martes, 8 de abril de 2014

Windows XP: Crónica de una muerte anunciada



A menos de que el hombre más rico del mundo decida otra cosa, el día de hoy, 8 de abril de 2014, el sistema operativo Windows XP dejará de recibir actualizaciones automáticas de Microsoft, lo cual equivale a una virtual condena a muerte pronunciada sobre uno de los sistemas operativos de Microsoft de mayor uso en en mundo.

El fin de soporte técnico a Windows XP no significa que las máquinas que tengan instalado este sistema operativo dejarán de funcionar. Simplemente las actualizaciones automáticas que eran enviadas periódicamente a través de Internet dejarán de ser enviadas. Según los avisos y advertencias que Microsoft ha estado publicando a través de los portales de muchos sitios Web, una máquina con Windows XP al momento de dejar de recibir las actualizaciones automáticas, la mayoría de ellas relacionadas con cuestiones de seguridad, estará cinco veces más propensa a ser infectada con malware, virus y troyanos informáticos, aunque tenga un programa antivirus instalado y actualizado. Se ignora de dónde habrá sacado Microsoft la advertencia de que el riesgo de infecciones maliciosas subirán en cinco tantos, pero hay la sospecha de que esta advertencia alarmista es para empujar a muchos usuarios de tales máquinas a que compren nuevas máquinas con el más reciente sistema operativo de Microsoft, Windows 8.1, instalado en ellas.

La gran mayoría de las máquinas que fueron vendidas con el sistema operativo Windows XP instalado en ellas son máquinas cuyo hardware limitado en recursos de memoria a 512 Megabytes de RAM no tienen la capacidad para poder funcionar adecuadamente con una simple actualización (upgrade) al sistema operativo actual, Windows 8.1, y de cualquier manera aunque tuvieran tal capacidad, para poder calificar para el upgrade a Windows 8.1 tendrían que haber sido actualizadas con el upgrade de Windows XP a Windows Vista (pagándole a Microsoft unos cien dólares por el upgrade), y tras esto tendrían que haber sido actualizadas con el upgrade de Windows Vista a Windows 7 pagándole a Microsoft otros cien dólares, y tras esto tendrían que haber sido actualizadas con el upgrade de Windows 7 a Windows 8 pagándole otros cien dólares a Microsoft, acumulando un gasto total de 300 dólares, o sea casi lo que costó la máquina completa cuando se compró nueva en la tienda por vez primera. Pero aún suponiendo que algunos usuarios quisieran someterse a esta serie sucesiva de erogaciones, no es posible adquirir en tienda alguna actualizaciones Microsoft de Windows XP a Windows Vista en virtud de que Microsoft recogió de todas las tiendas esos paquetes de actualización y los destruyó. Tampoco es posible adquirir la actualización posterior de Windows Vista a Windows 7 porque Microsoft también recogió de todas las tiendas esos paquetes de actualización y también los destruyó. Esta es la manera de Microsoft de ir llevando a sus usuarios a un callejón sin salida.

