una tabla como la siguiente para darnos una mejor idea acerca de las posibilidades de tratamiento en una población de unos cuarenta individuos:
Tipo de sangre |
Donadores | Receptores |
A+ | 20 50% |
10 25% |
B+ | 20 50% |
10 25% |
AB+ | 40 100% |
5 12.5% |
O+ | 10 25% |
20 50% |
A- | 10 25% |
20 50% |
B- | 10 25% |
20 50% |
AB- | 20 50% |
10 25% |
O- | 5 12.5% |
40 100% |
De este modo, para un tipo de sangre A+ hay 20 personas en una población de 40 individuos que le pueden donar su sangre, pero solo hay 10 personas a las cuales les podrá donar su sangre. Esta tabla supone en forma simplista que los tipos de sangre están repartidos por igual entre la población, lo cual no ocurre en la práctica. Una repartición más realista de tipos de sangre será algo como lo siguiente (información tomada del libro Sourcebook for Programmable Calculators elaborado por el Texas Instruments Learning Center):
Tipo de sangre |
Abundancia relativa |
A+ | 37.7% |
B+ | 8.5% |
AB+ | 3.4% |
O+ | 37.4% |
A- | 6.3% |
B- | 1.5% |
AB- | 0.6% |
O- | 6.6% |
Como puede verse, desde el punto de vista matemático el asunto puede ser más complejo de lo que se supuso desde un principio, y encontrar donadores para cierto grupo de personas puede resultar más difícil que encontrar donadores para otro grupo. Sin embargo, no hay que perder de vista que una misma persona que se haya recuperado del virus ébola no está limitada a donarle su sangre solo a otra persona, le puede donar su sangre a una segunda persona infectada y a otra tercera persona infectada. Puesto que cada donación de sangre disminuye en el donador el número de anticuerpos que su sangre le puede ofrecer a otro, no está claro aún cuál es el límite práctico en el número de donaciones dadas por una misma persona antes de que éstas pierdan su valor terapéutico, aunque de cualquier manera bastan solo dos o tres donaciones para que el efecto multiplicativo se incremente en forma significativa.
El donador ideal es aquél que acaba de recuperarse por completo de una infección del virus ébola y que es diagnosticado libre de la enfermedad al llevarse a cabo las pruebas de laboratorio, lo cual suele ocurrir cuando el paciente es dado de alta, y es cuando el torrente sanguíneo de su cuerpo tiene una superabundancia de soldados en contra del ébola, la cual va disminuyendo conforme van pasando los meses para permitirle al sistema inmunológico desviar su atención para producir anticuerpos para otros tipos de infecciones tales como la gripe estacional o la influenza H1N1.
Del mismo modo, el paciente ideal para ser tratado con transfusiones de sangre ricas en anticuerpos contra el ébola no es aquél que se encuentra en una etapa terminal con sus órganos a punto de colapsarse, sino aquél al cual se le acaba de diagnosticar en forma temprana y oportuna el mal en sus primeras etapas (esto fue precisamente lo que ocurrió en el caso de la enfermera Nina Pham). Al ocurrir esto, el sistema inmunológico de la persona infectada ya está generando sus propios anticuerpos para combatir el mal, pero si a los anticuerpos que va generando la persona recién infectada se le suma una nueva dosis de anticuerpos suministrados por un donante que ya posee tales anticuerpos, sus posibilidades de supervivencia pueden incrementar de manera dramática. Aún otra posibilidad es que, antes de suministrarle a una persona infectada con el virus ébola una transfusión de sangre abundante en anticuerpos contra el ébola, se le remueva de su cuerpo una cantidad de sangre igual a la cantidad de sangre que le será suministrada; si se le va a proporcionar una pinta de sangre esto implicaría removerle previamente una pinta de su propia sangre infectada que está sobrecargada con decenas de millones de copias del virus ébola. De este modo, el número de organismos patógenos a neutralizar se reduce considerablemente, y esto puede ser la diferencia entre la vida y la muerte. Resta decir que toda la sangre que se le remueva a una persona que acaba de ser diagnosticada como portadora del mal tiene que ser incinerada, destruída en su totalidad en algo como un autoclave, porque esa sangre es un coctel extraordinariamente contagioso y mortal; considérese que en la punta de un alfiler caben fácilmente un millón de réplicas del virus ébola, y basta con que una sola copia del virus ingrese al organismo de un individuo sano para infectarlo y hacerlo caer.
La terapia basada en transfusiones de sangre supercargadas con anticuerpos podría ser de gran utilidad en otras enfermedades epidémicas para las cuales no nay vacunas ni fármacos (por ejemplo, enfermedades tropicales). Aún más importante es el hecho de que la sangre donada puede ser congelada con todos sus anticuerpos reteniendo su utilidad terapéutica por períodos prolongados de tiempo, así es como funcionan los bancos de sangre (el Doctor Charles Drew, un médico afroamericano, fue el primero que desarrolló la ciencia para estas cosas).
