viernes, 22 de agosto de 2008

Pifias

Es demasiado frecuente observar y descubrir las equivocaciones y errores de juicio que se cometen por empleados que aislados en alguna oficina se dan rienda suelta elaborando muchos procedimientos y trámites sin darse cuenta de la manera en la que afectarán -en términos negativos- las vidas de miles o quizá millones de personas, incurriendo en equivocaciones y errores de juicio que muchas veces en vez de ayudar a sus semejantes les hacen la vida más difícil de lo que ya es. Fue precisamente la dictadura de la burocracia lo que dió al traste con la Unión Soviética y otros regímenes basados en el comunismo ortodoxo, aunque el burocratismo no es algo que hayan padecido únicamente los regímenes comunistas, es algo que todos los países incluído México sufren de un modo u otro y el cual parece ser un mal endémico de la humanidad. El burócrata más incompetente es quizá aquél que encerrado en una oficina se imagina un mundo ideal esperando recibir sus reglas y sus dictados, un burócrata que todo lo que forja lo forja en su imaginación sin salir jamás fuera de su oficina para ir hasta "el campo de batalla", para ir hasta el "lugar de los hechos", con el propósito de recabar opiniones y recibir propuestas que inclusive puedan ser mejores que lo que se le está ocurriendo.

En los Estados Unidos, una dependencia propensa a incurrir en errores mayores de cálculo es ICE, cuyas siglas significan Immigration and Customs Enforcement, la antecesora del INS o Immigration and Naturalization Service conocida por muchos mexicanos como "la migra".
En las noticias que han estado apareciendo en fechas recientes en los periódicos, he tomado nota de algunos errores de juicio y de criterio en los que funcionarios de ICE han estado incurriendo, quizá por tratarse de burócratas que quieren arreglarlo todo desde la comodidad del escritorio de una oficina sin tener idea alguna de lo que realmente está sucediendo "allá afuera". A continuación elaboraré algunos comentarios sobre tres tópicos diferentes que nos muestran cómo ICE en algunos aspectos está desatendiendo cosas verdaderamente importantes por dedicarle tiempo a otras cosas que se pueden antojar banales e irrelevantes:


PIFIA # 1:

En la primera página del periódico EL DIARIO publicado el 2 de agosto de 2008, apareció una noticia interesante que dice "Revisará EU laptops en puentes". Dentro de la nota tenemos el texto: "La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) dio a conocer que a partir de este mes, los agentes asignados a los puentes internacionales y puertos de entrada al país incluirán -dentro de sus revisiones rutinarias- la verificación de computadoras portátiles (laptops), discos duros y otros dispositivos electrónicos de almacenamiento digital de datos que porten los extranjeros que pretendan ingresar al país. De acuerdo con CBP, esta medida se debe a que el uso de aparatos electrónicos ha ayudado a personas a conspirar para cometer actos terroristas, como fue el caso del complot para derrumbar las Torres Gemelas de Nueva York, el 11 de septiembre del 2001. 'Aunque desde el establecimiento de la República el Gobierno federal ha tenido la autoridad de aplicar los reglamentos de búsqueda en los puentes internacionales, dese hace ya varios siglos, ahora lo hacemos de manera electrónica', dijo la portavoz de la oficina en Texas, Amy Kudwa'. Una política del Gobierno federal sobre la búsqueda de información, establece que CBP es responsable de examinar documentos, libros, folletos y cualquier material impreso, además de computadoras portátiles (laptops), discos duros (hard drives) y otros dispositivos cibernéticos o de almacenamiento de datos."

Al ser anunciada esta medida, casi de inmediato se escucharon las voces de protesta de millares de residentes en la franja fronteriza tales como estudiantes y empresarios de la industria maquiladora que cruzan diariamente por los puentes internacionales, de los cuales el 99.999 por ciento simple y sencillamente no encajan en el perfil del terrorista musulmán fanático que el gobierno de los Estados Unidos está buscando y el cual es mucho más fácil de encontrar en la frontera entre Pakistán y Afganistán que en la frontera con México.