Hay que dejar una cosa en claro: desde el punto de vista de la vulnerabilidad, los sistemas operativos elaborados por Microsoft siempre han dejado mucho que desear, y la cosa no ha cambiado en nada hasta la fecha, cada sistema operativo de Microsoft siempre ha tenido más agujeros que un queso Gruyere. En principio, el único propósito de estar descargando actualizaciones debería ser para mejoras en el hardware que el usuario le quiere dar a su máquina. Así, cuando el sistema operativo Windows 95 estaba en uso, en una época en la que los monitores de alta resolución SVGA aún no habían salido al mercado, al empezar a salir estos monitores de alta resolución al mercado el usuario no podía reemplazar su monitor previo sin contar con un “parche” agregado conocido como “controlador de dispositivo” (software driver) para permitirle al sistema operativo Windows 95 poder “comunicarse” adecuadamente con los monitores de alta resolución SVGA. Del mismo modo, si aparecía en el mercado una tarjeta de controlador de modem nueva, el usuario no podía reemplazar su modem viejo por un modem nuevo sin contar con el controlador de dispositivo para el nuevo modem. En el pasado, la mayoría de los fabricantes de accesorios y periféricos proporcionaban los controladores de dispositivos necesarios para que sus productos pudieran funcionar en armonía con los sistemas operativos vendidos por Microsoft. Pero hay otras cosas relevantes al hardware, tales como actualizaciones al programa BIOS de la tarjeta madre para permitirle manejar discos duros de mayor capacidad, que sólo el mismo fabricante del sistema operativo Windows puede proporcionar. Posteriormente, con una cantidad cada vez mayor de máquinas conectándose a Internet exponiéndose a contagiarse con una cantidad creciente de virus informáticos elaborados por legiones de hackers ansisos de presumir sus habilidades hackeadoras, las enormes debilidades del sistema operativo Windows quedaron expuestas a la luz pública. Las ventas de programas antivirus empezaron a aumentar exponencialmente, y para no quedar tan mal Microsoft empezó a enviar vía Internet una cantidad creciente de “parches” para empezar a tapar sus agujeros en seguridad. Pero en cuanto se tapaba un agujero, se descubrían dos más, convirtiéndose esto en un cuento de nunca acabar. El remiendo Microsoft consistió en alertar a los usuarios de su sistema operativo de tener activada todo el tiempo la opción “Actualizaciones automáticas” (Automatic Updates) a través del Centro de Seguridad Windows (Windows Security Center), castigando a los usuarios que no tuvieran activada la opción de actualizaciones automáticas con el latoso escudito rojo con tache puesto todo el tiempo en forma prominente en la esquina inferior derecha de la barra de tareas.

Para muchos, las actualizaciones automáticas de los sistemas operativos Microsoft en ocasiones han constituído un verdadero dolor de cabeza, en virtud de que al estarse descargando varias actualizaciones automáticas la velocidad de sus máquinas disminuía en forma considerable. Sumado al aletargamiento continuo de las máquinas al estarse descargando actualizaciones, estaba el agravante de que una vez descargadas de la Web las actualizaciones se tenía que llevar a cabo la instalación en la máquina de cada una de tales actualizaciones, tras lo cual se le pedía al usuario reiniciar la máquina -dejando pendiente cualquier otro trabajo que hubiera estado haciendo tal como la elaboración de un documento o la construcción de una imagen o el retoque de una fotografía- y esperar al encendido con todo el proceso de encendido consumiendo el tiempo. Esto no ha cambiado en nada, y se puede anticipar desde hoy que no cambiará ni siquiera con actualizaciones posteriores a Windows 9, Windows 10, Windows 11, Windows 12, Windows 14, etc.

El dar por terminado el servicio de actualizaciones a Windows XP es una manera de Microsoft de tratar de hacer más dinero a costillas de sus sufridos y casi obligados usuarios, porque cada máquina nueva que se venda que tenga el sistema operativo actual Windows 8.1 instalado en ella significa para Microsoft un ingreso de entre 100 y 200 dólares por máquina según los acuerdos y pactos secretos a los que haya llegado con las empresas que venden computadoras nuevas. Pero este no es el único ingreso que espera obtener Microsoft ahorcando a su clientela cautiva. Muchos usuarios utilizan sus máquinas para elaborar e imprimir documentos que pueden ser notas cortas, memorándums de negocios, e inclusive libros, y se trata de usuarios que el único programa que utilizan es el procesador de palabras Microsoft Word, no usan ni la hoja de cálculo Excel ni todo lo demás que viene incluído en el paquete de Microsoft Office. Pero Microsoft no le da a ninguno de sus usuarios la opción de poder comprar por sí solo el procesador de palabras Microsoft Word, todos los usuarios son obligados a comprar el paquete completo Microsoft Office con todo lo demás que no necesitan y que nunca van a usar. De este modo, en vez de obligar a su clientela cautiva a erogar unos 50 ó 60 dólares en la compra del programa Microsoft Word, los obliga a erogar unos 200 dólares al obligarlos a comprar el paquete completo Microsoft Office. O sea, más ingresos para Microsoft con el solo hecho de obligar a los propietarios de máquinas con Windows XP instalado en ellas a adquirir máquinas nuevas con Microsoft 8.1 instalado en ellas, lo cual en cierto modo es insultante porque un procesador de palabras es y sigue siendo un procesador de palabras aquí o en la Luna, y para las funciones básicas que se requieren hoy de un procesador de palabras en realidad el procesador de palabras Microsoft Word de hoy no hace mucho más que lo que hacía el procesador de palabras Microsoft Word de hace diez años. En pocas palabras, la actualización forzada hacia la compra de una máquina nueva no es algo absolutamente indispensable para los usuarios de los programas de aplicación de uso común, es tan solo una manera de Microsoft de aumentar sus ingresos en forma considerable.

