jueves, 23 de abril de 2015

Tres mexicanos en el patíbulo




En este día quedó confirmado que se habían agotado ya todas las apelaciones judiciales en Malasia para tratar de impedir que tres mexicanos, juzgados y sentenciados en Malasia por actividades relacionadas con el tráfico de drogas, sean ejecutados por haber incurrido en tal delito en dicho país. Se trata de los hermanos González Villareal, Luis Alfonso, Simón, y José Regino, oriundos precisamente del estado de Sinaloa en donde tiene su centro de operaciones uno de los más poderosos y mejor financiados cárteles de las drogas del continente americano. La historia de los hermanos González Villarreal comenzó el 4 de marzo de 2008 cuando fueron detenidos en Johor Bahru, una importante zona industrial y comercial cercana a Singapur, en una fábrica ubicada en un lugar aislado donde la policía incautó más de 29 kilos de metanfetaminas valuadas en unos $15 millones, y en donde (según ellos) trabajaban haciendo limpieza en una fábrica. O sea, que se trasladaron en avión comercial desde México hasta Indonesia (desde el continente americano hasta el continente asiático) para efectuar labores de limpieza porque (según ellos y su defensa) en Asia no había nadie que pudiera o supiera hacer... ¡labores de limpieza!

El argumento de la defensa, defensa legal pagada en su totalidad por el Consulado de México en Malasia (o mejor dicho, pagado por el pueblo de México) siempre se mantuvo firme sosteniendo que se trataba de simples trabajadores agrícolas mexicanos que fueron a Malasia para desempeñarse como trabajadores de limpieza en la fábrica en donde se producían las metanfetaminas. Y en esto radica precisamente el enorme agujero de la tesis con la cual se les pretendió defender y exonerar.

Con la ayuda de Internet y desde su propia casa, el lector puede comprobar por sí mismo que viajar en avión desde México hasta Malasia (desde la Ciudad de México hasta Kuala Lumpur) en viaje redondo de ida y vuelta (y en realidad, no hay otra manera de hacerlo, ya que para fines de trabajo los cruceros marítimos recreativos están fuera de consideración) tiene un costo promedio que anda en los 20 mil pesos por persona. Este costo de traslado Mexico-Malasia-Mexico no incluye los gastos de hospedaje y viáticos, y por estos rubros en el caso de los tres mexicanos habría que agregar por lo menos unos mil dólares (unos 300 dólares por cada uno de ellos, más lo que sobre o falte para unas sodas y las propinas de los taxistas).

Es tan caro trasladarse hasta Malasia desde México, que de hecho un viaje de esta índole con fines meramente turísticos, viajando en paquete para abaratar costos, solo está al alcance de la clase media alta o clase alta de México. Y está ciertamente fuera del alcance de los bolsillos de quienes se ostentan como meros trabajadores agrícolas. Bajo estas condiciones, se supone que todos los gastos de traslado y hospedaje corren por cuenta del empleador y no de quienes son contratados. Y he aquí el intríngulis del asunto. Con los 20 mil pesos que cuesta llevar a un trabajador desde México hasta Malasia (a uno solo, no a los tres) allí mismo en las zonas más empobrecidas del continente asiático se pueden contratar unas cinco personas dispuestas a trabajar casi en condiciones de esclavitud por un lapso de dos años trabajando de sol a sol unas 16 horas diarias.

Habiendo tantos desempleados en el continente asiático (decenas y decenas de millones de ellos), dispuestos a trabajar por lo menos 16 horas diarias por menos de un dólar a la semana (tal vez menos, si se trata de gente proveniente de comunidades en extrema pobreza de países como Bangladesh o la India), ¿qué empleador en Malasia en su sano juicio estará dispuesto a pagarle los boletos de ida y vuelta en avión a tres mexicanos que se ostentan como simples trabajadores agrícolas? Posiblemente lo haría si se tratara de un ingeniero mexicano altamente especializado capaz de poder efectuar un trabajo técnico que nadie más en las regiones cercanas (Japón, Corea del Sur, China, Singapur, etcétera, en donde dicho sea de paso tienen muy buenos ingenieros) puede hacer. ¿Pero en el caso de tres trabajadores agrícolas sin título universitario alguno? (y de hecho, sin tener siquiera terminada la escolaridad de bachillerato).

Lo anterior es equiparable a lo que ocurre con los agricultores norteamericanos, los cuales contratan para las labores de campo a mexicanos en su gran mayoría indocumentados, tomando en cuenta la gran cercanía de México con los Estados Unidos además de la abundante mano de obra mexicana disponible para hacer labores de campo que ningún norteamericano quiere hacer. Habiendo tanta mano de obra abundante en México (además de la mano de obra centroamericana que llega solita burlando la vigilancia de la Border Patrol), ¿qué empleador norteamericano en su sano juicio querrá ir hasta el otro lado del mundo, hasta Africa, para contratar africanos para la pizca en los campos agrícolas norteamericanos, pagándoles el transporte de ida y vuelta Africa-Estados Unidos-Africa? Ni siquiera estando borrachos considerarían tal posibilidad.

¿Quién en Malasia está realmente dispuesto a desembolsar unos 60 mil pesos para importar desde México para labores de limpieza a gente que ni siquiera sabe hablar el idioma, habiendo en la misma Malasia miles de desempleados que están dispuestos a hacer lo mismo por la centésima parte?

Otro boquete en el argumento de la defensa es que se trataba de simples trabajadores agrícolas mexicanos. ¿Pero qué empleador en su sano juicio quiere contratar para labores de limpieza a trabajadores agrícolas que no tienen absolutamente nada que ver con las labores de limpieza? En todo caso, lo lógico sería procurar trabajadores que hayan tenido experiencia previa en el área de limpieza tales como los conserjes de las escuelas primarias. ¿Y para trabajar en una fábrica de metanfetaminas haciendo meras labores de limpieza? ¡Hágame Usted el favor! Y si de limpieza se trata, allí mismo en el continente asiático abunda la mano de obra dispuesta a hacer todo tipo de labores de limpieza tales como limpiar tazas de sanitarios hasta dejarlas brillando de limpias por unos cuantos dólares a la semana (o al mes).

Por las razones citadas, todos los jueces de Malasia que revisaron los pormenores del caso consideraron el argumento de defensa de los tres mexicanos como una historieta fantástica y ridícula, tan fuera de la realidad que cualquiera dispuesto a creer en ella de seguro estaría dispuesto a creer en la Caperucita Roja o en los cuentos de Aladino y la lámpara maravillosa. De hecho, algunos jueces y magistrados consideraron el argumento como un insulto a la inteligencia. Y todo esto es algo que por causas que se desconocen los medios audiovisuales en México le han estado ocultando al pueblo.

La tesis esgrimida por los fiscales en Malasia desde un principio es que no se trataba de meros trabajadores agrícolas mexicanos contratados para hacer labores de limpieza, se trataba de gente proveniente precisamente del estado cuna de uno de los más poderosos cárteles del continente americano, se trataba de gente que sabía perfectamente lo que estaba haciendo en Malasia y que sabía perfectamente que la fábrica era una fábrica de metanfetaminas (ni modo que fuera una fábrica de chocolates de Willy Wonka).

Inherentemente, dentro de las tesis sostenidas por la fiscalía en Malasia, aunque no explícitamente, se hallaba el razonamiento de que los tres mexicanos desde un principio fueron una especie de “primeros contactos”, algo así como “embajadores de bajo nivel”, enviados por uno de los más poderosos y peligrosos cárteles de México, ya sea para empezar a echar a andar operaciones en Malasia con la puesta en marcha de centros de fabricación y distribución en Malasia de todo tipo de drogas con miras a extender las operaciones hacia el resto del continente asiático, o algo aún más aterrador, para empezar a establecer relaciones con los narcotraficantes del Golden Triangle o “Triángulo Dorado”, con la intención de unir fuerzas para crear una especie de super-cártel con ramificaciones mundiales, capaz de derrocar e imponer a su antojo gobiernos en cualquier parte del continente asiático. Y esto fue lo que encendió las voces de alarma en Malasia poniendo no solo a los fiscales y a los jueces sino también a los funcionarios públicos encargados del combate a las drogas al borde del pánico.

Cuando fueron aprehendidos infraganti los tres mexicanos en la fábrica de metanfetaminas de Malasia, estaban frescas las noticias llegadas del otro lado del mundo sobre cómo la infructuosa e inútil guerra proclamada por el presidente Felipe Calderón en contra del narco, lejos de disminuír el tráfico de drogas de México hacia los Estados Unidos, lo único que le había dejado al país era una cauda de más de 50 mil muertos y más de 20 mil desaparecidos, esto además del enorme deterioro económico que la inmensa ola de inseguridad le trajo a México. Y no fue ningún consuelo para las autoridades en Malasia el enterarse de que el partido gobernante (el PAN) del cual emanó el presidente Felipe Calderón terminó siendo castigado por los electores en 2012 perdiendo la presidencia de México y cayendo hasta el tercer lugar en las preferencias electorales; algo indicativo de que si en Malasia llegaba a ocurrir lo mismo que en México hay el riesgo de que la población se alce sacando del poder a quienes no supieron o no pudieron evitar que Malasia se “mexicanizara” (palabra acuñada por el Papa Francisco). Como Malasia no es un país grande como México (poblacionalmente y económicamente hablando), Malasia no se puede dar el lujo de terminar igual que México emprendiendo una guerra perdida de antemano en contra de un “super-cártel” que termine costándole a Malasia 50 mil muertos y 20 mil desaparecidos.

Por si fueran pocas las noticias llegadas a Malasia sobre las cifras de muertos y desaparecidos que las narco-guerras le estaban dejando en México, a esas noticias se sumaron las fotografías de los decapitados, los desmembrados, los desollados, los colgados en los puentes, los mutilados y los disueltos en ácido, fotografías verdaderamente espeluznantes que les pusieron los pelos de punta a los gobernantes y funcionarios de Malasia haciéndoles ver los extremos de brutalidad y barbarie a los cuales estaban dispuestos a descender los cárteles mexicanos para dirimir sus diferencias, y la sola posibilidad de que algo así empezara a suceder en Malasia en caso de “mexicanizarse” les hizo ver la importancia de que el caso de los tres mexicanos fuera manejado en la forma “correcta”. Y ante las pruebas presentadas por la fiscalía, solo había una forma “correcta” de manejar y resolver el caso.

Malasia no cuenta con los recursos económicos por sí sola para lidiar con un gran cártel conformado por los líderes del triángulo dorado y los líderes de los cárteles mexicanos. Los gobernantes de Malasia sabían que si no cortaban eso de tajo justo cuando estaba empezando, tendrían que resignarse a vivir tal vez  por décadas una situación como la de México. En Malasia se daba por hecho que el poderío combinado de los líderes asiáticos del “triángulo de oro” y el cártel mexicano en cuestión con base de operaciones precisamente en el mismo estado de donde eran provenientes los tres mexicanos podría tener la capacidad de avasallar por completo al gobierno de Malasia si se concretaban las “relaciones diplomáticas” entre cárteles y en cada lado del planeta los cárteles establecían una red unificada de “embajadores plenipotenciarios” y “procónsules” para afianzar su dominio mundial. Algo así como la organización S.P.E.C.T.R.E. contra la que lucha James Bond (coming soon to a theatre near you).

Así pues, para evitar en Malasia un colapso total de las instituciones como el que suponían que estaba ocurriendo en México (durante el negro sexenio del presidente Felipe Calderón, una otrora próspera ciudad fronteriza de México terminó clasificada como la ciudad más violenta del mundo, y hasta la fecha no se ha podido recuperar), los fiscales y los jueces de Malasia tomaron en forma conjunta la decisión de cortar de tajo con el nacimiento del “super-cártel” cuando su formación apenas estaba en ciernes, aplicándoles a los primeros tres “diplomáticos” llegados de México la pena máxima: la pena de muerte, colgándolos en la horca. El objetivo desde un principio fue salvar a Malasia y enviarle un mensaje de  escarmiento a los cárteles mexicanos diciéndoles no con palabras sino con hechos: “esto es lo que le espera a todos aquellos que sean enviados desde México para extender hacia Malasia el poder de los cárteles mexicanos, la muerte”.