Así pues, hay razones de sobra para sospechar que este nuevo tipo de tratamiento puede ser exitoso y debe ser incorporado a las terapias convencionales. Si a causa de la reciente epidemia de ébola se confirma su efectividad en caso de ser aplicado a sectores poblacionales más altos, tiene el potencial para ser implementado en la lucha contra otros tipos de patógenos que hasta la fecha han demostrado ser resistentes a los tratamientos convencionales. Ciertamente, nada se pierde con ponerlo a prueba. Se cuenta desde hace décadas con las herramientas estadísticas tales como el diseño de experimentos que permiten entresacar cuantitativamente la efectividad de un tratamiento en la cura de estos males, son esencialmente las mismas herramientas matemáticas que se utilizan para poner a prueba la efectividad de medicamentos nuevos. Sin embargo, en este caso el objetivo es mucho más ambicioso y amplio, justo a la altura de la amenaza que acecha a la humanidad en estos momentos, y hasta podría marcar la pauta para combatir otros males que hasta la fecha no han podido ser erradicados.
domingo, 5 de octubre de 2014
¿El fin de la pobreza?
Recientemente se escuchan con mayor frecuencia planteamientos que tienen que ver con uno de los más viejos anhelos de la humanidad: la erradicación de la pobreza. De esto hablan sociólogos como Jeffrey Sachs en su libro El fin de la pobreza: Cómo conseguirlo en nuestro tiempo publicado en 2006 en el cual podemos leer la meta que tenía hace seis años: “acabar con la pobreza del planeta en el año 2025”, aunque dándose cuenta de que la fecha era ilusoriamente ambiciosa retrasó su meta optimista hasta el año 2030 en concordancia con el Proyecto del Milenio de las Naciones Unidas. Sin embargo, ya no se habla de erradicar la pobreza sino de erradicar la pobreza extrema, o sea de aquellos que entre los pobres son considerados como muy pobres.
Independientemente de que se le acepte o no como Mesías, de que se le acepte o no como profeta y se le rechaze como tal, una de las profecías de mayor alcance social hechas por Jesús de Nazareth que se ha cumplido al pie de la letra es la profecía en la que afirma al ser ungido en Betania “a los pobres siempre los tendréis”. La cita exacta en el Evangelio dice lo siguiente: “Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis” (San Marcos 14:7). En otro de los Evangelios encontramos lo mismo: “Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis” (San Juan, 12:8)
El Maestro Jesús, profundo conocedor de la naturaleza humana, no dijo: “a los pobres los tendréis cien años más” o “a los pobres los tendréis mil años más”. Dijo “a los pobres SIEMPRE los tendréis”. Dos mil años después, esto sigue siendo cierto y no ha cambiado en nada. ¿Alguien lo duda? Poniendo en práctica la caridad cristiana, la pobreza se puede paliar, pero no es posible darle a todos los habitantes del planeta un nivel de vida de clase media, así sea de clase media baja; hay demasiados factores en juego (familias disfuncionales, plagas, drogadicción, terremotos, pestes, guerras, enfermedades incurables, sequías, y un sinfín de catástrofes naturales y accidentes que hacen imposible planificar de antemano una justa distribución de la riqueza que elimine en todo el planeta lo que concebimos como pobreza).
En los dos mil años que han transcurrido desde que Jesús advirtiera que la pobreza persistiría después de su partida, el hombre ha experimentado con una infinidad de esquemas socioeconómicos probando casi de todo, y jamás se ha podido disminuír apreciablemente la pobreza inclusive en nuestros tiempos modernos pese a los impresionantes avances tecnológicos que se han logrado. El comunismo soviético pregonaba que mediante la colectivización y la planificación centralizada de la economía nacional así como el control estatal férreo de los medios de producción se lograría una justa distribución de la riqueza, pero después de ocho décadas de fracasos el sistema comunista terminó llevando a sus practicantes a la bancarrota y tuvo que ser abandonado. El sistema de mercado libre es mejor, indudablemente, pero la pobreza sigue siendo abundante, y la brecha entre pobres y ricos parece estarse ampliando aún más que en otras épocas.
A escala planetaria, existen organizaciones tales como el Global Poverty Project que creen sinceramente que la pobreza extrema puede ser erradicada. Otra organizacion que cree que tal cosa se puede lograr para el año 2030 es Zero Poverty 2030 siguiendo los lineamientos bosquejados por la Organización de las Naciones Unidas. ¿Se puede lograr tal cosa? Estos proyectos y organizaciones no hacen mención de erradicar todo lo que sea considerado como pobreza, el objetivo más modesto es erradicar lo que se conoce como pobreza extrema. Pero esto aún está por verse; sin intención de crear desánimo en tan nobles metas y esfuerzos hay que hacer hincapié en algo que se conoce como la Ley de Murphy que asegura que cuando parece que todo saldrá perfecto siempre ocurre algún imprevisto que echará a perder la fiesta. En México, a finales del 2013 la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, la secretaria de Desarrollo Social, señaló que México está cumpliendo de manera positiva con los objetivos de Desarrollo del Milenio que se acordaron en la ONU en el año 2000, diciendo: "El balance para México resulta positivo, 38 de los 51 indicadores, es decir el 74.5 por ciento ya se han cumplido, en 5 estamos avanzando favorablemente y se espera lograr su cumplimiento en 2015, 5 registran un progreso insuficiente, 9.8 por ciento", agregando que en el objetivo 1 (erradicar la pobreza extrema y el hambre) México cumplió la meta tres años antes del plazo al reducir de 9.3 en 1989 al 4 por ciento en 2012 el número de habitantes que viven con menos de 1.25 dólares diarios. "Tres millones de mexicanos en pobreza extrema alimentaria, de los 7 millones que establecimos como población objetivo, cuentan el día de hoy ya con más comida, con mejor comida y con opciones para mejorar su calidad de vida". Sin embargo, reconoció que aún falta mucho por hacer, destacando que "la reducción de pobreza sin un crecimiento y generación de empleos de calidad”. De este modo, aún pese a lo que se haya logrado, sigue habiendo pobreza extrema en México, al igual que en otros países incluído Estados Unidos que se considera como el país más rico del mundo.