"Revisará EU laptops en puentes". Decirlo suena fácil, pero ¿realmente es posible revisar todas las computadoras laptops en los puentes de cruce internacional entre México y Estados Unidos, como parece ser la intención del anuncio de esta medida draconiana? Tómese en cuenta que son millares o posiblemente decenas de millares las computadoras que cruzan diariamente de México a los Estados Unidos. Por principio de cuentas, supongamos que vamos a revisar una sola computadora, y no miles y mucho menos decenas de miles. Cualquiera que posea una computadora portátil sabe muy bien que no basta con encender la máquina para poder usarla de inmediato, es necesario esperar varios minutos para que se cargue el sistema operativo (Windows o Linux). Y una vez que la computadora está lista para ser utilizada, se requiere que el personal de aduanas esté capacitado y tenga los conocimienos técnicos para llevar a cabo una búsqueda exhaustiva entre los portafolios y documentos que contenga la máquina. Si la máquina tiene muchas carpetas y muchos portafolios, una búsqueda intensa en los directorios del disco duro podría llevar tal vez varias horas, consumiendo un tiempo valioso del inspector que no tendrá para otras revisiones de cosas más importantes como la posible presencia de explosivos plásticos en el equipaje. Es necesario revisar carpeta por carpeta, archivo por archivo, para quedar satisfecho de que se ha visto a plenitud los contenidos de la máquina. Aún así, un verdadero terrorista que realmente quiera llevar consigo información que lo pueda delatar en su computadora portátil, con pocos conocimientos de computación puede alterar los archivos de modo tal que su contenido sea inaccesible para nadie más que para él mismo. Por ejemplo, si lleva documentos escritos en Microsoft Word, los cuales terminan con una extensión de archivo ".doc", entonces todo lo que tiene que hacer es cambiar la extensión a otro tipo, por ejemplo ".jpg", una extensión usada para imágenes fotográficas. Si un funcionario aduanal trata de abrir él solo un archivo así rebautizado, la máquina le indicará que el archivo está corrupto. Y puesto que el dueño de la máquina es el único que sabe cuáles de los documentos que lleva en su disco duro son documentos de texto en lugar de documentos fotográficos, le será prácticamente al funcionario de aduanas inclusive con amplios conocimientos técnicos y programas sofisticados el poder acceder al contenido verdadero de los archivos. Ya una vez dentro de territorio norteamericano, todo lo que tiene que hacer el terrorista es volver a cambiar la extensión de ".jpg" a ".doc" para volver a hacerlos nuevamente accesibles. Y para complicarle aún más las cosas a los funcionarios de aduanas, el terrorista en vez de cambiar la extensión de un archivo a otra extensión de tipo conocido (como ".html" para páginas Web, ".pps" para documentos PowerPoint, ".xls" para documentos Excel, y así sucesivamente) puede inventar un tipo nuevo de extensión (hay muchos archivos en el sistema operativo que usan extensiones que no pueden ser invocadas directamente por el usuario desde un programa) como ".ryy", ".vks" o ".spe", para las cuales posiblemente no haya programa alguno en el mundo que las pueda abrir por ser invenciones tipográficas del mismo terrorista, tras lo cual mete los documentos en alguna carpeta propia del sistema como "DirectX" en donde a nadie se le ocurrirá buscar y si lo hace no encontrará extensión alguna que pueda identificar. En principio, con este tipo de triquiñuelas, el terrorista puede confundir la información importante que lleva en su laptop a grado tal que será prácticamente imposible a cualquier funcionario de aduanas saber qué es lo que realmente lleva. Ni siquiera trabajando meses o años sobre una sola computadora laptop con sus contenidos protegidos de esta manera será posible extraer la información que lleva el terrorista en su disco duro.

