miércoles, 17 de abril de 2013

No son maestros, son “grilleros”

La educación en México, además de ser un derecho consagrado por la Constitución mexicana vigente que en su artículo 3° declara que la educación impartida por el Estado debe gratuita, laica y obligatoria para todos los habitantes del país, es considerada un derecho humano que está reconocido en los tres grandes tratados internacionales sobre los derechos económicos y sociales. La educación primaria gratuita, obligatoria y abierta a todos es uno de los derechos más claramente definidos, y este derecho está enunciado en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas del que México es signatario, y en su artículo 13 reconoce el derecho de toda persona a la educación diciendo: “Artículo 13.- 1.- Los Estados Partes en el presente Pacto reconocen el derecho de toda persona a la educación. Convienen en que la educación debe orientarse hacia el pleno desarrollo de la personalidad humana y del sentido de su dignidad, y debe fortalecer el respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales. Convienen asimismo en que la educación debe capacitar a todas las personas para participar efectivamente en una sociedad libre, favorecer la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y entre todos los grupos raciales, étnicos o religiosos, y promover las actividades de las Naciones Unidas en pro del mantenimiento de la paz”. De este modo, todo aquello que atente en contra del derecho de los niños a recibir su educación elemental constituye un atentado directo en contra de los derechos humanos de los niños y en contra de México como nación. En esto no hay duda alguna.

Precisamente por lo anterior, el 25 de febrero de 2013 se promulgó en México una iniciativa de reforma educativa enviada por el presidente Enrique Peña Nieto, con la cual el Estado retoma la rectoría de la educación pública, creando entre otras cosas un Sistema Nacional de Evaluación Educativa coordinado por el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación dándole a este último el carácter de organismo público autónomo con personalidad jurídica y patrimonio propios, cuya labor será evaluar la calidad, el desempeño y los resultados del sistema educativo nacional en la educación preescolar, primaria, secundaria y media superior; diseñar y realizar mediciones a los componentes, procesos y/o resultados del sistema educativo, expedir lineamientos para las autoridades educativas federales y locales para las evaluaciones correspondientes, y generar y difundir información para la toma de decisiones tendientes a mejorar la calidad de la educación. Asimismo, en la nueva ley se fijan los criterios, términos y condiciones para el ingreso, la promoción, el reconocimiento y la permanencia en el servicio profesional docente, que en todo caso deben corresponder al mérito del docente en su desempeño para obtener una evaluación justa y adecuada.

En respuesta casi violenta a la nueva reforma educativa, varios grupos de trabajadores del magisterio, principalmente en Oaxaca y Guerrero, han estado llevando a cabo marchas, plantones, manifestaciones callejeras y bloqueos de carreteras, con la finalidad de presionar al Congreso de la Unión para que se revierta la nueva ley en materia de educación. A partir del mismo mes de febrero de 2013 los sindicatos magisteriales empezaron a difundir tendenciosamente varias mentiras y rumores que han estado repitiendo hasta el cansancio arguyendo que el propósito de la reforma educativa es privatizar la educación pública (lo cual es falso), y hacer las cuotas escolares obligatorias haciéndolas que condicionen la inscripción, la entrega de exámenes y la entrega de calificacioens (lo cual también es falso) así como acabar con los programas de becas y desayunos escolares (lo cual también es falso). Estos rumores elevados a dogmas de propaganda empezaron a ser utilizados cuando el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) publicó y distribuyó entre sus más de millón y medio de afiliados un folleto titulado “¿Por qué luchamos hoy?”, según lo publicó EL UNIVERSAL el 9 de febrero de 2013.

La invención propalada con todo dolo y mala fé primero como rumor y después tomada como bandera de lucha acerca de la privatización pública es desenmascarada por el Sergio Sarmiento que elaboró en su calidad de reportero y periodista las siguientes observaciones en un trabajo titulado “Gratuidad”: “La reforma educativa elimina la gratuidad de la educación pública. Esto es, por lo menos, lo que dicen los que están haciendo campaña en su contra. Yo no he encontrado nada en el texto de la reforma que sugiera tal cosa, pero la realidad es lo que menos importa: la campaña continúa. Muchos de quienes participan en las protestas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación y sus organizaciones afines son padres de familia que afirman que se han unido al movimiento porque no quieren o no tienen dinero para pagar cuotas en las escuelas. La propaganda está permeando. Ayer conversé con Eliseo Villar, coordinador de autoridades comunitarias de la Casa de Justicia de San Luis Acatlán, Guerrero, uno de los nuevos líderes de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias (CRAC) que se ha unido a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) en las movilizaciones contra la reforma. Villar es el dirigente que el 10 de abril emitió un ultimátum al gobierno de Guerrero para que se siente a negociar si no quiere sufrir nuevas acciones en su contra. Villar, quien también es maestro, me dijo que el “apoyo popular” al movimiento de la CETEG surge de la eliminación de la gratuidad educativa. Cuando apunté que la reforma no elimina esta gratuidad, me respondió que quienes trabajamos en los medios de comunicación somos cómplices del gobierno y queremos ocultar la realidad. Le insistí que no hay nada en la ley que elimine la gratuidad y añadí que, si lo hubiera, me uniría a las protestas de su grupo. Él señaló que me daría la bienvenida junto con el pueblo humilde de Guerrero. Reviso nuevamente la reforma. La iniciativa modifica los párrafos III, VII y VIII del artículo tercero de la Constitución y añade un párrafo IX. Los cambios tienen que ver con la evaluación educativa, la cual se vuelve obligatoria para escuelas y maestros. La fracción IV, la que establece lisa y llanamente que “Toda la educación que imparta el Estado será gratuita”, no se modifica. No encuentro en esta reforma ninguna disposición que pudiera interpretarse como un paso a la privatización de la educación pública o a la eliminación de la gratuidad. Puedo entender que haya resistencias a la evaluación y que los maestros, especialmente los que saben que tienen un nivel muy bajo de preparación, se opongan a la presentación de exámenes. También que se resistan a cualquier disposición que pudiera llevar a su despido en caso de no aprobar las evaluaciones. Es natural que los maestros se aferren a puestos públicos garantizados de por vida aun cuando su desempeño sea pésimo. Pero la causa planteada así resulta menos atractiva políticamente que decir que el propósito es impedir la eliminación de la gratuidad de la educación de los pobres. De hecho, exigir la inamovilidad de los maestros, sin importar la calidad de su trabajo, es una forma de reconocer que las plazas han sido ya privatizadas y que son propiedad del sindicato o de los maestros. En la vida, sin embargo, no hay nada gratis. Lo que ocurre es que algunas veces la factura se le endosa a alguien más. Personalmente yo vería con buenos ojos que se eliminara el criterio de gratuidad de la Constitución ya que ha sido perversamente utilizado para evitar el pago de cuotas universitarias por quienes sí tienen dinero para pagar. Y ésta es una medida sumamente regresiva. Pero independientemente de mi punto de vista, el hecho es que en esta reforma no se modifica la gratuidad de la educación pública. Uno tiene derecho a sus opiniones, pero no a sus propios hechos”

Para nadie en México es un misterio que la “defensa” de los “derechos laborales” de los mal-llamados “maestros” en realidad es una lucha por el poder, es una lucha por el control y la venta de plazas, por mantener los 60 dias de aguinaldo, por la perpetuación de los maestros aviadores que sólo cobran pero no dan clases en ninguna escuela, por la heredacion de plazas a sus hijos y nietos y bisnietos y tataranietos, el negocio de las cooperativas escolares, por los 90 dias de vacaciones por año, en fin privilegios y canonjías de los que no gozan los maestros en ningún otro país del mundo, ni siquiera en los países ricos. Ningún maestro en ninguna parte del mundo tiene las canonjías que los maestros de las escuelas públicas tienen en México, mientras que los que se joden son los ciudadanos comunes y corrientes que solo reciben 15 días de aguinaldo y una semana de vacaciones al año si bien les va, de poder estar faltando y que de cualquier modo les paguen el dia por no hacer nada, en fin, todo lo que viene siendo un verdadero atraco, porque... ¿qué ha obtenido el pueblo de México a cambio de todos los privilegios desmedidos que se le han dado a esta casta privilegiada? ¿Están los alumnos de las escuelas primarias y secundarias de México entre los primeros diez países de acuerdo a rankings y exámenes como los que lleva a cabo la OCDE? Ni en sueños. ¿Es México semillero de Premios Nóbel como Estados Unidos, Alemania y Japón? Ni en sueños. Lo admirable es que muchos mexicanos que han destacado internacionalmente lo han hecho no gracias a la educación que les imparten en las escuelas públicas los pseudo-maestros que no enseñan nada, sino pese a ellos, y esto es mucho decir. Las enormes cantidades de dinero que se han invertido para convertir a los mentores de las escuelas públicas de México han sido, salvo unas cuantas y honrosas excepciones, dinero tirado a un tonel sin fondo, dinero tirado a la basura.

Una crítica reproducida muchas veces en Internet dice lo siguiente: “ ¿Que quieren los maestros? Horarios: Maestro 4 horas máximo 5, Trabajador privado 9 a 14 horas diarias. Vacaciones: Maestro 90 días al año, Trabajador privado 6 días al año. Aguinaldo: Maestro 2 Meses, Trabajador Privado 15 días. Salario: Maestro 14 000.00 mensuales, Trabajador Privado 6000.00. Prima Vacacional: Maestro 60 días, Trabajador Privado 0. Seguridad Social: Maestro ISSSTE Y Plan gastos Médicos, Trabajador Privado IMSS (con muy mal servicio). Derecho a Vivienda: Es ley el que puedan adquirir una vivienda con créditos blandos cuasi regalados, amplia y cómoda no menor de 70 mts, Trabajador Privado tiene que reunir cualquier cantidad de semanas cotizando para obtener un crédito que mas bien es un contrato de esclavitud perpetua por una covacha de 36 mts cuadrados en casa de la chingada. Prestaciones en especie: Maestro: Vales de Despensa, ayuda para dentista, ayuda para club deportivo , prestamos con 0 interés bono a la educación , cerca de 10 seguros contratados por el gobierno , días por maternidad 60 dias antes 60 dias después con goce integro de sueldo. Licencias para ausentarse del trabajo hasta por 3 años , pensión vitalicia a partir de los 45 años y la posibilidad de heredar la plaza a su descendencia; Trabajador Privado Vales de despensa en algunos casos, maternidad 40 días antes y 40 después con lo que el IMSS pague, pensión vía afores lo que alcances a juntar. Fondo de Ahorro: Maestros por cada peso que ahorran el gobierno tiene la obligación d depositarles 6.5 pesos ¡orale¡, Trabajador privado debe pagar a la Afore elegida un porcentaje por la administración de sus ahorros. Maestros Clubs los maestros tienen hoteles y clubes a los cuales pueden acudir con un costo mínimo, Trabajador Privado , ya le quitaron las playas de Marcelo asi que solo les quedan las fuentes del monumento a la Revolución , Chapultepec y la Aragón (en el D.F.). Productividad: Maestros trabajan 160 días al año a razón de 5 horas diario máximo menos los días de junta sindical, menos festividades menos sus días de cumpleaños que son un jubileo menos los días de apoyo al líder en cuestión, Trabajadores (Los de Slim ) 6 días a la semana 14 horas diarias mas el tiempo que se hace para llegar y regresar del centro de trabajo todos los días del año menos sus vacaciones y los odiados festivos que están desapareciendo en el caso de las tiendas de slim esos días no existen. Etc etc etc…. Rásquenle encontraran mas mucho mas. ¿Que pelean los maestros, que pueden pelear si son participes del pastel que todos pagamos y solo ellos disfrutan? ¿Que pelean ¿? Ni de derecha ni de Izquierda solo dando paso a la conciencia……”.

