Precisamente en la Navidad del 25 de diciembre de 2009, una de las fechas mas significativas en el calendario cristiano, sobre todo en la Unión Americana, el mundo entero tuvo noticia de un terrible atentado terrorista que de haber tenido éxito habría enlutado a la nación entera amargando lo que debería ser una de las festividades de mayor gozo en esta época del año, una época en la que se reúnen las familias y las casas se llenan de música de la temporada y adornos multicolores sin faltar el arbolito de Navidad. El atentado terrorista estaba centrado en un nigeriano de nombre Umar Farouk Abdulmutallab, presunto sospechoso de intentar hacer estallar un avión de Delta Airlines (Northwest Airlines) correspondiente al vuelo 253 que viajaba procedente de Amsterdam a Estados Unidos en Navidad con 278 pasajeros a bordo del Airbus 330. De acuerdo con un boletín emitido por los funcionarios antiterroristas, obtenido por la cadena estadounidense CNN, el agresor usó una mezcla de polvo y líquido flamable, pero cuando intentó hacer detonar el artefacto éste falló e hirió a Umar Farouk y a al menos otros dos pasajeros, según informó Delta. El atacante
fue reducido de inmediato y al aterrizar la aeronave fue llevado a sitio seguro para ser interrogado y atendido de sus lesiones.
Desde que se manejó la versión de los petardos se desataron las críticas al sistema de vigilancia aeroportuario, por permitir que un pasajero hubiera podido subir a un avión con ese tipo de artefactos. Pasajeros del vuelo 253 narraron a la agencia Associated Press escenas de horror y dijeron haber escuchado una explosión, tras lo cual pudieron ver humo y fuego. “Escuchamos una pequeña explosión, luego vimos humo, algunas llamas, y gritos. Luego, alguien dijo que el sujeto estaba bajo control”, dijo uno de los pasajeros, quien añadió que todo sucedió muy rápido y el agresor fue reducido en un par de segundos. Otro pasajero describió la situación como “aterradora”. Los testigos coincidieron en que el vuelo se desarrolló de forma normal hasta que el avión estaba a punto de aterrizar, según dijo Elizabeth Isham Cory, vocera de la Administración Federal de Aviación. En un correo electrónico, Cory explicó que fue entonces cuando el piloto declaró una emergencia. El avión aterrizó a las 11:51 hora local.
La razón por la cual se frustró lo que de otra manera hubiera sido un espectacular atentado terrorista además de una severa derrota propagandística en contra de los Estados Unidos a manos de la red terrorista mundial Al Qaeda no se debió a una loable y astuta labor de inteligencia de parte de las agencias gubernamentales creadas exclusivamente para prevenir este tipo de atentados, y ultimadamente tampoco se debió al pasajero holandés que al darse cuenta de lo que el terrorista estaba tratando de hacer se movió de inmediato para salvar su propia vida y las vidas de los demás pasajeros. La razón tuvo que ser, a fin de cuentas, un milagro de la Divina Providencia o un extraordinario evento de buena suerte; al no trabajar el detonante explosivo en la forma para la cual había sido diseñado. Este tipo de eventos, como la bala que se atora en el cañón de una pistola evitándole al encañonado una muerte segura, son eventos estadísticamente raros. Suelen ocurrir de vez en cuando, aunque en forma muy esporádica.
El fallido atentado, el cual libraron los pasajeros seguramente por un acto de benevolencia divina, evidenció las enormes fallas de seguridad mostradas por el personal contratado por el gobierno norteamericano para impedir que personas armadas con explosivos puedan abordar un avión comercial, ya sea un avión comercial dentro de los Estados Unidos o un avión llegado de fuera incursionando a territorio norteamericano. En la revisión del terrorista y sus pertenenecias, los funcionarios aduanales norteamericanos actuaron como unos verdaderos novatos, muy distantes de los super-héroes que nos muestran las películas de acción de Hollywood en las que Rambo, Batman y Dick Tracy son meras ilusiones que los norteamericanos se han inventado a sí mismos para hacerse sentir bien. El explosivo con el cual el terrorista suicida pretendió hacer estallar el avión después de que este hubiese ingresado en territorio norteamericano es un poderoso explosivo conocido como PETN o pentrita, cuya fórmula química estructural es la siguiente:
La pentrita, cuyo nombre químico explícito es tetranitrato de pentaeritritol, es uno de los más explosivos más poderosos que se conocen. Está relacionado con la nitroglicerina y es incluso más sensible a la fricción o a las vibraciones mecánicas que el trinitrotolueno o TNT (mejor conocido como dinamita). La peligrosidad de este explosivo es tal que el terrorista suicida muy bien pudo haber explotado incluso antes de abordar el avión al detonarlo con cualquier movimiento brusco.
De haber tenido éxito el frustrado atentado terrorista, el gobierno norteamericano estaría recibiendo críticas extremadamente duras tanto dentro como fuera, en virtud de que el fallido terrorista ya había sido boletinado por su propio padre como una amenaza potencial, advertencia que fue ignorada y por cuya omisión los funcionarios responsables de dar seguimiento a este tipo de amenazas ya habrían sido despedidos por su ineptitud. En efecto, Mutallab fue identificado por su padre, Alhaji Umar Mutallab, hasta hace poco presidente del First Bank PLC, uno de los bancos más importantes de Nigeria, y de acuerdo con la cadena de noticias CNN, el propio Alhaji había contactado hace unos tres meses antes del atentado a la embajada estadounidense en Nigeria para externar su preocupación por lo que llamó “radicalización” de su hijo, versión que fue confirmada poco después por un funcionario de la administración Obama.
Dos días después, intentando justificar la ineptitud de la dependencia a su cargo, la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, dijo que no había indicios de que el frustrado atentado hubiera sido parte de un plan mayor, y que sería “inapropiado” especular sobre los nexos del terrorista suicida con al-Qaeda, y encima de estas justificantes Napolitano fue más lejos al afirmar en comparecencias televisivas que la seguridad de los viajeros era sólida, agregando y reclamando para sí méritos que no le corresponden a la dependencia a su cargo: “Este fue un individuo entre miles que vuelan y miles de vuelos cada año. Fue frenado antes que sucediese algo. Creo que lo importante es reconocer que una vez ocurrió el incidente, todo lo que debía suceder sucedió”. En efecto, fue frenado, pero por la mano directa del Altísimo o por un espectacular golpe de buena suerte que nada tiene que ver con la ineptitud mostrada por los funcionarios bajo su mando que prefirieron callar antes de hacer más gruesa la lista de los pretextos y las excusas dadas por su jefa máxima.