Si un usuario alguna vez desembolsó 200 dólares en la adquisición de un paquete Microsoft Office para instalarlo en su (entonces) máquina nueva con el sistema operativo Windows XP instalado en ella, el verse obligado a migrar hacia otra máquina con el sistema operativo Windows 8.1 instalado en ella le exige de manera obligada el tener que comprar otra vez Microsoft Office completito (aunque solo use el procesador de palabras Microsoft Word) en virtud de que, aunque todavía conserve en sus manos en disco CD (o DVD) original con el Microsoft Office que compró, tal disco no le sirve porque al instalar el paquete en su máquina con Windows XP tuvo que activar el paquete vía Internet, con lo cual “quemó” su autorización de uso de una sola licencia de Microsoft Office por máquina; no puede usar el mismo CD para instalar Microsoft Office en otra máquina.Y a esto es a lo que se atiene Microsoft para estrangular al usuario.

Para ahorcar al público consumidor, Microsoft aprovecha ventajosamente el monopolio que mantiene en el mercado a través de tácticas que desalientan la competencia, mismas tácticas que han llevado a esta empresa a enfrentamientos directos con la Comunidad Económica Europea que le ha impuesto sanciones económicas multimillonarias. Una de las estrategias para mantener su monopolio la podemos ver en cualquier tienda afiliada a la cadena de tiendas Best Buy de Estados Unidos, la cadena de artículos electrónicos más grande de la Unión Americana. Es un secreto a voces que Microsoft mantiene un pacto secreto con dicha cadena de tiendas para no se venda en ninguna de sus filiales o franquicias computadora alguna que no tenga un sistema operativo de Microsoft instalado en ellas. Esto significa que si algún usuario quiere comprar una computadora Mac de Apple, la cual usa el sistema operativo Mac OS X (un sistema operativo altamente estable, virtualmente invulnerable a ataques virales informáticos), no la podrá comprar en Best Buy porque tal producto está vetado para su venta en las tiendas Best Buy. Significa también que si algún usuario quiere comprar una computadora que tenga un sistema operativo Linux instalado en ella, como el sistema operativo Linux Ubuntu (el cual ofrece la ventaja de ser un sistema de código abierto a diferencia de los sistemas operativos Microsoft que son de código cerrado), tampoco la podrá comprar en Best Buy porque tal producto también está vetado para su venta en las tiendas Best Buy, pese al hecho de que siendo el sistema operativo Linux un sistema operativo gratuito (descargable por la vía de Internet) esto podría significar que la misma computadora por la cual el cliente paga 300 dólares con el sistema operativo Windows instalado en ella le costaría 200 dólares o menos con un sistema operativo Linux Ubuntu instalado en ella. La falta total de opciones en las tiendas Best Buy en lo que a sistemas operativos se refiere dándosele exclusividad total a Microsoft es lo que clásicamente encuadra todas las definiciones que usualmente se le dan a la palabra monopolio. Así es como Microsoft le ha permitido a su fundador y propietario convertirse en el hombre más rico del mundo.

Habrá quienes traten de argumentar en defensa del pulpo que el monopolio se merece todas las regalías y pagos que obtiene ya sea directamente (por la vía de la venta de paquetes de actualizaciones de un sistema operativo a otro) o indirectamente (por concepto de las comisiones obtenidas por la venta de los sistemas operativos Windows instalados en máquinas nuevas) gracias a las muchas innovaciones informáticas con las que ha contribuído a la proliferación de las computadoras domésticas. Microsoft ciertamente ha contribuído con muchos avances dignos de ser mencionados, nadie le podrá quitar jamás mérito alguno por ello. Pero de ello a afirmar sentado desde un teclado de computadora que “todo se lo debo a Microsoft y a la Virgencita de Guadalupe” hay un mar de diferencia.