Quizá lo más imperdonable en todo esto es que por salir a las calles a estar haciendo sus manifestaciones y protestas dejan tiradas las aulas de clase en las que deberían estar preparando a los niños mexicanos para la dura lucha por la vida, lo cual parece importarles muy poco a estos “maestritos” que solo lo son de membrete. Y no solo dejan tiradas las aulas de clase importándoles muy poco el daño irreversible que le están haciendo a los infortunados pequeños y jóvenes a los cuales no están educando, sino que exigen furiosos que se les siga pagando por todos los días que han dejado de presentarse en los salones de clase. Y si en sus protestas y manifestaciones paralizan la actividad de toda una ciudad o de todo un estado como ha ocurrido en Oaxaca (este estado tiene el mayor índice de deserción escolar en todo México, lo cual no es ninguna coincidencia; en el informe del sistema educativo nacional 2008 que publicó el Instituto Nacional para la Educación de la Educación aparecen las estadísticas que indican que Oaxaca, Michoacán y Chiapas son los estados con la más alta tasa de deserción escolar con porcentajes de 5.5 por ciento, 3.2 por ciento y 2.6 por ciento, y en 2006 durante el conflicto social que se vivió en Oaxaca se elevó la tasa de deserción escolar en más de seis puntos porcentuales).

La mala educación que reciben miles y miles de niños mexicanos en las escuelas públicas los ponen en seria desventaja en contra de los niños finlandeses, los niños alemanes, los niños japoneses, los niños ingleses, los niños franceses, los niños australianos y los niños suizos en contra de los cuales tendrán que competir en condiciones sumamente adversas los niños mexicanos cuando todos ellos sean adultos.

A decir verdad, no todos los maestros de las escuelas públicas de México son meros burócratas magisteriales vividores del presupuesto además de ser unos verdaderos ignorantes. Hay algunos que honran su misión, que incluso son para sus alumnos como un segundo padre o una segunda madre (como se acostumbra en otros países como Japón). Desafortunadamente, estos son la minoría, y son incapaces de poder actuar como un contrapeso a las mafias que se han apoderado de la enseñanza en México manejando las escuelas públicas como si fueran un negocio privado. ¡Y todavía así estas mafias tiene la hipocresía de alegar sin fundamentos que el gobierno va a privatizar la enseñanza pública!

La soberbia de los “maestritos” y sus líderes magisteriales, una “casta privilegiada” de la sociedad mexicana, no es algo que se gestó en México de la noche a la mañana. Esto tuvo años creciendo hasta llegar a niveles casi increíbles de cinismo e impunidad. Son los efectos de una corrupción en gran escala que tardó demasiado tiempo en comenzar a ser castigada, y las cantidades monetarias de cuya desviación se acusa a la lideresa magisterial del SNTE Elba Esther Gordillo se presumen cercanas hoy a los dos mil millones de pesos, quizá una de las pruebas más evidente de los niveles de corrupción que permean entre las filas magisteriales. De acuerdo a una nota publicada por EXCELSIOR el 27 de febrero de 2013, un excolaborador de Elba Esther Gordillo de nombre Noé Rivera afirmó que Elba Esther Gordillo es una persona sin valores que convirtió al gremio en una ingeniería electoral. Entrevistado por Francisco Zea para Grupo Imagen Multimedia el 6 de diciembre de 2007, el ex coordinador de observadores electorales del SNTE afirmó que el giro le permitió a la dirigente incrementar su poder político y manejar de manera discrecional una fortuna superior a los 100 mil millones de pesos. “Es una mujer sin escrúpulos, es una mujer que mide, que espía a quien quiere comprar, a quien quiere asociarse o a quien quiere destruir”, afirmó Rivera. La relación de Rivera, según relató, es la de coordinador nacional de observadores electorales; sin embargo, sus funciones eran desde cuestiones administrativas, personales, hasta la operación política en las elecciones. Su relación con la mujer hoy aprehendida en el penal femenil de Santa Martha llegó al grado de elegir los regalos que enviaba Gordillo a amigos o políticos. El mayor regalo que hizo Elba Esther fue una casa en Zihuatanejo “para un periodista muy conocido”. Rivera narró que la Asociación Ciudadana del Magisterio investigó desde 2006 el desvío de fondos, y descubrieron que en 18 años Gordillo manejó más de 104 mil millones de pesos, en fideicomisos que generaron intereses.

Pese al desmedido e incontrolable saqueo de los recursos públicos del magisterio que le permitió a Elba Esther Gordillo obtener entre otras cosas una casa de 4.7 millones de dólares en una zona acomodada de Coronado (Estados Unidos), pagar tratamientos médicos en hospitales de California y obtener una tarjeta de crédito en la tienda de lujo Neiman Marcus (en donde se le acusa de haber usado casi 40 millones de pesos de las cuentas de los maestros del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación para pagar una tarjeta de crédito además de la propiedad de una casa que incluye seis habitaciones, una piscina, un muelle y un yate registrado a nombre de Francisco J. Yañez, con un valor superior a los 82 mil dólares), en ningún momento ninguno de los maestros afiliados a los corruptos sindicatos magisteriales de México ha llevado a cabo jamás un solo acto de protesta, un bloqueo de carreteras o una toma de instalaciones públicas para exigir que se castigue no solo a Elba Esther Gordillo sino también a toda su vasta red de cómplices por los desfalcos cometidos, eso no lo hacen y seguramente no lo harán jamás porque para los corruptos pseudo-maestros que malamente se ostentan como maestros quien tiene que pagar por todos esos excesos debe ser el mismo pueblo de México, al cual lo hacen culpable por no darles aún más privilegios de los que ya tienen. La corrupción entre sus propias filas es algo de lo cual no están dispuestos ni a discutir ni a dialogar, eso nunca ha estado ni está en la mesa de negociaciones, porque en estas cosas lo único que esperan que haya impunidad y complicidad, más no justicia. Es a lo que están acostumbrados. Esto es lo que mide su escala de valores.

No les ha sido suficiente el disfrutar de dos semanas de vacaciones en Semana Santa, el disfrutar de dos semanas de vacaciones con motivo de la temporada decembrina, el disfrutar de vacaciones en muchos días festivos (el primero de mayo día del trabajo, el 5 de febrero Día de la Constitución, el día del maestro 15 de mayo, el día del Inicio de la Independencia de México 16 de septiembre, el aniversario de la Revolución Mexicana 20 de noviembre, el día del estudiante 23 de mayo, el aniversario del descubrimiento de América y Día de la Raza 12 de octubre, el natalicio de Benito Juárez 21 de marzo, la Batalla de Puebla del 5 de mayo, el 30 de abril Día del Niño, la lista es interminable) y, encima de todo esto el disfrutar de dos meses de vacaciones pagadas con motivo de las vacaciones escolares de verano. Como esto no les basta, se toman todos los días adicionales que quieren cuando les pega en su regalada gana abandonando el salón de clases en el que casi nunca se les ve por estar yendo a perder el tiempo en sus manifestaciones y protestas callejeras siempre en demanda de mayores sueldos y mayores prestaciones como si los privilegios que ya tienen no fueran más que suficientes.

En otros tiempos, la enseñanza en México sobre todo en las zonas rurales era un verdadero apostolado, los maestros de México eran realmente maestros en toda la extensión de la palabra que daban clases por verdadera vocación sin faltar jamás un solo día a impartir sus clases a menos de que estuvieran gravemente enfermos o estuvieran en una situación verdaderamente grave, y aún así buscaban la manera de reponer las clases perdidas ya sea usando más horas de clase o extendiendo los cursos a las temporadas vacacionales, no eran holgazanes irresponsables como muchos lo son hoy en día en México para quienes el oficio de maestro más que un apostolado es un empleo como cualquier otro, una  “chamba”, un trabajo con el cual se pueden obtener privilegios y concesiones inmerecidas por parte de un Estado acobardado que por mucho tiempo estuvo cediendo a sus presiones y sus chantajes.

Para muestra un botón basta. El miércoles 10 de abril, en la ciudad en donde vivo, apareció en el periódico El Diario una noticia que bajo el encabezado “Mantiene el SNTE aquí a 6 mil... sin dar clases”, consigna lo siguiente: “En Ciudad Juárez casi seis mil trabajadores de los 17 mil adheridos al Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, SNTE, viven del magisterio sin dar clases. Se trata de una clase privilegiada que cobra por realizar trabajos administrativos, como directores, subdirectores, prefectos, supervisores, de todo, y hasta cientos de conserjes. Según cifras del Sistema Nacional de Información Educativa de la SEP y la Subsecretaría Estatal de Educación, Juárez es una de las ciudades de la frontera norte del país con el mayor número de adscritos al SNTE que no imparten clases frente a grupo en educación básica (preescolar, primaria y secundaria). La estadística, respaldada por versiones de las dirigencias sindicales de las secciones Octava y 42 del SNTE, refiere que de esos 17 mil trabajadores más de 11 mil son maestros que operan frente a grupo en este municipio y en Guadalupe Distrito Bravos, Praxedis G. Guerrero y Ahumada. Así, con base en esta referencia estadística de la situación laboral en el nivel de educación básica, se detalla que Juárez duplica el número de maestros por escuela en comparación con la media estatal.” Y esto es algo que está ocurriendo en todo México.