Al momento actual no parece que pueda haber un sistema socioeconómico que pueda ser capaz de producir una utopia en la Tierra en la cual nadie sea pobre, y esto no es ya una suposición doctrinal o una discusion de una tema propio de disertaciones académicas, miles de años de tristes y duras experiencias lo comprueban, y quienes con el paso de los siglos han recorrido las páginas de la Historia prometiendo lograr lo que nadie antes ha podido frecuentemente han terminado benficiándose ellos mismos aprovechándose de las circunstancias sin verse cumplida su oferta de paraísos terrenales.
Fisgoneando en Internet, podemos encontrar comentarios como el siguiente que muestran aún la esperanza de que se pueda erradicar lo que Jesús afirmó hace dos mil años que no podría ser erradicado, al menos no sin un cambio interior en todos los seres humanos:
Independientemente de que se le acepte o no como Mesías, de que se le acepte o no como profeta y se le rechaze como tal, una de las profecías de mayor alcance social hechas por Jesús de Nazareth que se ha cumplido al pie de la letra es la profecía en la que afirma al ser ungido en Betania “a los pobres siempre los tendréis”. La cita exacta en el Evangelio dice lo siguiente: “Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; y cuando queráis les podréis hacer bien; pero a mí no siempre me tendréis” (San Marcos 14:7). En otro de los Evangelios encontramos lo mismo: “Porque a los pobres siempre los tendréis con vosotros; pero a mí no siempre me tendréis” (San Juan, 12:8)
El Maestro Jesús, profundo conocedor de la naturaleza humana, no dijo: “a los pobres los tendréis cien años más” o “a los pobres los tendréis mil años más”. Dijo “a los pobres SIEMPRE los tendréis”. Dos mil años después, esto sigue siendo cierto y no ha cambiado en nada. ¿Alguien lo duda? Poniendo en práctica la caridad cristiana, la pobreza se puede paliar, pero no es posible darle a todos los habitantes del planeta un nivel de vida de clase media, así sea de clase media baja; hay demasiados factores en juego (familias disfuncionales, plagas, drogadicción, terremotos, pestes, guerras, enfermedades incurables, sequías, y un sinfín de catástrofes naturales y accidentes que hacen imposible planificar de antemano una justa distribución de la riqueza que elimine en todo el planeta lo que concebimos como pobreza).
En los dos mil años que han transcurrido desde que Jesús advirtiera que la pobreza persistiría después de su partida, el hombre ha experimentado con una infinidad de esquemas socioeconómicos probando casi de todo, y jamás se ha podido disminuír apreciablemente la pobreza inclusive en nuestros tiempos modernos pese a los impresionantes avances tecnológicos que se han logrado. El comunismo soviético pregonaba que mediante la colectivización y la planificación centralizada de la economía nacional así como el control estatal férreo de los medios de producción se lograría una justa distribución de la riqueza, pero después de ocho décadas de fracasos el sistema comunista terminó llevando a sus practicantes a la bancarrota y tuvo que ser abandonado. El sistema de mercado libre es mejor, indudablemente, pero la pobreza sigue siendo abundante, y la brecha entre pobres y ricos parece estarse ampliando aún más que en otras épocas.
