Antes yo no sabía el por qué pese a tanto fanatismo que hay en México en torno al futbol soccer (me confieso que no soy un fan del futbol soccer) y pese a haber sido México sede de grandes torneos y campeonatos como México 86, México jamás ha podido calificar entre los finalistas para un campeonato mundial ni ha podido ganar una copa mundial. Pero creo que ahora lo sé.
Aunque no sea un experto en cuestiones deportivas ni soy de esos que se pasan sentados los fines de semana y entresemana viendo todos los partidos de futbol en la televisión, tengo claro que en el futbol se gana metiendo goles, para ser el primero o estar entre los primeros hay que estarle metiendo goles a los equipos contrarios. No se puede llegar a la cima perdiendo ante los demás.
Ayer se anunció que el equipo de futbol Bravos FC Juárez competirá de aquí en adelante en la Primera División. Ayer dicho equipo se incorporó como uno de los 19 equipos que competirán en la Liga BBVA MX. Pero esto no es un logro que hayan obtenido subiendo a la Primera División ganando partidos (o sea metiéndole goles a los demás.) El "ascenso" que en realidad no es tal fue el resultado de un truculento trueque que requirió de muchos millones de dólares para que el equipo de futbol Bravos FC Juárez pudiera "ascender" a la Primera División.
El futbol soccer es, más que nada, un negocio, en el que se mueven grandes capitales. Para lograr "ascender" al equipo de futbol Bravos FC Juárez a la Primera División, la multimillonaria empresaria Alejandra de la Vega tuvo que invertir por lo menos 25 millones de dólares. La maniobra para lograrlo parece sacada del manual de maniobras fraudulentas usadas por los políticos mexicanos para beneficiarse económicamente con los contratos multimillonarios para obra pública otorgados a precios inflados bajo el previo acuerdo de que parte del dinero involucrado en el contrato le regresará al político en varios maletines cargados con dinero en efectivo.
En el pasado, la misma familia De la Vega había accedido al máximo circuito de manera deportiva con el equipo Cobras, al vencer en la gran final a los Panzas Verdes de León, el 12 de julio de 1988. De la mano de Francisco Ibarra, los Indios de Juárez ascendieron el 25 de mayo de 2008, tras vencer en la final de nueva cuenta a León. Pero en aquella ocasión el ascenso lo había ganado a pulso el equipo Cobras metiendo goles. Lo que ocurrió ahora no tuvo nada que ver con golizas logradas por el equipo de futbol Bravos FC Juárez.
Esencialmente, lo que sucedió fue que el 11 de junio de 2019, y por aprobación de la Asamblea de la Liga MX, el equipo Bravos FC Juárez llegó a la Primera División vía la compra de la franquicia Lobos BUAP. Y por cierto, a consecuencia de los cabos no atados en la costosa transacción, el rector de la BUAP, José Alfonso Esparza, hizo el coraje de su vida porque no todo el dinero fluyó como debería haber fluído, aunque esto lo tomo yo como el pleito de unos buitres compitiendo entre sí por la carroña. En mayor detalle, en una inversión estimada en más de 30 millones de dólares, la multimillonaria Alejandra de la Vega Arizpe adquirió el certificado de afiliación de la franquicia de Lobos BUAP de Liga MX. Con ese movimiento, el equipo de futbol Bravos FC Juárez, que hasta ayer estaba afiliado a la Liga de Ascenso (una división inferior a la Liga MX) competirá en Primera División en el Torneo Apertura 2019 que inicia el 19 de Julio.
El ascenso a la Primera División, logrado no por un bien ganado ascenso deportivo (o sea por méritos propios de los jugadores) sino a través de la compra de una franquicia, ascenso logrado sin haber metido goles o ganar partidos, provocó tal decepción en Ciudad Juárez que fue "celebrado" con un desangelado festejo.
Si de aquí (la actual Primera División) van a salir los jugadores que en los próximos campeonatos de futbol defenderán a México ante campeones como Brasil, España y Alemania, ¿qué posibilidades tienen de ganar? Pues supongo que las mismas que en los torneos anteriores, si acaso no peores aún. He aquí la explicación que encuentro al hecho de que México no haya ganado nunca una copa mundial.
El reportaje Con dinero se puede publicado el 11 de junio de 2019 por el portal LaPolaka.com es explícito en las denuncias sobre la maniobra de índole mercantil llevada a cabo:
Ciudad Juárez regresa a la primera división de futbol MX.