Una funcionaria del rango de Janet Napolitano debería de saber mejor que nadie que un explosivo tan potente como la pentrita no se puede comprar en una tienda de abarrotes o una farmacia, el explosivo necesariamente se le tuvo que haber proporcionado al terrorista suicida de manos de una organización terrorista con los recursos y los nexos para obtener este tipo de materiales en el mercado negro. Por otra parte, la selección de la fecha del 25 de diciembre, precisamente el día de la Navidad, para llevar a cabo el atentado y enlutar a toda una nación precisamente ese día, no pudo haber sido fruto de la casualidad; todo desde el principio hasta el final solo pudo haber sido el resultado de una planeacion inteligente montada por una organización multinacional dedicada a la ejecución de atentados terroristas de alto impacto. Además de esto, el hecho de que el terrorista estaba dispuesto a morir en la comisión del atentado tiene tan claramente las marcas de Al Qaeda como los atentados terroristas suicidas que mandaron abajo las torres gemelas en Nueva York. Y también en el caso de las torres gemelas hubo información importante que fue pasada por alto y que no fue compartida por las dependencias gubernamentales norteamericanas que hubiera impedido la consumación de los atentados terroristas suicidas del 11 de septiembre de 2001.
Al día siguiente del atentado terrorista que no pudo llevarse a cabo por meras circunstancias fortuitas del destino, no sólo Janet Napolitano se vió obligada a reconocer que en efecto hubo una gravísima e incluso imperdonable falla en los sistemas de seguridad para impedir el ingreso de terroristas extremistas a territorio norteamericano, sino que el mismo Presidente norteamericano Barack Obama aceptó responsabilidad a nombre de su gobierno diciendo que las “deficiencias” en el sistema impidieron que las advertencias que realizó a las agencias de inteligencia el padre de Abdulmutallab fueran procesadas correctamente y, por tanto, hicieran saltar las alarmas cuando el joven se subió al avión. “Hubo una mezcla de errores humanos y sistémicos que contribuyeron a esta potencialmente catastrófica brecha de seguridad”, dijo Obama en una alocución desde Hawai, donde pasó sus vacaciones navideñas, reiterando que había ordenado una revisión de los fallos en la elaboración y manejo de la lista de sospechosos de terrorismo que tiene el gobierno federal, así como en el sistema de control que se aplica a los viajeros en los aeropuertos.
En respuesta al fallido atentado, el presidente Obama le hizo al Departamento de Seguridad Interior la pregunta muy concreta de saber cómo alguien con una cosa tan peligrosa como la pentrita se pudo haber subido a un avión, y mientras no se tenga una respuesta satisfactoria a esta pregunta todos los viajeros en vuelos comerciales norteamericanos seguirán poniendo en riesgo sus vidas cada vez que se suben a un avión. Aunque posiblemente la secretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano está haciendo lo mejor que puede para evitar que cunda el pánico, no se antoja factible que con meros pretextos y justificantes alejadas de la realidad le pueda devolver la confianza a los pasajeros de vuelos norteamericanos.
Unas 4 mil personas tienen prohibido viajar a Estados Unidos, y otras 13 mil deberían obligatoriamente ser sometidas a controles reforzados. Abdulmutallab, de 23 años, se encontraba en otra lista de 18 mil personas desde que su padre avisó el mes pasado a funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Abuja sobre el creciente radicalismo de su hijo, y pese a ello retuvo su visa estadounidense obtenida en 2008, una visa que jamás se le debería de haber otorgado después de las denuncias interpuestas por su propio padre ante los representantes del gobierno norteamericano, denuncias que fueron desoídas y por lo cual 278 pasajeros por poco pierden su vida.
Como si no fuese poco el hecho de que el terrorista suicida había sido puesto ya el descubierto por su propio padre, el gobierno británico confirmó que el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab figuraba en una “lista de vigilancia” en el Reino Unido. El ministro británico del Interior, Alan Johnson, corroboró ese extremo un día después de que fuentes gubernamentales declararan a la agencia local AP que las autoridades de este país denegaron este año un visado a Abdulmutallab. En pocas palabras, las autoridades británicas hicieron justo lo que las autoridades norteamericanas deberían de haber hecho. El terroristas suicida Abdulmutallab acabó el pasado año (2008) un curso de ingeniería en el londinense University College London (UCL), donde estudió de 2005 a 2008, y solicitó un nuevo visado. Sin embargo, la Agencia de Fronteras del Reino Unido rechazó la petición tras comprobar que el presunto terrorista quería el visado para matricularse en un curso falso. Por ese motivo, el presunto terrorista pasó a engrosar una “lista de vigilancia” de personas que tienen prohibida la entrada en territorio británico. “Si estás en una lista de vigilancia, no puedes entrar en este país. Puedes pasar por este país si estás de tránsito hacia otro país, pero no puedes entrar en este país”, explicó el titular del ramo a la cadena pública británica BBC. Johnson señaló que las autoridades estadounidenses deberían, en teoría, haber sido informadas de la presencia del nigeriano en la lista de observación británica. Asimismo, el ministro remarcó que estaría “muy sorprendido” si se hubiera producido algún fallo de comunicación entre Estados Unidos y el Reino Unido, ya que ambos países comparten información de manera rutinaria en materia de seguridad.
Más allá de este atentado terrorista suicida subyace una posibilidad más aterradora. Así como Umar Farouk se pudo haber hecho estallar exitosamente a sí mismo justo cuando el avión estaba a punto de aterrizar ocasionando el desplome de la nave sobre áreas pobladas y matando aún más gente que la que podría haber muerto si el avión hubiese explotado en el aire al estar volando sobre el océano Atlántico, del mismo modo Umar Farouk pudo haber abordado el avión con instrucciones de esperar a desembarcar en territorio norteamericano para perderse entre la multitud a la espera de órdenes nuevas para causar así un daño todavía mucho mayor ya sea destruyendo una presa o haciendo volar una central nuclear. De hecho, es muy posible que ya estén en estos momentos en territorio norteamericano terroristas islámicos suicidas cuyas órdenes fueron llegar hasta territorio norteamericano para perderse después entre la multitud. Con tan sólo diez terroristas al año que la red terrorista Al Qaeda haya estado metiendo en territorio norteamericano tras los ataques con los que fueron derribadas las torres gemelas en Nueva York, todos ellos habiendo ingresado legalmente en los Estados Unidos con una visa legal expedida por un funcionario consular norteamericano, en estos momentos habría por lo menos 80 terroristas dispuestos a todo, incluyendo matarse a ellos mismos, causando una ola terrible de destrucción a su paso, y es muy posible que ya los haya. Este tipo de terroristas que estén ya en territorio norteamericano a la espera de recibir órdenes superiores de acuerdo a un plan de ataque son conocidos como “células durmientes”, y la posibilidad de tal presencia enemiga en territorio norteamericano está desatando una verdadera psicosis.
