viernes, 1 de marzo de 2019

Crónica del epitafio de una carrera política

Javier Corral Jurado, el gobernador ternurita de Chihuahua, tenía todo preparado para lanzarse en pos de la presidencia de México. Recurriendo a la guerra sucia, a sus campañas negras, a su protagonismo mediático, a un alud de muchas promesas tan demagógicas como incumplibles, y a su bien trabajada oratoria estilo Benito Mussolini recubierta de mentiras y distorsiones de la realidad, había logrado en 2016 afianzar la gubernatura de Chihuahua no como un medio para ayudar y beneficiar socialmente a los miles que engañados por sus falsas promesas votaron por él, sino para poder allegarse de los recursos y dineros públicos del pueblo de Chihuahua usando al estado como trampolín para poder colmar sus delirios de grandeza, esto es, sus aspiraciones presidenciales. El destino lo había ayudado en 2016 con un anquilosado PRI en plena decadencia que no le respondió a Javier Corral su guerra sucia como debería de haberlo hecho, y con un candidato priista ensoberbecido que se creía tan seguro ganador de la gubernatura que semanas antes de las elecciones para poder verlo había que agendar una audiencia con él comportándose como si ya fuese gobernador electo. Esto además de seis años de gobierno ejercido por un priista con fama de corrupto. Con todo esto, en el 2016 al PRI en Chihuahua le ganó la soberbia, y terminó siendo expulsado del poder, para nuevamente recibir otra paliza en las elecciones de 2018. Fue mucha la ayuda que obtuvo Javier Corral del destino. Pero justo a partir del momento en el que empezó a gobernar a Chihuahua, Javier Corral se convirtió con su propia soberbia y sus propios excesos en el artífice de su propia debacle, y el peor enemigo de Javier Corral en sus aspiraciones desmedidas de llegar a la presidencia de México resultó ser el mismo Javier Corral. Javier Corral terminó destruyendo las aspiraciones presidenciales del mismo Javier Corral.

En ocasión del Segundo Informe de Gobierno de Javier Corral, y justo en víspera de la visita del presidente Andrés Manuel López Obrador a Chihuahua en marzo de 2019, apareció publicado el viernes 1 de marzo de 2019 un desplegado a plana completa en la página 13 de la sección principal A del periódico EL DIARIO DE JUAREZ que vale la pena reproducir íntegro en esta bitácora porque es un testimonio de cómo el panista megalómano que aspiraba a ser presidente de México y que tenía ya casi todo preparado y listo para lograrlo terminó yendo al caño del drenaje con sus sueños de opio. Esta es la manera en la que se va escribiendo la historia que en el futuro será relatada en libros de texto.






* JAVIER CORRAL, a mitad del camino, Un Gobierno FALLIDO

7.5 de cada 10 personas, califican como un gobierno fallido, la gestión del gobernador panista, Javier Corral Jurado; El 65% de los encuestados ya NO votaría a favor del PAN, si hoy fueran las elecciones para gobernador. En promedio el 64% de los ciudadanos encuestados, NO han visto cambios sustanciales en las áreas de seguridad pública, obra pública, educación y  salud, de acuerdo a una consulta hecha por IPC Estadística, en 9 municipios de la entidad chihuahuense.

En un hecho sin precedentes, el gobierno panista de Javier Corral Jurado, el segundo en la historia de Chihuahua, a la mitad de su mandato constitucional de 5 años, es calificado como un gobierno fallido, por el 75% de los entrevistados, de acuerdo a una consulta de campo efectuada por la empresa de consultoría, IPC Estadística, en 9 de los municipios más importantes de los 67 que conforman la geografía política de esta entidad norteña. El ejercicio estadístico consistió en el levantamiento de 2 mil 350 encuestas.

O sea, que de cada 10 personas, 7.6 de estas, reprueban la gestión del mandatario chihuahuense, quien este próximo 3 de marzo, cumplirá 2 años y medio al frente del Ejecutivo estatal. La mitad de su régimen de gobierno.