En primer lugar, el “look” y funcionalidad del arcaico sistema operativo DOS con el cual empezó Microsoft su emporio, no fué una creación original de Bill Gates. Fue una copia casi directa del sistema operativo CP/M (Control Program for Microprocessors) diseñado por Gary Kildall inspirado en la ventana clásica de líneas de comandos de texto de las computadoras UNIX de aquél entonces. Posteriormente vino Windows 1.0. Sin embargo, este producto tampoco fue un producto original, fue de hecho una copia china de la interfaz gráfica introducida por la empresa Apple en su computadora Macintosh dos años atrás. Y aún así, con dos años de retraso, Windows 1.0 tuvo una aceptación escasa porque fue considerado como un producto mediocre al estilo de “yo también”. Posteriormente, vino Windows 2.0, que tampoco tuvo buena aceptación al no ser significativamente mejor que su predecesor Windows 1.0. Posteriormente, vino Windows 3.0, el cual por fín introdujo mejoras e innovaciones que llamaron la atención. Sin embargo, muchas de las mejoras fueron también una copia china de utilerías que ya estaban disponibles en otros paquetes de programas de aplicación como PC TOOLS DELUXE. Por otro lado, aunque Microsoft anunció a Windows 3.0 como un sistema operativo (tal aserción aparece en los manuales de usuario para dicho paquete), en realidad no lo era, era una simple interfaz gráfica que se tenía que comprar por separado e instalar en una máquina que ya tuviera un sistema operativo DOS instalado en ella; en tanto que la interfaz gráfica de las computadoras vendidas por Apple eran parte integral de un sistema operativo completo, el Mac System 1 que fue evolucionando a Mac System 2, Mac System 3, etc., hasta llegar al actual sistema operativo Mac OS X. No fue sino hasta Windows 95 cuando Microsoft por fín elevó su interfaz gráfica Windows a la categoría de un verdadero sistema operativo.

En lo que a programas de aplicación respecta, Microsoft tampoco inventó el procesador de palabras ni mucho menos. Desde mucho tiempo atrás, cuando hicieron su aparición las primeras computadoras personales IBM y sus clones, se popularizó el programa WordStar, estando también disponible el programa PCWrite descargable por la vía de Internet (cuando Internet estaba apenas en sus inicios). Posteriormente ganó popularidad el procesador de palabras WordPerfect, llegando casi a la perfección con WordPerfect 5.1. Fue hasta entonces cuando Microsoft decidió entrar al ruedo con su propio procesador de palabras, Microsoft Word. Esto en lo que respecta a procesadores de palabras. En lo que a hojas de cálculo respecta, Microsoft tampoco inventó las hojas de cálculo ni mucho menos. Mucho antes de que hiciera su aparición Excel, la hoja de cálculo usada por casi todas las empresas y usuarios particulares era Lotus 1-2-3, la primera gran aplicación comercialmente exitosa a gran escala de una hoja de cálculo. Cuando tratando de extender sus tentáculos Microsoft elaboró su hoja de cálculo Excel, tuvo gran cuidado y precaución de hacerla cien por ciento compatible con las hojas de cálculo que habían sido elaboradas con Lotus 1-2-3, ya que de otra manera jamás le habría podido empezar a robar su clientela a los fabricantes de Lotus ni habría podido popularizar su propia hoja de cálculo. De este modo, Microsoft Word y Microsoft Excel son dos calcas chinas, y juntando ambos productos Microsoft creó el paquete Microsoft Office para obligar a los usuarios de un producto a comprar también el otro aunque no lo necesitaran.

Tal vez esto venga como un “shock” para muchos, pero en algunas cuantas máquinas viejitas con monitores monocromáticos que aún quedan sus procesadores de palabras WordStar y sus hojas de cálculo Lotus aún funcionan, y exceptuando el uso de funciones sofisticadas de poco uso, lo que se puede hacer con esos programas de ayer resulta suficiente para lo que se hace con programas de hoy (elaboración y edición de documentos, gráficas de barras y estadísticas a partir de datos almacenados en hojas de cálculo, etc.) Para tales fines, hoy podríamos estar trabajando tan bien con las máquinas de ayer como con las máquinas de hoy, y las veintitantas actualizaciones en cadena en realidad no eran indispensables. Y esta es una de las grandes realidades que Microsoft no desea que sean del conocimiento general.