A escala planetaria, existen organizaciones tales como el Global Poverty Project que creen sinceramente que la pobreza extrema puede ser erradicada. Otra organizacion que cree que tal cosa se puede lograr para el año 2030 es Zero Poverty 2030 siguiendo los lineamientos bosquejados por la Organización de las Naciones Unidas. ¿Se puede lograr tal cosa? Estos proyectos y organizaciones no hacen mención de erradicar todo lo que sea considerado como pobreza, el objetivo más modesto es erradicar lo que se conoce como pobreza extrema. Pero esto aún está por verse; sin intención de crear desánimo en tan nobles metas y esfuerzos hay que hacer hincapié en algo que se conoce como la Ley de Murphy que asegura que cuando parece que todo saldrá perfecto siempre ocurre algún imprevisto que echará a perder la fiesta. En México, a finales del 2013 la secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles, la secretaria de Desarrollo Social, señaló que México está cumpliendo de manera positiva con los objetivos de Desarrollo del Milenio que se acordaron en la ONU en el año 2000, diciendo: "El balance para México resulta positivo, 38 de los 51 indicadores, es decir el 74.5 por ciento ya se han cumplido, en 5 estamos avanzando favorablemente y se espera lograr su cumplimiento en 2015, 5 registran un progreso insuficiente, 9.8 por ciento", agregando que en el objetivo 1 (erradicar la pobreza extrema y el hambre) México cumplió la meta tres años antes del plazo al reducir de 9.3 en 1989 al 4 por ciento en 2012 el número de habitantes que viven con menos de 1.25 dólares diarios. "Tres millones de mexicanos en pobreza extrema alimentaria, de los 7 millones que establecimos como población objetivo, cuentan el día de hoy ya con más comida, con mejor comida y con opciones para mejorar su calidad de vida". Sin embargo, reconoció que aún falta mucho por hacer, destacando que "la reducción de pobreza sin un crecimiento y generación de empleos de calidad”. De este modo, aún pese a lo que se haya logrado, sigue habiendo pobreza extrema en México, al igual que en otros países incluído Estados Unidos que se considera como el país más rico del mundo.
Al momento actual no parece que pueda haber un sistema socioeconómico que pueda ser capaz de producir una utopia en la Tierra en la cual nadie sea pobre, y esto no es ya una suposición doctrinal o una discusion de una tema propio de disertaciones académicas, miles de años de tristes y duras experiencias lo comprueban, y quienes con el paso de los siglos han recorrido las páginas de la Historia prometiendo lograr lo que nadie antes ha podido frecuentemente han terminado benficiándose ellos mismos aprovechándose de las circunstancias sin verse cumplida su oferta de paraísos terrenales.
Fisgoneando en Internet, podemos encontrar comentarios como el siguiente que muestran aún la esperanza de que se pueda erradicar lo que Jesús afirmó hace dos mil años que no podría ser erradicado, al menos no sin un cambio interior en todos los seres humanos:
La verdad sea dicha: A la pobreza no se le puede pedir moralidad. Menos aún se le puede exigir que se apegue a las leyes. “Necessitas caret lege”, dijeron los latinos. La necesidad carece de ley. De ese aforismo el pueblo hizo una linda traducción: “La necesidad tiene cara de hereje”. La tiene, en efecto. Quizá la pobreza lleve al Cielo, pero aquí en la Tierra constituye una molestia grande. Ciertamente es cierto lo que dijo Horacio: “Pallida mors aequo pulsat pede pauperum tabernas regumque turres”. La pálida muerte pisa con igual pie las chozas de los pobres y el palacio del rey. Pero mientras llega esa señora -siempre llega- es preferible vivir en el palacio real, donde hay agua corriente y excusado inglés, que en un tugurio miserable donde toda incomodidad tiene su asiento y todo triste ruido hace su habitación. Quien diga lo contrario es un redomado mentiroso o un supino hipócrita que quiere estar en lo políticamente correcto. La pobreza es cosa extraña: cuando eres pobre te avergüenzas de serlo, y cuando dejas de serlo te jactas de haberlo sido alguna vez. No alabemos la pobreza, como hacen algunos hombres de religión que jamás la han conocido: maldigámosla y luchemos por acabar con ella. De la pobreza derivan muchos males, entre ellos el crimen, la ignorancia, la insalubridad. Alguna vez un estudioso encontrará la relación que hay entre el atraso de los países de América Latina y las prédicas religiosas que en ellos se hicieron durante varios siglos, y que enseñaron al pueblo a mirar la riqueza con desprecio y a ver en la pobreza el camino seguro hacia la salvación. Cosas como las que se vieron en Los Cabos -la falta de solidaridad social, los saqueos- son fruto de esa pobreza que lleva al abandono de todo sentido ético y de legalidad, y que aprovecha la primera oportunidad para obtener por medios de violencia lo que las condiciones sociales imperantes no le han permitido conseguir.Podemos estar o no estar de acuerdo con lo que afirmó el comentarista que externó lo anterior, pero en una cosa en la que muchos seguramente podremos estar de acuerdo es con la máxima que resume la situación más triste que se pueda concebir:
“Pobre del pobre que al Cielo no va,
amolado aquí, recontra amolado allá”
miércoles, 1 de octubre de 2014
Estrategia: 1 bomba por yihadista
Fueron los estrategas militares del principio del siglo XX los que vislumbraron por vez primera, mucho ant que posiblemente vislumbró por vez primera mucho antes de que se inventaran los aviones de combate, que aquellos países que tuvieran la supremacía aérea serían los que tendrían una ventaja decisiva sobre los campos de batalla y las mayores probabilidades de triunfo. La Segunda Guerra Mundial trajo una confirmación de esta nueva doctrina militar. Este principio ha sido tomado tan en serio que la carrera armamentista que tuvo lugar entre los Estados Unidos y la Unión Soviética dió inicio cuando los soviéticos fueron los primeros en poner en órbita el primer satélite artificial Sputnik, y si los soviéticos podían poner en órbita un satélite artificial entonces eventualmente podrían estar en condiciones de poner en órbita bombas atómicas apuntando desde el espacio hacia la Tierra, a cualquier parte del globo terráqueo. El pánico y la histeria se desataron en la Unión Americana, empujando a Estados Unidos a la carrera espacial, a ello se debe el programa espacial norteamericano.
