Con todo el cinismo del mundo, los prianistas de la sólida alianza de la corrupción partidocrática de México llamada PRIAN están denostando furiosos en contra de Morena y su fundador Andrés Manuel López Obrador, sin querer reconocer que ellos mismos cargan el estigma y la culpa por oficializar algo que iba directamente en contra del principio básico del fundador del PAN, el chihuahuense Manuel Gómez Morín: respeto al voto.
"Nosotros lo único que estamos pidiendo es transparencia del voto con los nombres de los candidatos claramente impresos en boletas electorales. Respeto pleno a la voluntad popular. Esto y nada más que esto para garantizar la democracia, no queremos arreglos bajo la mesa ni pactos secretos", (discurso pronunciado por el corrupto neopanista Francisco Barrio Terrazas -tutor del corrupto Javier Corral- desde el segundo piso del edificio situado en la calle Abraham González a unos pasos de lo que fue la antigua Cruz Roja de Ciudad Juarez, rentado en ese entonces para las elecciones de 1983 por el Frente Cívico de Participación Ciudadana.) Bueno, esas fueron las mentiras de entonces que muchos ingenuos se tragaron por desconocer que estaban ante unos pandilleros mafiosos que de demócratas nunca tuvieron absolutamente nada.
Hoy hay una molestia generalizada contra las dirigencias partidistas y vividores del presupuesto vía plurinominal, algo que nunca pidió Manuel Goméz Morín por ser la más burda representación de la antidemocracia, porque esta partidocracia fundada al amparo de tipos cuyos nombres nunca aparecen en las boletas electorales agandallaron las posiciones privilegiadas para acceder a la Cámara de Diputados y al Congreso de Chihuahua. Este robo, porque no se le puede decir de otra manera, es contra los mexicanos, es disfrazado en la legislación, mañosa y a conveniencia de los mismos grupos parlamentarios y sus respectivos dirigentes.
Desde hace mucho tiempo, me he pronunciado a favor de reducir el número de legisladores federales (diputados y senadores) y locales que acceden por esta vía, y que se impida se hereden a cónyuges, amantes y a esa maldita burocracia que vive de eso.
La figura de la representación proporcional pretendía en su concepción "dar voz y voto a partidos minoritarios", es decir, que la mayoría de pueblo tuviera una representación en las tribunas nacionales y locales. Pero desde un principio fue un argumento engañoso que escondía los verdaderos propósitos de unos bribones oportunistas y vividores ansioso de enriquecerse con el erario público, con los dineros del pueblo.
Se suponía que las candidaturas plurinominales debían ser para personas honorables, no sólo con la capacidad de abonarle al debate, sino a la construcción de legislaciones que beneficien a sus representados, no para convertirlo en un reducto de ratas que brincan de las dirigencias a las diputaciones locales y federales, al Senado de la República, y viceversa.
Cuando la partidocracia mexicana, grandes y chicos, se dió cuenta de que con un mínimo del 3% de la votación, estatal o federal, se tiene acceso a las diputaciones locales, federales y senadurías, por la vía plurinominal, y a recursos ilimitados; sin que el nombre de nadie aparezca en la boleta electoral, estalla la carnicería por esas posiciones.
Ser legislador en México es muy deseado porque paga salarios de ensueño. A reserva de que me desmientan, un diputado local de Chihuahua se mete a la bolsa un millón y medio al año, siendo de la tropa. Si es coordinador parlamentario, presidente de la Mesa Directiva o de las Comisiones más demandadas, el monto aumenta según la importancia de los “acuerdos” entre ellos. El diputado federal de este país, bajita la mano ingresa dos millones y medio de pesos anuales. Igualmente, tal como sucede con los locales, dependiendo de la influencia del cargo hacia el interior de la Cámara, este importe puede aumentar hasta a más de cinco millones de pesos por año. Los senadores, un remanso para los políticos más encumbrados del país, se retiran, en el peor de los casos, y sin gastar un solo peso, como sucede normalmente, con al menos 20 millones de pesos por su beca de 6 años. También, como en los casos anteriores, la paga aumenta en proporción de su posición dentro de la Cámara Alta. Vaya, puede llegar hasta a 50 millones de pesos por six years.
