sábado, 13 de julio de 2019

Una Congresista en apuros



Alexandria Ocasio-Cortez (ninguna relación de parentesco directo con el desalmado bribón genocida Hernán Cortés a quien tan mal se le recuerda en México) es una miembro del Congreso de la Cámara Baja de Estados Unidos, la Cámara de Representantes (House of Representatives).

Ha ganado notoriedad recientemente como presunta aspirante a la candidatura Demócrata a la presidencia de Estados Unidos. Fue una de las protagonistas indiscutibles de las elecciones de medio término de Estados Unidos celebradas el martes 6 de noviembre de 2018, convirtiéndose en la mujer más joven de la historia del país en ser elegida congresista de la Cámara de Representantes. Integrante de los Demócratas Sociales (DSA y de origen puertorriqueño, la joven millenial nació y creció en el Bronx de Nueva York, un hecho en el que se basó para emitir una de sus frases más conocidas y con la que pretende dejar patente las dificultades de desarrollo futuro y la desigualdad que conlleva la procedencia: "Nací en un lugar donde tu código postal determina tu destino".

Recientemente logró aumentar su popularidad con unas visitas que hizo a varios centros de detención de la "Migra" estadounidense en donde tienen enjaulados a miles de centroamericanos que se han "entregado" voluntariamente a los agentes de la agencia CBP (Customs and Border Protection) y los cuales no pueden ser deportados de manera expedita de regreso a sus países de origen (Honduras, El Salvador, Guatemala) porque entraron a Estados Unidos pronunciando la palabra cuasi-mágica "asilo", y nadie que entre a territorio norteamericano pidiendo asilo puede ser regresado (deportado) al lugar de donde proviene sin que antes su petición de asilo sea escuchada por un juez migratorio.

Alexandria Ocasio-Cortez denunció muy indignada ante los medios que varias mujeres migrantes se quejaron ante ella diciendo que tuvieron que dormir sobre el piso de concreto y beber del inodoro porque el lavamanos de su celda estaba descompuesto. Esto lo repitió enérgicamente en una audiencia celebrada el viernes 12 de julio de 2019 ante una comisión de la Cámara de Representantes, la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno.

Los detalles sobre lo que trascendió en tal audiencia están resumidos en el siguiente extracto del periódico local EL DIARIO DE JUAREZ:

Cuatro legisladoras demócratas que visitaron recientemente centros de detención en la frontera de Texas le dijeron ayer a una comisión de la Cámara de Representantes que vieron áreas fétidas y atestadas “frente a la bandera estadounidense”, y acusaron al presidente Donald Trump de crueldad intencional para desalentar la llegada de inmigrantes.

En contraposición, cuatro republicanos de estados fronterizos le dijeron al mismo panel que los demócratas no estaban haciendo nada para aliviar la crisis, y los culparon por una postura que según uno de los republicanos estaba dirigida a “los seguidores en Twitter y la política cínica”.

La audiencia ante la Comisión para la Supervisión y Reforma del Gobierno ofreció un microcosmos del abismo que existe entre los demócratas y los republicanos en el país y, tal vez, una oportunidad para que cada una de las partes ventilara su indignación. Pero a fin de cuentas permitió captar enfáticamente los puntos de vista marcadamente enfrentados de cada partido en torno a las estrictas políticas de Trump para contener la inmigración, dejando entrever que están destinadas a ser uno de los temas más destacados en las campañas para los comicios presidenciales y legislativos de 2020.

La cantidad de familias, niños y otros migrantes que ingresan a Estados Unidos a través de la frontera con México ha superado los 100 mil al mes desde marzo, abrumando la capacidad de las agencias federales para mantenerlos detenidos en condiciones higiénicas o para transferirlos rápidamente a un albergue mejor. Y ocurrió cuando sólo faltan unos días para que comiencen unas redadas ordenadas por Trump para deportar a la gente que se encuentra ilegalmente en Estados Unidos, según funcionarios gubernamentales y activistas, acciones que seguramente generarán más encono en torno al tema.

Antes de que comenzara la sesión de ayer, el demócrata Elijah Cummings, presidente del panel, dio a conocer un informe que proporciona nuevos detalles sobre 2 mil 648 de los niños que el gobierno de Trump separó de sus familias el año pasado antes de cancelar dicha política en medio de una presión generalizada.

