viernes, 28 de diciembre de 2007

Crucigrama


Los crucigramas no solo son una manera muy divertida de pasar el tiempo cuando no se tiene otra cosa útil que hacer, también son instructivos porque nos ayudan a aprender palabras nuevas que no conocíamos.

El Castellano es un idioma muy rico con muchos vocablos, y son muy pocos los que lo llegan a dominar en su totalidad. Una forma de aprender a dominar este idioma que consume mucho tiempo de lectura y de estudio desde la escuela Primaria es resolviendo crucigramas.

El siguiente crucigrama en blanco, después del cual aparecen las definiciones de los vocablos que hay que introducir en el mismo y del cual al final de esta entrada doy la solución, lo tenía arrumbado en un rincón. No recuerdo de dónde lo saqué, quien sabe quién lo construyo, porque no hice ninguna anotación a un lado del mismo sobre sus orígenes. Pero una forma de garantizarle al autor del crucigrama que su obra quedará plasmada en Internet para la posteridad es reproduciendo el crucigrama como lo haré aquí.


1
YYY.
2
YYY.
3
YYY.
4
YYY.
5
YYY.
6
YYY.
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YYY.
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YYY.
9
YYY.
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YYY.
11
YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
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YYY.
40
YYY.
41
YYY.
42
YYY.
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YYY.
44
YYY.
45
YYY.
46
YYY.
47
YYY.
48
YYY.
49
YYY.
50
YYY.


Esta es la lista de vocablos que tienen que ser recordados o adivinados para meterlos dentro del crucigrama:

HORIZONTAL:
1) Dícese del hilo o seda poco torcidas.
4) Nave, barco.
8) Real, cabal.
9) Número.
12) Que procede de todos.
14) Nombre de letra.
16) Inquietud, sobresalto.
17) Prefijo que denota separación.
18) Adverbio de lugar.
20) Saga tejida como una trenza.
21) Garantía.
23) Domicilio de una administración.
26) Calabaza con la que se toma la chicha.
27) Paleta de la hélice.
28) Conferir.
29) Tener habilidad.
32) Entre los mahometanos, oración.
35) Interjección que se emplea para animar.
36) Pájaro.
38) Gran lago salado de Asia.
39) Símbolo del bismuto.
40) Carterilla de un bolsillo.
43) Nombre de letra.
44) Parte de la medicina que estudia la clasificación, descripción y diferenciación de las enfermedades.
47) Pronombre demostrativo en plural.
48) Ciudad de Colombia.
49) Aféresis de ahora.
50) Sortija.
VERTICAL:
1) Tela fuerte con la que se hacen zapatos de verano.
2) Concejal de un ayuntamiento.
3) Relativo a la navegación.
4) Regla.
5) Asa de un instrumento.
6) Planta oxalidácea americana.
7) Arbol cuyo fruto es la nuez.
8) Pronombre posesivo.
10) Pronombre personal.
11) Generoso, magnánimo.
13) Antiguo nombre de Irlanda.
15) Repetición de un sonido por reflexión de las bandas sonoras.
17) Río de Suiza afluente del  Rin.
19) Fiesta al acabar la recolección del café.
21) Arbol mirtáceo de Uruguay.
22) Cambiar de dirección un vehículo.
24) Interjección.
25) Hogar.
26) Impetu, acometida.
29) Encima.
30) Yerno de Mahoma.
31) De forma de óvalo.
33) Pequeño poema lírico de versos cortos.
34) Mezclar dos o más metales fundiéndolos.
36) Sábalo.
37) Cualquier espacio de tiempo.
40) Insulso, poco expresivo.
41) Atreverse a algo.
42) Segunda esposa de Abraham (Biblia)
44) Símbolo del neón.
45) Puerto del Perú.
46) Perezoso, mamífero.

Esta es la solución al crucigrama:



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A L__ A E__ A N__
____
A N__ A A__ A O__
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____
A N
____
A T A O A D A A
____
A O A N A C A E __
____
A N__
A O
____
A U A N A I A V A E __ A R A S A A A L
____
A O
A G A E __
____
A A A L A A A R A M A A
____

____
A A __ A B
A A A C A A
____

____
A L A I A A
____
A A A V A A A L
A L A O A C A A A L
____
A N
____
A I A R A I A R A E

____

____
A A A L A A
____

____

____
A D A A A R
____

____
A S A A A B A E A R
____
A O
____
A A A Z A A A L A A
A O A L A E
____

____
A A A V A E
____
A A A R A A A L
A B A I
____
A S A O A L A A A P A A
____

____
A Y A E
A R
____
A N A O A S A O A L A O A G A I A A
____
A A
A E
____
A E A S A A A S
____
A C A A A L A I
____
A R

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____

____
A O A R A A
____
A A A R A O
____

____

____


Algunas palabras son obvias, como la palabra Cali que es una ciudad de Colombia, o como ye que es un nombre de letra, o como el número once (no confundir con la palabra inglesa que significa “una vez”). Sin embargo, es muy posible que en este crucigrama el lector haya aprendido algunas cosas nuevas. Por ejemplo:

¿Sabía el lector que la palabra nel es una palabra usada entre hilanderas para denotar un hilo o de la seda poco doblado? (esta definición aparece en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española).

¿Sabía el lector que el Aral es un mar (considerado por algunos como gran lago) de Asia?

¿Sabía el lector que la oca es una planta oxalidácea americana?

¿Sabía el lector que Alí era un yerno de Mahoma?

¿Sabía el lector que un ai es un mamífero, un perezoso?

¿Sabía el lector que ora es un aféreis (supresión o pérdida de uno o más sonidos en posición inicial de palabra) de ahora?

¿Sabía el lector que Erin es un antiguo nombre de Irlanda?

¿Sabía el lector que ab es un prefijo que denota separación?

¿Sabía el lector que el irire es una calabaza con la que se toma la chicha?

¿Sabía el lector que la azalá es una oración de los musulmanes?

¿Sabía el lector que Agar era la segunda esposa de Abraham?

¿Sabía el lector que soso significa insulso, poco expresivo?

¿Sabía el lector que alosa es uno de los peces conocidos como sábalo?

¿Sabía el lector que lar es un sinónimo de hogar?
__
¿Sabía el lector que un edil es un concejal de un ayuntamiento?

¿Sabía el lector que el arazá es un arbusto mirtáceo?

¿Sabía el lector que un lay es un pequeño poema lírico de versos cortos?

¿Sabía el lector que Aar es un río de Suiza afluente del  Rin.

¿Sabía el lector que un Acabe es una fiesta al acabar la recolección del café? (este término es muy específico, y aunque es fácil de encontrar con Internet no es usual encontrarlo en los diccionarios).

¿Recuerda el lector que él es un pronombre personal?

¿Recuerda el lector que  es un pronombre posesivo?

¿Sabía el lector que Ilo es un puerto del Perú?

Si el lector ha aprendido algunas cosas nuevas con este crucigrama, imagine el lector cuántas cosas nuevas adicionales podría aprender si se pusiera a tratar de resolver diariamente un crucigrama, o al menos resolver un crucigrama una vez por semana, o al menos resolver un crucigrama una vez al mes. Está bien, que sea al menos un crucigrama resuelto una vez al año, aunque a ese ritmo el lector tendrá que tener una muy larga vida para poder acumular un vocabulario aceptable procedente de los crucigramas, lo cual está mejor que acumularlo de las leperadas que se aprenden de las pandillas callejeras en México.

viernes, 12 de octubre de 2007

Actualización de Windows 98 a Windows 98 SE

Aunque el sistema operativo Windows 98 está siendo completamente desfasado por el sistema operativo Windows XP (la versión intermedia entre ambos, Windows Millenium, dejó mucho que desear), aún hay una buena cantidad de usuarios cuyas máquinas tienen instalado Windows 98, y la mayoría de ellos en algún momento quieren actualizarlo a Windows 98 Second Edition que es una versión todavía más completa y robusta, pero al tratar de hacerlo se topan con el problema de que la actualización es rechazada y no se puede llevar a cabo, recibiéndose el mensaje de que la máquina ya tiene instalado un sistema operativo (esto no debería de ocurrir, y se trata de uno más de los errores de Microsoft).

La prescripción para resolver esta situación es la siguiente:
1) Primero que nada, hay que determinar si Windows 98 Segunda Edición aún no está ya instalado en la máquina, en cuyo caso la actualización resulta superflua. Para determinar si Windows 98 SE está instalado en la máquina, ir a My Computer (Mi Computadora), con el botón derecho del mouse hacer clic en Properties (Propiedades), y véase los contenidos de la pestaña General. Las palabras “Second Edition” aparecerán claramente mostradas en caso afirmativo.

2) En caso de que Windows 98 SE no esté instalado ya en la máquina, ir en disco duro (mostrado usualmente como C: por Explorer) al directorio Windows, y borrar, o mejor aún, cambiarle de nombre (lo cual evita que se pueda perder) al archivo:

      win.com

Una vez que win.como ya no está disponible, no se puede quejar de la actualización de Windows 98 a Windows 98 Segunda Edición (esto es lo único que impide que se lleve a cabo la actualización). Lo más importante es que al llevarse a cabo la actualización no se borrarán archivos y programas existentes, lo que se tenía antes de efectuarse la actualización será incorporado dentro de la misma.