A partir del momento en que fueron condenados a la pena capital, la salvación de los tres sentenciados se convirtió en un asunto de gran preocupación e interés para los líderes de los principales cárteles mexicanos interesados en extender su influencia fuera de México hacia Asia al igual que como lo han hecho en otros países como Colombia y Perú e inclusive en el continente europeo. Después de todo, no es nada fácil tratar de reclutar a alguien como “procónsul” o “embajador plenipotenciario” para establecer contactos y relaciones “diplomáticas” en el rubro de “productos farmacéuticos de naturaleza controlada” estando por allí la foto de los primeros tres mexicanos colgados, sobre todo cuando se tiene la certeza de que hay muchas otras horcas esperando en Malasia a cualquiera que se atreva a seguir el ejemplo de los primeros tres “evangelistas del narco mexicano” que llegaron a Malasia.

La pena de muerte es un disuasivo poderoso, porque a diferencia de una prisión mexicana de máxima seguridad como Puente Grande de la cual se puede fugar cualquiera cuando hay una suma considerable de dinero de por medio, desde hace unos dos mil años nadie ha salido de su sepulcro por su propio pie. En México no se tienen los problemas que pueda presentar la aplicación en México de la pena capital, porque la pena de muerte está terminantemente prohibida dentro de México, independientemente de la brutalidad o la crudeza del crimen que se cometa, ya se trate de un terrorista que con un bombazo mate a mil personas, o de un asesino serial que haya violado y matado a cien mujeres, o de un traidor a la Patria como Antonio López de Santa Ana, o de un narco-satánico que haya devorado vivos a diez niños recién nacidos, el sistema de justicia mexicano es muy generoso en este respecto. Todos, absolutamente todos los criminales, están protegidos de la pena de muerte, sin importar la naturaleza del crimen, porque ellos también tienen sus “derechos humanos” (sus víctimas también los tenían, al igual que el derecho a recibir justicia, pero eso ya es otro asunto que no viene al caso cuando se trata de salvar el pellejo de quienes violan la ley). Los mismos políticos mexicanos que hoy proponen un sistema nacional anticorrupción son los que se encargan de luchar “hasta la muerte” para que la pena de muerte jamás se pueda aplicar en México, y esto es algo por lo que todos aquellos que delinquen en grado extremo les están sumamente agradecidos (¿tendrán a esos políticos en su nómina?).

Pero Malasia, al igual que Estados Unidos y otros países, no son México. Hay ciertos países en los cuales ciertos delitos considerados sumamente graves conllevan la pena de muerte. En muchos de esos países hay instancias judiciales de revisión de casos y apelación de veredictos para hacer lo posible para que el verdaderamente inocente jamás reciba tal castigo ni siquiera por equivocación, pero si no hay duda sobre la comisión del crimen entonces el sentenciado debe estar preparado para enfrentar la horca, el paredón de fusilamiento (en China les cobran a los familiares las balas usadas en la aplicación del castigo), o si tiene suerte tendrá treinta o cuarenta años de apelaciones (esto ha ocurrido en los Estados Unidos) tras los cuales queda en libertad al haber muerto todos los testigos y jueces que tenía en contra siendo imposible sostenerle su culpabilidad. El gobierno de México puede tratar de acudir al Tribunal Internacional de La Haya como último recurso usando el argumento de la violación a los “derechos consulares” de los tres sentenciados, pero esta estrategia no ha servido en otros casos en los cuales los mexicanos acusados-sentenciados en el extranjero han pagado con su propia vida los delitos que se les atribuyeron.

Hay otra cosa que no mencionan los medios en México. Los mexicanos sentenciados a muerte por actividades relacionadas con narcotráfico no fueron los únicos involucrados en la operación en la que fueron capturados. Hay otros cómplices, a los cuales también les espera la pena de muerte por ahorcamiento, pero a diferencia de los tres mexicanos presentados por los medios en México como inocentes chivos expiatorios los otros involucrados sí son culpables y sí merecen la pena de muerte, pero no merecen ser mencionados porque no son mexicanos, esos otros son nativos de Malasia y su rescate mediático en todo caso corre a cuenta de los cárteles de Malasia, no de los cárteles mexicanos.

No hay fecha programada para la ejecución de los tres mexicanos. La fecha solo será conocida por sus familiares cercanos un día antes de que sean ejecutados, lo cual significa que pueden ser ejecutados cualquier día de estos. Tal vez les concedan una última cena (¡eso sí, pagada por el gobierno mexicano, o mejor dicho, por el pueblo de México!), tal vez les concedan un último deseo (menos el perdón). Pero no habrá manera en la cual los medios de comunicación masiva en México los puedan ir glorificando y “exonerando” mediáticamente conforme se acerca la hora fatal, en esta ocasión los medios en México no tendrán tiempo para ello. Posiblemente en Malasia ya están seleccionando los materiales con los cuales serán fabricadas las tres horcas (como muestra de respeto y consideración a sus derechos humanos, cada sentenciado tiene derecho a su propia horca, y no una sola horca para colgar a los tres), porque no sea que si falla una horca los abogados de la defensa exijan la liberación del condenado argumentando que “así como nadie puede ser juzgado dos veces por el mismo delito, tampoco nadie puede ser ahorcado dos veces por el mismo delito”. Cosas de abogados, usted sabe.

Queda, sin embargo, un último recurso para tratar de salvar a los hermanos González Villareal del ajusticiamiento que les espera, y éste debe correr por cuenta del cártel mexicano que se presume que los envió a Malasia. Consiste en tratar de sobornar al Sultán que es la máxima autoridad en Malasia y que les puede conceder el indulto, corrompiéndolo con obsequios costosos. Podrían financiar la fundación de una organización con un nombre como “Mexicanos Admiradores del Sultán” (MAS), y empezar a hacerle llegar al Sultán a través de dicha organización regalos ostentosos tales como un yate de lujo, una corona de oro puro con diamantes incrustados, boletos de primera fila para ir a conciertos de Luis Miguel y Juan Gabriel, y un fin de semana con alguna artista mexicana famosa que esté dispuesta a “sacrificarse” a cambio de varios millones; felicitando en grande y de antemano al Sultán de parte del pueblo de México (o mejor dicho, de una parte del pueblo de México) por su munificencia y generosidad en perdonarle piadosamente la vida a todos aquellos que están en la antesala del patíbulo, sobre todo si se trata de mexicanos “amigos suyos y amigos del pueblo de Malasia”. ¡Claro que se puede! ¿A poco no?

Una costosa operación de rescate de los hermanos González Villareal tratando de corromper a las autoridades en Malasia no significa que las vidas de los tres condenados valgan tanto para cualquier cártel como para justificar las enormes erogaciones requeridas para tratar de sobornar al Sultán de Malasia con halagos y regalos caros, al fin y al cabo para los cárteles se trata de gente desechable que al igual que los sicarios que mueren en enfrentamientos con el Ejército mexicano se les puede reponer fácilmente contratando al siguiente día a otros dispuestos a tomar su lugar (¡y sobran quienes están dispuestos a venderle el alma al Diablo a cambio de unas cuantas migajas!). Lo que está en juego para los cárteles mexicanos es el riesgo de que se pueda sentar en Asia un precedente histórico con el cual todos los representantes enviados por cualquier cártel mexicano a Asia para extender sus tentáculos terminarán colgados en la horca sin que desde México se pueda hacer nada por ellos, ni siquiera a través del gobierno de México o alguna de sus agencias como la Comisión Nacional de Derechos Humanos; un precedente que les puede dificultar enormemente a los cárteles mexicanos cualquier posibilidad e intento de reclutar y contratar voluntarios en el futuro para lo que los candidatos saben muy bien que terminará como un viaje sin retorno (sin retorno con vida, esto es).

A estas alturas, lo único que realmente debe preocupar a los condenados es que, como conocerán el día de su ejecución apenas un día antes, no tendrán mucho tiempo para hacer preparativos para su viaje al más allá. Si son verdaderamente inocentes, es probable que irán al Cielo como compensación a su sacrificio al ser inmolados siendo inocentes, y en tal caso no tienen de qué preocuparse. Pero si son verdaderamente culpables, si sabían muy bien lo que estaban haciendo en Malasia en esa fábrica de metanfetaminas, no tendrán mucho tiempo para reconocer su culpa y manifestar públicamente un arrepentimiento sincero (se supone que un arrepentimiento convenenciero retrasado deliberadamente hasta el último momento hasta en tanto no se hayan agotado todas las instancias de apelación legal o se hayan agotado las posibilidades de fuga con ayuda del exterior es un arrepentimiento que no será tomado en cuenta en el más allá porque no tiene validez), en cuyo caso lo más probable es que los estarán esperando “allí abajo”; y el señor de “allí abajo” no es conocido “aquí arriba” por perdonar a nadie. Se trata de otro viaje sin retorno, aunque quienes se meten por su propia voluntad en ese negocio siempre han sabido el precio que van a pagar en el más allá por el resto de la Eternidad como castigo por lo que hicieron aquí en la Tierra.

Se puede anticipar que los restos mortales de los tres mexicanos ajusticiados en Malasia serán enviados a México con todos los gastos pagados por el gobierno de México (o mejor dicho, por el pueblo de México), como suele hacerse en todos los casos de mexicanos que son ejecutados en el extranjero como resultado de alguna infracción legal seria. Se puede anticipar también, como suele hacerse, que los tres serán exonerados por los medios nacionales en México que harán hasta lo imposible por presentarlos como víctimas inocentes de un perverso sistema de justicia de un país igualmente malvado y perverso, al que van a satanizar en los medios como “Mala Asia”, satanizando y ridiculizando al Sultán de Malasia hasta que haya otros mexicanos en otra parte del mundo esperando la pena de muerte. Es posible que sus ataúdes serán cubieros con la bandera de México, y en el entierro de los tres de seguro habrá una gran procesión popular después de una misa de cuerpo presente, con música de mariachi durante el entierro y (aunque menos probable) un discurso emotivo del gobernador y de varias figuras públicas ensalzando con discursos patrióticos a los tres ejecutados, así como actos de protesta en contra del gobierno de Malasia exigiendo el rompimiento de relaciones diplomáticas con Malasia y de ser posible una expedición militar punitiva en contra de Malasia en represalia por la ejecución de los tres presuntos narcotraficantes mexicanos (bueno, en realidad al menos en Malasia no se puede hablar de simple presunción, ya que fueron juzgados y encontrados culpables por el sistema legal en dicho país, veredicto de culpabilidad que fue refrendado en todas las instancias legales a las que se acudió para revertir el fallo).

Y como corolario a la historia, los medios masivos de comunicación en México tendrán tres nuevos mártires para ser sumados al martiriologío nacional como en el caso de Antonio Zambrano Montes. Solo falta que quieran ponerle el nombre completo de cada uno de ellos a algunas de las avenidas más importantes del estado así como a algunas escuelas primarias y secundarias, y ¿por qué no? levantarles un monumento en alguna plaza pública. Todo eso además de que les compongan uno o varios corridos, como ya es menester, y lleven sus vidas a una telenovela. Al fin y al cabo, todo es posible en el país del surrealismo.

miércoles, 22 de abril de 2015

Guerras sucias



La temporada de guerras sucias con motivo de los procesos electorales de 2015 empezó oficialmente con un “spot” del Partido Acción Nacional, el partido que lanzó el primer obús, radiado a cadena nacional y autorizado personalmente por el presidente nacional del PAN Gustavo Madero, en el cual se ataca directamente al presidente nacional del PRI César Camacho. En ese ataque, una supuesta encuestadora o reportera, pregunta en la calle a un ciudadano de a pie, “¿Qué opinas que el presidente del PRI presuma relojes de más de 2 millones de pesos?”. Cuando la voz se refiere a los relojes, aparece un cartel con la foto de César Camacho Quiroz dejando ver su costoso artefacto valuado en 646 mil pesos, junto con otros modelos, supuestamente de él, con valores más o menos similares, para que la simple suma totalice los 2 millones de pesos referidos. El ciudadano (tal vez real, tal vez contratado) responde con natural indignación y palabras incuestionables: “Pues es una chingadera”. De inmediato se escucha al locutor del anuncio apoyado en un texto: “Acabemos con la corrupción”. La misma voz continúa: “Con el Sistema Nacional Anticorrupción que propuso el PAN, no al enriquecimiento ilícito”, mientras se ve el portafolio del encuestado, con el logotipo del PAN del lado derecho y un folder, al izquierdo, donde se lee: “Claro que podemos, ¿a poco no?”, muletilla que sella la propaganda electoral panista.

