miércoles, 21 de agosto de 2019

Suzy Pérez: Las drogas destruyen



Los grandes cárteles de las drogas así como los narcotraficantes de altos vuelos como Joaquín "El Chapo" Guzmán han logrado amasar enormes fortunas y una cantidad casi ilimitada de poder gracias al tráfico de drogas, o mejor dicho, gracias a los consumidores (en su mayoría, jóvenes) de drogas como el cristal, el fentanilo, la heroína y la cocaína, consumidores que tienen aprisionados en sus garras. Si no hubiera consumo alguno de drogas ilegales, esos cárteles del narco no existirían, y uno supondría que en una verdadera "guerra" contra las drogas la primera prioridad debería ser quitarles a las drogas su atractivo, lo cual lamentablemente no se lleva a cabo como se debería de llevar en los países consumidores como Estados Unidos.

Con las enormes cantidades de dinero que manejan, los cárteles de las drogas han logrado sobornar a grupos musicales de moda para que incluyan en sus repertorios temas y videos glorificando los paraísos de placer ofrecidos por las drogas. Estos videos muestran escenas de antros con hermosas jóvenes ataviadas en indumentaria mínima, y el consumo excesivo de alcohol y otras sustancias "placenteras" está implícito en tales videos (muchas veces las letras de las canciones hacen alusión al consumo sin prohibición alguna de drogas duras metiendo palabras como crack y cristal dentro de la temática lírica.) Los videos rockeros promocionales de los excesos de estupefacientes nunca muestran consecuencia negativa alguna que resulte a largo plazo de los venenos que se promueven.

Si bien es cierto que el "gancho" para ingresar a los infiernos de una farmacodependencia es la promesa de un gran placer que las drogas ilegales ofrecen (descrito en la primera experiencia de consumo como "un orgasmo de cuerpo completo") garantizándole al que está cayendo en las garras del vicio un medio rápido para olvidarse por completo de todos sus problemas en casa y con su vida personal, afirmándole los promotores callejeros de esos productos que esa sensación de placer le hará olvidar todo lo que le hace sentirse mal, a fin de cuentas la misma persona que al principio consume esos venenos para sentirse "muy bien" eventualmente terminará teniendo que comprarlos no para sentirse bien sino para no sentirse mal. Y lo peor de todo es que una vez que está enraizada la dependencia se pierde la capacidad para poder experimentar placer, porque los centros neurológicos del cerebro que son sensibles al placer terminan "bloqueados", y no hay manera de eliminar esos "tapones". La capacidad para experimentar placer es esencialmente destruída. Las dosis se tienen que ir incrementando gradualmente para poder obtener algo de placer conforme la capacidad de poder experimentar placer se va perdiendo, hasta que se ha perdido por completo y ninguna cantidad de heroína, cocaína, alcohol, crack, cristal o fentanilo podrá inducir placer alguno. Lo único que queda es todo lo contrario al placer, una sensación angustiosa de ansiedad incontrolable para la cual la única manera de huír es calmándola un poco ingiriendo dosis elevada de droga que, a diferencia de las primeras "muestras" que le fueron regaladas gratis, tendrán un costo económico sumamente elevado (es aquí donde los narcotraficantes hacen su dinero.)

Hace ya una buena cantidad de años, con la intención de desalentar el consumo de drogas entre jóvenes inexpertos, se estuvo recurriendo a anuncios por televisión francamente ridículos como el de "Partnership for a Drug Free America" (PDFA) que mostraban unos huevos siendo freidos en una sartén agregando al final "este es tu cerebro en las drogas" que nunca asustaron ni convencieron a nadie y se puede suponer que nunca sirvieron como disuasivo en contra de iniciar a temprana edad un consumo de drogas. Tales promocionales anti-drogas parecen tan infantiles como los caricaturescos mensajes motivacionales que hemos visto en México como el siguiente:




Una cosa que nunca se ve por ningún lado en los promocionales anti-drogas actuales son los videos que muestran a un drogadicto de la vida real al que por varios días se le ha privado de cualquier tipo de droga (hasta de alcohol y tabaco). Estos videos, cuando los hay, documentan dramáticamente los efectos de lo que se conoce como la malilla, que en términos médicos viene siendo el síndrome de la abstinencia:




En los centros de rehabilitación saben de sobra que la manera más efectiva de tratar de liberar a cualquier persona de su dependencia a las drogas es ingresar a dicha persona en un cuarto cerrado y tirar la llave, poniendo oídos sordos a los desgarradores lamentos que se estarán escuchando noche y día del enfermo que está pidiendo a gritos su heroína o cocaína o cristal sin lo cual no puede vivir. En las primeras etapas de la farmacodependencia la "malilla" puede hacer que un drogadicto se encuentre en una crisis permanente experimentando tremores que no lo dejan descansar ni dormir a ninguna hora del día, lo cual es horrible. En las últimas etapas en los tratamientos de las terapias antiadictivas que se basan simplemente en cortar de tajo todo tipo de droga sin darle al drogadicto ni siquiera un calmante o un cigarrillo o una copa de licor, etapas críticas que ocurren cuando precisamente el organismo está siendo obligado a no depender de la droga, el individuo entra en desesperación, cae al suelo y se la pasa convulsionándose violentamente como si se estuviera muriendo (y de hecho, la sensación que describen es algo de casi muerte, como si le cortaran a uno la respiración y se estuviera sufriendo por muchas horas por la falta de aire, pero sin el alivio de morir), frecuentemente vomitando y revolcándose entre sus propios vómitos sin poder controlarse. Es una sensación de agonía que equivale a unas vacaciones prematuras en el Infierno, así de malo es. Abundan los relatos de aquellos que antes de terminar el recorrido que involucra un tratamiento antidrogas de este tipo decidieron quitarse la vida por mano propia, porque les era intolerable el sufrimiento que resulta de la privación total de la droga. La única motivación para seguir viviendo es para consumir más droga (es poco conocido entre los drogadictos que el consumo de drogas produce cambios estructurales en el cerebro a tal grado que estos cambios fisiológicos pueden ser detectados paso a paso mediante tomografías computarizadas del cerebro.) Una vez que se producen cambios fisiológicos en un cerebro como consecuencia del consumo de drogas, los cambios son irreversibles, porque en esto el cerebro no tiene la capacidad natural para poder "repararse solo".

La malilla que sufren los drogadictos cuando tratan de dejar su hábito que literalmente hablando les está destruyendo la vida es una de las peores experiencias que puede sufrir un ser humano. En las primeras etapas cuando la farmacodependencia no es severa y cuando han transcurrido apenas unas cinco o diez horas, respondiendo a la falta de su "medicamento" el drogadicto puede presentar un aspecto como el que nos muestra el siguiente video:






Pero esto es apenas el comienzo. Cuando la farmacodependencia es grande, la lista de síntomas se amplía considerablemente para incluír náuseas, sudoración intensa, vómitos, dolor de cabeza, ansiedad, diarrea, depresión, calambres, insomnio, falta de apetito, pensamientos suicidas, locura. ALGUNOS DE ESTOS SINTOMAS PUEDEN DURAR MESES O INCLUSIVE AÑOS. Precisamente por esto no resulta nada fácil dejar las drogas, y una vez enganchado en ellas hay que estarlas tomando no para sentirse bien sino para no sentirse mal, o mejor dicho, MUY MAL.

Los narcomenudistas y "puchadores" cuando quieren agregar a un incauto a su lista de clientes cautivos suelen decirles que pueden dejar las drogas por voluntad propia en cualquier momento sin ningún problema si así lo desean. ESTO ES ROTUNDAMENTE FALSO. Si fuera fácil dejar de consumir esos venenos, los distribuidores de drogas y los cárteles no tendrían las enormes ganancias que tienen; ellos saben que nadie puede dejar el hábito, y cuando alguien les afirma haberlo logrado sin ayuda médica los narcotraficantes saben muy bien que ese individuo les está mintiendo.

Aunque entrar en el submundo de las drogas es un acto completamente voluntario, el tratar de liberarse de un hábito de consumo de drogas no lo es, lo primero que se pierde es la voluntad para lograrlo en cuanto aparecen los primeros síntomas de la malilla.