El informe, basado en datos que el panel le exigió a agencias federales, halló que 18 niños menores de 2 años –la mitad de los cuales sólo tenían algunos meses de vida– fueron separados de sus padres hasta por medio año. Cientos fueron detenidos más tiempo del que se había admitido previamente, incluidos 25 que estuvieron recluidos más de un año, y cuando menos 30 siguen separados de sus familias.

Las cifras reflejan “una elección deliberada, innecesaria y cruel del presidente Trump y su gobierno”, se afirma en el informe.

El Congreso aprobó asignar 4 mil 600 millones de dólares el mes pasado para ayudar a mejorar las condiciones de los detenidos. Pero esa medida hizo enfurecer a los liberales, que sentían que carecía de requerimientos para obligar a tratar mejor a los migrantes, lo que derivó en fricciones internas que aún no cesan.

La representante Alexandria Ocasio-Cortez, el ícono progresista de 29 años, estaba entre las cuatro demócratas que testificaron. Después de que se le tomó juramento como lo solicitó –una práctica que la comisión no suele efectuar para colegas legisladores y que pareció una provocación ante los republicanos dudosos–, describió que las mujeres migrantes le dijeron que tuvieron que dormir sobre el piso de concreto y beber del inodoro porque el lavamanos de su celda estaba descompuesto.

“Le creo a estas mujeres”, afirmó. “Lo peor de esto es el hecho de que había banderas estadounidenses colgando por todas estas instalaciones, que los niños estaban siendo separados de sus padres frente a la bandera estadounidense”.

La representante demócrata Rashida Tlaib casi rompió a llorar cuando mostró una fotografía que dijo era de una niña guatemalteca (seguramente Jakelin Caal) de 7 años –de la misma edad que su propio hijo– que falleció mientras estaba bajo custodia de las autoridades estadounidenses. Criticó las duras políticas “creadas intencional y cruelmente por un gobierno de Trump decidido a enviar un mensaje lleno de odio de que los que están buscando refugio no son bienvenidos en Estados Unidos”.

“Es una ideología peligrosa la que gobierna nuestra nación actualmente”, agregó.

Al salir de la Casa Blanca, Trump le dijo a los reporteros sin presentar evidencia que la versión de Ocasio-Cortez de que a las mujeres inmigrantes se les dijo que bebieran de un inodoro era “una historia falsa que ella inventó”.

Como si se tratara de contravenir el testimonio de los demócratas, el vicepresidente Mike Pence y ocho legisladores republicanos recorrieron una estación fronteriza ayer en Donna, Texas, un amplio conjunto de tiendas interconectadas y con aire acondicionado erigido en mayo para manejar temporalmente a mil inmigrantes, y donde actualmente hay 800. Muchos yacían sobre tapetes en el piso, cubiertos con mantas isotérmicas mientras los niños veían la televisión.

Acompañado por el senador republicano Mike Lee y el secretario de Seguridad Nacional Kevin McAleenan, quienes fungieron de intérpretes al español, dos niños le dijeron a Pence que habían caminado dos y tres meses para poder llegar. Les respondió “Dios los bendiga” en inglés y “gracias” en español.

“Cada familia con la que hablé dijo que los estaban tratando bien”, afirmó Pence, criticando la “dura retórica” de los demócratas.

De vuelta en la comisión de la Cámara de Representantes, cuatro republicanos de estados fronterizos se sentaron en la misma mesa rectangular de los testigos que sus contrapartes demócratas y culparon a éstos de los problemas de los migrantes.

El representante Chip Roy se mofó del viaje de las demócratas a la frontera, acusándolas de posar “junto a un estacionamiento vacío mientras inventaban exageraciones para videos, seguidores en Twitter y política cínica”. Ocasio-Cortez tiene 4.7 millones de seguidores en esa red social.

Roy dijo que, al no endurecer las leyes que regulan la inmigración, los demócratas “crearon justo el imán” que atrae a los migrantes a Estados Unidos, y dijo que la Cámara de Representantes “permanece cobardemente en la esquina, sin hacer nada” para atender los problemas resultantes.

Otras demócratas que dieron su testimonio fueron las representantes Veronica Escobar y Ayanna Pressley, quien dijo que el trato que el Gobierno federal da a los inmigrantes ha “superado un nivel de degradación que debería avergonzarnos que esté ocurriendo en territorio estadounidense”.

Por los republicanos también se presentaron los representantes Debbie Lesko, Andy Biggs y Michael Cloud.

Existe un refrán que dice "el pez por su boca muere", el cual muy bien podría aplicar en el caso de Alexandria Ocasio-Cortez que logró buena parte de su fama hablando mucho, tal vez demasiado, ante los medios.