El ejemplo anterior supone que un terrorista será lo suficientemente inteligente para encubrir la información que lleva en su disco duro de modo tal que le será imposible a cualquier otra persona saber qué es lo que lleva en su máquina. Pero si es realmente tan inteligente, posiblemente optará por una vía más fácil: simplemente enviará toda la información por Internet de una cuenta de correo electrónico anónima a otra cuenta de correo anónima, traspasando fronteras sin revisión alguna. Con esta opción, el terrorista puede llevar su disco duro prácticamente vacío, y al revisarlo nadie encontrará absolutamente nada, porque cuando él está cruzando a pie por un puerto fronterizo la información que desea tener en sus manos ya cruzó a velocidad electrónica de un servidor a otro situados en países distintos, sin inspección ni revisión posible. De esta forma, mientras algún funcionario está muy ocupado pidiéndole a alguien que encienda su máquina y se pone a fisgonear los contenidos de la máquina revisándole a una persona sus cartas de amor, sus fotografías personales y su reporte médico, ríos de información están cruzando la frontera volviendo completamente nula la efectividad de la revisión de la laptop.

Aunque en la noticia, tal y como apareció publicada en EL DIARIO el 2 de agosto de 2008 anunciando la nueva política de revisar las computadoras laptops en los puentes, se dió como justificante la necesidad de impedir que estas computadoras portátiles pudiesen ser utilizadas como vehículo de ayuda en la ejecución de un acto terrorista como el que ocurrió en el 2001 en contra de las Torres Gemelas, la verdadera razón parece ser otra que no tiene nada que ver con la ejecución de actos terroristas, y esta razón es la búsqueda de pornografía infantil que pueda estar contenida en dichas máquinas. O sea, el verdadero motivo para invocar la cuestión de la seguridad nacional en realidad no tiene que ver con la seguridad nacional sino tiene que ver con delitos ordinarios del orden penal que no tienen nada que ver con el terrorismo. Esto ocurrió el 17 de julio de 2005 cuando un norteamericano de nombre Michael Arnold aterrizó en el aeropuerto internacional de Los Angeles después de un vuelo de 20 horas desde las Filipinas. Una funcionaria de aduanas (CBP) de nombre Laura Peng le pidió que encendiera su computadora para ver lo que contenía el disco duro de la máquina, y dentro de una carpeta titulada "Kodak pictures" y otra carpeta titulada "Kodak memories" el funcionario encontró pornografía infantil. Sin embargo, en el año 2006 el Juez Dean Pregerson de la Corte de Distrito en Los Angeles suprimió la evidencia en contra de Michael Arnold argumentando que "los medios de almacenamiento electrónico funcionan como una extensión de nuestra propia memoria, y son capaces de almacenar nuestros pensamientos desde los más pueriles hasta los más profundos". En esencia, el Juez Pregerson consideró que se había llevado a cabo una invasión de la privacidad de Arnold. En realidad, este asunto no se ha decidido definitivamente porque no ha llegado un caso de esta naturaleza ante la Suprema Corte de los Estados Unidos, la cual tendrá la última palabra al respecto, pero lo relevante aquí es que las inspecciones aduanales, más que recabar información crucial para combatir al terrorismo, parecen tener como objetivo el ver lo que pueda tener cada persona dentro de su máquina, sea o no un terrorista en potencia.

De cualquier modo, si el viajero Michael Arnold hubiera disfrazado los archivos en su laptop usando cualquiera de los sencillos procedimientos enunciados arriba, la funcionaria de aduanas jamás habría podido encontrarle imágenes fotográficas como las que lo metieron en problemas con la aduana norteamericana. En realidad, su verdadero pecado, más que su adicción a imágenes censuradas y "prohibidas", fue su ingenuidad, porque jamás creyó que los contenidos privados de su máquina iban a ser revisados por la aduana norteamericana. Pero lo peor de todo es que con el escándalo suscitado por este asunto, fue el mismo departamento de Customs and Border Protection el que puso en alerta a los verdaderos terroristas que puedan estar planeando ingresar a los Estados Unidos con información de importancia para ellos bajo el brazo. Ahora los terroristas ya saben que los contenidos de cualquier máquina pueden ser sujetos a inspección al ingresar a territorio norteamericano, y si necesitan llevar consigo alguna información esta información ya no la van a llevar de forma tal que pueda ser detectada. En efecto, la aduana norteamericana perdió para siempre un elemento poderoso que podría haber utilizado para rastrear y detectar a gente peligrosa para los Estados Unidos, el elemento sorpresa. Y perdió la efectividad de este elemento en un caso que posiblemente ni siquiera valía la pena. Posiblemente no se pusieron a pensar en esto en el aeropuerto de la ciudad de Los Angeles al irse en contra de un ciudadano norteamericano cuyas imágenes fotográficas posiblemente ni siquiera constituyen pornografía infantil (en el caso llevado a cabo en la Corte ante el Juez Dean Pregerson, el gobierno norteamericano no probó que las fotografías fueran pornografía infantil).

