jueves, 4 de junio de 2015

Cartel Jalisco Nueva Generación: dos errores



No tenía mucho tiempo de haberse convertido en el cártel más poderoso de México. Pero el primero de mayo de 2015 el Cártel Jalisco Nueva Generación (NG) cometió dos errores garrafales con los cuales selló su propio destino y posiblemente escribió su propio epitafio.

Antes de comentar sobre los dos errores cometidos por el Cártel Jalisco NG, daremos un respaso a los antecedentes del caso.

El 1 de mayo de 2015 el Cártel Jalisco NG paralizó la tercera plaza más importante del país, la ciudad de Guadalajara, Jalisco, con narcobloqueos en 39 puntos de la zona metropolitana y una veintena de municipios aledaños, enfrentamientos, incendios a gasolineras y bancos, entre otros establecimientos, y con el derribo de un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional, con un saldo de por lo menos siete muertos, 19 heridos y 17 detenidos. La inusitada movilización de los grupos armados del Cártel que comenzó a las nueve de la mañana, se extendió incluso a los estados vecinos de Colima, Michoacán y Guanajuato, donde los sicarios también efectuaron narcobloqueos y provocaron incendios intermitentes. Ante la magnitud de los acontecimientos, el presidente Enrique Peña Nieto ordenó a su gabinete de Seguridad reunirse de manera urgente. A su vez, el consulado de Estados Unidos en Guadalajara recomendó a sus ciudadanos permanecer en sus casas hasta nueva orden. Por la noche, el comisionado nacional de Seguridad, Monte Alejandro Rubido, dio una rueda de prensa donde destacó la puesta en marcha de la Operación Jalisco, en la que participan elementos de Sedena, Semar, Cisen y Policía Federal (PF), desplegándose bases de Operación Mixtas, Bases de Operaciones de Erradicación y Puestos de Vigilancia a cargo del general Miguel Gustavo González Cruz, comandante de la V Región Militar. Rubido García resaltó que el operativo tenía como finalidad el reforzar la presencia federal para terminar con el crimen en la entidad. Y por ello, aseguró, el viernes 1 de mayo cerca de las siete de la mañana, fuerzas federales que realizaban un reconocimiento aéreo ubicaron un convoy de vehículos que presuntamente trasladaba a un grupo delincuencial. Los sicarios al servicio del Cártel, al verse ubicados, abrieron fuego contra la aeronave en la que viajaban 11 militares, dos policías federales y cinco miembros de la tripulación, usando para ello un proyectil tierra-aire de calidad militar como los que se han usado (y se usan) en los conflictos bélicos de Iraq, Afganistán y Ucrania. Ni siquiera en los años sesenta de la “guerra sucia” (y de hecho jamás en la historia de México) ningún grupo guerrillero o grupo criminal había tenido en sus manos armamento de grado militar con la capacidad requerida para poder derribar aeronaves militares. De acuerdo con un comunicado castrense, el helicóptero –un Cougar matrícula 1009–, realizaba un operativo de reconocimiento aéreo en la ruta Casimiro Castillo-Purificación, en Jalisco, cuando recibió el ataque con armas de fuego, proveniente de personas que se percataron del patrullaje. “A bordo de la aeronave se trasladaban 18 elementos, cinco de tripulación, 11 pasajeros militares y dos agentes de la Policía Federal, reportándose el fallecimiento de tres elementos castrenses, así como 10 militares y dos policías lesionados”, indicó el comunicado. Los heridos fueron trasladados al hospital regional de Guadalajara, mientras tanto, elementos de la Policía Federal resguardan la zona del incidente. El número de muertos a causa del derribo del helicóptero seguiría ascendiendo al pasar las horas y los días.

Pero no solo se derribó un helicóptero militar en lo que constituye un ataque armado directo en contra del Ejército mexicano (y por ende también en contra de la Marina Armada de México). También se llevaron a cabo varios ataques directos en contra de la población civil de Jalisco que anteriormente había permanecido indiferente a los enfrentamientos entre el Cártel Jalisco NG y las autoridades. Ese 1 de mayo se efectuaron 39 narcobloqueos, y de igual forma los sicarios armados atacaron instalaciones comerciales y bancarias, así como estaciones de servicio de combustible. También se registraron enfrentamientos con un saldo de tres fallecidos y varios más lesionados. Asimismo, en Colima se reportaron siete vehículos incendiados; en Guanajuato cuatro unidades quemadas y una unidad bancaria dañada; mientras que en Michoacán fueron cuatro las unidades incineradas. La gravedad de los hechos fue tal que en Jalisco el gobernador Aristóteles Sandoval se vió obligado a activar el Código Rojo, con lo cual muchos jaliscienses permanecieron aterrados atrincherados en sus casas absteniéndose incluso de ir a trabajar a lugares cercanos. El pánico se apoderó por vez primera de la población civil como no había ocurrido en ese estado desde los tiempos de la Guerra Cristera. El ciudadano ordinario presintió que esto no era ya solo un problema del gobierno, sino algo que afectaba a todos aunque el asunto de los cárteles no fuera cosa que antes incumbiera a los ciudadanos. En efecto, toda la ciudadanía de Jalisco, afectada por el Código Rojo, sintió por vez primera lo que es estar en la mira del fusil del crimen organizado. La siguiente fotografía nos da una idea de la ferocidad de los ataques emprendidos en contra de las empresas particulares y la población en general:




Cerca del mediodía y en medio del descontrol, el gobernador Aristóteles Sandoval después de haber activado el Código Rojo ofreció un primer reporte de daños en donde informó que 11 instituciones bancarias bancos y cinco gasolineras habían sido incendiadas en una veintena de municipios. Sobre el origen de la violenta reacción criminal, el funcionario dijo que se trataba de una respuesta contra las acciones desplegadas por las autoridades federales contra el Cártel de Jalisco Nueva Generación, y fuentes policiacas confirmaron que, en efecto, el origen de los hechos había sido un operativo para capturar al líder del Cártel Jalisco NG, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, en el municipio de Tonaya, y de acuerdo con informes de diversas corporaciones policiacas y de la XV Zona Militar, elementos de la Policía Federal se enfrentaron a tiros con sicarios de El Mencho para evitar su detención.

Como si fuese una guerra emprendida no solo en contra de la población civil de Jalisco por el Cártel Jalisco NG sino en contra de la población civil de todo México, el despliegue de los grupos criminales se extendió a los estados vecinos de Michoacán, Guanajuato y Colima. En Michoacán los mercenarios al servicio del Cártel quemaron cuatro automóviles a la altura de la caseta de peaje de Vista Hermosa. Fotografías difundidas por usuarios de las redes sociales mostraron los autos incendiados en la autopista de Occidente, y por tal razón las autoridades estatales reforzaron los principales accesos a la entidad con efectivos municipales, estatales y federales. En León, al menos cinco vehículos, entre ellos un camión del servicio de limpia municipal, fueron incendiados. El vocero del gobierno municipal, Manuel Mora, reportó en su cuenta de Twitter que los primeros tres vehículos siniestrados se efectuaron en forma simultánea, sin que se registraran víctimas, aunque testigos señalaron que al menos una persona sufrió quemaduras. Los vehículos fueron localizados en las vías León-Lagos, León-San Francisco del Rincón y el bulevar Mariano Escobedo y en la calle Costa Rica. De acuerdo con la información del gobierno municipal leonés, dos hombres se subieron a un camión urbano de la ruta 6, a la altura de Cortijos la Gloria, en la carretera a San Francisco del Rincón, bajaron a los pasajeros e incendiaron parte de la unidad. Esto ocurrió poco después de las 11:30 de la mañana. Casi de manera simultánea, un taxi que circulaba por la calle Costa Rica fue abordado por tres hombres. A la altura de un puente peatonal en pleno centro, los sujetos se bajaron y prendieron fuego a la unidad de alquiler, para huir, abandonando el galón donde llevaban el combustible. Mientras tanto, otros tres hombres se acercaron a un camión de basura Kenwoorth de la ruta 12 del Sistema integral para la recolección de basura, le rociaron combustible y cuando comenzó a arder, escaparon en una camioneta blanca. Eran 11:42 de la mañana. El vocero municipal también notificó de una camioneta Nissan con reporte de robo que fue quemada en el camino a la comunidad El Pedregoso, en la salida a Cuerámaro. “La policía de León implementó un operativo por toda la ciudad en búsqueda de personas que transporten combustible. Hay cuatro detenidos”, dio a conocer en un siguiente mensaje. Mencionó que continuaban efectuándose operativos en conjunto con corporaciones federales y estatales, aunque hasta el momento el titular de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, Álvar Cabeza de Vaca, no había dado información sobre lo que estaba ocurriendo en la ciudad. Sin embargo, y en lo que fue calificado por varias fuentes como parte de una campaña de desinformación, el lunes 4 de mayo dos mantas firmadas por el Cártel Jalisco NG fueron colgadas en puentes de la zona centro de la ciudad, dirigidos al gobernador Miguel Márquez Márquez, en las que advirtieron que limpiarían el estado “de lacras”. En esas mantas se señaló al director de la Policía de León, Francisco Aguilera, de proteger a un grupo delictivo encabezado por un hombre llamado Fernando Galván, con la participación de un comandante de la misma corporación, al que identificaron como “José Vela”, una supuesta banda que de acuerdo a las mantas dirigidas a Márquez, estaba integrada por lacras, “secuestradores, extorsionadores, rateros, mata niños y gente inocente”, advirtiendo en las mantas: “Vamos a limpiar de lacras Guanajuato”. Las versiones plasmadas en las mantas resultaron casi imposibles de creer cuando en forma coordinada y simultánea el Cártel de Jalisco NG estaba llevando a cabo un sinnúmero de ataques dirigidos en contra de la misma población civil a la cual el Cártel había dicho que iba a “proteger”.

Los ataques directos cometidos en contra de la población civil, además de los ataques llevados a cabo en contra del Ejército mexicano que culminaron con el derribamiento de un helicóptero militar, recordaron a muchos de los tiempos en los que el líder del Cártel de Medellín instituyó lo que vendría siendo conocido como narcoterrorismo.