Sigue el “spot” para completar los 30 segundos: “¿Qué opina de que los altos funcionarios priístas tengan propiedades millonarias en el extranjero?”, y mientras se ve una foto de lujosos condominios, aparentemente de Miami, responde resignada la ama de casa inquirida que barre un pequeño patio tipo casa del Infonavit, la cual se apoya en la escoba y lanza: “¡Pues no tienen madre!”. Entonces el locutor reitera y remata: “Acabemos con la corrupción, cambiemos el rumbo con buenas ideas; con el Sistema Nacional Anticorrupción que impulsó el PAN no al enriquecimiento ilícito, que devuelvan lo robado”. El spot no da nombres, no dice quién, pero desliza con un lenguaje bastante eficaz lo que se percibe para reforzar eso que se crea en el día a día: opinión pública.

En la diatriba visceral del PAN en contra del presidente nacional del PRI por presumir relojes caros no se menciona que el presidente del PRI no ocupa cargo público alguno, por lo que nadie (ni siquiera del PAN) lo puede acusar de haber robado dinero del erario público para comprarse los relojes. Simple y sencillamente se le está acusando por haber fanfarroneado su “hobby” de coleccionar relojes de alto valor, pero presentándolo de modo tal que se le quiere hacer aparecer como un hampón de altos vuelos. El “spot” del PAN no acusa a César Camacho de enriquecimiento ilícito, pero se espera que el televidente desprevenido suponga que se le está acusando de tal cosa, como también se espera que el televidente por cuenta propia haga y echando a volar su imaginación haga en su mente el siguiente razonamiento: “el presidente del PRI es un corrupto, y por lo tanto los candidatos del PRI también son corruptos, todos ellos, y hay que castigarlos votando en contra de ellos”. Esto sin duda alguna es guerra sucia, porque como ya se dijo el presidente nacional del PRI no ocupa cargo público alguno en ninguna dependencia, y puede presumir lo que le dé la gana como ser el poseedor de un castillo en Escocia o ser el propietario de una isla en el Pacífico, y ello no prueba ningún delito. La intención del spot es claramente difamatoria.

El hecho de que el PAN haya sido el primero en tomar la iniciativa en abrir la temporada de guerras sucias en México (y todo el pueblo de México ha sido testigo de ello) está ejemplificado en la noticia que apareció en el periódico local el 4 de abril con los siguientes titulares a ocho columnas:
“En spots de campañas: Apuesta PRI  a reformas; PAN a guerra sucia”
Sin embargo, en lo que algunos analistas y jurisconsultos interpretan como una violación descarada y socarrona del PAN a los tiempos electorales, la guerra sucia panista ya había empezado en enero de 2015 con una furiosa denuncia por supuestos actos de corrupción interpuesta en contra del gobernador priista de Chihuahua, César Duarte, la cual hasta la fecha no ha prosperado por falta de pruebas.

Y aunque el nombre del actual presidente de México, Enrique Peña Nieto, no está en la boleta electoral ni está contendiendo para cargo alguno ni está haciendo campaña a favor de nadie (ni siquiera a favor del PRI como partido), de cualquier modo la dirigencia del PAN decidió también subirlo al ring y meterlo a la contienda “para que aprendan los méndigos priistas” con un spot difamatorio en contra del presidente Peña Nieto en el cual se le pide su opinión a un hombre y una mujer (de seguro panistas haciéndola de ciudadanos ordinarios):
“¿Qué opinan ustedes de que el presidente (Peña Nieto) llevó doscientos invitados a Londres?”, “¿Doscientos?”, “¿Es así como gastan nuestros impuestos? Yo diría que es una ching#&@~&$#”.
Al spot de guerra sucia en contra del presidente nacional del PRI, el PAN se lanzó a la yugular del PRI con otros spots igualmente difamatorios, sin propuestas propositivas concretas (como la del Partido Verde que está ofertando promocionar vales de primer empleo a los jóvenes canjeables por reducciones iguales en monto de impuestos a las empresas que contraten a jóvenes sin experiencia laboral previa, ésta es una propuesta y no un ataque en contra de alguien mencionándolo por su nombre o por sus siglas).

El PAN veladamente trata de ser propositivo, pero sin lograrlo. En varios de sus spots se dice a los televidentes: “Cambiemos el rumbo con nuevas ideas. Claro que se puede,  ¿A poco no?”. En esto se recicla la promesa de un supuesto cambio (“cambiemos el rumbo”), algo con lo que empezó el PAN su ascenso desde hace unos 30 años, la promesa del “cambio”, pero sin dar detalles. Si tienen nuevas ideas, ¿por qué no las pusieron en práctica en los doce años que el PAN estuvo gobernando a México desde la silla presidencial? ¿O será que solo se les ocurren nuevas ideas, o dicen que se les ocurren nuevas ideas (de las que no dan detalles) cuando son oposición?

Junto con sus ataques feroces y despiadados en contra del PRI, para disimular un poco el PAN introdujo como bandera suya algo que parece ser propositivo y constructivo, algo que llama Sistema Nacional Anticorrupción. Supuestamente el Sistema Nacional Anticorrupción del PAN acabará de una vez por todas y para siempre con la corrupción oficial que hay en México. Sin embargo, el PAN no proporciona en sus spots detalle alguno sobre lo que está proponiendo en su maravilloso sistema nacional anticorrupción, ciertamente el PAN no está proponiendo la eliminación del fuero que es una de las principales fuentes de corrupción, la garantía oficial de protección a políticos sinvergüenzas y delincuentes. Pero si no está proponiendo terminar con el fuero ni con la plurinominalidad, ¿entonces qué es lo que está proponiendo para acabar con la corrupción? Nadie sabe, nadie supo, eso no lo dicen los voceros del PAN en ninguno de sus spots; es algo parecido al cambio que prometieron en los años ochenta que ocurriría en caso de que el PAN ocupara gubernaturas y la presidencia de México, anunciaron que habría un gran cambio que dejaría a todos con la boca abierta, pero después de dos sexenios panistas nadie supo en que consistía el cambio porque nunca dieron los detalles ni se vió la puesta en marcha de nada que oliera a cambio. Y en realidad, no se puede acusar a nadie en el PAN de no haber cumplido con las promesas de cambio, precisamente porque nunca dijeron en qué consistiría el cambio.

PAN y guerra sucia son sinónimos, todo el pueblo de México es testigo de ello ¿Por qué el PAN se sigue aferrando con verdadera necedad y terquedad a la guerra sucia pese a su desgaste y comprobada inutilidad en las elecciones presidenciales de 2012 en las que el PAN perdió la presidencia de México quedando en tercer lugar? (el presidente nacional del PAN en el 2012 era el mismo presidente nacional del PAN de hoy, Gustavo Madero). Por dos razones: a partir de los años ochenta esa estrategia le dió muy buenos resultados al PAN para arrebatarle al PAN alcaldías importantes y gubernaturas como Chihuahua, Baja California, Guanajuato y Jalisco (anteriormente el PRI jamás perdía una sola gubernatura en todo México), además de que les sirvió para retener la presidencia en el 2006 (aunque ya por un margen muy escaso) calificando repetidamente en spots en las televisoras a Andrés Manuel López Obrador como un peligro para México; y por otro lado el PAN está dominado y controlado por “fósiles” que no dejan espacio ni dan oportunidad a las nuevas generaciones para que contribuyan con nuevas ideas y propuestas que no tengan nada que ver con la difamación y la calumnia. Son los “dinosaurios” o “dinos” del PAN quienes atascados en un pasado cada vez más lejano insisten en sostener la misma fantasía política que hoy es anacrónica. La guerra sucia está demasiado enraizada en los genes del PAN, y es como una droga a la cual el PAN ha desarrollado una adicción fuerte e incurable, como las adicciones a la heroína y a la cocaína.

Aunque el PAN abraza hoy el combate a la corrupción como su bandera de lucha (una lucha que no emprendió en los doce años que el PAN gobernó a México desde la presidencia de la República), para muchos el PAN carece de credibilidad al respecto, y para demostrarlo basta con un simple ejemplo. Se trata del diputado priista chihuahuense Miguel Lerma Candelaria.

Miguel Lerma Candelaria era un político joven en los finales de la década de los setentas durante el gobierno de José López Portillo. Fue electo Diputado Federal por el IV Distrito Electoral Federal de Chihuahua a la LI Legislatura de 1979 a 1982; además se desempeñó como funcionario del Banco Nacional de Crédito Rural (BANRURAL). En 1982 fue acusado de fraude por 5 mil millones de pesos en perjuicio de BANRURAL y de inmediato huyó del país, pemaneciendo en los Estados Unidos más de diez años. Estamos hablando de 5 mil millones de pesos de los que realmente valían, antes de las múltiples devaluaciones que se han estado dando. En la década de los ochenta en los estados del Norte, el PAN no se cansaba de recordarlo en discursos viscerales como el ejemplo de “los funcionarios priistas corruptos que le han robado a la Nación”. Remachando una y otra vez sobre el mismo tema hasta el hartazgo, y hubo quienes ingenuamente creyeron que en cuanto el PAN llegara la gubernatura de Chihuahua se abriría una carpeta de investigación en contra de Miguel Lerma Candelaria para tratar de recuperar algo de los 5 mil millones de pesos que se le acusaba de haber robado. Pues bien, el PAN llegó a la gubernatura de Chihuahua en 1992. ¿Y qué ocurrió? Pues que el PAN simplemente dejó de mencionar en sus discursos a Miguel Lerma Candelaria. Y no solo eso, en ese mismo 1992 Miguel Lerma Candelaria regresó a vivir a Chihuahua, seguro de que el PAN gobernando Chihuahua no emprendería ninguna acción legal ni investigativa en contra suya. Algunos ingenuos creyeron que para recuperar el dinero supuestamente robado por Miguel Lerma Candelaria no bastaba con conquistar una gubernatura, era necesario que el PAN conquistara también la presidencia de México. Pues bien, el PAN llegó a la presidencia de México en el 2000. ¿Y qué ocurrió? Que todos, absolutamente todos dentro del PAN se olvidaron de quién era Miguel Lerma Candelaria, y si por casualidad alguien les mencionaba ese nombre así como las promesas de combate a la corrupción hechas por el PAN sacando a relucir en tiempos pasados a Miguel Lerma Candelaria como paradigma de la corrupción oficial, lo mejor que se podía obtener de los panistas que aún recordaban esas promesas vacuas era una mala cara. El PAN ocupó 12 años la silla presidencial, y si alguna vez hubo un funcionario priista del pasado acusado de corrupción que nunca tuvo temor alguno de ser investigado ni tocado por los panistas gobernando a México ése fue Miguel Lerma Candelaria. Hoy Miguel Lerma Candelaria vive tranquilamente en el estado de Chihuahua dedicado a actividades empresariales, y se puede suponer que tiene en sus cuentas bancarias norteamericanas dinero más que suficiente para emprender la actividad empresarial que quiera haciéndose todavía más rico. ¡Gracias PAN! Lo mismo ocurrió con la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, otro caso flagrante de corrupción sindical, la cual fue protegida por el presidente Felipe Calderón como pago de factura política por el apoyo que la corrupta lideresa le dió al PAN en las elecciones presidenciales de 2006. Y así como estos ejemplos hay muchísimos más. Por ello es asombroso que el PAN haya tomado la decisión de empezar con una nueva temporada de guerras sucias anunciando a la vez su intención de combatir y acabar con la corrupción en México “de una vez por todas, hasta sus últimas consecuencias”, sin ponerse a pensar que tiene muchas cosas en su contra como éstas que se han mencionado y con las cuales se le puede torpedear fácilmente sin misericordia hundiéndole el barco.