Y en lo que respecta a "otros dispositivos electrónicos de almacenamiento digital de datos que porten los extranjeros que pretendan ingresar al país" tales como los dispositivos conocidos como flash drives USB, estos dispositivos son tan pequeños que tan sólo para detectar su presencia sería necesario esculcar a cada persona en todo su cuerpo (a las mujeres habría que desvestirlas y pedirles hasta que se quitaran el sostén) o inclusive estarlas pasando por un aparato de rayos-X en caso de que se hubieran podido introducir uno de estos dispositivos a manera de supositorio médico como lo hacen algunos que intentan introducir drogas ilícitas en territorio norteamericano. Una revisión tan intensa no era efectuada ni siquiera en la Unión Soviética en los tiempos en los que bajo la dictadura totalitaria de Stalin todo lo que hacían y decían todos los ciudadanos era vigilado y observado de cerca por el Estado.

Vista la completa y absoluta inutilidad así como la completa y absoluta impracticalidad de ponerse a revisar todos los contenidos de todas las computadoras laptops así como todos los otros dispositivos de almacenamiento digital de datos que cruzan todos los días por los puentes internacionales, esto con el supuesto fin de detectar terroristas, medidas de dudosa utilidad que sólo le harían innecesariamente la vida más difícil a los muchos estudiantes y empresarios que se ven en la necesidad de cruzar todos los días la frontera entre México y los Estados Unidos, hay algo mucho más efectivo para cazar y capturar terroristas, y esto consiste en hacerlo "a la antigüita", con trabajo inteligente propio del detective astuto, al estilo de Mike Hammer y Sherlock Holmes, vigilando y siguiendo de cerca las actividades de aquellos sospechos de estar involucrados en actividades propias del terrorismo y que puedan en un momento dado cometer un acto terrorista dentro de los Estados Unidos. Inclusive la revisión aleatoria de laptops carece de sentido por las razones ennumeradas arriba. Sin embargo, la revisión esporádica de una laptop cuando se trata de un propietario considerado como un alto riesgo de seguridad posiblemente pueda ser de utilidad, si es que acaso el propietario de la laptop no ha hecho algo como lo que se ha mencionado arriba que puede dificultar enormemente la recuperación de la información, en cuyo caso es mucho más redituable informar a alguna agencia que dicha persona sea seguida y vigilada de cerca una vez que haya ingresado en territorio norteamericano, lo cual es más útil ahora dado el hecho de que como ya se dijo, al publicitar escandalosamente en las primeras planas de los periódicos la intención de llevar a cabo estas revisiones de laptops y medios de almacenamiento electrónico poniendo así a los terroristas en estado de alerta en relación a esta medida, el mismo gobierno norteamericano ya perdió quizá para siempre lo que hubiera sido la extraordinaria efectividad de algo que ahora sólo puede ser considerado como de una casi completa inutilidad.


PIFIA # 2:

Esta joya tiene que ver con una noticia que apareció el 31 de julio de 2008 también en EL DIARIO, cuyo titular es "Instan a indocumentados en Estados Unidos a entregarse". Dentro de la nota tenemos el texto: "Entra en vigor programa piloto de deportación voluntaria. Autoridades migratorias de este país instarán a las personas indocumentadas a entregarse en los centros de detención y obtener deportación voluntaria. Lo anterior fue informado por Julie Meyer, directora del ICE en Estados Unidos". Este programa recibió por nombre "Operación Salida Voluntaria", aunque también es conocido como "Operación de Partida Programada". El programa está dirigido a personas que están en Estados Unidos sin permiso legal para ello, personas que están infringiendo deliberadamente las leyes migratorias de dichos país.

