martes, 17 de septiembre de 2019

De la Gloria al infierno



La mina Gloria de Samalayuca está dando mucho de qué hablar, ahora que hay planes firmes para convertirla en una gigantesca mina a cielo abierto para extraer los yacimientos de cobre que ya se sabe que hay allí. Todo empezó a raíz de unos estudios sofisticados recientes de evaluación de anomalías gravimétricas y el uso de un aparato emisor de ultrasonido altamente dirigido que puede detectar, desde una distancia segura, minas terrestres enterradas, llevados a cabo por la empresa canadiense VVC Exploration Corporation basada en Scarborough, Ontario. Este es un ejemplo de una mina a cielo abierto:




De acuerdo a comentarios filtrados a varias redes sociales por ingenieros y obreros mexicanos que formaron parte del equipo de exploración en Samalayuca, en varias ocasiones los ingenieros de VVC Exploration gritaron emocionados cosas como "¡Esto debe ser el yacimiento de cobre más grande del mundo, superior a los yacimientos de Chile!". De ser una mina que casi nadie conocía, la mina Gloria está pasando a ser noticia nacional y tal vez pronto será noticia mundial. Si realmente posee una veta de cobre que rivaliza con los yacimientos de Chile, las operaciones para extraer el cobre serán igualmente gigantescas. Pero una operación de mina a cielo abierto, sobre todo de tal magnitud, no se puede llevar a cabo sin ocasionar daños colosales y duraderos al medio ambiente. Dependiendo del tamaño de las operaciones, además de la destrucción de las famosas dunas de Samalayuca el daño a los mantos freáticos con los que se abastece Ciudad Juárez de agua podría ser irreversible considerando el tipo de químicos utilizados en este tipo de minería a cielo abierto. Estando Ciudad Juárez ubicada en medio del desierto chihuahuense, sin agua potable la ciudad estaría condenada a morir. Pero esto también llega hasta Estados Unidos, habido el hecho de que el agua potable que abastece a la ciudad de El Paso (Texas) proviene de los mismos mantos freáticos que abastecen a Ciudad Juárez (la mina Gloria está ubicada a tan solo 30 millas de la ciudad de El Paso.) La muerte de Ciudad Juárez sería el preludio de la muerte de El Paso. Lo que sí es un hecho es que la empresa canadiense y sus patrocinadores, tratando de aprovechar el hecho de que Chihuahua está gobernado en estos momentos por uno de los gobiernos más corruptos y amorales de México, se están apurando para echar a andar las operaciones antes de que cunda el pánico en ambas ciudades y se nieguen las licencias de explotación en Samalayuca.

Javier Meléndez Cardona, Presidente Seccional de Samalayuca (emanado del Partido Acción Nacional), alzándose en defensa de los intereses de la operación de minería que se está tratando de abrir en Samalayuca por parte de la empresa canadiense, ha reaccionado muy indignado ante las crecientes filtraciones, denuncias y acusaciones de todo tipo de chihuahuenses en contra de la pretendida operación de minería cielo abierto en Samalayuca, aunque se abstiene cuidadosamente de negar que una operación de minería como la que se pretende tenga el potencial de ocasionar en Samalayuca un daño ecológico irreversible. En una carta suya publicada el 15 de septiembre de 2019, escribió lo siguiente:

Señor director, el día de hoy (14 de septiembre, 2019), aparece en la sección de Opinión del prestigiado periódico que usted tan atinadamente dirige, un texto editorializado, del señor Santiago González, titulado: Ecocidio en Samalayuca.

Tendencioso, tremendista, y lacerante. Pero sobre todo, plagado de imprecisiones, con las que pretende aterrorizar a la opinión pública, a costa de nuestro intento por entregarle un beneficio a nuestra olvidada población.

Subrayo sus imprecisiones, con el objeto de ejercer mi derecho de réplica a tan inexactas aseveraciones.

Abre con una frase muy categórica: “No existe, no ha existido y no existirá una mina sustentable o ecológica”.

Esta expresión es válida, pues todos tenemos derecho a externar nuestra opinión, pero cuando se exageran los aspectos de la vida real y categoriza tan ostentosamente como si fuera un experto minero o un connotado medioambientalista, falsea la realidad.

No juzgaré su intención o su interés por intentar desprestigiar nuestro proyecto, eso está fuera de comento. Lo que importa es que sus lectores conozcan la verdad que desvirtúa el señor González.

1. Si bien es cierto que tradicionalmente la explotación de minas a cielo abierto, han sido perniciosas para el ecosistema y la salud. Nuestro proyecto sí contempla un modelo sustentable para la explotación del mineral que Samalayuca tiene.

2. Los procesos “invasivos químicos” a los que alude González, en nuestro proyecto minero se han reducido al mínimo (¿?), pues los que habitamos Samalayuca, no somos suicidas. Y en su momento (¿?), mostraremos públicamente el proceso de producción de la mina de Samalayuca, para tranquilidad de nuestra comunidad.

3. Es falso que: “El área de Samalayuca donde una mina canadiense pretende asentarse es una zona de relevancia histórica, arqueológica, natural y estratégica de recursos naturales para toda la comunidad juarense”. El proyecto se finca primordialmente en no lastimar en lo mínimo el patrimonio de la humanidad que guardamos con tanto recelo. En un segundo proyecto, le daremos lustre (¿?) a este valor histórico y cultural.

4. La tendenciosa retórica que el editorialista usa con respecto del uso del agua es inexacta; sin tener idea de cómo se utilizará este recurso, atemoriza a sus lectores con otra categoría determinante: “irremediablemente llegará el día que se acabará”. Es tan ambigua su expresión como la que circula por centurias: “un día irremediablemente el mundo se acabará”.