En otro spot aparentemente propositivo del PAN aparece el lema demagógico “Bajemos los impuestos”. Y no hay duda alguna de que esta “promesa” es demagógica hueca, porque viene del mismo partido que durante el sexenio del presidente panista Vicente Fox hizo hasta lo imposible por crear un impuesto IVA a los alimentos y medicinas, sin lograrlo porque los demás partidos en el Congreso se opusieron a ello. ¿Y ahora que no gobiernan proponen bajar los impuestos? ¿Pues cuáles? ¿Acaso ya se le olvidó a todos los panistas lo del IVA a los alimentos y medicinas? ¿O les gusta fingir demencia? ¿Pues acaso creen que se trata de un juego en el que al pueblo de México se le puede tomar en conjunto como un pueblo idiota sin memoria?

Lo diferente en esta ocasión es que en el PRI se tomó la decisión de responderle al PAN con una contraofensiva igualmente dura y sucoa dándole al PAN una cucharada de su propia medicina, una sopa de su propio chocolate, y los panistas están descubriendo (y se están quejando) que la medicina es muy amarga. Antes el PRI no lo hacía, trataba de sostenerse con spots propositivos, pero parece que el PAN ya le colmó la paciencia a los priistas (tarde o temprano esto tenía que ocurrir) que dijeron “¡Ya basta!”, y le han estado sacando al PAN sus trapitos sucios al sol. Como una parodia a los spots de guerra sucia del PAN, han estado sacando spots similares en guión (un actor simulando ser un reportero que entrevista a otro actor que simula ser un ciudadano) con las frases de apertura “¿Qué opinas de que...?” y “¿Sabías que...?”

Usando el mismo formato de una supuesta encuesta en la calle con ciudadanos o actores, no lo sabemos, un ejemplo es el spot del PRI títulado, “Ya sabemos cómo son, ¿a poco no?”, en el cual a una pareja acompañada de una niña, se le pregunta “¿Qué opina que el PAN se promueva como un partido de buena moral, pero que tiene militantes que poseen pornografía infantil?”, mostrando la fotografía de Hermes Yahir Chacón Flores, ex funcionario panista procesado por este delito. La pareja responde “Que ¿qué opino?, pues que no tienen ma…”, a lo que agrega el spot “Terminemos con la pornografía infantil, el PRI impulsará y aprobará las penas más severas para quienes cometan este tipo de delitos”. Y el spot del PRI continúa: “¿Qué opina de de que los políticos del PAN presumen tener buenos valores morales pero en reuniones de trabajo organizan fiestas con sexoservidoras pagadas con sus impuestos?”. “Son unos hipócritas”. “El PAN cree que te puede engañar, pero ya conocemos su doble moral. ¿A poco no?”.

De este modo, el PRI en un cambio radical de estrategia decidió responderle al PAN en especie golpe por golpe, usando su mismo formato, pegándole con su propia estrategia.

He aquí otro spot del PRI en contra del PAN:
“Otra historia negra del PAN.
¿Sabías tú que un gobernador del PAN se mandó construír ilegalmente una presa de 120 metros de largo, 80 metros de alto, capaz de almacenar cuatro millones de metros cúbicos de agua?”, “¿Sí?”, “Una presa cuyo costo se estima en 170 millones de pesos y que le está quitando el agua a los campesinos de la región solo para abastecer de agua su propia casa. Ya lo sabes. ¡Aguas con el PAN!”
Una variante del anterior spot pone lo siguiente: “¿Qué opina de que el gobernador del PAN, Guillermo Padrés construyó ilegalmente una presa enorme en su rancho que le quita el agua a la gente que no la tiene?”. En la parte final de la pregunta se ve un cartel de Padrés y su presa, mientras el entrevistado responde: “ ¡esto es una chingadera”. La voz del locutor propone: “Terminemos con la corrupción, el PRI impulsa y aprobará el Sistema Nacional Anticorrupción”. El PRI completa sus 30 segundos de tiempo límite con ésto: “¿Qué opina de que los diputados del PAN piden “moches” de dinero destinado a la construcción de escuelas y hospitales?”. Se ve en la pregunta un cartel con la foto de tres diputados panistas acusados de tales prácticas: el ex coordinador Luis Alberto Villarreal, Antonio Martín del Campo y Antonio Árambula. El indignado ciudadano responde: “que poca madre”. Continúa el locutor: “el PAN cree que te puede engañar pero ya sabemos cómo son”. Y remata, burlista, con el sello propagandístico del propio PAN: ¿A poco no?”

Y sintiendo los candidatos del PAN ya no lo duro sino lo tupido, además de los spots en contra del PAN han estado apareciendo notas en Internet y en los medios en donde relucen datos que cuestionan la fortuna familiar personal del presidente nacional del PAN, como una nota publicada en el periódico local el 21 de abril que bajo el encabezado “Gasta hijo de Madero 5 mdp en luna de miel” asienta esto: “La organización 'Cambiemos de Rumbo' exhibió nuevamente la vida de derroche de los hijos del presidente del PAN, Gustavo Madero. En esta ocasión publicó un video en su canal del sitio YouTube que exhibe a Alejandro Madero, hijo del dirigente panista. En octubre de 2008 -cita el video- Alejandro se casó con 'Diana y dos meses después iniciaron una luna de miel perfecta con duración de un año', con un costo aproximado de 5 millones de pesos. El video muestra fotografías de Alejandro y Diana por distintas partes de Europa. Según la información, la luna de miel inició en Madrid, pasando por Suiza, Finlandia, Suecia, Rusia, Alemania e Italia. También muestra una fotografía de la esposa de Alejandro al lado de la estrella del Real Madrid, Cristiano Ronaldo, así como imágenes de la pareja en el Estadio Santiago Bernabéu. Según la información, el presidente del PAN regaló a la pareja una mansión en Houston, Texas, 'para vivir a todo lujo y lejos de la inseguridad provocada durante los gobiernos panistas'. La semana pasada, dicha organización exhibió a Sofía y Cristina Madero, hijas del presidente del Partido Acción Nacional. Según la información, entre 2011 y 2014 las hijas de Madero realizaron viajes que costaron casi siete millones de pesos, sin incluír compras. Entre los lugares que han visitado, según el video, se encuentran: Nueva York, Los Angeles, San Antonio, Houston, San Francisco, Colorado, Australia, India, Nepal, Hong Kong, China, Tailandia, Perú y Canadá”.

Parecería que las notas documentando los lujos y derroches excesivos en que supuestamente incurren los hijos del presidente nacional del PAN son tan irrelevantes como las supuestas jactancias del presidente nacional del PRI sobre la posesión de relojes que valen millones, por carecer ambos políticos de puestos públicos. Sin embargo, en el caso de Gustavo Madero hay una diferencia importante: sus intenciones manifiestas de convertirse en presidente de México, de preferencia en las elecciones de 2018. Si las guerras sucias iniciadas por el PAN, además de ser algo propio de la genética del PAN y parte de la personalidad de lo que el PAN será hasta que muera, son parte de una precampaña de Gustavo Madero para convertirse en presidente de México, entonces cualquier revelación sobre su vida personal y familiar se convierte en un asunto de interés de todos los mexicanos que se pueden preguntar legítimamente: ¿en manos de quién va a quedar la seguridad y el futuro de nosotros y nuestros hijos si éste hombre llega a convertirse en presidente de México, ya sea por una campaña propositiva, o por una guerra sucia como la campaña de miedo emprendida por el PAN en 2006 en contra de López Obrador? (cabe agregar que sobre la guerra sucia emprendida en contra de López Obrador, dicha guerra sucia fue desde el principio hasta el final una estrategia panista como lo documenta el libro La Guerra Sucia de 2006: los medios y los jueces, de Jenaro Villamil y Julio Scherer García, no se les ocurrió ninguna otra estrategia para seguirse sosteniendo en el poder).

Quejándose como plañidera, y demostrando que no puede aguantar las cosas que él mismo le ordena a sus “achichincles” que le hagan a otros que pertenecen a los partidos contrarios, el jueves 16 de abril por la noche tras un mítin en Mérida, Yucatán, el mismo presidente del PAN que autorizó el spot en contra del presidente del PRI César Camacho “acusándolo” de presumir relojes de dos millones de pesos se quejó dolorosamente de las notas informativas que están balconeando la luna de miel de cinco millones de pesos de su propio hijo Alejandro Madero, diciendo: “son las respuestas del régimen autoritario, sin dar la cara, anónimos, generar lo que ya conocemos y tiene nombre y apellido, se llama la ‘caja china’, (como en la película) ‘La Dictadura Perfecta’, cuando hay un ataque, cuando hay un problema serio generar un distractor. No es más que eso. Y, pues, nada más revela la desesperación, la frustración y la debilidad del sistema autoritario del PRI”. ¿No le gustaron a Gustavo Madero los ataques en su contra? ¿Acaso esperaba que no se le revertirían nunca las consecuencias de sus propias acciones? La queja más estridente de los panistas ante la parodia que el PRI hace de los spots del PAN revirándoles el mismo formato de sus spots de guerra sucia es: “¡No se vale que el PRI haga guerra sucia!”.

O sea, que para la dirigencia del PAN y sus bases es perfectamente legítimo y válido, inclusive éticamente apropiado y moral, elaborar materiales difamantes en contra de los demás partidos en temporada electoral, pero es imperdonable e incluso un delito de lesa humanidad que los ofendidos les respondan de la misma manera a los panistas con sus propias herramientas e instrumentos. Varios panistas prominentes han estado expresando su indignación y su furia de que el PRI responda con spots de guerra sucia a los spots de guerra sucia del PAN, diciendo en entrevistas con los medios: “¡No se vale! ¡Son copiones! ¡A nosotros se nos ocurrió primero y solo nosotros lo podemos hacer!”; tal es la mentalidad que impera en un PAN que lejos de aprender del pasado reciente parece empecinarse en tácticas que los electores están empezando a detestar y repudiar en las urnas.

Lo más lamentable en lo que estamos viendo ahora es que, a resultas de la insistencia tozuda del PAN en mantener vigentes los métodos y las tácticas mercantilistas de las guerras sucias basadas en el amarillismo y la pseudo-información de carácter subjetivo, difamando y calumniando con verdades a medias y hasta con mentiras directas, el PAN que ya se encuentra en el fondo del fango está arrastrando paulatinamente también hacia su fango a las demás fuerzas políticas, y de seguir así las cosas entonces todos y no solo el PAN pueden terminar en el estiércol, en la inmundicia. Y siempre se ha sabido que del fango no puede salir nada bueno, salvo en muy raras ocasiones.

¿A poco no?

lunes, 20 de abril de 2015

Luis Ernesto Derbez, ¡inolvidable!

La mañana de este lunes 20 de abril, el conductor del noticiero Primero Noticias, el yucateco Carlos Loret de Mola, presentó en su programa al rector de la Universidad de Las Américas de Puebla (UDLAP), Luis Ernesto Derbez Bautista, y otro individuo cuyo nombre no viene al caso. Los dos invitados especiales presentaron oficialmente al noticiero un estudio comparativo acerca de la impunidad en cada país, titulado “Índice Global de Impunidad” realizado en colaboración con el CESIJ (Centro de Estudios Sobre Impunidad y Justicia, de la UDLAP).

De acuerdo al documento presentado por Luis Ernesto Derbez, México se ubicó en el segundo lugar como el país más corrupto en un ranking de 59 países que conforman a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de acuerdo con el Índice Global de Impunidad 2015 (IGI 2015), concluyendo que la práctica de la corrupción en los mexicanos no es por cultura popular, sino porque se tienen garantías de impunidad.

