jueves, 5 de julio de 2018

El cacique que contribuyó a la derrota del PRI


Foto con Javier Corral a la izquierda y José Reyes
Baeza a la derecha, ambos en el centro de la foto.


La victoria tiene mil padres. La derrota es huérfana.

En estas elecciones recientes del domingo 1 de julio de 2018, el PAN salió severamente vapuleado en lo que es interprestado como un voto de castigo del pueblo de Chihuahua en contra de Javier Corral quien estuvo actuando como un déspota arbitrario empeñado en concentrar en sus manos el control de los tres poderes de gobierno y en ejercer su administración casi como si fuese un rey. El voto de enojo en contra del PAN se manifestó con un voto masivo de la ciudadanía a favor de MORENA.

Pero no solo la pésima y corrupta administración de un déspota llamado Javier Corral fue causa primaria del descalabro sufrido por el PRI que pasó a ser la tercera fuerza política del estado, muy distante de aquellos “días de gloria” en los que el PRI en Chihuahua era una aplanadora invencible acostumbrada a llevarse el “carro completo” en todas las elecciones.

También contribuyeron priistas carentes de visión y verdadera lealtad partidista como el cacique priista José Reyes Baeza, candidato del PRI al Senado de la República y el cual terminó siendo repudiado por los electores y derrotado ampliamente en las urnas.

Ante el hecho incontestable de que el gobernador emanado del PAN, Javier Corral Jurado, se ha estado lanzando duro con todo el poder del estado en contra del PRI en Chihuahua acusando a una cantidad cada vez mayor de priistas de ser “duartistas” (en alusión al último gobernador priista que tuvo el PRI en Chihuahua, César Duarte), presumiblemente buscando la destrucción total del PRI, el candidato priista José Reyes Baeza en vez de marcar una sana distancia entre él y el gobernador panista de Chihuahua hizo todo lo contrario, mostrándose públicamente muy de la mano con Javier Corral en todo tipo de eventos, elogiándolo y aprobando sus acciones de gobierno. La fotografía puesta arriba de esta entrada como encabezado lo prueba. Muchos priistas no pudieron dar crédito a lo que veían sus ojos, preguntándose a sí mismos azorados: “¿Cómo es posible que nuestro candidato a una Senaduría, el Licenciado José Reyes Baeza, se ande exhibiendo en público como muy amigo precisamente del mismo hombre al cual los priistas en Chihuahua consideran ya como un enemigo mortal del PRI?”

En su artículo titulado “El Chupón de Delicias” publicado el 4 de julio de 2018, el sitio Web LaPolaka.com consignó lo siguiente: “En alianza incondicional con Javier Corral, Baeza se apoderó del PRI en Chihuahua y provocó una desbandada masiva de sus filas que al final le costaron la dolorosa derrota  tricolor que hoy trata de disfrazar con mediocridades y ausencia de carisma”.

En efecto, ante lo que fue tomado por muchas de las bases priistas como un acto de traición al más alto nivel, “pactos con el Diablo” ignorando el compromiso moral con los militantes de base desde hace muchos años, dando pruebas aparentes de la existencia de un PRIAN por lo menos en Chihuahua a costa del sacrificio del partido, muchos priistas tomaron la decisión de salirse del PRI para siempre, manifestando con su salida definitiva su repudio total hacia este tipo de “concertacesiones” amorales, “arreglos en lo obscurito”, cochupos y acuerdos bajo la mesa denunciados por Andrés Manuel López Obrador por el cual muchos priistas terminaron votando en lugar de votar por el PRI.

En vez de aceptar su culpa y el castigo manifestado en las urnas a su traición, el cacique priista José Reyes Baeza le echó la culpa de la derrota del PRI a “factores externos” en lugar de verse a sí mismo ante el espejo para ver al traidor al cual muchos priistas castigaron por haberse mostrado muy “conciliador” y “muy amigo” con aquél a quien muchos del PRI consideraban y siguen considerando un enemigo mortal del PRI en Chihuahua. Y es que la victoria tiene mil padres, pero la derrota es huérfana.