En otra nota publicada al siguiente día por El Diario bajo el encabezado “Reprueba en transparencia nómina estatal del SNTE” dando seguimiento a la nota anterior, el reportaje detalla cómo nadie, ni siquiera el mismo gobierno, sabe a ciencia cierta qué es lo que hacen los sindicatos magisteriales con los ríos de dinero del pueblo que les entrega el gobierno. Dice la nota: “Pese a que sus prestaciones y salarios son cubiertos con dinero público y suman miles de millones de pesos, la nómina del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), reprueba en transparencia en el estado. Los únicos que saben cómo, bajo qué concepto, porqué y cuánto ganan los profesores, directivos, asesores, comisionados y en general los trabajadores de la educación en la entidad, son sus líderes sindicales, el Departamento de Planeación de la Secretaría estatal de Educación, la Secretaría de Finanzas y Administración del Gobierno estatal, y los mismos maestros. De ahí en más, poco o nada de las millonarias partidas etiquetadas en el Presupuesto de Egresos de la Federación. Sólo cantidades totales. Y es que si bien la información de los tabuladores salariales de los profesores es pública, se desconoce cómo y entre cuántos integrantes del magisterio y cuántos en cada rango se distribuyen los casi 7 mil millones de pesos que el Gobierno de César Duarte Jáquez estima tiene por costo el pago de los salarios anuales del gremio. Y menos aún los salarios que perciben los maestros comisionados del SNTE, de la Sección 8, cuyo número de casi mil 800 es el segundo más grande en el país, que oscilan entre los 70 mil y 200 mil pesos mensuales. Lo anterior de acuerdo al presupuesto de egresos federal del Fondo de Aportaciones para la Educación Básica y Normal (FAEB) que analizó en septiembre pasado la Cámara de Diputados. A nivel estatal sólo se publica, a través de las secciones sindicales, cómo se calcula el pago de cada prestación para su cobro. Del gasto anual en salarios sólo se tienen dos cifras globales determinadas en dos partidas dentro del Presupuesto de Egresos 2013 en la entidad: una por 6 mil 886 millones de pesos contemplada dentro del rubro “Desempeño de las Funciones… Cobertura en la Educación Básica”, correspondiente a erogaciones de los Servicios Educativos del Estado de Chihuahua. La segunda es por 4 mil 211 millones por concepto de “Servicios Personales” del rubro “Calidad en la Educación Básica”, presupuesto que es ejercido por la Secretaría de Educación, Cultura y Deporte. Entre estos dos conceptos de gasto del Presupuesto de Egresos del Estado para este año, se generó una partida global a la educación por 14 mil 468 millones de pesos, superior en 456 millones de pesos a lo programado en ambos rubros en el Presupuesto de Egresos 2012, cuando se destinaron 14 mil 012 millones de pesos. En Juárez, durante el ejercicio fiscal 2012, del presupuesto total de 14 mil millones de pesos se cubrió el salario de 11 mil 005 profesores de educación básica: preescolar, primaria y secundaria. Para este año, de acuerdo con la Subsecretaría de Educación en la Zona Norte, de estas partidas se pagarán los salarios y prestaciones de 11 mil 342 profesores. No obstante, los sistemas federal y estatal no contemplan dentro de la información del gasto un mecanismo de transparencia sobre el monto total ejercido para cubrir la nómina del magisterio, y su desglose. Por ejemplo, un tabulador publicado por la Secretaría de Finanzas del Gobierno estatal determina el salario que devenga cada uno de los 18 rangos directivos en los que se incluyen directores, coordinadores de zona, inspectores y subdirectores, pero no se especifica cuántos trabajadores de la educación hay en cada rubro, y cuánto se invierte en cuántos profesores por cada uno de los tabuladores para determinar a final de cuentas su función, lo que justifica el gasto del erario. El Diario publicó en septiembre pasado que sólo durante el segundo trimestre del 2012, al menos mil 785 profesores no tenían un grupo asignado o una función específica en contacto con el alumnado, pues se encontraban de “comisión” para cumplir funciones sindicales. Según lo determinado por el Fondo de Aportaciones para la Educación Básica, la Secretaría de Educación Pública exhibió los nombres de los maestros en comisión sindical y los salarios que perciben entre los 70 mil y 200 mil pesos trimestrales. Bajo estos conceptos, Chihuahua es en el país el segundo estado con la mayor cantidad de maestros comisionados por el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación a funciones extramuros, incluso no justificado si esas actividades están relacionadas con la labor docente. Esta transformación de profesores frente al aula en “burócratas comisionados” obligó al Senado a analizar una reforma para prohibir el pago de salario y prestaciones a los maestros comisionados por sus sindicatos a diversas tareas. Durante los últimos dos años, el número de maestros que dejaron los salones de clase para trabajar como burócratas se ha incrementado en un 27 por ciento, al pasar de 2 mil 442 en 2010, a 3 mil 388 profesores en 2012”. Y esto es algo que está ocurriendo en todo México.

El desglose detallado hasta el último centavo sobre qué es lo que hacen los sindicatos magisteriales con el dinero del pueblo es un secreto mejor guardado que los secretos militares del gobierno norteamericano, y ello pese a que en México existe un Instituto Federal de Acceso a la Información (IFAI) que debería obligar a estas mafias sindicales a darle una rendición de cuentas claras al pueblo. En ningún otro país del mundo entero existe un organismo de servicio público del que se ignora a ciencia cierta lo que hacen con el dinero del pueblo, aunque por escándalos como el reparto de decenas de camionetas de lujo modelo Hummer que estalló en octubre de 2008 (en ese mismo cónclave efectuado en Hermosillo, Sonora, la jefa de la cúpula charra Elba Esther Gordillo que se estaba adueñada de la organización gremial exigió al Legislativo incluír en el presupuesto de 2009 un monto adicional de alrededor de 8 mil millones de pesos amenazando con ordenar movilizaciones de los afiliados para lograrlo) se da por hecho que una gran parte de ese dinero está siendo robado y tirado a un barril sin fondo. Estos corruptos sindicatos magisteriales se han bebido gran parte del petróleo de México, se han comido buena parte de su producción de oro y plata, y como no tienen llene posiblemente no quedarán contentos hasta que terminen incurriendo en antropofagia en contra del mismo pueblo que les ha tolerado sus excesos y desmanes por bastante tiempo a cambio de resultados magros que dejan mucho que desear.

En otros tiempos, maestros eminentes como Teodomiro Manzano dedicados tiempo completo al estudio y la enseñanza tenían muchos conocimientos y sabían muchas cosas, y precisamente porque era mucho lo que sabían su pasión era compartir su vasto acervo cultural con sus alumnos aprovechando el tiempo al máximo. Hoy en día, muchos de estos pseudo-maestros que lograron sus empleos comprando la plaza o usando sus influencias o simplemente heredando la plaza de su progenitor (uno de los privilegios que la nueva ley federal de educación trata de acabar es precisamente la heredabilidad de las plazas) tienen tan pocos conocimientos que la única justificante que pudieran esgrimir para faltar tanto a los salones de clases es precisamente porque tienen muy pocos conocimientos que impartir, porque son unos verdaderos ignorantes que no tienen nada que enseñar, ni tienen vocación de maestros ni pueden enseñar cosas que ellos mismos no saben. Si muchos de ellos no pueden enseñarle a sus alumnos los artículos más importantes de la Constitución es porque ni siquiera ellos mismos los conocen, y posiblemente jamás en sus vidas han leído la Constitución mexicana al menos para saber de qué se trata; el único conocimiento que tienen de la Constitución es que para ellos es un pretexto más para tener otro día de asueto. Esta es una de las razones por las cuales muchos de ellos le temen a la aplicación de exámenes de evaluación, porque estos exámenes exhibirían a muchos de ellos como lo que realmente son, ignorantes cuya falta de cultura raya casi al nivel de un analfabetismo funcional. En una débil justificante, estos pseudo-maestros argumentan que en un país tan culturalmente diverso como México en donde abundan las comunidades indígenas en las cuales su medio de comunicación no es el castellano, no es posible aplicar un examen nacional de evaluación en castellano. Aún admitiéndoles este pretexto que únicamente confirmaría que en casi un siglo los pseudo-maestros no han cumplido con su misión prioritaria de enseñarles a las comunidades indígenas de México a poder comunicarse en castellano permitiéndoles con ello el poder comunicarse con cualquier otro mexicano en una lengua común, hay ciertas cosas que siguen siendo exactamente las mismas sin importar el idioma que se utilice. Dos y dos siguen siendo igual a cuatro en cualquier parte del mundo, sea en México, en China y en el Polo Norte. Las nociones básicas de biología siguen siendo las mismas y las leyes naturales son de carácter universal. La geografía física e inclusive la geografía física también tienen carácter universal, cualquiera que diga que Hong Kong es la capital de Brasil demuestra una ignorancia abismal que lo exhibe casi casi como un analfabeta. Los exámenes nacionales de evaluación pueden ser traducidos sin problema alguno a las lenguas nativas, y los temas básicos así como las preguntas y las respuestas son las mismas. Precisamente por la enorme falta de cultura que distingue a estos pseudo-maestros, y para que su ignorancia casi total no quede al descubierto, entre sus demandas para dar marcha atrás a la nueva reforma de la ley educativa está la no-aplicabilidad en todo México de un examen nacional de evaluación, recurriendo en cambio a la “regionalización” y “tropicalización” de los exámenes de evaluación adecuándolos a las necesidades particulares de cada región, lo cual no es más que un eufemismo para substituír al examen nacional de evaluación por una auto-evaluación con la cual los mismos que serán examinados elaborarán sus propios exámenes con los cuales se calificarán ellos mismos, con las más altas calificaciones posibles desde luego.

Ni en los Estados Unidos ni en Canadá ni en Reino Unido ni en el resto de Latinoamérica tienen algo como el SNTE. Y pese a ello, la calidad de la educación en estos países supera con creces la calidad educativa de las escuelas públicas en México, como lo demuestra el grado de progreso y bienestar social de que gozan los ciudadanos y niños de dichos países en comparación con el atraso brutal que se vive sobre todo en zonas como Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas. Lo que sí tienen en Estados Unidos son evaluaciones de conocimientos como aquellas a las que se oponen tan rabiosamente los pseudo-maestros grilleros de México, una de ellas se llama Scholastic Aptitude Test (SAT); es obligatorio y es de carácter nacional. Allá no se le permite ni a los ignorantes ni a los “burros” ni a elementos anti-sociales estar al frente de un salón de clases, eso se lo dejan a otros países atrasados como México. Y esta es una de las razones principales por las cuales millones de familias que vivían en las zonas marginadas de México de México y que no cuentan con los recursos para enviar a sus hijos e hijas a colegios privados costosos emigraron para trabajar como indocumentados (mano de obra esclava) en dicho país, darle a sus hijos e hijas las oportunidades educativas que no se reciben en muchas escuelas públicas de México. Así de vasta es la diferencia de valore educativos entre ambos países.

Si realmente la prioridad nacional es el interés superior del niño y el derecho universal a la educación, entonces no queda más remedio que la obligación innegociable de aplicar sanciones a los maestros que realicen paros de actividades sin causa legal justificada. Tan solo en Guerrero, en los meses de febrero y marzo de 2013, el magisterio disidente agrupado en torno a la CETEG dejó sin clases durante más de un mes a cerca de 400 planteles, y aunque hubo sanciones salariales al final de cuentas lograron con sus tácticas de presión, extorsión y chantaje que les pagaran por todos esos días no trabajados, tras lo cual en agradecimiento continuaron tomando en diversas ocasiones la Autopista del Sol. Por otro lado, información de la Secretaría de Educación de Oaxaca muestra que un millón 300 mil niños de educación básica en la entidad perdieron desde 2006 hasta junio de 2012 un total de 198 días; pero de esa fecha a este mes de marzo, los maestros pararon 13 días en julio y en este año 2013 llevan cuatro días suspendidos, con lo cual suman 215 días de clases, cuando un año escolar se compone de 200 días; es decir, han perdido 15 días más de un ciclo escolar completo.

Aunque los maestros paristas, huelgistas, motineros han tratado de maquillar de varias maneras las causas por las que están peleando, en realidad a fin de cuentas todo se reduce a una sola cosa: el control de las plazas. Antes de la reforma educativa en México, era común el poder comprar una plaza de maestro dirigiéndose a la persona adecuada en el SNTE, y el costo de la plaza dependía del lugar en donde se compraba, con las plazas en las urbes metropolitanas cotizándose a los precios más elevados. Otra manera de obtener una plaza era traficando influencias de alto nivel. Todo esto se derivaba del hecho de que la adjudicación de las plazas magisteriales estaba en manos de los sindicatos magisteriales y no en manos del Estado.

Es impactante ver como los pocos maestros de las escuelas primarias y secundarias públicas que logran “colarse” con la ayuda de sus influencias en los sindicatos magisteriales para ir a otros países como Estados Unidos o Canadá en programas de intercambio se convierten fuera de México en maestros modelo, maestros responsables que jamás faltan un solo día al salón de clases y por el contrario trabajan fuera de los horarios normales de los salones de clases haciendo en su tiempo libre la labor de tutores con estudiantes que tienen dificultades en alguna materia. Jamás andan organizando allá manifestaciones callejeras, convocatorias a huelgas magisteriales, marchas y plantones o protestas dejando tirado el salón de clases que tienen a su cargo. Aunque a decir verdad, en ello posiblemente también tiene mucho que ver el hecho de que en tales países no es como en México, si faltan a impartir sus clases sin tener una causa verdaderamente justificada allá simplemente los despiden, los echan fuera del plantel y del sistema escolar, les ponen “bola negra” para que nunca más sean admitidos como maestros en ninguna otra escuela pública, y los deportan de inmediato de regreso a México para que en México puedan hacer todos los desmanes y las tropelías que no les toleran ni jamás les tolerarían en esos países.

