domingo, 22 de septiembre de 2019

¡Si existen!

Por muchos años, tal vez demasiados, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos estuvieron negando la posibilidad de vida extraterrestre adjudicada a la presencia ocasional de objetos voladores no identificados OVNIs.

Sin embargo, aunque oficialmente el hermetismo se mantenía, el hecho es que la Fuerza Aérea de los Estados Unidos lanzó un proyecto en 1952 conocido como el Proyecto Libro Azul.

En realidad, lo que motivó el lanzamiento del Proyecto Libro Azul fue el hecho de que a menos de una década de haber terminado la Segunda Guerra Mundial, y con la Guerra Fría con la Unión Soviética en ciernes, había una verdadera preocupación en los altos mandos militares de que los OVNIs pudieran ser naves potentes y ultraveloces desarrolladas por científicos alemanes talentosos durante los tiempos de la Alemania Nazi, o peor aún, naves sofisticadas desarrolladas por la Unión Soviética bajo el más absoluto secreto.

La posibilidad de que los OVNIs pudieran ser naves desarrolladas por científicos alemanes no era tan disparatada como hoy pudiera sonar. Los mismos militares norteamericanos habían sido testigos del avanzado desarrollo tecnológico logrado en Penemunde para la construcción de proyectiles balísticos intercontinentales, algo que tocaba los linderos de la ciencia ficción de la época, y la mejor prueba de ello es que en la Operación Clip de Papel Estados Unidos se llevó a varios de los científicos alemanes expertos en cohetería (destacando a Wernher von Braun) que sentaron las bases que posibilitaron a los norteamericanos el poder poner un hombre en la Luna. Y ya Joseph Goebbels, el propagandista de Hitler, había hablado del desarrollo de "armas maravillosas" que le permitirían a la Alemania Nazi ganar la Segunda Guerra Mundial (se presumía que esas armas ya venían en camino pero que los alemanes no tuvieron tiempo para desarrollarlas para ser usadas con fines militares.)

Por otro lado, si la Unión Soviética, con la ayuda de ingenieros alemanes conocedores de la tecnología de propulsión a ser usada en los OVNIs, estaba desarrollando tales armas, los norteamericanos sabían que al no contar con absolutamente nada para poder defenderse de tal tecnología era imperativo confirmar la existencia de la misma para poder obtener los fondos para poder desarrollarla en un esfuerzo científico y tecnológico gigantesco parecido al que posibilitó el desarrollo de la bomba atómica.

Es posible que para impedir que cundiera el pánico entre la población, las fuerzas armadas estuvieran más interesadas en desacreditar que en confirmar la existencia de tal tipo de tecnología que pudiera estar en manos de un adversario de Estados Unidos, la cual podría ser usada para producirle una derrota militar a Estados Unidos parecida a la derrota militar que Estados Unidos le produjo a Japón al lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki.

El Proyecto Libro Azul se limitó a recoger e investigar testimonios sobre avistamientos de OVNIs, y en la mayor parte de los avistamientos investigados se desacreditó la posibilidad de que fueran el resultado de una tecnología superior. Durante el tiempo que duró Libro Azul, finalizado en 1969, se recogieron 12,618 informes ovni, y al final se concluyó que la mayoría eran malinterpretaciones de fenómenos naturales (nubes, estrellas, etc) o aviones convencionales. Unos cuantos fueron considerados fraudes. 701 casos —aproximadamente un 6%— fueron clasificados como inexplicables. Los informes fueron archivados y están disponibles bajo la Ley de Libertad de Información, pero los nombres de los testigos y otras informaciones personales fueron eliminados.

Por todo lo anterior y tras varias décadas de desmentidos oficiales, resultó sorprendente que hace poco se hicieran públicos unos videos que la Marina de Estados Unidos admitió como verídicos, tres vídeos de OVNIs publicados por el diario The New York Times y por la organización The Stars Academy of Arts and Science (TTSA) dando por hecho de los objetos voladores no identificados con los que los pilotos de la Marina entraron en contacto eran ¡reales!

Fue en mayo de este año 2019, cuando se dió a conocer una entrevista realizada a uno de los pilotos que presenció el momento en el que los ovnis fueron captados por los radares. El piloto Teniente Ryan Graves, encargado de informar sobre los avistamientos al Pentágono y al Congreso de Estados Unidos, aseguró que los cuerpos extraños se movían a una velocidad "hipersónica" y que incluso realizaban maniobras imposibles en el aire. También señaló que dichos cuerpos no poseían propulsores ni tubos de escape visibles. "Esas cosas estaban ahí arriba todo el día”, dijo el piloto.

A finales de 2014, un piloto de Super Hornet casi choca con uno de los objetos y presentó un reporte oficial por el percance. Algunos de los incidentes fueron captados en video, incluyendo uno tomado desde la cámara de un avión a principios de 2015 que muestra al objeto pasando por encima de olas marinas mientras los pilotos se preguntan qué están viendo.

Cuando fue lanzado el Proyecto Libro Azul, se adujo que el interés de los militares era saber si tales objetos podrían representar un riesgo para la seguridad de Estados Unidos. En realidad, cualquier forma de vida que tenga acceso a una tecnología de estas dimensiones se debe suponer que está tan avanzada científicamente que bien podría haber papilla en cualquier momento a cualquier ejército convencional del planeta Tierra.

En México, baste recordar que fue la superioridad militar lo que le permitió a los Conquistadores españoles barrer y acabar de tajo con el Imperio Azteca.

Además de las investigaciones emprendidas por la Fuerza Aérea con el Proyecto Libro Azul, se tienen también otros estudios a los cuales ya les están echando el ojo los otrora escépticos militares, tales como el Informe Haynek (The Hynek UFO Report) elaborado por el Doctor Josef Allen Hynek.

Por si lo anterior no bastara, se tiene conocimiento de cosas extravagentes de grandes dimensiones cuyo arribo a nuestro sistema planetario están causando conmoción, como es el caso de Oumuamua de lo cual ya se asentó algo aquí en esta bitácora el martes 5 de febrero de 2019 en la entrada Oumuamua y su posible origen alienígena. Se trata de cosas que están dejando registro y evidencias en imágenes fotográficas y grabadores de video con que antes no se contaba. Esta es una de las imágenes captadas por los pilotos de la Marina estadounidense que ahora el gobierno norteamericano encuentra serias dificultades para desmentir:




Mi convicción creciente en la certeza de que en este Tercer Milenio en el que estamos viviendo ocurrirá un "salto espectacular" en nuestra visión del Universo al entrar en contacto directo con una fuente de conocimiento superior al que poseemos que nos demostrará que no estamos solos en el Universo fue lo que motivó el último capítulo de la serie musical (playlist) titulada Tercer Milenio disponible como una serie completa en YouTube. Dicho capítulo se titula Contacto, elaborado para ejecución en una orquesta musical sinfónica moderna y puesto en el siguiente enlace:


No hay comentarios.: