Esta es la Semana Santa. A menos de dos días de que se celebre el Jueves Santo, el día en que se recuerda la crucifixión de Jesús de Nazareth, hay procesiones religiosas por toda la ciudad. La gente lleva ofrendas de todo tipo (monedas, flores, veladoras, etc.) a los templos, encomendándose a la misericordia divina. Sin embargo, hay otro tipo de suplicantes que ya no se toman el tiempo para arrodillarse ante imágenes religiosas ni siquiera en la Semana Mayor, pero que están dispuestos a arrodillarse para rendir culto y reverencia a lo que consideran el nuevo "dios" que quieren hacer suyo, al cual le quieren rendir pleitesía. Se trata no de mexicanos, sino de extranjeros, a los cuales se les ve cada día con mayor frecuencia como resultado de las caravanas migrantes procedentes de Centroamérica. En este caso que aquí se documenta, se trata de tres cubanos, los tres cubanos que podemos ver en la fotografía de arriba, arrodillados y suplicando ser escuchados y atendidos por agentes de la Customs and Border Protection (CBP) instalados justo a la mitad del puente internacional Santa Fe, el la linea divisoria entre Ciudad Juárez (México) y El Paso (Texas).
Hincados, de rodillas, suplicando y con las manos unidas en postura de oración, ellos todo lo que quieren es que se les permita entrada al PAIS DEL DOLAR, en donde por el solo hecho de empezar a ganar dólares norteamericanos en la tierra del dólar creen que se beneficiarán con una especie de “salvación” que los llevará a una utopía maravillosa como esas de las que hablan los cuentos de hadas.
Los “nuevos creyentes” de los que estoy hablando supuestamente son católicos porque proceden de un país que antes del ascenso del comunismo era predominantemente católico. Sin embargo, tantos años bajo la dictadura del comunismo ateo posiblemente mellaron en sus convicciones haciéndolos cambiar sus lealtades. La Biblia dice “No tendrás otros dioses ajenos delante de Mí” (Éxodo 20:3-5), el Primer Mandamiento de la Ley de Dios. Pero estos tres cubanos, los cuales son representativos de los miles que están llegando además de ellos, tienen otro dios al cual veneran con fanatismo casi demencial, y ante cuyos representantes (como los agentes del Customs and Border Protection apostados a la mitad de los puentes internacionales) los recien llegados cubanos están dispuestos a arrodillarse suplicando fervorosamente se les conceda la para ellos inigualable bendición de ser admitidos en lo que quieren que sea su Jardín del Edén.
La fotografía apareció publicada bajo la siguiente nota periodística que nos dá mayores detalles:
Suplican cubanos a medio puente ingresar a El Paso
Son dos hombres y una mujer que dice estar embarazada; afirman que los asaltaron aquí
El Diario de Juárez
Martes, 16 de Abril, 2019
Hincados y al punto del llanto, tres cubanos, dos hombres y una mujer, suplicaron a elementos de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) en el puente “Libre” que no los regresaran a Ciudad Juárez, donde aseguraron los asaltaron y les quitaron todo.
Un automovilista comentó que presenció cuando las tres personas corrieron entre las líneas de carros para tratar de internase a territorio norteamericano, pero fueron alcanzados por los oficiales y los llevaron a la mitad del puente para ordenarles que regresaran a México.
“A los dos hombres y la mujer les colocaron las esposas y después éstos entre el llanto suplicaban que no querían regresar a Juárez, donde les robaron todo. La mujer decía que estaba embarazada, ante la indiferencia de uno de los oficiales que le expresó que no era su problema”, narró un testigo.
Esa persona señaló que los oficiales les preguntaron por qué habían salido de Cuba, a lo que respondieron que no estaban de acuerdo con las leyes y la dictadura en su país.
“Yo no me quiero ir a México porque allá me robaron; quiero que me detengan, quiero que me den asilo”, expresó la mujer, quien les quería mostrar un documento en el que se asentaba de su embarazo.
