Lindsey Graham, Senador Republicano de Estados Unidos de Norteamérica
La doctrina del Destino Manifiesto fue la justificante principal usada por Estados Unidos para declararle la guerra a México en 1846, actuando como un bully sin que hubiera habido ninguna provocación de México para ocasionar tal conflicto, con el cual aprovechando y abusando de su superioridad militar Estados Unidos el bully le robó descaradamente a México más de la mitad de su territorio. Esta vil doctrina de expansionismo, aunada a la igualmente vil doctrina Monroe que empezó diciendo "América para los americanos" (o sea el continente americano para uso exclusivo de los habitantes del continente) pero que terminó degenerando en el criterio imperialista "América para los norteamericanos" (el continente americano y todos sus recursos naturales para beneficio de los ciudadanos de los Estados Unidos de Norteamérica, y nadie más) por mucho tiempo marcaron la política exterior de los Estados Unidos.
Tras la catastrófica derrota en Vietnam y el síndrome derrotista que tan colosal derrota de un David contra un Goliath ocasionó en el ánimo y la psique colectiva de una superpotencia que se creía invencible, Estados Unidos estuvo mostrando por un tiempo cierta moderación en sus intervencionismos militares en el extranjero. Hubo excepciones, tales como la Guerra del Golfo emprendida entre 1990 y 1991, pero inclusive para emprender esa guerra Estados Unidos no actuó solo. Primero integró una amplia coalición de países para liderearlos en una guerra cuyo objetivo era simplemente expulsar los ejércitos del tirano Saddam Hussein de Kuwait, con el acuerdo previo de que Estados Unidos no trataría de apoderarse de porción territorial alguna de Irak (como la que ocupan los vastos yacimientos petrolíferos de Irak) de manera permanente, y no trataría de sacar beneficio económico directo para Estados Unidos de dicha guerra. Es importante aclarar que tras dicha guerra, la siguiente guerra emprendida por Estados Unidos también contra Irak, con Estados Unidos actuando solo como el clásico bully de siempre y ya sin el apoyo de una amplia coalición de países de la región, la Guerra de Irak de 2003, trajo consigo una desestabilización colosal en el Medio Oriente que terminó costándole a Estados Unidos tres billones de dólares y la aparición de un grupo terrorista extraordinariamente peligroso, el Estado Islámico.
Se supondría que, dadas las dolorosas lecciones dadas por la Historia reciente a Estados Unidos, ya no quedarían políticos soberbios que creyendo a Estados Unidos tan invencible en el terreno militar como lo era al terminar la Segunda Guerra Mundial, estarían dispuestos a apoyar o pedir el envío de grandes contingentes de soldados fuera de Estados Unidos para llevar a cabo cambios de régimen. Sin embargo, esa casta de políticos tan engreídos como ineptos en realidad nunca desapareció del mapa, simplemente se agazaparon por el tiempo que fuese necesario antes de tratar de agitar las aguas ondeando prematuramente la bandera de la victoria y actuar como típicos imperialistas cantando el himno nacional. Uno de ellos es el Senador Republicano Lindsey Graham mostrado arriba que, ofendido por las constantes burlas y desafíos hacia Estados Unidos del dictador de Venezuela, Nicolás Maduro, propuso al Presidente Donald Trump el envío de soldados norteamericanos para derrocar al tirano Maduro y así imponer un nuevo jefe de estado en Venezuela más al gusto del gobierno norteamericano, o sea a Juan Guaidó, o cualquiera dispuesto a declararse amigo del Imperio. Esto fue lo que hizo Lindsey Graham cuando el 26 de mayo de 2019 propuso en su cuenta de Twitter con toda la seriedad del mundo ir al extremo con una invasión militar de Estados Unidos a Venezuela para efectuar un cambio de régimen, tal y como lo hiciera Ronald Reagan en los 80’s con Granada:
.@LindseyGrahamSC says we should be willing to invade Venezuela as Reagan invaded Grenada back in the 80's #FNS #FoxNews pic.twitter.com/R8tpzyN6CE— FoxNewsSunday (@FoxNewsSunday) May 26, 2019
Al hacer tan osada petición, Lindsey Graham está actuando al más puro espíritu imperialista como lo hacían los Senadores en los tiempos del Imperio Romano cuando creían que Roma era invencible y tenía el pleno derecho de dictarle al resto del mundo "el camino correcto". Para animar al régimen a emprender una invasión a Venezuela, Lindsey Graham evoca no a Vietnam que fue una verdadera catástrofe militar para Estados Unidos en la que perdió las vidas de unos 50 mil de sus jóvenes conscriptos muchos de los cuales regresaron a USA en pedacitos dentro de bolsas de plástico para efectuarles sus entierros con mayor pena que gloria. sino a la invasión de la isla de Granada llevada a cabo en los tiempos de Ronald Reagan como el ejemplo del clásico bully que aprovechando su superioridad en logística y armamentos, emprende una guerra en contra de un "enemigo" al cual sabe que terminará avasallando.