En este contexto, llama la atención, sobremanera, que ningún otro gobernador que le haya antecedido en el ejercicio del poder, había registrado un desgaste tan evidente, cuando incluso no había concluido ni los primeros dos años de su quehacer gubernamental, como ocurre hoy, por desgracia en Chihuahua, con el inquilino del palacio de gobierno.

Para nadie es un secreto que por lo general, todos los gobernantes, más allá de su signo partidario, empezaban con el declive natural de su administración, cuando ya iban en el quinto y sexto año de gobierno, o sea ya en la recta final, como los casos más recientes, de los exgobernadores, César Duarte Jáquez, y José Reyes Baeza. Ambos del PRI.

La encuesta cara a cara- como ha sido nuestra norma a seguir en los 12 años que llevamos de existencia- a personas en edad de votar y con credencial de elector, fue realizada en los municipios de Ciudad Juárez, Chihuahua capital, Cuauhtémoc, Delicias, Hidalgo del Parral, Jiménez, Camargo, Meoqui y Guerrero, del día 11 de febrero hasta el día 20 del mismo mes, en los cuales la percepción de los ciudadanos en relación a la gestión de Corral Jurado, es de desencanto, el voto de rechazo es mayoritario. Es contundente y demoledor.

Apenas un 14% de los entrevistados lo consideran un gobierno exitoso, y un restante 10% que no les interesa. Esto en términos llanos, significa que casi un 80% califican el gobierno de Corral Jurado, como un retroceso, una involución en su crecimiento, en un gobierno que no ha dado los mínimos resultados positivos en los diferentes rubros de la actual administración estatal.

En las preguntas que tienen que ver si el imaginario colectivo, ha visto en estos dos años y medio, cambios sustanciales en los renglones de seguridad pública, obra pública, apoyos a la educación y la salud, en promedio el 63% de las personas encuestadas, dijeron que NO. Por ello nos dimos a la tarea de hacer nuestro trabajo de campo en alcaldías de extracción panista, independientes y morenistas. Para despejar toda duda al respecto, de que el repudio, en contra de Corral Jurado es manifiesto lo mismo en las urbes citadinas- Ciudad Juárez y Chihuahua- así como en las ciudades medias, tales como Cuauhtémoc, Delicias e Hidalgo del Parral, no se diga en las localidades pequeñas como Camargo, Jiménez, Meoqui y Guerrero.

Molestos, enardecidos muchos de los entrevistados, cuando les presentaban el cuestionario nuestros encuestadores, con tan solo ver el nombre de Javier Corral, en las hojas, creían que estábamos exaltándolo, pero ya cuando leían con mayor detenimiento  el cuestionario, de inmediato se daban a la tarea de llenarla, con rabia e impotencia, para incluso estamparle palabras insultantes, epítetos variopintos que no viene al caso citarlos.

No fueron pocos los que en nuestro recorrido fueron muy explícitos en decir que “cuando estábamos peor, estábamos mejor, en alusión directa al ex gobernador priista, César Duarte, que con todo y sus múltiples señalamientos de corrupción, lavado de dinero, reconocieron que SI hizo obra pública, a lo largo y ancho del territorio chihuahuense, y se lograron bajar los índices delictivos en los últimos dos años, así haya pactado con los poderes fácticos del crimen organizado. Había otra percepción sobre la inseguridad y la violencia.

Uno de los resultados que arroja lecturas por demás interesantes para el 2021, fue el que se logró con la última de las 6 preguntas, que a la letra reza: “El PAN gobierna Chihuahua, desde hace dos años y medio, si hoy fueran las elecciones para gobernador, ¿le daría usted una vez más el voto de confianza a este partido?, la respuesta fue por demás reveladora, pues el 65% de los entrevistados dijo que NO, mientras un 18% dijo que SI, en tanto que el restante 17% respondió NO ME INTERESA.

Esto no debe dejar ninguna duda de por qué las hordas del blanquiazul, en los comicios del pasado 1 de julio del 2018, más allá de lo pasó en el escenario nacional, con el avasallador triunfo de AMLO, perdieron en Chihuahua, las elecciones para senador, diputados federales, un buen número de diputaciones locales y alcaldías importantes como Cuauhtémoc, donde Carlos Tena, por MORENA, rompió una racha histórica de sólo triunfos del PAN y el PRI.