Sin embargo, no siempre Microsoft se sale con la suya. En el campo de la telefonía celular, la iPads y las tabletas, un campo adonde entró tarde, la competencia es más pareja, y Microsoft se vió obligada a competir en un terreno más neutral en igualdad de condiciones en contra de otros sistemas operativos como Android de Google, y los usuarios han encontrado que Microsoft no tiene más que ofrecer que otros que ya están posicionados en esta arena. El pobre desempeño de Microsoft en esta nueva área competitiva trajo como consecuencia que rodara la cabeza de un viejo amigo de Bill Gates, Steve Ballmer, acusado de no haber hecho lo suficiente para que Microsoft pudiera adquirir la predominancia y convertirse también un pulpo en el campo de los dispositivos computacionales portátiles, siendo echado de la dirigencia de la empresa para ser reemplazado por Satya Nadella. Las estadísticas más recientes indican que las ventas de nuevas computadoras han estado cayendo, y parte de esta caída se atribuye a la proliferación de los nuevos dispositivos computacionales portátiles, lo cual es cierto, pero en esta caída también debe tener algo que ver el hecho de que, en lo que a computadoras de escritorio respecta, el consumidor no tiene opciones en lo que a sistemas operativos respecta, y se le ha estado obligando ya desde las grandes tiendas mayoristas a escoger entre máquinas distintas que están obligadas todas ellas a funcionar bajo el mismo sistema operativo vendido por el monopolio que no permite que los usuarios tengan opciones, opciones que sí tienen y sí encuentran en los dispositivos computacionales portátiles.

En realidad y en la práctica, las actualizaciones automáticas de Windows XP nunca fueron de mucha ayuda para evitar ataques informáticos. Se cuentan por cientos de miles (o inclusive millones) los propietarios de computadoras que pese a tener activado su servicio de actualizaciones automáticas y pese a tener instalado un programa antivirus (McAfee, Norton, Karpesky, etc.) en constante actualización, de cualquier modo terminaron sucumbiendo a algún virus que requirió algún tipo de reparación o pedir el auxilio de algún técnico. Si los sistemas operativos Windows hubieran sido diseñados desde un principio teniendo en mente como prioridad altísima la cuestión de la seguridad, no solo las máquinas con sistemas operativos Windows instalados en ellas jamás requerirían de programa antivirus alguno, incluso jamás requerirían de servicio alguno de actualizaciones automáticas, excepto para la descarga de parches para actualizar el hardware de la máquina. Los pobres usuarios que terminaron sucumbiendo a programas maliciosos tal vez se habrán dicho alguna vez: “¿De qué me sirvió mantener actualizado mi programa antivirus y de qué me sirvió mantener activado el servicio de actualizaciones automáticas de Microsoft?”. Estas son muy buenas preguntas que habremos de dejar sin respuesta. Y tales usuarios habrán descubierto que una vez contraída una infección informática los principales vendedores de paquetes antivirus (Norton, McAfee) proporcionan un muy pobre o casi nulo servicio de ayuda para sacar al usuario del problema, a menos de que se contrate un servicio especial adicional de ayuda técnica que puede tener un costo de cientos de dólares (para individuos) o hasta miles de dólares (para empresas) para dar asesoría técnica para sacar a los afectados del atolladero.