¿Pero en qué cabeza cabe el pensar que una persona que está violando las leyes migratorias se va a entregar voluntariamente ante las autoridades, cuando no la tienen ubicada y cuando ha estado ganando sus dólares, a cambio de que como "premio" a su entrega se le fiche y se le deporte? Esto sería tanto como pedirle a los delincuentes del orden común tales como asaltantes de bancos y robacoches que se presenten y se entreguen voluntariamente ante la comisaría de policía más cercana para confesar sus delitos y tras esto ser detenidos y fichados para posteriormente recibir la pena que les imponga un juez por sus delitos. Ningún departamento de policía en ninguna parte de los Estados Unidos está implementando un programa así porque seguramente tienen cosas más importantes qué hacer con el dinero que de otra manera se gastaría en promocionar en los medios este tipo de programa de "entrega voluntaria".

En realidad, el programa de entrega y salida voluntaria implementado por el ICE sale sobrando porque si los indocumentados que están dentro de Estados Unidos quieren irse, lo pueden hacer en cualquier momento por cuenta propia sin necesidad de acudir ante alguna oficina del ICE para entregarse, sin necesidad de ser fichados, sin necesidad de ser identificados. Si al menos ICE ofreciera alguna ventaja a quienes se entregen voluntariamente para ser deportados, entonces habría algún estímulo, algún incentivo, para acogerse a este tipo de programa. Pero ICE no está ofreciendo ningún atractivo migratorio a los indocumentados que se entreguen; no está ofreciendo beneficios, oportunidad de poder regresar a los Estados Unidos de manera legal en un futuro, o perdonarles el tiempo que permanecieron como ilegales. Los que se acogen a un programa de esta naturaleza tienen todo a perder y nada para ganar.

Los resultados de esta "gran idea" de algún funcionario del ICE que ahora no está muy ansioso por dar la cara están a la vista. El 21 de agosto de 2008 el mismo periódico EL DIARIO reproduciendo información aparecida en el periódico The New York Times imprimió bajo el titular "Fracasa programa de deportación voluntaria de ICE. Se entregan sólo seis indocumentados" el siguiente texto: "Desde el 5 de agosto, fecha en que se lanzó este programa denominado 'Operación de Partida Programada', sólo ha atraído a media decena de participantes. Sí, solo a seis. Sin dejarse apabullar por esta tasa de participación que hasta ahora es del 0.0013 por ciento, los oficiales del ICE manifestaron que no harán ninguna evaluación respecto al destino que tendrá este programa hasta que se concluya este viernes. Esta agencia destinó 50 mil dólares de su presupuesto para realizar anuncios por radio así como publicidad impresa para este programa que se implantó en cinco ciudades, el cual hasta ahora ha costado aproximadamente 8 mil 333 dólares por participante. Este programa se implantó en Charlotte, N.C., Santa Ana, California, San Diego, Chicago y Phoenix. Hasta ahora, sólo una persona de Estonia se reportó ante el ICE en Phoenix. Un guatemalteco y una pareja de hindúes se entregaron voluntariamente a los oficiales del ICE en Chicago, y un salvadoreño se entregó en Charlotte. El único mexicano que participó, se dirigió a los agentes del ICE en San Diego".

Puesto que San Diego es una ciudad que está situada justo en la frontera con México, en la frontera con Tijuana, un mexicano que se encuentre en San Diego sin necesidad de tener que entregarse ante el ICE puede cruzar caminando por su propio pie por el puente internacional ingresando a México por la ciudad de Tijuana. Considerando que la mayor cantidad de indocumentados que hay en los Estados Unidos son mexicanos, sería interesante haberle preguntado a este mexicano sobre las verdaderas razones que tuvo para acudir ante las oficinas del ICE para entregarse; a lo mejor hasta hubiera sido el tema de una película de la vida real.

De cualquier manera, si ICE lo que realmente desea es sacar de los Estados Unidos a todos los inmigrantes indocumentados, podrían hacerlo empezando por visitar los campos agrícolas de entidades como California en donde hay decenas de miles que en estos momentos están en la pizca levantando la cosecha para poner alimentos en la mesa de muchas familias norteamericanas. Podrían también visitar las empacadoras de carne, podrían buscar también en los lugares dedicados a la industria de la construcción; en fin, los lugares usuales. Ciertamente allí van a encontrar muchos más indocumentados que los seis indocumentados que se entregaron bajo el programa de entrega y salida voluntaria, y esto lo pueden hacer en cualquier momento, nadie se los impide, y de hecho la ley no sólo no se los impide sino que inclusive les ordena que lo hagan.