Reto, al titular del Ejecutivo estatal, Javier Corral Jurado, a que desmienta el resultado de nuestras encuestas. O bien que me demuestre que es otra la percepción que tienen los habitantes de la entidad que le ha tocado en mala hora “gobernar”. Le recuerdo al ex senador, que nuestra agencia de consultoría en el 2016, fue la única en el concierto nacional, que predijo su triunfo arrollador- desde diciembre del 2015- después de la paliza que había recibido a manos del ex candidato presidencial, Ricardo Anaya en la lucha por la silla del CEN del PAN cuando todas las demás empresas y medios de comunicación, El Universal, REFORMA- el periódico que hoy lo defiende a capa y espada- por supuesto que no es gratis, Roy Campos de Consulta Mitofsky, Liébano Sáenz de Gabinete de Comunicación Estratégica, aseguraban que ganaría las elecciones constitucionales, el abanderado del PRI, Enrique Serrano Escobar. Era un secreto a voces, que estaban cuchareadas con muchos billetes sus “encuestas”. También le recuerdo, que fui la única agencia, que acertó en pronosticar que su odiado compadre, el morenista, Cruz Pérez Cuéllar, derrotaría en las elecciones para senador a su cómplice, y ex jefe de gabinete, el panista, Gustavo Madero Muñoz, y a su hoy entrañable amigo, el priista, José Reyes Baeza.

Es muy lamentable el estado de cosas que hoy se sufren en “El Estado Grande”. Javier Corral Jurado, prometió mucho, en exceso, y hoy a días de que cumpla la primera mitad de su lustro, a la luz de los hechos, de la terca realidad, ha quedado de manifiesto que como tribuno era excelente, en su retórica, empero como jefe de Estado, es un lastre. Es hoy el más fiel reflejo de la ineptitud. Es pues, un INEPTO de verdad. Para demostrar que no estamos  simplemente denostando en contra del mandatario estatal, en el rubro de seguridad pública, ya van registrados más de 2 mil 800 ejecuciones, entre estos los crímenes de alto impacto de los periodistas, Miroslava Breach, corresponsal de La Jornada; Adrián Samaniego, reportero de la radio en la Ciudad de Chihuahua,  de los activistas indígenas, Isidro Baldenegro, Juan Ontiveros, Julián Carrillo y Joaquín Díaz, el atentado en contra de Juan Blas Godínez, alcalde electo de Gómez Farías; así como de los barzonistas, Ramón Hernández y su hijo, Anselmo Hernández; Luis Arturo Torres García, alto directivo del ITESM, campus Chihuahua, los líderes empresariales, Rubén Hernández, vicepresidente de la Canaco en Ciudad Juárez; Uriel Loya Deister, Presidente de la Coparmex en Parral; José Ricardo Caraveo Valllina en Cuauhtémoc; en Chihuahua, el director del Colegio Latinoamericano, Carlos Cano Chávez; el líder del Partido Encuentro Social, también en Chihuahua y Eduardo Aragón Caraveo. El pasado 7 de diciembre fue ultimado en Juárez, Hiram Apolo Contreras, ex diputado local del PAN. Para finalizar esta estela de homicidios en la total impunidad, se debe agregar el asesinato del jefe de la policía local en Cuauhtémoc, Efrén Peñaflores, registrado en la ciudad de Chihuahua, En este contexto de violencia al alza, por desgracia, no se puede soslayar que en lo que va de este gobierno, la muerte de más de 73 policías estatales, a manos del crimen organizado. En 2017, ocurrieron 1908 ejecuciones en la entidad, para 2018, estas se incrementaron hasta llegar a 2080. Todo un “baño de sangre” para quien se presume como el Justiciero Azul, que haciendo honor a su “grandeza” práctica una justicia selectiva, para los que cooperan con él, así pues, el ex secretario de Hacienda, Jaime Herrera, el ex secretario de Gobierno, Mario Trevizo, el ex titular de la secretaria de Salud, Pedro Hernández Flores, el ex cenecista, Leonel de la Rosa, el ex fiscal, Jorge González Nicolás, el ex contralor y ex rector de la Uach, Raúl Chávez Espinoza; Everardo Medina, subsecretario de Obras Públicas, el ex secretario de Economía, Manuel Russek Valles, todos ellos bien pudieran ser catalogados como “ladrones de cuello blanco, pero manos muy sucias” y para rematar, lo que vendría a ser “la cereza en el pastel, en lo que se refiere a ser magnánimo con “los cómplices” el caso del sacerdote católico, Aristeo Baca- el presunto confesor del gobernador Corral- quien no obstante que fue acusado de ultrajar a una niña sexualmente, y que debería estar recluido en una fría celda, logró que su proceso judicial lo lleve a cabo, bajo arraigo domiciliario, en un cómodo reposet, viendo la bioserie de Marcial Maciel.