El miércoles 3 de abril de 2013, ante los amagos de los maestros de Oaxaca y Guerrero, el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, advirtió que los docentes que no cumplieran con 200 días de clases serían despedidos. El funcionario se cuestionó: “Qué pasa si usted no va a trabajar, se le descuenta el día, y qué pasa si durante varios días no asiste injustificadamente a trabajar, pues se da por terminada la relación laboral”. Subrayó que de los 200 días que todo niño tiene que ir a la escuela en un año electivo, “sabe cuántos días de clase hay en Oaxaca, 100, ¿es justo?, uno de los estados más pobres del país y con una educación raquítica de los estudiantes, por eso dije, la ley tiene salidas, tiene forma de hacer que las cosas cambien”. El encargado de la agenda educativa aseguró que existe la doble alternativa, “el diálogo o la aplicación de la ley”, agregando “el que argumenta que lucha por la educación violando los derechos de terceros, carece de razón legal y más aúnde autoridad moral”. Ante el Presidente Enrique Peña Nieto y el líder del SNTE, Juan Díaz de la Torre, Emilio Chuayffet insistió que la Reforma Educativa involucra a todos, incluso a los que se oponen a ella. En el foro nacional “México con Educación de Calidad para Todos”, el titular de la SEP aseveró que el derecho a la educación que asiste “a nuestros niños no puede seguir siendo quebrantado lesionando sus posibilidades de un mejor futuro”. Chuayffet aseguró que cualquier problema es soluble, si hay disposición de encontrar salidas, pero siempre, como diría Juárez, “con la ley en la mano”. El titular de la SEP abundó que la Constitución y las leyes marcan el camino a seguir para llevarla a cabo y para dirimir las diferencias “sólo hay un límite infranqueable, no hay derecho contra el derecho”. Posteriormente, Emlio Chuayffet dijo días después: “Los amparos interpuestos por los maestros en contra de la reforma educativa no van a llegar a nada, porque ésta se hizo con mucha pulcritud. De una vez contesto lo que quizá no me van a preguntar, pero que quiero decir... ¿Dirán, para qué han admitido amparos en contra de la reforma constitucional?. El trámite del amparo es sólo para que se verifique si el procedimiento de reforma constitucional fue legal, fue correcto, el fondo no se modifica, entonces esto hay que decirlo para que la gente no caiga en engaños, lo que se ventila en cada amparo es revisar si se reunieron las Cámaras, si hubo quórum en las sesiones, si hubo el número suficiente de estados para hacer el cambio constitucional, y se acabó, en ese momento, la reforma deja de estar en una zona de litigio constitucional. Lo que no podemos admitir es el chantaje, la presión, el cerrar escuelas para ser oídos, eso no se puede permitir. Eso no se acepta en ningún país del mundo, violar la ley al esgrimir ‘mi derecho ha sido menoscabado’. No hay derecho contra derecho”. Por su parte, el Presidente Enrique Peña Nieto advirtió el mismo 3 de abril que el Gobierno de la República no permitiría retrocesos, ni presión en la aplicación de la Reforma Educativa, arrancando aplausos y vítores entre una multitud que parecía gritar ¡YA BASTA!. En el foro nacional “México con Educación de Calidad para Todos”, el Ejecutivo federal abundó que “ningún intento de presión pondrá en riesgo la formación y desarrollo de las nuevas generaciones”. El Primer Mandatario aseguró que “con el apoyo de todos los sectores sociales cumpliremos los mandatos de este ordenamiento y llevaremos adelante la transformación educativa que exigen y merecen todos los mexicanos”, aseverando además que “todos los maestros que estén comprometidos con su noble profesión formadora tendrán invariablemente la atención y el respaldo del Presidente de la República y de todo el Gobierno, en sus manos y en las aulas, se está construyendo día a día un mejor país”. El Presidente manifestó que gracias al apoyo de legisladores, gobernadores, líderes políticos y ciudadanos, fue aprobada y promulgada en sólo tres meses la Reforma Educativa. “Y con esta reforma, el Estado retoma la rectoría y la función reguladora que le corresponde, a fin de acelerar la transformación educativa del país. Así, damos un paso firme. Éste es un paso firme para hacer realidad el derecho humano a la educación de calidad de todos los mexicanos”. Recordó que los ejes de acción de esta Reforma Constitucional son tres, fundamentalmente: Primero. Que los alumnos sean educados por los mejores maestros. Con el nuevo servicio profesional docente, ahora el mérito es la única forma de ingresar y ascender en el servicio educativo del país. Segundo, que la evaluación sea un instrumento para elevar la calidad de la enseñanza. Para ello, se otorgó plena autonomía al Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación y se creó un sistema de evaluación. Y tercero, que la educación se convierta en una responsabilidad compartida. Peña Nieto destacó que la Reforma marcará para bien el rumbo de la República en las siguientes décadas y puntualizó: “Lo que sigue es adecuar ahora la legislación secundaria, particularmente la Ley General de Educación, y expedir la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación”. 

Respecto a la creación de un nuevo Instituto Nacional de Evaluación Educativa y la aplicación de exámenes nacionales tanto a alumnos como maestros, el periodista y comentarista Sergio Sarmiento expuso: “Lo que no se mide no se puede mejorar, por supuesto. Es importante que el sistema educativo tenga evaluaciones que permitan determinar si la instrucción está sirviendo para algo o si sólo se está desperdiciando. Es válido discutir cuáles son los exámenes más adecuados en distintas circunstancias y lugares. El propósito de las evaluaciones debería ser el de asegurar que los estudiantes puedan mejorar su desempeño y no nada más filtrar a los alumnos de origen humilde para abrir camino a quienes vengan de familias más prósperas. La educación debe ser un instrumento de salida a la trampa de la pobreza. El que puedan discutirse los criterios, sin embargo, no significa que deban eliminarse las evaluaciones, ni que se dé el control sobre ellas al sindicato, ni que las pruebas se ajusten a los "usos y costumbres" de ciertas comunidades. Muchas de las exigencias de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación son excusas para evitar la evaluación y para mantener el dominio sobre el sistema educativo. Para lograr estos objetivos la CNTE ha adoptado una política de confrontación con la que agrede a los ciudadanos comunes y corrientes porque sabe que esta estrategia ha demostrado ser muy exitosa ante gobiernos débiles como los que tenemos en México. De hecho, los gobernadores Gabino Cué de Oaxaca y Ángel Aguirre de Guerrero se han apresurado a llevar a cabo contrarreformas inspiradas por la CNTE: no para mejorar los criterios de evaluación sino para emascularlos. Los maestros de la CNTE parten de la suposición que las plazas docentes y las escuelas son suyas. El Estado no puede establecer un sistema que mida el desempeño docente y sirva para decidir contrataciones, ascensos o destituciones porque las plazas son propiedad privada. La CNTE está dispuesta a dar cualquier batalla para impedir que las plazas pasen a ser un bien público porque su privatización ha sido fuente de poder y de dinero. El Estado mexicano tiene obligación de defender el carácter público de la educación. El esfuerzo del gobierno es fundamentalmente correcto, independientemente de que el nuevo Instituto Nacional de Evaluación Educativa pueda hacer todos los ajustes necesarios a las evaluaciones. Pero el problema es que el Estado debe luchar por salvaguardar un bien público desde una posición de debilidad. Los grupos de la CNTE llevan a abiertamente acciones como bloqueos de carreteras, calles y centros comerciales porque buscan afectar a terceros. Saben que la autoridad difícilmente se arriesgará para defender a los ciudadanos. Los gobernadores Cué y Aguirre se han rendido de manera incondicional ante estas presiones porque conocen los costos que en nuestro país debe pagar cualquier gobernante que recurra al uso legítimo de la fuerza. Y si bien es verdad que el nuevo gobierno federal parece estar dispuesto a dar la pelea, cuando llegue el momento de la confrontación no nos sorprenderá que las autoridades se queden paralizadas y los activistas ganen todas las batallas”.

No se vale que en las aulas de clase haya maestros que no saben ni pueden enseñar los principios más elementales para poder dar primeros auxilios en caso de una emergencia médica, no se vale que haya maestros que crean que una raíz cuadrada es una raíz de un árbol con raíces en forma de vigas rectangulares, tampoco se vale que haya maestros que crean que la capital de Brasil es Hong Kong o que crean que los esquimales son una tribu de Africa, ni se vale que haya maestros que crean que Miguel de Cervantes Saavedra es un campeón de lucha libre o que crean que Abraham Lincoln es un personaje de novela utilizado para hacer una película ganadora del Oscar. ¿Saben qué fue la Guerra de Crimea? ¿Saben cuántos litros caben en un metro cúbico? ¿Saben cuál es la función del páncreas o del hígado en el cuerpo humano? ¿Saben quiénes fueron los celtas? ¿Pueden nombrar al menos un solo libro ya sea de Octavio Paz o de Carlos Fuentes? No tienen vergüenza. Si tienen miedo de que con los exámenes nacionales de evaluación su ignorancia supina quede al descubierto, que quede al descubierto que no saben por lo menos las mismas cosas que les deberían estar enseñando a sus ptopios alumnos y a los cuales castigan con la boleta de calificaciones, deberían ir a la escuela pero no como maestros sino como alumnos. Y si no son capaces de asimilar los conocimientos mínimos que se deben tener para poder recibir un certificado que acredite haber concluído la educación básica, posiblemente deberían ser dados de alta en escuelas para personas con capacidades diferentes.

La respuesta furiosa dada por los pseudo-maestros que se resisten a dejar de ser una casta privilegiada motivó otro trabajo de Sergio Sarmiento en el cual agregó: “Hoy los maestros de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación llevarán a cabo nuevas movilizaciones en la ciudad de México. Con ellas generarán molestias y problemas a los ciudadanos. La animadversión que la gente común y corriente muestra ya hacia su causa se incrementará. ¿Por qué lo hacen entonces? Porque les funciona. Éste es el mecanismo con el que han logrado obtener recursos y tratos de privilegio a lo largo de las últimas tres décadas. Lo inusitado sería que dejaran de recurrir a una táctica que les ha dado tan pingües resultados. Estas movilizaciones, con sus bloqueos y plantones, son relativamente raras en el mundo. Si bien en los países en que se respetan las libertades individuales existe el derecho a la manifestación pública, los reglamentos limitan las circunstancias o los tipos de marchas o protestas. En los Estados Unidos la primera enmienda constitucional reconoce el derecho a la manifestación pública (right of assembly), pero las leyes secundarias y los ordenamientos locales establecen restricciones que han sido ratificadas por los tribunales. En la ciudad de Nueva York, por ejemplo, los organizadores deben pedir permiso previo a la autoridad municipal señalando la fecha, la hora y la ruta de una marcha. El gobierno puede modificar estos detalles, siempre y cuando no discrimine por el tema de la protesta, debidoa consideraciones de tránsito o de molestia a los ciudadanos. Los bloqueos de vías de comunicación simplemente no se permiten. Cuando el 1ro de octubre de 2011 una marcha del movimiento de indignados trató de plantarse en el puente de Brooklyn, la policía de inmediato desalojó a los manifestantes y detuvo a 400. En Londres o Madrid existen restricciones similares e incluso más severas. Las marchas deben ser aprobadas por la autoridad municipal. En la capital británica no se permiten las protestas frente al 10 de Downing Street, la sede del gobierno. En Madrid no se autorizan junto a las Cortes, esto es, el parlamento. Se considera inaceptable que los legisladores realicen su trabajo bajo presión de una muchedumbre. Cuando el 26 de septiembre de 2012 una protesta se aproximó a demasiado al Congreso de los Diputados, la policía madrileña dispersó la protesta y detuvo a 35 manifestantes. En la acción se registraron 64 lesionados. En ningún país democrático, por otra parte, se permiten las manifestaciones violentas, por ejemplo con ataques a la policía con piedras o bombas molotov, ni los bloqueos de vías de comunicación que en México sí se toleran. Nadie sostiene que en nuestro país se respeten más las garantías individuales que en Estados Unidos, la Gran Bretaña o España. Lo que ocurre es que en México hemos permitido que organizaciones como la CNTE, el SME, los Panchos Villa y muchas más violen abierta e impunemente los derechos de terceros. Esto no es producto de una decisión filosófica del Estado para darle preponderancia al derecho a la manifestación pública sobre el de libre tránsito, sino una simple consecuencia de la cobardía o debilidad de los gobiernos del país. Hoy los ciudadanos de la ciudad de México tendremos que aguantar nuevamente marchas y bloqueos de la CNTE, como los que han sufrido en días pasados los habitantes de Oaxaca o los usuarios de la Autopista del Sol. Que no nos hagan creer que éstas son molestias menores que hay que soportar para mantener las libertades públicas. No. Las extorsiones a las que somos sometidos los ciudadanos por grupos de poder que buscan y obtienen beneficios del gobierno son una muestra más de que vivimos en un país con gobiernos débiles y gobernantes cobardes. Una vez más la sección 22 bloqueó ayer los accesos a comercios en Oaxaca. Quienes pagan impuestos para sostener a los maestros y a los gobernantes tienen que aguantar estas agresiones directas porque el gobernador Gabino Cué no se atreve a usar la fuerza pública para defender a los ciudadanos”.