3) Otra observación importante es que durante la actualización se tratará de crear un nuevo directorio de Windows con el directorio nuevo recibiendo un nombre tal como:

   C:\Windows.000

en vez de recibir el nombre del directorio ya existente:

   C:\windows

Por ningún motivo hay que permitir la creación del nuevo directorio, porque esto volverá inaccesibles los programas que ya se tengan instalados. Afortunadamente, el proceso de actualización le proporciona al usuario el medio para corregir esto. Al indicarle al usuario que se creará un directorio nuevo con el nombre:

   C:\windows.000

hay que editar la línea dentro del recuadro para que lea simplemente:

   C:\windows
Hecho esto, la actualización de Windows 98 a Windows 98 SE se llevará a cabo sin ningún problema.

viernes, 5 de octubre de 2007

El otro Adán



Todos los males que actualmente padece la humanidad, hambre, peste, guerra, muerte, son atribuídos en el Antiguo Testamento de la Biblia al hecho de que Adán y Eva, desobedeciendo al Creador y escuchando las tentaciones de la serpiente del Paraíso terrenal, comieron el fruto del Árbol Prohibido, el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal. De este modo, todos los males que padecen y han padecido los trillones de seres humanos que habitan y que han habitado este planeta tienen como principales y únicos culpables a solo dos personas, los primeros padres de la humanidad, y por culpa de tan solo dos bellacos que no agradecieron lo que se les había dado gratuitamente hubieron de pagar y deben de seguir pagando un alto costo los trillones de seres humanos que ha habido de la descendencia de los primeros padres. Queda la interrogante del por qué, en un paraíso supuestamente perfecto, podía rondar libremente un ser tentador, la serpiente, que con unas cuantas palabras de persuasión podía echar a perder la Creación entera en el planeta Tierra. ¿No hubiera sido mucho más fácil echar a la serpiente desde un principio, que permitirle estar rondando a sus anchas con aviesas intenciones?

Dada la enorme extensión y repercusiones de un solo acto, el haber comido el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, muchos sacerdotes y filósofos se han preguntado seriamente qué habría sido si los primeros padres no hubieran escuchado a la Serpiente y hubieran obedecido en todo momento al Señor. Se supone y se da por hecho que si Adán y Eva no hubieran hecho lo que hicieron, hoy no habría guerras, no habría muerte, no habría hambres ni habría pestes, y todos estaríamos ahorita viviendo en un verdadero Paraíso en el que no tendríamos que trabajar para comer. ¿Qué habría sucedido si Adán no hubiera desobedecido al Señor? Esta pregunta tal vez tenga una respuesta, por el hecho de que el Universo en el que vivimos, tal y como lo conocemos, se supone que es infinitamente grande, una suposición confirmada día a día por descubrimientos como los que nos dá el telescopio Hubble, y contiene una cantidad infinita de galaxias conteniendo a su vez una cantidad infinita de estrellas y sistemas solares conteniendo a su vez una cantidad infinitamente grande de planetas igual que el nuestro, con condiciones propias para el florecimiento de la vida, debiendo de haber por allí afuera algún planeta en el cual se repitió la primera parte de lo que describe el Libro del Génesis, con un primer hombre y una primera mujer viviendo en un Paraíso. Después de todo, ¿por qué no? Un Ser infinitamente inteligente capaz de crear un Universo infinito en extensión capaz de poder albergar la vida en cualquiera de sus planetas, plenamente consciente de que el hombre Adán en uno de sus planetas le podía fallar echando a perder el propósito de la Creación, no habría confiado todo el destino y todo el propósito de la Creación a la decisión individual de un hombre y una mujer viviendo en un planeta entre una cantidad infinitamente grande de planetas. Lo lógico es que, en previsión de que el hombre en el planeta Tierra le pudiera fallar, se hubiera dado una duplicidad de las mismas condiciones que las que se dieron en este planeta. Es como tener un carro de uso cotidiano y dos carros de reserva. Si falla el carro de uso cotidiano, se puede usar uno de los carros de reserva, y si por alguna razón llegara a fallar se puede usar el segundo carro de reserva. En este caso, el Creador puede darse el privilegio de tener una cantidad infinitamente grande de carros de reserva.

Podemos suponer entonces que, por ahí afuera en algún lugar de la inmensa bóveda celeste, debe de haber otro planeta con condiciones de creación y de vida exactamente iguales a las del planeta Tierra, un planeta en el que también se habilitó un paraíso terrenal con todo y un Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Pero con una pequeña y muy importante diferencia: en ese planeta, el hombre no desobedeció al Señor, no probó el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal.

Esta es la historia.

*

En ese planeta distante, desde un principio muy lejano en el pasado, ha habitado un primer  hombre que, a diferencia del Adán en nuestro planeta Tierra que nos condenó a todos a un verdadero infierno con su acto de desobediencia, es llamado el Gran Padre Adán. Aún vive y no ha muerto, y tiene una descendencia numerosa que se cuenta en trillones de humanoides. Tiene hijos, nietos, bisnietos, tataranietos, y así sucesivamente extendiéndose por miles de generaciones, todos ellos vivos aún, ninguno de ellos ha muerto. Si a causa de algún suceso inesperado como un meteorito cayendo del cielo uno de ellos queda desintegrado al caerle el meteorito entonces ocurre un milagro que ellos llaman regeneración instantánea y el desaparecido vuelve a aparecer como si nada con su memoria intacta. Como podemos imaginar, ese planeta está más que superpoblado pero ya han hecho algo al respecto construyendo naves espaciales para ir a habitar otros planetas cercanos con la simiente original del Gran Padre Adán.

En el Paraíso que gozan en ese planeta, nadie muere, no hay enfermedades, no hay guerras, y nadie padece hambres excepto aquellos que por decisión propia quieran ponerse a dieta para poder bajar de peso. En un principio, al igual que en nuestro planeta Tierra, también allí rondaba una Serpiente tratando de tentar a los primeros padres, al Gran Padre Adán y a la Gran Madre Eva. Pero la Gran Madre Eva, en vez de hacer lo que la Serpiente le sugería, fue a proponérselo al Gran Padre Adán que, pese a su inocencia e ingenuidad, montó en cólera y le puso una zurra tremenda a la Gran Madre Eva que todavía hasta la fecha muestra los moretones que le dejó la tremenda tunda que le puso el Gran Padre Adán.

No hay templos religiosos en ese mundo, porque al no haber probado jamás el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal, nadie ha pecado, y si nadie ha pecado entonces nadie tiene absolutamente nada de qué arrepentirse. Hay, desde luego, lugares en donde se hacen ofrendas al Señor para agradecerle los bienes y bendiciones que le ha dado a todas sus criaturas, pero no hay un solo templo, no hay una sola iglesia, y al Hijo del Creador nunca lo han conocido porque no ha tenido que ir a redimir a ese planeta y salvar a nadie porque no tienen nada de que ser salvados al no haber incurrido en pecado original alguno. Inclusive muchos de ellos andan desnudos -no todos- sin pena alguna porque no se han dado cuenta de su desnudez al no haber probado el fruto del Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal, y los que andan vestidos lo hacen para andar a la moda.

Puesto que en ese planeta nadie se enferma ni hay accidentes, no hay médicos ni hay hospitales ni hay enfermeras ni hay laboratorios de análisis clínicos ni hay farmacias ni hay empresas de productos farmacéuticos. Como nadie le hace ningún mal a nadie, no hay cárceles ni hay policías ni hay abogados ni hay juzgados ni hay magistrados, y por lo tanto no hay escuelas ni universidades para preparar gente en estos oficios y profesiones, como tampoco hay códigos legales de ningún tipo (en el Paraíso de la Biblia, no había Tablas con los Diez Mandamientos ni había ordenanza alguna que tenía que ser obedecida excepto una sola cuya desobediencia les costó a Adán y Eva el ser echados del Paraíso). En ese planeta no conocen la violencia, a grado tal que no tienen ni un solo videojuego violento como Mortal Kombat o como Resident Evil ni tienen películas de acción con personajes como Bruce Willis o Dwayne Johnson, y como no saben de lágrimas ni de tristezas tampoco tienen telenovelas ni dramas teatrales ni tienen dramaturgos de renombre como Shakespeare o Víctor Hugo. Como todos comparten con otros lo que poseen y nadie acapara riquezas, no hay multimillonarios pero tampoco hay pobres, algo así como lo que ocurre en las colonias de hormigas, y por lo tanto no hay banca privada ni existen las cuentas de ahorros ni las cuentas de cheques ni se usan las tarjetas de crédito. Aún así, son una sociedad tecnológicamente avanzada, mucho más que nosotros porque no han perdido tiempo alguno en estarse haciendo pedazos entre sí como lo hemos estado haciendo nosotros. No hay fabricantes de armas ni narcotraficantes ni ejércitos para hacer guerras como tampoco hay Generales ni soldados y por lo tanto no tienen héroes a quienes levantarles un monumento. Puesto que ignoran lo que es el sufrimiento, para saberlo tendrían que viajar en naves interestelares hasta la Tierra en el Sistema Solar en donde sin duda alguna quedarían horrorizados al ver lo que el hombre le hace al hombre en nuestro planeta, pero como no saben de nuestra existencia ni saben en dónde encontrarnos y además están muy lejos de nosotros, nunca darán con nosotros y jamás serán manchados con nuestra maldad. Tanto mejor.

En ese paraíso en donde mora el Gran Padre Adán todo era perfecto, tal y como fue diseñado por el Supremo Hacedor. Bueno, casi perfecto. En realidad, no era perfecto, porque desde hace mucho tiempo atrás tenían rondando a un ser colorado con cuernos de toro, piernas con pezuñas de macho cabrío y una cola larga como de lagarto que, habiendo fracasado en tentar al Gran Padre Adán, seguía haciendo su luchita tratando de hacer caer a alguno de los descendientes del Gran Padre Adán, tratando de convencer por lo menos a uno de ellos de probar el fruto del Arbol prohibido. Ninguno caía, porque el Gran Padre Adán diariamente y a cada rato iba de un lado a otro haciéndoles sus advertencias severas a sus trillones de descendientes. Pero la diaria tentación que tenían que estar aguantando todos los días llegó a ser en cierto momento algo insoportable, y los numerosos descendientes del Gran Padre Adán estaban más que hartos de tener que estar aguantando todo el tiempo algo que hacía que un Paraíso que debería de haber sido perfecto no fuera tan perfecto. Todos se estaban quejando de la presencia del árbol maldito refiriéndose al mismo como si fuera una especie de tumor canceroso en el Paraíso dado al Gran Padre Adán. Fue así como uno de ellos, nombrado representante ante el Gran Padre Adán por el resto, se acercó cauteloso un buen día para decirle:

-Gran Padre Adán...

-¿Sí?

-Tenemos que hablar contigo sobre algo muy importante.

-Os escucho.