El primer error cometido el 1 de mayo por el Cártel Jalisco Nueva Generación consistió en atacar directamente un helicóptero del Ejército mexicano y derribarlo. Se trata de la primera vez que sucede un hecho así en territorio mexicano. El ataque llevado a cabo con el proyectil tierra-aire en contra del helicóptero fue el equivalente de una declaración de guerra en contra del estado mexicano y el Ejército mexicano. Y en una guerra, a diferencia de un mero enfrentamiento con la policía, una guerra en la que una de las partes en conflicto es el mismo Ejército, se dá por hecho que todos los miembros del Cártel Jalisco Nueva Generación serán tratados como combatientes en conflicto, y en una lucha armada en contra del Ejército la prioridad de las fuerzas armadas no es tomar prisioneros, porque los soldados no son policías. Tras la destrucción del helicóptero militar y la pérdida de varias vidas con el derribo de la aeronave, varios grupos de extrema izquierda aprovecharon la coyuntura para mofarse del Ejército mexicano poniendo en Internet cosas tales como “en el 68 (Matanza de Tlatelolco) el Ejército demostró ser muy buenos para enfrentarse y matar a tiros a estudiantes universitarios que no tenían ni siquiera una resortera para defenderse, a ver qué tan buenos resultan los soldados para enfrentarse a un grupo numeroso que está tan bien armado como ellos”. Estas burlas y mofas seguramente habrán impactado en la dignidad y la moral de quienes sirven en el Ejército mexicano desde el soldado raso hasta los generales de más alto rango, y la lucha en contra de los cárteles, o mejor dicho en contra de un cártel en específico, dejó de convertirse en una misión militar como cualquier otra ordenada por el jefe del Ejecutivo para convertirse en una cuestión de honor, en una prueba suprema a la cual estaba siendo retado el Ejército mexicano y en la cual no quedaba otra opción más que responder y salir airoso.

El ataque efectuado en contra del helicóptero militar, haciendo escalar la lucha en varios órdenes de magnitud hasta convertir la guerra en contra del narco en una auténtica guerra en toda la extensión de la palabra (hablando en términos militares) fue esencialmente el mismo error que cometió el jefe máximo del Cártel de Medellín, Pablo Escobar Gaviria, al incurrir en actos de narcoterrorismo incluso en contra de la población civil que lo convirtieron en un objetivo prioritario del Ejército colombiano, y al final cuando estaba huyendo en calzoncillos corriendo de un techo a otro los elementos del Ejército lo acribillaron sin la menor intención de tomarlo prisionero. Simple y sencillamente lo mataron porque no había la menor intención de capturarlo vivo. Aunque se hubiera rendido, lo más probable es que habría sido ejecutado sumariamente sin ninguna piedad. Era un hombre marcado, y la orden de matarlo ya estaba dada. Matar a Pablo Escobar Gaviria no era una simple cuestión de combate al tráfico de drogas, era un asunto de honor militar, y los militares respondieron como si Pablo Escobar Gaviria fuera el mismo jefe de las FARC.

El segundo error cometido por el Cártel Jalisco Nueva Generación consistió en atacar directamente a la población civil en su guerra declarada en contra del Ejército mexicano.

En otros tiempos, cuando la única prioridad de los cárteles era la exportación de narcóticos hacia los Estados Unidos, a la gran mayoría de la población civil le importaban muy poco (o mejor dicho, casi nada) los operativos de la policía para detener a todos los involucrados en el negocio. No había ningún interés por denunciar ninguna actividad sospechosa en algún vecindario, y antes bien había el temor (o inclusive terror) de que hacer tal cosa podía traer alguna represalia en contra del denunciante. La regla de oro era: “mientras ellos no se metan conmigo, no tengo por qué andarme metiendo en asuntos que a mí en lo personal no me importan”. Así, la lucha era en cierto modo pareja, para ser resuelta entre narcotraficantes y policías, sin terceras partes involucradas.

Pero en tiempos más recientes, narcotraficantes de nuevo cuño sin la sabiduría de sus predecesores incurrieron en el craso error de no solo lastimar y corromper y hasta atacar directamente a las corporaciones policiacas y al sistema de justicia, sino de irse en contra de la población civil en general, haciendo a todos los ciudadanos víctimas de lo que los jefes de los nuevos cárteles suponían era una muestra de su poderío que creían infinito. Empezaron a extorsionar directamente a la población en general cobrando el llamado “derecho de piso”, imponiendo cuotas arbitrarias sin tomar en cuenta siquiera la capacidad de los establecimientos comerciales así como los despachos y consultorios pequeños para poder pagar lo que se les estaba exigiendo a fin de dejarlos trabajar en paz. A quienes no podían pagar las cuotas de extorsión los mataban o les quemaban sus negocios, y a los que mejor les fué simplemente se vieron obligados a cerrar sus negocios y emigrar a otras partes, perdiendo con ello el patrimonio de sus vidas. Al ocurrir ésto, hubo un cambio de mentalidad en la ciudadanía. La vieja regla de oro, ya obsoleta, fue abandonada para enfrentar una nueva realidad, y la nueva tónica de la ciudadanía fue: “ahora sí se están metiendo conmigo, ahora sí me están afectando a mí en lo personal, ahora sí me están afectando en mi patrimonio y me están lastimando a mí y a mi familia, y por lo tanto tengo que involucrarme en asuntos que ahora sí a mí en lo personal sí me importan”. Con ésto, los cárteles que hicieron víctima a la población civil ampliaron enormemente su lista de enemigos, y esto terminó siendo el principio del fin de varios cárteles.

Un cártel que podemos citar como ejemplo es el de la Familia Michoacana, el cual graduó a lo que sería conocido como los Caballeros Templarios. El cártel, recurriendo a amenazas e inclusive a ejecuciones directas, empezó a apoderarse de terrenos y propiedades de la población civil, empezaron a vivir como príncipes con las cada vez más exageradas cuotas de extorsión que les cobraban a los michoacanos. Esto alcanzó su clímax con las matanzas sistemáticas de limoneros de Michoacán que no tenían ninguna actividad relacionada con el narcotráfico y que sólo querían trabajar en paz. A causa de esto, los mismos michoacanos, al margen de las autoridades que parecían impotentes para hacer nada, decidieron tomar las cosas en sus propias manos, organizándose en lo que se vino conociendo como las autodefensas, y haciendo a un lado a los tres niveles de gobierno en un reconocimiento popular de la inutilidad de las instituciones. En esta ocasión, ya no era un asunto entre la Familia Michoacana (Caballeros Templarios) y las instituciones gubernamentales. Se convirtió en un asunto entre la Familia Michoacana y los propios michoacanos que ya estaban hartos de vivir bajo el yugo de sus extorsionadores, sobre todo después de los asesinatos de unos limoneros de Michoacán que no pudieron pagar las cuotas de extorsión. El gobierno en sus tres niveles, viendo que se le estaba haciendo a un lado en la instalación en Michoacán de un autogobierno controlado por la propia ciudadanía, apelando a la misma Carta Magna que afirma que el poder reside en el pueblo mismo, hizo lo que nunca antes había hecho: por primera vez tomó en serio la lucha contra la Familia Michoacana. De este modo, se empezó un combate en desigualdad de condiciones en donde la Familia Michoacana no solo estaba enfrentada contra el gobierno establecido, también tenía encima a la población civil de Michoacán; lo cual resultó francamente desventajoso y lo cual se tradujo en una serie continuada de descalabros para el cártel que culminaron con la detención y encarcelamiento de Servando Gómez Martínez “la Tuta” en febrero de 2015. Ahora desde su celda posiblemente la Tuta reflexiona que su caída quedó sellada a partir del mismo momento en que decidió ahorcar y estrangular a la población civil de Michoacán que antes no se había metido con él porque él no se había metido con ella. Con su red desmantelada, aún si después de varios años la Tuta logra salir de prisión corrompiendo a los jueces con algún soborno, ya sin su red para protegerlo se antoja difícil o más bien imposible que la Tuta pueda regresar a Michoacán, aún arrepentido y regenerado, sin exponerse a ser linchado por los mismos habitantes a los que antes extorsionaba. Y quedan pocas dudas que hay muchos ciudadanos michoacanos ansiosos por vengarse personalmente de la Tuta si pudieran poner sus manos en él, sin la menor intención de perdonarlo. Con su organización desmantelada, la Tuta está de hecho más protegida dentro de la cárcel que fuera de ella.

Otro cártel que podemos citar como ejemplo es el otrora poderoso Cártel de Juárez, en su momento el cártel de drogas más poderoso del mundo, fundado por Amado Carrillo Fuentes mejor conocido como el “señor de los cielos”. Cuando Amado Carrillo Fuentes vivía, el éxito de su organización se basaba más bien en el soborno de las autoridades, que al fin y al cabo el negocio daba para eso y mucho más, sobre todo en la última década del siglo XX. Pero en 2001 tuvo lugar el ataque a las Torres Gemelas en Nueva York, y las revisiones aduaneras en los puentes internacionales entre Estados Unidos y México se reforzaron de modo extraordinario con la finalidad de impedir la posible entrada de armas de destrucción masiva al territorio norteamericano a través de México transportadas por organizaciones terroristas árabes afiliadas a Al-Qaeda y leales al terrorista número uno del mundo Osama bin Laden. Este reforzamiento de las revisiones aduaneras por el lado norteamericano dificultó el traslado de drogas de México hacia Estados Unidos, lo cual hizo caer las enormes ganancias que el Cártel de Juárez estaba acostumbrado a obtener, ganancias usadas en parte para sostener la red de corrupción e indiferencia oficial que posibilitó la consolidación del Cártel de Juárez. Cuando ésto ocurrió, Amado Carrillo Fuentes tenía unos cuatro años de haber muerto, y para seguirse sosteniendo igual que antes el Cártel de Juárez ya en manos de su hermano Vicente Carrillo Fuentes hizo algo que el mismo Amado Carrillo Fuentes jamás habría autorizado: se le empezó a cobrar “derecho de piso” a la población en general, se les empezó a cobrar extorsión a todos los comerciantes, así fuese pequeños comerciantes, en todas las colonias populares, extorsionando a prácticamente cualquier negocio ya fuese tiendas de abarrotes en los vecindarios, mercerías, dulcerías, farmacias, en fin, a todos, hasta las pequeñas veterinarias y consultorios médicos particulares. Muchos negocios, sin capacidad económica para poder pagar las extorsiones, se vieron obligados a cerrar sus puertas, y la otrora pujante Ciudad Juárez que tenía casi millón y medio de habitantes empezó a perder parte de su población al empezar a emigrar muchas familias hacia otros estados en el interior de la República o bien hacia los Estados Unidos, con lo cual la población fue descendiendo hasta ubicarse en cerca del millón de habitantes, con muchas fincas abandonadas que todavía al día de hoy siguen abandonadas, muchas de ellas en ruinas.

