miércoles, 30 de diciembre de 2009

El atentado que no fue

Precisamente en la Navidad del 25 de diciembre de 2009, una de las fechas mas significativas en el calendario cristiano, sobre todo en la Unión Americana, el mundo entero tuvo noticia de un terrible atentado terrorista que de haber tenido éxito habría enlutado a la nación entera amargando lo que debería ser una de las festividades de mayor gozo en esta época del año, una época en la que se reúnen las familias y las casas se llenan de música de la temporada y adornos multicolores sin faltar el arbolito de Navidad. El atentado terrorista estaba centrado en un nigeriano de nombre Umar Farouk Abdulmutallab, presunto sospechoso de intentar hacer estallar un avión de Delta Airlines (Northwest Airlines) correspondiente al vuelo 253 que viajaba procedente de Amsterdam a Estados Unidos en Navidad con 278 pasajeros a bordo del Airbus 330. De acuerdo con un boletín emitido por los funcionarios antiterroristas, obtenido por la cadena estadounidense CNN, el agresor usó una mezcla de polvo y líquido flamable, pero cuando intentó hacer detonar el artefacto éste falló e hirió a Umar Farouk y a al menos otros dos pasajeros, según informó Delta. El atacante





fue reducido de inmediato y al aterrizar la aeronave fue llevado a sitio seguro para ser interrogado y atendido de sus lesiones.

Desde que se manejó la versión de los petardos se desataron las críticas al sistema de vigilancia aeroportuario, por permitir que un pasajero hubiera podido subir a un avión con ese tipo de artefactos. Pasajeros del vuelo 253 narraron a la agencia Associated Press escenas de horror y dijeron haber escuchado una explosión, tras lo cual pudieron ver humo y fuego. “Escuchamos una pequeña explosión, luego vimos humo, algunas llamas, y gritos. Luego, alguien dijo que el sujeto estaba bajo control”, dijo uno de los pasajeros, quien añadió que todo sucedió muy rápido y el agresor fue reducido en un par de segundos. Otro pasajero describió la situación como “aterradora”. Los testigos coincidieron en que el vuelo se desarrolló de forma normal hasta que el avión estaba a punto de aterrizar, según dijo Elizabeth Isham Cory, vocera de la Administración Federal de Aviación. En un correo electrónico, Cory explicó que fue entonces cuando el piloto declaró una emergencia. El avión aterrizó a las 11:51 hora local.

La razón por la cual se frustró lo que de otra manera hubiera sido un espectacular atentado terrorista además de una severa derrota propagandística en contra de los Estados Unidos a manos de la red terrorista mundial Al Qaeda no se debió a una loable y astuta labor de inteligencia de parte de las agencias gubernamentales creadas exclusivamente para prevenir este tipo de atentados, y ultimadamente tampoco se debió al pasajero holandés que al darse cuenta de lo que el terrorista estaba tratando de hacer se movió de inmediato para salvar su propia vida y las vidas de los demás pasajeros. La razón tuvo que ser, a fin de cuentas, un milagro de la Divina Providencia o un extraordinario evento de buena suerte; al no trabajar el detonante explosivo en la forma para la cual había sido diseñado. Este tipo de eventos, como la bala que se atora en el cañón de una pistola evitándole al encañonado una muerte segura, son eventos estadísticamente raros. Suelen ocurrir de vez en cuando, aunque en forma muy esporádica.

El fallido atentado, el cual libraron los pasajeros seguramente por un acto de benevolencia divina, evidenció las enormes fallas de seguridad mostradas por el personal contratado por el gobierno norteamericano para impedir que personas armadas con explosivos puedan abordar un avión comercial, ya sea un avión comercial dentro de los Estados Unidos o un avión llegado de fuera incursionando a territorio norteamericano. En la revisión del terrorista y sus pertenenecias, los funcionarios aduanales norteamericanos actuaron como unos verdaderos novatos, muy distantes de los super-héroes que nos muestran las películas de acción de Hollywood en las que Rambo, Batman y Dick Tracy son meras ilusiones que los norteamericanos se han inventado a sí mismos para hacerse sentir bien. El explosivo con el cual el terrorista suicida pretendió hacer estallar el avión después de que este hubiese ingresado en territorio norteamericano es un poderoso explosivo conocido como PETN o pentrita, cuya fórmula química estructural es la siguiente:





La pentrita, cuyo nombre químico explícito es tetranitrato de pentaeritritol, es uno de los más explosivos más poderosos que se conocen. Está relacionado con la nitroglicerina y es incluso más sensible a la fricción o a las vibraciones mecánicas que el trinitrotolueno o TNT (mejor conocido como dinamita). La peligrosidad de este explosivo es tal que el terrorista suicida muy bien pudo haber explotado incluso antes de abordar el avión al detonarlo con cualquier movimiento brusco.