¡Cuántas veces no han alzado indignados su voz de protesta los “maestritos” proclamándose víctimas y mártires porque supuestamente el gobierno cruel y autoritario les quiere reprimir su libertad de expresión? En respuesta a estas chilletas de plañideras, el comentarista Leo Zuckermann en un trabajo suyo titulado “¿Es delito reprimir una manifestación?” comentó: “Durante el periodo vacacional la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) se manifestó en contra de la reforma educativa. En Guerrero bloquearon en diversas ocasiones la carretera que conecta al DF con Acapulco causando un caos en plenas vacaciones. Después de varios intentos de negociación, la Policía Federal disolvió a los manifestantes que impedían el paso de los automovilistas. Representantes de la CNTE condenaron esta acción. Su argumento: “Protestar es un derecho. Reprimir es un delito”. De lo primero, no hay duda. La libre manifestación es un derecho humano consagrado en las constituciones de las democracias liberales como México. Los maestros de la CNTE están en su derecho de llevar a cabo protestas si no están de acuerdo con la reforma educativa. La pregunta es si eso les da el derecho de bloquear la principal vía pública de un estado, afectando a miles de automovilistas y a la economía de muchísimas familias que viven del turismo en Guerrero. El tema no es fácil de resolver. En democracias más añejas han tratado de equilibrar los derechos de los manifestantes con los de los otros ciudadanos. En la democracia más vieja del planeta, la del Reino Unido, los manifestantes están obligados a avisarle a la policía seis días antes y por escrito la “fecha y hora de la marcha; la ruta; nombres y direcciones de los organizadores”. Las autoridades pueden limitar o cambiar la ruta de la marcha, modificar el lugar donde se llevará a cabo la demostración, restringir la duración de la protesta, limitar la cantidad de asistentes y establecer cualquier otra condición. Si una marcha se organiza en un periodo breve, se debe informar de todas maneras a la policía. Por último, las autoridades tienen el derecho de intervenir para evitar que una protesta bloquee el tráfico de las calles o banquetas. Con todo y estas regulaciones, nadie puede dudar del carácter democrático-liberal del régimen británico. La gente en ese país puede manifestarse en las calles pero este derecho está regulado para evitar que se afecten derechos de terceros. En la lógica de los maestros de la CNTE, estas regulaciones serían “un delito”. En Estados Unidos, otra vieja democracia, los ciudadanos tienen el derecho de protestar en espacios públicos. Sin embargo, la gran mayoría de los condados regulan este derecho. En Nueva York, por ejemplo, se necesita un permiso de las autoridades para usar equipo de sonido, para llevar a cabo una conglomeración de más de veinte personas en un parque o marchar por las calles. Se tienen que hacer arreglos con la policía si la manifestación será frente al ayuntamiento. La ley prohíbe bloquear la entrada a un edificio así como el paso peatonal, por lo que es necesario dejar por lo menos la mitad de la banqueta libre. En una marcha, los policías neoyorquinos acompañan a los manifestantes abriéndoles paso por la ruta y dejando carriles abiertos para que el tránsito fluya. Además está prohibido que los manifestantes lleven cualquier material que pueda utilizarse con fines violentos, al punto que no se pueden llevar letreros montados en palos de madera o metal. Con todas estas regulaciones, las manifestaciones pierden espontaneidad e impacto político. Lo pude atestiguar cuando estudié en Nueva York. Vi muchas marchas, bien ordenaditas, dentro de las vallas que ponía la policía. La gente, sin embargo, no les ponía atención. Muy diferente a lo que me ocurrió hace años cuando en un puente vacacional fui una de las víctimas de los bloqueos de los maestros en la Autopista del Sol a la altura de Chilpancingo. Ahí nos quedamos varados varias horas sin poder hacer nada. La policía ni se apareció. Nadie se atrevió a acercarse a los docentes que llevaban palos y botellas de cristal. Hicieron una barricada con llantas quemadas y piedras. La prensa, de lejitos, reportó el asunto. Las colas en ambos lados de la carretera eran kilométricas. Al cabo de varias horas, los maestros se retiraron. Los automovilistas pudimos circular después de limpiar las barricadas. Y nos quedamos con la sensación de que ninguna autoridad defendió nuestro derecho a la libre circulación por una carretera federal. La historia es recurrente en México. Quizás aquí las manifestaciones tienen un mayor impacto que en los países donde éstas se regulan. Pero esto tiene un precio: no se respetan los derechos de otros ciudadanos; pesan más los de los manifestantes. Y, cuando en el raro caso que la policía interviene, hay quienes consideran esta “represión” como un “delito”. Pamplinas. En México, como en otras democracias, hay que regular el derecho a la manifestación pensando, también, en los derechos de los posibles ciudadanos afectados”.

El lado trágico de muchos bloqueos tolerados irresponsablemente en el pasado por autoridades débiles y acobardadas es que esos bloqueos le han costado sus vidas a personas que en una emergencia médica no pudieron llegar a tiempo a un hospital porque más de una ambulancia se quedó varada en la carretera, y los “maestritos” no dejan pasar ni siquiera a las ambulancias de la Cruz Roja en sus bloqueos criminales. Esto además del terrible daño económico que le ocasionan a las comunidades que dependen del turismo como Acapulco y que se ven gravemente afectadas al sufrir pérdidas multimillonarias por no haber modo alguno para los vacacionistas nacionales de poder llegar por carretera a su destino. El sábado 6 de abril de 2013 la Asociación de Hoteles y Empresas Turísticas de Acapulco (AHETA) en voz de su presidenta, Mary Bertha Medina, aseguró que los bloqueos en la Autopista del Sol realizados por maestros de la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) dejaron pérdidas al puerto por 36 millones de pesos, mientras que la Coparmex Chilpancingo dio a conocer que debido a los plantones realizados por maestros en la capital del estado, 100 negocios tuvieron que cerrar y se reporta que en los casi 40 días del plantón se registraron pérdidas por 400 millones de pesos. La ironía es que, siendo el puerto de Acapulco la principal fuente de  ingresos del estado de Guerrero, también es la fuente de los sueldos que reciben esos zánganos irresponsables que dejan tiradas las aulas de clase por andar perdiendo el tiempo en cosas que nada tienen que ver con la educación. Si ellos mismos impiden que se puedan obtener ingresos para poder pagarles sus salarios, ¿entonces de dónde quieren que salga el dinero para pagarles? ¿Pidiendo préstamos a la banca internacional para que México termine tronando igual que como tronaron Grecia y Chipre?

Sin duda alguna una manera de mejorar la calidad de las escuelas primarias y secundarias es propiciando que los padres de familia tengan participación directa y permanente en la educación de sus hijos. En Estados Unidos, por ejemplo, los organismos llamados PTA (Parent Teacher Association) hacen que los padres intervengan en las labores de las escuelas a las que asisten sus hijos, vigilen el cumplimiento de las actividades escolares y propongan medidas tendientes a conseguir la superación de los planteles y de los profesores. Al mismo tiempo eso favorece que las comunidades se comprometan en mayor forma con las escuelas, y las fortalezcan mediante el trabajo voluntario de los padres y de los mismos educandos. Tal acción trae consigo frutos abundantes, pues hay coordinación entre el hogar y la escuela en beneficio de los alumnos. Pero sigue latente en México el problema de la evaluación de los maestros que protegidos por un poderoso sindicato –el más poderoso de América Latina– se instalan en una cómoda rutina que les permite ir ascendiendo en el escalafón sin más mérito que el paso de los años, en espera de que les llegue el anhelado tiempo de la jubilación. Así, la mediocridad se enseñorea de la labor educativa. Numerosos maestros lo son únicamente por dos motivos: el día 15 y el día último (los días de pago salarial). No son en verdad maestros, son ganapanes que se limitan a cumplir con desgano sus tareas aprovechando cuanta oportunidad tienen para el ocio y sin sentir deseo alguno de superación. Hay, desde luego, excelentes educadores que lo son por verdadera vocación y que se entregan generosamente a la tarea de educar. Pero sin una evaluación continua el magisterio seguirá teniendo un desempeño menos que mediano. Si a eso se añaden abusos como los que en Oaxaca vemos, donde muchos niños y jóvenes están condenados por culpa de malos profesores a sufrir todos los daños que derivan de la ignorancia, ya se verá que el futuro de la educación en México no es hoy por hoy muy promisorio. Urgen cambios radicales a fin de hacer que las escuelas sean verdaderos centros educativos, y no reductos sindicales para proteger a los maestros que no cumplen su función.

Como se dijo al principio, el derecho a la educación es un derecho humano básico reconocido internacionalmente en varios tratados. Sin embargo, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), ese mismo organismo burocrático y costoso que fue creado para velar precisamente por el respeto a los derechos humanos en México, jamás ha emitido recomendación alguna en contra de los sindicatos magisteriales por la flagrante violación en que incurren cada vez que privan a la niñez mexicana de su derecho a recibir una educación de calidad por irse a marchas callejeras, plantones, manifestaciones y hasta días de campo con el pretexto de estar organizando las manifestaciones a llevarse a cabo en días posteriores. La CNDH ha permanecido callada, prefiriendo dedicarse a velar por los derechos humanos de los maestros paristas como ha ocurrido en el pasado. Jamás se ha visto a un solo visitador de la CNDH afuera de ninguna de las muchas escuelas que son cerradas por la ausencia de los maestros paristas y faltistas. La CNDH jamás ha emitido ninguna recomendación para poner los derechos de los niños encima de los privilegios (no se les puede llamar derechos) de los pseudo-maestros para abandonar las aulas en plena impunidad sin ninguna sanción aplicada en contra de ellos. Para la CNDH, las víctimas no son los niños de México sino los “maestrillos” a los cuales en aras de la “libertad de expresión” se les permite bloquear impunemente carreteras y estrangular las economías de ciudades enteras, demostrando con ello la inutilidad de este organismo amorfo y burocratizado que no tiene la menor idea de lo que son realmente los derechos humanos. Solo falta que también los asaltantes y los carteristas interpongan también sus quejas ante la Comisión Nacional de Derechos Humanos porque las policías no los dejan “trabajar”, siguiendo el mal ejemplo de malos maestros que solo lo son de membrete.