La dura garra ejercida por el Cártel de Juárez, posteriormente conocido como “La Línea” en la era post-Amado Carrillo Fuentes, sobre toda en contra de la población de Ciudad Juárez, logró el efecto casi mágico de unificar a toda la ciudadanía en contra del Cártel de Juárez. De pronto, surgieron espontáneamente miles de denuncias ciudadanas anónimas reportando cualquier actividad sospechosa, y con el equivalente de decenas de miles de espías observando y vigilando toda la ciudad para delatar cosas fuera de lo normal se volvió casi imposible para el Cártel de Juárez poder operar con la libertad de antes. Hasta el mismo hermano de Amado Carrillo Fuentes, el Viceroy, se vió obligado a salirse fuera de la plaza y ni siquiera eso le sirvió para escapar detección. Terminó pagando muy caro, a un precio mucho más alto de lo que hubiera creído, el haberse echado a toda la población en su contra a causa de sus cuotas por derecho de piso, ampliando la lista de adversarios en contra suya a millones de ciudadanos a los cuales en otros tiempos les importaba poco o nada de lo que hiciera el Viceroy. Las extorsiones y los cobros por derecho de piso así como los asesinatos por falta de pagos cometidos en contra de la ciudadanía fueron tomadas personalmente por el 99.99% de los ciudadanos que no anteriormente no tenían nada que ver con las actividades del Cártel de Juárez, y de este modo se tejió una vasta red ciudadana de delatores con decenas de miles de ojos apoyando con miles de denuncias anónimas cualquier actividad sospechosa atribuíble a sus verdugos. Respondiendo a las demandas de la ciudadanía, el gobierno estatal respondió con la medida inusual de imponer la prisión vitalicia a los extorsionadores, y conforme empezaron a ser sentenciados los primeros extorsionadores con la prisión perpetua el atractivo de obtener ingresos de este modo se vino por los suelos. Si antes la actitud de muchos profesionistas y comerciantes extorsionados era “es mejor que pague para poder seguir trabajando con vida”, tras el asesinato indisicriminado de muchos tenderos de tienditas de abarrotes y farmacias que no podían pagar las extorsiones crecientes tuvo lugar un cambio de mentalidad en el que la nueva mentalidad era: “bueno, si de todos modos me van a matar o me van a quemar mi negocio pese a lo mucho que les he estado pagando por derecho de piso, pues de una vez me doy por muerto pero los voy a denunciar y me voy a cargar a varios de ellos y me los voy a llevar por delante, de este modo mi muerte o la destrucción de mi negocio no habrán sido en vano”. De este modo, lo que antes era cobardía se convirtió en una aceptación resignada de lo inevitable que trajo a su vez como consecuencia un repunte de denuncias en contra de los extorsionadores para las cuales ya había penas de prisión perpetua esperando a los extorsionadores. Y lo que era un negocio más del cártel se convirtió en una de las operaciones más peligrosas, al menos para sus cobracuotas y sus sicarios.

Como una primera reacción y respuesta significativa del estado mexicano en contra del Cártel Jalisco NG, una semana después del derribamiento del helicóptero militar se nombró al General Miguel Gustavo González Cruz para coordinar el Operativo Jalisco que, ahora sí y de manera oficial, tiene como objetivo el exterminio total del Cártel Jalisco NG. Se trata de una declaración de guerra aunque no es anunciada oficialmente como tal. El General González Cruz tiene la misión encomendada de aplicar mano dura considerando al Cártel Jalisco NG no como un simple cártel del crimen organizado sino como una organización guerrillera con la cual se encuentra en estado de guerra. Al General González Cruz le corresponde la tarea de rescatar y poner en alto el honor militar y propinar una dura lección al enemigo dándole entender que cosas tales como el derribamiento de un helicóptero militar no serán “perdonadas” y que aquellos que se atrevan a llegar a tales extremos tendrán que pagar las consecuencias de sus actos hasta las últimas consecuencias.

La dura contraofensiva del Estado mexicano en contra del Cártel Jalisco NG dió inicio tres semanas después del ataque que culminó con el derribamiento del helicóptero militar, y el viernes 22 de mayo en el rancho El Sol ubicado en el municipio de Tanhuato en Michoacán, casi cuatro docenas de “guerrilleros” a las órdenes del Cártel Jalisco NG fueron acorralados y cercados sin posibilidad alguna de poder escabullirse, con todas las rutas posibles de escape cerradas herméticamente. Fue una verdadera carnicería con la que el Cártel Jalisco NG empezó a pagar muy caro el haber derribado un helicóptero militar con un misil tierra-aire.

En esta ocasión, los integrantes del Cártel Jalisco NG no fueron tratados como delincuentes comunes y corrientes, fueron tratados como combatientes en estado de guerra en contra del Estado mexicano, sin la menor intención de parte de las fuerzas federales de tomar prisioneros leyéndole a cada uno su cartilla de derechos humanos al momento del arresto. Los militares, seguramente pensando en sus compañeros caídos en el helicóptero que fue derribado con el proyectil tierra-aire, descargaron toda su artillería sobre el enemigo que estaba cercado sin posibilidad de escapatoria. En cuestión de unas tres horas, el saldo fue de 42 cadáveres del lado contrario, y un solo muerto de parte de las fuerzas federales. Se trató de una operación militar de naturaleza quirúrgica, de alta precisión. Del Cártel Jalisco NG hubo únicamente tres detenidos, los cuales prefirieron entregarse vivos antes que sumarse a los 42 cadáveres de sus compañeros caídos con un pasaporte directo al inframundo. Aunque en las redes sociales se habló de una emboscada militar con la plena intención de llevar a cabo una ejecución sumaria matando la mayor cantidad posible de integrantes del Cártel, desde la óptica militar se trató de una operación válida en tiempos de guerra. Los soldados no son policías, son militares, y cuando reciben la orden de atacar están entrenados para cumplir la orden cabalmente.

Para poder acorralar y atrapar a los miembros del Cártel cortándoles de tajo todas las rutas de escape, se requirió previamente de una denuncia interpuesta por civiles, que en este caso fueron los dueños del rancho. En otras circunstancias la denuncia no habría sido interpuesta por los dueños del rancho, temerosos por sus vidas en caso de represalias. Pero ocurrió lo mismo que ha ocurrido en otras partes; los dueños del rancho se sintieron tan amenazados por el Cártel que se apoderó de su rancho que optaron por darse por muertos de antemano pero llevándose a varios de ellos por delante dando un golpe devastador a los invasores denunciándolos ante las autoridades. No hay peor cosa para cualquier Cártel que una ciudadanía amenazada que sintiendo que no tiene ya nada que perder -ni siquiera la propia vida- empiece a vigilar y a denunciar cualquier movimiento sospechoso ante unas autoridades que están ya más que interesadas en eliminar a todos los miembros del Cártel como si se tratase de una fuerza extranjera de invasión. En pocas palabras, el Cártel Jalisco NG no tiene únicamente en contra al Ejército mexicano, tiene también en contra a la ciudadanía, una ciudadanía que consta de cientos de miles de ojos ante los cuales es imposible ocultar por tiempo indefinido cualquier movimiento llevado a cabo por los miembros del Cártel. Los dos errores cometidos por el Cártel no fueron errores menores, fuerron errores mayúsculos; se trata de errores mortales, poniendo en contra suya tanto al Ejército mexicano y a la Marina Armada de México con todo su poderío militar combinado para aniquilar al Cártel Jalisco NG, como a toda la ciudadanía que contribuirá de modo gratuito y espontáneo a la destrucción total y absoluta del Cártel.

Lo sucedido en el rancho El Sol en el municipio de Tanhuato es el primer mensaje de advertencia enviado directamente a los cabecillas del Cártel Jalisco NG de que la cacería ha comenzado, una cacería implacable en la que de nada les servirá a los líderes del Cártel el tratar de sobornar y corromper a los altos mandos militares, porque en esta ocasión ya no se trata simplemente de una cuestión de dinero, se trata de un ajuste directo de cuentas entre el Estado mexicano y el Cártel Jalisco NG, un ajuste de cuentas al cual se sumará la ciudadanía, sobre todo la ciudadanía de Jalisco. El cerco se irá cerrando paulatinamente, hasta que la horca haya alcanzado a todos. Como objetivo militar, y esta vez con la ayuda de la población civil, en primerísimo lugar en la lista de captura o eliminación se encuentra el líder supremo del Cártel, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, originario de Aguililla Michoacán, enclavada en la Sierra Madre Sur Occidental. Pero los militares no se van a detener allí, la guerra será total como lo es toda guerra.

Una prueba fehaciente de que el Cártel Jalisco NG ya tiene a al ciudadanía puesta en contra suya además de tener al Ejército afilando las bayonetas en contra de sus miembros fue la megamarcha por la paz que se llevó a cabo en la Ciudad de México el domingo 31 de mayo, una semana después de que fueron aniquilados en el rancho El Sol los 42 integrantes del Cártel Jalisco NG. La marcha no fue organizada por ninguna agencia gubernamental, fue una marcha estrictamente ciudadana en la que se honró a los militares y oficiales caídos dándosele entrada a los participantes de la megamarcha dentro del Campo Militar Deportivo Marte para permitirles depositar una ofrenda floral en memoria en memoria de los militares caídos. En la megamarcha llevada a cabo en el Paseo de la Reforma nadie derramó una sola lágrima por ninguno de los 42 miembros del cártel abatidos. Todo el apoyo popular y todas las simpatías fueron para las instituciones que hoy tienen la encomienda de cazar y aniquilar a los miembros del Cártel Jalisco NG, nadie sacó un pañuelo para lamentar a los 42 muertos del cártel para los cuales no se depositó ninguna ofrenda floral ni hubo algunas palabras de alabanza o despedida. Este fue un mensaje clarísimo para el Cártel Jalisco NG de parte de la ciudadanía, y tal y como le ocurrió a la Tuta como al Cártel de Juárez, cientos de miles de ojos antes indiferentes estarán prestos para reportar mediante la denuncia anónima cualquier movimiento sospechoso que pueda ser atribuíble al cártel sin que sea necesario ofertar generosas recompensas económicas, ya que para todos los ciudadanos que se sienten amenazados por el cártel el quitarse de encima al cártel será la mejor recompensa. Será como tener la colaboración de cientos de miles de espías gratuitos en las calles (y hasta viendo y asomándose desde las ventanas de sus casas) en contra del cártel. ¿Cómo espera el Cártel Jalisco NG quitarse de encima a la ciudadanía que ya puso en contra suya? No le queda más remedio que apechugar las consecuencias, y esperar el desenlace.