Hay una opción para responder a lo que Microsoft quiere hacer con sus usuarios cautivos. En primer lugar, y en lo que toca a las computadoras con el sistema operativo Windows XP instalado en ellas, basta con desconectar la máquina de Internet (desconectando el cable que la conecta al módem) para impedir que la máquina pueda contraer alguna infección informática. Es físicamente imposible que una computadora sin conexión alguna a Internet (alámbrica o inalámbrica) pueda contraer alguna infección informática como las que se están diseminando por Internet. Es más, la computadora ni siquiera puede ser penetrada por super-hackers o por agencias especializadas de espionaje como la National Security Agency, porque sin conexión a Internet no es posible acceder a los contenidos de una máquina excepto a través de los dispositivos portátiles que se conecten a ella. Una vez desconectada la máquina de Internet, si la máquina sigue funcionando y está en buen estado (y cientos de miles, o quizá millones de máquinas con Windows XP están todavía en buena condición) entonces se pueden seguir elaborando documentos de texto u hojas de cálculo como siempre, al igual haciendo composiciones de imágenes con Photoshop o escuchar música o ver videos mediante el lector de DVDs de la máquina, ya que ninguno de los programas que forma parte de Microsoft Office o los programas para edición de imágenes o para escuchar música o ver videos requieren de una conexión a Internet para seguir trabajando en una máquina. Y los archivos que se quiera imprimir se pueden imprimir como siempre, cuidando que la impresora no esté conectada a una red interna (a través de un protocolo como Wi-Fi) que esté conectada a Internet en cuyo caso todo lo que hay que hacer es apagar el módem (o desconectar el cable a Internet). Si es necesario llevar alguno de los archivos o documentos a otra máquina, se puede hacer haciendo la transferencia de archivos mediante un dispositivo portátil USB que, ese sí, tendrá que ser revisado en cada ocasión en una máquina que esté equipada con un detector antivirus actualizado.

Habrá casos en los cuales, además de lo anterior, se quiera tener conectada otra máquina a Internet. En tal situación, se puede recurrir al uso de dispositivos computacionales portátiles, por ejemplo una tableta con suficiente memoria. Y si lo que se requiere es una computadora de escritorio con una pantalla grande conectada a Internet, entonces además de la alternativa de tener que comprar una computadora doméstica que tenga instalado Windows 8.1 en ella existe otra alternativa atractiva: comprar una computadora Mac de Apple. Los hackers que elaboran virus informáticos han descubierto que elaborar un virus o un troyano para atacar a cierto sistema operativo es una cosa sumamente laboriosa, y como muchos de ellos lo hacen por mera diversión y entretenimiento, enfocan sus energías a un solo sistema operativo. Y el sistema operativo que la gran mayoría de las máquinas tienen instalado es un sistema operativo Windows. Gracias al virtual monopolio que a través de acuerdos secretos de todo tipo con grandes corporaciones Microsoft ha mantenido en el mercado de los sistemas operativos, los sistemas operativos de Microsoft son el principal blanco de ataque de los elaboradores de software malicioso. Si un sistema operativo acapara el 90 por ciento del mercado y todos los demás sistemas operativos juntos acaparan el 10 por ciento, el hacker no va a gastar su tiempo en código que atacará al 10 por ciento de las máquinas, ni duplicará esfuerzos para elaborar paquetes de códigos para atacar todos los sistemas operativos que se usan hoy en día. Concentrará sus esfuerzos en el predominante, y en estos momentos el que predomina es Microsoft. Por todo esto y por esto mismo, las computadoras Apple con su sistema operativo Mac OS X son virtualmente invulnerables a ataques informáticos, porque casi nadie escribe código malicioso para atacarlas. Esto implica que es perfectamente posible operar una computadora Mac con su sistema operativo Mac OS X sin tener instalado ningún programa antivirus en el disco duro de la máquina, lo cual se traduce en una velocidad de procesamiento considerablemente superior a la velocidad de procesamiento de las máquinas que por tener al sistema operativo Windows requieren además tener instalado permanentemente un programa antivirus, con ambas cosas requiriendo constantes actualizaciones que disminuyen aún más el rendimiento de la máquina. Y si el usuario quiere migrar hacia una máquina con el sistema operativo Linux instalado en ella (en estos momentos, uno de los mejores es Ubuntu), la cosa se pone mucho mejor, porque el sistema operativo Linux es gratuito, se puede descargar de Internet en forma gratuita. Sin embargo, puesto que el uso de Linux requiere de una máquina construída “a la orden”, se recomienda para esta última opción recurrir a los servicios y los consejos de un técnico que entienda lo suficiente de computadoras como para emprender un proyecto de esta índole.