En la lista de comentarios del artículo Traición a Trump publicado por el portal LaPolaka.com el 27 de mayo de 2019, aparece el siguiente comentario:
Que curioso que el mismo Senador Lindsey Graham que forma parte de un Congreso paralítico que no hace absolutamente nada para legislar reforma migratoria alguna que dé respuesta rápida al problema de las caravanas de migrantes centroamericanos sea un halcón que creyendo hablar a nombre del Imperio ahora propone una invasión militar a Venezuela como la que le hizo EE.UU. a México en 1848 para quitarle la mitad de su territorio. ¿Y cuáles son las intenciones ocultas de Lindsey Graham en la promoción de tal guerra? ¿Qué beneficios procura obtener para el Imperio a cambio de las vidas de los jóvenes norteamericanos que sean enviados a morir a Sudamérica (los 50 mil conscriptos que fueron enviados a morir a Vietnam no obtuvieron absolutamente nada en esa guerra en la que el Imperio no logró nada excepto el ridículo mundial)? ¿El petróleo venezolano? ¿Más tierra ahora, de Venezuela para sostener la expansión territorial de EE.UU. acorde con el espíritu imperialista del Destino Manifiesto? El burro ignorante de Lindsey Graham (con cero en historia) debería ser regresado a la High School o por lo menos a la escuela primaria para que lo pongan al día sobre la crudad realidad de la geopolítica actual y, más que nada, que le hagan ver que el EE.UU. de hoy ya no es el EE.UU. de hace medio siglo, no es el único país que posee bombas atómicas o proyectiles balísticos intercontinentales, ni es el país que inventó Internet (al creador de Internet, el británico Tim Berners Lee, el Imperio nunca le quiso dar un pasaporte de residencia permanente "green card" porque ni era hijo de un ciudadano norteamericano ni estaba casado con una ciudadana norteamericana), ni es ya la primera potencia económica mundial (hoy lo es China), y ya ni siquiera la Migra de hoy de EE.UU. despierta en los indocumentados el mismo pavor que el que antes despertaba la Migra de EE.UU. de hace medio siglo (este hecho le consta a todos los mexicanos que residen en la frontera con EE.UU.)
https://www.culturagenial.com/es/frase-america-para-los-americanos/
Una pregunta importante que se le puede formular a Lindsey Graham es: ¿está mucho mejor ahora la población de Granada tras la invasión militar norteamericana que como lo hubiera estado si no se hubiera llevado a cabo jamás dicha invasión? Lo más probable es que en su abismal ignorancia Lindsey Graham ignore la respuesta, aunque si la conociera de seguro se quedaría callado. Y es que, al igual que en muchas otras guerras que ha emprendido el gobierno norteamericano, el gobierno de la isla de Granada no cometió ninguna acción de agresión previa en contra de Estados Unidos o en contra de ciudadanos estadounidenses que justificase la declaración de guerra norteamericana en contra de la isla de Granada. Los Marines simplemente son enviados a efectuar su trabajo, y como buenos soldados que son deben obedecer sin cuestionar para nada si aquello por lo que están peleando es algo por lo que vale la pena morir o si está plenamente justificado. Son las actitudes típicas de un Imperio al cual todos los demás se le deben someter por la buena o por la mala.
Otra pregunta importante que el intervencionista imperialista Lindsey Graham está obligado a responder es: Suponiendo una invasión militar norteamericana exitosa a Venezuela, ¿a quién propone el Senador Graham para que tome el lugar que hoy ocupa Nicolás Maduro? ¿Con quién espera que Nicolás Maduro sea reemplazado? La respuesta adecuada no es poca cosa. Tras la deposición del Presidente Salvador Allende Gossens de Chile (ELECTO LEGITIMAMENTE COMO TAL POR EL PUEBLO CHILENO), una remoción llevada a cabo mediante una sublevación militar apoyada por la CIA, el reemplazo de Salvador Allende terminó siendo Augusto Pinochet, un dictador sanguinario y brutal que convirtió a Chile en un gigantesco cementerio y un igualmente gigantesco manicomio militar en donde se cometieron con toda impunidad tormentos atroces en lugares tales como la Colonia Dignidad, con violaciones terribles a los derechos humanos de mucha gente inocente plenamente documentados y verificados. La responsabilidad y la culpa por la carnicería que cometieron los militares en Chile tras la caída del Presidente Salvador Allende Gossens necesariamente recae sobre Estados Unidos, y esta mancha negra de enormes proporciones históricas es algo que USA no se podrá quitar de encima jamás. Igualmente, tras la caída del dictador Saddam Hussein de Irak y la destrucción de las temibles guardias republicanas, Estados Unidos no tenía nadie con quien reponerlos para mantener el orden, y la situación pronto degeneró en una cruenta guerra civil que aún no concluye y cuya culpa debe recaer en buena medida sobre los hombros del gobierno norteamericano. ¿Y para cosas tan lamentables como éstas propone el asno Lindsey Graham la remoción de Nicolás Maduro? Por mal que estén hoy los venezolanos con el tirano Maduro, en Venezuela debe de haber algunos intelectuales y académicos que se pongan a pensar que las cosas en Venezuela pueden terminar mil veces peor si aceptan que Nicolás Maduro sea removido para así bailar Venezuela bajo la batuta del gobierno norteamericano.
