viernes, 22 de agosto de 2008

Pifias

Es demasiado frecuente observar y descubrir las equivocaciones y errores de juicio que se cometen por empleados que aislados en alguna oficina se dan rienda suelta elaborando muchos procedimientos y trámites sin darse cuenta de la manera en la que afectarán -en términos negativos- las vidas de miles o quizá millones de personas, incurriendo en equivocaciones y errores de juicio que muchas veces en vez de ayudar a sus semejantes les hacen la vida más difícil de lo que ya es. Fue precisamente la dictadura de la burocracia lo que dió al traste con la Unión Soviética y otros regímenes basados en el comunismo ortodoxo, aunque el burocratismo no es algo que hayan padecido únicamente los regímenes comunistas, es algo que todos los países incluído México sufren de un modo u otro y el cual parece ser un mal endémico de la humanidad. El burócrata más incompetente es quizá aquél que encerrado en una oficina se imagina un mundo ideal esperando recibir sus reglas y sus dictados, un burócrata que todo lo que forja lo forja en su imaginación sin salir jamás fuera de su oficina para ir hasta "el campo de batalla", para ir hasta el "lugar de los hechos", con el propósito de recabar opiniones y recibir propuestas que inclusive puedan ser mejores que lo que se le está ocurriendo.

En los Estados Unidos, una dependencia propensa a incurrir en errores mayores de cálculo es ICE, cuyas siglas significan Immigration and Customs Enforcement, la antecesora del INS o Immigration and Naturalization Service conocida por muchos mexicanos como "la migra".
En las noticias que han estado apareciendo en fechas recientes en los periódicos, he tomado nota de algunos errores de juicio y de criterio en los que funcionarios de ICE han estado incurriendo, quizá por tratarse de burócratas que quieren arreglarlo todo desde la comodidad del escritorio de una oficina sin tener idea alguna de lo que realmente está sucediendo "allá afuera". A continuación elaboraré algunos comentarios sobre tres tópicos diferentes que nos muestran cómo ICE en algunos aspectos está desatendiendo cosas verdaderamente importantes por dedicarle tiempo a otras cosas que se pueden antojar banales e irrelevantes:


PIFIA # 1:

En la primera página del periódico EL DIARIO publicado el 2 de agosto de 2008, apareció una noticia interesante que dice "Revisará EU laptops en puentes". Dentro de la nota tenemos el texto: "La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dio a conocer que a partir de este mes, los agentes asignados a los puentes internacionales y puertos de entrada al país incluirán -dentro de sus revisiones rutinarias- la verificación de computadoras portátiles (laptops), discos duros y otros dispositivos electrónicos de almacenamiento digital de datos que porten los extranjeros que pretendan ingresar al país. De acuerdo con CBP, esta medida se debe a que el uso de aparatos electrónicos ha ayudado a personas a conspirar para cometer actos terroristas, como fue el caso del complot para derrumbar las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001. 'Aunque desde el establecimiento de la República el Gobierno federal ha tenido la autoridad de aplicar los reglamentos de búsqueda en los puentes internacionales, dese hace ya varios siglos, ahora lo hacemos de manera electrónica', dijo la portavoz de la oficina en Texas, Amy Kudwa'. Una política del Gobierno federal sobre la búsqueda de información, establece que CBP es responsable de examinar documentos, libros, folletos y cualquier material impreso, además de computadoras portátiles (laptops), discos duros (hard drives) y otros dispositivos cibernéticos o de almacenamiento de datos."

Al ser anunciada esta medida, casi de inmediato se escucharon las voces de protesta de millares de residentes en la franja fronteriza tales como estudiantes y empresarios de la industria maquiladora que cruzan diariamente por los puentes internacionales, de los cuales el 99.999 por ciento simple y sencillamente no encajan en el perfil del terrorista musulmán fanático que el gobierno de los Estados Unidos está buscando y el cual es mucho más fácil de encontrar en la frontera entre Pakistán y Afganistán que en la frontera con México.

"Revisará EU laptops en puentes". Decirlo suena fácil, pero ¿realmente es posible revisar todas las computadoras laptops en los puentes de cruce internacional entre México y Estados Unidos, como parece ser la intención del anuncio de esta medida draconiana? Tómese en cuenta que son millares o posiblemente decenas de millares las computadoras que cruzan diariamente de México a los Estados Unidos. Por principio de cuentas, supongamos que vamos a revisar una sola computadora, y no miles y mucho menos decenas de miles. Cualquiera que posea una computadora portátil sabe muy bien que no basta con encender la máquina para poder usarla de inmediato, es necesario esperar varios minutos para que se cargue el sistema operativo (Windows o Linux). Y una vez que la computadora está lista para ser utilizada, se requiere que el personal de aduanas esté capacitado y tenga los conocimienos técnicos para llevar a cabo una búsqueda exhaustiva entre los portafolios y documentos que contenga la máquina. Si la máquina tiene muchas carpetas y muchos portafolios, una búsqueda intensa en los directorios del disco duro podría llevar tal vez varias horas, consumiendo un tiempo valioso del inspector que no tendrá para otras revisiones de cosas más importantes como la posible presencia de explosivos plásticos en el equipaje. Es necesario revisar carpeta por carpeta, archivo por archivo, para quedar satisfecho de que se ha visto a plenitud los contenidos de la máquina. Aún así, un verdadero terrorista que realmente quiera llevar consigo información que lo pueda delatar en su computadora portátil, con pocos conocimientos de computación puede alterar los archivos de modo tal que su contenido sea inaccesible para nadie más que para él mismo. Por ejemplo, si lleva documentos escritos en Microsoft Word, los cuales terminan con una extensión de archivo ".doc", entonces todo lo que tiene que hacer es cambiar la extensión a otro tipo, por ejemplo ".jpg", una extensión usada para imágenes fotográficas. Si un funcionario aduanal trata de abrir él solo un archivo así rebautizado, la máquina le indicará que el archivo está corrupto. Y puesto que el dueño de la máquina es el único que sabe cuáles de los documentos que lleva en su disco duro son documentos de texto en lugar de documentos fotográficos, le será prácticamente al funcionario de aduanas inclusive con amplios conocimientos técnicos y programas sofisticados el poder acceder al contenido verdadero de los archivos. Ya una vez dentro de territorio norteamericano, todo lo que tiene que hacer el terrorista es volver a cambiar la extensión de ".jpg" a ".doc" para volver a hacerlos nuevamente accesibles. Y para complicarle aún más las cosas a los funcionarios de aduanas, el terrorista en vez de cambiar la extensión de un archivo a otra extensión de tipo conocido (como ".html" para páginas Web, ".pps" para documentos PowerPoint, ".xls" para documentos Excel, y así sucesivamente) puede inventar un tipo nuevo de extensión (hay muchos archivos en el sistema operativo que usan extensiones que no pueden ser invocadas directamente por el usuario desde un programa) como ".ryy", ".vks" o ".spe", para las cuales posiblemente no haya programa alguno en el mundo que las pueda abrir por ser invenciones tipográficas del mismo terrorista, tras lo cual mete los documentos en alguna carpeta propia del sistema como "DirectX" en donde a nadie se le ocurrirá buscar y si lo hace no encontrará extensión alguna que pueda identificar. En principio, con este tipo de triquiñuelas, el terrorista puede confundir la información importante que lleva en su laptop a grado tal que será prácticamente imposible a cualquier funcionario de aduanas saber qué es lo que realmente lleva. Ni siquiera trabajando meses o años sobre una sola computadora laptop con sus contenidos protegidos de esta manera será posible extraer la información que lleva el terrorista en su disco duro.

El ejemplo anterior supone que un terrorista será lo suficientemente inteligente para encubrir la información que lleva en su disco duro de modo tal que le será imposible a cualquier otra persona saber qué es lo que lleva en su máquina. Pero si es realmente tan inteligente, posiblemente optará por una vía más fácil: simplemente enviará toda la información por Internet de una cuenta de correo electrónico anónima a otra cuenta de correo anónima, traspasando fronteras sin revisión alguna. Con esta opción, el terrorista puede llevar su disco duro prácticamente vacío, y al revisarlo nadie encontrará absolutamente nada, porque cuando él está cruzando a pie por un puerto fronterizo la información que desea tener en sus manos ya cruzó a velocidad electrónica de un servidor a otro situados en países distintos, sin inspección ni revisión posible. De esta forma, mientras algún funcionario está muy ocupado pidiéndole a alguien que encienda su máquina y se pone a fisgonear los contenidos de la máquina revisándole a una persona sus cartas de amor, sus fotografías personales y su reporte médico, ríos de información están cruzando la frontera volviendo completamente nula la efectividad de la revisión de la laptop.

Aunque en la noticia, tal y como apareció publicada en EL DIARIO el 2 de agosto de 2008 anunciando la nueva política de revisar las computadoras laptops en los puentes, se dió como justificante la necesidad de impedir que estas computadoras portátiles pudiesen ser utilizadas como vehículo de ayuda en la ejecución de un acto terrorista como el que ocurrió en el 2001 en contra de las Torres Gemelas, la verdadera razón parece ser otra que no tiene nada que ver con la ejecución de actos terroristas, y esta razón es la búsqueda de pornografía infantil que pueda estar contenida en dichas máquinas. O sea, el verdadero motivo para invocar la cuestión de la seguridad nacional en realidad no tiene que ver con la seguridad nacional sino tiene que ver con delitos ordinarios del orden penal que no tienen nada que ver con el terrorismo. Esto ocurrió el 17 de julio de 2005 cuando un norteamericano de nombre Michael Arnold aterrizó en el aeropuerto internacional de Los Angeles después de un vuelo de 20 horas desde las Filipinas. Una funcionaria de aduanas (CBP) de nombre Laura Peng le pidió que encendiera su computadora para ver lo que contenía el disco duro de la máquina, y dentro de una carpeta titulada "Kodak pictures" y otra carpeta titulada "Kodak memories" el funcionario encontró pornografía infantil. Sin embargo, en el año 2006 el Juez Dean Pregerson de la Corte de Distrito en Los Angeles suprimió la evidencia en contra de Michael Arnold argumentando que "los medios de almacenamiento electrónico funcionan como una extensión de nuestra propia memoria, y son capaces de almacenar nuestros pensamientos desde los más pueriles hasta los más profundos". En esencia, el Juez Pregerson consideró que se había llevado a cabo una invasión de la privacidad de Arnold. En realidad, este asunto no se ha decidido definitivamente porque no ha llegado un caso de esta naturaleza ante la Suprema Corte de los Estados Unidos, la cual tendrá la última palabra al respecto, pero lo relevante aquí es que las inspecciones aduanales, más que recabar información crucial para combatir al terrorismo, parecen tener como objetivo el ver lo que pueda tener cada persona dentro de su máquina, sea o no un terrorista en potencia.

De cualquier modo, si el viajero Michael Arnold hubiera disfrazado los archivos en su laptop usando cualquiera de los sencillos procedimientos enunciados arriba, la funcionaria de aduanas jamás habría podido encontrarle imágenes fotográficas como las que lo metieron en problemas con la aduana norteamericana. En realidad, su verdadero pecado, más que su adicción a imágenes censuradas y "prohibidas", fue su ingenuidad, porque jamás creyó que los contenidos privados de su máquina iban a ser revisados por la aduana norteamericana. Pero lo peor de todo es que con el escándalo suscitado por este asunto, fue el mismo departamento de Customs and Border Protection el que puso en alerta a los verdaderos terroristas que puedan estar planeando ingresar a los Estados Unidos con información de importancia para ellos bajo el brazo. Ahora los terroristas ya saben que los contenidos de cualquier máquina pueden ser sujetos a inspección al ingresar a territorio norteamericano, y si necesitan llevar consigo alguna información esta información ya no la van a llevar de forma tal que pueda ser detectada. En efecto, la aduana norteamericana perdió para siempre un elemento poderoso que podría haber utilizado para rastrear y detectar a gente peligrosa para los Estados Unidos, el elemento sorpresa. Y perdió la efectividad de este elemento en un caso que posiblemente ni siquiera valía la pena. Posiblemente no se pusieron a pensar en esto en el aeropuerto de la ciudad de Los Angeles al irse en contra de un ciudadano norteamericano cuyas imágenes fotográficas posiblemente ni siquiera constituyen pornografía infantil (en el caso llevado a cabo en la Corte ante el Juez Dean Pregerson, el gobierno norteamericano no probó que las fotografías fueran pornografía infantil).

Y en lo que respecta a "otros dispositivos electrónicos de almacenamiento digital de datos que porten los extranjeros que pretendan ingresar al país" tales como los dispositivos conocidos como flash drives USB, estos dispositivos son tan pequeños que tan sólo para detectar su presencia sería necesario esculcar a cada persona en todo su cuerpo (a las mujeres habría que desvestirlas y pedirles hasta que se quitaran el sostén) o inclusive estarlas pasando por un aparato de rayos-X en caso de que se hubieran podido introducir uno de estos dispositivos a manera de supositorio médico como lo hacen algunos que intentan introducir drogas ilícitas en territorio norteamericano. Una revisión tan intensa no era efectuada ni siquiera en la Unión Soviética en los tiempos en los que bajo la dictadura totalitaria de Stalin todo lo que hacían y decían todos los ciudadanos era vigilado y observado de cerca por el Estado.