Entre las preguntas aún pendientes y a la cual todos los norteamericanos quisieran tener una respuesta concreta está el nombre del funcionario consular norteamericano que le autorizó y le firmó su visa de ingreso a territorio norteamericano a Umar Farouk cuando a este individuo se le debería haber aplicado el mismo trato que se les dá a muchos mexicanos a quienes se les niega la “visa láser” en los consulados norteamericanos en México por razones mucho más baladíes. Si les niegan miles de visas de turistas a mexicanos pudientes de clase media e inclusive clase media alta al tenerse la más mínima sospecha de que pudiera tratarse de individuos cuyas intenciones son quedarse a trabajar en territorio norteamericano, ¿cómo pueden explicar en cambio que sí se la den a individuos cuyas intenciones son matar norteamericanos por centenares?
Por la fecha en la que fue expedida y el lugar en donde expedida la visa consular de ingreso de Umar Farouk a los Estados Unidos, saber el nombre de dicho funcionario es cosa de unos cuantos minutos, aunque hasta la fecha su identidad sigue siendo protegida y es posible que el pueblo norteamericano jamás sepa el nombre de tal funcionario.
Lo sucedido tiene cierta repercusión en la ciudad en la que yo vivo, por ser una ciudad fronteriza con los Estados Unidos. A raíz de los atentados en contra de las torres gemelas, el gobierno norteamericano endureció el cruce de mexicanos hacia los Estados Unidos convirtiéndolo en un verdadero calvario en el cual hay que estar haciendo filas de dos y hasta cuatro horas para poder ingresar de México a territorio norteamericano, una acción draconiana en detrimento no sólo de la economía de las ciudades fronterizas mexicanas sino también las ciudades fronterizas norteamericanas en virtud del alto grado de interconexión que había entre ambas economías antes de los atentados terroristas a las torres gemelas, una interdependencia fomentada a raíz del Tratado de Libre Comercio que fue una iniciativa del mismo gobierno norteamericano. Antes de los atentados a las torres gemelas, cruzar de México hacia los Estados unidos era algo que no tardaba más de media hora, y en las mismas oficinas de cruce fronterizo el Departamento de Inmigración proporcionaba sin costo alguno a los mexicanos sus visas de cruce local con sólo demostrar ante los funcionarios norteamericanos el no contar con antecedentes penales en México y el tener un empleo seguro y estable en México. Pero después de los atentados se nos obligó a todos los mexicanos residentes en la franja fronteriza el tener que ir a tramitar ante los Consulados norteamericanos en México esa visa de cruce local conocida como “visa láser” por la cual hay que pagar un costo de 130 dólares, dinero que no es reembolsado si la visa es negada (y le ha sido negada a miles y miles de residentes fronterizos).
El endurecimiento de las revisiones migratorias norteamericanas en contra de todos los mexicanos que cruzan la frontera ya sea para ir de compras o para visitar a algún familiar (yo tengo a dos hermanos viviendo en los Estados Unidos) se justificaría si algún terrorista hubiese ingresado en el pasado a los Estados Unidos utilizando para ello la frontera de los Estados Unidos con México. Sin embargo, todos los terroristas suicidas que mandaron abajo a las torres gemelas fueron gente de Medio Oriente que no ingresaron por México, ingresaron en avión con visados expedidos por Embajadas norteamericanas. El mismo terrorista que pudo haber enlutado a Estados Unidos el 25 de diciembre de 2009 estaba en camino hacia los Estados Unidos no cruzando a través de la frontera con México sino en un vuelo comercial expedido por las autoridades norteamericanas pese a las advertencias que tenían sobre el mismo. De hecho, todos los terroristas árabes que hasta la fecha han ingresado a los Estados Unidos lo han hecho ya sea en vuelos procedentes de Europa o a través de la frontera con Canadá en donde los norteamericanos no han implementado aún las duras revisiones que hoy le están aplicando a todos los mexicanos.
En vista de que no ha habido un solo terrorista suicida que haya ingresado en territorio norteamericano desde México, ¿cómo se justifica entonces el calvario al que han sido sometidos millones de mexicanos como consecuencia de las revisiones migratorias endurecidas tras los atentados terroristas de 2001? ¿Cómo se justifica el negarle a muchos mexicanos la visa para poder visitar familiares en los Estados Unidos o ir de compras y en cambio si se le otorga a un tipo que planea hacer estallar un avión comercial en territorio norteamericano con 278 pasajeros a bordo? ¿Cómo se justifican los billones y billones de revisiones exhaustivas que se han llevado a cabo desde entonces en contra de los mexicanos pese a que el mismo gobierno norteamericano ha proclamado siempre una política de “buena vecindad”, viendo detrás del rostro de cada mexicano un terrorista suicida en potencia? Esto es lo que ha causado la impresión entre muchos mexicanos de que el gobierno norteamericano, al no haber podido aprehender al verdadero culpable de los atentados a las torres gemelas a ocho años de distancia de los atentados, está desquitando su odio y su coraje en contra de sus vecinos indefensos que no tuvieron ni han tenido jamás participación alguna en estos atentados terroristas suicidas, aunque tal venganza substituta vaya en contra de la economía de sus propias ciudades fronterizas norteamericanas con las cuales las hermanas gemelas mexicanas gozaban una prosperidad común que hoy es cosa del pasado.