De haber contado con la asesoría táctica y la experiencia estratégica de algunos de los más veteranos miembros de la temible Cosa Nostra o de la mafia calabresa diciéndoles “¡por el amor de Dios, no lo hagas, no a menos de que te quieras suicidar”, es posible que los líderes del Cártel Jalisco NG no habrían abierto dos nuevos frentes de guerra, uno directamente en contra del Ejército mexicano para el cual la destrucción total del cártel es hoy indiscutiblemente una cuestión de honor y orgullo militar más que una misión encomendada por el Comandante en Jefe, y el otro directamente en contra de la población civil en general. Esto es lo que marca la diferencia entre el jefe de un cártel que quiere que su organización le sobreviva unos cien años, tal vez más, y el jefe de un cártel cuya organización será combatida tanto por el gobierno como por la población civil hasta su exterminio total en cuestión de unos cuantos años. Después del abatimiento del helicóptero militar y el caos sembrado que prendió el Código Rojo para la población civil, el Cártel Jalisco NG que hoy puede parecer invencible, casi todopoderoso, con sus acciones ha desencadenado una serie de acontecimientos que irán escapando fuera de su control hasta que llegue otro cártel que lo substituya, el cual posiblemente aprenderá de los errores cometidos por el Cártel Jalisco NG. Y en rigor de verdad, será una mera substitución de un Cártel por otro; porque los consumidores siguen allí, con muchos dólares para gastar y un apetito desmedido por la “medicina” sin la cual no pueden vivir ni sobrevivir. Porque, en última instancia, así como ninguno de los sicarios son indispensables para ningún cártel porque con dinero se puede reemplazar a cualquiera de los sicarios que terminen muertos o en la cárcel, ninguno de los líderes de cárteles e inclusive ningún cártel le es indispensable a los consumidores finales de la droga, porque con el dinero que tienen en sus manos los consumidores norteamericanos de droga y que están dispuestos a pagar por el producto, sobran aquellos proveedores de la mercancía que están dispuestos a ocupar el lugar que sea dejado vacante por otro cártel en vías de extinción a causa de decisiones mal tomadas. Ultimadamente, el que sobreviva no será el más fuerte, sino el más inteligente.

miércoles, 3 de junio de 2015

Militarización de los ni-nis



De acuerdo a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), y específicamente de acuerdo al Programa para la Evaluación Internacional de las Competencias de los Adultos, en México hay 7 millones de ni-nis, jóvenes de 16 a 29 años que ni estudian ni trabajan, los cuales (esto ya no lo asienta el informe) son un verdadero dolor de cabeza para la sociedad y para sus propios familiares que tienen que vérselas con el mal humor y las ínfulas que muestran muchos de estos ni-nis zánganos muchos de los cuales terminan cayendo en la drogadicción o en la delincuencia.

La principal causa del pandillerismo juvenil se encuentra en vagos adolescentes ni-nis sin oficio ni beneficio, los cuales se juntan en las calles y se van maleando entre ellos aprendiendo las malas artes que solo pueden aprender en la calle los que no tienen ninguna otra cosa útil que hacer con su tiempo.

Los derechohumanistas que nunca faltan y siempre están allí para justificar el comportamiento antisocial de los ni-nis se aferran a su “defensa” de siempre alegando que “los pobrecitos son el resultado de familias disfuncionales, son la consecuencia de familias desintegradas”. Pero aunque así fuera, ¿qué culpa tiene el ciudadano ordinario que termina siendo víctima de estos pandilleros que provengan de familias disfuncionales, de que sean la consecuencia de familias desintegradas? Esas argumentaciones esotéricas esgrimidas por los derechohumanistas son un pobre consuelo para la jovencita que yace moribunda en una cama de hospital después de haber sido violada por una runfla de cinco pandilleros, o para el pobre carpintero que quedó muerto en su taller después de haber sido robado y apuñalado repetidamente por gentuza de corta edad carente de valores.

Se han efectuado miles y miles de foros, mesas redondas, mesas de diálogos, convenciones y debates, para discutir el problema, y el resultado sigue siendo el mismo: nada en concreto. Se ha perdido ya demasiado tiempo -y se han acumulado ya demasiadas víctimas de los ni-nis pandilleros en ese tiempo- sin haberse logrado nada, y es tiempo de que se implementen acciones que ofrezcan una salida.

Y una cosa que se puede hacer para atacar el problema de fondo consiste en llevar a cabo la militarización de los ni-nis, la cual consiste en imponer un servicio militar obligatorio a todos los menores de edad, digamos de los 15 años a los 17 años, que no puedan comprobarle a una trabajadora social del Estado que estudian en alguna institución o que están trabajando en alguna parte ganando su dinerito honestamente. Vendría siendo una conscripción militar obligatoria de tiempo completo, dejarían su casa por algunos años para irse a vivir a una guarnición militar.

Se recalca que la solución consiste en un servicio militar obligatorio, de por lo menos dos años de duración, tiempo en el cual los ni-nis que vayan siendo reclutados dentro del Ejército permanecerán bajo la custodia del Ejército. Y no se trata de algo a lo cual se presenten todos los días por unas dos o tres horas a un cuartel para recibir entrenamiento militar, se trata de un enclaustramiento en el cual estarán confinados las 24 horas del día por espacio de unos dos años a un campamento militar en donde ahí vivirán, comerán, practicarán las artes marciales, e inclusive estudiarán algún oficio o podrán empezar los estudios preliminares a una profesión universitaria. No serán prisioneros, eso no, serán “soldados al servicio de la Patria”, lo cual debe ser tomado como un honor y no como una desgracia.

Las madres de los ni-nis podrán protestar como dolorosas en contra de que sus hijos sean llevados de buena manera o a rastras a los cuarteles militares, pero si no pueden demostrar a las autoridades que sus hijos son estudiantes inscritos en algún colegio y que están aprobando todas sus materias (no se requiere que tengan altas calificaciones, solo se requiere que no tengan materias reprobadas ni que estén repitiendo año escolar), o bien que sus hijos están trabajando a tiempo completo en algún lugar (por ejemplo, en una carpintería en donde se les pueda localizar durante el día a cualquier hora del día), entonces de nada les valdrá el tratar de impedir que el Ejército les recoja a sus vaguitos ni-nis.

De hecho, no hace mucho tiempo había un servicio militar obligatorio en varios países alrededor del mundo, mediante el cual los menores de edad se tenían que presentar en los cuarteles para servir a tiempo completo en las fuerzas armadas, y esto no era una opción voluntaria, ya que si no lo hacían o se resistían podían terminar en una cárcel o peor aún acusados de deserción y juzgados por un tribunal militar. En los tiempos de la Revolución Mexicana esto era conocido como “la leva”, los vaguitos sin oficio ni beneficio eran levantados con o sin su consentimiento, y eran llevados al cuartel para reportarse con el sargento del cual recibirían órdenes directas.

Hace varias décadas, la conscripción forzada de ni-nis no era del agrado de muchos, sobre todo de los padres de los ni-nis, y sobre todo de los mismos ni-nis. Pero también es cierto que en esos tiempos no había tanto pandillerismo juvenil como el que hay ahora. Los cárteles se nutren de estas pandillas de vagos que por no trabajar ni estudiar no pueden hacer otra cosa más que aprender a jalar un gatillo y a violar la ley aunque siempre obedeciendo órdenes.

En rigor de verdad, muchos ni-nis que no son reclutados a la fuerza por el Ejército de cualquier modo terminan siendo reclutados dentro de algún cártel en donde lo primero que tienen que hacer es aprender a obedecer órdenes, y a jalar el gatillo. Sigue siendo lo mismo, excepto que del primer modo sirven a su país, sirven a la Patria, están “en el lado correcto”, mientras que del otro modo terminan en “el lado incorrecto”.

