viernes, 5 de octubre de 2018

Una promesa cumplida

El presidente electo Andrés Manuel López Obrador había prometido que con el acceso de su partido Morena a una mayoría en el Congreso de la Unión se pondría fin a las opíparas pensiones presidenciales vitalicias que el corrupto PAN y el aún más corrupto PRI estuvieron sosteniendo.

En este día se ha publicado en el Diario Oficial de la Federación la nueva ley que elimina de tajo las pensiones presidenciales vitalicias para todos los ex presidentes de México. Este es precisamente el tipo de cambios que quería ver el pueblo de México cuando el PAN proclamándose desde hace tres décadas como paladín del cambio había prometido que haría para empezar a acabar con el esquema de “gobierno rico, pueblo pobre”, y que nunca cumplió.

En una declaración que solo puede ser tomada como una grosera manifestación del cinismo a la cual están acostumbrados quienes forman parte o han formado parte del Partido Acción Nacional, la ex primera dama Margarita Zavala, esposa del ex presidente Felipe Calderón, declaró que la eliminación de la pensión presidencial no le afectaría a su esposo en lo absoluto. Y yo me pregunto: ¿no estuvo  percibiendo su esposo el ex presidente Felipe Calderón su pensión presidencial vitalicia en los últimos seis años?

Pero lo anterior no es todo. Es la primera vez en este sexenio que está por terminar el 1 de diciembre de 2018 que el presidente Enrique Peña Nieto omite la publicación de una nueva legislación. Esta es la razónn por la cual el Congreso ordenó la difusión de la nueva ley en el Diario Oficial de la Federación para que entre en vigor una vez aprobado el Presupuesto 2019.

La nueva ley va mucho más allá que la eliminación de la pensión presidencial vitalicia a los ex presidentes de México. También señala que ningún funcionario público deberá ganar más de lo que gana el presidente de México. El presidente electo Andrés Manuel López Obrador ya confirmó que su sueldo será de 108 mil pesos mensuales. Esto es mala noticia para ciertos personajes, uno de los cuales es el gobernador de Chihuahua, Javier Corral Jurado, porque a este tipo la pasada legislatura estatal controlada por el corrupto Partido Acción Nacional había premiado su pésimo desempeño con una generosa retribución de más de 168 mil pesos mensuales.

Cabe agregar aquí que Javier Corral ha resultado ser uno de los políticos más corruptos e ineptos que ha tenido el estado de Chihuahua, en consonancia con la incongruencia y el cinismo que imperan en el Partido Acción Nacional. Aunque las comparaciones son odiosas, se vuelve inevitable comparar que, a diferencia de la promesa del entonces candidato Andrés Manuel López Obrador de que se eliminarías las pensiones presidenciales vitalicias de los ex presidentes de México (¡incluida la suya propia!), promesa que hoy vemos cumplida al pie de la letra, se tiene por ejemplo la promesa del corrupto gobernador panista Javier Corral que en busca de los votos necesarias para ganar la gubernatura en 2016 les prometió a todos los estudiantes universitarios de Chihuahua que todas sus colegiaturas e inscripciones serían pagadas en su totalidad con becas del gobierno del estado sin necesidad de tener que contar con un promedio escolar mínimo. Hasta el día de hoy, dos años después, esa promesa sigue sin ser cumplida, y ya se aclaró oficialmente que no será cumplida porque se trata de “promesas hechas con el corazón” aunque con muy buenas intenciones, como si el mentirle a la gente fuera sinónimo de un gran corazón.

Si el PAN o el PRI hubieran logrado ganar la elección presidencial de 2018, la eliminación de la pensión presidencial vitalicia seguiría como algo imposible de ocurrir, porque ambos partidos son tan corruptos el uno como el otro, y queda claro a estas alturas que el candidato presidencial panista Ricardo Anaya estaría moviéndose con desesperación para tratar de sacarle a su presidencia el mayor provecho económico posible.

¿Y así el corrupto Consejo Coordinador Empresarial, pro-PAN, estuvo acusando que López Obrador sería “un peligro para México”? De plano, el representante de la alta clase empresarial mexicana Juan Pablo Castañón no tiene vergüenza.



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