En Estados Unidos no existe nada ni siquiera remotamente comparable a los sindicatos magisteriales como el SNTE, la CNTE y la CETEG. No necesitan tales cosas, y en dicho país han graduado y siguen graduando una cantidad impresionante de niños que terminan siendo Premios Nóbel, niños en contra de los cuales niños como los que nacen en los estados de Oaxaca y Guerrero no pueden ni podrán competir jamás.

En un trabajo suyo titulado Honor a quien honor merece, la conocida conductora de noticieros de televisión Ana Paula Ordorica elogió de la siguiente manera durante la primera semanda de abril de 2013 la respuesta tajante dada por varios funcionarios que ante las amenazas y las presiones de los pseudo-maestros:

No ceder a los chantajes de maestros es una novedad en México. Y es justo lo que esta semana hizo el Congreso de Guerrero.
Lo mismo la Secretaría de Educación Pública, que pidió a los estados aplicar la ley a los maestros paristas. Esto significa que por faltas injustificadas, los estados pueden dar por terminado el nexo laboral.
¡Ya era hora!
¿Por qué tenemos que marchar al son de quienes no quieren que México progrese y que sólo han visto la forma de conservar sus prerrogativas aun cuando no cumplen con su más mínima obligación, que es dar clases?
¿Por qué tienen que padecer los ciudadanos comunes y corrientes las incomodidades y costos que ocasionan las marchas, plantones y bloqueos de aquellos que se dicen maestros, pero yo agregaría, maestros en disturbios, no maestros en las aulas?
Tan sólo en el estado de Guerrero, el más reciente paro, que arrancó el 25 de febrero, ha tenido a 6 mil 209 maestros en las calles a los que se les cubrirán sus salarios retenidos aun cuando han tenido a mil 100 escuelas sin actividad y a 200 mil alumnos sin clases.
Ahí en Guerrero los maestros hicieron un pliego petitorio de risa. Pidieron que en lugar de un Instituto Nacional de Evaluación independiente, se les hiciera uno estatal. También que a los egresados de las escuelas normalistas se les otorgara en automático una plaza docente.
¿Por qué? Porque sí. Imaginemos el mismo caso, pero al extremo: que cualquiera de nosotros siquiera soñara con un beneficio así. Que en automático al que salga de la carrera de comunicación se le dé una “plaza” en los medios de comunicación.
O que a quien salga de la carrera de economía se le otorgue un empleo en la Secretaría de Hacienda.
Tanto en Guerrero como en Oaxaca los maestros paristas piden que sean ellos quienes se autoevalúen. ¡Qué ideas! Una autoevaluación que, además, no tenga ningún tipo de efectos. Si sacas 10, excelente; y si sacas 3, no importa.
En un escenario así ¿cuál es el incentivo a mejorar; a capacitarse; a ser mejor? Si un 3 y un 10 no implican nada, ¿para qué esforzarse en el 10? Ridículo.
Y en Oaxaca el pliego petitorio de la Sección 22 del SNTE ha estado pidiendo más o menos lo mismo que solicitan los maestros de Guerrero.
Pero en el colmo de la inconformidad, cuando el gobernador Gabino Cué cede a sus chantajes y presenta una iniciativa con sus peticiones al Congreso federal, lo que él llamó una reforma educativa “tropicalizada”, la Sección 22 se deslinda y dice que Cué se les adelantó y que no están de acuerdo.
¡Quién los entiende!
Por lo pronto, da gusto escuchar a Emilio Chuayffet, secretario de Educación, planteando que frente a la reforma educativa hay dos alternativas para quien esté inconforme: el diálogo o la aplicación de la ley. La calle, no.
Qué bueno que en Guerrero el Congreso local no cedió ante los paristas.
Y qué bueno que a nivel federal estemos viendo una SEP decidida a mejorar la calidad educativa (no a correr maestros, que a veces se confunde el verdadero propósito de la reforma).
Honor a quien honor merece.

El famoso editorialista y humorista Armando Fuentes Aguirre agregó esto sobre lo mismo: “Pocas lacras tan grandes sufre México –y muchas hay en él, enormes– como esta banda de sedicentes profesores cuyas permanentes movilizaciones no tienen ningún contenido social, ni de justicia o razón, sino miran únicamente a la obtención y mantenimiento de gajes y prestaciones que a lo largo del tiempo se han arrancado por medios de presión a gobiernos débiles y complacientes. A ese lobo el gobierno federal lo agarró por las orejas cuando sacó de la Autopista del Sol a los mal llamados maestros y los obligó a dejar el paso libre. Obró bien la autoridad al hacer eso; la sociedad está harta ya de los abusos de la CNTE, y no parece dispuesta a seguir tolerando la lenidad culpable con que los gobiernos locales han tratado a quienes han hecho un modus vivendi del ocio y la algarada. Reaccionarios son esos manifestantes, que no revolucionarios, pues se mantienen, y mantienen a sus educandos, en el atraso más oscurantista: el que deriva de la ineducación. La administración de Peña Nieto tiene agarrado ya por las orejas a ese lobo. Pero eso conlleva riesgos. A los revoltosos se sumó la gente armada perteneciente a las nefastas policías comunitarias que con torpeza bendijo el gobernador guerrerense, y que ahora son amenaza bajo el nombre de movimiento popular. No agarre por las orejas el gobierno federal al lobo de la CNTE. Sus líderes esperan que en los enfrentamientos entre los manifestantes y la ley corra la sangre, así sea derramada por los propios elementos de la Coordinadora para achacarla luego a “las fuerzas de la represión”. Ese lobo se amansará considerablemente si en vez de ser agarrado por las orejas es agarrado por los bolsillos. Ahí sí duele. Fájense bien los pantalones los gobiernos locales y la Federación y, sin perjuicio de seguir preservando el derecho constitucional al libre tránsito, dejen de pagar los salarios de los profesores que falten a su trabajo por andar en paros indebidos, huelgas ilegítimas, mítines, plantones, bloqueos, manifestaciones, consultas, concentraciones, asambleas revolucionarias y juntas de orientación, etcétera, etcétera, etcétera, como dijo Yul Brynner en “El Rey y yo”. También eso es aplicar la ley. Ya veremos cómo, cerrada la espita de los dineros, ahora abierta en forma generosa y permanente, las huestes de ese lobo que es la CNTE melificarán su ser montaraz, y hasta es posible que se pongan a trabajar.” Días después, agregó: “Los líderes de la Coordinadora de Trabajadores de la Educación de Guerrero llaman “violencia” a las acciones que lleva a cabo el Gobierno Federal para garantizar a los ciudadanos el derecho constitucional de libre tránsito. Sus huestes, sin embargo, blanden garrotes y tubos de fierro, y ahora sus copartícipes de las policías comunitarias esgrimen también armas de fuego. No es violencia el uso de la legítima fuerza del Estado para implantar la ley. Esos líderes, lo mismo que los de la CNTE en Oaxaca y Michoacán, no luchan por la causa educativa; sus algaradas miran sólo a la conservación de privilegios que causan grave daño a los alumnos. En esta confrontación el presidente tiene una ventaja: la sociedad, tanto en aquellas entidades como en la capital de la República, está harta ya de los desmanes de la CNTE, y cada día demanda protección contra sus abusos. Si bien es necesaria la prudencia, la autoridad no puede dejar de cumplir su responsabilidad”.

Vale la pena dedicar un poco de tiempo para leer lo que escribió Félix Fuentes Medina para la revista Siempre! en su artículo titulado “Los tercos desmanes de la CETEG” que dice así: “Quienes han perdido respeto como maestros y reciben trato de facinerosos debieran voltear hacia los niños faltos de educación y pensar —si les es posible— que el atraso de numerosas generaciones tiene en la ignorancia y en pobreza ancestral a Oaxaca y Guerrero. No es con chantajes para beneficio de unos cuantos y mediante marchas, plantones y ataques a la fuerza pública como van a ser resueltos los asuntos magisteriales. La educación en México se ubica entre las peores del mundo, y de ello han sido y son responsables los líderes magisteriales. Malditas las horas en que arribaron al SNTE Carlos Jongitud Barrios y Elba Esther Gordillo, porque sus liderazgos se centraron en la corrupción, los dispendios y la paranoia del poder. Debido a las disputas por las cuotas sindicales y las extorsiones al gobierno federal y a los mandatarios estatales surgió la división en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y nació la CNTE —Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación—, tan nefasta como su nodriza. A los dirigentes de la CNTE les causó envidia las riquezas faraónicas de Elba Esther Gordillo, mostradas a quienes quisieran verlas, como el edificio de Polanco y las fastuosas propiedades en la Isla de Coronado, de San Diego, California. También les enrabietaron las joyas y prendas millonarias, exhibidas dentro y fuera de México. Eso quisieron los de la CNTE para sí, además del poder político y poner contra las paredes a gobernadores y al mismo gobierno federal. Fueron las enseñanzas de Gordillo, y no creen que puedan terminar como ella, tras las rejas. La Sección 22 de Oaxaca lleva años con sus marchas y plantones. Tienen en la histeria a comerciantes y población en general de la capital estatal. Supuestas profesoras y profesores llegan a arrumbarse en las plazas públicas, a estropear el tráfico, y vivir de limosnas o cuanto puedan darles sus extorsionadores líderes. El gobierno de Enrique Peña Nieto está decidido a poner fin a esa anarquía. Por ello promovió la reforma educativa, para obligar a los profesores a  trabajar y que sepan enseñar, porque una mayoría de ellos es ignorante y se niega a ser examinada. Exigen elevados sueldos, bonos vacacionales y otras prestaciones. Los profesores vándalos de Oaxaca y Guerrero fracasan en la derogación de dicha reforma. Sus mentes ofuscadas les impiden ver que ya es ley, aprobada por el Congreso de la Unión y las legislaturas locales. Ni Peña Nieto puede hacer nada para echarla abajo. La CETEG de Guerrero estropeó las vacaciones a miles de turistas debido al bloqueo de nueve horas de la autopista a Acapulco. Y como el Congreso guerrerense rechazó su propuesta contra la reforma laboral, el pasado viernes 5 cortaron la circulación de dicha autopista, a la altura de Chilpancingo. Los cetegistas esperaban golpizas de la policía y que hubiera muertos. No se les dio ese gusto. Dos mil policías desarmados cargaron sobre ellos y a empujones se les hizo a un lado de la autopista. El llamado comandante Espartaco hizo gala de cordura. Suplicó, rogó a los vándalos que portaban palos, tubos, piedras y bombas molotov el desalojo de al menos un carril a cada lado de la vía rápida. La respuesta fue de insultos graves y agresiones”.

El comandante Espartaco ganó fama nacional e internacional como un servidor público que ha hecho su máximo esfuerzo para llamar ® a la cordura, a la conciliación, al diálogo, al entendimiento, a la concordia. ¿Y qué respuesta obtuvo de los que se falsamente se ostentan como maestros? El 16 de abril uno de estos elementos antisociales apareció ante las cámaras de televisión blandiendo un hacha, cubierto con una máscara simbolizando la muerte, y con una leyenda amenazante en la camisesta diciendo “VENGO POR TI ESPARTACO”.


Esto solo puede ser interpretado y tomado como una amenaza de muerte. ¿Y estos son los fariseos con mentalidad de trogloditas sedientos de sangre que reclaman por la fuerza el retener para sí a perpetuidad sus plazas educativas de maestros como si fuesen propiedad privada suya? ¿Estos son los que van a inculcarle valores a los niños para convertirlos en ciudadanos responsables respetuosos de la ley?