Sin necesidad de tener que gastar sumas extraordinarias de dinero en la contratación de médicos psicoanalistas y expertos en terapias de rehabilitación, en el Ejército tienen justo la medicina que se requiere para enmendar y encausar por el camino correcto a los ni-nis: la disciplina militar. Empezando por levantarse bien temprano de la cama a las cuatro de la madrugada, al toque del clarín de la corneta. “Es que todavía está muy obscuro mi sargento, no estoy acostumbrado a levantarme tan temprano”. ¿Ah, sí? Pues a levantarse de la cama al toque del clarín de la corneta, por la buena o por la mala, y el ni-ni no va a querer levantarse por la mala, ciertamente no desobedeciendo órdenes dentro del Ejército. Dos minutos para vestirse, y para salir afuera a hacer ejercicios duros y forzados de condicionamiento físico. “Es que no estoy acostumbrado a tanto estrés físico, yo estoy acostumbrado a descansar todo el día en la cama”. ¿Ah, sí? Pues afuera a correr alrededor de las montañas junto con los demás, por la buena o por la mala, y el ni-ni no va a querer hacer sus ejercicios por la mala dejándose tirar y haciendo enojar al sargento, porque si lo hace entonces el ni-ni no se la va a acabar y terminará arrepentido por el resto del día por no haber obedecido de inmediato y sin chistar las órdenes del sargento. Después de dos horas de estar corriendo sin parar terminando completamente sudado, ¡a ducharse! Una ducha con agua bien helada de dos minutos. Si eso no lo levanta, podrá ser obligado por el sargento a seguirse duchando en agua helada por media hora adicional, ¡entonces sí estará bien despierto!. Tras esto, a desayunar con la comida que acostumbran desayunar los soldados. “Es que en mi casa yo estoy acostumbrado a desayunar hot-cakes con margarina y melaza de miel de abeja, con chilaquiles y huevos estrellados y una taza de chocolate preparada por mi mamá”. ¿Ah, sí? Pues entonces el sargento de un golpe le podrá tirar al conscripto el plato de desayuno que se le dá en el Ejército, y se la tendrá que pasar el resto del día con el estómago vacío y crujiéndole. ¡Entonces sí aprenderá a comer lo que se le de, sin ponerse sus moños! Terminado el desayuno, siguen más rutinas de entrenamiento físico. “Es que no tengo fuerzas para hacer sentadillas ni lagartijas porque nunca antes había hecho tales ejercicios”. ¿Ah, sí? Pues a hacer 500 lagartijas y 500 sentadillas contando cada lagartija y cada sentadilla a la vista del sargento. Eso, o pasar por “la ratonera”, una valla formada por cien conscriptos de cada lado en donde le podrán dar coscorrones, puntapiés, puñetazos, cualquier cosa menos golpes debajo del ombligo y arriba de las piernas. ¡De seguro que el ni-ni querrá hacer las 500 sentadillas y las 500 lagartijas que le está pidiendo el sargento, aunque termine con los músculos completamente adoloridos! Después, al comedor, a comer, y a estas alturas el hambriento ni-ni sin haber desayunado se comerá cualquier cosa que le sirvan, aunque sea una rata muerta. En la tarde, más entrenamiento militar, y asistencia obligatoria al área de estudios o al salón de clases. “Es que no estoy acostumbrado a estudiar”. ¿Ah, sí? Pues entonces se llamará al sargento para que le enseñe al ni-ni algo de disciplina militar, para que se interese en el aprendizaje en las aulas, mil veces preferible a seguir sometiéndose a la alternativa de más disciplina militar.

¿Y qué de las diversiones a las que estaba acostumbrado el ni-ni antes de ser reclutado? ¿Qué de pasársela todas las tardes con otros vagos jugando futbol callejero para después pasar el resto de la tarde fumando carrujos de mariguana o buscando chamaquitas para violar? “Mi sargento, ¿en donde puedo conseguir aquí en la guarnición un carrujito de mota para fumar? Estoy acostumbrado a mi carrujito todas las tardes”. ¿Ah, sí? Pues el sargento se lo llevará pero no a un lugar en donde el Ejército le proporcione su mariguana, todo lo contrario; el sargento se encargará que el ni-ni reciba una lección que no olvidará por el resto de su vida, y nunca más el impertinente le volverá a pedir un carrujito de mariguana a nadie. “Mi sargento, ¿en dónde está la sala de videojuegos de la guarnición? Yo estoy acostumbrado a pasar cinco horas diarias pegado a mi XBOX 360”. ¿Ah, sí? ¿Para jugar a las guerritas con pólvora y humo simulados? Pues el sargento se lo llevará a otra zona de la guarnición para jugar a las guerritas, pero con pólvora y humo de a deveras y no simulados. ¡Y más le valdrá al ni-ni el saber moverse rápidamente, si no quiere terminar enviado al hospital militar en varios pedazos!

Se debe esperar que los ni-nis absorbidos dentro del Ejército hagan labores y tareas como cualquier otro soldado de la Patria. Esto incluye participar en labores de rescate implementadas bajo el plan DN-III, permanecer en posición de firmes en un mismo lugar sin moverse por espacio de cuatro horas (¡ni siquiera para ir al baño!) al ser asignados como custodias o vigías, o de plano entrar en combate cuando se les requiera en un enfrentamiento contra guerrilleros. Así aprenderán los ni-nis, por las buenas o por las malas, a ser hombrecitos. En el Ejército saben cómo lograrlo.

La vida en cualquier Ejército en cualquier parte del mundo es dura, eso no se cuestiona. Pero es lo que se requiere para mantener el orden y la disciplina, es lo que le permite a un Ejército con soldados obedientes y disciplinados el poder triunfar sobre el enemigo en el campo de batalla aumentando con ello las posibilidades de superviviencia de todos como equipo. Quienes hayan visto la película Reto al destino (An officer and a gentleman) esteralizada por Richard Gere se pueden dar una idea de lo que es la vida dentro del Ejército y lo que le espera a los ni-nis que sean reclutados a la fuerza dentro del Ejército al no estudiar ni trabajar en nada siendo menores de edad. Un sargento como el sargento Foley (esteralizado en la película por Louis Gossett Jr.) es justo la medicina que necesitan los ni-nis para poder darle un giro a sus vidas convirtiéndose en ciudadanos productivos en vez de pandilleros violentos y desalmados sin oficio ni beneficio que asolan las comunidades en que viven.

Como un aliciente a los jóvenes conscriptos, el Ejército podría crear varias categorías de rangos militares a los ni-nis que presten su servicio militar en el Ejército de acuerdo a sus méritos y la disciplina que muestren en su vida militar.

Naturalmente, a los ni-nis reclutados bajo conscripción forzada que no hayan terminado su escolaridad secundaria se les obligará a continuar con sus estudios allí mismo dentro de los cuarteles militares en aulas habilitadas para tal efecto, y el tiempo de su conscripción sera prolongado por el tiempo que sea necesario hasta que hayan concluído su escolaridad secundaria o major aún su bachillerato. De este modo, si no quieren estar más tiempo bajo el regimen militar del que sea estrictamente necesario, ¡más les vale ponerse a estudiar como no lo querían hacer cuando eran vagos en la calle sin oficio ni beneficio! Como un incentivo, a aquellos ex ni-nis que dentro del Ejército concluyan su bachillerato, sobre todo a los que obtengan las más altas calificaciones, se les puede ofrecer la oportunidad de continuar con una carrera dentro del Ejército subiendo de rango.

La única forma para un ni-ni de evadir su conscripción militar obligatoria dentro del Ejército sería comprobar que está y ha estado inscrito en una escuela acreditada en los últimos dos años y que ha obtenido calificaciones aprobatorias en todas sus materias, o bien que ha estado trabajando no como trabajador temporal sino como empleado permanente en algún lugar en donde una trabajadora social lo pueda localizar en horas de trabajo y comprobar que efectivamente está trabajando y contribuyendo al sostenimiento de la familia. De lo contrario, ¡al Ejército! Allí sí lo pueden obligor a estudiar y trabajar, por las buenas o por las malas, allí si tienen instrumentos y castigos apropiados para convencer a los ni-nis del valor de los buenos hábitos de estudio y trabajo.

Vale la pena mencionar que esto era justo lo que se hacía en los Estados Unidos cuando los norteamericanos estaban enfrascados en la guerra de Vietnam. En ese entonces se efectuaba periódicamente una lotería en donde a los “premiados” se los llevaban por la buena –o por la mala- al Ejército norteamericano para prestar su servicio militar obligatorio, y tras un período de entrenamiento en el uso de las armas los mandaban a pelear, a matar “rojillos” del Vietcong en el sudeste asiático. Infortunadamente, muchos de ellos regresaron en bolsas de plástico como cadáveres, aunque eso sí, con un reconocimiento póstumo por haber servido heroicamente a su patria así como el agradecimiento de toda una nación. Para evitar ser llevado a pelear a la guerra tras recibir su notificación de draft, un joven tenía la opción de demostrar que estaba estudiando en alguna universidad acreditada y que estaba sacando altas calificaciones, y en esos casos los respetaban y los dejaban seguir estudiando sin llevárselos a la guerra mientras estuvieran sacando altas calificaciones en la escuela. ¡Vaya que en ese entonces sí había buenas motivaciones para seguir en la escuela y estar sacando altas calificaciones! (En esa época de conscripción militar obligatoria en USA, a muchos nacidos en los Estados Unidos hijos de padres mexicanos les nacía de pronto su amor por México y renunciaban a su ciudadanía norteamericana para quedarse a vivir en México cantando el himno nacional mexicano y escapando de tener que prestar servicio militar obligatorio en el Army, y solo les regresó su amor acendrado hacia USA y hacia la bandera norteamericana cuando el presidente Jimmy Carter perdonó a los desertores en una acción ejecutiva que dicho sea de paso le costó a Jimmy Carter su reelección como presidente).

El darle al Ejército mexicano potestad absoluta sobre los ni-nis es el equivalente de decirle al comandante en jefe de la zona militar: “mi general, le confiamos a este ni-ni que tuvo que ser traído por la fuerza a la guarnición de la plaza porque no se quería presentar voluntariamente para prestar su servicio militar obligatorio; se lo encomendamos para que lo convierta en un hombrecito de bien, para que lo convierta en todo un hombrecito”. ¡Y vaya que en el Ejército lo convertirán en un hombre de bien, allí si tienen los correctivos necesarios para que el chamaquito se acostumbre a obedecer a sus mayores y a sus superiores! Se sobreentiende que un ni-ni únicamente podrá salir de una guarnición militar ya disciplinado, y si no sale disciplinado lo más probable es que saldrá muerto “cumpliendo su deber en servicio de la Patria”. De cualquier modo, lo más probable es que en caso de no ser reclutado por el Ejército sino por un cartel de la delincuencia organizada el ni-ni de seguro también terminaría muerto pero sin ningún honor militar y sin ninguna medalla en su pecho. Y es mejor morir con honor que sin honor, como acostumbraban decir los japoneses samurai antes de extinguirse y desaparecer con honor de la faz de la Tierra.

Considerando el rígido modo de vida típico del Ejército, los padres de los ni-nis seguramente quedarían asombrados al serles devueltos a casa sus hijos en uniforme militar mostrando un aspecto y una actitud completamente diferentes a lo que tenían antes de caer como conscriptos en manos del Ejército. Todos ellos tendrían el pelo cortito bien rapado (nada de peinados con pelos erizados pintados de color como son popularizados por los estilistas de hoy), se levantarían muy tempranito todos los días buscando ayudar a sus padres en los quehaceres del hogar o mejor aún tratando de efectuar algún trabajo honesto y remunerativo fuera de casa, no se la pasarían fumando todo el día ni siquiera tabaco, se portarían respetuosos y obedientes ante sus superiores, y estarían en la mejor condición física en la que han estado todas sus vidas. ¿No justifica esto el entregarle los ni-nis al Ejército para que allí se encarguen de ellos?