Si las verdaderas razones para las duras revisiones migratorias norteamericanas que obligan a millares de mexicanos cada día a tener sus vehículos automotores parados pero con el motor andando dos, tres, o cuatro horas (lo cual deteriora considerablemente a los vehículos) y a los peatones parados en largas filas son el impedir el ingreso de drogas a los Estados Unidos viendo detrás del rostro de cada mexicano a un narcotraficante en potencia, no creo que esta política esté dando resultado alguno que valga la pena mencionar puesto que el consumo anual de drogas entre la población norteamericana no ha disminuído en estos últimos ocho años pese a las revisiones exhaustivas, por el contrario, ha aumentado; y francamente no creo que las grandes toneladas de heroína y cocaína requeridas para alimentar el enorme consumo anual norteamericano de drogas ilícitas estén siendo cruzadas precisamente por las garitas de cruce internacional en donde los traficantes saben que se están llevando a cabo revisiones durísimas. Y si el objetivo es neutralizar la amenaza terrorista que representa Al Qaeda, más le serviría al gobierno norteamericano el desviar una parte de los recursos usados actualmente para hacerle la vida imposible a los mexicanos (y también a los norteamericanos) que tienen que cruzar diariamente la frontera con los Estados Unidos, hacia Pakistán y Afganistán que es en donde se encuentra la verdadera amenaza. Allí es donde tienen a su verdadero enemigo. Pueden seguir haciendo lo que han estado haciendo hasta el día de hoy, despilfarrando sus recursos en donde no van a encontrar a ningún terrorista. Pero deberían de tomar en cuenta que tal vez el próximo atentado terrorista suicida sí será un atentado exitoso, y de nada les servirá el echarle la culpa a los mexicanos de ello porque seguramente se tratará de un individuo que ingresó a los Estados Unidos con una visa legal expedida por el mismo gobierno norteamericano en algún otro lado del mundo.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
lunes, 14 de diciembre de 2009
Fanatismo futbolero
No tengo nada en contra de ningún deporte. Los mismos médicos recomiendan practicar diariamente algún deporte, así sea una breve caminata diaria, ya que las estadísticas demuestran que una persona que lleva una vida activa tiene mayores expectativas de vida que una persona que lleva una vida sedentaria. Cualquier deporte, trátese de gimnasia, basketball, beisbol, natación, en fin, el que sea, siempre es y será una distracción sobre todo para las juventudes para alejarlas de los vicios y de las drogas.
Pero cuando se pone a algún deporte por encima de todo lo demás, inclusive sobre la vida social de un individuo, inclusive sobre la atención que le debería de estar dando a su pareja, sobre su propio trabajo e inclusive sobre la misma religión, sobredimensionándolo como la principal y más importante razón para vivir, algo no debe andar muy bien en la cabeza de tal individuo aunque no se dé cuenta de ello.
Esto viene a colación de lo que viene ser un fanatismo desmedido, prohijado por las televisoras de México que constantemente están repitiendo y están dale y dale a todas horas del día con su tenaz insistencia de que no puede haber absolutamente nada por encima del futbol soccer. Habiendo tantos problemas graves en México que requieren de atención constante e inmediata, tal parece que lo único que realmente importa para las televisoras y sus televidentes aficionados al futbol es el partido dominical de futbol. Para ellos, el futbol es la razón que justifica la existencia, sin el futbol la vida carece de sentido, el objetivo de toda la Creación fue permitir la creación de canchas de futbol, permitir el entrenamiento de futbolistas famosos, y la meta sublime de la Creación es la anotación de goles. Para eso fue creado el hombre, para hacer y ver futbol. El mundo se puede estar desbaratando afuera, el planeta se nos puede estar yendo de las manos porque no estamos dispuestos todos a cambiar nuestro modo y nuestro estilo de vida, los terroristas musulmanes pueden estar haciendo de las suyas, las nuevas epidemias causadas por cepas nuevas de virus como la influenza A H1N1 y como el SIDA pueden estarse constituyendo en una amenaza a la misma supervivencia del hombre, pero nada de esto importa en lo absoluto cuando ha llegado la hora de encerrarse en la sala de la casa para estar pegado a la pantalla de televisión viendo ese partido de futbol que se estuvo esperando con ansiedad el día entero. 6 mil millones de años de evolución tuvieron como único objetivo el hacer posible el futbol, y sin el futbol la vida carece de explicación. De este modo, los fanáticos del futbol parecen haber resuelto de una vez por todas el viejo dilema filosófico de qué es el hombre, para qué fue creado el hombre si es que fue creado por un ser supremo, cuál es el verdadero significado de la vida. Este pedazo de sabiduría por el que en otros tiempos millares de seres humanos se enclaustraban en un monasterio para dedicarse a una vida entera de reflexión parece estar resuelto por los fanáticos del futbol: todo el Universo gira en torno al futbol, y si el futbol no existiera nada, ni los planetas, ni las galaxias, ni las estrellas, tendrían sentido alguno.
Faltando medio año para la celebración del Mundial de Futbol en Sudáfrica en el 2010, las televisoras, sobre todo Televisión Azteca, están promocionando ya la competencia deportiva como si fuese algo mil veces superior inclusive a las mismas Olimpiadas, y están anunciando que harán sentir su presencia en Sudáfrica con los mayores equipos técnicos de transmisión en vivo de los partidos, la mayor cantidad de comentaristas deportivos, en fin, nada ni nadie igualará a las televisoras mexicanas en su cobertura del Mundial de Futbol en Sudáfrica, y para ello están alimentando ya la manía repitiendo noche y día, noche y día, semana tras semana, mes tras mes: ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL!
Esta obsesión por el futbol que se dá en México posiblemente no se dá en ningún otro país, excepto tal vez en Brasil, pero en Brasil tienen muy buenas razones para ello: han tenido a estrellas como Pelé y Ronaldo, y son pentacampeones mundiales. El 1 de julio de 2002 Brasil alcanzó su quinto título del mundo, alcanzó el primer campeonato del Tercer Milenio y ratificó que en el fútbol es "el más grande" a través de los siglos, porque usó los pies y el cerebro para superar a otros, como su vencido Alemania, que empleó la potencia física y el alma. En cambio en México, las vergüenzas deportivas exhibidas tanto dentro de México como fuera de México en competencias internacionales no deberían dar mucho en qué festejar por anticipado. Y aunque antes de cada competencia internacional las televisoras mexicanas se encargan de ir subiendo las expectativas y las esperanzas de los aficionados mexicanos a niveles irreales haciéndoles creer que "ahora sí" México le ganará en la cancha de futbol a otros países como Brasil, España, Alemania, Francia y Argentina metiéndoles tremendas golizas a todos los demás para traerse la copa mundial a casa, como si fuese un rito ineludible y obligatorio de creación de expectativas, al final del día solo hay caras tristes y aficionados profiriendo todo tipo de maldiciones en contra de la Selección Nacional y en contra del entrenador técnico como si ellos fuesen los culpables del delito de alta traición, esto mientras se apacigüan las cosas y viene la siguiente competencia para la cual las televisoras se encargarán de crear nuevas e irreales expectativas, repitiendo lo mismo una y otra y otra vez hasta que ocurran las siguiente derrotas, una historia que se repite hasta cansancio sin utilidad verdadera para México como nación.
En otros países, y me refiero a los países campeones, hay entusiasmo y pasión por este deporte, sin embargo no tienen el fanatismo excesivo generado en México por el abuso de las televisoras. En Irlanda, en Corea del Sur, en Nigeria, en fin, en la gran mayoría de los países, el futbol es visto como una distracción para pasar el tiempo divirtiéndose mientras se lleva a cabo el partido, pero una vez terminado el partido todos regresan a sus vidas de siempre sin estar pensando en dicho deporte noche y día como si fuese lo único en este mundo y en este Universo. Para ellos el futbol soccer es lo que debe ser, un juego, más no la razón fundamental que debe mover a todo un pueblo bajo una causa común, ya que hay otras cosas más importantes. Excepto, claro está, en México.