Demostrando su calidad de vándalos y pandilleros de barriada más que de maestros, sin ningún cargo de conciencia el 3 de abril de 2013 los maestros inconformes con la nueva ley educativa apedrearon la sede del Congreso estatal de Guerrero causando cuantiosos destrozos y daños, sin importarles un comino que quien paga a fin de cuentas los costos involucrados en la reparación de todos esos actos vandálicos son los contribuyentes, el pueblo, el mismo pueblo que le paga sus salarios a estos desobligados. Y el 12 de abril, en Chilpancingo, Guerrero, antes de iniciar más protestas en contra de la reforma educativa, los contingentes magisteriales se trasladaron a las instalaciones de Soriana, Liverpool, Comercial Mexicana, Walmart, Aurrerá, SAMS y Vips, donde impidieron el paso a trabajadores y clientes, causándoles cuantiosas pérdidas económicas a los centros comerciales, sin importarles en lo absoluto que los cientos de policías asignados para impedir un estallamiento incontrolable de la violencia están siendo distraídos de su tarea principal que es combatir la terrible inseguridad que se vive en México, y sin importarles tampoco que las empresas que sufrieron pérdidas económicas ese día son empresas que de sus ventas pagan los impuestos que se requieren para poder mantener los desmedidos privilegios de los que goza esta aristocracia magisterial, sin importarles exponer a sus alumnos a perder el año escolar. Son, como dice el refrán, “como el perro que le muerde la mano al que le da de comer”.

La irresponsable filosofía de los sindicatos magisteriales de México es muy simple: además de los cuantiosos daños económicos que le ocasionan al mismo pueblo con sus bloqueos de carreteras, sus actos vandálicos y sus destrozos haciendo pintas graffiteras, quebrando cristales de oficinas públicas y empresas privadas, tomando camiones y estaciones de radio por la fuerza, incendiando automóviles, y actuando como provocadores para obligar a las fuerzas del orden a emplear la fuerza en contra de ellos para así poder presentarse después como mártires, los niños de México deben ser castigados también con la pérdida de clases o inclusive del año escolar si no se cede ante todos los caprichos de esta casta privilegiada de parásitos sociales que México ha padecido ya por demasiado tiempo.

Para impulsar sus demandas cada vez más exageradas, en un país libre como México los pseudo-maestros podrían organizarse no como gremio sindical magisterial sino como una organización política, y postular sus propios candidatos con sus propias propuestas para tratar de convencer a los electores de que se les cumplan al pie de la letra todas sus demandas. Pero saben de antemano que no cuentan con ningún apoyo popular, que la mayoría de los mexicanos están hartos de sus caprichos y sus exigencias, y una derrota severa en las urnas electorales confirmaría lo que ya se sabe, el repudio que se han ganado a pulso con sus posturas intransigentes. Por eso se enfocan a atacar a funcionarios públicos que han sido electos democráticamente con el voto popular, por ello no creen en la democracia; aunque se jactan de ser democráticos son la esencia misma de la antidemocracia, y son la mejor muestra del autoritarismo que tanto critican, son el mejor ejemplo de una minoría que trata de imponer su voluntad y sus caprichos sobre la gran mayoría que es el pueblo de México.

Cabe hacer la aclaración aquí que es completamente falso que el pseudo-maestro Gonzalo Juárez Ocampo, uno de los lidercillos magisteriales sedientos de sangre y de poder, sea un biznieto del Benemérito de las Américas Benito Juárez. Benito Juárez, el cual pudo llegar a ser Presidente de México gracias a la educación que recibió cuando era pequeño permitiéndole al pequeño niño indígena zapoteca superarse y poder ocupar la presidencia de México, siendo el primer niño indígena en todo el continente en lograr tal proeza y dando un ejemplo a seguir, sabía de sobra que la educación era (y sigue siendo) la única opción para romper los ciclos permanentes de pobreza extrema que padecen las comunidades indígenas de México, Benito Juárez se habría opuesto terminantemente a los paros irresponsables con los cuales los pseudo-maestros agitadores de la CNTE en Oaxaca han estado paralizando los ciclos escolares en Oaxaca condenando a dicho estado al atraso cultural y a la perpetuación de la pobreza. Para Manuel Tello Zapata, analista político de la entidad, Gonzalo Juárez es una persona que se ha enfermado de poder (al igual que el resto de los líderes magisteriales de México) por controlar a una parte de la disidencia magisterial, sobre todo la correspondiente a la región de la montaña de Guerrero en donde a los niños de dicho estado se les está robando su futuro.

El que argumenta que lucha por la educación violando los derechos de terceros e incurriendo en actos vandálicos carece de razón legal y, más aún, de autoridad moral para educar a los niños que son el futuro de México. No es posible seguir dejando a la niñez de México en manos de tipos que terminan comportándose como rufianes agrediendo a los agentes del orden público lanzándoles piedras y bombas Molotov. ¿Qué valores y principios cívicos le puede enseñar esta gentuza a los pobres niños que caen bajo su tutela en los días en los que no están haciendo paros y manifestaciones en horas de clase?

Para enfrentar el irresponsable ausentismo de los maestros paristas y huelgistas que detestan trabajar y a los cuales no les importa en lo absoluto su labor de educar, ha ido creciendo cada día con más fuerza una idea con la cual se puede solventar el abandono en que los pseudo-maestros dejan a sus alumnos. Esta idea aparece publicada en una nota de EL UNIVERSAL y Notimex publicada el 5 de abril de 2013, que dice así: “Empresarios y padres de familia en Guerrero se preparan para coordinar la implementación de clases extramuros, ante la amenaza de paros de docentes en el estado de Guerrero. La Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) informó que junto con la Unión Nacional de Padres de Familia y diversas organizaciones de la sociedad civil guerrerense, conformaron grupos de trabajo en Chilpancingo y Acapulco. A través de un comunicado, la cúpula patronal dio a conocer que directivos nacionales y locales de estas organizaciones avanzaron este viernes en la coordinación de las acciones que permitan salvaguardar el derecho de los niños guerrerenses a una educación de calidad con equidad. Además, acordaron el lanzamiento de una campaña nacional de difusión y adhesión de voluntarios para impartir clases durante el paro de labores de los docentes. La Coparmex pidió el cese de los plantones, bloqueos y afectaciones a terceros. “Nadie puede estar por encima de la ley”, señaló el organismo. La Coparmex indicó que es fundamental que el diálogo sea el principal canal de resolución del conflicto, pero sobre la base de la legalidad y la búsqueda del bien común. “Los maestros deben privilegiar el diálogo y el bienestar de los niños de México. Es necesario que el conflicto sea resuelto por las vías pacíficas y que no afecten las clases y la educación pública de calidad”, expuso la Coparmex en un comunicado. Empresarios y padres de familia acordaron el lanzamiento de una campaña nacional de difusión y adhesión de voluntarios, con el objetivo de impartir clases durante el paro de labores de los docentes.”

Si todos los padres de familia se unen en un esfuerzo común para que sus hijos no se queden sin recibir la educación que deben recibir de acuerdo al plan oficial de estudios, y si se turnan y se reparten las labores para suplir a los maestros que son afectos a ausentarse del salón de clases alegando cualquier pretexto o protesta aunque sea injustificado, los niños y jóvenes pueden ser puestos al corriente, y tal vez hasta puedan aprender muchas más cosas que los zánganos a los que casi nunca ven frente al pizarrón por estar distraídos en otras tareas y actividades que nada tienen que ver con la enseñanza. Si se crea un plan nacional de emergencia para suplir a los pseudo-maestros con voluntarios dispuestos a ceder parte de su tiempo para salvarles a los niños y jóvenes su derecho a estudiar, su derecho a aprender y a progresar, es posible que a la larga nadie eche de menos a los maestros e inclusive el rendimiento escolar en las zonas de provincia suba por encima de los niveles mediocres en los que actualmente se encuentra.

Ha habido otras propuestas que inclusive pudieran parecer radicales. Una de tales propuestas consiste en que la educación pública, pagada a fin de cuentas con dinero del pueblo obtenido por la vía de los impuestos, sea pagada en las zonas problemáticas de México directamente por los mismos habitantes de dichas zonas que contribuyen con sus impuestos al sostenimiento del sistema educativo, regresándoles las partidas asignadas a la educación pública en cuentas especiales para que sean ellos mismos quienes les paguen sus sueldos a los pseudo-maestros. De este modo, siendo dinero de ellos dado por ellos directamente y no dado indirectamente usando al gobierno como intermediario, es muy probable que los ciudadanos les retendrían sus sueldos y no les pagarían un solo centavo a los maestros faltistas, paristas y huelgistas, porque a nadie le gusta pagarle de su propio dinero a otro u otros por no hacer nada. De este modo, los pseudo-maestros tendrían que enfrentarse directamente con el mismo pueblo que es el que les paga, y siendo mucho mayor el número de habitantes que el número de pseudo-maestros supuestamente dedicados a impartir una enseñanza que, aún de tiempo completo, es una enseñanza de muy mala calidad, los pseudo-maestros llevarían las de perder al tener que enfrentarse directamente a sus verdaderos patrones. Otra propuesta más dura aún, ventilada en comentarios informales por un diputado estatal, consiste en la petición de que se clasifique como delincuencia organizada a los sindicatos magisteriales que están entregados en cuerpo y alma al vandalismo y al pandillerismo como medidas de presión y de chantaje, porque al decir del diputado, ¿qué es lo que hace la delincuencia organizada sino organizarse entre varios para proferir amenazas, cometer chantajes, extorsiones, fraudes y otros delitos penados por la ley? ¿Acaso los daños a propiedad ajena y las afectaciones en contra de terceros en que incurren los vándalos del magisterio no son actos criminales por los que cualquier otro ciudadano que no pertenezca a un sindicato magisterial va a dar a la cárcel siendo obligado por un juez a pagar hasta el último centavo por los daños ocasionados? Cualquier otro ciudadano que incurra en los mismos delitos de los que se acusa a la delincuencia organizada como intimidación, extorsión, chantaje, fraude y robo es sujeto de sanción penal, a menos de que lo haga escondiéndose entre las masas desafiantes de pseudo-maestros que han sido garantía de impunidad absoluta. Pero quizá la mejor solución que se le pueda dar al problema que presentan estos maestros desobligados a los cuales no se les puede llamar de ninguna manera maestros sería que, principalmente en los estados de Oaxaca y Guerrero, el Estado terminara la relación laboral con todos ellos dándoles su indemnización en los términos que mara la ley (tres meses de sueldo más veinte días de salario por cada año trabajado), y poner tras esto anuncios en los periódicos solicitando interesados en trabajar como maestros, siempre y cuando puedan aprobar los exámenes de evaluación que les sean aplicados, porque nadie quiere nuevamente ignorantes en los salones de clase que solo vayan a hacerles perder su tiempo a los alumnos que no podrán aprender nada de un burro que obtuvo su título con muy pocos conocimientos para justificar el poder estarse ostentando como maestro normalista. Si los pseudo-maestros sólo buscan el mantenimiento y perpetuación de un statu quo que los favorece acudiendo al diálogo armados con garrotes y tubos y escondiendo sus rostros con paliacates como lo hace cualquier asaltante de bancos, ejerciendo presión por medio de acciones ilegales, entonces viendo por el interés de los niños, viendo por el bien de los niños ansiosos de estudiar y aprender, lo mejor que se puede hacer por el bien de los alumnos es reemplazar a los malos maestros con buenos maestros, y entre más pronto mejor.