5. Tiene razón en que el acuífero sobre el cual está asentado nuestro pueblo, abastece industria, agricultura, uso doméstico, etc. Pero somos conscientes de su buen uso, tan es así, que Samalayuca es la única región agrícola del estado y el país, que tiene tecnificadas al ciento por ciento sus tierras de cultivo con distintos sistemas de riego que incluye el uso de cintilla, microaspersión, acolchado y agribon.

6. Desvía su tema central, usando un elemento que nada tiene que ver con este proyecto. La presencia de la termoeléctrica y su desmesurado consumo de agua. Dos temas diferentes.

La apasionada defensa que hace el alcalde de Samalayuca en favor del multimillonario proyecto de expansión de la mina Gloria no parece un acto espontáneo sin interés económico o político personal alguno en mente, empezando por el hecho de que tanto él como el gobernador de Chihuahua pertenecen al Partido Acción Nacional; eso los une. En el artículo al que alude el alcalde de Samalayuca, aparece el siguiente texto: “Casi nadie conoce en qué consistió o cómo se perdió un proceso donde se afecta tanta gente y beneficia a una mina canadiense. Quien conoce ese proceso por ser beneficiario directo, actual vocero de la minera canadiense y presunto presidente seccional del poblado es el Ingeniero Javier Meléndez, quien lleva años frotándose las manos con tan jugoso negocio.”

En el momento preciso en el que la primera excavadora arranque operaciones en la mina Gloria, tal vez será demasiado tarde para impedir lo que seguramente vendrá después con las operaciones de minería a cielo abierto para extraer lo que bien podría ser el mayor depósito de cobre en el planeta. Los políticos e inversionistas que se van a beneficiar directamente en sus bolsillos con esto argumentan numerosos beneficios que se obtendrán con la puesta en marcha de la mina Gloria. Pero, ¿y si están equivocados o sus aseveraciones no son sustentables? En numerosas ocasiones se han tomado decisiones de gran alcance por gente que se creía estar muy bien asesorada por intelectuales y estadistas de primer orden, solo para toparse con la realidad de que tal o cual decisión era una receta para terminar muy mal. Cuando el Zar Nicolás II azuzado por sus consejeros imperiales tomó la decisión de meter a Rusia en la Primera Guerra Mundial, a la larga esa decisión resultó catastrófica porque trajo consigo la destrucción absoluta de su monarquía y la masacre completa de la familia imperial una vez privada de todo su poder. Y cuando Hitler ordenó la invasión de Stalingrado, aunque creyó que tomaba la mejor de todas las decisiones a fin de cuentas se propinó a sí mismo un autogolpe ya que la derrota de Stalingrado solo podía traer consigo un resultado: el fin de la Alemania nazi. Del mismo modo, nada garantiza que si el gobierno de México, corrompido a varios niveles por poderosos intereses económicos que tienen puestos sus ojos en lo que se cree que pueda ser la más grande concentración de cobre en Latinoamérica y tal vez del mundo entero, aprueba la extracción de todo ese cobre con una gigantesca mina a cielo abierto, el resultado final pueda ser la muerte del poblado de Samalayuca así como las urbes cosmopolitas cercanas de Ciudad Juárez (México) y de El Paso (Texas, USA.)

La destrucción planetaria causada por los numerosos atentados que ha estado cometiendo el hombre en contra de la sustentabilidad ecológica de la Naturaleza (de los cuales somos partícipes o cómplices si nos quedamos callados sin hacer nada) está resumida musicalmente en el siguiente clip de video titulado Ecocidio que forma parte de la serie musical Tercer Milenio:





Esta composición de carácter sinfónico puede resultar algo deprimente y “dura” para quienes ven en el horizonte el fin de la vida en la Tierra ocasionado por la mano del hombre. Pero la siguiente composición que sigue a Ecocidio, titulada Esperanza, conlleva un mensaje de aliento que recuerda que aún bajo las peores situaciones y condiciones la vida encuentra un camino con la ayuda de una fuerza superior al hombre mismo que interviene cuando es necesario intervenir para impedir que la Naturaleza y la Creación en el tercer planeta del sistema solar se vayan al traste:





Posteriormente, a la composición sinfónica Esperanza le sigue otra composición sinfónica titulada Renacimiento que resume cómo las súplicas de ayuda lanzadas por un hombre completamente derrotado reciben respuesta en las pequeñas plantas que brotan y empiezan a germinar en los parajes más inhóspitos:





Los resultados científicos que tal vez ya hayan confirmado que en Samalayuca en efecto se encuentra a gran profundidad uno de los depósitos de cobre más grandes del planeta podrían estar resguardados bajo siete llaves en algún archivo secreto de la VVC Exploration Corporation dentro de una caja fuerte a la que muy pocos tienen acceso, y sería muy ingenuo suponer que ese expediente de conclusiones se lo van a soltar a nadie que no sea uno de los grandes accionistas que están financiando algo que puede terminar acabando en una primera etapa con el poblado de Samalayuca así como posteriormente con Ciudad Juárez y con El Paso. Se trata de información que a estas alturas del juego no les conviene soltar a los administradores de la VVC Exploration Corporation. Por otro lado, al corrupto gobernador chihuahuense Javier Corral (en realidad, no nació en México, nació en Texas) le quedan todavía dos años más en el poder, tiempo más que suficiente para tratar de sacar su “tajada” a cambio de su apoyo como gobernador de Chihuahua a la explotación masiva de la mina Gloria. ¿Estaremos entonces ante lo que puede ser el inicio de una lucha entre los intereses de una minoría gobernante cada vez más corrupta como poderosa y una ciudadanía que se está preparando para defenderse y gritarle a los cuatro vientos a esa clase política corrupta un estruendoso YA BASTA? Esto último es algo que solo el tiempo lo dirá.

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