-Tiene que ver con ese árbol que está en el centro de nuestro Paraíso, nos referimos al árbol malo.

-Ya saben muy bien de la prohibición, hijos míos.

-Lo sabemos, y te escuchamos todos los días a través de los aparatos de radio y televisión que hemos inventado así como CableParaíso e InternetParaíso, y todos te hemos obedecido, no hay uno solo entre todos nosotros que se haya atrevido a desobedecerte.

-¿Entonces cuál es el problema?

-El problema es que ya no aguantamos tener a ese árbol de tentación plantado en nuestro Paraíso, ya estamos hartos de la tentación diaria que ese árbol nos ofrece, como también estamos hartos del ser colorado con cuernos de toro, piernas con pezuñas de macho cabrío y una cola larga como de lagarto que diariamente a cada hora no deja de susurrarnos al oído que probemos el fruto de tal árbol que según él es un fruto muy sabroso que no se compara con ninguna otra cosa que hayamos probado.

-¿Y?

-Tenemos una propuesta que hacerte, Gran Padre Adán.

-Os escucho.

-Ya nos has advertido, porque así te lo advirtió el Señor desde hace miles de años, que las consecuencias de probar el fruto de ese árbol serían tan terribles para todos nosotros que no habría palabras en nuestros diccionarios para describirlas.

-Eso es cierto.

-Gran Padre Adán: ese árbol no es una bendición, con todo y el debido respeto para el Supremo Creador, más bien parece una equivocación en el Plan de la Creación...

-¡Cuidado, hijo mío, que te estás acercando peligrosamente a la ofensa de blasfemia al cuestionar a la Creación!

-Perdón Gran Padre Adán. Pero permítenos continuar. Ese árbol no produce ningún fruto que podamos necesitar, no produce nada que nos pueda servir de nada, ese árbol es algo que sale sobrando, y si es removido del Paraíso, ninguno de nosotros lo echaría de menos, y creo que tampoco tú ni nuestra Gran Madre Eva lo echarían de menos.

-Bueno, hay algo de cierto en eso.

-¿Por qué entonces no matar al Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal? ¿Por qué no removerlo de una vez por todas y para siempre del Paraíso?

-¿Coooomoooo?- respondió perplejo y azorado el Gran Padre Adán.

-Como lo acabas de escuchar, Gran Padre Adán. Te estamos proponiendo liberarnos de ese espantoso adefesio de una vez por todas y para siempre, liberando así a toda nuestra humanidad de tan terrible tentación, y liberándonos de paso de la presencia diaria de ese ser colorado con cuernos de toro, piernas con pezuñas de macho cabrío y una cola larga como de lagarto que parece ser sumamente inteligente y ha recurrido a casi todos los argumentos que se puedan inventar para tratar de hacernos probar el fruto del Árbol del Bien y del Mal.

-La propuesta de ustedes de acabar con el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal me parece una afrenta directa al Señor. ¿Quiénes se creen todos ustedes, con todo y que sean mi descendencia, para cuestionar cualquier propósito de la Creación?

-Gran Padre Adán, por favor repasa las admoniciones que te dió el Señor. Te prohibió terminantemente a tí y a nuestra primera madre probar el fruto del Árbol prohibido.

-Así es, en efecto. Fue una advertencia severa y terrible en sus consecuencias. Aún la recuerdo como si fuera el primer día.

-Pero en ningún momento te prohibió deshacerte de ese árbol. ¿O te prohibió estrictamente tal cosa? ¿Te lo dijo?

-Pues... no. En realidad, solo nos prohibió comer el fruto de ese árbol. Pero no dijo palabra alguna en relación a lo que pudiéramos hacer con ese árbol.

-¿Lo ves, Gran Padre Adán? Todo el tiempo hemos sufrido la presencia de ese árbol que nunca nos ha traído nada bueno, cuando estaba en nuestra potestad el deshacernos de una vez por todas y para siempre de su presencia.

-Pero yo me imagino que la presencia de ese árbol en nuestro Paraíso ha de tener algún propósito, todo en el Gran Plan de la Creación tiene un propósito.

-¿Y qué propósito pudiera ser ése? ¿Condenarnos a todos a la postre a cosas tan terribles que no tenemos palabras para describirlas, en caso de caer en la tentación de probar su fruto? ¿Que utilidad puede tener ese adefesio para nosotros? ¿Te dijo el Señor qué uso práctico le podíamos dar a tan terrible cosa?

-Pues no, no se me dijo qué uso le pudiéramos dar o qué uso pudiera tener.

-¿Lo ves, Gran Padre Adán? No nos sirve ni a nosotros ni a tí, ni hay una prohibición específica de que se le mate o se le corte enviándolo a un planeta lejano o mejor aún, a un hoyo negro. Se nos ha dado libre albedrío, y con él la decisión de poder disponer de ese espantoso adefesio como nosotros queramos. Ya hemos padecido por miles de años la presencia entre nosotros de esa monstruosidad de árbol que nos ha impedido ser completamente felices, y si no se te ha prohibido desde que fuiste creado, pues ya es hora de que nos quitemos de encima y para siempre esa cosa monstruosa.

Titibuando largo rato, no muy convencido de lo que iba a decir, el Gran Padre Adán por fin accedió a las peticiones de sus trillones de descendientes, ya que era algo en lo que todos se habían puesto de acuerdo, y él no encontraba argumento alguno suficientemente sólido para defender la existencia de algo cuyo fruto en caso de ser probado podía traer consecuencias tan funestas para toda la creación.

-Está bien. Háganlo. ¿Y qué es lo que piensan hacer?

-Pues como es un simple árbol, lo talaremos y echaremos el árbol con todo y sus malditas raíces a un barranco profundo o a un planeta deshabitado para que no ocasione nunca daño a nadie.

-Está bien, háganlo- respondió el Gran Padre Adán.

Al poco tiempo, llegaron varios leñadores y empezaron a golpear con sus hachas la base del tronco del Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal. Pero por más que golpeaban, no lograban hacer mella en la base del tronco. Fue entonces que uno de ellos propuso la elaboración de hachas especiales que deberían ser fabricadas por Vulcaniófilum, el mejor forjador de las artes metalúrgicas entre toda la enorme descendencia del Gran Padre Adán. Vulcaniófilum elaboró unas hachas especiales con una aleación especial de acero, titanio y un componente secreto cuya composición Vulcaniófilum se reservó para sí. Una vez terminadas las hachas, y después de que tardaran varias semanas en enfriarse por la enorme temperatua a la cual fueron forjadas, los leñadores más fornidos entre la enorme descendencia del Gran Padre Adán fueron por ellas y se dirigieron hacia el Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal para talarlo y matarlo de una vez por todas. Pero cuando el primer leñador, Herculino, el más fornido de todos, dió un golpe con todas sus fuerzas a la base del tronco principal del Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal, al árbol maldito ni siquiera le quedó un rasguño, mientras que el hacha suprema quedó con una horrible muesca a la cual se le añadieron otras muescas mientras el enfurecido Herculino continuó tratando en vano de talar el árbol maldito.

-Me rindo -dijo Herculino-. El hacha suprema elaborada por Vulcaniófilum ya perdió por completo su filo, y este árbol ni siquiera muestra un rasguño. Es imposible talarlo.

Pero los descendientes del Gran Padre Adán no eran criaturas que se dieran por vencidas tan fácilmente. Uno de ellos propuso escarbar la tierra en torno al tronco del árbol y continuar escarbando hasta que todas las raíces estuvieran expuestas, y ya con todo el árbol expuesto a la intemperie el siguiente paso sería arrastrarlo con una grúa para llevarlo a un gran barco para tirarlos al fondo del mar. De este modo, empezaron a escarbar en torno al Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal exponiendo sus raíces. Y continuaron escarbando hacia abajo, pero las raíces no parecían tener fin. Escarbaron, escarbaron y escarbaron, y cuando ya habían recorrido varios kilómetros por debajo de la superficie, se dijeron:

-Estas raíces parecen no tener fin. Si llegan hasta el centro del planeta, no habrá forma alguna de poder arrancar el árbol del suelo que lo rodea. Nos rendimos.

En este punto, los descendientes del Gran Padre Adán acudieron con Lavoisinio, el más grande y excelso químico entre la numerosa descendencia del Gran Padre Adán, para ver qué podía hacer él con sus artes químicas. De inmediato se puso a  trabajar, y logró sintetizar un veneno muy corrosivo tan poderoso que unas cuantas gotas del veneno hubieran sido suficientes para matar un bosque con una extensión de cientos de hectáreas. Llevaron pues el poderoso veneno en un recipiente herméticamente cerrado, tras lo cual abrieron el recipiente desde lejos usando un robot para ello, rociando el Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal con el poderoso y mortífero veneno inventado por Lavoisinio. Rociaron el tronco, las ramas, las hojas, los frutos del árbol. Pero después de transcurridas varias horas, y después de transcurridos varios días, el árbol seguía vivo, como si no se le hubiera echado absolutamente nada. Las hojas ni siquiera se mancharon con el potente y corrosivo veneno. Lo único que murió fueron las moscas y los gusanos y todo tipo de bichos que moraban en el árbol maldito, lo cual tal vez habría agradecido el árbol si hubiera podido hablar.

El Gran Padre Adán, desde luego, era mantenido al tanto de todos los fracasos en que habían incurrido sus descendientes en sus esfuerzos inútiles por tratar de deshacerse del Árbol del Conocimiento del Bien y el Mal.

-Este árbol es una verdadera abominación. No podemos deshacernos de él por más que queramos. Quizá el único que pueda hacer algo al respecto es el gran Einsteiniovich, nuestro más excelso científico que ha logrado dominar la ciencia de los átomos.

Así pues, fueron a ver al gran Einsteiniovich, el cual después de mucho pensar ideó una bomba poderosa, tan poderosa que les advirtió a sus hermanos en el Paraíso que después de ser detonada la bomba se crearía un hongo gigantesco de fuego y no quedaría nada con vida en cien kilómetros a la redonda del árbol, y de noche todo en torno a ese paraje desolado estaría emitiendo una luz verde fosforescente por cientos de años y para poder acercarse al árbol se requerirían trajes especiales.

