En México somos más Papistas que el Papa. En Ciudad Juárez, México, todavía, si detienen a alguien llevando consigo en su bolsillo unos cuantos carrujitos de mariguana (unos tres gramos de la yerba, apenas lo suficiente para verse con lupa) para su consumo personal, de inmediato es enviado a prisión y al día siguiente aparecerá en la nota roja lo relacionado con su arresto con una noticia escandalosa que dirá más o menos: "Detienen a peligroso narcotraficante en plena vía pública. Policía asesta duro golpe al tráfico de estupefacientes. Seremos implacables, afirman las autoridades." Y tras el arresto el "peligroso" infortunado será enviado cinco o seis años de prisión para "su reinserción social"
En cuestión de unos cuantos días esto va a cambiar. Y no decimos "tal vez vaya a cambiar", sino que se puede afirmar que va a cambiar. Esta confirmación nos la dá la siguiente nota periodística publicada el 29 de Agosto 2020 en el periódico local norteamericano EL DIARIO DE EL PASO:
Dejarán de detener por posesión de mariguana¿Qué mexicano en su sano juicio que sea consumidor ocasional de mariguana o esté con ganas de probarla aunque sea una sola vez en su vida querrá arriesgarse a ser arrestado en México, enfrentando una condena de varios años de prisión, la pérdida de su trabajo, y la mala fama y el descrédito que un arresto de este tipo arroja por el resto de la vida, cuando a tan solo unos cuantos metros, cruzando el puente internacional entre México y Estados Unidos, si incurre en lo mismo al estar en la ciudad de El Paso, o sea ser acusado de posesión de cantidades menores de mariguana, no irá a dar a la cárcel y podrá mantener limpio su historial y evitar la presentación de un cargo penal en su contra? A un consumidor habitual no le importará que le echen encima mil citatorios para ir a Corte sin mayores consecuencias que ésta.
A partir de septiembre, dosis pequeñas ameritarán en El Paso un citatorio ante juez en mayoría de los casos
Ivanna Leos
El Diario de El Paso
29 de Agosto 2020
Con la llegada del nuevo año fiscal a la Ciudad de El Paso, una nueva política denominada “Cite and Release” (“Citar y Liberar”) para tratar la posesión de mariguana en pequeñas cantidades entrará en vigor el próximo martes.
El nuevo esquema permite que la Policía emita a discreción un citatorio –como las multas viales– en lugar de realizar un arresto, a quienes sean sorprendidos con el estupefaciente.
Con siete votos a favor y ninguno en contra, el Cabildo decidió en mayo que a partir del primer día de septiembre se pondrá fin a los arrestos por delitos menores de posesión.
La nueva medida reemplaza a la ordenanza “Primera Oportunidad”, que con el pago de una multa de 100 dólares permitía mantener limpio el récord de los detenidos que cometieran su primera infracción por posesión del enervante.
De acuerdo con el Departamento de Policía de El Paso (EPPD), esta nueva política tiene el objetivo de reducir la población carcelaria para delincuentes no violentos, reducir el tiempo que los oficiales dedican a los procedimientos de la cárcel y mejorar los tiempos de respuesta al hacer que los oficiales vuelvan al servicio más rápido.
“La persona no está siendo arrestada de inmediato y eso, por supuesto, es muy beneficioso para el Departamento de Policía porque no está perdiendo horas esperando recluir o procesar a alguien”, dijo Rubén Morales, juez de la Corte número 7 del Condado de El Paso, quien procesará los casos.
Laura Cruz Acosta, directora de comunicaciones de la Ciudad de El Paso, dijo que los elegibles para esta nueva política deben cumplir ciertas características:
“Aquellos delincuentes en posesión de una cantidad menor de mariguana, de 17 años o más, que poseen suficiente información de identificación en el momento de la detención, que residan en el Condado de El Paso y que exista una creencia razonable de que el delincuente comparecerá ante el tribunal”, informó la vocera.
