En el pasado siglo, el régimen dictatorial del prigobierno se prestó mucho a esos alardes de influyentismo con los que funcionarios prepotentes cegados por su arrogancia y su soberbia gustaban de cometer todo tipo de arbitrariedades solo para presumir lo que podían hacer impunemente sin temor a ninguna consecuencia. Precisamente estos abusos de poder era una de las cosas que el Partido Acción Nacional (PAN), el partido del bolillo, había jurado terminar si lograban echar fuera al PRI de la presidencia en caso de lograr llegar el PAN a la presidencia de México. Sin embargo, tal cosa nunca ocurrió cuando el PAN se apoderó en el año 2000 de la silla presidencial, y el susodicho CAMBIO solo quedó como una palabreja más en las pancartas usadas en las campañas electorales. Los alardes de influyentismo continuaron igual que antes, y todavía hoy podemos ver en los noticieros locales muchas notas vergonzosas como la siguiente:
Escoltas desalojan a tenistas para que gobernador pueda jugar
La acción causó indignación entre los deportistas
Salvador Castro
El Diario de Juárez
7 de octubre, 2019
Escoltas del gobernador del estado Javier Corral Jurado desalojaron el pasado sábado a un grupo de tenistas de las canchas públicas de la Ciudad Deportiva de Chihuahua para que el gobernante y sus colaboradores pudieran jugar en las mismas.
La acción causó indignación entre los deportistas, uno de los cuales compartió que habían secado dos de las canchas debido a las fuertes lluvias de la noche anterior, sin embargo, fueron conminados a abandonar las mismas siendo que había tres canchas más sin que nadie las ocupara, pero que aún tenían una importante cantidad de agua.
Relató que es sabido que el gobernador Corral gusta de jugar tenis en las canchas públicas de la Ciudad Deportiva y normalmente inicia su práctica muy temprano, para lo cual ocupa las canchas centrales, seguramente obedeciendo protocolos de seguridad.
Por su presencia en las instalaciones deportivas quienes asisten a las canchas de tenis no habían sufrido ninguna molestia.
Antes del anuncio de la llegada del equipo de seguridad del mandatario, un grupo de tenistas que jugaba desde temprana hora y que previamente había secado las dos canchas en que jugaba, fue desalojado tanto por el personal de seguridad del gobernador, como del personal de las cancha, en un hecho sin antecedente en la Ciudad Deportiva.
Señaló que la molestia cundió entre la comunidad tenística, más en los momentos en que empezó a jugar el gobernador había tres canchas más desocupadas.
“¿Qué explicación racional puede haber para que un funcionario público altere el ritmo normal de la ciudad de sus conciudadanos? ¿O acaso las instalaciones públicas están sometidas al ritmo de vida de los gobernantes?”, preguntó el deportista.
No son las únicas arbitrariedades cometidas por el gobernador barbaján que gusta de "gobernar" creyéndose una especie de semi-dios intocable e inalcanzable, con permiso para cometer -sin rendirle cuentas a nadie- cuantas barbaridades y abusos se le vengan en gana. Al mismo tiempo que apareció publicada la nota anterior fue publicada en el mismo medio otra nota acerca de otros ciudadanos comunes y corrientes que también habían sido víctimas de los abusos de poder del mismo patán que en esta ocasión los había despojado de un predio y en contra del cual no había recurso de apelación posible. ¡Y hay muchas otras notas similares documentando en el pasado reciente los numerosos excesos cometidos por Javier Corral en sus nefastos primeros tres años de gobierno, tales como el colosal despilfarro de más de 500 millones de pesos del erario público dilapidados en la construcción de los famosos puentes enanos de Ciudad Juárez ordenados y "diseñados" como tales por un mero capricho del gobernador Corral en su afán de presumir todo su monstruoso poder y su ilimitada facultad para poder ordenar y hacer en plena impunidad cualquier cosa, incurriendo en excesos tal vez mil veces peores que los excesos que antes este tipo tanto le achacaba al prigobierno.
El prepotente funcionario con ínfulas de César de la Antigua Roma del cual habla la nota sobre los tenistas desalojados es un tipo que, en otros tiempos antes de que el PAN aprovechara ventajosamente la caída del PRI para llenar el vacío apoderándose de las riendas del poder, se desgarraba las vestiduras protestando furiosamente en contra de "los abusos del poder del prigobierno" y despotricaba visceralmente en contra de cualquier alarde de influyentismo. Bueno, han pasado casi cuatro décadas desde ese entonces, desde aquél "verano caliente de 1986". Y he aquí los resultados, claramente a la vista. No hay más que agregar.
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