Terminada la construcción de la bomba, varios técnicos fueron a colocarla al pie del árbol, y llegado el gran momento, se le concedió al Gran Padre Adán el honor de apretar el botón que detonaría la poderosa bomba. Dicho y hecho, la bomba estalló y se elevó un hongo luminoso y siniestro hasta las alturas, arrasando y quemando y pulverizando todo en derredor al árbol a una distancia de cien kilómetros como lo había pronosticado Einsteiniovich, pero ya que se hubo aclarado todo, ¡el Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal seguía allí en pie sin mostrar daño alguno! El árbol monstruoso era aparentemente indestructible.

Sin otro recurso en contra del árbol, los descendientes del Gran Padre Adán e inclusive el Gran Padre Adán en persona fueron a consultar a Socratinio, el más ilustre filósofo entre los habitantes del planeta (recuérdese que en este planeta no hay templos religiosos y por lo tanto tampoco hay sacerdotes ni obispos ni cardenales), para que les explicara el por qué era imposible acabar con ese árbol de una vez por todas. Respirando profundamente, Socratinio respondió:

-Nunca van a poder acabar con ese árbol, por la simple razón de que ese árbol no es más que la proyección metafísica en nuestro mundo real de algo intangible y poderoso que existe más allá de nuestros sentidos, algo que escapa toda nuestra comprensión, algo que está más allá de nuestras limitadas facultades de razonamiento, al igual que no podemos acabar con una idea o con un teorema matemático complejo. Se trata de algo mucho muy profundo.

-¿Y qué pudiera ser ese algo?- preguntó el Gran Padre Adán.

-Pues... yo... yo... ¡yo solo sé que no sé nada!- exclamó azorado Socratinio a la vez que se alejaba rascándose la cabeza.

Incapaces de poder acabar con el Árbol de la Ciencia del Bien y el Mal, hicieron lo mejor que pudieron, decidieron hacer el árbol completamente inaccesible para todos los moradores del Paraíso habitado por el Gran Padre Adán y su numerosa descendencia. Lo recubrieron de cinco mil toneladas de concreto reforzado en todo su derredor en forma de cubo, y en la parte exterior del concreto reforzado pusieron cuatro placas enormes de acero inoxidable de un metro de espesor además de la placa que iba en la parte superior con las imágenes de una cabeza de calavera para advertir de los peligros que se encerraban dentro de la mole, efectivamente sellando al árbol prohibido del exterior y haciendo imposible que cualquiera en el futuro intentase tratar de probar el fruto del árbol prohibido. En efecto, el árbol maldito aunque seguía allí en donde había sido puesto como parte del plan de la Creación, era completamente inaccesible para cualquiera. Nunca más nadie volvería a intentar probar el fruto del árbol prohibido por el simple hecho de que había sido en cierta forma removido para siempre. Esto tuvo una consecuencia inmediata: al ser colorado con cuernos de toro, piernas con pezuñas de macho cabrío y una cola larga como de lagarto ya nunca se le volvió a ver por allí, porque después de una corajina tremenda se retiró del Paraíso echando pestes al darse cuenta de que ya no contaba con su arma principal y por lo tanto ya no tenía nada más que hacer allí, ya no tenía nada con qué tentar ni al Gran Padre Adán ni a ninguno de sus numerosos descendientes. En efecto (y aunque parezca un atrevimiento decirlo), el humanoide en ese planeta había hecho a la Creación aún más perfecta, removiendo el principal peligro, quitando del camino para siempre el principal escollo. Tal vez esta era la verdadera prueba, darle al hombre en ese planeta la oportunidad de mejorar la Creación con su propia contribución en lo que era a fin de cuentas era lo más importante para asegurar su superviviencia.

Al contemplar el enorme bloque de concreto sellado con placas de acero inoxidable con imágenes de las cabezas de calavera grabadas en cada uno de los cuatro lados, uno de los descendientes del Gran Padre Adán le dijo:

-Gran Padre Adán. Sabemos ya que este Universo en el que vivimos es infinito en extensión, y que debe de haber otros mundos con vida parecida a la nuestra. Nosotros no somos los únicos.

-Creo que así debe de ser, en efecto.

-¿Habrá entre esos planetas un planeta muy parecido al nuestro en el que el primer hombre, desobedeciendo a nuestro Creador, se haya atrevido a probar el fruto del árbol prohibido? Y en caso de ser así, ¿cómo les estará yendo en estos momentos a esos pobres seres?

Menando la cabeza expresando desaprobación y tristeza y agitando su mano derecha a la vez que mostraba sus dientes rechinándolos, el Gran Padre Adán respondió:

-En ese planeta... ¡pobres! ¡Se los ha de estar cargando el carajo a todos! Creo que es tiempo de que todavía lo siguen lamentando. ¡No se la van a acabar!

*

Hemos llegado al fin de nuestro relato acerca del Gran Padre Adán, ese Adán de otro planeta muy distante que no cayó en la tentación de probar el fruto del árbol prohibido.

Empezamos el relato diciendo: ¿Qué habría sucedido si Adán no hubiera desobedecido al Señor? En el planeta del que hemos estado hablando, el cual es muy posible que existe y sea una realidad, pueden hacer la pregunta contraria: ¿Qué habría sucedido si Adán hubiera desobedecido al Señor? Nosotros ya tenemos la respuesta a la segunda pregunta, todo lo que tenemos que hacer es mirarnos en el espejo.

En la Biblia, en el Libro del Génesis que describe el principio de todas las cosas, se mencionan no uno sino dos árboles, el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, y el Árbol de la Vida como parte integral del Paraíso. Pero casi al final del Libro del Apocalipsis (Revelación), al hablar de la Nueva Jerusalen en la descripción del Paraíso futuro para los que serán salvos, solo aparece mencionado el Árbol de la Vida (Apocalipsis 22:2-3), ya no aparece mención alguna al Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. El árbol maldito ya no existe en la Nueva Jerusalen. Tal vez esto sea un reconocimiento y aceptación del evangelista San Juan de que con una vez ya fue más que suficiente, ya hemos aprendido la dura lección que nos ha costado tanto trabajo aprenderla, y ya no hay espacio en el nuevo Paraíso para el árbol maldito que si no hubiera estado en el Paraíso original no habría causado la caída de toda la humanidad por culpa de dos malditos (maldecidos por el mismo Creador) que se han de estar ajando en el quinto infierno y seguramente para los cuales no hay ni habrá jamás por el resto de la eternidad ni perdón ni olvido por el mal que le causaron a tantos trillones de seres humanos y a la Creación misma, con todo y que sean nuestros primeros padres y con todo y que el Cuarto Mandamiento dice “Honrarás a tu padre y a tu Madre”. El pedirnos que se les perdone a los primeros padres Adán y Eva, en este caso muy especial, se antoja como un trago amargo que muy pocos estarán dispuestos a tomar. Pero lo importante es que, ya sin el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, el nuevo Paraíso en la Nueva Jerusalen verdaderamente será perfecto, a diferencia del Paraíso original que tuvo en su centro un lunar espantoso que terminó siendo la causa de tanto dolor y sufrimiento. Si algún propósito tuvo el árbol maldito en el Paraíso original, ese árbol ha dejado de existir para siempre en el Libro del Apocalipsis. Cumplió su función, si es que alguna vez la tuvo, y quedará desechado para siempre si se cumplen las profecías.

La próxima vez al mirar hacia arriba durante la noche en ausencia de nubes, suponiendo que lo que dice la Biblia es cierto y al pie de la letra, y dando por hecho de que el Universo es infinitamente grande y no estamos solos en el Universo ni somos la única forma de vida inteligente, el lector tal vez quiera meditar que, sin saberlo, está mirando hacia un rincón del Universo en donde existe un planeta con vida humanoide en el cual , a diferencia de nuestro atribulado y sufrido planeta, tienen un Gran Padre Adán que no desobedeció al Creador. Y seguramente les está yendo mucho mejor que a nosotros aunque en ese planeta se hayan perdido el privilegio de ser visitados en su propia forma humanoide por Dios hecho hombre, o sea Jesús al que no conocen. De cualquier modo, si decide visitarlos, al menos en ese planeta no lo crucificarán,

jueves, 20 de septiembre de 2007

Las riquezas de un zapatero pobre

Muchas veces, en nuestro afán por la posesión de bienes materiales, nos es fácil olvidarnos de otras enormes e incalculables riquezas que ya teníamos a nuestro alcance y que estábamos disfrutando sin meditar en el valor de las mismas.

A continuación voy a reproducir una historia interesante que leí en un poster puesto en el escaparate de una de las tiendas de artículos para novias y quinceañeras situada en la avenida Lerdo en la ciudad en donde vivo. El autor de dicho relato es alguien cuyo nombre es Gabriel Ayala, a quien doy crédito aquí por esta historia.

Un día Dios bajó a la Tierra para visitar a sus hijos.

Llegó a la morada de un zapatero, una vivienda modesta y ordenada.

Dios:

-He caminado mucho y mis zapatos están rotos y mis pies maltrechos, ¿podrías hacerme unos zapatos? Pero no tengo con qué pagarte.

Zapatero:

-Ya estoy cansado de que la gente me pida cosas y no dé nada a cambio. Tengo muchos sueños y no he podido realizarlos porque no tengo dinero.

-¿Qué es lo que necesitas?- preguntó Dios.

El zapatero, sonriendo, contestó:

-Quiero muchos, pero muchos pesos.

-Yo puedo dártelos, pero a cambio de que me des tus piernas- respondió Dios.

-¿Mis piernas? ¿Cómo podré caminar por el bosque? ¿Cómo podré correr hacia mis hijos? No, no te puedo dar mis piernas.

Dios le dice:

-Entonces tus brazos.

-¿Cómo podré entonces alimentarme? ¿Cómo podré abrazar a mi mujer? ¿Cómo podré acariciar a mis nietos? No puedo darte mis brazos.

Dios insiste:

-¿Qué te parece si te doy muchos millones por tus ojos?