El presidente de la Liga, Enrique Bonilla, oficializó el cambio de la plaza de Lobos BUAP a Ciudad Juárez.
La adquisición de la franquicia fue por un estimado de 25 millones de dólares pagados por la dueña de los Bravos, Alejandra De la Vega. Alejandra es prominente empresaria y funcionaria del gobierno estatal.
Solo se compró la plaza y no a la directiva. Cuerpo técnico y jugadores, quienes tendrán que ser liquidados por la institución poblana.
Los Bravos jugarán ya en primera división en Apertura 2019 que arrancará el próximo mes de julio.
Es posible que el Gobernador Javier Corral le construya un estadio.
El último párrafo de la nota destaca otro hecho escandaloso separado en el cual el gobernador de Chihuahua ha sido acusado en el pasado de tratar de beneficiar con dinero del erario público de Chihuahua a la empresaria Alejandra de la Vega, presumiblemente para lograr ganarse el apoyo de ella cuando Javier Corral anuncie el lanzamiento de su campaña en pos de la presidencia de México (todavía no anuncia sus intenciones, aunque se da por hecho de que desde hace tiempo que empezó su precampaña presidencial promocionándose de varias maneras por todo México con cargo a los contribuyentes de Chihuahua).
En 2017, el gobernador Javier Corral ya había anunciado la construcción de un estadio que se pretende sustituya al Olímpico Benito Juárez, ubicado sobre la avenida Heroico Colegio Militar, en el área de El Chamizal. Entonces el tema originó controversia porque la dueña del equipo, Alejandra de la Vega Arizpe, era funcionaria de primer nivel en el gobierno estatal de Javier Corral, era ya la secretaria de Innovación y Desarrollo Económico. Se supone que usar puestos de gobierno para fines de enriquecimiento personal es un delito, aunque a esta multimillonaria no parece preocuparle mucho éste conflicto de intereses, sobre todo gozando el apoyo incondicional del corrupto Javier Corral que la puso en el puesto que hoy ocupa (ambos son ciudadanos norteamericanos, y eso es una de las cosas que los une mucho, sobre todo ahora). Ese año 2017, incluso, el exsubsecretario de Obras Públicas, Andrés Carbajal, dijo que estaban buscando opciones de terreno para el estadio que tenía que construirse dentro de la mancha urbana. Algunas opciones que surgieron extraoficialmente eran algunas zonas del suroriente, pero entonces ese tema quedó descartado. En Juárez, Corral retomó el tema en el marco de las negociaciones por adquirir la franquicia de los Lobos BUAP de Puebla una vez que pudo concretarse. “Si el club de futbol Bravos se va a traer ya la Primera División a Juárez, si eso se confirma de que viene de nuevo la Primera División a la frontera y que una franquicia de la Liga Mexicana de Futbol vendrá a Juárez, eso nos obliga de nueva cuenta no solamente a pensar, sino a ejecutar de forma inmediata un mejor estadio de futbol en una asociación público privada”, dijo el gobernador.
En 2017 La Columna de los Reporteros publicó lo siguiente en relación al GRAN REGALO que con dinero de los chihuahuenses tenía planeado hacerle el gobernador Javier Corral a su compinche Alejandra de la Vega Arizpe:
Hace Corral lo mismo que Duarte
Sobre todo para el gobernador Javier Corral Jurado las comparaciones son horrendas con su antecesor “fugitivo”, César Duarte Jáquez.
Las circunstancias obligan al cotejo: el exmandatario no consultó a los juarenses para gastarse 250 millones de pesos en la construcción del estadio de beisbol llamado Juárez Vive; igualito Javier Corral está sacando de su ronco pecho que viene “una digna casa” para los Bravos de futbol. El exgobernador puso a su ídolo Juan Gabriel para la inauguración, Corral traerá a ¿Tiger Woods? Es mera pregunta.
A Corral Jurado le están pidiendo los juarenses —y a Peña Nieto, y a Cabada— más camas de hospital, más médicos, más salones de clases, más maestros, más seguridad pública, más calles alumbrada por la noche, más pavimento en las colonias precarias, más orden vial, menos baches... ¿Quién diablos le pidió al gobernador un estadio de futbol? En las discusiones cafeteras se menciona que sólo pudo ser su colaboradora y patrocinadora de campaña, directiva y dueña —retirada temporalmente— del Club de Futbol Bravos, Alejandra de la Vega.