Hace como medio siglo, en la televisión norteamericana (en esos tiempos, de blanco y negro) de vez en cuando aparecían videos auténticos (no meras representaciones actorales) de pacientes reales que estaban en terapia de desintoxicación, agitándose en el suelo y temblando de pies a cabeza con voces guturales quejumbrosas, imágenes impactantes tan duras que posiblemente hayan incidido en la venta de drogas duras como la heroína y la cocaína, y seguro las grandes mafias se movilizaron para que esos videos promocionales fueran removidos por completo de la televisión, y de hecho ya no se han vuelto a ver en la televisión ni en USA ni en México. Ese tipo de propaganda anti-drogas es la que por ningún motivo los traficantes quieren que aparezca en los medios masivos de comunicación, razón por la cual han usado su poderío para impedir que puedan volver a aparecer en la televisión como en otros tiempos. Nada que les pueda reducir la clientela y con ellos las ganancias ilícitas multimillonarias. Algo así como las vacunas anti-adicciones que estaban siendo desarrolladas por científicos bajo un programa especial de las Naciones Unidas que de repente parece haberse esfumado en el aire (de haber este tipo de vacunas disponibles en el mercado, ello podría incidir duramente en las ganancias multi-billonarias de los grandes cárteles de las drogas, por lo que es casi seguro que movilizaron parte de sus enormes recursos para repartir sobornos con el fin de bloquear el desarrollo de tales vacunas.)

Precisamente por lo horrible que es el proceso de quedar liberado de la farmacodependencia los narcotraficantes nunca prueban el producto que venden, ellos están perfectamente enterados de las consecuencias a largo plazo de ingerir tales cosas, y se mantienen bastante alejados del consumo de cualquier tipo de droga. Ellos son los mejores testigos de los estragos que ocasionan las drogas y los extremos demenciales y criminales a los que están dispuestos a llegar sus clientes dependientes en el consumo de los venenos químicos que una vez que logran sujetar a un incauto lo mantendrán esclavizado por el resto de su vida sin liberación a la vista.

Pero no solo es la terrible y dolorosa experiencia que se tiene que padecer (sobre todo en centros de rehabilitación que no cuentan con médicos experimentados en el suministro de calmantes como la metadona que pueden paliar la crisis del retiro total de la droga). Son también otras consecuencias a largo plazo como la locura y la esquizofrenia. Los drogadictos que descienden al inframundo de la locura ni siquiera se dan cuenta de que han perdido la razón, y por esto mismo aunque quisieran de todo corazón pedir ayuda están impedidos de hacerlo, no pueden. Nada de esto se menciona jamás en las canciones de rock que glorifican a las drogas. Los que todavía no son consumidores pero que están en la mira para ser "enganchados" por puchadores astutos que fingen ser amigos pero que en realidad son los peores enemigos que se pueda tener nunca son informados sobre las consecuencias de perder la mente como resultado de ingerir sobredosis de droga. Y el que está perdiendo su mente ni siquiera se da cuenta de ello, lo cual lo deja impedido para poder pedir ayuda haciéndolo caer más y más hasta tocar fondo (la muerte.)

En las noticias recientes ha aparecido un ejemplo de cómo las drogas destruyen. Se trata de Suzy Pérez, que después de haber sido super modelo y poseedora de una gran fortuna no solo terminó perdiéndolo todo, inclusive su propia mente, a causa de las drogas, sino que terminó viviendo en la calle, en la indigencia, escarbando entre los botes de basura para encontrar sobras de comida para no morir de hambre.

Tenemos la publicación reciente de notas periodísticas como la siguiente que nos da un resumen sobre la trágica caída de Suzy Pérez, una mujer que en su juventud era asediada por numerosos admiradores y a la cual no le faltaron propuestas de matrimonio:

Suzy Pérez, la exbailarina de JLo que perdió todo por las drogas:
Pérez era una modelo y bailarina que participó a lado de personalidades como Jennifer Lopez, Daddy Yankee y Puff Daddy. También estuvo en portadas de revistas
El Heraldo de México
10 de agosto, 2019


Durante años, Gobiernos de diversas naciones han lanzado campañas de concientización contra las drogas, por los daños que provocan a la salud y los problemas sociales que conllevan.

Un claro y triste ejemplo es el de la exmodelo y bailarina Suzy Pérez, quien después de tocar la cima de su carrera, lo perdió todo a causa de su adicción a los estupefacientes.

De origen dominicano-puertorriqueño, Pérez era una modelo y bailarina que participó a lado de personalidades como Jennifer Lopez, Daddy Yankee y Puff Daddy. Incluso estuvo en las portadas de revistas en la década de los 90 y principios de los 2000.

La vida le sonreía a Suzy, pero todo dio un giro radical después de que firmara un contrato con una “agencia de modelos” italiana que al final resultó pertenecer a una red de prostitución, de acuerdo con un reportaje del programa El Gordo y la Flaca.

La caribeña sufrió de explotación sexual, violencia y terminó en la drogadicción que sumado a la muerte de su madre, agravó su situación y ganas de salir adelante.