De haber tenido éxito el frustrado atentado terrorista, el gobierno norteamericano estaría recibiendo críticas extremadamente duras tanto dentro como fuera, en virtud de que el fallido terrorista ya había sido boletinado por su propio padre como una amenaza potencial, advertencia que fue ignorada y por cuya omisión los funcionarios responsables de dar seguimiento a este tipo de amenazas ya habrían sido despedidos por su ineptitud. En efecto, Mutallab fue identificado por su padre, Alhaji Umar Mutallab, hasta hace poco presidente del First Bank PLC, uno de los bancos más importantes de Nigeria, y de acuerdo con la cadena de noticias CNN, el propio Alhaji había contactado hace unos tres meses antes del atentado a la embajada estadounidense en Nigeria para externar su preocupación por lo que llamó “radicalización” de su hijo, versión que fue confirmada poco después por un funcionario de la administración Obama.

Dos días después, intentando justificar la ineptitud de la dependencia a su cargo, la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, dijo que no había indicios de que el frustrado atentado hubiera sido parte de un plan mayor, y que sería “inapropiado” especular sobre los nexos del terrorista suicida con al-Qaeda, y encima de estas justificantes Napolitano fue más lejos al afirmar en comparecencias televisivas que la seguridad de los viajeros era sólida, agregando y reclamando para sí méritos que no le corresponden a la dependencia a su cargo: “Este fue un individuo entre miles que vuelan y miles de vuelos cada año. Fue frenado antes que sucediese algo. Creo que lo importante es reconocer que una vez ocurrió el incidente, todo lo que debía suceder sucedió”. En efecto, fue frenado, pero por la mano directa del Altísimo o por un espectacular golpe de buena suerte que nada tiene que ver con la ineptitud mostrada por los funcionarios bajo su mando que prefirieron callar antes de hacer más gruesa la lista de los pretextos y las excusas dadas por su jefa máxima.

Una funcionaria del rango de Janet Napolitano debería de saber mejor que nadie que un explosivo tan potente como la pentrita no se puede comprar en una tienda de abarrotes o una farmacia, el explosivo necesariamente se le tuvo que haber proporcionado al terrorista suicida de manos de una organización terrorista con los recursos y los nexos para obtener este tipo de materiales en el mercado negro. Por otra parte, la selección de la fecha del 25 de diciembre, precisamente el día de la Navidad, para llevar a cabo el atentado y enlutar a toda una nación precisamente ese día, no pudo haber sido fruto de la casualidad; todo desde el principio hasta el final solo pudo haber sido el resultado de una planeacion inteligente montada por una organización multinacional dedicada a la ejecución de atentados terroristas de alto impacto. Además de esto, el hecho de que el terrorista estaba dispuesto a morir en la comisión del atentado tiene tan claramente las marcas de Al Qaeda como los atentados terroristas suicidas que mandaron abajo las torres gemelas en Nueva York. Y también en el caso de las torres gemelas hubo información importante que fue pasada por alto y que no fue compartida por las dependencias gubernamentales norteamericanas que hubiera impedido la consumación de los atentados terroristas suicidas del 11 de septiembre de 2001.

Al día siguiente del atentado terrorista que no pudo llevarse a cabo por meras circunstancias fortuitas del destino, no sólo Janet Napolitano se vió obligada a reconocer que en efecto hubo una gravísima e incluso imperdonable falla en los sistemas de seguridad para impedir el ingreso de terroristas extremistas a territorio norteamericano, sino que el mismo Presidente norteamericano Barack Obama aceptó responsabilidad a nombre de su gobierno diciendo que las “deficiencias” en el sistema impidieron que las advertencias que realizó a las agencias de inteligencia el padre de Abdulmutallab fueran procesadas correctamente y, por tanto, hicieran saltar las alarmas cuando el joven se subió al avión. “Hubo una mezcla de errores humanos y sistémicos que contribuyeron a esta potencialmente catastrófica brecha de seguridad”, dijo Obama en una alocución desde Hawai, donde pasó sus vacaciones navideñas, reiterando que había ordenado una revisión de los fallos en la elaboración y manejo de la lista de sospechosos de terrorismo que tiene el gobierno federal, así como en el sistema de control que se aplica a los viajeros en los aeropuertos.