Recientemente, con motivo de los sorprendentes avances del ejército terrorista del Estado Islámico (conocido también como ISIS) en Irak a principios de junio de 2014 así como las publicitadas decapitaciones en vivo de dos reporteros norteamericanos además de los innumerables actos de crueldad y barbarie tales como crucifixiones, asesinatos colectivos, genocidios y violaciones tumultuarias, el presidente Barack Obama proclamó a su país en estado de guerra total en contra del Estado Islámico. Sin embargo, advirtió que no tenía intenciones de enviar tropas de combate (boots on the ground) para enfrentar a los yihadistas del Estado Islámico en lucha directa en el campo de batalla, todos los ataques norteamericanos serían por vía aérea. Los bombardeos dieron inicio el 22 de septiembre en territorio iraquí,y posteriormente la campaña aérea fue ampliada para bombardar objetivos del Estado Islámico dentro de Siria, país que actualmente los terroristas islámicos usan como su principal plataforma de operaciones. El limitar los ataques a bombardeos de precisión llevados a cabo desde el aire es una estrategia más política que militar, porque Barack Obama ganó la presidencia de su país en buena medida por su promesa de que sacaría a las tropas norteamericanas de Iraq y Afganistán, sin intención alguna de volver a enviar soldados al otro lado del mundo para emprender acciones de guerra.
Desoyendo las prédicas de la doctrina militar que le dá la ventaja final al que posea la superioridad aérea, varios planificadores del Pentágono han expresado que no es posible ganar una guerra en contra del Estado Islámico sin poner también soldados en tierra, que una guerra llevada a cabo exclusivamente por vía aérea no se puede ganar. Y han estado presionando al presidente Obama para que vuelva a enviar contingentes de soldados al Medio Oriente con la misión de combatir a los yihadistas del Estado Islámico.
Para ver quién tiene la razón, primero que nada hay que repasar las cifras. De acuedo a varias estimaciones hechas por agencias de inteligencia, se cree que el Estado Islámico, un ejército terrorista, contaba con 7 mil a 10 mil miembros en junio de 2014, y ya para septiembre de 2014 se creía que ese número podría haber crecido a 31,500 de acuerdo con la CIA.
Suponiendo que en el peor de los casos se requiera de un proyectil de precisión lanzado desde el aire para acabar con cada uno de esos 31,500 yihadistas, se requerirían unas 31,500 bombas inteligentes lanzadas desde el aire, lo cual a primera vista puede parecer una proposición sumamente costosa. A un costo de unos 100 mil dólares por bomba (en realidad el costo puede ser superior al medio millón de dólares por bomba, pero con la ayuda de los avances tecnológicos y el abaratamiento de los circuitos electrónicos inteligentes así como la reducción adicional de costos al producir mediante fabricación en serie, emulando el espectacular abaratamiento que permitió a cada persona el poder poseer una computadora en su propia casa, el costo de 100 mil dólares por bomba no se antoja tan irreal), el costo total para acabar con todos los yihadistas ascendería a unos 3 mil 150 millones de dólares.
En realidad, el costo no es tan alto. Los militantes del Estado Islámico casi nunca se trasladan solos bastante alejados el uno del otro. Necesitan convoyes para moverse a lo largo de rutas terrestres sin vegetación en donde son un blanco fácil, recorriendo largas distancias en grupos ya que no es posible darle a cada uno de ellos su propio coche particular, y de este modo cuando se mueven de un lado a otro lo hacen por lo menos en grupos de cuatro o cinco, de modo tal que en lugar de requerirse 31,500 bombas inteligentes se requerirían no más de unas 6 mil bombas inteligentes. Como Francia y Gran Bretaña junto con otros países como Arabia Saudita y Qatar ya empezaron sus propias campañas aéreas en contra del Estado Islámico siguiendo la misma estrategia militar de Obama, los costos se reparten entre varios y esto ya no pesa tanto. Al menos desde el punto de vista contable, acabar con el Estado Islámico sin perder un solo soldado en el campo de batalla se antoja bastante factible.
No hemos tomado en cuenta el efecto disuasivo. Si se advierte con una difusión masiva de propaganda a los militantes del Estado Islámico que para cada uno de ellos habrá una bomba inteligente lista para cazarlos desde el aire dondequiera que se encuentren, hasta matar a todos ellos, entonces conforme vayan cayendo los primeros cientos (de hecho ya han estado muriendo los primeros cientos) sin haber tenido oportunidad de luchar en contra de ningún soldado norteamericano o británico o francés, entonces al ver la futilidad de su lucha aunada al terror de que en las líneas de producción en serie ya han una bomba con su nombre puesto en ella (hablando metafóricamente), y sabiendo que la muerte puede llegar en cualquier momento (por ejemplo, cuando están durmiendo), es muy probable que muchos de los yihadistas excepto los más fanáticos empiecen a desertar, lo cual disminuye el costo total de la eliminación por vía aérea del Estado Islámico.