Un hecho innegable son las condiciones insalubres en que se encuentran la mayoría de los miles de migrantes indocumentados que han estado llegando en grandes caravanas a Estados Unidos desde que partió la primera caravana de migrantes indocumentados de Honduras, y hasta el mismo vice-presidente Mike Pence ha reconocido y está de acuerdo en que los migrantes detenidos están hacinados pasando por una situación difícil. Sin embargo, esto no es culpa de las agencias migratorias norteamericanas que simple y sencillamente no estaban equipadas y preparadas para recibir y atender a tantas oleadas de tanta humanidad desde que partió de Honduras la primera caravana el viernes 12 de octubre de 2018, nunca han contado con instalaciones amplias ni con los recursos económicos que deberían de tener para darles a los indocumentados la gran vida que ellos creen merecer por el solo hecho de haber pisado suelo norteamericano (albergues con aires acondicionados, regaderas con agua caliente y toallas limpias, tres comidas diarias calientitas con todo y vitaminas, ropa, calzado, jabones, pasta de dientes, escuelas para los migrantes menores de edad incluyendo libros y útiles escolares, y hasta guarederías infantiles equipadas con cunas, pañales y biberones, TODO GRATIS). Las reducidas instalaciones de la CBP fueron tomadas prácticamente por asalto en los últimos meses de 2018, y no estaban preparadas ni para los contingentes que por ley tenían que alojar ni para los gastos enormes que implica el tener que hospedar y alimentar a tantas personas cubriendo todas sus necesidades. Peor aún, y pese al reforzamiento que ha hecho México recurriendo a seis mil elementos de la recién creada Guardia Nacional y el endurecimiento de las revisiones para contener el desproporcionado flujo migratorio de Centroamérica, las caravanas con destino hacia Estados Unidos siguen llegando a México sin punto de reposo, como si no les importara en lo absoluto cualquier maltrato que terminarán recibiendo en los centros de detención de la CBP en Estados Unidos.

El presidente Donald Trump ha respondido a las acusaciones de maltrato afirmando que los migrantes indocumentados viven mejor en los centros de detención de la CBP en USA que en sus países (lo cual tal vez sea cierto porque sus gobiernos no les dan absolutamente nada, ni siquiera chicles para mascar), agregando que si los migrantes no están agusto con las condiciones de los centros de detención la solución es muy sencilla, consistente simplemente en regresar voluntariamente por su propio pie a sus lugares de origen (lo cual ninguno de ellos quiere hacer.)

Alexandria Ocasio-Cortez seguramente ya descubrió que es mucho más fácil protestar y exigir soluciones que legislar. Pese a ser una Congresista de Estados Unidos, hasta el día de hoy no ha presentado una sola propuesta legislativa que sirva para paliar lo que ella misma denuncia. (Lo menos que podría haber propuesto en coordinación con sus colegas Demócratas en el Congreso hubiera sido la creación de un programa de visas temporales de trabajo en los EE.UU. para los migrantes centroamericanos indocumentados desempleados, algo que ella nunca ha hecho.) Su labor legislativa es, para fines prácticos, casi nula. Mil veces peor, y en una muestra de lo que es el CINISMO POLITICO en su más pura expresión, cuando en 2018 se estuvo discutiendo en el Congreso de Estados Unidos el paquete presupuestal para el año fiscal 2019, Alexandria Ocasio-Cortez no presentó en ningún momento ninguna propuesta de ella para que se asignase una partida especial en el presupuesto para 2019 con la finalidad de atender la crisis humanitaria que ya se veía venir como consecuencia de las crecientes caravanas de migrantes indocumentados procedentes de Centroamérica. Como Congresista, ella sabe perfectamente que la asignación de todas las partidas presupuestales depende al cien por ciento del Congreso de Estados Unidos, y de hecho tal facultad es una atribución exclusiva del Congreso, y el ejecutivo (el presidente Donald Trump) no puede incurrir en ningún gasto que no haya sido autorizado previamente por el Congreso sin violar la ley. ¿Entonces de dónde quería Alexandria Ocasio-Cortez que salieran los miles de millones de dólares necesarios para atender las horribles carencias que ella misma estuvo denunciando posteriormente en 2019 cuando ella se quedó cruzada de brazos para darle prioridad a esto en 2018? En efecto, se puede afirmar categóricamente que al no haber dinero presupuestado para atender las necesidades de las decenas de miles de arribistas pidiendo asilo en la frontera de USA, la crisis humanitaria creada en los centros de detención para indocumentados fue una crisis creada por los miembros del Congreso, con Alexandria Ocasio-Cortez incluída ella misma entre los culpables. Si ella insiste en encontrar culpables, todo lo que tiene que hacer es buscarse un espejo.