-Pero así jamás podré ver un amanecer, no podré ver los ojos de mi amada, disfrutar de la puesta del sol. ¡No, no puedo darte mis ojos!

-¡Ah!- dijo Dios, ¡mira nada más cuántas riquezas posees, y no te habías dado cuenta.

domingo, 16 de septiembre de 2007

Una demostración Einsteniana




No se asuste nadie, no vamos a llevar a cabo aquí algún malabarismo intelectual que requiera quebrarse mucho la cabeza.

En ocasiones, existen varias respuestas en la Naturaleza para una misma cosa, y curiosamente, son las soluciones más sencillas a un asunto las que ofrecen una mayor dificultad para ser descubiertas, confirmando la sabiduría popular de que si no hemos "dado en el clavo" en algo, es precisamente por lo sencillo de la solución.

Tomemos como ejemplo el Teorema de Pitágoras, uno de los más famosos teoremas de la geometría. Esta es una de las primeras relaciones matemáticas que los estudiantes aprenden al pasar de la escuela primaria a la escuela secundaria, la cual nos dice que en todo triángulo rectángulo (aquél en el cual uno de sus ángulos internos es de noventa grados, o lo que es lo mismo, aquél en el cual uno de sus lados es trazado en forma perpendicular a otro) el cuadrado de la hipotenusa (el lado mayor) es igual a la suma de los cuadrados de los otros dos lados (los catetos). Expresado en notación algebraica:

c² = a² + b²

En muchas escuelas con malos (por no decir pésimos) maestros con deficientes sistemas de enseñanza educativa, es común que simplemente se le dé la fórmula al estudiante para que se la aprenda de memoria, sin decirle de dónde salió la fórmula. Esta fórmula, desde luego, no salió de la nada, tiene un origen, puesto que la fórmula era conocida desde los tiempos de Pitágoras (su descubridor) en la antigua Grecia, cuando el álgebra aún no había sido inventada. Un buen plan de estudios impondrá como prerequisito sobre los estudiantes de enseñanza media la condición de que tomen la materia de Geometría impartida tal y como se enseñaba en la época clásica, partiendo de los axiomas básicos de Euclides y derivando todas las relaciones geométricas conocidas a partir de ellos. La geometría es mucho más que andarse aprendiendo fórmulas de memoria y el andarse aprendiendo también de memoria los nombres y las definiciones de muchas figuras geométricas. La materia de Geometría, bien impartida, enseña al alumno a una cosa mucho más importante que andarse aprendiendo de memoria muchas cosas. Lo enseña a no aceptar ni creer en ninguna aseveración matemática hasta que alguien o él mismo pueda obtenerla de una manera lógica y consistente, si violar las reglas. La Geometría, en esencia, es el primer contacto real del estudiante con el verdadero espíritu de las matemáticas: aprender a llevar a cabo demostraciones impecables, desprovistas de error. En efecto, la Geometría es una materia que realmente puede enseñar al alumno a pensar.

Volviendo al tema del Teorema de Pitágoras, este teorema tiene varias formas en que puede ser demostrado. Una de ellas se basa generalmente en tomar un triángulo rectángulo y subdividirlo para crear a partir del triángulo original dos triángulos que mantienen la misma proporción con el triángulo original, tras lo cual se inicia un proceso que puede resultar laborioso para los estudiantes perezosos.

Sin embargo, existe una demostración del Teorema de Pitágoras que nos permite llegar al mismo en unos cuantos pasos. Esta demostración, sencillísima, no había sido descubierta por nadie, hasta que hizo su aparición un joven estudiante de 11 años llamado Alberto Einstein, el padre de la Teoría de la Relatividad, quien siempre andaba buscando la manera de simplificar las cosas y para quien varias de las demostraciones de Euclides eran innecesariamente complicadas. Esta es la demostración que veremos a continuación.

Antes que nada, para poder continuar, echaremos recurso de otro teorema de la geometría Euclideana, el cual nos dice que las áreas de dos figuras semejantes son proporcionales a los cuadrados de sus lados homólogos. Visto de otra manera, esto nos permite afirmar que la razón aritmética r que existe entre las áreas de dos figuras geométricas semejantes (obtenida dividiendo una de las áreas entre la otra) es igual al cuadrado de la razón entre dos de sus dimensiones lineares correspondientes. Como ejemplo ilustrativo, podemos llevar a cabo la comparación entre dos círculos de radios diferentes, los cuales nadie nos argumentará que no son figuras semejantes.




Denotando las áreas de cada círculo como A y B, denotando sus radios respectivos como a y b, sabemos de antemano que el área de cada círculo está dada por las relaciones:

A = πa²

B = πb²

Si dividimos ambos lados de ambas expresiones entre sí, obtenemos lo siguiente:

(A/B) = (πa²/πb²) = (a²/b²) = (a/b)²

(A/B) = (a/b)² = r

Esto nos confirma la validez del teorema, aplicado al caso de los círculos, de que las áreas de dos círculos semejantes son proporcionales a los cuadrados de sus radios homólogos, y por la tanto la razón matemática r calculada para ambos casos nos debe dar el mismo valor (esto es, si dividimos el área de uno de los círculos entre el área del otro, obtendremos el mismo resultado numérico que el que obtendríamos mediante el cuadrado de la razón entre los radios homólogos).

Para los dos círculos mostrados, el teorema es muy fácil de demostrar usando números. Por ejemplo, usando la fórmula para el área de un círculo, calcúlense las áreas A y B de dos círculos, uno con 6 metros de radio, y el otro con 2 metros de radio, y tras esto divídanse los resultados, obteniéndose así un valor de r igual a 9. Hecho esto, si simplemente dividimos los radios a y b, obteniendo un valor de 3, y lo elevamos al cuadrado, nuevamente obtenemos el mismo valor de r, lo cual confirma el teorema que usaremos de apoyo. Esto es todo lo que necesitamos para llevar a cabo la demostración del Teorema de Pitágoras sobre un triángulo rectángulo. Antes de continuar, hay que aclarar que el teorema que estamos utilizando como punto de partida también tiene su propia demostración rigurosa, no salió de la nada. La demostración puede ser consultada en cualquier buen libro de texto de Geometría que sea accesible al nivel básico de los estudiantes de Secundaria (de los cuales, desafortunadamente, no hay muchos hoy en día, siendo uno de ellos el "Curso de Geometría" del Maestro Felipe de Jesús Landaverde).

Puesto que los diámetros de los dos círculos A y B también son lados homólogos de dichas figuras, siendo el diámetro de un círculo igual al doble de su radio, es fácil ver que el teorema seguirá siendo válido, permitiéndonos afirmar que las áreas de dos círculos semejantes son proporcionales a los cuadrados de sus diámetros homólogos.

Ahora tomamos un triángulo rectángulo y lo acostamos sobre su hipotenusa, trazando una altura que por construcción subdividirá a dicho triángulo rectángulo en dos triángulos A y B, semejantes al triángulo original que llamaremos C, lo cual no es difícil de ver (o de demostrar), tomando en cuenta que, por construcción, los ángulos internos de cada uno de los dos subtriángulos será igual a los ángulos internos del triángulo original, lo cual hace que las tres figuras geométricas guarden una relación de semejanza:



Así, en la figura de arriba realmente tenemos tres triángulos rectángulos, los subtriángulos rectángulos cuyas hipotenusas son a y b, y el triángulo rectángulo cuya hipotenusa es c.

Aplicando el mismo teorema que ya invocamos para el caso de los círculos, podemos afirmar que las áreas de dos triángulos semejantes son proporcionales a los cuadrados de sus lados homólogos. Aquí seleccionaremos como lados homólogos las hipotenusas de cada uno de los tres triángulos.

Si las áreas de dos triángulos semejantes son proporcionales a los cuadrados de sus hipotenusas, entonces podemos convertir la relación de proporcionalidad en una relación de igualdad introduciendo un factor numérico k. En el caso de los círculos, ese factor numérico, esa "constante de proporcionalidad", era el número π, en la fórmula A = πa² Aquí lo llamaremos k para el caso de un triángulo rectángulo referenciado a su hipotenusa. Siendo así, tenemos la siguiente "fórmula" relacionando el área C de un triángulo rectángulo con el cuadrado de su hipotenusa c mediante una constante numérica que llamaremos k:

C = kc²

La constante multiplicativa k de hecho será igual al producto de la base del triángulo rectángulo multiplicado por la altura del mismo dividido todo entre el doble del cuadrado de la hipotenusa c (esto se puede deducir rápidamente usando la fórmula convencional que nos dá el área de un triángulo en función de su base y su altura). Sin embargo, este detalle no nos concierne en lo absoluto.

Lo que hemos hecho ha sido definir una fórmula para el área de un triángulo rectángulo en función del cuadrado de una dimensión linear del mismo, su hipotenusa, ello suponiendo que conocemos el valor de la constante multiplicativa k (lo cual hace que nuestra "fórmula" no sea muy útil en la práctica). Lo importante aquí es que, para triángulos rectángulos semejantes (obtenidos uno del otro mediante ampliación o reducción "fotográfica"), la fórmula será la misma, con el mismo valor de k, y al igual que en el caso de dos círculos A y B con radios respectivoss a y b en donde la constante multiplicativa es el número π (pi), aquí la constante multiplicativa (k) se mantendrá igual por ser precisamente figuras semejantes. Por extensión, las áreas de los dos subtriángulos rectángulos A y B serán, respectivamente:

A = ka²

B = kb²

en donde la constante k tendrá el mismo valor en ambos casos por ser figuras semejantes. La veracidad de estas relaciones se deduce inmediatamente del hecho de que si dividimos las fórmulas correspondientes para dos de los triángulos, por ejemplo el triángulo C y el triángulo A:

C/A = (kc²)/(ka²) = c²/a² = (c/a)² = r

obtenemos precisamente la razón r del teorema que hemos invocado al principio, con la confirmación del hecho de que el valor de r que se obtiene dividiendo las áreas de los triángulos es el mismo que el que se obtiene con el cuadrado de la razón de los dos valores lineales de las hipotenusas de las dos figuras semejantes.

Ahora bien, el área total del triángulo original será igual a la suma de las áreas de los dos subtriángulos, en esto no obtendremos cuestionamiento de nadie:

C = A + B

Usando las tres relaciones anteriores, obtenemos:

kc² = ka² + kb²

lo cual dividiendo todo entre k se simplifica de inmediato a lo que conocemos como el Teorema de Pitágoras:

c² = a² + b²

En cada paso de esta demostración, pese a su sencillez, he tratado de ser lo más riguroso posible. Este es un requerimiento básico de las matemáticas porque, además de los errores y equivocaciones que uno pueda cometer uno al estar llevando a cabo alguna operación matemática, existen fallas de fondo que no se deben a una simple equivocación en llevar a cabo alguna multiplicación o división. En efecto, partiendo de algún enunciado básico y trabajando sobre el mismo sin cometer equivocaciones obvias, siguiendo una secuencia lógica paso por paso que parece impecable, podemos llegar a un absurdo, como nos lo muestra la siguiente secuencia en la cual se demuestra que ¡cinco es igual a seis!:



En este caso, la "falla" no se debe a una equivocación que hayamos cometido en alguno de los pasos, los cuales parecen ser todos correctos. El problema esencial radica en un asunto completamente diferente, el hecho de que empezamos con un número negativo, y al sacar la raíz cuadrada en el cuarto paso de las operaciones, en donde todavía teníamos números negativos en ambos lados, omitimos el hecho de que, estrictamente hablando, la raíz cuadrada de un número puede tener tanto un signo positivo como un signo negativo. En otras palabras, obtenemos el mismo número positivo multiplicando +5 por +5 que multiplicando -5 por -5, y por lo tanto la raíz cuadrada de 25 puede ser +5 ó -5. Muchas demostraciones matemáticas importantes que parecían infalibles se han venido abajo y han resultado falsas precisamente por este tipo de detalles, sobre todo aquellas que tienen que ver con el infinito, el cual merece el respeto de cualquier matemático.

Esta "demostración" matemática de que cinco es igual a seis es un ejemplo de lo que comúnmente se conoce como un sofisma. Y no ocurre únicamente en las matemáticas. Ocurre también en muchas otras ramas del saber humano, sobre todo en la política. Es así como tenemos individuos que, partiendo de principios a los cuales les dan una categoría de verdad absoluta, van construyendo una cadena de razonamientos que también aceptan como verdadera en su sentido más absoluto, siendo que, sometida dicha cadena de razonamientos a una inspección cuidadosa desprovista de argumentos apasionados, resulta estar cargada de sofisterías. Es así como tenemos tres grandes religiones, la Católica, la Musulmana y el Judaísmo, las cuales creen en un mismo y único Dios todopoderoso, infinitamente sabio, infinitamente bueno, infinitamente misericordioso, y por lo tanto se debe suponer que ambas están alabando y orando exactamente al mismo Dios, y sin embargo, ello no ha sido impedimento alguno para que sus respectivos feligreses se hayan estado matando entre sí y se sigan matando entre sí, en nombre del mismo Dios al cual están alabando, usando como justificante sus propios argumentos, muchos de los cuales seguramente están cargados de sofisterías. Por eso a muchas de las sofisterías humanas se les llama dogmas, porque deben ser aceptadas tal cual, sin discusión, como verdad absoluta. ¡Y a matarse todos entre sí, se ha dicho, en aras de esas verdades absolutas!

Pese a que en el Teorema de Pitágoras siempre había existido, potencialmente, la sencilla solución que aquí se ha dado, la moraleja no se extiende por igual a otras áreas de las matemáticas. Hay otras cosas que resultan no tan fáciles de demostrar sin importar la técnica que se busque para llevar a cabo la demostración. Una de ellas es la demostración de que no es posible inventar una fórmula algebraica (como la famosa fórmula cuadrática) que nos permita obtener por las operaciones usuales de suma, resta, multiplicación y división, las raíces numéricas de cualquier polinomio de grado igual o mayor que cinco (con términos en la incógnita x elevados a una potencia igual o mayor que cinco), lo cual fue demostrado formalmente por vez primera por el matemático francés Evariste Galois, algo para lo cual primero tuvo que inventar lo que hoy es conocido como la teoría de grupos, una materia que se enseña a nivel de Licenciatura (o inclusive de Maestría) en las universidades. Otra cosa que se puede demostrar rigurosamente es el hoy ya famoso Teorema de Gödel, el cual nos dice que, esencialmente, no es posible demostrar que las matemáticas son consistentes a partir de un conjunto dado de axiomas; o visto de otra manera, hay expresiones matemáticas sobre las cuales no es posible demostrar por medio alguno si son ciertas o falsas; cualquier expresión matemática tiene que ser necesariamente falsa o verdadera, no puede ser ambas cosas a la vez, pero el Teorema de Gödel nos ilustra que hay algunas expresiones cuya veracidad o falsedad no es demostrable y la única manera de saber si son verdaderas o falsas es buscando algún ejemplo o contra-ejemplo que demuestre la veracidad o falsedad de la expresión que está siendo investigada. Este es un teorema para el cual el matemático Kurt Gödel tuvo que inventar un nuevo sistema de numeración llevando a cabo una asignación con números primos. Pues bien, una demostración ya no sencilla, sino al menos no tan laboriosa, del Teorema de Gödel, es algo que hasta el día de hoy ha sido imposible de lograr. ¿O será que existe una demostración de este teorema tan sencilla que precisamente por su sencillez ha evadido nuestra comprensión? En tal caso, se requerirá algo más que un individuo ordinario para descubrirla. Se requerirá de alguien como Alberto Einstein.

lunes, 10 de septiembre de 2007

Reviviendo computadoras deshauciadas

En el pasado se han ido acumulando decenas de miles, posiblemente cientos de miles, si acaso no millones, de computadoras caseras personales que tras un fallo súbito sus poseedores dan por muertas. Posiblemente se va por completo la imagen en el monitor de la computadora sin que sea posible restablecerla aún cambiando el monitor, posiblemente la computadora se vuelve completamente silenciosa sin que se escuche ni siquiera el abanico de la fuente de poder funcionar, o posiblemente experimenta una lentitud intolerable en sus capacidades de procesamiento que hacen que el sistema deje de ser de utilidad alguna.

Posiblemente los poseedores de estas máquinas que fallan de súbito, habiendo invertido una buena cantidad de dinero tanto en la máquina como en los programas de software instalados en ellas, las llevan a algún taller de reparación, en donde si los técnicos no tienen buenos cimientos posiblemente den la máquina por muerta, para desánimo de sus poseedores, quitándoles la esperanza que tenían de que la máquina pudiera ser puesta nuevamente en funcionamiento.

En ciertos casos, tales como el fallo de un disco duro, la máquina puede ser reparada simplemente instalando un disco duro nuevo y reinstalándole el sistema operativo, lo cual puede hacer casi cualquier técnico de servicio. Pero en otros casos en los cuales la falla parece ser total, la máquina es declarada muerta y la recomendación dada a su dueño es comprar otra.

Tal vez asombre a muchos poseedores de estas máquina deshauciadas el saber que en muchos casos sus máquinas no solo pueden ser puestas nuevamente en funcionamiento, sino que se pueden revivir dejándolas trabajando igual de bien que antes de ocurrir el fallo considerado mortal. Y lo que tal vez más les asombre es saber que para repararlas no necesitarán más que un desarmador.

Una posibilidad en este tipo de fallas catastróficas es que la fuente de poder de la máquina haya terminado de funcionar, privando a la máquina por completo de la energía que requiere para poder trabajar. En este caso, todo lo que se requiere es cambiar la fuente de poder, la cual generalmente es una fuente de poder ATX en una gran cantidad de computadoras personales caseras. La única precaución que hay que tener es que la fuente de poder nueva tenga la misma capacidad de potencia que la fuente de poder que está reemplazando; si la máquina tiene una fuente de poder de 400 watts resulta una muy mala idea el tratar de reemplazarla con una fuente de poder de 200 watts. Sin embargo, antes de cambiar la fuente de poder, lo cual puede ser tardado en virtud de todas las desconexiones y reconexiones de cableado que hay que hacer para remover la fuente de poder vieja y poner en su lugar la nueva, vale la pena considerar otra alternativa de reparación que no requiere comprar absolutamente nada y que da buenos resultados de modo inmediato.

En muchas computadoras, si abrimos el gabinete removiendo primero los tornillos que mantienen cerrada la máquina, encontraremos una gran tarjeta de circuito impreso que contiene no solo la unidad de procesamiento central (el microprocesador CPU, el cual puede ser un Intel, un AMD o cualquier otro equivalente) sino muchos otros componentes electrónicos. Uno de tales componentes electrónicos es un circuito integrado que se conoce como el BIOS.

Desde antes de que entre en acción el sistema operativo, el BIOS es lo primero que toma el control de la máquina a partir del momento preciso en el que la máquina es encendida. Los primeros mensajes que aparecen en la pantalla de la máquina son mensajes enviados por el BIOS. El BIOS es un programa, y podemos tener acceso a los parámetros del hardware que controla dentro de la máquina oprimiendo varias veces alguna tecla del teclado (como la tecla de borrar, esto varía de sistema a sistema). Hay una parte del BIOS que no se puede borrar ni alterar, esto ya está predeterminado y prefijado en el diseño de la máquina. Cuando la máquina sale nueva de la fábrica, el BIOS empieza a trabajar usando la parte prefijada. Pero también forma parte del BIOS una sección de memoria "“flash” de la cual el programa BIOS va tomando datos que caracterizan al hardware del sistema. La fecha y la hora local almacenadas por la máquina y que no se borran al apagar la computadora están puestas precisamente en esa sección de memoria flash, la cual recibe energía aún con la máquina apagada gracias a una batería (como la batería CR2032 que tiene la forma de un disco metálico) montada a un lado del BIOS en la tarjeta madre. La fecha y la hora local no es lo único que es almacenado en la memoria flash del BIOS. También se almacenan datos tales como las características del disco duro de la máquina, la identidad del lector de CD-ROM o DVD, la cantidad de memoria RAM disponible y la forma en la que será accesada desde el hardware, en fin, hay una buena cantidad de información almacenada en esa memoria flash del BIOS.