Vista la completa y absoluta inutilidad así como la completa y absoluta impracticalidad de ponerse a revisar todos los contenidos de todas las computadoras laptops así como todos los otros dispositivos de almacenamiento digital de datos que cruzan todos los días por los puentes internacionales, esto con el supuesto fin de detectar terroristas, medidas de dudosa utilidad que sólo le harían innecesariamente la vida más difícil a los muchos estudiantes y empresarios que se ven en la necesidad de cruzar todos los días la frontera entre México y los Estados Unidos, hay algo mucho más efectivo para cazar y capturar terroristas, y esto consiste en hacerlo "a la antigüita", con trabajo inteligente propio del detective astuto, al estilo de Mike Hammer y Sherlock Holmes, vigilando y siguiendo de cerca las actividades de aquellos sospechos de estar involucrados en actividades propias del terrorismo y que puedan en un momento dado cometer un acto terrorista dentro de los Estados Unidos. Inclusive la revisión aleatoria de laptops carece de sentido por las razones ennumeradas arriba. Sin embargo, la revisión esporádica de una laptop cuando se trata de un propietario considerado como un alto riesgo de seguridad posiblemente pueda ser de utilidad, si es que acaso el propietario de la laptop no ha hecho algo como lo que se ha mencionado arriba que puede dificultar enormemente la recuperación de la información, en cuyo caso es mucho más redituable informar a alguna agencia que dicha persona sea seguida y vigilada de cerca una vez que haya ingresado en territorio norteamericano, lo cual es más útil ahora dado el hecho de que como ya se dijo, al publicitar escandalosamente en las primeras planas de los periódicos la intención de llevar a cabo estas revisiones de laptops y medios de almacenamiento electrónico poniendo así a los terroristas en estado de alerta en relación a esta medida, el mismo gobierno norteamericano ya perdió quizá para siempre lo que hubiera sido la extraordinaria efectividad de algo que ahora sólo puede ser considerado como de una casi completa inutilidad.


PIFIA # 2:

Esta joya tiene que ver con una noticia que apareció el 31 de julio de 2008 también en EL DIARIO, cuyo titular es "Instan a indocumentados en Estados Unidos a entregarse". Dentro de la nota tenemos el texto: "Entra en vigor programa piloto de deportación voluntaria. Autoridades migratorias de este país instarán a las personas indocumentadas a entregarse en los centros de detención y obtener deportación voluntaria. Lo anterior fue informado por Julie Meyer, directora del ICE en Estados Unidos". Este programa recibió por nombre "Operación Salida Voluntaria", aunque también es conocido como "Operación de Partida Programada". El programa está dirigido a personas que están en Estados Unidos sin permiso legal para ello, personas que están infringiendo deliberadamente las leyes migratorias de dichos país.

¿Pero en qué cabeza cabe el pensar que una persona que está violando las leyes migratorias se va a entregar voluntariamente ante las autoridades, cuando no la tienen ubicada y cuando ha estado ganando sus dólares, a cambio de que como "premio" a su entrega se le fiche y se le deporte? Esto sería tanto como pedirle a los delincuentes del orden común tales como asaltantes de bancos y robacoches que se presenten y se entreguen voluntariamente ante la comisaría de policía más cercana para confesar sus delitos y tras esto ser detenidos y fichados para posteriormente recibir la pena que les imponga un juez por sus delitos. Ningún departamento de policía en ninguna parte de los Estados Unidos está implementando un programa así porque seguramente tienen cosas más importantes qué hacer con el dinero que de otra manera se gastaría en promocionar en los medios este tipo de programa de "entrega voluntaria".

En realidad, el programa de entrega y salida voluntaria implementado por el ICE sale sobrando porque si los indocumentados que están dentro de Estados Unidos quieren irse, lo pueden hacer en cualquier momento por cuenta propia sin necesidad de acudir ante alguna oficina del ICE para entregarse, sin necesidad de ser fichados, sin necesidad de ser identificados. Si al menos ICE ofreciera alguna ventaja a quienes se entregen voluntariamente para ser deportados, entonces habría algún estímulo, algún incentivo, para acogerse a este tipo de programa. Pero ICE no está ofreciendo ningún atractivo migratorio a los indocumentados que se entreguen; no está ofreciendo beneficios, oportunidad de poder regresar a los Estados Unidos de manera legal en un futuro, o perdonarles el tiempo que permanecieron como ilegales. Los que se acogen a un programa de esta naturaleza tienen todo a perder y nada para ganar.

Los resultados de esta "gran idea" de algún funcionario del ICE que ahora no está muy ansioso por dar la cara están a la vista. El 21 de agosto de 2008 el mismo periódico EL DIARIO reproduciendo información aparecida en el periódico The New York Times imprimió bajo el titular "Fracasa programa de deportación voluntaria de ICE. Se entregan sólo seis indocumentados" el siguiente texto: "Desde el 5 de agosto, fecha en que se lanzó este programa denominado 'Operación de Partida Programada', sólo ha atraído a media decena de participantes. Sí, solo a seis. Sin dejarse apabullar por esta tasa de participación que hasta ahora es del 0.0013 por ciento, los oficiales del ICE manifestaron que no harán ninguna evaluación respecto al destino que tendrá este programa hasta que se concluya este viernes. Esta agencia destinó 50 mil dólares de su presupuesto para realizar anuncios por radio así como publicidad impresa para este programa que se implantó en cinco ciudades, el cual hasta ahora ha costado aproximadamente 8 mil 333 dólares por participante. Este programa se implantó en Charlotte, N.C., Santa Ana, California, San Diego, Chicago y Phoenix. Hasta ahora, sólo una persona de Estonia se reportó ante el ICE en Phoenix. Un guatemalteco y una pareja de hindúes se entregaron voluntariamente a los oficiales del ICE en Chicago, y un salvadoreño se entregó en Charlotte. El único mexicano que participó, se dirigió a los agentes del ICE en San Diego".

Puesto que San Diego es una ciudad que está situada justo en la frontera con México, en la frontera con Tijuana, un mexicano que se encuentre en San Diego sin necesidad de tener que entregarse ante el ICE puede cruzar caminando por su propio pie por el puente internacional ingresando a México por la ciudad de Tijuana. Considerando que la mayor cantidad de indocumentados que hay en los Estados Unidos son mexicanos, sería interesante haberle preguntado a este mexicano sobre las verdaderas razones que tuvo para acudir ante las oficinas del ICE para entregarse; a lo mejor hasta hubiera sido el tema de una película de la vida real.

De cualquier manera, si ICE lo que realmente desea es sacar de los Estados Unidos a todos los inmigrantes indocumentados, podrían hacerlo empezando por visitar los campos agrícolas de entidades como California en donde hay decenas de miles que en estos momentos están en la pizca levantando la cosecha para poner alimentos en la mesa de muchas familias norteamericanas. Podrían también visitar las empacadoras de carne, podrían buscar también en los lugares dedicados a la industria de la construcción; en fin, los lugares usuales. Ciertamente allí van a encontrar muchos más indocumentados que los seis indocumentados que se entregaron bajo el programa de entrega y salida voluntaria, y esto lo pueden hacer en cualquier momento, nadie se los impide, y de hecho la ley no sólo no se los impide sino que inclusive les ordena que lo hagan.


PIFIA # 3:

Quizá la mayor pifia de todas es que, a la vez que se están ahorcando las relaciones internacionales con vecinos inmediatos como México y a la vez que se les está endureciendo el modo de vida a los ciudadanos norteamericanos con medidas de efectividad dudosa para el combate al terrorismo, Estados Unidos está dejando abierta la puerta grande para que se les sigan metiendo terroristas peligrosos leales al mismo individuo responsable por los atentados a las torres gemelas en Nueva York. Y esta puerta grande es nada menos que la inmigración legal de gente proveniente de países árabes.

Los que estrellaron los aviones comerciales en contra de las torres gemelas y el Pentágono en su gran mayoría eran individuos procedentes de Arabia Saudita. Prácticamente la totalidad de los terroristas de la red internacional Al Qaeda son ciudadanos de países musulmanes como Egipto, Yemen, Siria, y otros países de la región. No hay terroristas llegados de Irlanda, Australia, Nueva Zelandia, Suecia, Finlandia o Suiza. Y de esos países musulmanes, desde que se cometieron los atentados terroristas en contra de las torres gemelas, han seguido inmigrando a los Estados Unidos miles y miles de individuos que a diferencia de los residentes mexicanos fronterizos que cuentan con una mica de cruce local que no les sirve para buscar empleo o trabajar o residir en dicho país, estos inmigrantes llegados de países musulmanes son personas con autorización para buscar y obtener empleo en cualquier parte de Estados Unidos, con autorización para moverse y cambiarse de domicilio cuantas veces quieran, con autorización para inscribirse en cualquier escuela de Estados Unidos (los que pilotearon los aviones comerciales que se impactaron contra las torres gemelas y el Pentágono obtuvieron su entrenamiento en escuelas de aviación de Estados Unidos), y con autorización de comunicarse libremente con quien quieran sin impedimento alguno para ello. Ahora bien, si por cada mil árabes que inmigren legalmente al año a los Estados Unidos hay un individuo ultrafanático extremadamente peligroso, un terrorista que ha sabido disfrazar muy bien su fundamentalismo islámico y su odio nato hacia los Estados Unidos, ¿cuántos tipos como estos habrán inmigrado los Estados Unidos desde que se cometieron los atentados terroristas en el 2001? Tomemos en cuenta que ya estamos en el 2008.

En su sistema migratorio, por orden del Congreso, el gobierno norteamericano mantiene un sistema de "cuotas" bajo el cual cada país puede "exportar" a los Estados Unidos una cantidad determinada de sus ciudadanos para que se vayan a vivir en dicho país. La única forma absolutamente segura de garantizarle a los ciudadanos norteamericanos de que no se está inmigrando a ningún terrorista es eliminando por completo la cuota autorizada de inmigrantes para cualquier individuo procedente de cualquier país musulmán. No se permitiría la inmigración bajo ninguna circunstancia de nadie llegado de países como Egipto, Irán, Pakistán, Arabia Saudita, Irak o Kuwait, aunque se hincara de rodillas cantando el himno nacional de los Estados Unidos y aunque se pusiera a ondear la bandera de dicho país afuera del Consulado o la Embajada norteamericana de su adscripción. La cuota autorizada de inmigrantes sería cero, en el pleno sentido matemático de la palabra, dada la magnitud del riesgo que se enfrenta. Pero esto no es lo que está sucediendo en estos momentos. Siguen inmigrando a los Estados Unidos muchos individuos provenientes de países conocidos como semilleros de terroristas, y basta con que uno sólo de ellos sea un terrorista como Mohammed Atta para que al darle entrada se le deje la puerta abierta para que ocasione enorme destrucción y dolor a mucha gente inocente en territorio norteamericano. Al inmigrar a cualquier individuo llegado de cualquiera de estos países, el gobierno norteamericano no cuenta con un "lector de mentes" para poder descubrir casi mágicamente las verdaderas intenciones con las cuales cada inmigrante de un país árabe quiere ingresar a los Estados Unidos, como tampoco sabe lo que ese individuo ha hecho a lo largo de toda su vida desde que nació. Detrás de cada inmigrante legal procedente de un país árabe musulmán, siempre hay la posibilidad de que se esté ocultando un terrorista de lo peor cuyas intenciones sólo serán descubiertas cuando sea demasiado tarde para ello.

Empeorando aún más las cosas está el hecho de que, además de que la cuota de inmigrantes asignada a cada país en donde pululan fundamentalistas musulmanes, cuotas de inmigración que no han sido bajadas a cero, cualquier aspirante a inmigrar a los Estados Unidos puede facilitar sobremanera su entrada con el simple hecho de casarse con una ciudadana norteamericana, porque con ese sólo hecho se situá automáticamente por encima de otras categorías de preferencias tales como la asignada a los profesionistas con título universitario. Esta es la forma fácil y rápida para cualquier terrorista musulmán leal a Al Qaeda de ingresar con documentos legales a los Estados Unidos inclusive aunque no cuente con estudios; simplemente enamora a una norteamericana tonta que no sospeche de sus intenciones, se casa con ella, y entra a los Estados Unidos por la puerta grande. Y este individuo ingresa a los Estados Unidos para matar y sembrar caos y destrucción, a diferencia del jornalero indocumentado mexicano que ingresa con intenciones de trabajar sin hacerle daño a nadie. Así está desproporcionada la balanza.

