jueves, 28 de marzo de 2019

Israel descubre cueva de sal más larga del mundo




Justo ahora que se celebra la Cuaresma y a menos de dos semanas de que inicie la Semana Santa, la Universidad Hebrea de Jerusalen confirmó el descubrimiento de la cueva de sal más grande del mundo, en la caverna Malham de Israel. Descubierta en los años ochenta, ahora se confirma que tiene unos 10 kilómetros de laberintos formados por paredes y estalactitas de sal. Lo extraordinario de la cueva es que las cuevas de sal son formaciones geológicas inusuales y raras debido a que la sal es altamente soluble en agua, y los grandes depósitos de sal normalmente no sobreviven mucho tiempo en la superficie. Las imágenes fotográficas que están llegando del sitio son espectaculares.

La cueva Malham está formada por una serie de cañones que atraviesan el monte Sodoma, la montaña más grande de Israel, y se extienden hacia la esquina suroeste del mar Muerto.

Anteriormente, la cueva de sal más grande del mundo era la cueva de sal de la isla Qeshm de Irán, que ahora es la segunda cueva de sal más grande del mundo, que solo mide 6,580 metros.

Esta cueva se encuentra cerca del sitio donde se supone que, según la Biblia, la esposa de Lot se convirtió en un pilar de sal. Y justo en la proximidad de las famosas ciudadas de SodomaGomorra que fueron destruídas con una lluvia de fuego por las atrocidades contra natura que cometían sus moradores y las abominaciones en contra las leyes divinas que se cometían en dichas ciudades.

El hecho de que este descubrimiento se haya dado en los albores del Tercer Milenio tal vez sea completamente fortuito, accidental, o tal vez tenga algo que ver con sucesos interconectados a nivel mundial que puedan estar más allá de nuestra comprensión.

Sobran historiadores y pseudo-historiadores que afirman y creen que mucho de lo que describe la Biblia, sobre todo lo que viene en el Antiguo Testamento, no es más que una colección de anécdotas de carácter mitológico al estilo de los cuentos de los centauros, Hércules y el Rey Midas. Sin embargo, de los tiempos del Imperio Romano hay referencias históricas alusivas a Jesús de Nazareth, más allá de las referencias que de Jesús aparecen en la misma Biblia, referencias que proporcionan una confirmación histórica de que Jesús de Nazareth realmente existió y no fue un personaje de ficción inventado por el Imperio Romano en los tiempos del Emperador Constantino, enfocándose tales referencias más en el Jesús histórico que en el Jesús de los Evangelios.

Además de Jesús como personaje real e histórico, e intentando refutar los argumentos de quienes insisten en sostener que la Biblia no es más que una gran colección de fábulas que forman parte de una mitología judeo-cristiana, basándose en hechos arqueológicos reales el alemán Werner Keller escribió un libro titulado en Castellano Y la Biblia tenía razón, el cual, de acuerdo a Keller, resume una cadena de argumentos que confirman la veracidad de la Biblia, una veracidad que no depende de la fé religiosa de cada quien sino de la evidencia arqueológica. El libro tuvo una circulación de más de un millón de ejemplares en Alemania habiendo sido traducido a más de 20 idiomas, y en 1957 ganó el Premio Italiano de Literatura Bancarella.

Tras la elaboración del libro Y la Biblia tenía razón, ha habido numerosos nuevos descubrimientos que se han ido sumando a los hechos arqueológicos en los cuales basó Werner Keller su libro, hechos tales como la confirmación en 2004 del descubrimiento de una cueva en Jerusalén donde Juan Bautista habría dado el sacramento del bautismo; la cual tenía una piedra para el “lavado de pies”. Este descubrimiento arqueológico parece confirmar que Juan Bautista fue un personaje que realmente existió, fue un hombre de carne y hueso y no una ficción creada por los apóstoles de Jesús.

Se puede citar también el estudio de evidencias de carácter científico que parecen indicar que el gran diluvio del que habla la Biblia en los tiempos de Noé también fue un suceso que realmente ocurrió y que afectó a gran parte de Europa.

Más allá de la cosa individual y humana, hay una cantidad creciente de hechos resumida en libros tales como La Biblia: Verdad o Ficción de Harold A. Lerch accesibles en Internet.

La confirmación actual del descubrimiento de la cueva de sal más grande del mundo la ubica justo al lado de un sitio cuyo nombre nos recuerda la Biblia, atraviesa el monte Sodoma, la montaña más grande de Israel, y se extiende hasta la esquina suroeste del Mar Muerto adyacente. El Monte Sedom se encuentra cerca del Mar Muerto, un lago salado que se encoge (y el punto más bajo de la Tierra) que se extiende hasta Jordania, Israel y la Cisjordania ocupada. La montaña se encuentra fuera de Cisjordania y, según la declaración, fue descubierta en los años ochenta.

En relación al descubrimiento de la cueva de minas de sal más grande del mundo en Israel, la pregunta que surge por sí sola es: ¿por qué ahora? Esta es ya una pregunta que le toca a cada quien meditar separadamente para sacar sus propias conclusiones. De cualquier modo, nos está tocando vivir una era en la que se están acelerando los descubrimientos y los conocimientos a paso agigantado nunca antes visto.

Por cierto, la Biblia menciona cómo la mujer de Lot fue castigada por desobedecer a Dios, siendo convertida en una estatua de sal. ¿Será ésta la mujer de Lot? (Génesis 19: 26):



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