En respuesta al fallido atentado, el presidente Obama le hizo al Departamento de Seguridad Interior la pregunta muy concreta de saber cómo alguien con una cosa tan peligrosa como la pentrita se pudo haber subido a un avión, y mientras no se tenga una respuesta satisfactoria a esta pregunta todos los viajeros en vuelos comerciales norteamericanos seguirán poniendo en riesgo sus vidas cada vez que se suben a un avión. Aunque posiblemente la secretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano está haciendo lo mejor que puede para evitar que cunda el pánico, no se antoja factible que con meros pretextos y justificantes alejadas de la realidad le pueda devolver la confianza a los pasajeros de vuelos norteamericanos.

Unas 4 mil personas tienen prohibido viajar a Estados Unidos, y otras 13 mil deberían obligatoriamente ser sometidas a controles reforzados. Abdulmutallab, de 23 años, se encontraba en otra lista de 18 mil personas desde que su padre avisó el mes pasado a funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Abuja sobre el creciente radicalismo de su hijo, y pese a ello retuvo su visa estadounidense obtenida en 2008, una visa que jamás se le debería de haber otorgado después de las denuncias interpuestas por su propio padre ante los representantes del gobierno norteamericano, denuncias que fueron desoídas y por lo cual 278 pasajeros por poco pierden su vida.

Como si no fuese poco el hecho de que el terrorista suicida había sido puesto ya el descubierto por su propio padre, el gobierno británico confirmó que el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab figuraba en una “lista de vigilancia” en el Reino Unido. El ministro británico del Interior, Alan Johnson, corroboró ese extremo un día después de que fuentes gubernamentales declararan a la agencia local AP que las autoridades de este país denegaron este año un visado a Abdulmutallab. En pocas palabras, las autoridades británicas hicieron justo lo que las autoridades norteamericanas deberían de haber hecho. El terroristas suicida Abdulmutallab acabó el pasado año (2008) un curso de ingeniería en el londinense University College London (UCL), donde estudió de 2005 a 2008, y solicitó un nuevo visado. Sin embargo, la Agencia de Fronteras del Reino Unido rechazó la petición tras comprobar que el presunto terrorista quería el visado para matricularse en un curso falso. Por ese motivo, el presunto terrorista pasó a engrosar una “lista de vigilancia” de personas que tienen prohibida la entrada en territorio británico. “Si estás en una lista de vigilancia, no puedes entrar en este país. Puedes pasar por este país si estás de tránsito hacia otro país, pero no puedes entrar en este país”, explicó el titular del ramo a la cadena pública británica BBC. Johnson señaló que las autoridades estadounidenses deberían, en teoría, haber sido informadas de la presencia del nigeriano en la lista de observación británica. Asimismo, el ministro remarcó que estaría “muy sorprendido” si se hubiera producido algún fallo de comunicación entre Estados Unidos y el Reino Unido, ya que ambos países comparten información de manera rutinaria en materia de seguridad.

Más allá de este atentado terrorista suicida subyace una posibilidad más aterradora. Así como Umar Farouk se pudo haber hecho estallar exitosamente a sí mismo justo cuando el avión estaba a punto de aterrizar ocasionando el desplome de la nave sobre áreas pobladas y matando aún más gente que la que podría haber muerto si el avión hubiese explotado en el aire al estar volando sobre el océano Atlántico, del mismo modo Umar Farouk pudo haber abordado el avión con instrucciones de esperar a desembarcar en territorio norteamericano para perderse entre la multitud a la espera de órdenes nuevas para causar así un daño todavía mucho mayor ya sea destruyendo una presa o haciendo volar una central nuclear. De hecho, es muy posible que ya estén en estos momentos en territorio norteamericano terroristas islámicos suicidas cuyas órdenes fueron llegar hasta territorio norteamericano para perderse después entre la multitud. Con tan sólo diez terroristas al año que la red terrorista Al Qaeda haya estado metiendo en territorio norteamericano tras los ataques con los que fueron derribadas las torres gemelas en Nueva York, todos ellos habiendo ingresado legalmente en los Estados Unidos con una visa legal expedida por un funcionario consular norteamericano, en estos momentos habría por lo menos 80 terroristas dispuestos a todo, incluyendo matarse a ellos mismos, causando una ola terrible de destrucción a su paso, y es muy posible que ya los haya. Este tipo de terroristas que estén ya en territorio norteamericano a la espera de recibir órdenes superiores de acuerdo a un plan de ataque son conocidos como “células durmientes”, y la posibilidad de tal presencia enemiga en territorio norteamericano está desatando una verdadera psicosis.