Como una justificación de las redadas migratorias encausadas en contra de los indocumentados mexicanos que trabajan en los Estados Unidos y del endurecimiento de las cada vez más duras revisiones migratorias en los puentes internacionales, los altos funcionarios del ICE están recurriendo al principal argumento usado en la lucha antiterrorista que dice "Para impedir atentados terroristas, nosotros tenemos que estar correctos el cien por ciento del tiempo. El terrorista sólo tiene que estar correcto una sola vez" (en inglés, esta política atribuída originalmente al primer Secretario de la Oficina de Homeland Security Tom Ridge dice "We have to be right a thousand times a day; the terrorist only has to be right once". Sin embargo, tiene poco sentido estar atornillando con medidas rigoristas a los cientos de miles de mexicanos que se ven en la necesidad de cruzar diariamente hacia los Estados Unidos por los puentes internacionales considerando que Estados Unidos nunca ha sido víctima de atentado terrorista alguno por parte de ningún mexicano procedente de México mientras que al mismo tiempo Estados Unidos está inmigrando por la puerta grande a miles de árabes procedentes de países musulmanes, cualquiera de los cuales puede ser un terroristas en potencia, y a los cuales el gobierno norteamericano no puede estar vigilando las 24 horas del día después de que ya ingresaron a los Estados Unidos.

Esto último se le podría formular como una pregunta directa al Secretario actual de Homeland Security, Michael Chertoff: ¿Pueden usted y la dependencia a su cargo garantizar en forma incondicional y con certeza total, con seguridad absoluta, de que entre los inmigrantes que están llegando en estos momentos a los Estados Unidos procedentes de los países árabes o de países en los que la religión musulmana es la principal, no hay un sólo individuo que pueda ser un terrorista encubierto? No basta con que Michael Chertoff responda con que "la probabilidad es muy baja" de que ello ocurra o de que "no hay forma alguna que de haya más de un terrorista potencial por cada 200 mil personas que inmigren a los Estados Unidos de cualquiera de esos países", porque basta con que un solo terrorista suicida ingrese a los Estados Unidos para que las consecuencias sean catastróficas. En forma similar a como lo dijera Tom Ridge, no es necesario que Osama bin Laden meta legalmente (con documentos como los que el gobierno norteamericano les niega a los jornaleros mexicanos que van a la pizca o a la construcción) a mil ó cien ó inclusive diez terroristas al año a los Estados Unidos para ocasionar un daño incalculable. Le basta con inmigrar uno solo.

domingo, 17 de agosto de 2008

El Aprendizaje Dinámico

Aunque he estado sumamente ocupado en mis actividades como consultor industrial privado, he decidido darme tiempo para empezar a subir a Internet una obra que creo que será de interés para muchos estudiantes y profesionistas, basada en un libro que escribí titulado El Aprendizaje Dinámico, el cual es la base para un curso integral de lectura dinámica y técnicas para la potenciación de la memoria.

Este trabajo apenas ha sido comenzado en este mes de agosto de 2008, y puesto que es un trabajo extenso, va a permanecer incompleto por un buen tiempo mientras se van subiendo las secciones, capítulos, ejercicios y suplementos de los que consta el curso de aprendizaje dinámico. De cualquier manera, tal vez haya quienes deseen empezar a consultar lo que se está agregando día con día a este trabajo, con la esperanza de poder encontrar algo que les pueda ser de provecho propio. Para quienes quieran leer lo que ya ha sido subido, el índice para lograr la entrada a este trabajo es el siguiente:

http://aprendizaje-dinamico.blogspot.com/2008/08/indice.html

Como siempre, agradeceré personalmente cualquier señalamiento de errores y omisiones que se quieran hacer llegar a mi correo electrónico relacionados con los materiales de los que consta el curso de aprendizaje dinámico.

miércoles, 13 de agosto de 2008

Pajaritos que se caen del nido

En la casa en donde vivo (la casa física, esto es, no mi casa virtual en Internet que es ésta) tenemos una palmera bastante alta en la que al empezar cada primavera llegan pajaritos que hacen su nido. Posiblemente algunos de los pájaros que hacen su nido en esta palmera son pájaros que han nacido en esa misma palmera y que regresan al lugar en el que nacieron y tuvieron su infancia, y que ahora desean tener en esa misma palmera a sus propios bebés. En la siguiente fotografía tenemos un nido de pajaritos silvestres, el cual, aunque no lo parezca, es una obra maestra de ingeniería, al igual que la telaraña, que le puede tomar bastante tiempo a un pájaro construir:




De vez en cuando, hay pajaritos pequeños que se han caído de sus nidos, y hace algunos meses hubo uno que se cayó y que parecía haber sobrevivido a la caída, porque aunque no parecía estar en condiciones de poder pararse bien sobre sus dos patitas se podía mover poco a poco de un lado a otro. Después de recogerlo se le puso en una cajita y se le trató de dar de comer algo líquido, aunque en realidad no se sabía qué era lo que se podía hacer realmente para ayudarlo a sobrevivir y mucho menos qué se le podía dar de comer. En las tiendas de mascotas no había absolutamente nada a la venta para alimentar a pajaritos pequeños que se han caído de su nido, y mucho menos había alguien en dichas tiendas con conocimientos suficientes para recomendar lo que se pudiera hacer con el pajarito. Los veterinarios por su parte parecen estar más especializados en el cuidado y tratamiento de perros y gatos que en la atención de casos de pajaritos que se caen de su nido. Y aunque empecé a buscar información en las bibliotecas locales y en Internet sobre lo que se pudiera hacer en casos como éste, descubrí que tal información si existía no era fácil de conseguir, quizá porque ayudar a un pajarito que se ha caído de su nido no es algo que se pueda comercializar con fines de lucro para ganar algún dinero.

El pajarito sobrevivió dos días, y siempre me quedé con la duda de que si se hubiera hecho lo correcto el pajarito podría haber vivido más tiempo hasta poder bastarse por sí mismo, y me propuse buscar y encontrar información experta en caso de que se pudiera ofrecer de nuevo.

Hubiera querido tener a la mano a alguien con los conocimientos y la experiencia del “pajarero de Alcatraz” (Birdman of Alcatraz) Robert Franklin Stroud, un reo famoso del penal de Alcatraz en los Estados Unidos de quien se hizo una película estelarizada por Burt Lancaster, el cual estudiando por su propia cuenta llegó a convertirse en un experto de clase mundial en la rama de la ornitología, haciéndose famoso como “doctor de pájaros” llegando a curar y salvar pájaros que la mayoría de los veterinarios habrían dado por deshauciados; pero desafortunadamente uno no tiene acceso directo a esta clase de talentos y desafortunadamente también los libros y tratados que escribió el pajarero de Alcatraz aún no están disponibles en español en Internet.

Después de mucho batallar, encontré la información que estaba buscando, que ahora comparto con todos subiéndola a Internet en caso de que algún día a quienes me visitan se les pueda ofrecer hacer algo para salvar a un pajarito que haya caído de su nido de algún árbol que tengan en el patio de sus casas. La información está tomada (con algunos cambios ligeros) de la página "Orphaned Wild Baby Birds" (pajaritos bebés silvestres huérfanos) elaborada por la ornitóloga Wanda Elder, y está puesta (en inglés, naturalmente) en el siguiente domicilio:

http://www.birdsnways.com/wisdom/ww36e.htm

La página comienza diciendo que, de vez en cuando, alguno de nosotros encontraremos un pajarito bebé o pajaritos bebés que parece(n) haberse caído de su nido. Queremos ayudar, pero no sabemos qué podemos hacer.

Los pájaros en general pertenecen a una de dos categorías: precociales y altriciales. La mayoría de los que hacen sus nidos no en los árboles sino en la tierra son precociales; tales como las codornices, los patos, los gansos y las gallinas, para nombrar unos cuantos, lo cual significa que estos pájaros nacen con un plumaje que parece pelusita, con los ojos abiertos, y a las pocas horas parecen estarse moviendo de un lado a otro y comiendo. El caso más visible son los pollitos que acaban de romper su cascarón. Por otro lado, tenemos a los pájaros que hacen sus nidos en los árboles, estos bebés son altriciales. Nacen desnudos, con sus ojos cerrados, y están completamente indefensos y dependientes por completo de sus padres. Estos son los que con mayor frecuencia son encontrados abandonados en el suelo al haber caído de su nido y necesitando ayuda para poder sobrevivir. Si no se les recoge pronto y se les dá ayuda, están a merced de que se los coma un gato que esté pasando por allí, o simplemente enfrentando la muerte al no poder recibir ni siquiera la alimentación que les dan sus padres.

En el caso de pájaros altriciales, hay etapas en su desarrollo que nos ayudan a determinar su edad aproximada, y una vez que hemos determinado la edad aproximada del pajarito, podemos determinar el tipo de acción requerida para ayudarlo a sobrevivir. Las cinco etapas de vida del pajarito son las siguientes:

1
. El “diente del huevo” desaparece después de tres días.

2. Los bebés hasta una semana de nacidos estarán desnudos excepto en la pancita y empezando a mostrar piquitos de plumaje.

3. A las dos semanas tendrán sus ojos completamente abiertos y estarán casi cubiertos de plumaje.

4. A las tres semanas estarán cubiertos de plumaje y dando saltitos ligeros y aleteando dentro del nido.

5. De las cuatro a las seis semanas los pajaritos pequeños serán capaces de poder volar y abandonar el nido para hacer su propia vida.

Aquí tenemos un pajarito bebé caído de su nido que aún no ha abierto sus ojitos:




Y este es un pajarito que ya abrió sus ojitos pero que sin embargo es incapaz de poder volar y bastarse por sí mismo.




Tenemos pues cinco etapas diferentes, y dependiendo de la etapa aproximada de vida que determinemos en el pajarito así será el cuidado que le brindaremos al pájaro bebé. Los pasos requeridos para ayudar a un pajarito caído de su nido a sobrevivir, dependiendo de cada una de las cinco etapas de vidas antes mencionadas son una de las cinco siguientes (o varias de ellas, según el caso), respectivamente:

1. Para los pajaritos que aún no cumplen los tres días de haber salido de su cascarón, estos pájaros bebés deben ser conservados alejados del frío y alimentados continuamente. Se les puede tener en una caja de zapatos, un acuario (seco), un contenedor de plástico, etc., siempre y cuando haya suficiente calidez. Es importante procurar un termómetro para determinar la temperatura al interior de lo que está siendo usado. Se recomienda usar dentro del “nido” materiales lavables tales como calcetines o camisetas. El “nido casero” del que estoy hablando es lo que se conoce esencialmente como una incubadora, y la siguiente fotografía nos da una muestra de un nido tal:




El uso de una lámpara logrará elevar la temperatura a un rango situado entre 95 y 100 grados Farenheit (que es la temperatura a la cual debe ser mantenido el “nido”). Aquí mencionaré algo interesante que no es muy conocido entre los habitantes de la ciudad. Cada uno de los huevos que se compran en el supermercado, si son huevos que tienen poco tiempo de haber arribado, en potencia pueden convertirse en un pollito que saldrá de cascarón, si se pone el huevo en un “nido” hecho por nosotros y se pone una lámpara de tipo incandescente (un foco de 60 u 80 watts) cerca del huevo para proporcionarle calidez (el calor no debe ser excesivo), y en cuestión de algunos días saldrá un pollito de dicho huevo. En la fotografía anterior se tiene un foco del tipo bombilla incandescente. Sin embargo, los focos incandescentes que además de dar luz también dan calor están siendo descontinuados por focos ahorradores de energía tipo espiral, conocidos también como focos de luz fría, que proporcionan una buena iluminación pero que desprenden muy poco calor en comparación con los focos de bombilla, esto además de las más recientes lámparas LED que no son muy útiles para el verdadero propósito de obtener calor dentro de la incubadora. La siguiente fotografía nos muestra un foco de tipo espiral de apenas 13 watts:




¿Qué hacer en el caso de que no se encuentren bombillas incandescentes que puedan proporcionar  el calor que se necesita? Eso no debe preocuparnos, porque las bombillas incandescentes se van a seguir utilizando a futuro en aparatos como hornos de microondas (por varias razones técnicas, no es práctico usar focos tipo espiral para iluminar el interior de los hornos de microondas) y secadoras de ropa, así que siempre podremos encontrarlas en una buena ferretería junto con la base a la cual se pueden conectar. De cualquier modo, aún en el caso de los focos del tipo espiral siempre es posible encontrar algunos con potencias de 60 u 80 watts. El truco para determinar las dimensiones ideales de todo lo que vaya al interior de la incubadora seguirá siendo, desde luego, el termómetro. Más abajo daré detalles sobre cómo se puede construír una incubadora casera de pollos para quienes requieren de una ayuda más detallada, aunque la construcción de una incubadora casera es algo que no requiere mucha ciencia.