Con lo que está sucediendo es muy probable que continúe aumentando en Europa el número de usuarios de computadoras personales que están migrando a Linux que es gratuito y es de código abierto, y se puede esperar que siga ocurriendo lo mismo en el continente asiático, al ir creciendo la inconformidad en una cantidad cada vez mayor de usuarios de máquinas con sistemas operativos Windows instalados en ellas que se están empezando a cansar de las prácticas monopólicas con las cuales la empresa basada en Redmond les quiere seguir sacando más y más dinero, usuarios que no querrán desembolsar otros 200 dólares para instalar en las máquinas nuevas que Microsoft quiere que compren los programas de Microsoft Office que Microsoft quiere que le compren, siendo que muchos de estos usuarios todavía tienen en estos momentos en sus casas máquinas con Windows XP que siguen funcionando perfectamente (y posiblemente seguirán funcionando bien por muchos años venideros, y que en caso de un fallo en el componente interno más propenso a fallar, la fuente de poder ATX cuyo reemplazo nuevo cuesta apenas unos 30 ó 40 dólares, se puede reparar en cuestión de una media hora). Tarde o temprano el hombre más rico del mundo tendrá que abrir los ojos y darse cuenta de que el resto de la humanidad, sobre todo en los países semi-desarrollados, no tiene a su disposición cuentas bancarias como las que él posee.

Quizá lo más apropiado sería cerrar este documento con un epitafio -pronunciado con la solemnidad que el caso requiere- del sistema operativo Windows XP, al cual la empresa que le dió vida ha decidido darle muerte oficial con un úcase que ya se vía venir. Algunas palabras propias para la ocasión -lágrimas no, por favor-. Algo digno del servicio que dió en el pasado a tantos usuarios. Bueno, tal vez algún acompañamiento de plañideras que derramando sin cesar sus lágrimas de cocodrilo se estén dando golpes en el pecho repitiendo sin cesar en su procesión “¿Por qué, Bill Gates, por qué?”. Se le dejará a cada lector que pronuncie en voz baja algunas frases y remembranzas para cerrar el capítulo con cierta dignidad. Aunque también queda la opción de mantener a la máquina aún con vida no conectándola a un respirador artificial sino, por el contrario, desconectando la máquina de Internet, y seguirla usando como si nada hubiera pasado. Y mejor aún, desinstalarle el programa antivirus que tenga instalado. Y si se hace esto último, muchos usuarios se quedarán asombrados ante el aumento en la velocidad de sus máquinas, y tal vez se rascarán las cabezas diciéndose a sí mismos “de haberlo sabido antes”. Sería el equivalente de una resurrección, para el asombro de Microsoft y decepción de sus accionistas que están a la espera de los beneficios económicos que puedan derivar con la sepultura cibernética de la que alguna vez fue su criatura predilecta y su principal fuente de ingresos.



3 comentarios:

Esteban Alvarez dijo...

En el almacén y tienda de refacciones automotrices en donde yo trabajo, tenemos doce computadoras. Ninguna de ellas tiene ningún Windows de Microsoft instalado en ellas. Seis de las máquinas funcionan con el Mac OS X Snow Leopard, tres de ellas funcionan con el Mac OS X Cheetah, dos de ellas funcionan con el Mac OS X Lion y otra funciona con el Linux Ubuntu. Ninguna de nuestras computadoras tiene un antivirus instalado en ellas, y jamás hemos tenido ningúnn problema. Algunos de nuestros clientes que las han visto trabajar opinan que son mucho más veloces que las computadoras que tienen en sus casas con el Windows Microsoft y el casi obligatorio antivirus instalado en ellas sin el cual serían completamente inútiles. Pero lo más sorprendente es que nuestras computadoras han costado menos que máquinas equivalentes con el oneroso Windows Microsoft. Y no le pagamos a Microsoft un solo centavo por las licencias anuales de Microsoft Office porque no tenemos eso instalado en ninguna de nuestras máquinas, la gerencia piensa que no se debería de estar pagando cada año por algo por lo que ya se pagó una vez. Aunque no fue fácil conseguir las máquinas Apple, la búsqueda valió la pena, y pienso que cuando otros descubran lo que nosotros descubrimos desde hace varios años el monopolio de Microsoft llegará a su fin. Microsoft no es indispensable, y su Windows tampoco es indispensable, hay otras opciones allá afuera más razonables y menos costosas, algunas de ellas inclusive hasta gratuitas.

pooh dijo...