Lo único que se puede interponer contra la militarización de los ni-nis, lo único que se puede interponer en contra de la única solución real que tiene en estos momentos la sociedad al alcance de su mano para poder quitarse de encima el problema y la carga que representan estos vagos inútiles con proclividad al mal, son los derechohumanistas que sin ofrecer ninguna solución alterna (para lo cual ya tuvieron tiempo de sobra) estarán protestando y chillando alegando que la conscripción obligatoria de los ni-nis dentro del Ejército atenta en contra de “los derechos de los niños”. Sería muy bueno que todos estos derechohumanistas y organizaciones derechohumanistas (incluída la Comisión Nacional de Derechos Humanos) les ofrecieran empleos bien pagados a los millones de ni-nis o los becaran para estudiar alguna carrera; pero no lo van a hacer, no lo han hecho en el pasado ni se espera que lo hagan ahora. Y como este derechohumanismo no es parte de la solución sino parte del problema, lo mejor que se puede hacer con ellos es ignorarlos. O mejor aún, militarizarlos, militarizar también a los derechohumanistas. A ver si de este modo aprenden a hacer algo útil. Porque, aunque no sea obvio a primera vista, en cierto modo la gran mayoría de estos derechohumanistas también son ni-nis que están acostumbrados a vivir a expensas de la sociedad y del presupuesto público. ¿O acaso cree el lector que se sostienen solos?


martes, 2 de junio de 2015

Un triunfo del porrismo magisterial

El gobierno del presidente Enrique Peña Nieto promovió, impulsó y presumió como uno de sus más grandes logros la Reforma Educativa elevada a rango constitucional. Las mafias magisteriales como la CETEG y la CNTE de inmediato se opusieron, y dieron rienda suelta a sus desmanes violentos para presionar para que se de marcha atrás a la reforma.

Como una solución posible al conflicto entre los porros del magisterio y el gobierno, aquí mismo se propuso la aplicación de un examen no de carácter nacional sino de carácter regional para ser administrado en las zonas en conflicto, un examen relativamente sencillo que hasta los maestros con capacidades diferentes de algunas zonas de Oaxaca, Guerrero y Chiapas pudieran aprobar. Pero como ni siquiera pudieron con esto (tal vez son tan ignorantes o tan analfabetas que no pueden responder ni siquiera a las preguntas más elementales de exámenes típicos que se aplican a los escolapios del primer año de primaria), el gobierno de Enrique Peña Nieto optó por la salida más fácil aunque ciertamente anticonstitucional y por ende ilegal.

A fin de cuentas, después de haber estado ignorando olímpicamente las demandas de los disidentes magisteriales de que se diese marcha atrás en su totalidad a la Reforma Educativa,el secretario de Educación Pública Emilio Chuayffet postrado de rodillas y humillado salió con el típico “dijo mi mamá que siempre no”, anunciando que los exámenes de evaluación de maestros y contendientes a plazas magisteriales no sólo en las regiones en conflicto sino en todo México quedaban suspendidos por tiempo indefinido hasta nuevo aviso. Y lo hizo a través de un comunicado telegráfico; ni siquiera tuvo Chuayfett el valor civil de enfrentar a los medios y dar la cara. Muy atrás quedaron los desplantes arrogantes del hombre fanfarrón y prepotente al que los porros magisteriales tachaban como intransigente, el cual apenas en febrero de 2015 había advertido que la Reforma Educativa no era negociable ni admitía excepciones. Pero cinco meses después, “¡dijo mi mamá que siempre no!”. Al menos Chuayffet hubiera hecho su retractación olímpica en una fiesta después de haber consumido varios litros de tequila, al menos así le habría podido echar la culpa al alcohol por decir incoherencias. Pero parece que quería dejar en claro que no se trataba de incoherencias, se trataba... se trataba... ¿ejem, de qué se trataba? “Discúlpenme señores de la prensa, pero tengo que ir al baño; ustedes saben, el tequila señores, el maldito tequila”.

Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto, el hombre que estuvo presumiendo por más de dos años como suya la autoría de la Reforma Educativa y por lo tanto al ser aprobada por el Congreso debería de haber sido el primero y el primer responsable en aplicar su propia reforma en cumplimiento a su juramento institucional en su toma de posesión del cargo como presidente “prometo cumplir y hacer cumplir la Constitución, y si así no lo hiciere que la Nación me lo demande”, se lavó las manos como Poncio Pilatos, y para el martes 2 de junio cuestionado sobre la decisión de detener indefinidamente el proceso de evaluación de la reforma educativa a los maestros, se limitó a decir que “los comentarios respecto a este tema los ofrecerá la Secretaría de Educación Pública”. En efecto, luego de inaugurar el centro comercial Toreo Parque Central y poner en marcha uin kiosko digital para expedir actas de nacimiento, cuando al mandatario se le preguntó sin con ésta determinación su gobierno no había claudicado en llevar adelante esta reforma estructural o había preocupación por el actuar de los maestros inconformes, le dijo a los reporteros: “Hay que hablar a la Secretaría de Educación, ahí tendrán todas las respuestas a este tema...”. O sea, los remitió a un funcionario acobardado del gabinete presidencial que no quiso dar la cara cuando se dió este espectacular “salta pa'tras”. Uno de los reporteros insistió: “¿No se está cayendo la reforma educativa, presidente? ¿Es claudicación, presidente?”, y tomado por sorpresa contestó: “Se me vinieron peron encima todos. Cuando les dé una entrevista, platicamos, y les doy la respuesta a todas sus interrogantes, hoy sólo me da gusto saludarles y agradecerles que estén presentes. Gracias”. Es el mismo melodrama de siempre cuando nadie, ni siquiera el presidente de México, quiere tomar responsabilidad por acciones que derivan de la misma presidencia, aventándole la “papa caliente” a sus subordinados que ni siquiera hacen mutis.

En las mentes de los editorialistas y analistas tanto dentro como fuera de México no hay absolutamente ninguna duda de la principal y única razón por la cual el jefe del Ejecutivo dió marcha atrás en la pieza central de su Reforma Educativa, torpedeando y hundiendo al fondo del mar algo de su propia autoría, y ello después de haber sido aprobada por el Congreso de la Unión después de meses de intensas negociaciones, y elevada a rango constitucional después de haber sido aprobada por el número de estados que se requerían para ratificar la reforma plasmándola en la Constitución. Lo hizo en respuesta directa a las protestas de las pandillas magisteriales CNTE y CETEG, que le han demostrado al resto de la población de México cómo es posible hacer que el gobierno dé marcha atrás incluso en algo que ya ha sido elevado a rango constitucional, sin tener que recurrir a un levantamiento armado. Para el gobierno encabezado por Enrique Peña Nieto, fue como si después de una misión de exploración lunar la NASA les hubiera dado la orden a los astronautas de regresar a medio camino antes de llegar a la Luna porque de acuerdo a unos ingenieros de pacotilla parece que la nave “no tiene suficiente gasolina para el viaje de ida y vuelta”. Se trata de un fracaso colosal, de un retroceso de proporciones históricas.

Las protestas violentas llevadas a cabo por los “maistros grilleros” que no saben enseñar en las aulas de clase (en las cuales casi nunca están) pero que sí saben protestar y hacer temblar a quienes no cedan a sus extorsiones y chantajes, se mantienen a pesar de que el presidente Peña Nieto les concedió a los porros gorilescos su mayor demanda, la eliminación de las evaluaciones que ordena la reforma educativa. Si el presidente ingenuamente (por ponerlo en términos blandos) creyó que sacrificar su reforma educativa le ganaría una paz duradera o por lo menos una tregua, se equivocó. Históricamente, siempre ha sido una mala táctica ceder ante los extorsionadores y chantajistas, ya que lejos de aplacarlos esto los envalentona al corroborar los extorsionadores  y matones la debilidad de aquellos a quienes están extorsionando.

Es sorprendente el hecho de que el gobierno federal, que de hecho ya tiene el control de la nómina magisterial en todo México, haya cedido ante las presiones de los porros magisteriales “good for nothing” (buenos para nada) de regiones como Oaxaca, Guerrero, Michoacán, Chiapas y Veracruz. El gobierno federal tenía (y sigue teniendo) en sus manos la capacidad para enfrentar unos grupúsculos que actúan en plena impunidad, organizaciones que más que magisteriales son políticas. Pero tanto en este caso como en muchos otros lo que ocurre simple y llanamente es que hay una falta de voluntad para aplicar la ley. Visto a distancia, los guerrilleros Lucio Cabañas y Genaro Vázquez Rojas erraron su método de lucha en contra del entonces gobierno unipartidista de México. En vez de tomar las armas y organizar guerrillas en la Sierra para enfrentarse a las fuerzas armadas del gobierno, si hubieran fundado algo como la CETEG y la CNTE posiblemente hoy estarían aún con vida, y con sus bolsillos repletos de dinero como obtenido de gobernantes acobardados cediendo todo el tiempo a sus chantajes y extorsiones.