Visto de este modo, la doctrina Obama de limitar la guerra a bombardeos aéreos sin usar soldados en el campo de batalla, que no es más que la puesta en práctica de los principios militares vislumbrados a inicios del siglo pasado llevados a su más extrema expresión, se antoja como algo factible, ya que al no haber ningún derramamiento de sangre norteamericana en el suelo, al no haber muertos ni heridos pero con la parte contraria causando bajas de uno en uno, el apoyo de la opinión pública hacia la doctrina Obama puede crecer, sobre todo cuando las bajas entre los yihadistas del Estado Islámico se empiecen a contabilizar en los miles. Al empezar el otoño de 2014, durante una noche de luna nueva en completa obscuridad, los bombardeos inteligentes en contra del Estado Islámico se extendieron por primera vez hacia el interior de Siria. Al poco tiempo, como resultado de las primeras incursiones aéreas en Siria, había ya por lo menos 70 yihadistas muertos en Siria, sin que ello costara una sola gota de sangre a las fuerzas aliadas. Se trata de bajas en las huestes del Estado Islámico que, si se siguen sosteniendo, en cuestión de meses no dejarán muchos combatientes vivos del Estado Islámico, y los pocos que queden no estarán en condiciones de poder enfrentar a los miles de damnificados tanto en Irak como en Siria que están siendo armados por las fuerzas aliadas y están ansiosos de cobrar cuentas pendientes con ellos por las horribles masacres yihadistas cometidas en contra de sus familiares cercanos, listos para darle a los yihadistas una cucharada en grande de su propia medicina.
Lo ideal sería, desde luego, que los islamistas de línea dura depusieran las armas y cesaran sus hostilidades y sus actos de barbarie en contra de gente que no les ha hecho absolutamente nada, que aceptaran convivir en paz con los demás, algo que honraría al Islam y al mismo Mahoma. Porque en última instancia, los traseros de Ali Baba y de Mustafa no valen tanto como para malgastar cientos de miles de dólares en proyectiles inteligentes destinados a cazarlos y dejarlos sin trasero y todo lo demás, el mundo actual ya tiene demasiados problemas tales como una explosión demográfica fuera de control, la deforestación causada por la tala inmoderada, el calentamiento global y la aparición de gérmenes resistentes a lso antibióticos, como para tener que cargar además con el lastre que representan unos inútiles buenos para nada excepto para matar creando caos y sembrando dolor y destrucción a su paso en nombre de la religión que dicen profesar.
jueves, 11 de septiembre de 2014
Peña Nieto propone fin de la informalidad
El lunes 8 de septiembre de 2014, sin duda alguna acicateado o presionado por el SAT, el presidente Enrique Peña Nieto presentó su programa Crezcamos Juntos, un programa que consta de un plan de beneficios para los trabajadores fuera del sector formal de la economía con el que se busca combatir la informalidad en el país.
Durante su presentación, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que el trabajo informal reduce la productividad de la economía nacional, limita la expansión de los negocios, dificulta el desarrollo de las personas y pone en riesgo su futuro al imposibilitarles el ahorro. “La informalidad limita la expansión de los negocios y lastima el bienestar de las familias, para la mayoría de las empresas es sinónimo de estancamiento”, declaró el mandatario.
De acuerdo a la propuesta, quienes se sumen tendrán acceso a servicios médicos y sociales del IMSS, pensión para el retiro, créditos hipotecarios para vivienda y para negocios, descuentos en pago de ISR durante 10 años, apoyos económicos a pequeños empresarios, así como acceso a los programas de capacitación en el trabajo.
El Presidente Peña Nieto indicó que con la estrategia se pone en acción la reforma hacendaria aprobada el año pasado. Estos son los beneficios de quienes decidan incorporarse a la formalidad, según el micrositio www.crecamosjuntos.gob.mx que creó el Gobierno federal:
Para poder obtener los supuestos beneficios en caso de darse de alta como contribuyente, es necesario tramitar primero ante Hacienda el número de Registro Federal de Causantes (RFC) y es necesario tramitar también el número de Seguro Social y comenzar a pagar de inmediato las aportaciones. En pocas palabras, el beneficio inmediato es para el mismo gobierno, no para el contribuyente. Y para quienes trabajan en la informalidad, darse de alta ante Hacienda es el equivalente de venderle el alma al Diablo y entrar en el infierno, lo fácil es entrar, lo difícil es salir, máxime cuando tienen ya perfectamente ubicado al contribuyente cautivo y saben el origen de sus percepciones así como la naturaleza de su trabajo o de las mercancías que vende o distribuye.