Una vez que tenemos el “nido”, ponemos allí al pajarito bebé y una vez que el nido ya está cálido lo empezamos a alimentar. NUNCA debemos alimentar a un pajarito bebé que está frío al tacto. Estos pajaritos no pueden digerir semillas como los pájaros grandes, pero en algunas tiendas especializadas tal vez se pueda encontrar comida comercial para dárselas con la mano, pero si no se tiene este tipo de alimento o no se puede conseguir hay otras cosas que se pueden hacer en caso de una emergencia. Se puede tomar comida seca de perro o de gato, la cual debe ser humedecida previamente en agua caliente. Una vez que dicha comida está suave, debe estar ya lo suficientemente tibia para alimentar con ella al pájaro bebé. Tomamos briznas pequeñas de dicha comida con un par de tenacillas (pincitas como las que usan las mujeres para arreglarse las pestañas) y tocamos al pajarito bebé a un lado de su piquito. Esto deberá provocar una respuesta en el pajarito hambriento que abrirá su piquito para ser alimentado. La briznita de alimento se pone con cuidado adentro el piquito y el pajarito empezará a tragarse las briznitas. Por ningún motivo hay que darles agua o suero. El agua con la que el alimento seco fue reblandecida debe ser suficiente. Los pajaritos bebés deben ser alimentados continuamente con briznas pequeñas de comida cada hora durante el día. Los pájaros adultos por regla general no alimentan a sus bebés durante la noche, pero empiezan a alimentarlos en cuanto empieza a aparecer la luz del sol. Esta es una buena regla a seguir porque le permite al bebé descansar y evacuarse totalmente. Se debe recordar que se trata de un pájaro silvestre y no un pájaro que pertenezca a una camada de periquitos domésticos.

2. Al entrar en la etapa en la cual el pajarito tiene más de tres días de haber nacido pero aún no ha cumplido su semana de vida (fuera del cascarón), día tras día los cuidados son básicamente los mismos a los que se acaban de señalar, excepto por la precaución que se debe tener con el control de la temperatura. Si el pájaro bebé está jadeando, entonces está muy cálido para el pajarito. Y si el pajarito se siente frío al tacto, entonces está muy frío. Se repite de nuevo que NO hay que alimentar a un pajarito cuya temperatura esté baja. Los mismos alimentos y el método de alimentación usados serán los apropiados en los días posteriores.

3. Si encontramos a un pajarito bebé caído de su nido que tenga entre una semana y dos semanas de vida, y se puede determinar el lugar del árbol de donde cayó, es recomendable volver a ponerlo en su nido. NO es cierto que los pájaros padres abandonarán su nido si "huelen" un rastro humano en el pájaro bebé. La mayoría de los pájaros silvestres tienen un sentido muy pobre del olfato. Si no se puede localizar el nido, póngase al pájaro bebé en una caja grande o en una jaula pequeña. Al hacer esto, no es necesario poner una fuente de calor cercana a menos de que la casa esté muy fría. Afortunadamente, la mayoría de los pájaros construyen sus nidos al empezar la primavera y cuando hay pajaritos que se caen del nido el verano ya no está lejos; los pájaros casi nunca se reproducen durante el invierno. Es importante que el lugar en donde esté el pajarito no esté expuesto a corrientes de aire (sobre todo corrientes de aire procedentes de enfriadores evaporativos o provenientes de una ventana abierta). Además de los alimentos ya mencionados, hay otro tipo de alimentos "vivos" que se le pueden ofrecer al pajarito para irlo acostumbrando, tales como "gusanos" de tierra como los que les dán sus papás en el nido, los cuales inclusive se pueden adquirir en algunos lugares en donde la pesca es frecuente. Si no se puede obtener este tipo de gusanos, vale la pena escarbar un poco la tierra del jardín para ver si se puede obtener por cuenta propia algunos de estos gusanitos. De cualquier manera, hay que seguir dándole al pajarito su comida seca tras haberla humedecido con agua caliente, empapando los gusanos o pedacitos de gusanos en agua para ofrecérselos al pajarito.

4. Esta es la etapa en la cual usualmente encontramos pajaritos caídos de su nido en nuestros jardines. Es importante dejarlos en paz, sin precipitarnos para salir a recogerlos. Primero tenemos que determinar si están en peligro por la presencia de depredadores cercanos tales como nuestro perro o nuestros gatos. Si podemos determinar que están relativamente seguros, hay que dejarlos en paz. Sus papás los escucharán pidiendo alimentos e irán hasta ellos para alimentarlos. Si se concluye que están en peligro a causa de la presencia de un perro que tengamos en la casa, hay que poner a estos pajaritos en un contenedor abierto (caja o jaula) en donde sus papás puedan ir hacia ellos para alimentarlos. Este contenedor se puede colocar en una mesa o en algún otro lugar razonablemente alto a donde no se pueda subir el perro. Uno conoce bien a su perro, aunque lo más probable es que el perro no estará interesado en el pajarito una vez que el pajarito ya no esté en el césped y no sea atraído por el aletear de las alitas pequeñas del pajarito. Sin embargo, si lo que se tiene cerca a un gato o gatos callejeros que se puedan meter a la casa, entonces no quedará más remedio que comenzar a alimentar al pajarito por nuestra propia cuenta en un lugar seguro porque en esta etapa de sus vidas siguen dependiendo de sus papás. Podemos utilizar el mismo procedimiento y los mismos alimentos ya mencionados para las etapas anteriores.

5. En esta etapa en la vida del pájaro, podemos usar los mismos criterios que los ya mencionados arriba. La única diferencia es que si uno determina la necesidad de tener que seguir alimentando al pajarito, entonces será necesario ponerlo en una jaula grande. No queremos que se lastime sus alitas porque en esta etapa de vida el pajarito está aprendiendo a volar y necesita espacio suficiente para poder practicar. Se le puede ofrecer comida húmeda de perro humedecida en una tacita, junto con gusanos de tierra, palomitas de maíz, migas de pan, una tacita de agua, etc. El pajarito se está preparando para salir al mundo así que es necesario que aprenda a reconocer los distintos tipos de alimentos que encontrará allá afuera. Otra cosa que uno puede hacer es colocar la jaula en un porche o en un patio poniendo en las tardes una luz cercana a la jaula. Esta luz atraerá a insectos voladores con los cuales el pajarito aprenderá a atraparlos alimentándose por cuenta propia.

Es importante abstenerse de tocar al pájaro bebé hasta donde sea posible, porque no queremos que el pájaro bebé se identifique con nosotros tomándonos (literalmente) como sus papás y que al hacerlo empiece a tratar de copiarnos en todo lo que hacemos. El humano no es un pájaro y es por ello que el pájaro bebé debe aprender a asociarse con otros de su especie. Esta es una razón para sacar la jaula fuera tan pronto como el pajarito esté lo suficientemente grande. Hay pajaritos que pueden escuchar los cantos y llamados de los pájaros salvajes y aprender de ellos aunque sigan dependiendo de un humano para su alimentación.

Usando los cinco pasos mencionados con anterioridad, uno para cada etapa en la vida del pajarito, podemos tomar a un pajarito bebé silvestre que acaba de salir de su cascarón y ayudarlo a crecer hasta que esté en condiciones de poder volar por cuenta propia, y es aquí en donde tenemos que actuar como humanos responsables dejándolo en libertad para que busque su propio destino (aquí se me viene a la mente una famosa frase que aparece en el libro de Richard Bach "Juan Sebastián Gaviota", Jonathan Livingston Seagull, que dice: "Si lo amas; déjalo ir. Si regresa a tí, es tuyo. Y si no regresa, nunca lo fué"). Esto puede ser hecho cuando uno determina que el pajarito está alimentándose lo suficientemente bien para hacerlo por sí solo sin ayuda de nadie. No hay que abrir la puerta de la jaula y echarlo fuera. Simplemente hay que dejar la jaula en donde está y abrir la puerta. No hay que forzar al pajarito a abandonar esa jaula que ha sido su hogar. Una vez que el pajarito sale por su propia cuenta de la jaula para explorar su derredor, lo cual puede tomar unos 30 minutos desde que se le deja abierta la puerta, podemos volver a llenar los platitos de comida y de agua. El pajarito, hasta el momento en que sale de su jaula, jamás ha tenido que ir a "cazar" por su propia comida, y queremos asegurarnos de que, si es necesario, pueda volver para seguirse alimentando. Hay ocasiones en las cuales un pajarito puede estar regresando hasta su jaula para comer en ella por espacio de una semana, y pueden estarse dando la vuelta para comer inclusive hasta por un mes. Eventualmente, uno aprende a reconocer a su propio pájaro.

Antes de terminar, había mencionado arriba que proporcionaría instrucciones para la construcción de una incubadora de pollos aunque ello no tenga mucha ciencia, y es lo que procederé hacer. Lo más importante de todo es proporcionar un calor suave que simule el calor que suele encontrarse en un nido, como si fuese una incubadora. En esto, hay que tomar en cuenta que los nuevos focos que reemplazan a los focos incandescentes no proporcionan mucho calor porque son diseñados precisamente para ser eficientes en energía y producir poco calor, lo cual se puede solventar fijándose en la potencia del foco (wattaje) y poner cerca del polluelo un foco de por lo menos unos 40 ó 60 watts (esta es más o menos la potencia ideal que se requiere del foco). Sobre esto, me tomaré la libertad de reproducir el siguiente articulo titulado “Como construír una sencilla incubadora para pollos con una bombilla eléctrica” tomado del sitio ehowenespanol.com. Nos estaremos refiriendo a la fotografía de la incubadora dada arriba, y se recuerda que esto es para incubar huevos de pollos de gallina de los cuales aún no han salido los polluelos del cascarón. Si se trata de un polluelo de pájaro que ya está fuera del cascarón, podemos prescindir de la tapa de cartón con la que se cubre la caja (en un nido de árbol lo único que cubre de vez en cuando al polluelo es el pájaro) y hasta del plato de agua ya que el pollito de pájaro recibirá su agua directamente del alimento sólido que se le esté proporcionando con la punta de un palillo o mondadientes (en los nidos de pájaro que hay en los árboles, no se usa cavidad alguna para almacenar agua).

  1. Se miden 11 pulgadas (27,94 cm) desde el fondo de la caja. Se traza un círculo alrededor de la cubierta de la luz para hacer el orificio. Tiene que ser un ajuste perfecto. Se puede cortar el agujero con una navaja o con la punta de un cuchillo.
  2. Se inserta la cubierta de la luz a través del agujero que se ha hecho, desde afuera hacia dentro, asegurándose de que encaje perfectamente. Enroscar la bombilla dentro de la cubierta de la luz ubicada en el interior.
  3. Cubrir el fondo de la caja con una toalla o una funda de almohada.
  4. Optativo: Añadir un plato pequeño en el lado opuesto al de la luz y llenarlo con agua. Esto ayuda a que los huevos de pollo retengan la humedad y a que sus cáscaras no se vuelvan frágiles. Mantener el plato lleno en todo momento. (El plato lleno de agua no es necesario en caso de que se trate de un pollo que ya salió del cascarón.)
  5. Se pone el termómetro directamente debajo de la luz y se encendie la bombilla.
  6. Optativo: Se cubre la caja con el cartón plano, dejando un espacio de 6 pulgadas (15,24cm) por encima de la luz. (La tapa de cartón no es necesaria cuando se trata de un pollo que ya está completamente fuera del cascarón.)
  7. Optativo: Poner los huevos (o los polluelos) dentro de la caja cuando la temperatura se haya estabilizado a unos 99ºF (37,2ºC), o sea algo cercano a nuestra temperatura corporal. Mantener (los huevos) juntos para que reciban un calor uniforme, no se dañarán si sus lados están en contacto. Rotar y girar los huevos una vuelta al menos una vez al día. Se deben mover los huevos ubicados en el centro hacia el exterior y los que están en el exterior hacia el centro y así sucesivamente. Es necesario tratar de mantener la temperatura a 99 grados Farenheit (37,2 grados centígrados) durante el período de incubación completo de 21 días que es el tiempo necesario para que los pollos de los huevos de gallina salgan del cascarón.

De hecho, este tipo de incubadoras caseras para huevos de gallina aparecieron justo al poco tiempo de que Edison inventó la bombilla eléctrica incandescente, y un pasatiempo favorito de muchos era poner en la incubadora huevos de pollo comprados en la tienda de la esquina y ver cómo tiempo después de esos huevos brotaban pollos del cascarón llenos de vida. En términos prácticos, un pájaro recién salido del cascarón es también un pollo, y si no quedó muy lastimado con la caída, esta es la manera de salvarlo, haciendo su propia “incubadora casera”. Y manteniendo fuera de la casa al gato mientras el pajarito aprende a volar.

Es posible que muchos de mis lectores huéspedes no lleguen a necesitar la información que aquí se está haciendo disponible por la vía de Internet. Pero si se llega a ofrecer, aquí estará esa información esperándolos a cualquier hora del día.