El editorialista Javier Cuéllar comentó en torno a lo que está sucediendo: “Con los sucesos acaecidos este lunes próximo pasado (1 de junio), donde una treintena de organizaciones ligadas con la CNTE escenificaron grandes disturbios en al menos cinco ciudades del país, saqueando y quemando instalaciones del INE e incinerando y robando numerosos paquetes y boletas electorales, nos damos cuenta que lo del boicot al proceso electoral anunciado tantas veces por esa organización no era puro cuento, como nos lo trató de hacer aparecer el señor Córdova Vianello (Consejero Presidente del INE). Ahora vemos que la estrategia del gobierno federal a cargo del presidente Enrique Peña Nieto súbitamente dá un golpe de timón y, en un alarde de blandenguería, cede a uno de los postulados más coherentes de la Reforma Educativa suspendiendo el programa de evaluación de maestros proyectada para elevar el paupérrimo nivel cultural y educativo del magisterio en general. Seguramente después caerán uno a uno todos los ejes de la endeble Reforma Educativa que ahora visualizamos como prendida de alfileres. Presumiblemente, la CNTE convocó a todos los maestros a un paro nacional, pero lo que vimos el lunes en nuestros televisores no era una huelga sino una serie de actos vandálicos, lapidarios e incendiarios, provocativos, propios de una insurrección, mismos que fueron secundados en nuestra fronteriza ciudad por una de las células agitadoras enclavada en la escuela primaria turno vespertino Francisco González Bocanegra, ubicada en la etapa número 9 del fraccionamiento Riberas del Bravo. Ahí, los integrantes de la CNTE suspendieron arbitrariamente las clases de unos 637 alumnos con el pretexto de solidarizarse con las hordas magisteriales a nivel nacional, enterándonos de que una parte de su plantilla de profesores se fueron presumiblemente a la ciudad de México a realizar disturbios. Desde luego, muchos padres de familia no entienden esa lucha magisterial por los tintes de guerrilla que manifiestan casi invariablemente, porque esa no es la forma de defender sus derechos, máxime cuando están afectando la educación de un alumnado depauperado que ve en su escuela la única vía de salir de pobre. Sin embargo lo que sí nos queda claro es la escasa consistencia del gobierno federal para sostener sus propuestas cediendo a las pretensiones anti educativas del CNTE. Lo que sí es real, es la blandenguería que acusa el gobierno federal poniendo de rodillas a la Secretaría de Educación Pública. Dicen que el CNTE no es delincuencia organizada, pero lo que vimos el lunes no parecía otra cosa con la excepción de que lo que robaron no eran paquetes de droga sino boletas electorales, pero en toda la demás gama de delitos que se están cometiendo desde hace aproximadamente un año a la fecha, o quizás más, no parecía otra cosa. Estos disturbios ponen en evidencia la existencia en nuestro país de un estado fallido que está haciendo agua precisamente en el segmento educativo, con grandes y graves consecuencias para la marcha de la república”.

La pieza central de la Reforma Educativa era (y sigue siendo) la aplicación de exámenes de evaluación y competencia para seleccionar a los mejores maestros de todo México para darles plaza dentro de las escuelas públicas, garantizando con ello la mejor calidad posible para los alumnos de las escuelas primarias y secundarias de todo México así como los colegios de bachillerato. Sin los exámenes de evaluación, no tiene ningún sentido hablar de una reforma educativa.

Pero la decisión unilateral de suspender por tiempo indefinido los exámenes de evaluación de mentores tiene otras repercusiones inmediatas con efectos a corto plazo.

Sin la aplicación de los exámenes de evaluación, los cuales tenían como propósito seleccionar a los mejores mentores, ¿cuáles serán entonces los criterios que serán usados para cubrir las plazas vacantes de maestros (tanto las que se abran por la jubilación de maestros como las que se vayan dando por la apertura de nuevas escuelas) en el próximo ciclo escolar? ¿Dejar que las plazas sigan siendo repartidas (vendidas) por los líderes magisteriales que se han estado haciendo ricos con el tráfico de las plazas? ¿Pues que acaso la Reforma Educativa no tenía como propósito fundamental acabar con estas corruptelas añejas? ¿O de qué se trata todo ésto?

Más allá de la cuestión educativa y el impacto que hayan tenido los porros magisteriales de la CETEG y la CNTE en la nulificación, así sea meramente temporal, en la aplicación de los exámenes de evaluación, se revela otro problema de fondo. ¿De qué sirve elaborar cientos de miles, o quizá millones, de leyes, elevándolas a sacrosanto carácter constitucional, si no va a haber la voluntad de aplicarlas? De nada sirve tener en los libros cinco mil millones de leyes, una montaña gigantesca de códigos y procedimientos para todas las situaciones habidas y por haber, si en la práctica no se va a aplicar ninguna de ellas. Y de cualquier modo, nadie por “cerebrito” que sea puede memorizar cinco mil millones de leyes, y ni siquiera subdividiendo la aplicación de ciertas leyes para que sean manejadas por especialistas se puede esperar que haya seres humanos que lo capten todo en su gran totalidad en lo que toca a todas las normas y leyes y procedimientos que aparezcan publicados en el Diario Oficial de la Federación. Los códigos fiscales son una muestra de ello, y ni siquiera los especialistas en materia fiscal han podido mantenerse al día en todos los cambios y modificaciones que se han estado haciendo a lo que ya es una aberración por su voluminosa extensión. Los romanos dijeron: “el desconocimiento de las leyes no justifica la violación o desacato a las mismas”. Eso tal vez sea cierto, pero siempre y cuando se trate de algo breve y de carácter general como los Diez Mandamientos. En un país en el que sigue habiendo un alto porcentaje de analfabetismo, es ilusorio esperar que todos y cada uno de los ciudadanos conozcan al dedillo todas y cada una de las leyes que están obligados a respetar, y que encima de ello estén al tanto de todas las modificaciones, actualizaciones, enmiendas y remiendos que los legisladores elucubren a cada rato en sus tiempos de ocio.

Es posible que el gobierno de Peña Nieto, mal enterado de las lecciones que dá la Historia, está esperando a que concluyan las elecciones que deben ser llevadas a cabo el domingo 7 de junio de 2015 (como dice el dicho, ¡ya salió con su domingo siete!) con la ilusa idea de que los porros se aplacarán. Pero esta es una estrategia que de antemano está condenada al más absoluto fracaso, ya que la experiencia demuestra que cuando se cede ante un grupo de carácter nihilista o fascista el grupo no descansará hasta conquistar el poder, algo para lo cual incluso la democracia actúa como un estorbo a las intenciones de los porros magisteriales. Si para tratar de aplacar un poco a los porros magisteriales Peña Nieto iba a matar su propia reforma educativa, hubiera sido menos humillante para él y más institucional para la presidencia enviar al Congreso de la Unión una contrareforma proponiendo la derogación de todo lo que tuvo que ver con la reforma educativa que él mismo propuso, regresando al país a las condiciones anteriores en las que la repartición de las plazas magisteriales (el botín principal en juego) estaba en manos de los mismos sindicatos magisteriales corruptos que se encargaban de vender las plazas. Sin embargo, es demasiado tarde para intentar ésto, porque si se requirió una labor dura y penosa de varios meses para formar un consenso entre los diputados y senadores para lograr la aprobación de la reforma educativa, se antoja poco probable que se pueda convencer a todos de dar marcha atrás, sobre todo si se está cediendo ante presiones o chantajes. Para los legisladores, se trata de un problema creado por el mismo Ejecutivo, se trata de su propia reforma. Él fue su autor, y a él le toca resolver el problema. La reforma ya está plasmada en la Constitución, y eso no tiene vuelta de hoja.

Lo que puede venir sucediendo en México con la tan cacareada Reforma Educativa es lo mismo que ocurrió en el episodio conocido como la Guerra Cristera. El gobierno, de carácter fundamentalmente laico y socialista, promulgó una serie de leyes que coartaban la libertad religiosa. Los creyentes católicos se alzaron en armas, y al grito de ¡Viva Cristo Rey! doblegaron al gobierno poniéndolo de rodillas aunque no derrotándolo puesto que el objetivo de los Cristeros no era apoderarse del gobierno para establecer una teocracia en México. Los insurrectos demandaban la derogación de las leyes que prohibían la libertad religiosa. El gobierno no las derogó, pero tampoco las aplicó. Las leyes siguieron en los libros, pero terminaron siendo letra muerta. De este modo, el epílogo de la Guerra Cristera no terminó como un triunfo para ninguna de las partes en conflicto, sino que derivó en una tregua que se prolongó por varias décadas. Lo mismo puede terminar sucediendo con la Reforma Educativa, sobre todo tomando en cuenta que los insurrectos de hoy no tienen nada de cristiano en sus demandas y en sus métodos, y no van a cambiar de mañas simple y sencillamente porque no están dispuestos a cambiar. Y a diferencia de los Cristeros, ellos sí tienen puesta la mira en el derrocamiento del gobierno para tomar en sus manos el control de todo México.

lunes, 1 de junio de 2015

Domingo siete



En otros años, las elecciones federales se han llevado a cabo durante el mes de julio. Pero en este año 2015, se llevarán a cabo en el mes de junio, y de acuerdo a algunos será así en forma plenamente premeditada por tratarse de una ocasión muy especial.

Hay una vieja costumbre que forma parte del panorama cultural mexicano. El entorno en el que se practica es aquél en el cual en alguna familia de clase media o de la alta sociedad hay una jovencita cuyos respingados padres la presumen como una joyita de la cual están orgullosos, una princesita que es toda pureza, toda castidad, más casta y pura que Santa Teresa, la envidia del resto de la sociedad, una chamaquita consentida cuya celebración de XV años fue todo un acontecimiento social publicado en las páginas frontales de las secciones de sociales de los periódicos, presumida como todo un ejemplo para las demás muchachitas de su edad que bien harían en aprender de ella sus buenas costumbres. Y aunque no faltan las envidiosas que ven con malos ojos a la niña fresa, lo cierto según los progenitores de la muchachita es que no hay quien se le compare a ella en decencia, porque ella sí, a diferencia de otras coscolinas alocadas que no tienen moral ni valores éticos de un nivel de santidad, sabe comportarse de modo tal que sus padres siempre están orgullososo de ella.

Y sus padres siguen muy orgullosos de ella, creyéndola lo non plus ultra, hasta que la chamaquita empieza a comentarles lo felices que se verán ellos el día en que tengan a su lado a un nietecito que les alegrará sus días y que se pondrá a jugar con ellos el día en que lo tengan en casa. Mientras tanto, la jovencita está subiendo de peso atribuyéndole su recién adquirida gordura a los helados de chocolate que tanto le gustan, y usando vestiditos cada vez más holgados para disimular lo que dice ella son simplemente las consecuencias de su glotonería. Y los comentarios de la hija sobre la felicidad que tendrán sus padres el día que haya un nietecito en la familia van en aumento hasta que se convierten en cosa de todos los días. Y los padres de la chamaquita empiezan a sospechar los motivos del por qué tanta insistencia en el tema de un nietecito si ni siquiera se ha casado la niña fresa, si no ha pasado aún por el sagrado ritual del matrimonio como se espera que ella lo haga el día en que algún afortunado galán se despose con ella haciendo todo de la manera correcta en la que se espera que lo haga una chica de la alta sociedad o de la clase media.