Yo no tengo compu, pero tengo una tablet. siempre me habia preguntado como era posible que mi tablet pudiera trabajar muy bien todo el tiempo sin tener instalado un paquete antivirus, hasta busque por todos lados para ver si no estaba instalado de fabrica en la tablet en algun directorio oculto un antivirus, pero no lo encontre porque la tablet no tiene instalado por ninguna parte un antivirus.
hasta ahora que lei esto me he dado cuenta del por que mi tablet no tiene un antivirus, nunca lo ha necesitado porque funciona no con un Windows de Bill Gates sino con un OS Android que esta basado en un kernel de Linux, algo maravilloso en verdad. creo que si mi tablet en vez de tener instalado el Android tuviera el Windows y el antivirus que es indispensable cuando se usa Windows, no me quedaria suficiente memoria para hacer casi nada excepto puro texting. Ya con lo que conozco estoy seguro de que si me compro una compu jamas sera una compu con Windows, tiene que ser una Apple o una Linux, o de plano nada. Y aunque Microsoft esta tratando de convencer a la gente que haga su cambio a lo que llaman el Microsoft Cloud, ya es demasiada la mala fama que se carga el Windows como para morder el cebo y caer otra vez en la trampa de la propaganda. Lo siento Billy Gates, pero nel, ni maiz paloma. Adios Billy, hasta la vista baby. Yo solo le haria una pregunta si lo tuviera frente a mi. ¿Hubo algun acuerdo secreto entre Microsoft y las empresas fabricantes de antivirus para hacer intencionalmente un OS tan debil, a cambio de regalias y comisiones por debajo del agua para aumentar ambos sus ganancias? Porque solo asi se explica.

Roque dijo...

Hace unos cuatro años compré una laptop que me salió cara, cerca de mil dólares. El año pasado se le averió el disco duro, y la llevé con un amigo que es técnico en electrónica para instalarle un disco duro nuevo. Después del cambio del disco duro, el problema es que no tenía un disco CD/DVD de sistema operativo para volver a echar a andar la máquina, porque cuando la compré nuevecita no traía dentro de la caja el disco CD/DVD del Windows. Fuí a la tienda en donde compré la laptop y me dijeron que las laptops ya no traen adentro de la caja de cartón en la que son vendidas el disco CD del sistema operativo Windows como en otros tiempos. Me dijeron que para mi problema con la laptop en lo que respecta al sistema operativo tenía que contactar directamente a Microsoft y que en la tienda no podían darme ninguna ayuda. Siendo una laptop con el engomado de Microsoft puesto en ella garantizándola con un Windows genuino no-pirata instalado en ella, creí que podría obtener de Microsoft un disco CD del sistema operativo Windows para instalarlo en ella. Pero me dijeron los de Microsoft que por tener la máquina un disco duro diferente del original no me podían dar ningún apoyo, aunque le mandase a Microsoft el disco duro original dañado que aún conservo, aunque le mandase a Microsoft el engomado Microsoft de la máquina que garantiza el pago de la licencia Windows con la compra de la máquina. Casi les menté la madre del coraje. Para mi buena suerte, no tuve que tirar la laptop a la basura, encontré un taller en donde le instalaron el Linux Mandrake y me la dejaron como nueva. No he tenido ningún problema para seguirme conectando a internet con el browser Firefox. Después de esa mala experiencia, me he jurado que nunca volveré a comprar nada que tenga el logo de Microsoft puesto encima, es un logo maldito de una empresa capitalista monopolista y depredadora que solo busca el dominio total del mercado tratando de matar a la competencia. De seguir así, creo que los técnicos en todas partes del mundo capacitados para instalar alguna version de Linux en una máquina a la que se le tuvo que cambiar el disco duro y para la cual instalarle otra vez el Windows solo será posible comprandole a Microsoft otra licencia para la misma máquina, tienen un futuro brillante y garantizado, porque no creo que haya muchos dispuestos a pagarle a Microsoft otra vez por algo que debió de haber sido incluído con la máquina como se acostumbraba en otros tiempos en los cuales vendían computadoras con el CD del Windows 98 incluido con la máquina.