IMPORTANTE: En virtud del tiempo que tengo que dedicar a mi profesión, además del tiempo que a veces suelo asignar para seguir agregando entradas nuevas a esta bitácora, esto además del tiempo adicional que de vez en cuando utilizo para dar respuesta a algunos de los muchos correos que recibo en mi abultado buzón electrónico, todo lo cual se traduce en unas enormes estrecheces de tiempo que me impiden responder todas las preguntas que se me hagan en todas las entradas de esta bitácora además de las preguntas relacionadas con otros libros que he escrito, me es imposible garantizar el poder dar una respuesta oportuna a todos mis lectores, o inclusive dar una respuesta. Sin embargo, aún cuando el lapso de tiempo razonable para dar una respuesta que pueda ser de utilidad haya expirado, de cualquier modo trato de tomar en cuenta los dilemas que enfrentan los lectores para dar la respuesta aunque sea tardía no de manera individual (correo a correo) sino incorporando nuevos materiales al documento para tratar de que otros lectores con las mismas preguntas puedan encontrar aquí lo que buscan.

domingo, 10 de agosto de 2008

Desperdicio educativo

El día de hoy (domingo 10 de agosto, 2008) apareció un reportaje interesante en la primera plana del periódico El Diario que tiene que ver en parte con el valor actual verdadero que pueden tener los estudios universitarios en el mercado laboral, sobre todo los estudios académicos de grado avanzado (maestría, doctorado, post-doctorado). Los párrafos más importantes de la nota cuyo título es "Una proeza, conseguir empleo aquí después de los 40 años" son los siguientes:

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Conseguir trabajo después de los 40 años de edad no es cosa fácil, afirma María Trujillo, una profesionista que está desempleada, pero que está “en busca de uno”. Además, el hecho de que estén preparados académicamente con maestrías, doctorados o cursos de especialización funciona en su contra, ya que son considerados como sobrecalificados, lo que dificulta aún más la obtención de un contrato aunque sea de menor jerarquía que el que tuvieron antes.

Con espacios casi inexistentes para reacomodarse bajo las mismas condiciones de su anterior trabajo, los empleados de más de 40 años se enfrentan a una difícil situación. “Estoy esperando a que ‘caiga’ algo, la verdad estoy desesperado porque ya tengo mucho esperando y nada”, indica Mauricio Acevedo, un desempleado de 52 años que llena formularios en las oficinas del SNE. Indica que desde hace ocho años ha tenido que realizar un sinnúmero de trabajos que algunas veces tienen que ver con su profesión de contador, pero otras no requiere para nada de su preparación académica. “He hecho de todo, vendedor de puerta en puerta, de tacos, una vez hasta le cuidé los niños a mis hermanos, pero no he conseguido otro trabajo que tenga que ver con mi carrera”, dice.

Para los empleos en los que se requiere de preparatoria, secundaria o primaria hay más lugares para personas que están arriba de los 40, pero por lo general son posiciones de afanadores, auxiliares, choferes, cobradores, cocineros, panaderos, pulidores y otros. Esta situación exaspera a los desempleados, sobre todo si son profesionistas, los que a veces hasta atacan verbalmente a quien busca ayudarlos.

Acerca de la calidad laboral de los desempleados, la coordinadora regional del Servicio Nacional de Empleo (SNE) Susana Hermosillo Flores dice que muchos tienen niveles de excelencia, pero eso obra en su contra algunas veces. “Muchos traen curriculums excelentes, gente que ha trabajado en la maquiladora por 20 años, pero los tuvieron que liquidar, y ahorita es imposible conseguirle algo, es difícil canalizarlo a un trabajo como el que tenía”, señala. Los profesionistas tienen cursos y están muy preparados, pero se ven obligados a aceptar empleos donde les ofrecen menos, mientras que en otras empresas no los quieren porque están sobrecalificados. “Tiene que truquear su cirruculum vitae, quitarse estudios y meterse a algo menor, demeritan sus conocimientos para poder sostenerse, es muy triste”, opina. Informa que muchas personas con nivel de licenciatura o maestría realizan labores como choferes u obtienen contratos donde el requisito es apenas la preparatoria, otros se van a vender cualquier artículo, desde alimentos hasta casas.

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Cuando yo estaba más joven y cursaba mis estudios en la Secundaria Federal Número Uno (conocida como la "secundaria del parque" por estar situada a un lado del Parque Borunda), la noción que se nos martillaba día tras día a mí y a mis compañeros escolares era que para poder "triunfar en la vida" era absolutamente necesario, indispensable por así decirlo, continuar estudiando después de la secundaria hasta obtener un título profesional, y aquél que no lograba obtener un título profesional por la razón que fuese pasaba a formar parte de "los que se quedaron en el camino", los fracasados, los que no pudieron, casi como un estigma y un motivo de vergüenza, colocados en la picota del deshonor. Este mensaje era reforzado por las telenovelas "churros" del canal de televisión 2 (Televisa, el único canal de cobertura nacional que llegaba hasta Ciudad Juárez en ese entonces) en las que tras muchos sacrificios al héroe o a la heroína de la novela tras terminar su carrera profesional se le abrían como por arte de magia las puertas del éxito, de la prosperidad y la felicidad, culminando con la boda de aquél o aquella cuyos padres lo habían despreciado en el pasado por pertenecer a una clase social "inferior" careciendo de un título profesional (una de esas novelas churros fue "El Derecho de Nacer", en donde el héroe de la novela es el niño que con los muchos sacrificios de su madre adoptiva negra se convierte en el exitoso Doctor Limonta, una obra basada escrita por Félix B. Caignet). Por estos motivos, los jóvenes de secundaria como yo estábamos bajo una presión social y familiar intensa para continuar con los dos años de estudio en la preparatoria (los cuales pronto serían aumentados a tres años) y tras esto con los cinco años de estudio en alguna universidad reconocida rematado todo con el servicio social, la tesis de titulación, y el examen profesional, y tras esto la presión continuaba para proseguir con estudios de maestría, doctorado y hasta post-doctorado aunque para ello hubiera de requerirse salir fuera de la ciudad o inclusive fuera del país, además de tener que tomar numerosos seminarios y diplomados para estar actualizado, porque según las creencias en aquél entonces (y de hecho, aún hasta ahora) entre más preparada esté la persona mayores oportunidades tendrá de encontrar un buen empleo convirtiéndose en una persona rica y próspera como el final feliz de los cuentos de hadas.

Sin embargo, la realidad resulta ser muy diferente a como nos la pintaban en nuestra juventud. Como podemos verlo por la nota periodística recién publicada algunos de cuyos párrafos reproduje arriba, y en contra de las fantasías inventadas por las sociedades de padres de familia de los estudiantes, entre más estudios tenga un profesionista más difícil le resultará encontrar un empleo, dificultándosele a grado tal que tal vez le sea imposible encontrarlo, ya que la mayoría de los empleadores que están buscando contratar gente le dirán "Usted sabe demasiado para lo que necesitamos aquí; no necesitamos una persona con tantos conocimientos; usted está sobrecalificado para la vacante que estamos tratando de llenar". La palabra clave es SOBRECALIFICADO. Y esta mentalidad no es privativa de los empleadores mexicanos. La he visto también en empleadores norteamericanos y empleadores de Canadá. El argumento que usualmente esgrimen es que si contratan al solicitante de empleo pese a estar sobrecalificado entonces les podrá dejar dicho empleo para irse cuanto antes a otro empleo más remunerado de acuerdo a sus capacidades y conocimientos. No les importa el hecho de que al contratar un profesionista con muchos conocimientos se estarán ahorrando una cantidad considerable de dinero en tener que entrenarlo, esto no cuenta para nada. Tampoco les importa el hecho de que tal profesionista lleve años buscando empleo y no los abandonará tan fácilmente como suponen precisamente por lo difícil que resulta encontrar un empleo según sus capacidades y conocimientos. La entrevista, en el remoto caso de que se logre obtener una entrevista, puede terminar con un NO al aplicante pero acompañado por muchas felicitaciones por la cantidad de estudios que ha logrado acumular, felicitaciones que no sirven para comprar un taco o para pagar el pasaje del camión. ¿Y a quién le reclama el profesionista desempleado? ¿A los maestros de secundaria y preparatoria que constantemente se referían de manera despectiva a los que desertaban de la escuela secundaria y de la escuela preparatoria como aquellos que "se quedaron en el camino"?

La máxima de que entre más estudios se tengan mayores serán las posibilidades de empleo ciertamente no es cierta para aquellos que se quieran dedicar a la docencia. Un maestro de primaria que no tenga estudios de maestría y mucho menos estudios de doctorado está mucho mejor posicionado que un profesionista que tenga estudios de postgrado, por el simple hecho de que para dar clases de primaria se requiere contratar maestros que sean maestros de tiempo completo; no hay maestros de primaria de medio tiempo o de horas sueltas. En cambio, si de lo que se trata es de dar clases en alguna universidad, a lo más a lo que pueda aspirar el maestro principiante en la mayoría de los casos es a impartir clases por horas sueltas, por materia, para comenzar impartiendo una o dos materias, lo cual no es ni considerado ni siquiera como una plaza de medio tiempo. Si está casado y tiene hijos, entonces su situación será poco menos que horrible porque lo que le pagen por impartir clases en la universidad en horas sueltas no le alcanzará para cubrir todas las necesidades de su familia como alimentarlos, vestirlos, pagar los servicios básicos, pagar gastos médicos (los maestros universitarios que imparten cátedras en horas sueltas, impartiendo una o dos materias, no tienen derecho a servicios médicos como parte de sus prestaciones), en fin, lo que se requiere para mantener a una familia con un mínimo de dignidad, y las plazas de medio tiempo o de tiempo completo para maestros universitarios, cuando las hay, están sumamente competidas. En cambio, el maestro normalista, el que no se sacrificó tanto tiempo estudiando, tiene garantizada su plaza de tiempo completo, con prestaciones tales como su jubilación después de acumular cierta antigüedad, cobertura completa de servicios médicos para él y su familia, vacaciones, en fin, todo lo que se le niega al maestro universitario que imparte horas sueltas, pese a que el segundo invirtió mucho más esfuerzo y dinero que el primero.

Para agravar aún más las cosas, existen oficios en los cuales aquellos que "se quedaron en el camino" y que posiblemente no terminaron ni siquiera sus estudios de primaria terminan con más posibilidades de asegurar para sí mismos su propia subsistencia que aquél que terminó siendo "todo un profesionista", oficios como el de herrero o el de carpintero o el de técnico electrónico. Aunque la imagen clásica (y falsa) que tenemos de un carpintero es la de un hombre que vive en niveles cercanos a la pobreza como "Pepe el Toro" (interpretado por el actor Pedro Infante en la película "Nosotros los pobres"), no hay nada más lejano de la realidad que esto. Un carpintero competente, con muchos años de experiencia acumulada, de esa experiencia que no enseñan en ninguna universidad, que ha progresado hasta dominar la ebanistería, tiene garantizada el día de hoy una buena fuente de ingresos, trabajo no le faltará, y es probable que sea su propio patrón al abrir su propio negocio y ofertar sus servicios al público. Lo mismo se puede decir de un buen electricista o de un buen plomero. Y el técnico en máquinas-herramientas (especializado en el uso del torno y la fresadora) puede esperar ganar más dinero que muchos ingenieros mecánicos, pese a no contar con tantos estudios teóricos. Y en los Estados Unidos, cualquier enfermera aunque no tenga un grado de licenciatura tiene mucho mayores probabilidades de poder encontrar un empleo en un hospital a la hora que quiera que muchos ingenieros en computación, a grado tal que en dicho país la enfermera que no trabaja es porque de plano no quiere trabajar, no porque le falten oportunidades.

En la nota periodística podemos ver el mentís a otro de los muchos mitos usados por padres de familia para presionar a sus hijos a estudiar algo que no les gusta o inclusive para lo cual no tienen aptitudes naturales, se trata del mito según el cual todo aquél que termina una carrera profesional puede trabajar a cualquier edad. Esto es una verdad a medias, dependiendo del campo seleccionado. Si se trata de alguien que va a trabajar como empleado de gobierno ya sea dando clases o en alguna oficina pública, efectivamente puede trabajar a cualquier edad, aunque esto no garantiza que podrá colocarse inclusive en este tipo de trabajos a cualquier edad. También los médicos que trabajan en algún hospital pueden trabajar a cualquier edad, e inclusive la edad en un médico puede ser un activo valioso porque entre más experiencia tenga acumulada un médico mayores serán los beneficios que de tal experiencia podrán derivar sus pacientes. Cualquiera prefiere ser atendido por un médico de 55 años que tenga 30 años de experiencia médica que por un médico recién egresado que no cuenta con mucha experiencia en su especialidad. Sin embargo, si de lo que se trata es de buscar empleo en esta rama en algún hospital, inclusive en esta rama se pueden tener dificultades. Pero cuando se trata de profesiones en las cuales el profesionista no puede trabajar por cuenta propia porque su carrera no se presta para ello, profesiones tales como trabajadora social, ingeniero ambiental, economista o ingeniero hidráulico, para las cuales se va a tener que depender de un empleador, el panorama es desolador, porque casi nadie en el mercado laboral privado contrata a un profesionista que tenga más de 40 años de edad por calificado que esté, y entre mayor edad tenga tanto menores serán las posibilidades de obtener empleo, y por la competencia de los jóvenes que están ingresando constantemente al mercado, los que no tengan un empleo asegurado en estas ramas al llegar a los cuarenta años de edad posiblemente estarán desempleados o sub-empleados por el resto de sus vidas. Para una persona que haya terminado su carrera profesional a los 21 años de edad, el tope máximo de 40 años arriba de los cuales es casi imposible encontrar empleo implica que la vida útil de una carrera profesional es de 19 años o menos.