El programa de citación y liberación será únicamente para los delitos menores de Clase A (de 2 a 4 onzas) y B (2 onzas o menos) de posesión de mariguana, según informó la Ciudad.
“La persona será liberada con la condición de ‘prometer y comparecer’, añadió. Esto significa que debe comprometerse a presentarse ante el juez para evaluar su caso en la fecha que le sea fijada.
Sin embargo, Cruz Acosta dijo que a pesar de la nueva política los oficiales también pueden realizar arrestos si los delincuentes se niegan a participar en la citación y liberación o se niegan a firmar la citación.
“También se puede arrestar a aquellos que no sean residentes del Condado de El Paso, individuos intoxicados, ofensores con órdenes de arresto pendientes u otros cargos no relacionados, si es necesario algún nivel de fuerza, individuos que no cooperan, así como delincuentes habituales”, recalcó.
Asimismo, se indicó que el administrador de la Ciudad tendrá la tarea de proporcionar al Cabildo informes trimestrales que incluyan el motivo de la Policía para una detención.
Diferentes programas
El sitio web del Condado de El Paso hizo además la diferenciación del programa “Primera Oportunidad” y la nueva política “Citar y Liberar”:
De acuerdo con la información del Condado, el programa “Primera Oportunidad” es un programa de desvío ofrecido por la Oficina del Fiscal de Distrito de El Paso a los infractores por primera vez, que de otro modo serían acusados de posesión de cantidades menores de mariguana.
Es un programa voluntario que le da al delincuente una oportunidad única de mantener limpio su historial y evitar la presentación de un cargo penal, se indica.
Este programa reconoce que los infractores de posesión de mariguana por primera vez, como delitos menores, a menudo pueden rendir cuentas sin la necesidad de una intervención judicial penal más formal y costosa. El programa de “Primera Oportunidad” es supervisado por el Departamento de Coordinación de Justicia Penal del Condado de El Paso.
Dentro del programa “Primera Oportunidad” un total de 480 infractores mantuvieron su récord limpio al momento de completar el proceso y pagar la multa, esta cifra de infractores refleja el 75 por ciento de las personas que fueron sorprendidas en posesión del enervante
Hasta la fecha, no hay un solo caso documentado de alguna persona que haya muerto por consumo directo de mariguana. Esta realidad pesó mucho en la descriminalización de la mariguana en grandes urbes norteamericanas como El Paso.
Quitarle el estigma a la mariguana es quitarle el estigma a una yerba que por muchos años fue satanizada con una leyenda negra que jamás estuvo sustentada en estudios científicos serios, de lo cual ya se habló en esta bitácora el 5 de Diciembre de 2014 en la entrada titulada Cómo inició el mito negro de la mariguana.
La nueva política en El Paso, Texas, próxima a implementarse en unos cuantos días (empezando Septiembre) sin duda alguna le traerá a los narcomenudistas mexicanos en Ciudad Juárez (y a los narcomenudistas norteamericanos que viven en USA) una pérdida importante de clientela, y considerando el alto costo de una sustancia prohibida como la mariguana las pérdidas económicas van a ser mayores para los narcomenudistas en ambos lados de la frontera. El precio de la yerba se va a desplomar, porque no hay producto más caro en el mercado que un producto que está prohibido por las autoridades y cuya simple posesión puede acabar con la carrera profesional de cualquiera además de los años que tenga que purgar en la cárcel. Y en realidad, aquí es donde está el meollo de un negocio muy lucrativo. Los legisladores reformistas argumentaron exitosamente que descriminalizar la posesión de mariguana le permitiría a las policías nortemaricanas poder concentrarse en sustancias mucho más peligrosas (¡comprobado científicamente!) como el crack, el cristal, la heroína, la cocaína y las metanfetaminas. Se estaba perdiendo demasiado tiempo en criminalizar y penalizar a consumidores que incluyen jóvenes universitarios (gente bien informada) sin quedar muchos recursos disponibles para combatir las drogas peligrosas. Pero ahora esto va a cambiar, y el impacto en los bolsillos de los narcomenudistas va a ser directo. Es por ello que en México siempre hubo una oposición enorme a la legalización de la posesión de la mariguana pese a que se trata de una yerba nativa resistente a los herbicidas cuyas semillas casi casi florecen por sí solas bajo las condiciones más inhóspitas que se puedan concebir. La inversión requerida para producir un plantío de mariguana es casi cero en comparación con lo mucho que se requiere en cuidados, abonos y fertilizantes, riegos, protección de rayos solares y pesticidas de otras plantas de las cuales se extraen drogas mucho más potentes y peligrosas que la mariguana (por ejemplo, la amapola de la cual se extrae el opio.)