En última instancia, cualquier beneficio que el gobierno federal le dé en un principio a quienes se den de alta voluntariamente como contribuyentes cautivos el gobierno puede empezar a cobrárselo de nueva cuenta con creces (como si hubiese sido un préstamo con altos intereses) y empezar a recuperar el dinero invertido a partir de la primera declaración en la cual el contribuyente reclame una devolución de impuestos y no se le regrese ni siquiera la mitad de lo que está reclamando y a lo que tiene derecho. De esto ya se habló en la entrada previa mencionada. Si a esto le sumamos unas cuantas auditorías que resulten en algunas multas substanciales argumentando cualquier omisión (así sea por equivocación involuntaria) a las cientos de leyes contenidas en el Código Fiscal de la Federación y para cuyo pleno entendimiento se necesita ser por lo menos un contador público titulado así como contar con estudios de jurisprudencia y además unas tres o cuatro maestrías, pues lo invertido en un principio se recupera con creces, el contribuyente está indefenso ante una maquinaria colosal. En última instancia, para el gobierno lo importante es recaudar de alguna manera o de varias más dinero del que está gastando, y no hay de otra, porque nadie, ni siquiera el mismo gobierno, puede darse el lujo de gastar más de lo que se tiene, no a menos de que se hipoteque el futuro de varias generaciones como lo hizo en su momento el presidente José López Portillo.
Durante su presentación, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que el trabajo informal reduce la productividad de la economía nacional, limita la expansión de los negocios, dificulta el desarrollo de las personas y pone en riesgo su futuro al imposibilitarles el ahorro. “La informalidad limita la expansión de los negocios y lastima el bienestar de las familias, para la mayoría de las empresas es sinónimo de estancamiento”, declaró el mandatario.
De acuerdo a la propuesta, quienes se sumen tendrán acceso a servicios médicos y sociales del IMSS, pensión para el retiro, créditos hipotecarios para vivienda y para negocios, descuentos en pago de ISR durante 10 años, apoyos económicos a pequeños empresarios, así como acceso a los programas de capacitación en el trabajo.
El Presidente Peña Nieto indicó que con la estrategia se pone en acción la reforma hacendaria aprobada el año pasado. Estos son los beneficios de quienes decidan incorporarse a la formalidad, según el micrositio www.crecamosjuntos.gob.mx que creó el Gobierno federal:
1. Obtener un crédito para viviendaEl problema que tiene Peña Nieto es que el principal promotor de la evasión fiscal, con sus medidas draconianas y su acoso constante en contra de los contribuyentes cautivos, es el mismo SAT. De esto ya se habló el mes pasado en una entrada previa titulada “SAT: promotor de la evasión fiscal”.
-El contribuyente deberá hacer aportaciones al Infonavit durante cuatro bimestres si tiene patrón o siete si no cuenta con relación laboral, periodos tras lo que podrá acceder a un crédito.
- El crédito puede usarse para refinanciar hipotecas existentes.
- El Gobierno subsidiará parte de los pagos hipotecarios.
2. Acceso a salud y seguridad social con el IMSS
- Con el pago de una cuota preferencial con descuentos hasta por 10 años se puede tramitar el alta en el IMSS.
-Servicios ofrecidos: atención de enfermedades, maternidad, invalidez, retiro.
-Prestaciones: seguro de riesgo de trabajo, guardería, prestaciones sociales entre otros.
-Pensión por viudez o por orfandad.
3. Apoyos para emprendedores
-Acceso a un apoyo económico de 4,000 pesos para mejorar equipo de negocios.
-Mediante Bansefi se otorgan 2,000 pesos en una cuenta bancaria de débito.
-Se pueden obtener otros 2,000 pesos para invertir.
4.- Financiamiento para las empresas
-Acceso a créditos de 20,000 pesos hasta 300,000 pesos a través de Nacional Financiera.
-Los préstamos están dirigidos a negocios con más de 2 años de operación salvo aquellos que lleven un año y pidan hasta 50,000 pesos.
-Los plazos van desde los 24 hasta 60 meses según el destino de los recursos.
5.- Crédito al consumo
Acceso al crédito del Fondo Naciopnal para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot).
-El dinero puede destinarse a la compra de aparatos electrónicos, servicios turísticos, muebles, atención médica entre otros.
-Tasas de interés desde el 10%.
-No es necesario contar con experiencia crediticia.
Para poder obtener los supuestos beneficios en caso de darse de alta como contribuyente, es necesario tramitar primero ante Hacienda el número de Registro Federal de Causantes (RFC) y es necesario tramitar también el número de Seguro Social y comenzar a pagar de inmediato las aportaciones. En pocas palabras, el beneficio inmediato es para el mismo gobierno, no para el contribuyente. Y para quienes trabajan en la informalidad, darse de alta ante Hacienda es el equivalente de venderle el alma al Diablo y entrar en el infierno, lo fácil es entrar, lo difícil es salir, máxime cuando tienen ya perfectamente ubicado al contribuyente cautivo y saben el origen de sus percepciones así como la naturaleza de su trabajo o de las mercancías que vende o distribuye.