Pero el problema que se le presenta hoy a Alexandria Ocasio-Cortez es que por todos lados le están empezando a pedir los NOMBRES de las mujeres indocumentadas que se quejaron ante ella afirmando que tenían que dormir sobre el piso de concreto y beber del inodoro porque el lavamanos de su celda estaba descompuesto. No aparece el nombre de ninguna de esas indocumentadas por ningún lado.

Si no hay NOMBRES, Alexandria Ocasio-Cortez puede ser acusada por sus detractores de haberle mentido deliberadamente al Congreso norteamericano con el fin de darle mayor dramatismo a sus declaraciones y tratar de ganar de este modo, a través de escándalos mediáticos, mayor fama y publicidad en pro de sus aspiraciones políticas. Resulta inadmisible que pueda argumentar que las presuntas indocumentadas (si es que existen) no le proporcionaron sus nombres por temor a represalias, porque en estos tiempos en los que hay una gran abundancia de teléfonos celulares equipados con cámaras digitales de alta resolución, ella no habría tenido problema alguno en tomarse una selfie con aquellas personas cuyas quejas planeaba llevar a los más altos foros de la política estadounidense dándoles plena credibilidad. Y en última instancia, si las supuestas indocumentadas quejosas se hubieran negado no solo a proporcionar sus nombres sino también en ser retratadas a un lado de la Congresista Alexandria Ocasio-Cortez, ella siempre tuvo la opción de seguir por su camino sin darle ninguna importancia a los comentarios de las indocumentadas. NO ES POSIBLE SUSTENTAR ACUSACION ALGUNA NI PODER DARLE CREDIBILIDAD ANTE LAS CORTES CUANDO ESTA BASADA EN TESTIGOS ANONIMOS O SECRETOS CUYAS IDENTIDADES Y HASTA LA REALIDAD DE SUS EXISTENCIAS SE IGNORAN. En jurisprudencia, si alguien no está dispuesto a dar la cara, su testimonio tiene el mismo valor que su identidad secreta, cero.

El presidente Donald Trump ya acusó a través de su cuenta de Twitter a Alexandria Ocasio-Cortez de haber inventado como una ficción la "historia falsa" de que los detenidos están siendo obligados a beber agua de los inodoros. Este no es un hecho que le conste personalmente a la Congresista, así se lo platicaron a ella (es lo que ella afirma.) Pero si nadie dá la cara como directo afectado para respaldar estas acusaciones, esencialmente la Congresista no cuenta con nadie más que con ella misma para tratar de darles veracidad y credibilidad, lo cual se antoja casi como una burla a quienes la han apoyado y la siguen apoyando. ¿En dónde están las afectadas que han estado bebiendo agua de los inodoros? ¿No tienen NOMBRES? ¿No hay ninguna fotografía de ninguna de ellas? ¿No existen? ¿Entonces de qué se trata todo ésto?

Por querer darle mayor seriedad (y dramatismo, de seguro) a sus acusaciones, Alexandria Ocasio-Cortez hizo algo que no estaba obligada a hacer: pidió que se le tomara la palabra bajo protesta (juramento) de decir verdad ante la audiendia en el Congreso. Es justo lo que está haciendo en la fotografía puesta arriba. Y si ella no puede respaldar sus graves acusaciones POR CARECER DE TESTIGOS DISPUESTOS A RESPALDAR LO QUE ELLA AFIRMA, en principio puede ser acusada de haber ocultado información al Congreso, o peor aún, de haber mentido deliberadamente en una comparecencia ante el Congreso, lo cual para ciudadanos ordinarios acarrea penas de prisión y que en su caso especial podría costarle a ella su remoción del Congreso. Lo único que le ayudaría es que se trata de un Congreso paralítico incapaz de ponerse de acuerdo en prácticamente nada.

¡NOMBRES, NOMBRES, NOMBRES! Y si no se tiene ni uno solo de alguien dispuesto a apoyar al declarante, entonces judicialmente la persona por la cual se dice hablar no existe, para fines prácticos es un fantasma o una fantasía de un cuento de hadas. Así de fácil.

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