“La corrupción es el resultado de impunidad. La razón por la cual la gente tiende a que la corrupción vaya en aumento, es porque se dan cuenta que la funcionalidad del sistema, la estructura del sistema de gobierno está creando condiciones que les permiten salir impunes”, advirtió el rector Luis Ernesto Derbez. El índice, realizado por primera vez, exhibe a México en el segundo lugar de los 59 países con mayores niveles de impunidad; sólo superado por Filipinas y seguido por Turquía, Colombia y Rusia, arrojando que “el problema de la impunidad en México es funcional y estructural; no nació en esta administración, pero se necesita tomar medidas urgentes para reducir los altos niveles que observamos”. De este modo, Luis Ernesto Derbez, el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad de Puebla, Andrea Ambrogi, y académicos de la UDLAP, como Gerardo Rodríguez Sánchez-Lara, oficializaron el documento donde se destaca a Croacia, Eslovenia, República Checa, Montenegro y Bulgaria como naciones prácticamente libres de actos de impunidad.

Lo verdaderamente increíble, casi inconcebible, es que alguien con los antecedentes de Luis Ernesto Derbez -antecedentes que el conductor del noticiero Carlos Loret de Mola parece haber olvidado por completo cuando lo tuvo frente a él- haya tenido el descaro y el cinismo de presentarse ante el auditorio nacional de televidentes del noticiero para pontificar sobre el tema de la impunidad.

Resulta que Luis Ernesto Derbez fue precisamente uno de los principales cerebros, junto con Lino Korrodi y la amante de éste último Carlota Robinson Kauachi, de una tenebrosa organización conocida como los “Amigos de Fox” que incurrió en actos hoy tipificados en México como completamente ilegales y penalizados por las leyes electorales en vigor, para los cuales había enormes vacíos legales que contribuyeron a que los actos ciertamente inmorales y carentes de toda ética incurridos por Luis Ernesto Derbez y Lino Korrodi quedaran en la más total impunidad.

El escabroso asunto de los Amigos de Fox es una historia algo amplia que no se reproducirá aquí en su totalidad por la extensión de sus detalles, muchos de los cuales se pueden encontrar en varios portales de Internet, pero de cualquier modo se darán algunos pormenores para el beneficio de aquellos lectores que no estén enterados del asunto.

Esencialmente, la organización Amigos de Fox desde su incepción tuvo como verdadero propósito la canalización de sumas multimillonarias de dinero de origen desconocido para apoyar financieramente la candidatura de Vicente Fox a la presidencia de México, para lo cual se recurrió a esquemas complejos de triangulación de fondos para ocultarle al pueblo lo que sucedía, fondos que se usaron en buena medida para desplegar una costosísima campaña publicitaria a favor de Vicente Fox que le ayudó a lograr lo que en siete décadas continuadas de hegemonía priista parecía imposible: sacar al PRI de Los Pinos. El dinero le llegó a Vicente Fox y se empezó a utilizar antes de que comenzara la contienda presidencial, en 1998, pese a que cualquier dinero para la campaña de un partido político, aún en tiempos de precampaña, jamás reportado al IFE, sí contaba si era gastado en tiempos electorales.

La creación de la organización Amigos de Fox se puede rastrear a finales de enero de 1998 cuando el entonces gobernador de Guanajuato y precandidato a la presidencia de México Vicente Fox acudió junto con un tipo llamado Lino Korrodi ante la presencia del Notario Público Número 1 del Distrito Federal de nombre Roberto Nuñez y Bandera, para darle existencia legal a los Amigos de Fox, organización que curiosamente fue finiquitada al día siguiente de su creación por sus propios fundadores. Mes y medio después, a mediados de marzo de 1998, la misma organización Amigos de Fox fue resucitada por quienes la habían creado en la primera ocasión.

Casi un año después, a mediados de marzo de 1999 y faltando cerca de 15 meses para la celebración de las elecciones presidenciales en México, la empresa K-Beta de Lino Korrodi recibió un depósito de 5.7 millones de pesos en una cuenta bancaria del banco Bital. Hasta la fecha, se ignora la identidad de quién o quiénes hicieron tales depósitos, y la misma cuenta bancaria había recibido ya desde enero de 1999 varios depósitos que terminaron totalizando un monto de 25 millones 278 mil pesos. Prácticamente todos los 25 millones de pesos fueron enviados a otras cuentas a través de unos 680 cheques en un esquema planificado para no dejar rastros susceptibles de ser investigados. Eventualmente se sabría que todo este dinero fue transferido a otras cuentas, a través de intermediarios, para llegar a los Amigos de Fox y otra organización fantasmal llamada Fideicomiso para el Desarrollo y la Democracia. Los extraños movimientos bancarios continuaron, y se puede citar entre ellos un depósito de 8.7 millones de pesos efectuado a principios de octubre de 1999 en el banco Bital a la empresa K-Beta de Lino Korrodi. Y también aquí como en los otros depósitos, hasta la fecha se ignora el origen verdadero de la procedencia de esos fondos multimillonarios, se ignora quién o quiénes hicieron tales depósitos. En ese mes de octubre de 1999 se expidieron un total de 157 cheques efectuando a través de intermediarios transferencias de fondos principalmente a la organización Amigos de Fox y el Fideicomiso para el Desarrollo y la Democracia.

También a mediados de marzo de 1999, una mujer misteriosa de nombre Carlota Robinson Kauachi abrió una cuenta en el banco IXE, en la cual extrañamente se empezaron a recibir remesas procedentes de Europa. En un año, de abril de 1999 a abril de 2000, se efectuaron en esta cuenta operaciones totalizando unos 11 millones de pesos.

Previo a los sospechosos movimientos bancarios efectuados principalmente a través de los bancos Bital e IXE, a principios de julio de 1998, Luis Ernesto Derbez fundó en la ciudad de Puebla junto con su esposa Rosa María Aranda Gómez una organización bautizada como “Instituto Internacional de Finanzas León”, nombrándose Derbez como presidente del susodicho instituto y aportando un capital de 480 mil pesos, designando a su esposa vicepresidente del “instituto” y aportando ella un capital de 120 mil pesos. El tal Instituto Internacional de Finanzas no era institución educativa alguna ni era un club de golfistas adinerados reunidos para compartir buenos tiempos, fue la punta de un ariete que tenía ya desde entonces como mira llevar a la silla presidencial a Vicente Fox.

La fundación del Instituto Internacional de Finanzas León tuvo lugar cuando apenas con un mes y medio de anterioridad el departamento del Tesoro de los Estados Unidos reveló a los medios la puesta en práctica de un operativo llamado Operación Casablanca, una investigación que le llevó tres años teniendo en la mira  operaciones bancarias sospechosas de lavado de dinero y tráfico de drogas. El escándalo internacional destapado por la Operación Casablanca que tan solo en Estados Unidos produjo el arresto de 167 personajes ligados al mundo de la banca y las altas finanzas entre los que había 22 funcionarios bancarios mexicanos de primer nivel y segundo nivel casi obligó a que en México la Comisión Nacional Bancaria y de Valores reforzara su vigilancia, y un efecto no anticipado fue el descubrimiento de una sospechosa triangulación de sumas importantes de dinero con Lino Korrodi actuando como uno de los dos directores de la orquesta.

A la par con todos los movimientos sospechosos de enormes sumas de dinero usadas para llevar a Vicente Fox a la presidencia de México, se fueron sumando a los Amigos de Fox otros personajes de triste memoria como Carlos Rojas Magnon, Edgar Cruz López, Jorge Eduardo Pasaret y Robert J. Dolson Castrejón.

Alguien con conocimiento de lo que realmente se maquinaba dentro de la organización Amigos de Fox involucrando enormes sumas de dinero, muchos millones de pesos, dineros de origen desconocido con plena intención política para influír en las elecciones presidenciales del año 2000, seguramente no estaba de acuerdo en las cosas que se estaban llevando a cabo a espaldas del pueblo, y fue ése alguien quien seguramente le envió al diputado priista Enrique Jackson Ramírez un sobre que contenía las fotocopias de varios cheques y comprobantes de extrañas transacciones financieras. Al día siguiente, 21 de junio de 2000, el diputado Enrique Jackson Ramírez, conmocionado e impactado por la información documental que tenía en sus manos, consciente de la trascendencia histórica de esas pruebas acusatorias, presentó su denuncia ante la sesión pública número 9 de la Comisión Permanente del Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la LVII Legislatura del Congreso.

Ya anteriormente, otras figuras públicas habían denunciado ante los medios varias de las cosas extrañas que estaban sucediendo para darle la ventaja a Vicente Fox sobre todos los demás candidatos en las elecciones presidenciales del 2000, un respaldo a Vicente Fox materializado con enormes sumas de dinero de origen desconocido. Pero lo que tenía Enrique Jackson en sus manos eran pruebas documentales, evidencias acusatorias a las cuales se les podía dar cauce.

Dos días después, el 23 de junio de 2000, el diputado Enrique Jackson presentó de manera formal y por escrito ante el Instituto Federal Electoral una denuncia por transferencias ilicitas de recursos a la campaña presidencial de Vicente Fox, anexando las pruebas documentales que se le habían hecho llegar, denuncia que quedó archivada bajo el expediente QCFRPAP-019/00. Lo relevante es que, por la gravedad de las acusaciones, el asunto ameritaba que Vicente Fox fuese inhabilitado para contender por la presidencia de México, de tal gravedad era el asunto. Pero con las elecciones presidenciales prestas a celebrarse el domingo 2 de julio de 2000, el destape de la cloaca llegó demasiado tarde, porque una semana después Vicente Fox se convirtió en el presidente electo de México.

De lo que hoy ya se sabe sobre los esquemas de las importantes transferencias del dinero proveniente del extranjero para financiar la campaña presidencial de Vicente Fox, los movimientos se llevaron a cabo a través de dos conductos firmemente establecidos: (1) el grupo Norte, encargado de manejar el dinero proveniente de los Estados Unidos de Norteamérica, siendo el encargado de coordinar éstas transferencias Lino Korrodi a través de su hija Valeria Korrodi Ordaz y el “ama de casa” Carlota Robinson Kauachi; y (2) el grupo Sur, encargado de manejar el dinero proveniente de Europa, siendo el encargado de coordinar éstas transferencias foráneas el ultra-corrupto (y cínico) Luis Ernesto Derbez, a través de su Instituto Internacional de Finanzas, recurriendo para ello a un elaborado esquema de triangulación diseñado para borrar por completo las rutas que fueron recorriendo tales dineros a su paso por México.

Sobre lo último, la Agencia Reforma puso una bomba con un reportaje dado a conocer el primero de junio de 2002, en donde después de una extensa investigación se concluyó que una de las empresas involucradas en la transferencia de fondos desde el extranjero hacia la agrupación Amigos de Fox a través de Luis Ernesto Derbez era una empresa inexistente en el año en el cual efectuó transferencias bancarias para ser trianguladas por varias rutas a México para hacerle llegar dinero a los Amigos de Fox.

Se dá por hecho que lo mucho que hoy se sabe, y se sabe no por investigaciones llevadas a cabo por el periodismo indenpendiente de México acerca de las operaciones ocultas llevadas a cabo por los Amigos de Fox es apenas una mínima parte (casi nada) de lo que realmente sucedió.

Por su parte, Lino Korrodi para exonerarse a sí mismo escribió un libro titulado Me la jugué. Y aunque presume revelar todo en su libro presentándose como víctima y héroe nacional haciendo lo posible por limpiar su imagen de pillo, en realidad no revela nada en su libro que no se conociera ya de antemano, al menos no lo verdaderamente interesante y mórbido. En su auto-exoneración biográfica para la cual posiblemente Lino Korrodi se inspiró en los gruesos volúmenes autobiográficos elaborados por el expresidente Carlos Salinas de Gortari también con fines de autoexoneración y limpieza de imagen pública dándose baños de pureza, Lino Korrodi no revela las identidades verdaderas de los rostros ocultos que estuvieron enviando desde Europa sumas colosales de dinero de procedencia desconocida a través de la red de triangulación diseñada cuidadosamente por Luis Ernesto Derbez, ni hace públicos en su totalidad los movimientos contables de las transferencias efectuadas. De hecho, en su libro Lino Korrodi hace lo posible para no lastimar la imagen pública de Luis Ernesto Derbez, como si Lino Korrodi le tuviera respeto y hasta miedo, quizá por la gente que estuvo (y se presume sigue estando) detrás del maquiavélico Luis Ernesto Derbez.