Suzy fue encontrada en calidad de indigente y hasta comiendo de la basura, situación en la que ha vivido desde el 2005.

De acuerdo con el reportaje, la mujer es una sobreviviente del cáncer de mama, pero tiene huesos rotos, una hernia de disco, llagas en la piel y delgadez extrema. Esto sin contar su bipolaridad y depresión.

Como un motivo de esperanza para ayudarla, el programa se puso en contacto con su hijo Savion Pérez para reunirlos.

La mujer perdió su custodia por sus adicciones; sin embargo, después de varios años, pudieron darse un fuerte abrazo.

Por ahora, hay una campaña que busca ayudar a Pérez a través de la plataforma GoFundMe. Buscan recolectar 10 mil dólares para apoyarla en su proceso de rehabilitación.

En realidad, nadie es rehabilitado jamás al cien por ciento de su drogadicción, y esto lo saben perfectamente bien los alcohólicos que se unen a grupos como Alcohólicos Anónimos. Una vez que se ha caído al infierno de una dependencia, el apetito sigue allí y se tendrá que seguir luchando por el resto de toda una vida en contra de ese terrible apetito que nunca se apaga. La persona se tiene que estar "recuperando" día tras día, tiene y tendrá que estar luchando hasta el último día de su existencia en contra de la atracción que ejerce la droga sobre todos sus sentidos.

Esta era Suzy Pérez, cuando era libre de cualquier tipo de farmacodependencia y cuando era una  triunfadora (nótese el parecido físico de la joven con la actriz y cantante Selena Gómez):




Y la siguiente fotografía nos muestra una muy avejentada Suzy Pérez (¡sin haber cumplido aún los 40 años de edad!), pocos años después de haber sido inducida a caer en los infiernos de los paraísos artificiales de las drogas, en calidad de indigente pordiosera viviendo de la caridad pública en las calles:




LAS DOS FOTOGRAFIAS SON DE LA MISMA PERSONA, para la cual hubo un ANTES y un DESPUÉS.

Estas son precisamente las imágenes que los malditos "puchadores" no quieren que sus clientes prospectos puedan ver jamás, porque si las vieran los candidatos a ser enganchados de seguro les aventarían los venenos en sus caras y no tendrían ni un solo cliente (al principio regalan un poco del producto para que el incauto pueda dar una "probadita" y sentir un placer delicioso e indescriptible sin darse cuenta que esa "probadita" de la "tacha" o la "grapa" es el primer paso importante en el largo camino en una caída directa hacia el averno.)

Antes de caer al insondable abismo en que se encuentra, Suzy Pérez quien era no solo una chica linda sino también inteligente tal vez haya sido advertida por sus amigas acerca del consumo de drogas, pero si tuvo tal advertencia entonces incurrió en el error más grande de todos los que caen en ese barranco cuando se dicen a sí mismos: "Eso nunca me sucederá a mí", que equivale a convencerse a sí mismo de ser tan invencible y tan a prueba de balas que "Satanás nunca me convencerá de hacer nada que yo no quiera". ¡Pues claro que puede, y nadie es invulnerable a su poder seductor!

He aquí otra fotografía de Suzy Pérez muy hambrienta cuando iba en su camino cuesta abajo, escarbando las calles y las banquetas para recoger de la calle con sus dedos unas sobras de comida tiradas en el pavimiento, para poder llevarse algo a la boca para poder mitigar su hambre:




Viendo estas imágenes, ¿habrá realmente alguien, sobre todo entre los jóvenes, que quiera terminar así?

Hay muchas otras como Suzy Pérez. Las vemos todos los días cuando salimos a las calles. Como también hay muchas otras que no vemos porque ya están muertas a causa de las drogas. Es que las drogas a la larga también MATAN. Por los muertos ya no se puede hacer nada, pero en estos casos incluso muchos que ya están "enganchados" se pueden dar por muertos porque la cura les puede ser tan difícil de sobrellevar como la misma enfermedad.

A veces me pregunto, ¿por qué muchos padres nunca hablan de estas cosas con sus hijos, y después andan quejándose y lamentándose al ver aquello en lo que sus hijos se han convertido a causa de las drogas?

Tal vez compartiédole éste documento y estos conocimientos a los chicos y chicas los ponga a pensar dos veces antes de que quieran tomar el riesgo de terminar como Suzy Pérez. Sin vuelta de reversa. Y si creen que esto no les puede pasar, recuerden que Suzy Pérez también creía lo mismo.

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