Es imposible corroborar la historia que los tres cubanos suplicantes le contaron a los agentes de la CBP apostados del lado norteamericano de la línea divisoria internacional acerca de que supuestamente en Ciudad Juárez fueron asaltados y les robaron todo. Por principio de cuentas, no es creíble que estos indocumentados que están llegando como parte de las grandes caravanas de indocumentados que están invadiendo a México hayan traído valores consigo o grandes cantidades de dinero que les pudieran robar, porque la voz se ha corrido entre estos caravaneros de no traer un solo centavo en sus bolsillos ya que una vez en México sobran lugares en donde recibirán hospedaje, alimentos, atención médica y hasta pañales (En Oaxaca: Hermanos en el Camino, en Tijuana y Ciudad Juárez: las Casas del Migrante, etc.) y por lo tanto no necesitarán traer un solo centavo en sus bolsillos ya que tanto en México como en Estados Unidos gozarán de la gran vida sin necesidad de tener que trabajar para ganarse su manutención. Gracias a la ayuda de organizaciones delincuenciales como Pueblo Sin Fronteras especializadas en promover (y beneficiarse con) la inmigración ilegal a territorio norteamericano, cuentan con un manual que les dice a dónde ir para obtener ropa, alimento y hospedaje. Si realmente fueron asaltados y les robaron algo (¿como qué, relojes de oro, carteras con miles de pesos?) se supondría que acudieron a la Comandancia de Policía en Ciudad Juárez para interponer una denuncia, pero no parece que hayan hecho tal cosa, de modo tal que no parecen tener ningún documento en sus manos con el que puedan comprobar la historieta del asalto del que presuntamente fueron víctimas.
Por otro lado, los caravaneros están perfectamente bien instruídos y aleccionados de que para poder obtener la condición de “asilados” en Estados Unidos deben presentarle al Juez migratorio al que le toque revisar sus casos una historia dramática (aunque sea falsa, lo único que se requiere es que la historia sea consistente sin inventar detalles de más que sean difíciles de recordar y que puedan ocasionar contradicciones con testimonios posteriores) en la cual entre mayor dramatismo contenga mayores probabilidades habrá de obtener el ingreso legal mediante la categoría de asilo, asegurándose que si se logra que el Juez ya conmovido derrame algunas lágrimas entonces la aprobación del asilo estará prácticamente garantizada y se habrá logrado el objetivo de obtener residencia legal permanente en los Estados Unidos sin necesidad de tener que haber hecho fila en ningún Consulado ni Embajada en el país de origen y sin necesidad de tener que cumplir con ninguno de los requisitos que se les piden a los que quieren obtener la residencia norteamericana de una manera completamente legal. Argumentar que se teme por la vida en caso de ser deportado de Estados Unidos es una manera meramente convenenciera de darle dramatismo al asunto, ¿y qué mejor cosa para darle tintes melodramáticos a la petición de asilo que argumentar (aunque no sea cierto) el haber sido asaltado en el país de tránsito (México) desde el cual se entró a Estados Unidos?
En el caso de la mujer cubana que argumenta estar embarazada, la urgencia de ella es que su hijo nazca en Estados Unidos, y siendo la madre de alguien que por nacimiento es ciudadano norteamericano (en virtud de lo que establece la Enmienda 14 de la Constitución) pues nada mejor que ello para poder “arreglar papeles” habido el hecho de que los hijos y los padres inmediatos de ciudadanos norteamericanos están en primer lugar en las categorías de preferencias para inmigrar a Estados Unidos. Además, con el solo hecho de que el nacimiento ocurra en Estados Unidos, todos los gastos médicos del alumbramiento así como los gastos posteriores al parto corren por cuenta del gobierno norteamericano si la persona no cuenta con recursos económicos para sobrevivir en los USA. De hecho, abundan las embarazadas que aún sin estar casadas se embarazan deliberadamente con tal de “brincarse la barda” poco después para que su hijo nazca en territorio norteamericano, pasando a ser madres de ciudadanos norteamericanos que representa la puerta de ingreso legal a Estados Unidos, lo cual ha dado lugar a un redituable negocio conocido como el turismo de maternidad. Hay desde luego algunas indocumentadas que no logran cruzar a territorio norteamericano a tiempo y sus hijos terminan naciendo en México. Para mujeres en esta situación esto se vuelve una verdadera tragedia, porque terminan con un hijo(a) que ya no les va a servir como pasaporte para obtener la codiciada residencia legal permanente en Estados Unidos, y que de haberlo sabido de antemano habrían preferido abortar antes que traer al mundo a un hijo no-deseado (deseado solo en el caso de que nazca en Estados Unidos, no deseado cuando termina naciendo antes de llegar a Estados Unidos).
Anteriormente había una política en Estados Unidos que le daba preferencia (¿injusta?) a los indocumentados cubanos sobre los indocumentados de todas las demás naciones del mundo, llamada la política de pies secos, pies mojados. Pero el 12 de enero de 2017, el presidente Barack Obama anunció el cese inmediato de la política de «pies secos, pies mojados», indicando que los inmigrantes cubanos serían tratados al igual que los de otras nacionalidades, acabando de este modo con el trato diferenciado y enviando a TODOS los indocumentados cubanos futuros a la calle de la amargura (el decreto había sido concretado en un principio para complacer y agradar al electoralmente poderoso lobby cubano en Miami, y aunque muchos cubanos-americanos creían que la política iba a ser restablecida por el presidente Republicano Donald Trump con los Demócratas ya fuera del poder, tal cosa aún no ha ocurrido.) Han pasado ya dos años desde que Obama eliminó la política de Pies Secos, Pies Mojados, y muy pocos excepto los cubanos se dieron cuenta de ello. (El giro brusco e inesperado del trato que por años estuvo favoreciendo a miles de cubanos que abandonaban su lugar de nacimiento para ir corriendo en pos del dólar quedó registrado en esta bitácora el martes 17 de enero de 2017 en la entrada ¿Fin en USA de ventaja migratoria para cubanos?)