En esto se vende la mariguana cuando está prohibida: $$$$$$$$$$$$$$
En esto se vende la mariguana cuando no está prohibida: $$
TODAS LAS GANANCIAS DEL NARCO EN CUALQUIER PARTE DEL MUNDO ESTÁN EN EL HECHO DE MANTENER VIGENTE LA PROHIBICIÓN DE LAS HOY CONSIDERADAS SUSTANCIAS ILEGALES.
Esta lección la aprendieron muy bien en Estados Unidos durante la época de la prohibición de las bebidas alcohólicas. Cuando la producción, la venta y el consumo de todo tipo de bebidas alcoholicas estaba terminantemente prohibido por causa de la Ley Volstead, nunca como antes prosperaron las ventas del alcohol y este tipo de bebidas se convirtió en un jugoso y lucrativo negocio con grandes ganancias que fomentó la creación de los primeros grandes cárteles de drogas en el continente americano encabezados por viles mafiosos tales como Al Capone y Bugs Moran a la cabeza del ilícito negocio. Los efectos de la Prohibición fueron inesperados. La producción, la importación y la distribución de bebidas alcohólicas —una vez prohibido el negocio legítimo— fueron asumidas por bandas criminales, que lucharon unas contra otras por el control del mercado en confrontaciones violentas, incluso llegando a cometer asesinatos en masa; o sea justo exactamente lo mismo que lo que está ocurriendo en México, aunque la "guerra contra las drogas" no fue un invento mexicano propiamente dicho sino una "cruzada" iniciada en Estados Unidos a la cual México se sumó recibiendo a cambio de su cooperación la miserables migajas económicas dadas como "premios al gobierno de México" tales como la Iniciativa Mérida (cuyas aportaciones no cubren ni siquiera los enormes costos de los funerales y demás pérdidas económicas que le ha traído a México la "guerra" contra el crimen organizado). Irónicamente, hasta la fecha en Estados Unidos ni el FBI ni la DEA han capturado y enjuiciado en territorio norteamericano a ningún capo de la talla de Rafael Caro Quintero, Joaquín Guzmán Loera "El Chapo" o Amado Carrillo Fuentes, porque desde un principio los "pactos" México-USA se han acordado bajo el entendimiento de que en territorio norteamericano no existen grandes capos de la droga, y todos los "malos" necesariamente tienen que ser mexicanos (misma postura que ha oficializado el presidente Trump lo que antes era un simple "entendido" entre funcionario de ambos paises pero sin darlo a conocer a la prensa.) En Estados Unidos no hay gente "tan mala como la que hay en México" porque todos los grandes narcotraficantes que poseen ciudadanía norteamericana "son inocentes" hasta que se les demuestre lo contrario (ni siquiera John Gotti, el "Teflon Don", le llega a los talones a ningún capo mexicano como los que han sido extraditados de México a los Estados Unidos.) Esto es lo que sacan el gobierno de México y los mexicanos por su inquebrantable cooperación en una "guerra" que nunca fue de México. Bueno, la prohibición del alcohol fue algo tan desastroso y tan dañino para la sociedad norteamericana que se tuvo que dar marcha atrás a la prohibición de las bebidas alcohólicas, y hoy la producción del "whisky" es perfectamente legal, al igual que lo es el consumo de la mariguana en ciudades como El Paso, Texas. Se supone que debemos sentir lástima y hasta mucha pena por los alcohólicos que mueren por consecuencia de su adicción, pero ese consumo excesivo es cuestión de ellos, se iniciaron en tal hábito por decisión personal que no debe ser incumbencia de nadie más que de ellos. Cierto, mueren muchos por accidentes y deterioro físico relacionados con el consumo del alcohol, pero serían muchos más los que morirían si esa droga llamada alcohol fuera nuevamente proscrita. Ya hicieron en EE.UU. ese experimento, y no les quedaron muchas ganas de repetirlo.