Otra falsedad con la cual crecimos muchos de mi generación es aquella según la cual quienes tienen un título universitario les resultaba muchísimo más fácil emigrar al extranjero para obtener un empleo bien remunerado pagado en dólares, bajo la falsa percepción (fantasiosa incluso) de que quienes tienen un título universitario reciben trato preferencial sobre todos los demás en las embajadas y consulados norteamericanos. Pero no hay nada más falso que esto. En el sistema migratorio norteamericano, el cual impone de manera estricta un tope máximo (le llaman "cuotas") muy limitado de visas de inmigrante para cada país, quienes reciben un trato preferencial por encima de todos los demás son los hijos de ciudadanos norteamericanos aunque no hayan terminado ni siquiera sus estudios de la escuela primaria, seguidos en otras categorías preferenciales por los esposos de ciudadanos norteamericanos aunque no hayan terminado ni siquiera sus estudios en la escuela primaria, los esposos de residentes norteamericanos, y familiares consanguíneos inmediatos (padres, hermanos) de ciudadanos y residentes norteamericanos. Los que entran en la sexta categoría de preferencias, siempre y cuando haya lugares disponibles después de que se han cubierto las solicitudes que presentan aquellos situados en categorías preferenciales superiores, son los profesionistas que cuentan con un título universitario (ingenieros, médicos, maestros, etc.) para la cual hay pocos lugares disponibles y una lista de espera de varios años. En pocas palabras, es muchísimo más fácil inmigrar legalmente a los Estados Unidos por el simple hecho de casarse con un ciudadano o ciudadana norteamericano, aunque no cuente ni siquiera con estudios de primaria, que para un profesionista con grados académicos de maestría y doctorado y que quiera inmigrar por cuenta propia sin estar siendo solicitado por alguna empresa norteamericana. Entonces la educación superior obtenida a costa de un sacrificio enorme, sobre todo el sacrificio económico (este es un sacrificio por partida doble, ya que además de los costos de las colegiaturas y los útiles escolares así como los gastos de manutención deben ser sumados al tiempo invertido en estar estudiando ya que el tiempo utilizado en estar estudiando es tiempo en el que no se puede estar trabajando ganando dinero), no sirve ni siquiera para esto. En la nota periodística a la que he hecho referencia, ninguno de los profesionistas entrevistados menciona siquiera la posibilidad de irse a los Estados Unidos a buscar empleo, ya que para un profesionista titulado el emigrar por cuenta propia a dicho país sin una oferta previa de empleo es algo prácticamente imposible de lograr. Esto no siempre fue así, y en otros tiempos poco antes y después de la segunda guerra mundial los profesionistas mexicanos eran recibidos con los brazos abiertos por Estados Unidos, pero eso ya se acabó y se acabó para siempre.

Sin embargo, hay algunas excepciones a lo que he mencionado anteriormente. En el poder judicial de México, entre más estudios tenga la persona mayores serán sus posibilidades de ir escalando hacia arriba, de actuario, proyectista, secretario de acuerdos, a juez, magistrado, o inclusive ministro. Pero esto no representa ni siquiera el uno por ciento de los profesionistas que gradúan de la universidad. Otra excepción son los médicos, los cuales tratan diariamente con asuntos de vida o muerte y los cuales es altamente deseable que tengan la mejor preparación posible, sobre todo en estos tiempos modernos en los que los avances de la ciencia médica requieren de una actualización constante.

Si la madre de Alberto Aguilera lo hubiera estado presionando noche y día para que estudiara y terminara la carrera de médico, México jamás habría tenido al cantautor Juan Gabriel, y éste trabajando como médico particular dando consultas en un local modesto jamás habría tenido ni la diezmilésima parte de los multimillonarios ingresos que ha tenido a lo largo de su vida. El compositor ruso Tschaikovsky terminó la carrera de Leyes titulándose como abogado sólo para darle gusto a sus padres, carrera que nunca ejerció en vida (afortunadamente). Y el actor mexicano Pedro Infante prefirió dedicarse a la actuación en vez de estudiar una carrera profesional, lo cual hasta el día de hoy le siguen agradeciendo los millones de admiradores que lo recuerdan dentro y fuera de México.

En cambio, Ricardo Montes Cotera es un desconocido amargado y resentido con la vida porque fue prácticamente obligado por sus padres a estudiar una carrera profesional en vez de dejarlo dedicarse tiempo completo al deporte que era lo que a él le gustaba, completando la carrera de arqueología en la cual jamás encontró trabajo alguno por falta de oportunidades en México para ello. En efecto, sus propios padres, tal vez pensando que le estaban haciendo un bien a su hijo, lo condenaron al desempleo por el resto de su vida. Y México posiblemente perdió a un campeón olímpico ganador de medallas de oro que habría puesto muy en alto el nombre de su país en las competencias deportivas internacionales. Si hemos de buscar algún culpable o culpables para esto, ¿quiénes vendrían siendo estos culpables?

También es famoso el caso de un taxista en la Ciudad de México de nombre Luis Berlanga que es trilingüe (domina tres idiomas a la perfección), estudió becado siete años en Japón y cuenta con dos maestrías y además es candidato al grado de Doctor en Política Internacional, y todo ello no lo ha sacado de taxista, oficio que necesita para poder mantenerse:

http://www.el-universal.com.mx/nacion/153705.html

En los tiempos de hoy, para evitar que un joven pueda terminar frustrado sintiéndose defraudado por la sociedad e inclusive por sus propios padres en caso de que estos casi lo hayan obligado a terminar una carrera profesional con el fin de tener a "un profesionista en casa" (muchos padres de familia con complejo de inferioridad acentuado tratan de que sus hijos sean lo que ellos no pudieron ser), lo más importante es que trate de estudiar algo que le guste y que precisamente porque le gusta no le impondrá tanto sacrificio y pesar graduarse de ello como estudiar algo que no le gusta pero que supuestamente tiene un "gran futuro". El joven debe elegir su carrera guiándose por su vocación y por lo que le gusta hacer aunque la elección de su carrera no sea algo que le guste a sus padres, y si en vez de estudiar una carrera desea estudiar un oficio como técnico en máquinas-herramientas, su decisión debe ser respetada. Varios que conocí estudiaron ingeniería nuclear porque supuestamente la generación de energía nucleoeléctrica iba a ser la "carrera del futuro", y además porque se oía "muy bonito y rimbombante" el nombre de la carrera, algo para presumirle a los demás. Hasta el día de hoy sólo se ha construído una planta nucleoeléctrica en todo México, la planta de Laguna Verde:

http://es.wikipedia.org/wiki/Central_Nuclear_Laguna_Verde

Todas las plazas de trabajo para dicha central se cubrieron prácticamente desde la fecha en la que entró en operaciones. Las decenas o centenas de mexicanos que desde aquellos años se metieron y se han seguido metiendo a estudiar la carrera de ingeniería nuclear pese a lo difícil de los estudios y pese a que no les gustaba dicha carrera, si no entraron a trabajar en la planta nucleoeléctrica de la Laguna Verde lo más seguro es que hoy están dando clases en alguna secundaria o preparatoria, o están desempleados, o quizá están vendiendo tacos en alguna esquina, esperando inclusive a que algún día algún reportero les haga una entrevista con el fin de platicarle lo difícil que es para un profesionista conseguir un trabajo en México cuando está sobrecalificado, cuando ha estudiado "de más" sin que la vida les haya recompensado por ese esfuerzo extra que significó el haber estudiado de más, el haber estudiado muchas cosas que jamás necesitarían en sus vidas.

miércoles, 6 de agosto de 2008

La glorificacion de un asesino

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El 5 de agosto de 2008 fue ejecutado a las 9:57 de la noche en punto por las autoridades carcelarias uno de los asesinos más feroces y despiadados que haya tenido el estado de Texas. Se trata de un "mexicano" de nombre José Ernesto Medellín que de hecho nunca vivió en México porque sus padres, se lo llevaron a vivir con ellos a los Estados Unidos cuando tenía apenas 6 años de edad. Aunque nació en Nuevo Laredo, Tamaulipas, jamás estudió en México ni siquiera el primer año de la escuela primaria, ignoraba prácticamente todo acerca de México, desconocía el Himno Nacional mexicano, no sabía quiénes eran Miguel Hidalgo y Francisco I. Madero, y hablaba el inglés como un nacido en los Estados Unidos. En síntesis, era un "mexicano" pero solo de nacimiento, más no de corazón. Sin embargo, ello no fue impedimento alguno para que al irse acercando la hora de su ejecución a José Medellín le aflorara casi de la nada su "mexicanidad" y que la gran mayoría de los medios informativos en México lo estuviera glorificando como si fuese una víctima del sistema norteamericano de justicia.

Nadie cuestiona los dos asesinatos brutales cometidos por José Medellín en contra de dos niñas indefensas. Por eso fue encontrado culpable de dichos crímenes en el juicio que se llevó a cabo en su contra. Y José Medellín disfrutó aunque no lo mereciera de una muy costosa defensa pagada por los contribuyentes norteamericanos, como lo ordenan las leyes norteamericanas cuando se trata de acusados que no cuentan con recursos para pagar una costosa defensa legal. El jurado, al evaluar los alegatos de la fiscalía y los abogados defensores, concluyó sin la menor duda que el acusado era culpable de los crímenes que se le adjudicaban, y por la brutalidad de dichos crímenes fue sentenciado a la pena de muerte. El crimen fue tan horrendo, que hasta fue publicado un libro titulado "Pure Murder" (Homicidio Puro), escrito por Mitchell Corey, que trata única y exclusivamente sobre la muerte de las dos adolescentes, y el cual comentó el día de la ejecución que la pandilla que mató a las dos adolescentes actuó "con una mentalidad de turba, como una escena de motín". Por su parte, el director de la Oficina para Víctimas de Crimen de la alcaldía de Houston, Andy Kahan, dijo que el homicidio de las menores fue uno de los más horrendos que ha visto durante sus casi 20 años representando a familiares de las víctimas, agregando acerca de la pandilla de la cual era miembro José Medellín que "fue como un festín de fieras salvajes".

José Medellín hasta el día de su ejecución jamás manifestó arrepentimiento alguno ante los familiares de las víctimas por los crímenes cometidos. Todo lo contrario, estuvo luchando hasta el final para evadir su justa condena, y el último recurso en el que tenía puestas sus esperanzas era la supuesta violación de sus derechos consulares, argumento que el gobierno de México con un costo extraordinario para los contribuyentes mexicanos llevó hasta la Corte Internacional de la Haya, logrando obtener de la misma una orden para que se suspendiese la ejecución y se le diese a José Medellín un nuevo juicio comenzando de cero, con todos los gastos del nuevo juicio pagados (incluyendo la defensa de José Medellín por segunda ocasión) por el contribuyente norteamericano. Si sumamos las enormes cantidades de dinero gastadas en los juicios y las defensas llevadas a cabo a favor de este asesino, posiblemente este sea uno de los asesinos más costosos en la historia del continente americano. Los dineros que se gastaron en darle a José Medellín un juicio tras el cual después de haber sido encontrado culpable y sentenciado a muerte siguieron numerosas apelaciones costosas (pagadas por el contribuyente norteamericano) que hicieron elevar la cuenta de su defensa a una suma multimillonaria son dineros que se podrían haber utilizado para construír escuelas u obras de beneficiencia pública en lugar de despilfarrarlos en beneficio de un delincuente que no estaba dispuesto a pagar de ninguna manera por los crímenes que cometió.

Las víctimas eran adolescentes muy apreciadas en la sociedad en la que vivían. Eran todo lo contrario del asesino que las privó de sus vidas. No consumían drogas, no pertenecían a ninguna pandilla, eran aplicadas en sus estudios, y por estas y muchas otras razones fue que se erigió el siguiente memorial post-mortem a nombre de ellas:





Así se veía en vida Elizabeth Peña:





Varias de las observaciones formuladas arriba están documentadas en una serie de tres artículos elaborados por Sergio Sarmiento, uno de los pocos periodistas en quien las víctimas que ya no pueden hablar encontraron una voz aislada entre tantas voces con las cuales muchos medios en México estuvieron glorificando a José Medellín como si fuese un mártir, como si fuese una persona de enorme valía social cuya pérdida era lamentable para México y para el mundo que lo vió nacer. El primer artículo elaborado al respecto por Sergio Sarmiento apareció publicado en el medio local EL DIARIO el 9 de abril de 2008, y se titula "Las víctimas":

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Jennifer Ertman tenía 14 años de edad; Elizabeth Peña, 16. Ambas eran estudiantes de la Waltrip High School de Houston. Una era anglo y la otra mexicano-estadounidense. No era esto un obstáculo para su amistad.