Lo que ocurre en México, la pasión excesiva por el futbol que se ve y se vive en México, que no se ve y se vive en otros países, posiblemente sea una consecuencia del escapismo de muchos mexicanos ocultando un complejo de inferioridad que resulta difícil de ocultar, un complejo de inferioridad ante la impotencia de poder enfrentar muchos problemas añejos entre la sociedad mexicana. El término 'escapismo' está reservado para aquellos que pasan una excesiva cantidad de tiempo lejos de la vida real hasta el punto en que parecen estar tratando de escapar de ella. Tradicionalmente considerado un extremo, el escapismo se está convirtiendo gradualmente en la norma para mucha gente en México, y la pasión por el futbol soccer alimentada por las televisoras ha llevado este fenómeno hasta niveles francamente preocupantes. El escapismo no se define por el comportamiento en sí sino por su motivación. Cualquier cosa, desde el deporte hasta la moda o el sexo, puede convertirse en una actividad escapista. Ciertas opciones escapistas están socialmente aceptadas, como el consumismo y el culto de las celebridades; otras, como el uso recreativos de drogas, no lo están. La tecnología moderna moderna ha traído consigo la cultura digital - la televisión, el cine, video juegos cada vez más realistas y realidades virtuales que proveen experiencias escapistas con alto grado de inmersión. Los medios de escapismo se han vuelto cada vez más variados en las últimas décadas, pero la fascinación por los detalles se mantiene muy popular. En última instancia, la forma de escapismo es relativamente poco importante. Su raíz es la incapacidad de establecer relaciones importante con otra gente en el mundo real, y se relaciona genéricamente con sentimientos de culpa, impotencia, o falta de sentido.
Un ejemplo de los grados de fanatismo futbolero y escapismo que han sido alimentado por las televisoras en México es un spot de Televisión Azteca que trata de un mexicano para el cual lo único y lo más importante en su vida es el futbol. Después del futbol, la segunda cosa más importante en su vida es su esposa, casi tan importante como el futbol. Pero la razón por la cual su esposa es casi tan importante como el futbol es porque a ella también le gusta el futbol. Eso es lo que le dá valor a su esposa. Es la razón por la que se casó con ella. La mujer del tipo posiblemente ni siquiera sabe cómo cocinar una torta de huevos, posiblemente no sabe ni siquiera quién fue Cristóbal Colón y posiblemente solo puede sumar hasta veinte si es que no tiene los zapatos puestos. Pero todo ello se le perdona, porque ella también AMA el futbol. No sólo le gusta el futbol, sino que lo AMA,al igual que su esposo. Naturalmente, los dos se aman el uno al otro... pero después del futbol. El tipo cuando se persigna con la señal de la cruz lo hace con una pelota de futbol en su mano porque de no hacerlo así tal cosa sería un verdadero sacrilegio, máxime si el hombre fue creado para jugar o por lo menos ver futbol por televisión, y su esposa inclusive cuando se acuesta en la cama con él se duerme con la camisa de futbol puesta, porque el tipo encuentra a su esposa mucho más atractiva si se duerme con él con esa camiseta de futbol puesta que si se durmiera con un baby doll transparente o con lencería parisina erótica. Si no fuera por el futbol, el tipo de seguro jamás se habría casado con ella, porque el futbol es lo que los une, las vidas de ambos giran en torno al futbol, el futbol es lo que justifica la existencia de ambos, es lo que les dá una razón para vivir. Si el país se está hundiendo, si amenazan con cerrar la empresa donde trabaja el tipo, si no hay dinero para pagar la renta del departamente, si les acaban de robar el automóvil que estaba estacionado afuera de la casa, todo eso puede esperar porque lo importante es tener toda la atención puesta en el futbol mientras dure cada partido. La esposa del tipo, a la cual llama su princesa porque una mujer que ama el futbol es una princesa, de vez en cuando suelta por su boca una que otra maldición, y se para de cabeza si al equipo de ambos le anotan por error un gol, pero ella es lo más valioso que pueda haber en todo este mundo porque ella entiende muy bien que su esposo ama el futbol, inclusive antes que a ella, y eso es todo lo que importa, y Televisión Azteca repite diariamente este spot aunque falte medio año para la celebración del Mundial de Futbol porque lo importante es continuar alimentando el fanatismo creando expectativas irreales hasta que haya terminado el Mundial de Futbol en Sudáfrica y los jugadores así como el director técnico vuelvan a México para que les estén profiriendo todo tipo de pestes y maldiciones por varios meses por no haberse traído la copa mundial como se esperaba de ellos, con el comentarista de Televisión Azteca José Ramón Fernández dando todo tipo de explicaciones del por qué falló tan atrozmente la selección nacional en la importante misión de salvar la honra de México, esto mientras se hacen los preparativos para el siguiente torneo mundial de futbol y se repita la misma historia por desgastada que esté. Esta repetición de lo mismo una y otra vez sin que los aficionados se den cuenta de que están atrapados en un círculo vicioso que año tras año, mes tras mes, semana tras semana y día tras día los sigue llevando al mismo lugar, me recuerda a las ardillas enjauladas que tienen a su disposición un tamborcito giratorio dentro del cual se meten y empiezan a correr, corriendo a veces muy rápido, pero sin moverse jamás del mismo lugar en que se encuentran como si estuviesen cumpliendo una condena, aunque en el caso de los fanáticos del futbol soccer la condena ha sido una cosa que han aceptado voluntariamente y con la cual parece que quieren vivir hasta el final de sus días.
La letra de la canción utilizada por Televisión Azteca para seguir alimentando el fanatismo futbolero de sus televidentes, que según tengo entendido es cantada por Diego Armando Maradona, va como sigue:
http://www.youtube.com/watch?v=RO1aHmA5ayA&eurl=
De cualquier manera, en otros lugares del mundo hay también pasión fanática por otros deportes, no necesariamente el futbol soccer, que casi iguala (pero no del todo) la pasión desmedida y hasta cierto punto injustificada por el futbol en México, como en los Estados Unidos, en donde justo en esta temporada decembrina están en su apogeo los torneos del futbol americano, con las grandes estrellas de equipos como los Acereros de Pittsburgh y los Vaqueros de Dallas acaparando la atención en las eliminatorias mientras llega el día del "Super Tazón" en el que se decidirá quien es el campeón indiscutible de la NFL (National Futbol League) de los Estados Unidos en un evento en el que cada segundo de los comerciales de medio tiempo por televisión será vendido a sumas multimillonarias por la gran cantidad de telespectadores que se sabe estarán pegados a sus televisores viendo el juego ese día. No dudo que ese día, y durante el tiempo que dure el partido final, habrá norteamericanos para los cuales ese evento será la razón que explica la existencia del hombre, la razón por la cual fue creado el Universo, la razón de ser de todas las cosas habidas y por haber. Al igual que en México.