Entre las preguntas aún pendientes y a la cual todos los norteamericanos quisieran tener una respuesta concreta está el nombre del funcionario consular norteamericano que le autorizó y le firmó su visa de ingreso a territorio norteamericano a Umar Farouk cuando a este individuo se le debería haber aplicado el mismo trato que se les dá a muchos mexicanos a quienes se les niega la “visa láser” en los consulados norteamericanos en México por razones mucho más baladíes. Si les niegan miles de visas de turistas a mexicanos pudientes de clase media e inclusive clase media alta al tenerse la más mínima sospecha de que pudiera tratarse de individuos cuyas intenciones son quedarse a trabajar en territorio norteamericano, ¿cómo pueden explicar en cambio que sí se la den a individuos cuyas intenciones son matar norteamericanos por centenares?

Por la fecha en la que fue expedida y el lugar en donde expedida la visa consular de ingreso de Umar Farouk a los Estados Unidos, saber el nombre de dicho funcionario es cosa de unos cuantos minutos, aunque hasta la fecha su identidad sigue siendo protegida y es posible que el pueblo norteamericano jamás sepa el nombre de tal funcionario.

Lo sucedido tiene cierta repercusión en la ciudad en la que yo vivo, por ser una ciudad fronteriza con los Estados Unidos. A raíz de los atentados en contra de las torres gemelas, el gobierno norteamericano endureció el cruce de mexicanos hacia los Estados Unidos convirtiéndolo en un verdadero calvario en el cual hay que estar haciendo filas de dos y hasta cuatro horas para poder ingresar de México a territorio norteamericano, una acción draconiana en detrimento no sólo de la economía de las ciudades fronterizas mexicanas sino también las ciudades fronterizas norteamericanas en virtud del alto grado de interconexión que había entre ambas economías antes de los atentados terroristas a las torres gemelas, una interdependencia fomentada a raíz del Tratado de Libre Comercio que fue una iniciativa del mismo gobierno norteamericano. Antes de los atentados a las torres gemelas, cruzar de México hacia los Estados unidos era algo que no tardaba más de media hora, y en las mismas oficinas de cruce fronterizo el Departamento de Inmigración proporcionaba sin costo alguno a los mexicanos sus visas de cruce local con sólo demostrar ante los funcionarios norteamericanos el no contar con antecedentes penales en México y el tener un empleo seguro y estable en México. Pero después de los atentados se nos obligó a todos los mexicanos residentes en la franja fronteriza el tener que ir a tramitar ante los Consulados norteamericanos en México esa visa de cruce local conocida como “visa láser” por la cual hay que pagar un costo de 130 dólares, dinero que no es reembolsado si la visa es negada (y le ha sido negada a miles y miles de residentes fronterizos).

El endurecimiento de las revisiones migratorias norteamericanas en contra de todos los mexicanos que cruzan la frontera ya sea para ir de compras o para visitar a algún familiar (yo tengo a dos hermanos viviendo en los Estados Unidos) se justificaría si algún terrorista hubiese ingresado en el pasado a los Estados Unidos utilizando para ello la frontera de los Estados Unidos con México. Sin embargo, todos los terroristas suicidas que mandaron abajo a las torres gemelas fueron gente de Medio Oriente que no ingresaron por México, ingresaron en avión con visados expedidos por Embajadas norteamericanas. El mismo terrorista que pudo haber enlutado a Estados Unidos el 25 de diciembre de 2009 estaba en camino hacia los Estados Unidos no cruzando a través de la frontera con México sino en un vuelo comercial expedido por las autoridades norteamericanas pese a las advertencias que tenían sobre el mismo. De hecho, todos los terroristas árabes que hasta la fecha han ingresado a los Estados Unidos lo han hecho ya sea en vuelos procedentes de Europa o a través de la frontera con Canadá en donde los norteamericanos no han implementado aún las duras revisiones que hoy le están aplicando a todos los mexicanos.

