martes, 28 de mayo de 2019

Caravanas migrantes, dos caras de la moneda

En el asunto de los migrantes indocumentados de Centroamérica que están tomando casi por asalto la soberanía de los Estados Unidos metiéndose de un modo u otro en el país con la esperanza de que con solo ponerse a gritar la palabra ¡asilo! recibiendo del gobierno norteamericano un privilegio que Estados Unidos no le está dando ni siquiera a profesionistas de alto calibre que cuentan con títulos de Maestría y Doctorado en las ciencias y la tecnología, lograrán recibir de inmediato un pasaporte de residencia, hay dos caras distinas de una misma moneda.

Un lado de la moneda es la manera en la cual los migrantes indocumentados que están llegando a EE.UU. en grandes números de países como Honduras y Guatemala se ven a sí mismos.

El otro lado de la moneda es la manera en la cual muchos que viven en los EE.UU. ven a los migrantes indocumentados que llegan en grandes caravanas formadas por millares de ellos.

Esta es la manera típica en la cual los miembros de las caravanas de indocumentados se ven a sí mismos:





Pero no es así como los ven muchos norteamericanos, los cuales en cantidades crecientes ven a los recién llegados, los ven como indeseables presentando un aspecto invasor como el siguiente:




En su salto e ingreso hacia el lado norteamericano de la frontera entre México y los EE.UU., así es como los migrantes indocumentados están acostumbrados a verse a sí mismos a través de las redes sociales (en el lado izquierdo de la primera fotografía están los miles de migrantes indocumentados que avanzan desde México con la intención de saltar la valla fronteriza, mientras que en el lado derecho de la primera fotografía están los aterrados agentes migratorios norteamericanos que no saben exactamente cómo responderán en caso de ser avasallados por los miles de integrantes de la caravana invasora):






Sin embargo, así es como desde el otro lado de la valla fronteriza los norteamericanos ven la llegada de estos migrantes indocumentados no invitados no deseados que de cualquier modo pretenden entrar por a como de lugar ya sea por la buena o por la mala a los EE.UU. (tomas sacadas de la película World War Z):





Obviamente, los indocumentados centroamericanos de un lado de la valla fronteriza y los norteamericanos que viven y trabajan del otro lado de la valla fronteriza ven realidades distintas. Un grupo lo único que pide es que se le deje entrar sin ninguna revisión ni restricción permitiéndoles ir y vagar de un lado a otro sin que se lleve a cabo ninguna vigilancia, mientras que el otro grupo no está dispuesto a permitir que se de paso a lo que consideran hordas invasoras reminiscentes de las que conformaban en otros tiempos los hunos. Con tan distintas visiones de la realidad, ¿es posible que ambos grupos se puedan ver de una sola manera? Se antoja difícil, si no imposible. Y mientras ello no ocurra, no habrá una puerta abierta de par en par en la frontera entre Estados Unidos y México sin agentes aduaneros ni agentes migratorios.

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