De haber sabido el pueblo de México la historia completa sobre los Amigos de Fox (y la historia es extensa), seguramente le habría dado la espalda a Vicente Fox en las urnas ese 2 de julio de 2000. Y de haberle llegado al diputado Enrique Jackson esas pruebas documentales unos seis meses antes, es posible no solo que la historia de México se habría escrito de una manera completamente diferente a como hoy la estamos viviendo, sino que Vicente Fox, Lino Korrodi, Luis Ernesto Derbez y otros de la misma ralea habrían terminado en la cárcel y aún se estarían fastidiando tras las rejas el día de hoy.

El presidente electo Vicente Fox no tomaría posesión de su cargo sino hasta diciembre de 2000. En ese período interregno se fueron acumulando más pruebas y evidencias en torno al asunto de la maquiavélica y siniestra organización Amigos de Fox, gracias a acciones investigativas emprendidas principalmente por el Instituto Federal Electoral (una organización ciudadana independiente del gobierno) y la prensa independiente. Y se fue confirmando que lo que había denunciado el diputado Enrique Jackson no era más que la punta del iceberg de una gigantesca y enorme cloaca cuyos detalles le podían poner los pelos de punta a cualquiera. Y en esa cloaca el hoy rector de la Universidad de Las Américas de Puebla, Luis Ernesto Derbez, estaba metido hasta las manitas. El entonces presidente de México, el priista Ernesto Zedillo, le pudo haber ordenado a la Procuraduría General de la República (PGR) llevar a cabo una investigación extensa para deslindar responsabilidades en torno al caso de los Amigos de Fox. Pero con Vicente Fox preparándose para tomar posesión de su cargo no solo como el próximo presidente de México sino como el primer presidente de México surgido desde las filas de la oposición, y sin otra alternativa legal disponible para encontrarle un substituo a Vicente Fox, con un pueblo que ya había manifestado su voluntad en las urnas, Ernesto Zedillo entendió perfectamente que llevar este asunto hasta sus últimas consecuencias podía hundir al país en una crisis institucional dándole la puntilla a la incipiente democracia además de arriesgar un estallido social de proporciones incalculables. Y Ernesto Zedillo no quería ser recordado como el hombre que hundió a México justo a principios del tercer milenio, quería ser recordado como el hombre que siendo el presidente emanado del partido gobernante (el partido oficialista) facilitó la transición de México hacia la democracia. Y es así como Ernesto Zedillo decidió permanecer cruzado de brazos ante el asunto y lavarse las manos como Poncio Pilatos en todo lo que tenía que ver con los Amigos de Fox. La investigación oficial del caso de los Amigos de Fox tendría que quedar a manos del próximo presidente, o sea precisamente del principal acusado (y beneficiario) de los actos francamente ilegales cometidos por los Amigos de Fox amén de una cauda de otros actos que aún no estaban tipificados como ilegales en México pero que ciertamente están tipificados como ilegales en muchos otros países.

Ante el alud de evidencias acumuladas, el Consejero Electoral del IFE Jaime Cárdenas acusó al Presidente de México de ser un Presidente ilegítimo, Los demás Consejeros Electorales del IFE no se atrevieron a hacer tal cosa, temiendo un colpaso de las instituciones y la posibilidad de un estallido social.

Como era de esperarse, Vicente Fox, ya como presidente de México, hizo todo lo que pudo para ayudar a encubrir a sus cómplices, empezando por la virtual parálisis de la PGR en torno al asunto. Lo que se fue descubriendo posteriormente en torno al escándalo se debió gracias a las acciones emprendidas por el IFE (las cuales no tenían efectos de consecuencia penal en el sistema legal para los implicados), las intervenciones diversas que tuvieron lugar ante los jueces y magistrados del Poder Judicial, así como las acciones investigativas de la prensa independiente. Todo lo que se fue descubriendo terminó situando a Vicente Fox como un presidente ilegítimo.

También, como era de esperarse, Vicente Fox protegió y encubrió a sus camaradas de muchas maneras. En el caso que nos concierne, el de Luis Ernesto Derbez, un muy agradecido presidente de México Vicente Fox elevó a este Amigo de Fox al rango de secretario de Economía a partir del 1 de diciembre de 2000 (el mismo día en que Fox tomó posesión de su cargo como presidente), haciéndolo miembro del gabinete presidencial. Pero conforme las revelaciones en torno a los Amigos de Fox fueron creciendo y con ello la magnitud del escándalo, un escándalo de magnitud presidencial (literalmente hablando), a principios del año 2003 Vicente Fox prácticamente se vió obligado a sacar de su cargo a Luis Ernesto Derbez (es bien sabido que el sexenio de Vicente Fox, en materia de economía, fue un sexenio perdido, quedando virtualmente estancada la economía de todo México en el tiempo que duró Vicente Fox como presidente), pero reteniéndolo como miembro del gabinete presidencial nombrándolo secretario de Relaciones Exteriores (sin haber tenido experiencia previa en el asunto ni siquiera como cónsul adscrito), para lo cual tuvo que echar fuera a Jorge Castañeda, algo que hasta la fecha Jorge Castañeda aún no le perdona a Vicente Fox).

Sin embargo, y en una muestra más de que el poder puede enloquecer a cualquiera que no esté mentalmente preparado para las dislocaciones y trastornos que pueda causar en la personalidad haciendo que los afectados pierdan piso con la realidad, y pese a tener tanta cola que le pisen, Luis Ernesto Derbez anunció a finales de 2004 sus intenciones de lanzarse en pos de la presidencia de México (posiblemente habrá tenido en mente alguna organización tenebrosa con un nombre como Amigos de Derbez), dispuesta a financiarse con sumas multimillonarias de dinero de procedencia dudosa canalizados con redes ocultas de triangulación de fondos. Con el escándalo de los Amigos de Fox creciendo y la legitimidad del presidente Fox cuestionada cada vez con mayor severidad, a principios de diciembre de 2004 Derbez fue nominado por Vicente Fox para ocupar el cargo de Secretario General de la Organización de Estados Americanos, en un claro intento por sacarlo temporalmente fuera del país mientras se “calmaban las aguas”. Pero un año después, a finales de 2005, tras una reunión en Santiago de Chile con la secretaria de Estado norteamericana Condoleeza Rice, el aún secretario de Relaciones Exteriores Luis Ernesto Derbez anunció en forma inesperada el retiro de su nominación para convertirse en Secretario General de la OEA, dejándole el camino libre a su único competidor para el cargo, al Ministro del Interior de Chile José Miguel Insulza. El anuncio fue sorpresivo porque el 11 de abril de 2005, en una votación previa, Luis Ernesto Derbez, tras una intensa labor de cabildeo apoyada con la infusión de una cantidad enorme de recursos oficiales del gobierno federal del presidente mexicano Vicente Fox (para estas cosas sí sirven los recursos del erario nacional mexicano), Derbez había logrado una sucesión de cinco históricos empates en dicha candidatura (17-17) cuando aún no contaba con el abierto apoyo norteamericano para dicho puesto, y tras la última votación Estados Unidos ya había anunciado que apoyaría la candidatura de Derbez, lo cual debería haber sido suficiente para darle el triunfo seguro a Derbez convirtiéndolo por seis años en el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (sin intenciones de concluírlo, con miras a las elecciones presidenciales en México en 2006). Pero en casa el escándalo de los Amigos de Fox seguía creciendo a pasos agigantados convirtiéndose en un asunto fuera de control. El negro pasado de Luis Ernesto Derbez como operador financiero de los Amigos de Fox por fín lo había alcanzado, y tomando en cuenta que el anterior Secretario de la OEA había perdido dicho cargo precisamente por acusaciones de corrupción oficial en su propio país, apostarle el futuro del prestigio de la OEA precisamente a quien tenía tan grises nubarrones en su pasado era pedir demasiado, sobre todo cuando el escándalo seguía creciendo en casa con nuevas revelaciones publicadas en los medios casi cada semana. Tras el retiro de su candidatura para dirigir a la OEA, Luis Ernesto Derbez anunció que no dejaría su cargo en México como secretario de Relaciones Exteriores. Sin embargo, él mejor que nadie supo que su ambición de convertirse en presidente de México aprovechando como medio de promoción su cargo actual estaba prácticamente aniquilada; porque estaba saliendo a la luz pública demasiado material sobre la naturaleza delincuencial de la organización Amigos de Fox. De este modo, el fin de las pretensiones de Luis Ernesto Derbez para ser Secretario General de la OEA fue también en el fin de sus pretensiones para ser el próximo presidente de México después de Vicente Fox. Con lo que ya se sabe hoy sobre el tema, las probabilidades de que Luis Ernesto Derbez pueda llegar a ser presidente de México son prácticamente nulas, al igual que las de Lino Korrodi.

¿Podrían haber hecho algo las instancias federales de procuración de justicia para darle una resolución legal al caso de los Amigos de Fox? Desafortunadamente, no. Incluso si la PGR no hubiera dependido del Ejecutivo y hubiera podido actuar en forma completamente independiente y autónoma investigando al mismo Fox, el esfuerzo habría sido una pérdida inútil de tiempo, porque el presidente gozaba (y sigue gozando) de algo que lo coloca por encima de la ley: el fuero. Inclusive en estos tiempos electorales en los que el PAN en sus fantasías y delirios por regresar a la presidencia de México propone con biombos y platillos un Sistema Nacional Anticorrupción, esa ilusión electorera no incluye en ninguno de sus incisos y apartados la remoción completa e incondicional de todo lo que tenga que ver con el fuero igualando a todos incluyendo al mismo presidente ante la Ley. Y el fuero no lo goza únicamente el presidente de México; lo gozan los gobernadores, lo gozan los alcaldes, lo gozan los diputados, lo gozan los senadores, y el resto de la cauda de políticos que se las han arreglado para frenar el avance del país en estos temas de carácter urgente.

Sin embargo, varias de las cosas que ocurrieron en el 2000 ya no pueden ocurrir ahora porque, con la lección aprendida del escándalo que significaron los Amigos de Fox así como las cosas que quedaron ocultas sin ser aclaradas, se han tipificado ya como delitos electorales cosas en las que había enormes vacíos legales. Si algo como los Amigos de Fox  se volviera a repetir, de seguro irían a parar a la cárcel por varios años los Lino Korrodis y los Luis Ernesto Derbez que hubiera por allí dispuestos a incurrir en las mismas acciones.

Si vamos a usar una sola palabra para describir y recordar todo lo que fue y representó el escandaloso asunto de los Amigos de Fox, esa palabra es: impunidad.