La insistencia de la chamaquita en el tema del nietecito que llegará a sus vidas algún día en el futuro alcanza su clímax cuando la chamaquita, temerosa de que sus padres terminen atando cabos y que se les caiga la venda, termine confirmándoles la alegre noticia de que ya no tendrán que esperar mucho tiempo para que les llegue el nietecito, habido el hecho anunciado de la misma boca de la chamaquita de que está “un poquito embarazada”, sumado al muy afortunado hecho de que no tendrán que aguantar a un yerno que salga borracho o irresponsable porque la chamaquita ya lo “mandó a volar” (eso dice ella) y no les dirá jamás su nombre porque para ella ese mal hombre no vale nada, lo único que vale es el bonito nietecito que viene en camino. Y es entonces cuando arde Troya, cuando los padres ponen el grito en el cielo, desatándose el equivalente de una tragedia griega en casa, una verdadera tragedia familiar, como si fuese el fin del mundo. “¡Justo hoy que me toca dar la junta del té-canasta! ¿Qué dirán mis amigas?” gritará sin cesar la madre de la chamaquita. “¡Que desgracia! ¡Tenemos una ramera en casa, una prostituta, una mujerzuela que no vale nada, además de que habrá una boca más que mantener!” gritará el padre de la chamaquita. “¡Se ha deshonrado el apellido familiar!” gritarán ambos, poniendo a la chamaquita muy nerviosa. ¡Qué tragedias de Sófocles, de Shakespeare o de Víctor Hugo, ni que ocho cuartos; esto es lo mero bueno, el principal tema de las telenovelas! Las soluciones al melodrama dependen del entorno familiar, en tiempos de antaño la chamaquita podía terminar enclaustrada como monja en un convento con el fruto de su desliz dado en adopción, o enviada lejos para regresar a casa después de haber dado a luz y haberse dado a su bebé en adopción, o con la mama de la chamaquita escondiéndose por un tiempo para reaparecer nuevamente presumiendo al recién nacido como hijo suyo –y por lo tanto hermanito de la chamaquita-. Aunque en tiempos más modernos con la institución del matrimonio cayendo en desuso ante tasas crecientes de divorcios lo más común es que la chamaquita y sus padres simplemente se harán a la idea de que se trata de tan solo una estadística más de madres solteras y seguirán adelante con sus vidas. Además, el nietecito está precioso. ¿A poco no?

Tanto ayer como hoy, cuando se descubre en el seno familiar la realidad de un embarazo no deseado en una hija o en una de las hijas, es entonces cuando se dice que de acuerdo a una añeja costumbre mexicana la chamaquita les salió a sus padres con su domingo siete. No hay nada que más teman los padres de familia en México que el que su hijita predilecta, la princesita, la niña fresa que creían inmaculada y más pura que el agua de los manantiales de las montañas, les salga con su domingo siete. Cada vez que se repite este tipo de escena en algún lugar de México (y podemos suponer que se repite diariamente cientos de veces), se dice que una chamaquita les salió a sus padres con su domingo siete.

¡Salió con su domingo siete!, es un dicho longevo y popular en varios países, pues se trata de una frase en la cual se relaciona a una mujer, soltera y joven que ha quedado embarazada sin estar casada, aunque también se ha ligado a una persona que realiza alguna tontería o comentario inapropiado, y cuyo uso se ha extendido hacia otras situaciones. El arqueólogo mexicano Eduardo Merlo Juárez ha señalado a varios medios de comunicación que la pegajosa frase tiene su origen en una leyenda del Norte de Europa. Más precisamente en Dinamarca y Noruega, donde unos pequeños duendes son los responsables de aquel dicho. Un día, al interior del bosque, un grupo de duendes se encontraba danzando y cantando, en sus versos recitaban armoniosamente -lunes uno, martes dos, miércoles tres, jueves cuatro, viernes cinco, sábado seis- y así, una y otra vez, lo que estas pequeñas y mágicas criaturas no sabían era que, oculta entre los arbustos, una joven los espiaba. Mientras entonaban su repetida estrofa, el ímpetu de la mujer salió a relucir ya que, al decir los duendes -sábado seis- ella no pudo evitar exclamar ¡y domingo siete!, descubriéndose así ante éstos. En castigo a la intromisión y arrebato de la joven, los duendes esparcieron un hechizo sobre ella, el cual la dejó embarazada. El dicho, de origen europeo, llegó a América, como todo, con los españoles quienes lo difundieron en Latinoamérica.

¿Y qué tiene que ver lo anterior con las elecciones que se celebrarán en México en este 2015?

Pues resulta que las elecciones de 2015 se van a celebrar el 7 de junio. Que dicho sea de paso, cae en domingo (todas las elecciones en México son programadas para celebrarse en domingo, que es el día de asueto). En pocas palabras, las elecciones se van a llevar a cabo en un domingo siete. Domingo 7 de junio de 2015.

Cuando a uno de los contendientes de la izquierda en México para estas elecciones federales se le preguntó hace poco en un programa radiofónico qué podía esperar recibir de la democracia el país este año en que se efectúan elecciones, simplemente respondió con algo de ironía:
La fecha lo dice todo. En este 2015, la democracia le saldrá a México con su domingo siete
Y lo más probable es que el tiempo le dará la razón.


domingo, 24 de mayo de 2015

Crucigrama por el segundo aniversario de la Equis

Cuando se llevó a cabo la inauguración de la Equis en Ciudad Juárez en lo que hoy es la Plaza de la Mexicanidad, publiqué el 24 de mayo de 2013 un crucigrama en forma de “equis” para festejarlo.

Hoy, dos años después, con motivo del segundo aniversario de la inauguración de la Equis, publico un crucigrama que tiene, apropiadamente, dos “equis” en su esqueleto básico (la equis superior izquierda es simétrica pero la segunda equis inferior derecha es algo asimétrica aunque con un poco de imaginación podemos verla como una segunda equis).

Al igual que hace dos años, primero presentaré el crucigrama en blanco, después del cual pondré las definiciones de los vocablos que se tienen que ir adivinando para introducirlos en los casilleros del crucigrama, y al final de esta entrada pondré la solución del mismo. Ojalá mis lectores no lo encuentren difícil de resolver.


1
YYY.
2
YYY.
3
YYY.
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YYY.
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YYY.
6
YYY.

YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.

YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.

YYY.

YYY.

YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
31
YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
38
YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
45
YYY.
46
YYY.

YYY.
47
YYY.
48
YYY.
49
YYY.


Esta es la lista de vocablos que tienen que ser recordados o adivinados para meterlos dentro del crucigrama:


HORIZONTAL:
1) Afición a los placeres de la carne.
7) Roquete de mangas cortas.
12) Género de mamíferos carnívoros de la India.
13) Bebida alcohólica alemana y rusa muy dulce y aromatizada con cominos.
14) Aumentativo.
16) Lirio.
17) Abrazadera de hierro.
18) Peso molecular de una sustancia expresado en gramos.
20) Clausurar una asamblea.
21) Cielo.
22) Diferir, retrasar.
23) Decimonovena letra del alfabeto griego.
25) Cierto dulce de nata con azúcar y otros ingredientes.
27) Pronombre personal.
28) Hijo de Noé (Biblia).
30) Zumaque, planta.
31) Símbolo del erbio.
32) Fundar, apoyar.
33) Enfermedad de úlceras faciales.
34) Persona dormilona.
36) Región central del Vietnam.
37) Séptimo mes de los judíos.
38) Prefijo que indica inferioridad.
40) Volcan de las islas Filipinas.
41) Carbonato de sosa natural.
42) Completo, acabado.
44) Suspiro, quejido.
45) Hogar.
46) Relativo al mar (plural).
48) Pronombre personal.
49) Semejanza, parecido.

VERTICAL:
2) Patria de Abraham (Biblia).
3) Pedazo de piedra pómez.
4) Que puede servir.
5) Cuadrúpedo.
6) Él, en francés.
7) Zanja al lado de un camino (plural).
8) Flojas, descuidadas.
9) Cubrir de tejas.
10) Alero del tejado.
11) Perpetrar, consumar.
13) Ave trepadora de Oceanía.
15) Del nodo acústico.
17) Que tiene sabor a miel.
19) Unidad monetaria rumana.
20) Río de Europa.
24) Firmeza, constancia.
26) Enredo, trampa.
28) Jaleo.
29) Isla inglesa del mar de Irlanda.
31) Alto, escala.
32) Aclamar.
33) Que no admite división.
34) Unidad monetaria italiana (plural).
35) En edad de casarse.
37) Que carece de efecto legal.
39) Capital de la provincia de Peravia.
42) Hijo de Noé (Biblia).
43) Departamento de Francia.
46) Nota musical.
47) Pronombre posesivo.

Esta es la solución al crucigrama:



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A L__ A U__ A J__ A U__ A R__ A I__ A A__
____
A C__ A O__ A T__ A A__
A C
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A R A A A T A E A L
____
A C A U A M A E A L
A O A N
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A L A I A S
____
A M A A A N A I A J A A
A M A O A L
____
A L
____
A R A E A C A E A S A A A R
A E A D A E A N
____
A D A I A L A A A T A A A R
____
A T A A A U
____
A T
____
A N A A A T A A A S
____
A T
A E A L
____
A S A E A M
____
A R A U A S
____
A E A R
A R
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A B A A A S A A A R
____
A A
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A U A T A A

____
A L A I A R A O A N
____
A N
____
A A A M A A A N
A N A I A S A A A N
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A S A U A B
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A A A P A O
A U A R A A A O
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A C A A A B A A A L
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A A A Y
A L A A A R
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A M A A A R A I A N A O A S
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A A
A O A S
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A S A I A M A I A L A I A T A U A D
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Repetiré aquí que el objetivo útil de los crucigramas, además de hacernos pasar un rato haciendo algo cuando no tenemos otra cosa qué hacer, es aumentar nuestro vocabulario y nuestros conocimientos del Castellano, un idioma muy rico que nunca terminamos de aprender.