El 24 de junio de 1993 por la noche caminaban de regreso a sus hogares desde el apartamento de una amiga cuando se toparon con un grupo de cinco jóvenes, miembros de una pandilla llamada los Black and Whites. Éstos habían estado bebiendo y llevando a cabo una ceremonia de iniciación de un nuevo miembro. Los acompañaban tres hermanos que no formaban parte de la pandilla.

Los pandilleros detuvieron a las niñas por la fuerza. En un principio Jennifer logró zafarse y corrió, pero su amiga Elizabeth le pidió auxilio a gritos por lo que regresó. Los jóvenes aseguraron así a las dos y empezaron a violarlas. Algunos policías que más tarde investigaron el caso describirían las tumultuarias violaciones, por las heridas que los pandilleros dejaron en los cuerpos de las víctimas, como las más violentas que jamás habían visto.

En ningún momento hubo menos de dos pandilleros sobre cada una de las niñas. Las violaciones fueron orales, anales y vaginales. Uno de los pandilleros se vanagloriaba de haber sacado “sangre virgen”. Las niñas fueron salvaje y repetidamente golpeadas por los pandilleros. A Jennifer le tiraron dos dientes de los golpes.

La violación terminó después de una hora por agotamiento de los pandilleros. Las víctimas estaban convertidas en verdaderas piltrafas. Pero la pesadilla no terminó. Dos de los agresores empezaron a estrangular a Jennifer con un cinturón: cada uno tiraba de un extremo. Como el cinturón se rompió, utilizaron las agujetas de ella para terminar su labor. “La puta no se moría”, declaró posteriormente Joe Medellín, uno de los asesinos. Elizabeth suplicó después que no la mataran, pero también la estrangularon con sus agujetas.

Los pandilleros siguieron pateando y pisoteando a las niñas para asegurarse que estuvieran muertas. A Jennifer le rompieron dos costillas a patadas, pero la necropsia revelaría que ya para entonces no estaba sufriendo.

El hermano de uno de los asesinos proporcionó la primera pista que permitió que la Policía los localizara y los detuviera. Una vez que se les aprehendió, confesaron su crimen. Nunca hubo dudas de la autoría. El hermano de Medellín, que tenía 14 años de edad, que no participó en el doble homicidio, pero sí violó a Jennifer, fue condenado a prisión. Los cinco que participaron en los homicidios, entre ellos Medellín, nacido en México, pero residente en los Estados Unidos desde los seis años, fueron condenados a muerte.

Quince años después sólo uno ha sido ejecutado. Se trata de Sean O’Brien, quien murió por inyección letal, una muerte supuestamente diseñada para no producir dolor, el 11 de julio de 2006. Los otros han litigado en los tribunales durante años para evitar ser ejecutados.

Medellín ha obtenido el apoyo del Gobierno mexicano. La Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro país argumenta que se le debe juzgar nuevamente porque no se le dijo que tenía derecho a obtener apoyo del consulado. Él nunca lo solicitó porque, al parecer, se consideraba estadounidense. Desde un principio, de hecho, confesó su participación en la violación, tortura y homicidio de las niñas.

El Gobierno de México llevó el caso a la Corte Internacional de Justicia de La Haya la cual le dio la razón a nuestro país. El juicio de Medellín debía declararse inválido ya que las autoridades texanas no habían informado al acusado que podía pedir el apoyo del consulado mexicano de conformidad con la Convención de Viena sobre derechos consulares. El propio presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, recomendó a los tribunales estadounidenses que aceptaran el fallo de la Corte Internacional de Justicia. Pero la Suprema Corte de Justicia de la Unión Americana determinó que el juicio de Medellín había sido justo y que la decisión de la Corte Internacional no tenía por qué ser obedecida por los tribunales de Texas. Todavía ayer, la secretaria mexicana de Relaciones Exteriores, Patricia Espinoza, cuestionó públicamente la decisión de la Suprema Corte.

Y es muy claro que se violaron los derechos consulares de Medellín. Pero no deja de ser indignante que mientras la canciller Espinoza defiende a Medellín a nadie se le ocurre recordar los hechos de la noche del 24 de junio de 1993. A Jennifer y a Elizabeth tampoco les leyeron sus derechos… ni consulares ni de ningún otro tipo.

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El segundo artículo de Sergio Sarmiento en relación a este tema apareció publicado en EL DIARIO el 21 de julio de 2008 bajo el título "Los derechos de Joe":

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No tengo duda de que los derechos consulares de Joe Medellín fueron violados. Estados Unidos y México, los dos, son signatarios de la Convención de Viena de Relaciones Consulares de 1963, la cual determina que los ciudadanos de un país, al ser detenidos por un crimen en otro país, deben ser informados de su derecho a ponerse en contacto con su consulado.

Nadie le dijo a Medellín, quien nació en Nuevo Laredo, Tamaulipas, aunque vivió en los Estados Unidos desde niño, que tenía derecho a pedir el apoyo del Consulado mexicano cuando fue detenido en Houston por homicidio en 1993.

Por eso la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya, ha solicitado al Gobierno de los Estados Unidos que ordene la suspensión de la ejecución de Medellín programada para el próximo 5 de agosto en Texas. También por eso el presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, que no es precisamente un crítico de la pena de muerte, ha solicitado a los tribunales estadounidenses que acaten la petición de la Corte Internacional de Justicia.

Si Washington acepta que se violen los derechos consulares de ciudadanos de otros países en territorio estadounidense, también los derechos consulares de los estadounidenses podrían ser violados en otros países; en otras palabras, los ciudadanos estadounidenses podrían ser procesados sin que se les dé oportunidad de buscar el apoyo de sus cónsules.

No hay duda de que los derechos consulares de Joe Medellín fueron violados cuando se le arrestó sin informarle que tenía el derecho de acudir al cónsul mexicano. Poco importa que se le hayan respetado todos los derechos que le correspondían como detenido en los Estados Unidos, los cuales muchas veces son inexistentes en México.

A Joe Medellín, efectivamente, se le comunicaron sus derechos como acusado. Se le proporcionó también un abogado defensor en el juicio, a pesar de que técnicamente había sido un extranjero ilegal desde su arribo en los Estados Unidos cuando era niño.

No fueron violados, en cambio, los derechos consulares de Jennifer Ertman, de 14 años de edad, y de Elizabeth Peña, de 16. Es verdad que estas niñas, alumnas de la Waltrip High School de Houston, fueron repetidamente violadas, golpeadas y torturadas por Joe Medellín y otros cómplices la noche del 24 de junio de 1993. Pero eso no le importa a la Secretaría de Relaciones Exteriores de nuestro País. Sólo le competen las violaciones a los derechos consulares.

Las violaciones a unas niñas sin derechos no son de su incumbencia. Además, sólo una de ellas era de ascendencia mexicana.

Esa noche de verano de 1994, seis jóvenes, entre los que se encontraba Medellín, habían estado bebiendo cerveza y participando en un rito de iniciación de un nuevo miembro de su pandilla, los Black and Whites. Las dos niñas que se cruzaron en su camino se convirtieron en ideales víctimas para probar su hombría. Por eso las secuestraron y las golpearon de manera tan salvaje. Por eso las violaron repetidas veces durante más de una hora y se vanagloriaron de arrancarles “sangre virgen”.

Cuando ya no tuvieron el vigor sexual para violarlas más, empezaron a ahorcar a Jennifer con su propio cinturón. Pero, como declararía el propio Medellín, “la pu... no se moría...”. El cinturón con el que trataban de ahogar a Jennifer –del cual jalaba un joven de cada lado– se rompió. Por eso tuvieron que ahorcarla con sus propias agujetas. Después saltaron encima de ella y le rompieron las costillas. Querían asegurarse que realmente esta niña de 14 años estuviera muerta.

La otra niña, Elizabeth, severamente golpeada, les suplicó que la dejaran ir. Les prometió que se dejaría violar en el futuro si la dejaban con vida. Pero ellos la mataron también con sus agujetas. Afortunadamente, nadie violó sus derechos consulares ni los de Jennifer.

La Secretaría de Relaciones Exteriores ha usado dinero de los contribuyentes nacionales para defender a Medellín y a otros mexicanos condenados a muerte en los Estados Unidos. Después de todo, sus derechos consulares, bajo la Convención de Viena de 1963, fueron violados.

La Corte Internacional de Justicia ha avalado la posición mexicana. Al no haberle informado a Medellín que tenía derecho de llamar al cónsul mexicano, se violaron sus derechos. No se le debería por lo tanto ejecutar el 5 de agosto. Podría incluso dejársele en libertad, porque el proceso estaba viciado de origen.

¿Y Elizabeth Peña y Jennifer Ertman? ¿A quién le importan? Seguramente ellas mismas provocaron lo que les hicieron. Además, nadie violó sus derechos consulares.

ANTIMEXICANO

“El Gobierno mexicano pudo haber escogido algún caso mejor para promover su oposición a la aplicación de la pena de muerte a mexicanos en Estados Unidos –me dice un diplomático estadounidense–. Pero el caso de Medellín es quizá el peor de todos”.

Lo que es más lamentable es que la defensa de Medellín, confeso en un caso que conmocionó a Texas y a toda la Unión Americana, enfatiza la idea que el Gobierno mexicano busca la impunidad para los mexicanos que cometen crímenes en Estados Unidos.

Si eres estadounidense, tienes que pagar por tu crimen, me dicen; si eres mexicano, te defiende el Gobierno mexicano. Con esta política, el Gobierno mexicano fortalece el sentimiento antimexicano que ya es tan común en los Estados Unidos.

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El último artículo de la serie fue publicado en El Diario el 6 de agosto de 2008 bajo el encabezado "El Cónsul Molesto":

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Obviamente molesto me escribe por segunda ocasión Édgar Rebollar, cónsul de protección en el Consulado mexicano de Omaha. Nebraska, en los Estados Unidos. Su molestia procede de mis artículos del 9 de abril, “Las víctimas”, y del 21 de julio, “Derechos de Joe”.

“Una vez más –escribe— le manifiesto mi más profundo desacuerdo con los mismos. En mi opinión, es muy fácil manipular a los lectores de su columna apelando a la sensación de disgusto provocada por los crímenes atroces cometidos por José Ernesto Medellín y su pandilla. La idea con la que el lector podría quedarse, después de haber leído sus artículos, es que el Gobierno mexicano se gasta el dinero de los impuestos de sus conciudadanos en la defensa de criminales. Una vez más se lo repito, señor Sarmiento, el Gobierno mexicano NO defiende criminales ni pide que sean exonerados. Como usted debería saber, en nuestro país NO se aplica la pena de muerte y eso es lo único que nuestro Gobierno solicitó a su contraparte de Estados Unidos”.

La furia del cónsul es quizá comprensible. El primero de mis artículos describía el salvajismo con el que Medellín y sus cómplices violaron, torturaron y mataron a dos adolescentes, de 14 y 16 años de edad, el 24 de junio de 1993 en Houston. Muchos mexicanos, la mayoría, no conocían los detalles del crimen que conmocionó a Texas y por el que se condenó a muerte a Medellín. El segundo artículo registraba la decisión de la Corte Internacional de Justicia de La Haya de pedir una suspensión de las ejecuciones, señalaba que no había duda de que se violaron los derechos consulares de Medellín y añadía con ironía que, afortunadamente, nadie había violado los derechos consulares de Elizabeth Peña y Jennifer Ertman.

“Incluso –continúa el cónsul—, en una parte de ‘Los derechos de Joe’ usted afirma que ‘¿Podría incluso dejársele en libertad, porque el proceso estaba viciado de origen.’ Por favor, señor Sarmiento, usted bien sabe que ése NO es nuestro objetivo. Una vez más le pido que deje de utilizar la lógica a su antojo con el propósito de dejarnos en una posición difícilmente defendible ante la opinión pública”.

Cualquiera que conozca el sistema de justicia de los Estados Unidos sabe que los abogados utilizarán la violación a los derechos consulares de Medellín como argumento jurídico para buscar la declaratoria de invalidez del proceso. Los abogados, de hecho, serían omisos en su responsabilidad si no lo hicieran.

“Por otra parte, me llama mucho la atención que usted insista en llamar Joe a José. Será porque, en su opinión, el señor Medellín dejó de ser mexicano por haber vivido casi toda su vida en los Estados Unidos. Lo que sucede en la realidad, señor Sarmiento, es que los inmigrantes que se encuentran viviendo en los Estados Unidos de forma indocumentada, como es el caso de José Ernesto Medellín o Joe Medellín como usted lo llama, NO dejan de ser mexicanos aunque mueran en los Estados Unidos”.