Cuando se le agrega alguna pieza nueva de hardware a la máquina en su interior (por ejemplo, una tarjeta de sonido, una tarjeta de redes, etcétera), el BIOS se actualiza a sí mismo incorporando los datos del nuevo hardware, modificando de este modo su configuración. De este modo, la máquina se puede ir actualizando, como por ejemplo al aumentarle su capacidad de memoria RAM de 2 Gigabytes a 4 Gigabytes, o al cambiar el disco duro instalando uno de mayor capacidad.

Desafortunadamente, esta capacidad de poder ir actualizando la máquina conforme se le vaya agregando nuevo hardware es un arma de dos filos. Con el paso del tiempo, al ir removiendo componentes de la máquina para reemplazarlos por otros, el BIOS se puede ir desconfigurando a grado tal que la máquina ya no trabaja como trabajaba antes pese a que las actualizaciones deberían aumentar su rendimiento y eficiencia. En otros casos, al irse agotando la batería montada en la tarjeta madre y al quedar completamente agotada o al ser cambiada por una batería nueva, los datos en la memoria flash del BIOS se pueden alterar desconfigurando con ello al BIOS. Del mismo modo, tras varios apagones el BIOS también se puede ir desconfigurando, tomando en cuenta que algunos sistemas operativos tienen la capacidad para accesar al BIOS alterando sus parámetros de configuración. Esta memoria flash del BIOS también puede ser desconfigurada con la instalación de algunos programas nuevos al disco duro que modifican los contenidos de la memoria flash para adecuarlos a las necesidades particulares de estos programas. En cualquier caso, el resultado final es un BIOS cada vez más y más desconfigurado. Y aquí es en donde radica la causa de muchos problemas.

Un BIOS desconfigurado puede comportarse en forma tan errática que en un momento dado la máquina puede volverse intolerablemente lenta durante el proceso de encendido y hasta continuar trabajando lentamente una vez que se ha cargado el sistema operativo. También puede afectar el funcionamiento de la imagen del monitor, ocasionando que inclusive deje de haber imagen. En el peor de los casos, puede hacer que la máquina deje de funcionar por completo, causando la impresión errónea de que algún componente electrónico ha sufrido una falla irreparable. Los componentes electrónicos pueden fallar, indudablemente, pero la confiabilidad de los circuitos semiconductores modernos es tal que a menos de que haya habido una descarga violenta de energía en la máquina ocasionada por un rayo cayendo cerca de la habitación y encontrando su paso a través de la máquina, se debe suponer que la electrónica se mantiene igual sin daños permanentes.

El primer esfuerzo debe estar encaminado, por lo tanto, a tratar de reconfigurar al BIOS regresándolo a la condición original que tenía al salir de la fábrica. ¿Pero cómo podemos lograr tal cosa?

Precisamente con este tipo de problemas en mente, ocasionados por la desconfiguración del BIOS, los fabricantes de muchas tarjetas madre incorporan en ellas un conjunto de conectores que sirven para limpiar la memoria flash del BIOS. Aunque no es posible generalizar, muchos de tales conectores tienen forma de tres puntas metálicas, dos de las cuales están permanentemente en corto circuito con un puente pequeño que se puede remover manualmente. La siguiente figura nos muestra el aspecto genérico de una tarjeta madre:




En la tarjeta madre se muestra la posición de un conector llamado JBAT1 (Jumper Battery 1) con un puente colocado en las terminales 1 y 2 en la posición designada “Normal”, y con el puente colocado en las terminales 2 y 3 en la posición llamada “Clear CMOS”.

La siguiente fotografía nos muestra un conector típico para limpieza de la memoria flash del BIOS, colocado en proximidad cercana a la batería metálica CR2032 de 3 volts:




En algunas tarjetas madre la posición normal del puente en el conector es entre las terminales 1 y 2, mientras que en otras la posición normal es entre las terminales 2 y 3 como lo muestra la siguiente figura:




Teniendo en cuenta lo anterior, podemos delinear el siguiente procedimiento para reparar la máquina en caso de que la falla se pueda deber a una posible desconfiguración del BIOS:
1) Se apaga la máquina desconectándola de la toma de corriente eléctrica.

2) Con un desarmador, se remueve la tapa protectora del gabinete con la finalidad de tener acceso a la tarjeta madre de la máquina.

3) Con ayuda de una linterna pequeña en caso de ser necesario, se busca en la tarjeta madre el triplete de conectores que tienen forma de guías metálicas pequeñas, teniendo en cuenta de que dos de tales conectores estarán en corto circuito permanente en virtud del puente que está puesto en dos de las terminales que llamaremos 1 y 2. La otra terminal que llamaremos 3 se encuentra libre.

4) Se remueve el puente que hay entre las terminales 1 y 2, y se coloca entre las terminales 2 y 3. Se cuentan unos veinte o treinta segundos. Esta operación tan sencilla es todo lo que se requiere para limpiar la memoria flash del BIOS (en los manuales le llaman de diversas maneras tales como “clearing CMOS RAM”).

5) Una vez que se ha limpiado la memoria flash del BIOS es extremadamente importante volver a restablecer el puente entre las terminales en donde estaba puesto (en nuestro ejemplo, en las terminales 1 y 2), porque de no hacerlo la máquina no podrá funcionar.

6) Se vuelve a tapar el gabinete, y se aplica a la máquina energía eléctrica de la toma de corriente alterna. La máquina deberá poder encender como antes lo hacía. Habrá casos en los cuales máquinas que parecían totalmente muertas se encenderán como si nada hubiera pasado.

7) Puesto que se ha llevado a cabo una limpieza total de la memoria flash del BIOS, no hay absolutamente nada ahí. Es por ello que se vuelve indispensable, desde antes de que entre en acción el sistema operativo, se tenga acceso al programa de manipulación del BIOS oprimiendo para ello la tecla que se tenga que oprimir cuando apenas se ha encendido la máquina (que puede ser, como ya se dijo, la tecla de borrar).

8) Una vez que se ha logrado acceso al programa principal del BIOS, búsquense en su menú de opciones líneas tales como:

   LOAD OPTIMAL SETTINGS (cargado de ajustes óptimos)

o bien pares de líneas como:

  LOAD BIOS DEFAULTS (cargado de parámetros básicos del BIOS)

  LOAD SETUP DEFAULTS (cargado de otros parámetros básicos)

9) Actívese la opción de cargado de ajustes óptimos del BIOS o de ajustes de fábrica. Hecho esto, guárdense estos parámetros en el BIOS saliendo del BIOS con la opción de salida que podrá ser dada como “Save and exit setup”.

10) Con esto, y a menos de que haya otro tipo de falla, la máquina empezará a trabajar tal y como salió por primera vez de la fábrica. Si había hardware nuevo que se le fue agregando con el paso del tiempo, el proceso de cargado de ajustes óptimos actualizará al BIOS hacia la nueva configuración, sin conflictos.
Tal vez resulte difícil de creer que algo tan sencillo como lo que se acaba de describir arriba pueda revivir a su condición normal de operación máquinas que se tenía por desahuciadas en la creencia de un fallo fatal en algunos de sus componentes electrónicos, pero este proceso casi mágico que no requiere invertir en ningún componente excepto el desarmador que se requiera para destapar la máquina funciona en muchos casos. Ciertamente no hay nada que perder si se intenta el anterior procedimiento de reparación.

Si se intenta hacer lo anterior y la máquina se resiste a encender y parece incluso totalmente muerta, ha llegado el momento de tratar de cambiar la fuente de poder. De cualquier modo, si la máquina enciende con una fuente de poder nueva instalada en ella, es importante de cualquier modo repetir el procedimiento de limpieza de la memoria flash del BIOS que se ha dado arriba, porque de lo contrario se pueden experimentar comportamientos erráticos a causa de un BIOS que quedó desconfigurado por la falla de la fuente de poder previa.

sábado, 25 de agosto de 2007

Elvira Arellano




El caso de Elvira Arellano es una muestra clara de cómo están torcidos y distorsionados los valores en este mundo. Ella es la indocumentada mexicana que, tras ser sorprendida por las autoridades migratorias en los Estados Unidos, en vez de presentarse a su cita programada de comparecencia tomó asilo dentro de una iglesia a sabiendas de que los agentes federales jamás entrarían allí por ella para arrestarla y deportarla, por temor a una indignada reacción de la opinión pública norteamericana al violarse el santuario que le había sido concedido por esa iglesia.

Elvira Arellano todavía estaría viviendo dentro de los Estados Unidos si no hubiera cometido un error de soberbia. Al volverse famosa se sintió tan fuerte y tan segura que decidió salir fuera de la iglesia dentro de la cual había estado viviendo asilada. Fuera de la iglesia, podía ser arrestada en cualquier momento sin que se violase ningún derecho de asilo por cuestiones religiosas, y eso fue exactamente lo que sucedió. Esto le dá un nuevo sentido a la sabiduría popular de que si hay algo que ofende a Dios que no vacilará en castigar es precisamente el pecado de la soberbia, el mismo pecado que hizo caer al mismísimo Diablo de su privilegiada posición celestial.

Elvira Arellano argumenta que, al ser deportada a México, se le está separando de su hijo, el cual por haber nacido en los Estados Unidos es ciudadano norteamericano. Esta es otra distorsión grosera. Al poco tiempo de haber sido deportada, su hijo se trasladó para estar junto a ella en la ciudad de Tijuana. Su hijo puede estar viviendo junto a ella todo el tiempo que ambos quieran. Pero en México. Nadie los está separando, excepto la terca insistencia de Elvira Arellano de que le abran a ella las puertas de los Estados Unidos para estar viviendo allá con su hijo sólo porque el niño es ciudadano norteamericano.