PIFIA # 3:

Quizá la mayor pifia de todas es que, a la vez que se están ahorcando las relaciones internacionales con vecinos inmediatos como México y a la vez que se les está endureciendo el modo de vida a los ciudadanos norteamericanos con medidas de efectividad dudosa para el combate al terrorismo, Estados Unidos está dejando abierta la puerta grande para que se les sigan metiendo terroristas peligrosos leales al mismo individuo responsable por los atentados a las torres gemelas en Nueva York. Y esta puerta grande es nada menos que la inmigración legal de gente proveniente de países árabes.

Los que estrellaron los aviones comerciales en contra de las torres gemelas y el Pentágono en su gran mayoría eran individuos procedentes de Arabia Saudita. Prácticamente la totalidad de los terroristas de la red internacional Al Qaeda son ciudadanos de países musulmanes como Egipto, Yemen, Siria, y otros países de la región. No hay terroristas llegados de Irlanda, Australia, Nueva Zelandia, Suecia, Finlandia o Suiza. Y de esos países musulmanes, desde que se cometieron los atentados terroristas en contra de las torres gemelas, han seguido inmigrando a los Estados Unidos miles y miles de individuos que a diferencia de los residentes mexicanos fronterizos que cuentan con una mica de cruce local que no les sirve para buscar empleo o trabajar o residir en dicho país, estos inmigrantes llegados de países musulmanes son personas con autorización para buscar y obtener empleo en cualquier parte de Estados Unidos, con autorización para moverse y cambiarse de domicilio cuantas veces quieran, con autorización para inscribirse en cualquier escuela de Estados Unidos (los que pilotearon los aviones comerciales que se impactaron contra las torres gemelas y el Pentágono obtuvieron su entrenamiento en escuelas de aviación de Estados Unidos), y con autorización de comunicarse libremente con quien quieran sin impedimento alguno para ello. Ahora bien, si por cada mil árabes que inmigren legalmente al año a los Estados Unidos hay un individuo ultrafanático extremadamente peligroso, un terrorista que ha sabido disfrazar muy bien su fundamentalismo islámico y su odio nato hacia los Estados Unidos, ¿cuántos tipos como estos habrán inmigrado los Estados Unidos desde que se cometieron los atentados terroristas en el 2001? Tomemos en cuenta que ya estamos en el 2008.

En su sistema migratorio, por orden del Congreso, el gobierno norteamericano mantiene un sistema de "cuotas" bajo el cual cada país puede "exportar" a los Estados Unidos una cantidad determinada de sus ciudadanos para que se vayan a vivir en dicho país. La única forma absolutamente segura de garantizarle a los ciudadanos norteamericanos de que no se está inmigrando a ningún terrorista es eliminando por completo la cuota autorizada de inmigrantes para cualquier individuo procedente de cualquier país musulmán. No se permitiría la inmigración bajo ninguna circunstancia de nadie llegado de países como Egipto, Irán, Pakistán, Arabia Saudita, Irak o Kuwait, aunque se hincara de rodillas cantando el himno nacional de los Estados Unidos y aunque se pusiera a ondear la bandera de dicho país afuera del Consulado o la Embajada norteamericana de su adscripción. La cuota autorizada de inmigrantes sería cero, en el pleno sentido matemático de la palabra, dada la magnitud del riesgo que se enfrenta. Pero esto no es lo que está sucediendo en estos momentos. Siguen inmigrando a los Estados Unidos muchos individuos provenientes de países conocidos como semilleros de terroristas, y basta con que uno sólo de ellos sea un terrorista como Mohammed Atta para que al darle entrada se le deje la puerta abierta para que ocasione enorme destrucción y dolor a mucha gente inocente en territorio norteamericano. Al inmigrar a cualquier individuo llegado de cualquiera de estos países, el gobierno norteamericano no cuenta con un "lector de mentes" para poder descubrir casi mágicamente las verdaderas intenciones con las cuales cada inmigrante de un país árabe quiere ingresar a los Estados Unidos, como tampoco sabe lo que ese individuo ha hecho a lo largo de toda su vida desde que nació. Detrás de cada inmigrante legal procedente de un país árabe musulmán, siempre hay la posibilidad de que se esté ocultando un terrorista de lo peor cuyas intenciones sólo serán descubiertas cuando sea demasiado tarde para ello.