Aunque nos dicen que en ese negocio también tiene metidas las manos otro funcionario estatal, con relaciones muy cercanas en el equipo deportivo. Ya abundaremos en detalles.
El estadio Juárez Vive construido por el exgobernador pertenece al Gobierno del Estado. Desde su inauguración el 19 de noviembre del 2012 sólo ha servido para algunos juegos de la liga estatal de beis y varios conciertos de cantantes y grupos musicales; es decir, puro negocio para promotores privados. Mínimas las actividades deportivas a favor de los juarenses en general.
Si en el Juárez Vive se gastó Duarte más de 250 millones de pesos no queremos imaginar lo que gastaría Corral para el estadio Nuevo Amanecer Bravos Club... o cómo le pondrá. Parece broma pero no lo es. La vieja historia del despilfarro empieza de nuevo.
Posteriormente La Columna de los Reporteros agregó ésto a lo anterior:
Bravo descaro por un estadio
Imposible creer que un político afamado por su abundante malicia y cero ingenuidad como lo es el gobernador, Javier Corral Jurado, no haya conocido las implicaciones de su anuncio en la construcción de “una casa digna” para el equipo de futbol juarense, Bravos.
En ese club deportivo de particulares está involucrada no solo la secretaria de Innovación y Desarrollo Económico, Alejandra de la Vega, también el secretario de Educación y Deporte, Pablo Cuarón Galindo. Dos funcionarios de los más próximos al gobernador.
De la Vega fue presidenta del Club desde su arranque en 2015 hasta que se retiró —temporalmente— para integrarse al gabinete de Corral Jurado, en octubre del año pasado. Pablo Cuarón, propietario de ferreterías donde hay módulos específicos para promover al equipo de fut, del cual es vicepresidente administrativo y de finanzas su hijo Rodrigo Cuarón Fernández, según la información dada en su momento por la propia directiva y de acuerdo con datos aportados por el propio Rodrigo en la página oficial de Bravos: fcjuarez.com. También aparece en el Registro Público de la Propiedad.
“Estamos contentos y emocionados de que podamos nuevamente traer campeonato aquí a casa”, escribió derrochando optimismo el primero de mayo del año pasado Cuarón cuando Bravos arañaba la llegada a la final.
Prácticamente para todos los juarenses fue una sorpresa el lunes pasado que el gobernador anunciara, aquí, la construcción del estadio como “casa digna” para los Bravos cuando su administración se ha visto incapaz hasta en adquirir placas metálicas vehiculares.
La Recaudación de Rentas sigue emitiendo identificaciones de cartón en lo que llega a su fin el concurso para obtener las metálicas a casi siete meses de arrancar el régimen.
Solo un desequilibrado como Javier Corral, denunciado duramente por editorialistas de la talla de Ricardo Alemán y Beatriz Pagés que lo conocen bien, sería capaz de atreverse a meter las manos en las arcas públicas de un estado que el mismo Javier Corral se queja y dice que carece de recursos para obras públicas porque según él con César Duarte se lo llevaron todo, para beneficiar económicamente a una de las mujeres más ricas de México, Alejandra de la Vega Arizpe, y todo con las expectativas de que ella a su vez lo apoye cuando él se quite la careta y se lance abiertamente en pos de la presidencia de México. El beneficio económico a favor de la multimillonaria Alejandra de la Vega podría empezar con la donación de un terreno para el equipo de futbol Bravos FC Juárez a lo cual se le puede sumar la construcción de un megaestado para uso exclusivo de ella y su equipo de futbol, todo en un estado que tiene problemas y carencias mucho más graves en otros sectores como el sector salud.
La forma truculenta en la cual el equipo de futbol Bravos FC Juárez logró "ascender" a la Primera División sin tener que meter goles ni ganar partidos, así como el GRAN PREMIO de construirle un gigantesco estadio a la multimillonaria Alejandra de la Vega Arizpe por este "ascenso" usando dinero de las arcas públicas de Chihuahua para ello, denota lo mal que andan las cosas en el deporte en Chihuahua (y por ende, en México) y los niveles casi inconcebibles de corrupción a los que se ha llegado en Chihuahua gobernado nuevamente por el Partido Acción Nacional (el partido del bolillo.) Ambas aberraciones, unidas por un balón.
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