En última instancia, cualquier beneficio que el gobierno federal le dé en un principio a quienes se den de alta voluntariamente como contribuyentes cautivos el gobierno puede empezar a cobrárselo de nueva cuenta con creces (como si hubiese sido un préstamo con altos intereses) y empezar a recuperar el dinero invertido a partir de la primera declaración en la cual el contribuyente reclame una devolución de impuestos y no se le regrese ni siquiera la mitad de lo que está reclamando y a lo que tiene derecho. De esto ya se habló en la entrada previa mencionada. Si a esto le sumamos unas cuantas auditorías que resulten en algunas multas substanciales argumentando cualquier omisión (así sea por equivocación involuntaria) a las cientos de leyes contenidas en el Código Fiscal de la Federación y para cuyo pleno entendimiento se necesita ser por lo menos un contador público titulado así como contar con estudios de jurisprudencia y además unas tres o cuatro maestrías, pues lo invertido en un principio se recupera con creces, el contribuyente está indefenso ante una maquinaria colosal. En última instancia, para el gobierno lo importante es recaudar de alguna manera o de varias más dinero del que está gastando, y no hay de otra, porque nadie, ni siquiera el mismo gobierno, puede darse el lujo de gastar más de lo que se tiene, no a menos de que se hipoteque el futuro de varias generaciones como lo hizo en su momento el presidente José López Portillo.
Apple revoluciona el pago electrónico
En su conferencia de introducción de nuevos productos con tecnología de punta, la empresa Apple develó el martes 9 de septiembre de 2014 que con su nuevo iPhone 6 se introducirá el modelo de pago electrónico llamado Apple Pay que será llevado a cabo mediante el mismo iPhone 6 con la intención de que desplace y reemplace por completo a las tarjetas de crédito y débito que actualmente se usan.
Con este anuncio, Apple se le adelanta a sus rivales y pone en práctica una posibilidad que ya había sido sugerida en esta bitácora el mes pasado en el trabajo titulado “Smarthphones: dos nuevas posibilidades”.
Puesto que al momento de llevarse a cabo la conferencia de Apple aún no había ninguno de los nuevos smartphones Apple disponibles para su venta, no es posible saber si la el nuevo modelo de transacción electrónica implementado por Apple será idéntico al modelo que se propuso el mes pasado, pero si la intención es reemplazar las tarjetas de crédito y débito entonces el modelo que será usado por Apple no será muy diferente al modelo que fue considerado aquí. El servicio de Apple Pay está programado para ser lanzado oficialmente en octubre de 2014, el mes entrante.
La propuesta hecha por Apple llega en un mal momento en virtud del más reciente escándalo a causa de la enorme penetración realizada por hackers que lograron burlar los mecanismos de seguridad de Apple para entrar en la “nube” en donde mucha gente famosa como la actriz Jennifer Lawrence tenía guardadas sus fotografías privadas. En realidad, esto no debería tener impacto alguno en el nuevo uso que se pretende dar al iPhone, ya que subir a la nube fotografías privadas y usar los iPhone de Apple como un intermediario para llevar a cabo transacciones comerciales de índole electrónica son cosas tan diferentes como la gimnasia y la magnesia.
En otros tiempos, la gente guardaba sus cosas privadas en alguna caja fuerte o enterrada en algún lugar del patio trasero de la casa. El error que cometieron quienes subieron sus fotografías privadas a la nube fue creer que en la nube su información personal estaría tan segura como en una caja fuerte en casa o enterrada en el patio trasero de la casa. ¿Cómo pudieron haber sido tan ingenuos como para creer que algo subido a Internet para ser almacenado en la famosa “nube” estará a salvo de accesos no autorizados? Quienes son más cautos no suben a la nube ni siquiera los números telefónicos del novio o de la novia, toda su información la guardan en casa en algún lugar seguro. Los discos duros de las computadoras personales son una buena alternativa a la nube, siempre y cuando las computadoras usadas para almacenar información privada no estén conectadas a Internet, porque una vez que una computadora se conecta a Internet los archivos quedan a la disposición de cualquiera que tenga los recursos tecnológicos para penetrar en esa computadora vía Internet, empezando por la National Security Agency de los Estados Unidos que ha demostrado ser muy buena para tales efectos, hasta los hackers rusos y chinos que han demostrado ser bastante ingeniosos y pacientes para poder romper los candados de los sitios más seguros.
De cualquier modo, para la realización de transacciones comerciales mediante los teléfonos inteligentes, puesto que para cada transacción se genera un código nuevo y diferente se antoja difícil que alguien tenga la paciencia para estar invirtiendo mucho tiempo en estar checando los movimientos de un solo teléfono celular. Los piratas cibernéticos van tras el mayoreo, no el menudeo, y si cuesta una cantidad excesiva de tiempo y de recursos el tratar de violar independientemente un solo teléfono yendo así de uno a otro teléfono, tal vez sea más fácil para estos delincuentes obtener sus ganancias al modo antiguo y tradicional, o sea poniéndose unas máscaras y llevando consigo unas pistolas para poder cometer un atraco. O sea, una forma de robo un poco más “personal” en la que al menos podrán conocer a sus víctimas viéndoles sus caras.
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