En México, la propaganda oficialista -financiada por el mismo narco- en contra de la legalización o semi-legalización de la mariguana ha llegado a tales extremos (ridículos) que incluso por mucho tiempo ha estado proscrita para usos medicinales legítimos (la mariguana también tiene varias aplicaciones medicinales pese a estar tan satanizada en México.) Pero como ya se dijo, prohibimos lo que en nuestro vecino del Norte se despenaliza porque en México "somos más Papistas que el Papa".
Se puede suponer que aquellos legisladores en México que históricamente se han opuesto y que actualmente se oponen con todas sus fuerzas a la legalización de la mariguana en México así sea con fines medicinales, presentándose como "salvadores de la juventud mexicana", en realidad son políticos corruptos que están bajo la nómina del narco ya que su verdadera "misión" consiste en protegerle sus ganancias al narco, y no "salvar a la juventud mexicana" como cínicamente proclaman. Si todas las drogas en México fuesen legalizadas y la distribución de las mismas quedara a cargo del Estado (como ocurrió en los tiempos del presidente izquierdista Lázaro Cárdenas cuando la legalización de todo tipo de drogas en México llevó a casi todas las mafias existentes en aquél entonces al borde de la bancarrota causando las protestas airadas de todos los narcotraficantes de dicha época), el narcotráfico dejaría de ser un negocio.
El hecho de que la posesión de la mariguana va a quedar en cierto modo legalizada en EE.UU. mientras que en México el negocio sigue prohibido para mantenerlo lucrativo se presta a situaciones mucho muy interesantes como ésta: imaginemos que en la valla metálica fronteriza conocida como el "muro de Trump" justo en cierto punto a un lado se encuentre (en territorio de USA) un norteamericano con varios carrujos de su ahora "legal" cosecha, mientras que a un lado suyo, del otro lado de la valla, se encuentre un consumidor mexicano. Del lado norteamericano se puede "quemar" la mariguana, y los vapores que se desprendan, o sea la cannabis, le lleguen al mexicano mediante un popote largo como esos popotes que se estilan usar en los cigarrillos electrónicos, o cualquier manguerita flexible para hacer llegar los "espíritus" al mexicano que gustoso los inhala en el lado mexicano. Si del lado mexicano llegan los agentes federales para detener al consumidor mexicano, no le pueden hacer absolutamente nada y él se puede "pitorrear" de todos ellos (y hasta burlarse jocosamente haciéndoles señas) porque en México lo que se castiga no es el consumo sino la posesión. Y en el peor de los casos, si el mexicano no quiere tener problemas con los federales en México, le puede indicar al "proveedor" apostado en el lado americano de la valla que recoja y retire el popote o manguerita con que "vende" las inhalaciones en México, y como la policía federal en México no tiene autoridad para ingresar en territorio norteamericano pues simplemente se quedarán rumiando haciendo coraje mientras que el muy feliz (y relajado) consumidor del lado mexicano se retira con una amplia sonrisa de oreja a oreja, cumplido su propósito.
Ya es legal allá, pero sigue siendo ilegal aquí, y las detenciones y los arrestos en México siguen a la orden del día dando de qué hablar en la nota roja, porque somos "mas Papistas que el Papa".