Por ello, se antoja casi inverosímil que Carlos Loret de Mola, poniendo su prestigio en juego, haya invitado a Primero Noticias precisamente a Luis Ernesto Derbez para darle cátedra a México sobre el asunto de la impunidad. Aunque en defensa suya, Loret de Mola podría responder: ¿quién mejor que alguien como Luis Ernesto Derbez para hablarnos sobre el tema de la impunidad? Siguiendo ésta misma línea de razonamiento: ¿por qué no invitar a Servando Gómez Martínez alias La Tuta a una mesa redonda para discutir el tema de la delincuencia organizada en México? Después de todo, ¿quién puede saber más en México sobre el tema de la delincuencia organizada que la misma Tuta? Podría impartir una cátedra magistral sobre el asunto, demostrando los conocimientos de un doctorado en el tema. Y si bien es cierto que Loret de Mola es un reportero relativamente muy joven, no estaba en la cuna cuando los hechos relacionados con el asunto de los Amigos de Fox empezaron a ser motivo de escándalo nacional desde hace 15 años. Y ultimadamente, se supone que Loret de Mola cuenta con un buen equipo de producción que investiga bien los antecedentes de todos aquellos a los que invita como panelistas, para así poder hacerle preguntas comprometedoras a sus invitados como: ¿qué es lo que le dá a usted calidad moral para andar evaluando y certificando comparativamente la impunidad, siendo que ustes es quizá uno de los mejores beneficiarios que se puedan recordar de tal cosa? De haberse hecho ésto, Luis Ernesto Derbez posiblemente se habría puesto a sudar y a temblar de pies a cabeza, en cadena nacional, tartamudeando y fingiendo demencia (“perdone, no escuché bien lo que dijo, creo que me está fallando el audífono”, “disculpe usted, pero tengo que ir al sanitario”, “acabo de recordar que tengo pendiente un asunto extremadamente importante en Puebla en la universidad de la cual soy rector, pero si quiere podemos continuar la entrevista en otra ocasión”).

Se puede entender que los miembros del consejo universitario que instaló a Luis Ernesto Derbez como rector de la UDLAP hayan estado ignorantes o  hayan olvidado por completo lo que sucedió en el año 2000 en unas elecciones cruciales en las que estuvo en juego la presidencia de México y el futuro del país entero, después de todo se trata de seres humanos susceptibles de cometer errores y equivocaciones, y ello explicaría el por qué designaron a Luis Ernesto Derbez como rector de la UDLAP pese a sus negros y pésimos antecedentes en el escándalo de los Amigos de Fox (o posiblemente lo escogieron precisamente por contar con tales antecedentes, vaya usted a saber). ¿Pero y el conductor estrella de Primero Noticias, Carlos Loret de Mola Alvarez, presumido por Televisa como uno de los mejores reporteros y conductores de noticieros de México? ¿Cómo es posible que se le haya pasado por alto algo tan importante? ¿Cómo es posible que él, a quien en otras ocasiones no se le ha trabado la lengüa para hacer preguntas bastante incómodas a figuras públicas de primer nivel, se le haya pasado la oportunidad dorada para preguntarle directamente y en su cara a Luis Ernesto Derbez sobre cómo se atreve a pontificar a México sobre el tema de la impunidad cuando él fue un amplio beneficiario del terrible vicio que aqueja a México desde que Hernán Cortés y sus tropas desembarcaron en México?

Si Luis Ernesto Derbez realmente quiere saber el por qué de la corrupción en México, todo lo que tiene que hacer es pararse frente a un espejo. Allí está la respuesta, no tiene que mirar más lejos. Ya que el informe presentado por Luis Ernesto Derbez presentó a México como el segundo país más corrupto del mundo entero, para ayudar a componer un poco las cosas así como aclarar la verdad histórica, Luis Ernesto Derbez podría comenzar haciendo una confesión pública explicándole a los mexicanos cosas importantes tales como:

(1) El verdadero origen de los amplios recursos financieros provenientes de Europa con los que fue financiada la campaña presidencial de Vicente Fox a través de las triangulaciones complejas llevadas a cabo por la tenebrosa organización Amigos de Fox. ¿Quién o quiénes proporcionaron esas cantidades extraordinarias de dinero? ¿Y a cambio de qué dieron todo ese dinero? ¿O se trata de dinero que regalaron generosamente sin esperar nada a cambio?

(2) La historia completa sobre todos los montos transferidos desde Europa así como las fechas de transferencias a través del grupo Sur de los Amigos de Fox cuyo cerebro coordinador era Luis Ernesto Derbez.

(3) La verdadera relación que hubo entre Luis Ernesto Derbez y la empresa Dehydration Technologies Belgium S.A.

(4) Los nombres de los contactos en Europa de Luis Ernesto Derbez.

(5) Los verdaderos detalles del plan que precedió a la fundación de los Amigos de Fox y el involucramiento de quienes desde un principio se pusieron de acuerdo con Luis Ernesto Derbez para las transferencias de dinero desde Europa a México.

(6) Los lugares (domicilios) en Europa en donde se haya reunido Luis Ernesto Derbez con quienes estarían enviando sumas multimillonarias de dinero para influír decisivamente en las elecciones presidenciales del año 2000.

Optativamente, además de presentar su confesión pública (no debe temer ante la posibilidad de ir a parar a la cárcel, en México a las leyes no se les puede dar carácter retroactivo, además de que en el país de la prescripción de los delitos la acción legal en contra de lo que pudo haber hecho ya prescribió) Luis Ernesto Derbez bien haría en presentarle a los estudiantes y maestros de la Universidad de Las Américas en Puebla su renuncia con carácter de irrevocable mostrando un arrepentimiento sincero ante las cámaras, pidiéndoles su perdón por haberlos mantenido engañados tanto tiempo. Tal vez esto sirva de algo para que México pueda descender uno o dos lugares en el ranking de los países más corruptos del mundo en el susodicho “Índice Global de Impunidad” elaborado por Luis Ernesto Derbez como toda una autoridad en la materia. Mientras estas cosas no ocurran, México seguirá en segundo lugar de la lista negra de los países más corruptos del mundo.

La próxima vez que Carlos Loret de Mola invite a alguien como Luis Ernesto Derbez a hablar y opinar sobre cosas tales como la impunidad, bien haría de tener entre sus invitados panelistas a otros personajes como Lino Korrodi, Carlota Robinson, Carlos Rojas Magnón, y desde luego Vicente Fox. De seguro que los ratings de Primero Noticias se elevarían hasta las nubes, y con suerte lo nominarían para recibir el Premio Pulitzer. Aunque posiblemente perdería su trabajo en Televisa y terminaría igual que Carmen Aristegui, vaya usted a saber.

domingo, 12 de abril de 2015

Una nueva forma de hacer teatro

Desde tiempos inmemoriales el teatro como institución, que logró su climax en la Antigua Grecia con obras de maestros como Sófocles, Esquilo y Eurípides, pasando después por la mano de otros grandes como Shakespeare, ha estado basado en la memorización al pie de la letra de guiones elaborados cuidadosamente de antemano, guiones que los actores se tienen que aprender de memoria y a los cuales no les pueden cambiar ni una coma. Así se ha acostumbrado hacer por siglos.

Ahora que estamos en el tercer milenio, creo que la ocasión es apropiada para darle un giro a la manera en la que se llevan a cabo las representaciones teatrales, un giro que requerirá de una nueva generación de actores entrenados no “a la antigüa” sino “al estilo del tercer milenio”. El nuevo actor teatral que se requiere tendrá que ser mucho más creativo, capaz de improvisar a partir del momento en que aparece en el escenario hasta que su presencia en la obra termina.

El plan que aquí se propone consta de dos elementos esenciales:

(1) No habrá libretos para ser memorizados al pie de la letra. Habrá desde luego planes generales de diálogos entre los actores teatrales que tendrán que ser respetados, o mejor dicho el autor de la obra dará una descripción de los hechos conforme se van desenvolviendo, pero serán los actores quienes usando sus propias palabras vivirán la obra en carne propia, dejando que sus personajes los posean en su totalidad.

(2) Los nombres de los actores teatrales coincidirán y serán los mismos que los nombres de los personajes de la obra. De este modo, el actor Sergio López en vez de representar como personaje al presidente Arturo Mateos estará representando a un presidente llamado Sergio López. Y la actriz Daniela Luján que estará representando a la esposa del presidente estará representando en la obra a una primera dama Daniela Luján.

El dejar los nombres de los personajes en blanco para que sean ocupados por los nombres de los mismos actores que los representarán tiene como intención deliberada el involucrar psicológicamente a los actores con los personajes que están representando y con aquellos otros actores con los cuales están interactuando y a los cuales estarán llamando por su nombre y no mediante nombres ficticios inventados por el creador de la obra. Si dejamos que en una obra teatral se le llame a alguien por su propio nombre y no a través del nombre ficticio de un personaje ficticio, esta familiaridad de toda una vida con su propio nombre (y apellidos) hará que el actor sienta cuando se dirijan a él otros actores como si en verdad se estuvieran dirigiendo no a un personaje sino a él mismo. Por un breve espacio de tiempo, el tiempo que dura la obra, se le estará dando a cada actor la oportunidad de poder vivir una vida alterna sin que haya consecuencias mayores en ello una vez que cada representación ha concluído.

Pero sin duda alguna el otro ingrediente es aún más importante, en lo que puede ser considerado como un tetro de improvisación. En rigor de verdad, exceptuando el hecho de que los diálogos tendrán que ser construídos segundo a segundo por los propios actores recurriendo a una buena dosis de creatividad, lejos de ser tomada la improvisación como algo improvisado por novatos carentes de experiencia tiene que ser visto como algo creado por verdaderos profesionales en este tipo nuevo de actuación. Al no tener que aprenderse de memoria guiones completos, no habrá “lapsos” o lagunas en las cuales se quedan sin habla por no recordar alguna parte del guión. Los lapsos cuando los haya se deberán a otra razón completamente diferente: sucederán cuando se les “corte la inspiración” y no se les ocurra algo con lo que puedan continuar dialogando con los otros actores. Pero si esto sucede, ello se deberá única y exclusivamente a que no están compenetrados al cien por ciento con la obra, viviéndola en carne propia. Al dejarle a los actores teatrales la tarea de improvisar los diálogos conforme se va desarrollando cada obra puesta en el escenario, no solo se les permite dar rienda suelta a su creatividad (actualmente lo pueden hacer, pero sólo a través de las emociones y gesticulaciones que le dan a sus personajes y no a través de las palabras escogidas) sino que se les dá la oportunidad de poder “vivir en carne propia” la obra que están representando.

Lo más seguro es que ya se les habrá ocurrido a otros lo que aquí se propone. Pero hasta la fecha no he visto una sola obra (o una sola película) en donde los diálogos sean creación de los propios actores, ni en donde los actores se dirijan entre sí usando sus propios nombres y apellidos.

Contrariamente a lo que se pueda suponer, en esta nueva forma de hacer teatro (o películas incluso) se seguirá requiriendo de directores y productores; pero tendrá que ser una nueva generación de directores y productores que sean capaces de traspasar la barrera en la cual de estar sacando de los actores gestos y emociones más realistas tendrán que regular otras cosas de una manera mucho más sutil. En una escena de discusión conyugal con violencia verbal, por ejemplo, dado el guión general sobre lo que estarán discutiendo será necesario regular y controlar el tiempo dado para la escena, ya que es de sobra sabido que en la vida real un pleito conyugal en vez de durar unos cinco o diez minutos puede extenderse por varias horas (igualmente es de sobra sabido que en esos pleitos el 90 por ciento es verborrrea superflua que no viene al caso), y aunque el realismo dado a un pleito con diálogos creados sobre la marcha puede ser algo que llame el interés del auditorio, en ninguna puesta en escena el público estará en mucha disposición de seguir de cerca un pleito conyugal que dure varias horas. El director de la obra tendrá que dirigir a los actores para que dediquen un poco más o un poco menos de tiempo (y diálogos) a cierta escena. También tendrá que arreglárselas para dirigir a los actores sobre las maneras de evitar caer en la tentación con diálogos usando palabras que algunos miembros del público puedan considerar ofensivas. En realidad, hay varios detalles de este tipo a ser considerados, y se puede decir que para la nueva forma de hacer teatro (y películas) tendrá que “nacer” un nuevo tipo de director, tendrá que allegarse de nuevos recursos que no le enseñaron en ninguna escuela, y tendrá que innovar al pisar un terreno en donde no hay muchos precedentes. Será, el equivalente en el escenario teatral, de una especie de “descubrimiento de América”; se tendrán que ir aprendiendo nuevas cosas sobre la marcha y los actores tendrán que ir desarrollando habilidades que antes no requierían, específicamente la creatividad y el involucramiento con sus personajes en lugar de una memorización de diálogos que en ocasiones ha funcionado más como un distractor que como un elemento de ventaja para la obra.