En lo político, aseguró, que su antecesor, César Horacio Duarte, en cuanto tomará las riendas del poder lo llevaría a la cárcel. Y hoy el ballezano se pasea como Juan por su casa, en el vecino país de las barras y las estrellas. Una promesa incumplida hasta ahora. No es la única, dijo que el costo de las universidades públicas, sería gratuito en toda la entidad, una vez que él llegara al gobierno. Prometió hasta el hartazgo, la división de poderes en su campaña electoral, y sus promesas se fueron al caño, porque ha atropellado la autonomía de los otros poderes, como el Tribunal Supremo de Justicia, el Congreso del Estado, la Auditoría Superior, el Ichitaip, el Instituto Estatal Electoral, donde ha instalado a puros incondicionales, para hacer y deshacer a su antojo. En esto no es una exageración, decir, que ya superó en forma superlativa a su acérrimo rival, César Duarte. Prometió también que vendería todavía la flotilla aérea del gobierno estatal, y la Casa de Gobierno que ocuparon los priistas, José Reyes Baeza y César Duarte, y lejos de venderlas, los aviones los utiliza para hacer proselitismo político en la capital del país con la crema de la crema de los intelectuales, olvidándose de su principal responsabilidad, como es velar por la tranquilidad y la prosperidad de sus conciudadanos. No se debe minimizar el terrorismo laboral en el que se encuentran inmersos todos los servidores públicos que laboran en la administración del Nuevo Amanecer, aún cuando le dieron su voto de confianza en las urnas.

A Javier Corral, ya no hay chile que le raspe, a la mitad de su mandato, todo se le resbala- que no haya obra pública, que la deuda pública, lejos de bajar, aumente, que las dependencias del sector salud estén en la quiebra, Pensiones, Ichisal, que los maestros vivan las de Caín, que en la Fiscalía, sus titulares, lejos de velar por el sosiego de los chihuahuenses, estén enchufados con el hampa organizada, él solo piensa en ser candidato presidencial, ya no del PAN, donde para su desgracia, ya quemó sus naves, una vez que mordió el polvo, Ricardo Anaya, en los comicios del 1 de julio del 2018, a manos del tabasqueño, AMLO, y también que su candidato al CEN del blanquiazul, Manuel Gómez Morin, perdió la Presidencia ante el michoacano, Marko Cortés Mendoza. Corral Jurado, pretende erigirse en el Bolsonaro de México, por ello, ha buscado crear un frente opositor, que esté integrado por intelectuales, polítologos, y empresarios, enemigos de la izquierda,  pero donde ÉL lleve el papel protagónico, porque le apuesta a que López Obrador, “le pase algo antes de que cumpla los dos años al frente del Ejecutivo federal, y se convoque a elecciones extraordinarias, y ÉL, sea catapultado como el abanderado de la ultraderecha. En el espectro local, su jugada para el 2021 cuando se renueve la gubernatura, los 67 municipios y el poder legislativo, es hacer candidato del PAN, al empresario y senador por la vía plurinominal, Gustavo Madero, su ex jefe de gabinete, a quien lo identifican como “el candidato de los moches” el mismo personaje que le levantó la mano una y otra vez a Enrique Peña Nieto, con la firma del Pacto por México a principios del pasado régimen.  No es un secreto que le impedirá el paso a la alcaldesa de Chihuahua, María Eugenia Campos Galván, a quien en corto con sus más cercanos amigos y colaboradores, acusa de corrupta, por estar presuntamente vinculada al ex gobernador, César Duarte. No le quita el sueño, la remota candidatura del súper delegado de Morena, el ex panista, Juan Carlos Loera de la Rosa, a quien tiene comiendo de su mano, el mismo que se da el gusto de sostener un romance con Mariane Quintana, hija del Secretario de Fomento Social, Víctor Quintana Silveyra. Los morenistas, observan con malestar que Loera un día y otro también se le pone de alfombra al gobernador, y está traicionando al hombre que lo puso ahí, y le otorgó su confianza: Andrés Manuel López Obrador, el Presidente de México.