Lo que sí es un hecho indiscutible es que los tres cubanos de los que se está hablando aquí estaban dispuestos a hincarse de rodillas y suplicar fervorosamente, con lágrimas en los ojos, el poder ser admitidos al maravilloso territorio norteamericano para así poder vivir a costillas del gobierno norteamericano (o mejor dicho, de los contribuyentes norteamericanos que pagan impuestos) mientras transcurren los meses o años en los que un Juez migratorio les resuelve las peticiones de asilo. Esta adoración es hecha por los indocumentados cubanos a los representantes del Tío Sam en el puente internacional Santa Fé que en esta nueva historieta con tintes pseudo-religiosos vendrían siendo una especie de ángeles o arcángeles a los cuales, si se les puede convencer para que abran sus corazones, permitirán poner un pie en el sueño americano, y si logran tal cosa sin duda alguna les escribirán a sus cientos de familiares y amigos que dejaron atrás en Centroamérica o en Cuba para convencerlos de que hagan lo mismo, incluyendo el humillarse para pedir consuelo y ayuda de rodillas a los agentes del CBP que por cosa fortuita del destino se ven a sí mismos como un objeto de culto y adoración. Tal vez los indocumentado tengan ya, además de su santería, oraciones como la siguiente:
Oración yoruba a los
ángeles CBP de USA
¡Oh, poderoso y gallardo agente de la CBP!
¡Dignate en volver tus ojos misericordiosos a nosotros!
Apiádate de nuestro penar
y mira nuestro gran dolor.
En tus manos está nuestro destino.
En tus manos está nuestro porvenir.
Derrama sobre estos seres indignos
un poquito de tu generosa piedad.
Abrenos las puertas de tu maravilloso paraíso,
y te prometemos que día tras día
alabaremos tu nombre, llevaremos ofrendas a un altar
que levantaremos en tu nombre.
Porque la vida, para quienes no son
American citizens,
es un oprobio, una vergüenza
que no merece ser padecida.
¡Vivan Andy García y Emilio Estefan!
¡Vivan Desi Arnaz y el Che Guevara!
O! say can you see by the dawn's early light,
What so proudly we hailed at the twilight's last gleaming...
(ESTROFAS DEL HIMNO NACIONAL DE USA)
¡Amen, Mister. Donald Trump!
Nuestros corazones están contigo.
Existe también la posibilidad de “encomendarse” a la protección de Los Santos Niños Migrantes como Jakelin Caal y Felipe Gómez Alonzo, de los cuales ya se rumora entre los caravaneros que son muy milagrosos concediendo muchos favores a los indocumentados procedentes de Centroamérica. Sin embargo, no se trata de personas que hayan sido beatificadas y santificadas por la Iglesia Católica sino por las redes sociales, en forma parecida a la “santificación” de la Santa Muerte, y no son ellos los que están presentes las 24 horas del día a la mitad de los puentes internacionales cerrando el paso a los ilusos caravaneros indocumentados, de modo tal que para los indocumentados parece preferible arrodillarse e hincarse fervorosamente ante los “ángeles guardianes CBP del Uncle Sam” para tratar de ablandarles un poco su duro corazón convenciéndolos de tener la caridad de dejar pasar a los caravaneros al país de los billetes verdes. Que es a fin de cuentas lo único que realmente les importa, de ello trata todo.
Habrá quienes digan que esta es una nueva forma de idolatría. Lo importante en todo caso es mantenerse firme en la fé, sobre todo en esta temporada de Cuaresma, evitando la tentación de arrodillarse e hincarse ante falsos dioses e ídolos con pies de barro (los hebreos del Antiguo Testamento nunca se arrodillaban ante nada y ante nadie más que el Señor) por muy tentadores que parezcan los bienes materiales ofrecidos. Jesús mismo dió el ejemplo cuando después de que el Diablo le mostró los reinos que le ofrecía a Jesús si Jesús le rendía culto y adoración (Mateo 4:9, “Todo esto te daré, si postrado me adorares”) Jesús se rehusó a lo que el Diablo le pedia.
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