Cuando se cede ante las demandas de un terrorista, las presiones de un chantajista, las amenazas de un extorsionador o de un “bully”, lo único que se hace es envalentonarlos aún más volviéndolos cada vez más exigentes y peligrosos. Con esta gente no es posible negociar porque cualquier negociación con ellos es un monólogo en donde solo ellos hablan exigiendo ser escuchados, y si no se les dá lo que piden no aceptan nada de lo que se les ofrezca. Aquí pueden resultar útiles las experiencias de Grecia y Chipre. En dichos países también se cobijó y se toleró el crecimiento desmedido de castas burocráticas privilegiadas que no tenían llene, hasta que las economías de dichos países terminaron por tronar reventando en mil pedazos pese a ser miembros dichos países de la Comunidad Económica Europea, cayendo en la bancarrota y aprendiendo la dura lección de que cuando un gobierno gasta mucho más de lo que ingresa en el sostenimiento de una casta dorada y privilegiada de parásitos y zánganos entregados a la holganza y que no producen, lo único que hay en el futuro es la ruina, la quiebra. Cuando un gobernante por cobardía no enfrenta en su momento y a su debido tiempo a gente provocadora y chantajista, lo único que está haciendo es posponer lo inevitable, pero haciendo el desenlace final mucho más trágico y dramático.

Como se dijo al principio, no todo está podrido, hay honrosas excepciones. Una de ellas es la Maestra Maribel Barrera Rodríguez (aquí sí se justifica el uso de la letra mayúscula). La reportera Cristina Pérez-Stadelman elaboró un reportaje publicado en EL UNIVERSAL en donde escribió lo siguiente: “Las ocho de la mañana, es la hora en que la profesora Maribel Barrera Rodríguez inicia sus clases. Su grupo es el sexto de primaria. Tiene bajo su cargo a 37 alumnos. Comenzó su tarea educativa el 1 de septiembre de 1987, luego de haber estudiado durante cuatro años en la Normal Federal de Chilpancingo. De esto hace 26 años. Sus alumnos la llaman maestra Mary, y la definen como una profesora que siempre los mantiene actualizados. Con este fin, año con año asiste a cursos de capacitación y participa en la carrera magisterial para promoverse. Maribel dice estar consciente de la necesidad de que se le apliquen las pruebas como docente “como profesora sé que los cambios en el mundo son incesantes y que nosotros como magisterio debemos estar actualizados y capacitados para llevar a cabo nuestro trabajo. “Yo les digo a los niños: hay que prepararse continuamente, porqué ahorita el tiempo es de competencia”. Ella misma se ha preocupado por alcanzar un mayor nivel pedagógico y de esa manera ha transitado del nivel A, al B y C. Sin embargo, el año pasado dijo que no vinieron a aplicarle la prueba Enlace a sus alumnos, que le permitiría ver la posibilidad de acceder al nivel D, y a un mejor salario. “Los de la prueba Enlace no vinieron porque los maestros dijeron que si dejaban que la prueba se aplicara, estarían aceptando la reforma educativa; y yo no pude cumplir con todos los requisitos necesarios para obtener el escalafón”. En esa ocasión, y ante su queja, los docentes de la escuela primaria “Lázaro Cárdenas” –que están en contra de la Reforma Educativa– le dijeron que podía dejar la institución sino estaba de acuerdo con ellos. Ellos son 22 profesores que realizan reuniones, de análisis de su movimiento, sin su presencia. Maribel incluso asegura que ha recibido amenazas por teléfono. Su esposo, es quien la acompaña al plantel, por temor a que pueda ser agredida. “Según dicen, estoy haciéndolos quedar mal, cuando lo que hago es cumplir con mi trabajo; y me dicen, que mientras ellos están luchando, la maestra está trabajando”. No obstante, y a diferencia del resto de sus compañeros que están en paro magisterial desde el 25 de febrero de este año, ella decidió junto con los 37 padres de familia del grupo a su cargo, impartir sus clases afuera del plantel educativo. Sus colegas de la escuela primaria, son simpatizantes del movimiento magisterial que encabeza la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG). La profesora Maribel, de 44 años, dice ante sus compañeros: “A mí nadie me corre. La escuela no es de ustedes”. Y a los padres de familia les deja claro: “Yo en el paro no participo. Tengo una familia, un trabajo, me preocupan, y debo poner lo mejor de mí misma para conservarlo. “Desde el 22 de marzo mi salario se ha visto afectado, por el paro, a pesar de que yo no participo. A mí me pagan por realizar mi trabajo. Me gusta, quiero cumplir lo que marca la normatividad, con mi horario de trabajo, por eso, decidimos junto con los padres de familia, que tienen el interés de que sus hijos no pierdan clases, impartirlas aún afuera de la escuela; porque para esto la Secretaría de Educación del Estado de Guerrero me paga”. A la profesora Barrera le han retenido sus salarios correspondientes a la primera y segunda quincena de marzo. “A pesar de que no participo en el movimiento de resistencia contra la Reforma Educativa, me ha visto afectada con los descuentos salariales que ha aplicado la Secretaría de Educación en Guerrero. (SEG)”. El 15 de marzo, la mentora se vio obligada a interponer una queja ante la Contraloría Interna de la SEG para solicitar el pago de sus salarios. Les hizo llegar un documento con las firmas de 37 padres de familia para reforzar su petición que a letra dice: “… solicitar el acceso a la escuela, ya que yo no estoy participando en el paro de labores y los maestros manifestaron que cerrarían la escuela y no permitirían la entrada, porque dicen que todos deben ir aunque no estén de acuerdo. A pesar de esto yo me presenté en la escuela, en el horario de 8 a 12:30 horas y permanecí en la calle revisando tareas y dejando más trabajos a los alumnos que asistieron”. “Ella ha estado cumpliendo con su horario de trabajo de 8 de la mañana a 12:30 horas, pero los niños se retiran un poco antes porque no hay baños. Y porque además, la semana pasada encontraron a un encajuelado a la vuelta de la escuela, y esta colonia es muy insegura”. “Nosotras tenemos que quedarnos aquí, en la calle, mientras la maestra Maribel les da clases, porque no podemos dejar a nuestros niños solos en esta colonia. Necesitamos cuidar a nuestros hijos, porque dejarlos solos afuera de la escuela es un peligro” agrega a su vez Ana María Salgado, madre de familia. Respecto a la maestra señala: “Es excelente, de las pocas que hay que quiere sacar adelante a sus alumnos”. Maribel concluye que la pérdida de clases se refleja en el bajo rendimiento de los niños y niñas en las evaluaciones y aprovechamiento escolar, “porque al llegar al quinto y sexto año de primaria, (año en que yo imparto clases) su rezago escolar, evidencia su falta de conocimientos”. A pesar del señalamiento, trabas, cuestionamiento, y hasta rechazo de sus compañeros docentes, la maestra Maribel no se amedrenta. El 23 de junio próximo a las 10 de la mañana, se presentará en Centro de Maestros de Chilpancingo, Guerrero, para presentar su Prueba Universal, y así continuar reafirmando e incrementando sus conocimientos. “El mundo avanza, no es estático, y nosotros los profesores también tenemos que avanzar”, dice. Las pruebas de evaluación de conocimientos, que aplica el gobierno federal, nunca han sido para ella un obstáculo”

Los saboteadores del proyecto nacional no son “maestros”, son “grilleros”, están dedicados en cuerpo y alma a la “grilla”, están entregados a la política barata y demagógica, están entregados a la holganza, están dados a la molicie, a la vida fácil, a la pereza y a la búsqueda interminable de privilegios con tácticas de chantajes y sabotajes a la economía nacional. Si se van o son echados de sus plazas magisteriales, los niños de México a los que han traicionado no los echarán de menos. No los echará de menos el pueblo de México al que han traicionado. Tampoco los echarán de menos los padres de familia cuyos hijos han terminado en la mendicidad o en la prostitución o trabajando al servicio del crimen organizado ante la falta de oportunidades ocasionada por una pésima preparación escolar.

Si los “maestritos” que laboran en las escuelas públicas de México no están dispuestos a someterse a una evaluación de conocimientos para demostrar que efectivamente se les pueda llamar maestros, si no son capaces de poner a los niños mexicanos a la par con los niños finlandeses, con los niños coreanos, con los niños alemanes, con los niños japoneses, con los niños franceses y con los niños suizos (y el trecho por recorrer aquí se antoja largísimo), si insisten en mantener sus paros y sus huelgas con pleno goce de sueldo por los días no-trabajados, si siguen necios en mantener paralizadas las economías de las comunidades a las cuales afectan gravemente, entonces lo mejor que se puede hacer con ellos es liquidarlos (en México se le llama así a la rescisión de un contrato laboral) pagándoles las indemnizaciones que les correspondan conforme a la ley, removerlos definitivamente de las aulas, y comenzar de nuevo desde cero en tanto que los “maestritos” que no llegan ni siquiera a “maistros de obra” (albañiles) se buscan una actividad verdaderamente productiva o se dedican por completo a constituírse en una organización política o se van a trabajar como indocumentados a los campos agrícolas de los Estados Unidos en donde verdaderamente se ganarán el pan con el sudor de su frente y en donde no les tolerarán sus paros y manifestaciones de protesta (en los campos agrícolas norteamericanos en donde se explota la mano de obra mexicana indocumentada no se les paga por hora trabajada sino que se les paga por la cantidad de papas, melones, fresas, lechugas, sandías o manzanas que recojan, lo cual equivale a un dólar por cada cien lechugas o cada cien melones levantados). Estos tipos no son un factor para el progreso de México, nunca lo han sido, son un factor para el atraso, son un estorbo, y si se van del país mucho bien le harían a México, aunque tal vez no haya otros países en donde estén dispuestos a contratarlos como maestros y estarles tolerando sus desmanes y a estarlos consintiendo como se ha acostumbrado hacerlo en México. Mucho bien le harían a México si dejan sus plazas a otros que sí tengan conocimientos que impartir y que estén dispuestos a compartirlos con las futuras generaciones. Tal vez así el sol brillará de nuevo y la esperanza volverá a los niños de México al son de la canción “Caminito de la escuela” del inmortal Cri-Cri. Solo así todos los niños de México en todas sus zonas geográficas podrán sonreír, solo así podrán soñar, solo así podrán aspirar a superarse y a pensar en cosas grandes para su futuro.







2 comentarios:

puk dijo...

UGAAA UGAAA yo ser maistro de Oajaca yo dar claces de ves en cuando a vecez a ninios de Oajaca UGAAA UGAAA yo kerer mas dinero y mas pribilegios y mas bakasiones biba la CNTE zeccion 22 biba Mejico UGAAA UGAAA nosotroz acemos todo lo ke keremoz con Oajaca nosotroz somoz machin bamos todos a la uelga UGAAA UGAAA tenemoz garrotez y machetez y lansas y somoz intokablez UGAAA UGAAAAAAAA!!!!!

Gilberto Ramos dijo...

Es una verdadera tragedia lo que está sucediendo hoy en Oaxaca por culpa de un gobernador complaciente e indiferente que ha postrado de rodillas el bienestar y la soberanía del estado natal del Benemérito de las Américas ante una turba de vándalos violentos y hampones que destruyen todo a su paso mientras que la policía permanece atada de manos con órdenes de no intervenir viendo como los forajidos de la seccion 22 de la cNTE cometen impunemente toda clase de fechorías aniquilando la economía del estado y acabando con el bienestar de la misma gente de la cual proviene el dinero por la via de los impuestos con que se manteniene a todos esos pandilleros mafiosos de la CNTE como haraganes dados al caos y al desorden social, verdaderos zánganos bola de inútiles buenos para nada a los cuales se les debería de considerar como delincuencia organizada que es lo que realmente son. Las cosas nunca habían estado tan mal como están ahora. A causa de esta horrible situación se está preparando la siguiente generación de oaxaqueños analfabetas que terminarán trabajando como mano de obra esclava indocumentada en la pizca en los campos agrícolas estadounidenses. Es una tragedia social de dimensiones colosales. Pobre Oaxaca. Pobre gente. Malditos esos bastardos y maldito el gobernador que los ha protegido y los ha consentido en todos sus desmanes y sus actos criminales.