La peor pesadilla que le pudiera ocurrir a Javier Corral, es que le entregue los bártulos del poder a su odiado compadre en el 2021, el flamante senador de Morena, Cruz Pérez Cuéllar, a quien aseguró que, metería a la cárcel, antes de las pasadas elecciones federales del 2018.

Javier Corral, está en caída libre, des-peña-ndose, sin que nadie lo pueda salvar de lo que será su tumba política, Chihuahua…que creía sería su catapulta para suceder, claro está en sus sueños de opio a AMLO. La debacle se otea pues….

Juan Antonio Torres
Periodista y Consultor
Director General
Imagen y Publicidad Consorcio, S.A. de C.V.

Cabe agregar que dada la impopularidad del gobernador mitómano Javier Corral, hubo muy escasa asistencia a su letárgico Segundo Informe de Gobierno, que más que un informe fue un discurso plagado de autoelogios y las loas propias de un exagerado culto a la personalidad, destacando el hecho de que, en contraste, pocas horas después se juntaron millares de personas en el aeropuerto de Chihuahua para recibir con vítores a Andrés Manuel López Obrador al mismo tiempo que el pueblo de Chihuahua gritaba ¡Fuera Corral! repudiando la presencia indeseable del gobernador más detestado y odiado que ha tenido Chihuahua en toda su historia, trasladándose Corral cínicamente al aeropuerto de Chihuahua al encuentro de López Obrador pese a que apenas una semana atrás Corral en su afán protagónico de promocionarse en los medios nacionales había "cocinado" un frente anti-AMLO. La siguiente fotografía tomada del reportaje Vaca Que no da Leche publicado por el portal LaPolaka.com el 1 de marzo de 2019 muestra lo vacío que estaba el auditorio en donde Javier Corral estaba presentando su Segundo Informe de Gobierno:




Como decía mi padre, en política no hay nada escrito, y todo puede suceder. Sin embargo, aún si el defenestrado Javier Corral por algún milagro del destino logra ser postulado a la presidencia por algún trasnochado (y sobornado) partido político en un futuro que no se antoja cercano, es casi seguro que mucho de lo que está documentado arriba, y a diferencia de lo que ocurrió en Chihuahua en 2016 (cuando un ensoberbecido PRI hoy en vías de extinción se durmió en sus laureles dejando que un merolico le comiera el mandado), lo anterior será retomado y será usado como ariete para demoler a Javier Corral cuantas veces tenga el atrevimiento de lanzarse en pos de la presidencia de México. Aunque hoy Javier Corral iene la ventaja de que fuera de Chihuahua en estados como Baja California, Nayarit y Querétaro no se le conoce bien como hoy lo conocen y lo tienen perfectamente ubicado e identificado los disgustados electores chihuahuenses, cuantas veces se lance en pos de la presidencia de México su pasado será sacado a relucir una y otra vez fuera de Chihuahua, al igual que su ciudadanía norteamericana a la cual hasta la fecha no ha renunciado ni siquiera en ocasión de su investidura como gobernador de Chihuahua.Su pasado lo alcanzará, hasta que fuera de Chihuahua en los demás estados de la república tomen conciencia de que Javier Corral como presidente de México solo puede llevar a todo el país a una situación tan caótica y fúnebre como a la que llevó al estado de Chihuahua en tan solo dos años de gobierno. Y se puede anticipar que así le irá en las urnas a Javier Corral en cualquier elección presidencial futura. Cosechará lo que él mismo estuvo sembrando.




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