Sorprendente amanecer
Ayer por la mañana, el color y la intensidad del sol llamó la atención de los juarenses
EL DIARIO
24 de Agosto 2020
Ayer por la mañana, el color y la intensidad del sol llamó la atención de los juarenses, quienes no perdieron la oportunidad de captar con sus cámaras las imágenes del “astro rey”, mismas que de inmediato publicaron en sus redes sociales.
Tal vez este amanecer rojizo que ciertamente llamo la atención de mi hermana, que nunca antes había visto algo así, tenga algo que ver (los medios no lo aclararon) con una explosión solar ya anunciada previamente para el 20 de Agosto y cuyos efectos visuales solo se hicieron presentes hasta el 24 de Agosto por la mañana cuando tuvimos ese solo rojo. En todo caso, el suceso no fue meramente local, debió de haber sido mundial. Ciertamente se trató de algo espectacular, y como estamos en lo más álgido de la pandemia y de la canícula de un candente Verano que esta batiendo récords de altas temperaturas, pues los apocalípticos se dieron rienda suelta comentándolo como "una señal que se suma a las que ya tenemos".
Precisamente por ser Domingo, un espacio creado para el descanso y la reflexión sobre nuestro lugar en el Universo, qué mejor ocasión que ésta para compartir con los lectores de esta bitácora un video interesante producido por gente interesada en el tema que tiene que ver con la demostración científica de que Dios existe.
Las "pruebas científicas" de la existencia de Dios van desde el argumento del "primer motor" dado por Santo Tomás de Aquino cuyo exponente primigenio fue Aristóteles, pasando en el cristianismo por las Cinco vías (Quinque viae) de Santo Tomás de Aquino hasta llegar al Siglo XX con plena seriedad académica mediante la prueba ontológica de Gödel que es a su vez un argumento académico formal elaborado por uno de los más connotados expertos de la lógica matemática del Siglo XX, precisamente el mismo teórico austriaco que demostró con pleno rigor la incompletitud intrínseca de las matemáticas y la existencia de proposiciones "formalmente indecidibles" (que no se puede saber o decidir bajo cierto esquema de axiomas y postulados lógicos si son proposiciones verdaderas o proposiciones falsas, y hasta la fecha esto nadie se lo ha rebatido.) Se trata de una prueba matemática de la existencia de Dios. Hay otras "pruebas" de la existencia de Dios, desde las más fáciles de entender hasta aquellas que requieren un doctorado en matemáticas para seguir la línea de razonamiento.
Pero hay ciertos argumentos, corroborados por la ciencia, que no son fruto de la charlatanería y que deben poner a pensar a cualquiera al que Dios le haya dado un cerebro. Varios de estos argumentos están agrupados en un video de calidad excepcional que debió haber sido elaborado por alguien con bastantes recursos de software y hardware para ello, y este video está disponible en YouTube. Es el siguiente:
Aunque, en el mundo racionalista de la ciencia contemporánea, es imposible reducir el concepto de un ser infinito en todas sus facultades mediante razonamientos lógicos propios de seres humanos finitos, de cualquier modo es posible presentar argumentos que si bien tal vez no sean prueba científica digna de aparecer en alguna de las publicaciones periódicas propias de las revistas científicas en las que se dan a conocer los mas recientes avances y descubrimientos, ciertamente son argumentos de que el Universo en el que vivimos no es una creación accidental brotada de la nada, sino algo que tiene la huella digital de una inteligencia superior que decidió compartir con nosotros algunas pistas para aumentar la fe de aquellos que ya son creyentes en un plan de naturaleza que trasciende los sentidos ordinarios. El video puesto arriba resume bien algunos detalles que tomados individualmente tal vez sean objeto de asombro, pero cuando son tomados como algo que nos permite mirar una parte de un esquema general que esta fuera de nuestro alcance humano, ciertamente ese pedacito del lienzo es difícil de ignorar hasta por los agnósticos mas redomados.
Se trata de argumentos para reforzar la fé de quienes ya creen. Inclusive los que niegan la existencia de Dios (y, cosa curiosa, como lo resalta el sacerdote Hesiquio Trevizo Bencomo el ateísmo es una cosa relativamente nueva, relativamente reciente, y en casi todas las culturas alrededor del mundo, mayas, aztecas, esquimales, encontramos la creencia firme en una verdad muy superior a los absurdos que encontramos en este mundo, una verdad que trasciende nuestros sentidos físicos) le pueden dar algo de que pensar a los agnósticos y a los ateos. Algo de esto es tratado en el libro (en Ingles) titulado Initial Conditions, publicado y disponible en Internet desde 2017, y es conocido hoy como el conjunto de argumentos conocidos in toto (en su totalidad, tomado todo junto) como el diseño inteligente, esto es, la imposibilidad de que algo tan complejo como la vida haya podido crearse a sí misma en ausencia de algo aún mucho más complejo que sea capaz de comprender los alcances y limitaciones de lo que está siendo creado (o sea, la sabiduría necesaria para que no se cometan errores u equivocaciones que destruyan lo que se está construyendo, esto lo puede entender cualquier ingeniero), o que se haya podido crear partiendo de un caos absoluto carente de inteligencia o propósito. El libro Initial Conditions introduce un nuevo punto de vista (complementario) de acuerdo al cual, cuando se tiene visión infinita sobre todo lo que puede ir sucediendo en un experimento predecible paso a paso hasta en sus más mínimos detalles conforme el tiempo transcurre, es posible cambiar por completo lo que sucederá a muy largo plazo con tan solo alterar un poquito las condiciones iniciales del experimento. O sea, las huellas de un diseño inteligente se encuentran no en lo que vemos en el tiempo presente, actual, sino mucho tiempo atrás cuando nosotros ni siquiera existíamos y algo o alguien ejercitó su voluntad en la alteración de todas las condiciones iniciales para que todo sucediese tal y como lo estamos viendo hoy (esto nos lo dice la razón, si nos vamos a jactar de ser seres racionales). Nosotros en realidad somos tan solo testigos presenciales a los cuales se ha dado cierto control de una que otra cosa. Al tomar en cuenta las condiciones iniciales estamos hablando, en esencia, de un plan maestro en el cual definitivamente no fuimos partícipes porque en ese entonces no tuvimos la masa cerebral requerida para tal empresa (estamos hablando del Universo entero, y no un Universo limitado sino de un Universo infinito, hasta donde nos es posible saberlo), y debemos ser lo suficientemente humildes para reconocerlo.
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