Todos en algunos momentos extenuantes en nuestras vidas hemos enfrentado situaciones en las que la ardua tarea que estamos llevando a cabo sin recompensa inmediata parece no tener fin, o en las que todo parece estarse viniendo abajo, o en las que nuestros problemas económicos o problemas familiares o problemas de salud parece que no terminarán jamás, trátese del estudiante de secundaria que está presentando sus exámenes finales y que ve muy lejano el día en el que pueda completar una carrera profesional teniendo que someterse en el camino intermedio a muchos otros exámenes y presentar muchas otras tareas escolares que no parecen acabar, o el escritor de un libro voluminoso que duda que tendrá vida o salud suficiente para ver terminada su obra literaria, o el científico que acumulando fracaso tras fracaso empieza a dudar que logrará descifrar el misterio de lo que está investigando, o el funcionario o político agobiado por problemas inesperados que le han llevado a una encrucijada, o el empresario cuya fábrica se acaba de incendiar y descorazonado ve en los rescoldos dejados por las llamas la dura tarea de tener que comenzar de nuevo.
En todos estos casos, puede resultar fortalecedor repasar un breve poema que nos ha dejado el escritor británico Rudyard Kipling, un poema conocido en muchas partes ya sea bajo el título "Cuando vayan mal las cosas" o bajo el título "¡No claudiques!":
¡No claudiques!
Cuando vayan mal las cosas
__ como a veces suelen ir,
cuando ofrezca tu camino
__ sólo cuestas que subir,
cuando tengas mucho haber
__ pero mucho que pagar,
y precises sonreír
__ aun teniendo que llorar,
cuando ya el dolor te agobie
__ y no puedas ya sufrir,
descansar acaso debes
__ pero nunca desistir.
Tras las sombras de la duda,
__ ya plateadas ya sombrías,
puede bien surgir el triunfo,
__ no el fracaso que temías,
y no es dable a tu ignorancia
__ figurarse cuán cercano,
puede estar el bien que anhelas
__ y que juzgas tan lejano,
lucha, pues por más que en la
__ brega tengas que sufrir.
¡Cuando todo esté peor,
__ más debemos insistir!
Si en la lid
__el destino te derriba,
si todo en tu camino
__es cuesta arriba,
si tu sonrisa
__es ansia insatisfecha,
si hay faena excesiva
__y vil cosecha,
si a tu caudal
__se contraponen diques,
date una tregua
__pero ¡no claudiques!
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