Pero cuando se pone a algún deporte por encima de todo lo demás, inclusive sobre la vida social de un individuo, inclusive sobre la atención que le debería de estar dando a su pareja, sobre su propio trabajo e inclusive sobre la misma religión, sobredimensionándolo como la principal y más importante razón para vivir, algo no debe andar muy bien en la cabeza de tal individuo aunque no se dé cuenta de ello.
Esto viene a colación de lo que viene ser un fanatismo desmedido, prohijado por las televisoras de México que constantemente están repitiendo y están dale y dale a todas horas del día con su tenaz insistencia de que no puede haber absolutamente nada por encima del futbol soccer. Habiendo tantos problemas graves en México que requieren de atención constante e inmediata, tal parece que lo único que realmente importa para las televisoras y sus televidentes aficionados al futbol es el partido dominical de futbol. Para ellos, el futbol es la razón que justifica la existencia, sin el futbol la vida carece de sentido, el objetivo de toda la Creación fue permitir la creación de canchas de futbol, permitir el entrenamiento de futbolistas famosos, y la meta sublime de la Creación es la anotación de goles. Para eso fue creado el hombre, para hacer y ver futbol. El mundo se puede estar desbaratando afuera, el planeta se nos puede estar yendo de las manos porque no estamos dispuestos todos a cambiar nuestro modo y nuestro estilo de vida, los terroristas musulmanes pueden estar haciendo de las suyas, las nuevas epidemias causadas por cepas nuevas de virus como la influenza A H1N1 y como el SIDA pueden estarse constituyendo en una amenaza a la misma supervivencia del hombre, pero nada de esto importa en lo absoluto cuando ha llegado la hora de encerrarse en la sala de la casa para estar pegado a la pantalla de televisión viendo ese partido de futbol que se estuvo esperando con ansiedad el día entero. 6 mil millones de años de evolución tuvieron como único objetivo el hacer posible el futbol, y sin el futbol la vida carece de explicación. De este modo, los fanáticos del futbol parecen haber resuelto de una vez por todas el viejo dilema filosófico de qué es el hombre, para qué fue creado el hombre si es que fue creado por un ser supremo, cuál es el verdadero significado de la vida. Este pedazo de sabiduría por el que en otros tiempos millares de seres humanos se enclaustraban en un monasterio para dedicarse a una vida entera de reflexión parece estar resuelto por los fanáticos del futbol: todo el Universo gira en torno al futbol, y si el futbol no existiera nada, ni los planetas, ni las galaxias, ni las estrellas, tendrían sentido alguno.
Faltando medio año para la celebración del Mundial de Futbol en Sudáfrica en el 2010, las televisoras, sobre todo Televisión Azteca, están promocionando ya la competencia deportiva como si fuese algo mil veces superior inclusive a las mismas Olimpiadas, y están anunciando que harán sentir su presencia en Sudáfrica con los mayores equipos técnicos de transmisión en vivo de los partidos, la mayor cantidad de comentaristas deportivos, en fin, nada ni nadie igualará a las televisoras mexicanas en su cobertura del Mundial de Futbol en Sudáfrica, y para ello están alimentando ya la manía repitiendo noche y día, noche y día, semana tras semana, mes tras mes: ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL!
Esta obsesión por el futbol que se dá en México posiblemente no se dá en ningún otro país, excepto tal vez en Brasil, pero en Brasil tienen muy buenas razones para ello: han tenido a estrellas como Pelé y Ronaldo, y son pentacampeones mundiales. El 1 de julio de 2002 Brasil alcanzó su quinto título del mundo, alcanzó el primer campeonato del Tercer Milenio y ratificó que en el fútbol es "el más grande" a través de los siglos, porque usó los pies y el cerebro para superar a otros, como su vencido Alemania, que empleó la potencia física y el alma. En cambio en México, las vergüenzas deportivas exhibidas tanto dentro de México como fuera de México en competencias internacionales no deberían dar mucho en qué festejar por anticipado. Y aunque antes de cada competencia internacional las televisoras mexicanas se encargan de ir subiendo las expectativas y las esperanzas de los aficionados mexicanos a niveles irreales haciéndoles creer que "ahora sí" México le ganará en la cancha de futbol a otros países como Brasil, España, Alemania, Francia y Argentina metiéndoles tremendas golizas a todos los demás para traerse la copa mundial a casa, como si fuese un rito ineludible y obligatorio de creación de expectativas, al final del día solo hay caras tristes y aficionados profiriendo todo tipo de maldiciones en contra de la Selección Nacional y en contra del entrenador técnico como si ellos fuesen los culpables del delito de alta traición, esto mientras se apacigüan las cosas y viene la siguiente competencia para la cual las televisoras se encargarán de crear nuevas e irreales expectativas, repitiendo lo mismo una y otra y otra vez hasta que ocurran las siguiente derrotas, una historia que se repite hasta cansancio sin utilidad verdadera para México como nación.
En otros países, y me refiero a los países campeones, hay entusiasmo y pasión por este deporte, sin embargo no tienen el fanatismo excesivo generado en México por el abuso de las televisoras. En Irlanda, en Corea del Sur, en Nigeria, en fin, en la gran mayoría de los países, el futbol es visto como una distracción para pasar el tiempo divirtiéndose mientras se lleva a cabo el partido, pero una vez terminado el partido todos regresan a sus vidas de siempre sin estar pensando en dicho deporte noche y día como si fuese lo único en este mundo y en este Universo. Para ellos el futbol soccer es lo que debe ser, un juego, más no la razón fundamental que debe mover a todo un pueblo bajo una causa común, ya que hay otras cosas más importantes. Excepto, claro está, en México.