Pese a ser un país en eterno desarrollo, a los mexicanos nos resulta muy costoso mantener a 500 diputados federales, ¡200 plurinominales!; a 128 senadores, de los cuales 32 son plurinominales y 32 de prelación o segundos lugares. En el Congreso local de Chihuahua, de los 33 legisladores, 11 son mixteados entre plurinominales (lista de partido) y de prelación (perdedores con mejor porcentaje), que representan un tercio del Congreso local. El grave problema que esto representa para Chihuahua y México, es que los dirigentes de partidos pequeños, en todos los casos son negocios familiares, donde se turnan las legislaturas para el cónyuge y los hijos, como en el PT, el PVEM, el PRD, o son franquicias para rentarse al Gobierno estatal en turno, como sucede actualmente con Movimiento Ciudadano y Javier Corral. En el caso del PAN y el PRI, o sea el PRIAN que este 2021 ya se quitó la máscara porque van en amasiato compartido a las elecciones, hace tiempo que sus dirigentes y allegados, sean nacionales o estatales, se quedan con las posiciones privilegiadas para acceder al Congreso federal o local. Con esta deleznable práctica muchos vividores cuentan con un palmarés de al menos 3 diputaciones federales, una o dos diputaciones locales y por lo menos dos senadurías, todas por la vía plurinominal.
No obstante, la millonada que acumulan a costa del erario, desde hace unos 20 años, el deporte es obtener esas candidaturas para sus esposas, hermanos e hijos, aunque no tengan la remota idea de lo que se trata, amén de que desparraman el árbol genealógico en puestos dentro del Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial. Hay familias que ingresan en conjunto anualmente unos 4 millones de pesos por esos conceptos, tan sólo aquí en la capital. A esto se le llama nepotismo, pero no lo van a reconocer jamás. Lo idóneo sería que estos saqueadores devolvieran las candidaturas pluris y se reasignaran a líderes de la sociedad civil. Deseable sería que se legislara para que se reduzca el número de diputados federales pluris a 50, suprimir los senadores de lista (32) y dejar el Congreso de Chihuahua en 5 de prelación, es decir, ningún diputado plurinominal de lista.
Que no se permita más de una plurinominal por persona ni heredarla al familiar hasta tercer grado, en la siguiente Legislatura. Esto nos ahorraría miles de millones de pesos al año.
Lo más seguro es que estos sátrapas, el yanqui Javier Corral incluído entre ellos, a los que les vale gorro lo que piense Juan Pueblo, no van a soltar el huesote. Por esta sencilla razón vale la pena considerar como protesta el recurso de anular el voto para diputados locales y federales, de tal suerte que quede de manifiesto el rechazo del pueblo a su ambición, hipocresía e incongruencia.
Don Manuel Gómez Morín no luchó toda su vida por la implantación de la aberración plurinominal ni fundó al PAN para esto, ya que al no aparecer los nombres de los aspirantes en la boleta electoral no hay manera de castigarlos con un "voto de enojo" o de premiar a los mejores candidatos refrendándoles el apoyo popular. Si no acabamos con esta monstruosidad, le estaremos heredando a las siguientes generaciones un problema de los mil demonios que les será muy difícil de extirpar porque se trata de la institucionalización de la corrupción. La única alternativa posible es: NI UN SOLO VOTO AL PRIAN, O SEA NI AL PRI NI AL PAN. No queda de otra, terminar de matar al engaño que tomó forma a principios de los ochentas. Acabar con el PAN que ya dejó de ser un partido de derecha por carecer de ideología propia y por haberse convertido en una guarida de delincuentes a los cuales lo único que les interesa es el poder por el poder mismo. La caterva Barrio-Corral-Galindo-Elizondo es prueba viviente de ello, y vaya que lo han demostrado con creces faltando poco para que se acabe el abyecto quinquenio del peor gobernador que ha tenido Chihuahua en su historia.