Empeorando aún más las cosas está el hecho de que, además de que la cuota de inmigrantes asignada a cada país en donde pululan fundamentalistas musulmanes, cuotas de inmigración que no han sido bajadas a cero, cualquier aspirante a inmigrar a los Estados Unidos puede facilitar sobremanera su entrada con el simple hecho de casarse con una ciudadana norteamericana, porque con ese sólo hecho se situá automáticamente por encima de otras categorías de preferencias tales como la asignada a los profesionistas con título universitario. Esta es la forma fácil y rápida para cualquier terrorista musulmán leal a Al Qaeda de ingresar con documentos legales a los Estados Unidos inclusive aunque no cuente con estudios; simplemente enamora a una norteamericana tonta que no sospeche de sus intenciones, se casa con ella, y entra a los Estados Unidos por la puerta grande. Y este individuo ingresa a los Estados Unidos para matar y sembrar caos y destrucción, a diferencia del jornalero indocumentado mexicano que ingresa con intenciones de trabajar sin hacerle daño a nadie. Así está desproporcionada la balanza.

Como una justificación de las redadas migratorias encausadas en contra de los indocumentados mexicanos que trabajan en los Estados Unidos y del endurecimiento de las cada vez más duras revisiones migratorias en los puentes internacionales, los altos funcionarios del ICE están recurriendo al principal argumento usado en la lucha antiterrorista que dice "Para impedir atentados terroristas, nosotros tenemos que estar correctos el cien por ciento del tiempo. El terrorista sólo tiene que estar correcto una sola vez" (en inglés, esta política atribuída originalmente al primer Secretario de la Oficina de Homeland Security Tom Ridge dice "We have to be right a thousand times a day; the terrorist only has to be right once". Sin embargo, tiene poco sentido estar atornillando con medidas rigoristas a los cientos de miles de mexicanos que se ven en la necesidad de cruzar diariamente hacia los Estados Unidos por los puentes internacionales considerando que Estados Unidos nunca ha sido víctima de atentado terrorista alguno por parte de ningún mexicano procedente de México mientras que al mismo tiempo Estados Unidos está inmigrando por la puerta grande a miles de árabes procedentes de países musulmanes, cualquiera de los cuales puede ser un terroristas en potencia, y a los cuales el gobierno norteamericano no puede estar vigilando las 24 horas del día después de que ya ingresaron a los Estados Unidos.

Esto último se le podría formular como una pregunta directa al Secretario actual de Homeland Security, Michael Chertoff: ¿Pueden usted y la dependencia a su cargo garantizar en forma incondicional y con certeza total, con seguridad absoluta, de que entre los inmigrantes que están llegando en estos momentos a los Estados Unidos procedentes de los países árabes o de países en los que la religión musulmana es la principal, no hay un sólo individuo que pueda ser un terrorista encubierto? No basta con que Michael Chertoff responda con que "la probabilidad es muy baja" de que ello ocurra o de que "no hay forma alguna que de haya más de un terrorista potencial por cada 200 mil personas que inmigren a los Estados Unidos de cualquiera de esos países", porque basta con que un solo terrorista suicida ingrese a los Estados Unidos para que las consecuencias sean catastróficas. En forma similar a como lo dijera Tom Ridge, no es necesario que Osama bin Laden meta legalmente (con documentos como los que el gobierno norteamericano les niega a los jornaleros mexicanos que van a la pizca o a la construcción) a mil ó cien ó inclusive diez terroristas al año a los Estados Unidos para ocasionar un daño incalculable. Le basta con inmigrar uno solo.

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