En vista de que no ha habido un solo terrorista suicida que haya ingresado en territorio norteamericano desde México, ¿cómo se justifica entonces el calvario al que han sido sometidos millones de mexicanos como consecuencia de las revisiones migratorias endurecidas tras los atentados terroristas de 2001? ¿Cómo se justifica el negarle a muchos mexicanos la visa para poder visitar familiares en los Estados Unidos o ir de compras y en cambio si se le otorga a un tipo que planea hacer estallar un avión comercial en territorio norteamericano con 278 pasajeros a bordo? ¿Cómo se justifican los billones y billones de revisiones exhaustivas que se han llevado a cabo desde entonces en contra de los mexicanos pese a que el mismo gobierno norteamericano ha proclamado siempre una política de “buena vecindad”, viendo detrás del rostro de cada mexicano un terrorista suicida en potencia? Esto es lo que ha causado la impresión entre muchos mexicanos de que el gobierno norteamericano, al no haber podido aprehender al verdadero culpable de los atentados a las torres gemelas a ocho años de distancia de los atentados, está desquitando su odio y su coraje en contra de sus vecinos indefensos que no tuvieron ni han tenido jamás participación alguna en estos atentados terroristas suicidas, aunque tal venganza substituta vaya en contra de la economía de sus propias ciudades fronterizas norteamericanas con las cuales las hermanas gemelas mexicanas gozaban una prosperidad común que hoy es cosa del pasado.

Si las verdaderas razones para las duras revisiones migratorias norteamericanas que obligan a millares de mexicanos cada día a tener sus vehículos automotores parados pero con el motor andando dos, tres, o cuatro horas (lo cual deteriora considerablemente a los vehículos) y a los peatones parados en largas filas son el impedir el ingreso de drogas a los Estados Unidos viendo detrás del rostro de cada mexicano a un narcotraficante en potencia, no creo que esta política esté dando resultado alguno que valga la pena mencionar puesto que el consumo anual de drogas entre la población norteamericana no ha disminuído en estos últimos ocho años pese a las revisiones exhaustivas, por el contrario, ha aumentado; y francamente no creo que las grandes toneladas de heroína y cocaína requeridas para alimentar el enorme consumo anual norteamericano de drogas ilícitas estén siendo cruzadas precisamente por las garitas de cruce internacional en donde los traficantes saben que se están llevando a cabo revisiones durísimas. Y si el objetivo es neutralizar la amenaza terrorista que representa Al Qaeda, más le serviría al gobierno norteamericano el desviar una parte de los recursos usados actualmente para hacerle la vida imposible a los mexicanos (y también a los norteamericanos) que tienen que cruzar diariamente la frontera con los Estados Unidos, hacia Pakistán y Afganistán que es en donde se encuentra la verdadera amenaza. Allí es donde tienen a su verdadero enemigo. Pueden seguir haciendo lo que han estado haciendo hasta el día de hoy, despilfarrando sus recursos en donde no van a encontrar a ningún terrorista. Pero deberían de tomar en cuenta que tal vez el próximo atentado terrorista suicida sí será un atentado exitoso, y de nada les servirá el echarle la culpa a los mexicanos de ello porque seguramente se tratará de un individuo que ingresó a los Estados Unidos con una visa legal expedida por el mismo gobierno norteamericano en algún otro lado del mundo.

2 comentarios:

Ángel Torregrosa dijo...

Hola Armando. Disculpa que me comunique contigo de este modo, pero no encuentro tu correo. Soy moderador del grupo de relatividad de yahoogrops y me gustaría invitarte a unirte a nosotros. http://es.groups.yahoo.com/group/relatividad/
Nos ha gustado mucho tu blog sobre el tema y lo he añadido a nuestra lista de enlaces.
Un saludo
Angel

Armando Martínez Téllez dijo...

Primero que nada, tengo que pedir disculpas por la tardanza en contestar, pero no me es fácil darme abasto con los cientos de correos que estoy recibiendo.

Creo que mi correo aparece mencionada en otra de mis bitácoras, pero no recuerdo cual. No me había dado cuenta de que mi correo electrónico no aparece en mi perfil; ya fue activado.

Disculpa que me comunique contigo de este modo, pero en tu mensaje puesto en la sección de comentarios no me enviaste tu correo electrónico.

Traté de ingresar al grupo que mencionas, pero se requiere de una cuenta de correos Yahoo para poder ingresar. De cualquier modo, estoy tan atareado juntando los materiales para dar punto final al blog La Teoria de la Relatividad, metiendo materiales al nuevo blog que estoy preparando titulado La Mecanica Cuantica, respondiendo un alud de correos, y continuando con mi trabajo como Consultor Privado en sistemas de computación y control, que por lo pronto me es materialmente imposible poder asistir al foro al que estoy siendo invitado. De cualquier modo, agradezco la invitación y ojalá pueda atenderla en cuanto pueda completar todo lo que tengo puesto y que tengo pendiente de completar (el texto La Teoria de la Relatividad no es el único que está incompleto, ya muchos se han dado cuenta de ello).