Lo que ocurre en México, la pasión excesiva por el futbol que se ve y se vive en México, que no se ve y se vive en otros países, posiblemente sea una consecuencia del escapismo de muchos mexicanos ocultando un complejo de inferioridad que resulta difícil de ocultar, un complejo de inferioridad ante la impotencia de poder enfrentar muchos problemas añejos entre la sociedad mexicana. El término 'escapismo' está reservado para aquellos que pasan una excesiva cantidad de tiempo lejos de la vida real hasta el punto en que parecen estar tratando de escapar de ella. Tradicionalmente considerado un extremo, el escapismo se está convirtiendo gradualmente en la norma para mucha gente en México, y la pasión por el futbol soccer alimentada por las televisoras ha llevado este fenómeno hasta niveles francamente preocupantes. El escapismo no se define por el comportamiento en sí sino por su motivación. Cualquier cosa, desde el deporte hasta la moda o el sexo, puede convertirse en una actividad escapista. Ciertas opciones escapistas están socialmente aceptadas, como el consumismo y el culto de las celebridades; otras, como el uso recreativos de drogas, no lo están. La tecnología moderna moderna ha traído consigo la cultura digital - la televisión, el cine, video juegos cada vez más realistas y realidades virtuales que proveen experiencias escapistas con alto grado de inmersión. Los medios de escapismo se han vuelto cada vez más variados en las últimas décadas, pero la fascinación por los detalles se mantiene muy popular. En última instancia, la forma de escapismo es relativamente poco importante. Su raíz es la incapacidad de establecer relaciones importante con otra gente en el mundo real, y se relaciona genéricamente con sentimientos de culpa, impotencia, o falta de sentido.
Un ejemplo de los grados de fanatismo futbolero y escapismo que han sido alimentado por las televisoras en México es un spot de Televisión Azteca que trata de un mexicano para el cual lo único y lo más importante en su vida es el futbol. Después del futbol, la segunda cosa más importante en su vida es su esposa, casi tan importante como el futbol. Pero la razón por la cual su esposa es casi tan importante como el futbol es porque a ella también le gusta el futbol. Eso es lo que le dá valor a su esposa. Es la razón por la que se casó con ella. La mujer del tipo posiblemente ni siquiera sabe cómo cocinar una torta de huevos, posiblemente no sabe ni siquiera quién fue Cristóbal Colón y posiblemente solo puede sumar hasta veinte si es que no tiene los zapatos puestos. Pero todo ello se le perdona, porque ella también AMA el futbol. No sólo le gusta el futbol, sino que lo AMA,al igual que su esposo. Naturalmente, los dos se aman el uno al otro... pero después del futbol. El tipo cuando se persigna con la señal de la cruz lo hace con una pelota de futbol en su mano porque de no hacerlo así tal cosa sería un verdadero sacrilegio, máxime si el hombre fue creado para jugar o por lo menos ver futbol por televisión, y su esposa inclusive cuando se acuesta en la cama con él se duerme con la camisa de futbol puesta, porque el tipo encuentra a su esposa mucho más atractiva si se duerme con él con esa camiseta de futbol puesta que si se durmiera con un baby doll transparente o con lencería parisina erótica. Si no fuera por el futbol, el tipo de seguro jamás se habría casado con ella, porque el futbol es lo que los une, las vidas de ambos giran en torno al futbol, el futbol es lo que justifica la existencia de ambos, es lo que les dá una razón para vivir. Si el país se está hundiendo, si amenazan con cerrar la empresa donde trabaja el tipo, si no hay dinero para pagar la renta del departamente, si les acaban de robar el automóvil que estaba estacionado afuera de la casa, todo eso puede esperar porque lo importante es tener toda la atención puesta en el futbol mientras dure cada partido. La esposa del tipo, a la cual llama su princesa porque una mujer que ama el futbol es una princesa, de vez en cuando suelta por su boca una que otra maldición, y se para de cabeza si al equipo de ambos le anotan por error un gol, pero ella es lo más valioso que pueda haber en todo este mundo porque ella entiende muy bien que su esposo ama el futbol, inclusive antes que a ella, y eso es todo lo que importa, y Televisión Azteca repite diariamente este spot aunque falte medio año para la celebración del Mundial de Futbol porque lo importante es continuar alimentando el fanatismo creando expectativas irreales hasta que haya terminado el Mundial de Futbol en Sudáfrica y los jugadores así como el director técnico vuelvan a México para que les estén profiriendo todo tipo de pestes y maldiciones por varios meses por no haberse traído la copa mundial como se esperaba de ellos, con el comentarista de Televisión Azteca José Ramón Fernández dando todo tipo de explicaciones del por qué falló tan atrozmente la selección nacional en la importante misión de salvar la honra de México, esto mientras se hacen los preparativos para el siguiente torneo mundial de futbol y se repita la misma historia por desgastada que esté. Esta repetición de lo mismo una y otra vez sin que los aficionados se den cuenta de que están atrapados en un círculo vicioso que año tras año, mes tras mes, semana tras semana y día tras día los sigue llevando al mismo lugar, me recuerda a las ardillas enjauladas que tienen a su disposición un tamborcito giratorio dentro del cual se meten y empiezan a correr, corriendo a veces muy rápido, pero sin moverse jamás del mismo lugar en que se encuentran como si estuviesen cumpliendo una condena, aunque en el caso de los fanáticos del futbol soccer la condena ha sido una cosa que han aceptado voluntariamente y con la cual parece que quieren vivir hasta el final de sus días.
La letra de la canción utilizada por Televisión Azteca para seguir alimentando el fanatismo futbolero de sus televidentes, que según tengo entendido es cantada por Diego Armando Maradona, va como sigue:
http://www.youtube.com/watch?v=RO1aHmA5ayA&eurl=
Mejor pareja en este mundo no pude elegir
soportas a mis cuates hasta te hacen reir
compartes mi alegría mi afición por el fútbol
si nuestro equipo anota gritas más fuerte que yo
Somos una pareja de primera división
en casa los partidos de fútbol son religión
te pones la playera y sacas la bandera
que siempre adorna nuestra habitación
Te subes a la mesa te paras de cabeza
si nos anulan por error un gol
y aunque eres mi princesa
tu boca suelta una que otra maldición
Te quiero más que a nada en este mundo
porque entiendes muy bien
que yo amo el fútbol.
soportas a mis cuates hasta te hacen reir
compartes mi alegría mi afición por el fútbol
si nuestro equipo anota gritas más fuerte que yo
Somos una pareja de primera división
en casa los partidos de fútbol son religión
te pones la playera y sacas la bandera
que siempre adorna nuestra habitación
Te subes a la mesa te paras de cabeza
si nos anulan por error un gol
y aunque eres mi princesa
tu boca suelta una que otra maldición
Te quiero más que a nada en este mundo
porque entiendes muy bien
que yo amo el fútbol.