En el caso de Corea del Norte, Estados Unidos se mueve con mucha más cautela, porque Corea del Norte tiene disponible un arsenal de bombas atómicas y proyectiles que puede usar en cualquier momento para pegarle un gran susto a USA. Si la isla de Granada (o México en 1846 si tal fuera el caso) hubiera tenido a su disposición un arsenal nuclear como el que hoy tiene Corea del Norte, ni estando loco habría autorizado Ronald Reagan una invasión de los Marines a la isla de Granada. ¿Cuál es el mensaje en todo ésto? ¿Cuál es la lección? Que para el resto de los países del planeta Tierra, está confirmado históricamente que la única manera de poder dialogar desde una posición ventajosa con Estados Unidos es desde una posición de fuerza. Se trata de la aplicación práctica de la máxima romana "si quieres paz, prepárate para la guerra". Aunque Kim Jong Un representa una amenaza mucho mayor para Estados Unidos que la que pueda representar el tirano Nicolás Maduro de Venezuela que es malo pero no tan poderoso, en ningún momento ha pedido el Senador Lindsey Graham que se lleve a cabo una invasión de Corea del Norte para remover a Kim Jong Un del poder, porque ya en un caso así hasta a él le tiemblan las piernas y se acobarda.
Pierde también de vista Lindsey Graham la perspectiva de que Venezuela no es la isla de Granada. Venezuela cuenta con un ejército mucho mayor y mejor equipado que el que haya tenido Granada en toda su historia, y en estos momentos cuenta también con asesoramiento de estrategas rusos y chinos así como con el apoyo militar que Rusia y China le quieran dar a Nicolás Maduro en el caso de una intervención norteamericana en Venezuela. Se trata de una situación parecida a la que se tenía en Cuba en los tiempos de la Guerra Fría cuando el Comandante Fidel Castro, al igual que como hoy lo hace Kim Jong Un, por mucho tiempo se estuvo mofando y burlando de Estados Unidos con acciones provocadoras, pero Cuba no recibió jamás ni siquiera unas "nalgadas" porque una invasión norteamericana a Cuba tal vez habría terminado en una catástrofe militar para USA equiparable a la catástrofe que tuvo en Vietnam. "Hay que meterse únicamente con los débiles" vendría siendo la consigna de hoy, igual que como cuando el presidente esclavista James Polk ordenó la guerra contra México en 1846. Y solo con los más débiles, actuando siempre como bully. Pero nunca nunca nunca con adversarios más astutos y peligrosos para USA (y mucho mejor armados) como Kim Jong Un o el camarada Vladimir Putin o el camarada Xi Jinping de la República Popular de China.
Por la inacción del mismo Congreso del cual Lindsey Graham forma parte, y mofándose abiertamente de las barreras migratorias de USA, se le están metiendo a Estados Unidos decenas de miles de indocumentados centroamericanos, muchos de ellos enfermos y casi muertos de hambre sin educación alguna en las profesiones, que le están llegando a USA en grandes contingentes, sin que la "Migra" (US Border Patrol, CBP, ICE, etc.) puedan hacer algo al respecto excepto rabiar su impotencia ante las caravanas invasoras. ¿Y con tales ridículos pide ahora el envalentonado Congresista Lindsey Graham, hoy convertido en resurrector oficial de la doctrina del Destino Manifiesto, que USA se lance a una guerra en contra de Venezuela para un cambio de régimen, una guerra que puede terminar unificando a toda Latinoamérica en torno al dictador Nicolás Maduro y en contra de Estados Unidos al sentirse los demás países de Latinoamérica igualmente amenazados por un bully que está volviendo nuevamente a las andadas?
Bastante lamentable era ya para una potencia como Estados Unidos el tener como presidente a un xenófobo racista e ignorante como Donald Trump, como para ahora tener exhibidos a Congresistas ignorantes como Lindsey Graham que están mostrando el anacrónico rostro de un Imperio que ya no lo es porque ha dejado de serlo, y que se está convirtiendo en el hazmerreir mundial en el concierto de las naciones por las "puntadas" de bufones y payasos incapaces de despertar el respeto y la admiración que otras naciones le tenían antes a USA y que ahora se carcajean del Imperio precisamente por culpa de políticos tan nefastos como Donald Trump y Lindsey Graham.
Si tuviéramos que describir lo que ocurre dentro del cerebro del Senador norteamericano Lindsey Graham, al igual que en los cerebros de muchos otros colegas suyos en el Congreso, la descripción más cercana sería tal vez la siguiente:
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