Lo que se está proponiendo aquí es nada menos que hacer algo parecido a lo que se hizo con el advenimiento del jazz (considerado como la música clásica norteamericana). Anteriormente, todas las composiciones musicales tenían que ser memorizadas nota por nota, y para obras sinfónicas completas (como la Sinfonía número 6 o Patética de Tschakovsky) los músicos tenían que actuar en forma perfectamente coordinada, sincronizados bajo la batuta del director de orquesta, reproduciendo cada nota sin poder variar nada excepto el temperamento de cada pasaje, lo cual a su vez estaba regulado por el director. Con el advenimiento del jazz, esto cambió, ya que en el jazz se van inventando cosas “sobre la marcha” y no hay un guión musical escrito de antemano. Y pese a la carencia de guión, los músicos se las arreglaron para poder coordinarse entre sí en forma sincronizada complementándose en una forma cien por ciento creativa. El único “pero” que se le puede poner a esto es que no puede haber dos interpretaciones musicales iguales, cada interpretación musical será diferente al depender la ejecución de la creatividad de los músicos y no de la reproducción nota-por-nota de un guión dado de antemano. Esta es la razón por la cual, para evitar perder verdaderas obras maestras que eran creadas “al vapor” en un raro lapso de verdadera inspiración y creatividad, se acostumbraba grabar con suma frecuencia a los mejores jazzistas cuando estaban produciendo algo. Y lo curioso es que, cuando lo que producían componiendo sobre la marcha era realmente bueno, de la grabación magnetofónica se pasaban las notas y los acordes al pentagrama para terminar siendo reproducidos de memoria, “a la antigüita”.

Así pues, la nueva manera de hacer teatro que aquí se propone garantiza que no habrá dos puestas en escena exactamente iguales, cada una tendrá sus propias variantes. Sin embargo, al ir repitiendo la puesta en escena de una misma obra, los actores irán refinando sus diálogos improvisados y posiblemente irán escogiendo pasajes en sus diálogos que querrán mantener iguales (o casi iguales).

Desafortunadamente, no me alcanza el tiempo para hacer realidad estas ideas que creo que merecen ser probadas por una nueva generación de actores y directores teatrales. Pero tal vez alguien que esté leyendo esto quiera probar su suerte con esta nueva manera de montar obras teatrales. Lo pueden tratar de hacer incluso algún grupo de estudiantes universitarios o de estudiantes preparatorianos, a los cuales no se les requiere tener una buena memoria pero sí se les requiere ser creativos y no ponerse nerviosos en el escenario al ir creando sus diálogos en forma espontánea ante un público que quiere ser convencido del realismo de los personajes de la obra.

Si tuviera tiempo para ello, la primera obra teatral que montaría aplicando las sugerencias dadas arriba estaría basada en una historia que leí en inglés cuando era un joven estudiante de la escuela secundaria. El historia se llama “The Monkey's Paw” (La pata de mono), una obra original de W. W. Jacobs. Ha habido varias versiones de la obra, y a continuación daré un resumen de la versión con la que estoy más familiarizado, la que leí por vez primera (en realidad, un resumen es todo lo que se necesita dar, ya que en una puesta en escena en la que no hay diálogos prefabricados serán los mismos actores quienes tendrán el duro reto de darle vida a los personajes creando sus propios diálogos, como si ellos mismos estuvieran viviendo en carne propia los hechos de la narrativa).


   La pata de mono
   (Adaptación)
   Original de W. W. Jacobs


ACTO I




En una casa de clase media alta, el señor (________, nombre real del actor teatral) de la casa y su esposa (_______,nombre real de la protagonista) se manifiestan muy preocupados por las bajas ventas que han tenido en su negocio de ferreteria, acercándose al borde de la bancarrota y estando incluso a punto de perder la casa que tuvieron que hipotecar para poder tratar de sacar a flote el negocio. Por más que buscan una solución, no la encuentran, ya que para poder salir de sus problemas necesitan unos cien mil dólares que no tienen a la mano. En eso están cuando alguien toca la puerta de la casa, y al abrir la puerta el señor de la casa ve a un primo suyo que acaba de llegar de un viaje que hizo al Africa en donde participó en una expedición. El primo le dice que aprendió muchas cosas durante su estancia en el continente africano, y relata cómo al salvarle la vida a un anciano brujo de una tribu africana del Congo casi desconocida por los antropólogos, el brujo en agradecimiento le concedió algo curioso, la pata disecada de un mono. A través de un traductor que los acompañaba en la expedición, el brujo le asegura que la pata disecada de mono no es un simple artículo decorativo, se trata de un talismán que puede concederle tres deseos a quien la posea, pero hace la advirtencia de que hay que tener mucho cuidado en lo que se pide, ya que si se permite que la ambición se desborde entonces las consecuencias de un deseo ambicioso, que siempre será concedido, pueden ser impredecibles e incluso indeseables. Dicho esto, el primo expedicionario saca de una mochila que lleva consigo una pequeña caja de madera dentro de la cual se encuentra la pata de mono. El primo le dice que él en lo personal está satisfecho con lo que le ha dado la vida y que no quiere tomar el riesgo de pedir algo que seguramente no necesita al costo impredecible que la petición pueda traer acarrear consigo. En pocas palabras, aunque por su cultura occidental supone que detrás de la supuesta magia de ese talismán lo único que hay es superstición y fetichismo, supone también que hay muchas cosas que nos son desconocidas, y prefiere no tomar riesgos tratando ese talismán con el debido respeto. Para no caer en la tentación de usar la pata de mono para pedirle algún deseo, le pregunta a su primo si le gustaría aceptarla como un obsequio, como un souvenir traído del continente africano, y el señor de la casa movido más que nada por la curiosidad y el deseo de poseer algo tan misterioso venido de un continente igualmente misterioso decide aceptar la oferta del primo, el cual le hace entrega de la cajita para despedirse no sin antes de acabar con una copa de whisky que le ha sido ofrecida por sus anfitriones.


ACTO II




Después de que el señor de la casa ha despedido a su primo expedicionario, él y su esposa retoman las discusiones sobre lo que van a hacer para tratar de resolver los serios problemas económicos que están enfrentando. De pronto, una idea atraviesa por la mente de su esposa: ¿por qué no pedirle a la pata de mono un deseo? ¿Por qué no poner a prueba esa patita disecada pidiéndole no solo los 100 mil dólares que necesitan para salir de problemas sino el doble, o sea 200 mil dólares? El señor le recuerda a su esposa la advertencia severa formulada por el brujo africano, pero su mujer lo convence de que tratándose de dinero no hay nada que perder y hay todo para ganar. Una vez convencido por la insistencia de su esposa, el señor saca de la cajita de madera la patita disecada, y ambos él y su esposa la alzan repitiendo varias veces: “Deseamos recibir 200 mil dólares a la mayor brevedad posible, es lo que queremos y es lo que deseamos”.

ACTO III

Al terminar de caer la tarde, y al cabo de un rato después de haberse formulado el deseo, la puerta de entrada de la casa es tocada nuevamente escuchándose los ladridos de los mastines en el exterior de la casa que les avisan de una nueva visita, y al abrirla el señor y la señora se encuentran con dos oficiales de la policía que les informan que el hijo de ambos ha muerto en un aparatoso accidente. La señora casi se desmaya de la impresión, y el señor de la casa con gran pesadumbre y congoja despide a los oficiales que le han llevado tan infausta noticia.

Pocos minutos después de haberse retirado los policías, se recibe en la casa una llamada telefónica de una compañía de seguros. El interlocutor les informa que es el representante de la aseguradora contratada por el bufete empresarial en el cual trabajaba el hijo de ambos, en donde todos los empleados gozan de un buen seguro de vida, y como el hijo de ambos no estaba casado al momento de su fallecimiento ni tenía hijos, los beneficiarios del seguro de vida que estaba puesto a nombre del hijo son sus padres. Y el monto del seguro de vida es, precisamente, 200 mil dólares, pagadero de inmediato. Al escuchar esto, el hombre deja caer el aparato telefónico mientras que su esposa se pone a gritar histéricamente casi al borde de la locura, culpándose por haber pedido el deseo que se ha cumplido al pie de la letra a costa de la vida del hijo de ambos.

ACTO IV

La situación en la casa no puede ser más tensa, con la madre culpándose sin cesar por la muerte del hijo, y el esposo también echándose parte de la culpa por no haber sido más cauto y haber caído en la tentación de querer encontrar un remedio fácil a sus problemas. Y casi sin darse cuenta, a la esposa le llega una nueva idea: si la pata de mono les concedió el deseo de recibir los 200 mil dólares para resolver sus problemas económicos, ¿por qué no pedirle a la pata de mono que les regrese a su hijo? El señor se opone terminantemente a la idea, estando ya confirmada la muerte del hijo de ambos por los policías, pero por fin la señora logra convencerlo, y ambos juntando sus manos en torno de la mano del mono piden un nuevo deseo: “¡Queremos que nuestro hijo nos sea regresado a nosotros, caminando por su propio pie!”.

ACTO V




Pasan las horas, y ya entrada la noche, los perros en el patio empiezan a ladrar con desesperación. No se alcanza a vislumbrar claramente más allá de cierta distancia, pero el señor decide asomarse por la ventana abriendo ligeramente la persiana puesta detrás del cortinaje, cuando ve algo que lo deja sin habla, estupefacto y horrorizado. Se retira asustado de la ventana, y su mujer le pregunta: ¿qué fué lo que viste? ¿Qué hay allí afuera? La esposa trata de asomarse por la ventana, y el esposo tomándola del brazo la retira haciendo acopio de fuerzas. La puerta empieza entonces a sonar al ser golpeada repetidamente en forma seca. La mujer de pronto se dá cuenta del por qué su marido no quiere que ella vea nada por la ventana. “¡Es nuestro hijo! ¡Está volviendo a nosotros tal y como se lo pedimos a la pata de mono! ¡Nuestro hijo está allá afuera! ¡Nos está pidiendo que le demos entrada a la casa!”. El hombre le responde: “Esa cosa que está allá afuera NO es nuestro hijo. No voy a abrir la puerta”. El golpeteo en la puerta sigue incesante mientras que la mujer forcejea con su esposo zafarse de su mano dirigirse a la puerta de la casa con todas las intenciones de abrir la puerta. El señor casi arrastra a la esposa al extremo contrario de la sala sujetándola con firmeza, pero ella le da un puntapié en el tobillo logrando con ello soltarse para correr hacia la puerta en donde los golpeteos se siguen escuchando incesantemente.

En su desesperación el hombre, que está cerca de la mesa, toma la pata de mono, y alzándola lo más alto que puede dice: “Deseo que mi hijo reciba el descanso eterno que merece su alma. Deseo el reposo de mi hijo, el reposo final al que tiene derecho; eso es lo que quiero, eso es lo que deseo”. En ese preciso momento, el golpeteo en la puerta cesa, y al abrir la puerta la mujer desesperada encuentra que no hay nada ni nadie en el exterior de la casa. Los perros han dejado de ladrar. Al voltear sus ojos al interior, descubre a su esposo arrojando la mano del mono al brasero de la chimenea, en donde al calor de las brasas se empieza a desintegrar ese objeto curioso al que nunca más nadie le volverá a pedir ningún deseo.




¿Desearía el lector ver la puesta en escena de la obra anterior, con diálogos creados por los propios actores con sus propias palabras encarnando de la manera más realista posible a los personajes de la historia? ¿Por qué no se anima el lector a juntarse con algunos compañeros para producir la obra y presentarla a otros amigos? No hay nada que memorizar, pero sí se requiere creatividad. No se necesitan escenarios costosos, pero sí se requiere de algo de agallas para hacerlo. Se trata, al fin y al cabo, de una nueva manera de hacer teatro. Y si la representación se lleva a cabo en alguna escuela o universidad, a lo mejor el grupo teatral recibirá una buena calificación si saben cómo montar la obra que se ha citado como ejemplo de puesta en práctica de las ideas aquí consignadas. Vale la pena probar.