La razón por la que me refiero a Medellín como Joe es porque así se llamaba él mismo y porque así lo llamaban sus amigos, como consta en las declaraciones del caso. Su hermano, sentenciado a 40 años por violación, es Vinnie y no Venancio. Peter Cantú, el tercer sentenciado a muerte por el caso, también se llama a sí mismo Peter y no Pedro.

“Por último, usted afirma que un diplomático norteamericano le comentó que el Gobierno mexicano bien pudo haber escogido otro caso para defender su oposición a la pena de muerte. Qué lástima que a usted le interese más lo que piensen los diplomáticos norteamericanos que los que representan a su Gobierno. Si usted le preguntara a un diplomático mexicano quizá él podría ilustrarlo un poco más sobre la política de nuestro Gobierno en relación con los mexicanos condenados a la pena capital”.

Extraño me parecería un patriotismo que me impidiera hablar con diplomáticos extranjeros para hacer mi trabajo y ciertamente no estoy dispuesto a practicar un periodismo que se limite a repetir la línea del Gobierno mexicano en cualquier tema.

El cónsul Rebollar concluye: “Quizá esté de más, pero le comunico que lo expresado es a título personal”. Por supuesto. Quién podría dudarlo.

No me sorprende, de hecho, la molestia del cónsul. Conocer la violencia con la que Medellín y sus cómplices violaron, torturaron y mataron a dos niñas hace que tiemble cualquier intento de defensa. Por eso la Junta de Perdones de Texas decidió por unanimidad no presentar una petición de clemencia al gobernador Rick Perry. El crimen que cometieron Medellín y sus cómplices fue uno de los más salvajes en la historia de Texas.

Presento aquí con gusto la opinión del cónsul Rebollar. Lo único que lamento es que en ninguno de sus dos correos haya mencionado siquiera los nombres de Elizabeth Peña y Jennifer Ertman. Quizá para los diplomáticos mexicanos hay condenados a muerte, pero no víctimas de sus crímenes.

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Una observacion importante que debe ser hecha es que la costosa defensa que el gobierno mexicano llevó a cabo de José Medellín ante al Tribunal Internacional de la Haya alegando la violación de sus derechos consulares es una defensa que se podría haber llevado a cabo hace quince años, cuando José Medellín fue arrestado y sometido a juicio por sus crímenes. No había razón alguna para que el gobierno mexicano se hubiera esperado tanto tiempo para recurrir a tal instancia. Esto deja la impresión de que José Medellín y el gobierno de México se estuvieron guardando pacientemente este argumento debajo de la manga dejando pasar la mayor cantidad de tiempo posible, con el objetivo de que en caso de que quince años después el argumento de la defensa de los derechos consulares hubiera "pegado", un nuevo juicio en contra de José Medellín hubiera sido mucho más difícil de ganar para la fiscalía por la cantidad de tiempo transcurrido, y en tal caso posiblemente no habría quedado más remedio que dejarlo libre, con lo cual el gobierno de México se habría anotado un supuesto gran triunfo al haber no solo salvado la vida de un mexicano condenado a muerte en los Estados Unidos sino inclusive lograr su liberación. Sin embargo, si tal era la verdadera intención de haber esperado tanto tiempo, las apuestas fallaron y el criminal tuvo a fin de cuentas su encuentro con la justicia. Quizo burlar a la justicia norteamericana, y perdió en su intento. De cualquier modo, todavía un día antes de su ejecución José Medellín argumentaba que era muy cruel matar a una persona por un crimen cometido quince años atrás, por tratarse de personas diferentes (según él), porque de acuerdo con sus argumentos una persona cambia tanto en quince años que ya no es la misma persona que la que era quince años atrás, es otra persona completamente diferente, físicamente, mentalmente y espiritualmente. Un argumento de última hora que a fin de cuentas no le sirvió ya de nada.

Entendiblemente, José Medellín fue en vida uno de los opositores más vocales en contra de la aplicación de la pena de muerte (después de haber sido sentenciado a la pena de muerte, claro está). Ojalá lo hubiera sido cuando mató con sus propias manos a esas dos jóvenes cuya única culpa fue haberse atravesado en su camino.

La glorificación que se hizo de José Medellín, como si realmente hubiera sido alguna vez en su vida una persona tan valiosa para la sociedad como Albert Einstein o el Papa Juan Pablo II, llegó a tal extremo que además de ser entrevistado por conductores de televisión como Adela Micha la administración del presidente George Bush intervino personalmente a favor suyo pidiendo la suspensión de su ejecución recurriendo para ello a la Suprema Corte de Justicia el primero de mayo de 2007, tras lo cual la Suprema Corte emitió su veredicto inapelable el 25 de marzo de 2008 rechazando las argumentaciones de la administración de Bush, allanando el camino para que el estado de Texas pudiera aplicarle a José Medellín su pena de muerte que ya había sido postpuesta docenas de veces con los argumentos más infantiles que se pueda uno imaginar, argumentos que en realidad no eran más que tácticas dilatorias legales (que en México se conocen como "chicanas") para retrasar lo más posible la aplicación de la sentencia. Muchas de estas tácticas dilatorias fueron ocurrencias del mismo José Medellín. Y es que José Medellín, buscando evadir su castigo, y al igual que otros en su misma situación, durante su estancia en prisión se puso a estudiar acuciosamente libros de jurisprudencia relativos a todo lo que tuviera que ver con sentencias de muerte, a grado tal que se convirtió en todo un experto legal con más argumentos de defensa que los que tenían sus abogados defensores.

Si José Medellín realmente hubiera estado en disposición de pagar su deuda ante la sociedad acatando con resignación la condena que le fue impuesta, no habría estado metiendo tantas apelaciones legales a través de sus abogados que retrasaron la aplicación de su condena por 15 largos años. En los Estados Unidos, ningún abogado está facultado para meter apelación alguna a favor de nadie si tal maniobra no ha sido autorizada de antemano por el acusado o el sentenciado. Esto fue justo lo que ocurrió en el caso de Timothy McVeigh, el responsable del bombazo que destruyó un enorme edificio en Oklahoma, considerado el peor terrorista norteamericano en la historia de los Estados Unidos. Timothy McVeigh desconoció ante el Juez que llevaba su caso todas las acciones legales que sus abogados estaban llevando a cabo a favor suyo, y al hacer esto les ató las manos, tras lo cual ya no hubo forma de que detener la aplicación de la pena, lo cual ocurrió el 11 de junio de 2001 en Terre Haute en el estado de Indiana. Si la aplicación del castigo de José Medellín se demoró tanto tiempo es porque José Medellín estuvo metiendo apelación tras apelación tras apelación recurriendo a tantos pretextos y tecnicismos legales que la lista se antoja interminable. Estuvo pidiendo para sí todas las oportunidades que él mismo le negó a sus propias víctimas, lo cual es una hipocresía que se antoja cruel. El "valor" que tuvo para matar a sus dos víctimas indefensas fue el mismo valor que le faltó a este cobarde para enfrentar su propia pena. El último "as en la manga" que le quedaba era precisamente solicitarle al gobierno de México interceder a nombre suyo ante el Tribunal de la Haya para que se obtuviera la anulación de su pena argumentando sus derechos consulares, lo cual dió el resultado que esperaba, pero con lo que no contaba era que ni el gobernador del estado de Texas Rick Perry ni la Junta de Perdones de Texas iban a acatar la autoridad de un tribunal extranjero ante el cual los familiares de las víctimas no tuvieron ninguna representación, no contaba con que las instancias judiciales de Texas no estarían dispuestas a acatar el fallo de la Corte Internacional de la Haya dada la naturaleza brutal de sus crímenes. Y aunque poco antes de ser ejecutado, el feroz asesino José Medellín se dirigió a los familiares de las víctimas diciéndoles "Siento que mis acciones les hayan causado dolor, espero que esta acción (la ejecución) les dé el conforte que ustedes buscan, no cosechen odio", estas palabras suenan huecas porque la ejecución que estaba programada para llevarse a cabo a las seis de la tarde tuvo que ser aplazada cuatro horas extra (interminables para los familiares de las víctimas) porque José Medellín estaba todavía a la espera de que la Suprema Corte de Justicia en el último momento cancelara la ejecución con un recurso legal urgente que sus abogados metieron como intento desesperado de "chicana" legal, recurso que fue desechado por la Suprema Corte de Justicia. Si por José Medellín hubiera sido, él habría estado más que contento con un aplazamiento de su sentencia de muerte por otros 15 años, carcajeándose de los familiares de las víctimas. Al final, fue ejecutado no porque él mismo lo pidiera, sino porque el sistema de justicia norteamericano quedó más que harto con tantas dilaciones y apelaciones desgastantes cuya única finalidad era burlar la acción de la justicia

El día de su ejecución, a José Medellín varios periódicos le dedicaron una plana completa, dándole una importancia que no merecía, como si fuese una estrella de cine o como si fuese un mexicano que acababa de ganar el premio Nóbel o una medalla de oro para México en los juegos olímpicos o un mexicano que acababa de derrotar a David Beckham en la cancha. Estos mismos medios jamás dieron voz ni imagen a las madres de las víctimas, ni publicaron las fotos de las víctimas, ni dieron entrada a declaración alguna de los fiscales o a los miembros del jurado que encontraron a José Medellín culpable de los crímenes atroces de los que fue acusado, como si las víctimas y los familiares de las víctimas y los juzgadores de José Medellín no existiesen. Toda la atención, todos los reflectores, toda la cobertura era para José Medellín y los que estaban a favor de él. Los demás no contaban. Lo importante era unir a todo México en torno a José Medellín convirtiéndolo casi en el equivalente de un superhéroe injustamente encarcelado e injustamente sentenciado. Lo entrevistaron conductores famosos pidiéndole su opinión acerca de las elecciones presidenciales en los Estados Unidos y la guerra en Irak. Poco faltó para que pidieran su canonización y convocaran a una colecta en todo México para construirle un momumento y de ser posible un altar para adorar su imagen y pedirle milagros.

El 5 de agosto José Medellín fue despachado por la vía rápida ante la presencia de otro Juez, inapelable, ante el cual José Medellín no puede mentir ni negar lo que hizo por ser un Juez que conoce todos y cada uno de sus actos desde que nació, un Juez que sólo él sabe si José Medellín tuvo un arrepentimiento sincero por lo que hizo o si todo lo que hizo fue una simulación con la única finalidad de salvarse del patíbulo.

Como resultado de su ejecución, los demás miembros de la pandilla a la cual pertenecía José Medellín seguramente la van a pensar dos veces antes de hacer lo mismo que lo que hizo el hoy ejecutado, aunque tales crímenes sean "obligatorios" como requisito para poder ingresar dentro de pandillas como esta; porque si son capturados lo más seguro es que van a correr la misma suerte que la que corrió José Medellín, aunque sean glorificados, aunque sean motivo de entrevistas de parte de conductores de noticieros famosos, aunque intervenga en defensa de ellos el gobierno de México gastando millonadas, aunque intervenga por ellos la Corte Internacional de la Haya. Esto los hará pensar dos veces, y muy posiblemente no van a incurrir en el mismo tipo de crímenes como los crímenes que cometió José Medellín porque les puede terminar costando la vida. Y esto, a fin de cuentas, es el verdadero propósito de la pena de muerte, el inhibidor del crimen más potente que se conozca. Y esta es la lección importante que los políticos en México opositores a la pena de muerte se resisten a aprender, incapaces de asimilar la importancia de esta lección, aún tratándose de casos de secuestradores asesinos como Daniel Arizmendi "El Mochaorejas" o como la banda de secuestradores asesinos (la "banda de la flor") que mató al niño Fernado Martí en la Ciudad de México pese a que los familiares les pagaron el dinero convenido por el rescate. Y luego todavía hay muchos que se andan preguntando por qué hay muchos más secuestradores y asesinos en México en donde no se aplica la pena de muerte ni hay prisión perpetua que en los Estados Unidos en donde sí se aplica la pena de muerte y si existe la condena perpetua.

José Medellín no es el único miembro de la pandilla a la que pertenecía en haber sido condenado a la pena de muerte por el crimen de las dos jóvenes. Hay otro, de nombre Peter Cantú, que también está en el camino del patíbulo, y al cual también de repente le está aflorando su "mexicanidad", quizá con la esperanza de que los medios en México, tanto la prensa como la radio y la televisión, además de las instancias oficiales, lo glorifiquen por su único mérito de tener ascendencia mexicana. Desafortunadamente, esta apasionada defensa que se está llevando a cabo en todo México de estos criminales que residen en los Estados Unidos está contribuyendo a atizar el odio que muchos norteamericanos de por sí racistas sienten en contra del mexicano promedio, un odio que se vierte en contra de los millones de mexicanos indocumentados que residen en dicho país, aunque muchos de ellos al igual que el mexicano promedio que vive en México también sean víctimas de la delincuencia.