Esto último nos lleva a otra crítica que se le ha estado formulando a Elvira Arellano, a la cual se le acusa de haberse embarazado deliberadamente y tener a su hijo no en México sino en los Estados Unidos con el fin de forzar a las autoridades norteamericanas a que le otorguen una visa de residencia permanente por el solo hecho de que su hijo nació en los Estados Unidos. Así, el principal argumento esgrimido por ella de que la quieren separar de su hijo en realidad es una situación que ella misma propició deliberadamente, con todo dolo y mala fé, algo que jamás habría sucedido si ella hubiera tenido a su hijo en México nacido como ciudadano mexicano, al igual que ella.

Puesta así la cosa, la única víctima inocente en todo esto es el hijo de Elvira Arellano, ya que fue concebido egoístamente por su madre en un país extranjero con el fin de obligar a las autoridades de dicho país a darle una visa de residencia permanente argumentando la "reunificación familiar". Es importante señalar que en otros tiempos, con el solo hecho de tener un hijo nacido en los Estados Unidos, una familia completa podía obtener su visa de residencia en los Estados Unidos, los cuales tras esto se jalaban a sus hermanos, a sus padres, a sus tíos, a sus sobrinos, e inclusive a sus primos, dando origen a lo que se conoce como "inmigración en cadena". Pero las leyes migratorias norteamericanas han ido cambiando, volviéndose cada vez más duras, y ahora una familia que tenga un hijo nacido en los Estados Unidos se tiene que esperar 18 años, hasta que el niño cumpla la mayoría de edad, para que pueda reclamar a sus padres, y en esto ya no hay categoría de entrada inmediata, hay una lista de espera, además de que la lista de los familiares a los cuales el joven puede reclamar está limitada ya exclusivamente a sus padres y a sus propios hijos, habiendo llegado a su fin la "inmigración en cadena".

Peor hay aún otra cosa de la que inclusive los más entusiastas admiradores de Elvira Arellano no quieren hablar. Se trata del padre del hijo de Elvira Arellano, al cual jamás se le menciona para nada y del cual nadie sabe nada excepto la misma Elvira Arellano. El niño tiene pleno derecho de saber quién es su padre, tiene pleno derecho de poder estar junto a él. Pero este es un derecho que Elvira Arellano le está negando, porque la prioridad de ella por lo visto no es formar una familia completa, apelando al concepto de la "reunificación familiar", sino que le den su tarjeta de residencia para poder quedarse a vivir y trabajar en los Estados Unidos. Esa es la primera prioridad de ella. La segunda prioridad se supone que es su hijo, el hijo que concibió en los Estados Unidos para tratar de burlar las leyes migratorias de dicho país.

De este modo, Elvira Arellano carece de la calidad moral y los atributos necesarios para poder ser considerada como la heroína de los indocumentados en los Estados Unidos. Y pese a ello, casi la levantan en hombros elevándola a la categoría de mártir.

Elvira Arellano tampoco puede ser considerada como heroína de los mexicanos en México, salvo aquellos que estén pensando en hacer exactamente lo mismo que hizo ella. Ciertamente, desde el momento en que decidió abandonar su país de origen, México, haciendo tal cosa con la intención de no volver jamás, le echó un escupitajo en la cara a todos los mexicanos que cuando salen de México lo hacen solo como una medida temporal así como los demás mexicanos que han decidido quedarse para luchar codo con codo para sacar adelante a sus familias en su propio país. Elvira Arellano no es de estos últimos. Al irse a vivir allá con todas las intenciones del mundo de convertirse en una "American citizen", lo hizo a sabiendas de que, en un supuesto caso hipotético de una invasión norteamericana a México por la razón que sea, ella y sus familiares norteamericanos estarían dispuestos a tomar las armas para irse en contra de México y matar mexicanos. (Se recuerda que en el pasado México ya perdió más de la mitad de su territorio a causa de una guerra injusta con dicho país que tuvo lugar entre 1846 y 1848, a lo cual se le puede agregar la invasión del puerto de Veracruz ocurrida en 1914.) ¿Cómo es posible que se pueda considerar como mexicano a alguien así? Históricamente hablando, no se puede ser un mexicano y un norteamericano al mismo tiempo, quien tal cosa pretenda sólo se está convirtiendo a sí mismo en un bufón, en un payaso. Desde esta perspectiva, el haberles dado inmerecidamente en forma automática la ciudadanía mexicana a los hijos de mexicanos nacidos en los Estados Unidos, esa "doble nacionalidad" como se le ha venido llamando, se antoja como una de las peores aberraciones cometidas por el Congreso federal de México, una aberración que ciertamente el Congreso norteamericano no ha cometido ni está dispuesto a cometer ni hoy ni nunca. Esta gente, cuando ha decidido irse a vivir para siempre a los Estados Unidos con la intención de adoptar la ciudadanía norteamericana, se vuelve tan mexicana como pudieran serlo Vladimir Putin, Osama bin Laden, e inclusive el mismo George Bush. Si quieren hacerse norteamericanos, están en su derecho. Pero, por favor, que no anden visitando México como turistas sintiéndose muy mexicanos, porque eso no les queda ya. Pese a ello, Elvira Arellano no tuvo reparo alguno en mandar a su propio hijo ante el Congreso mexicano el 14 de noviembre de 2006 para pedirle ayuda al Congreso del mismo país que Elvira Arellano decidió abandonar para siempre. Manipuladora de su hijo hasta el final en aras de sus propios intereses (los de ella), logró que el Congreso de México emitiera una resolución urgiendo al gobierno norteamericano a suspender la deportación de Elvira Arellano. Y ella misma no tuvo reparos en ir a entrevistarse con el Presidente de México, Felipe Calderón, para pedirle su ayuda para volver a los Estados Unidos:





Para esto sí resultaron "muy mexicanos" tanto Elvira Arellano como los que la apoyan, para pedirle ayuda al Congreso mexicano y al Presidente de México para ayudarla a abandonar a México para siempre y poder tener el orgullo de regresar al país al que realmente adora y así poder estar ondeando la bandera norteamericana, la bandera de su predilección.

Hay otra cosa que se le puede objetar a Elvira Arellano para cuestionarle su calidad de presunta heroína y presunta defensora de los derechos humanos en los Estados Unidos. Se trata de lo obvio. En las embajadas y consulados norteamericanos alrededor del mundo, hay decenas de miles de personas que, respetuosas de la ley y habiendo hecho su aplicación para ingresar legalmente a los Estados Unidos, han estado en una lista de espera aguardando pacientemente su turno por varios años, esperando que les toque su lugar dentro de las "cuotas" anuales asignadas para tal efecto. (La palabra "cuota" puede parecer insultante para aquellos dedicados a la ganadería que están autorizados a exportar ciertas cantidades de reses, dentro de sus "cuotas" anuales o mensuales, equiparando semánticamente a los seres humanos con cabezas de ganado. Sin embargo, este es un término empleado por las mismas autoridades consulares norteamericanas así como por las leyes migratorias redactadas por el Congreso en dicho país.) Personas como Elvira Arellano que simple y sencillamente deciden brincarse la barda o vadear lo que queda del ya muy reseco Río Bravo le están diciendo a todos los que quieren ingresar legalmente: "Eres un tarugo. Eres un imbécil. Allá tú si quieres ser respetuoso de las leyes. A mí me vale. Allá tú si quieres estar esperando varios años hasta que te toque tu turno. Yo soy mucho más listo que tú. Yo simplemente me voy a saltar la barda, porque me importan un bledo las leyes del país al que voy a entrar. Y ya estando allá, no me importa comprar documentos de identidad falsos, porque a mí solo me importa ganar los dólares mientras tú estás esperando como un estúpido a que te llamen del Consulado. Respetar las leyes me importa un carajo. Y ya estando allá, ya veré la forma de presionar para forzarlos a que me den mi tarjeta de residencia, mientras que miles de tarugos como tú seguirán esperando muchos años. ¿Quién es más listo? ¿Tú, o yo? En el caso de Elvira Arellano, podemos poner como corolario que "se pasó de lista".

La situación de Elvira Arellano para poder arreglar su entrada legal a los Estados Unidos a futuro, una vez que su hijo haya alcanzado la mayoría de edad, se antoja sombría en grado extremo. Aunque su hijo ya mayor de edad sea ciudadano norteamericano, él sólo podrá reclamar a familiares inmediatos que carezcan de antecedentes penales en los Estados Unidos. Y Elvira Arellano cuenta ya con un expediente en el que aparece como culpable de haber incurrido en varios delitos federales. Ella ingresó ilegalmente a los Estados Unidos en 1997, tras lo cual fue arrestada y deportada hacia México por el gobierno norteamericano. En cuestión de unos cuantos días, reingresó ilegalmente a los Estados Unidos en donde estuvo viviendo en el estado de Oregon. Tras esto, se trasladó a Chicago en donde estuvo trabajando en el departamento de limpieza del aeropuerto Chicago O'Hare, en donde fue arrestada tras una redada posterior a los atentados terroristas cometidos contra las torres gemelas en Nueva York. Fue juzgada por utilizar un número falso de Seguro Social, a raíz de lo cual se le condenó a tres años de lo que llaman allá "probation" (un período de tiempo bajo el cual la persona sin estar en prisión está bajo vigilancia constante de parte de las autoridades). Y cuando se le ordenó comparecer ante las autoridades migratorias el 15 de agosto de 2006, en vez de presentarse a su comparecencia se metió dentro de una iglesia metodista de Chicago para evitar su posible deportación, desafiando las órdenes del juez y de las autoridades migratorias. Bajo un sistema muy limitado de cuotas de inmigración, entre darle un lugar a una persona que cuenta ya con antecedentes penales en los Estados Unidos y darle el mismo lugar a una persona que carece de antecedentes penales, sin pensarlo dos veces le darán preferencia a la persona que carece de antecedentes penales. Porque, a fin de cuentas, ¿qué país puede confiar realmente en una persona afecta a violar las leyes y a estar desafiando a las autoridades?

Lo que sí es un hecho indiscutible es que no todos los mexicanos son como Elvira Arellano. Si lo fueran, México ya habría dejado de existir como nación. Sería tan solo un vasto territorio abandonado por su gente.