De cualquier manera, en otros lugares del mundo hay también pasión fanática por otros deportes, no necesariamente el futbol soccer, que casi iguala (pero no del todo) la pasión desmedida y hasta cierto punto injustificada por el futbol en México, como en los Estados Unidos, en donde justo en esta temporada decembrina están en su apogeo los torneos del futbol americano, con las grandes estrellas de equipos como los Acereros de Pittsburgh y los Vaqueros de Dallas acaparando la atención en las eliminatorias mientras llega el día del "Super Tazón" en el que se decidirá quien es el campeón indiscutible de la NFL (National Futbol League) de los Estados Unidos en un evento en el que cada segundo de los comerciales de medio tiempo por televisión será vendido a sumas multimillonarias por la gran cantidad de telespectadores que se sabe estarán pegados a sus televisores viendo el juego ese día. No dudo que ese día, y durante el tiempo que dure el partido final, habrá norteamericanos para los cuales ese evento será la razón que explica la existencia del hombre, la razón por la cual fue creado el Universo, la razón de ser de todas las cosas habidas y por haber. Al igual que en México.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Milagro de Navidad
En esta temporada decembrina, nada mejor que un cuento o una anécdota breve pero substanciosa para levantar el espíritu de aquellos que han dejado de creer en los milagros. A continuación tengo algo que seguramente dejará con la boca abierta a quienes no creen que todo pueda ser posible. Este relato sabe mucho mejor acompañado con una taza de chocolate caliente junto con unos bollitos de preferencia recién horneados, o bien unos tamales calientitos acompañados con un champurrado o con un atolito de vainilla.
En una noche invernal en la que solo se escuchaba el ulular de un viento furioso, mientras una nevada caía intensamente con un frío que calaba hasta los huesos, diez expedicionarios que creían haber perdido su rumbo entre la densidad del bosque atinaron a divisar en la lejanía una posada en la ladera de una montaña cubierta de nieve. Apresurando el paso mientras la tormenta arreciaba, llegaron hasta la posada en donde le solicitaron al encargado acomodarlos en las cabañas disponibles en la posada.
El encargado, comedido, se ofreció a acomodarlos a todos, hasta que se dió cuenta de que sólo había nueve cabañas desocupadas, y por órdenes estrictas de los dueños del lugar desde hacía varios años no se podía meter a más de un viajero en cada cabaña como consecuencia de un problema serio que hubo hace mucho tiempo atrás.
Al informarles que solo había nueve cabañas vacantes, los diez expedicionarios se miraron muy preocupados el uno al otro, a sabiendas de que uno de ellos tendría que quedarse afuera a pasar toda la noche bajo la ventisca, ya que si se alejaba solo del lugar buscando dónde guarecerse correría el riesgo de perderse en el inmenso bosque y no habría quien pudiera ayudarlo.
Preocupados todos, estuvieron rezando pidiendo alguna iluminación que los librase del duro trance de tener que escoger a uno entre ellos que tuviese que quedarse afuera toda la noche sufriendo las duras inclemencias del tiempo. Y justo cuando ya se había perdido toda esperanza, al encargado de la posada se le iluminó la cara, diciéndoles a los diez que ya tenía arreglado el problema, y que sería posible al final de cuentas acomodar a cada uno de ellos en una de las nueve cabañas sin dejar a ninguno de ellos afuera. O sea, acomodaría a diez expedicionarios en las nueve cabañas, sin meter a dos en ninguna de ellas. Azorados, los expedicionarios se miraron entre sí preguntándose cómo podría hacer tal cosa.
El encargado de la posada se llevó al primero de los expedicionarios a la cabaña que le sería asignada pidiéndole a otro de ellos que le estuviera haciendo compañía por un breve lapso de tiempo mientras regresaba por él.
Hecho lo anterior, el encargado de la posada llevó al tercer expedicionario a la segunda cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el cuarto expedicionario llevándolo a la tercera cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el quinto expedicionario llevándolo a la cuarta cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el sexto expedicionario llevándolo a la quinta cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el séptimo expedicionario llevándolo a la sexta cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el octavo expedicionario llevándolo a la séptima cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el noveno expedicionario llevándolo a la octava cabaña, dejándolo instalado en ella.
Una vez hecho lo anterior, regresó a la primera cabaña en donde había dejado a dos de los expedicionarios en la misma cabaña, pidió a uno de ellos que lo acompañara, y lo llevó a la novena cabaña, dejando de este modo a los diez expedicionarios instalados cada uno de ellos en una de las nueve cabañas, sin ocupar dos de ellos una misma cabaña.
¿Quién, después de haber escuchado un relato como este, se negará a creer que todo es posible? ¿Tras esto habrá quien todavía crea que los milagros no son posibles?
¿O qué pasó?
Mientras se reflexiona en el profundo misterio que hay detrás de esta anécdota, se puede ir tarareando en voz baja el siguiente villancico andaluz de autor desconocido que es muy popular en estas temporadas de fin de año, el significado de cuyas letras se ha perdido en la noche de los tiempos al igual que el nombre de su autor.
LOS PECES EN EL RIO
http://www.youtube.com/watch?v=07FjX4R1d-s
La virgen va caminando
va caminando solita
no lleva más compañía
que al niño de su manita.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen lava pañales
y los tiende en el romero
los pajarillos le cantan
y el agua se va riendo.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen se está peinando
entre cortina y cortina
los cabellos son de oro
los peines de plata fina.
Pero mira como beben
los peces en río
Pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a dios nacer
http://www.youtube.com/watch?v=07FjX4R1d-s
La virgen va caminando
va caminando solita
no lleva más compañía
que al niño de su manita.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen lava pañales
y los tiende en el romero
los pajarillos le cantan
y el agua se va riendo.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen se está peinando
entre cortina y cortina
los cabellos son de oro
los peines de plata fina.
Pero mira como beben
los peces en río
Pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a dios nacer
Consideraciones literarias al margen, el estribillo del villancico es una metárofa que en la vida real no acierta, por la sencilla razón de que los peces de río no beben. Cuando observamos el comportamiento de los peces en acuarios, o en estanques o ríos, vemos que, efectivamente, abren y cierran la boca una y otra vez. Pero lo hacen para respirar, no para beber. De hecho, si bebieran tendrían un grave problema. Dado que viven en agua dulce, la concentración de sales en sus fluidos corporales es muy superior a la del medio en que se encuentran y bajo esas condiciones, el agua tiende a fluir al interior del organismo. Si no se opusiese ningún obstáculo a esa entrada, el pez llegaría, en teoría, a explotar, ya que no se podría mantener la integridad del organismo antes de que se equilibrasen las concentraciones interna y externa. Esa es la razón por la que los peces de agua dulce deben a toda costa evitar que les entre agua y a tal efecto disponen de dos mecanismos, ambos extraordinariamente simples. El primero consiste en dotarse de una superficie corporal impermeable al agua y el segundo en no beberla.
Sin embargo, como no hay límite alguno a nuestra imaginación, nos será posible imaginar que vemos a los peces en el río beber. Y ver a Dios nacido.
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