Las muy buenas relaciones presumidas de antemano y proclamadas a los cuatro vientos por el candidato priista José Reyes Baeza con el gobernador autócrata Javier Corral Jurado, sumado a otros favores y beneficios de parte del PRI con que ha sido beneficiado Javier Corral, podrían ser las pruebas que faltaban para demostrar en Chihuahua la existencia perversa de esa mafia del poder bautizada por Andrés Manuel López Obrador como PRIAN.

Con su actitud afable presumiendo un muy buen entendimiemto con el gobernador Javier Corral, el cacique priista Reyes Baeza dió a entender con toda claridad a los chihuahuenses y muy en especial a muchos priistas decepcionados que al menos en lo que a él respecta, no iba a ser ningúnn contrapeso desde el Senado a todas las barbaridades que Javier Corral ha estado haciendo en Chihuahua, que son muchas. José Reyes Baeza definitivamente ya no será un contrapeso en el Senado de la República para Javier Corral, pero ya no tanto por decisión propia sino por decisión de los electores de Chihuahua que decidieron sepultar de una vez por todas y para siempre las expectativas del cacique priista Reyes Baeza, enviándolo a su casa en vez de enviarlo al Senado de la República. El pueblo de Chihuahua al darse cuenta de que José Reyes Baeza no planeaba desde el Senado defenderlo ante las arbitrariedades de Javier Corral denunciando las tropelías de un gobernador déspota, le negó masivamente su voto, enviando en cambio al Senado al Morenista Cruz Pérez Cuellas con quien Javier Corral tiene cuentas pendientes (Javier Corral le robó a Cruz Pérez Cuéllar con golpes bajos, traiciones y compadrazgos dentro del PAN la candidatura interna del PAN al mismo Senado de la República al cual ahora Cruz Pérez Cuellar irá pero ahora ya no en calidad de militante del PAN sino como militante de Morena), y a diferencia de Reyes Baeza, Cruz Pérez Cuéllar no estará lisonjeando a Javier Corral ni le estará aplaudiendo en el Senado, sino todo lo contrario.

No se sabe aún si el PRI, sobre todo en Chihuahua, logrará sobrevivir a la terrible debacle por la cual está atravesando en estos momentos. Pero lo sucedido con el cacique priista José Reyes Baeza que fue castigado duramente en las urnas por los mismos priistas decepcionados ante su traición debe servir de lección a quienes aspirando a dirigir al PRI y tal vez a un futuro político bajo las siglas del PRI crean que andarse exhibiendo públicamente muy “conciliadores” y “muy de la mano” con aquellos dedicados noche y día a la destrucción del PRI dará dividendos políticos de alto nivel.

La lección que debe ser aprendida de inmediato por el resto de los caciques del PRI en el resto del país es que en el México del Tercer Milenio pactar con el enemigo, pactar con el Diablo encarnado en algún político perverso como Javier Corral, tiene un costo a pagar en las urnas. Y si los dirigentes del PRI no están dispuestos a asimilar la lección, más les vale ir preparando las veladoras que serán usadas en la sepultura del que fuera un poderoso e invencible partido hegemónico.

Lo mejor que puede hacer el cacique priista José Reyes Baeza es dejar de ser visto dentro del PRI, encaminándose en cambio al Palacio de Gobierno en la ciudad de Chihuahua para ver si su “gran amigo” el gobernador Javier Corral le da una “chambita” o algún cargo público que le compense su traición al PRI. A ver si con la respuesta que obtenga Reyes Baeza de Javier Corral se le abren los ojos. Y si no se le abren, peor para él.

1 comentario:

el chavo del 8 dijo...

que le pida el cacique a javiruchis una chambita como muestra de amistad, aunque sea ya de perdis como policia o como velador o lo que sea para no quedar desempleado y no estar dando lastimas, a ver si javiruchis le responde y le da algo como premio de consolacion, o a lo mejor javiruchis le cierra las puertas y lo ignora por completo