En el caso de algunos programas ya viejos para los cuales la instalación en el disco duro de una máquina se llevaba a cabo no mediante un lector de CD-ROM sino mediante un drive de diskettes usándose para ello varios diskettes (por ejemplo, MathCAD 4.0, o Turbo Pascal), el problema que se enfrenta en máquinas nuevas es que el drive de diskettes ha sido eliminado por completo y no es posible instalar tales programas en dichas máquinas usando los diskettes.
¿Hay algo que se pueda hacer al respecto?
La respuesta podría ser afirmativa. Pero se requiere tener acceso a una máquina que todavía tenga instalado un drive de diskettes, y que tenga además un quemador de discos CD. El objetivo será crear un CD desde el cual se pueda llevar a cabo toda la instalación.
Usualmente, la instalación de los programas que vienen en varios diskettes procede de la siguiente manera: se mete el primer diskette (identificado como tal por el proveedor), y se pone en marcha algún programa inicial que muchas veces es SETUP.EXE o que puede ser algo como INSTALL.BAT. La instalación se pone en marcha hasta que en un momento se pide al usuario que saque el primer disco y meta el siguiente disco (el segundo), poniéndose nuevamente en marcha la instalación hasta que se pide el siguiente disco (el tercero) y así sucesivamente.
PRIMER PROCEDIMIENTO:
El primer procedimiento consiste en crear una carpeta (folder) en la máquina, dándole a dicha carpeta el nombre del primer diskette (el nombre del primer diskette se puede obtener mediante las propiedades del diskette proporcionadas por un sistema operativo como Windows XP) o bien inventándole algún nombre como Disco_1 en caso de que el primer diskette carezca de nombre, y copiando todos los archivos del primer diskette al primer folder. Hecho esto, se crea una segunda carpeta dándole el nombre que le corresponda tomado del segundo diskette (por ejemplo, Disco_2) y copiando todos los archivos del segundo diskette al segundo folder, y así sucesivamente. Cuando se tengan todos los contenidos de cada diskette en carpetas respectivas en el disco duro, se queman en un disco CD dichas carpetas creándose un disco CD de instalación del programa. La forma en la cual se usa este disco CD de instalación es buscando el programa ejecutable de instalación que debe estar en la primera carpeta. Si funciona, al ser leídos del CD los contenidos de la primera carpeta entonces el programa ejecutable de instalación buscará los contenidos que corresponden al segundo diskette que se encuentran en la segunda carpeta, y así sucesivamente hasta que la instalación haya concluído.
SEGUNDO PROCEDIMIENTO:
En caso de que no funcione el procedimiento anterior, la segunda alternativa consiste en copiar todos los contenidos del primer diskette a una carpeta en el disco duro, tras lo cual se efectúa un copiado de todos los contenidos del segundo diskette a la segunda carpeta en el disco duro, y así sucesivamente. De este modo, todos los contenidos de todos los diskettes se encontrarán dentro de una sola carpeta. Esta carpeta es enviada en forma permanente a lo que será un CD de instalación. De nueva cuenta, la forma en la cual se usa este disco CD de instalación es buscando el programa ejecutable de instalación que debe ser el mismo que está puesto en el primer diskette. Puesto que todos los archivos de todos los diskettes están en la misma carpeta, es posible que la instalación se pueda llevar a cabo desde el CD-ROM.
El éxito de cualquiera de los dos procedimientos de instalación dados arriba (y ambos deben ser probados) depende de la manera en la cual desde el primer diskette se vayan invocando cada uno de los siguientes diskettes. Si el programa ejecutable encargado de llevar a cabo la instalación hace una búsqueda exhaustiva (agotando todas las posibilidades buscando en todas las partes del disco duro de la máquina), entonces el problema está resuelto. Sin embargo, si hace una búsqueda con una sola opción buscando en un drive de floppies cada floppy de acuerdo al nombre del diskette, entonces cualquiera de las dos estrategias puede fracasar.
Los dos procedimientos que se acaban de dar es que se pueden llevar a cabo de una manera casi mecánica, sin requerir de mucho análisis.
Si ninguno de los procedimientos dados arriba funciona, entonces se puede intentar reproducir la manera en la cual se lleva a cabo la instalación. Para ello, en caso de que en el primer diskette haya un archivo denominado INSTALL.BAT (o bien denominado con algún otro nombre similar), se pueden inspeccionar los contenidos del archivo leyéndolos con cualquier editor de texto (como el Bloc de Notas de Windows) teniendo la precaución de no alterar los contenidos.
Y si no hay un archivo como INSTALL.BAT, podemos tratar de seguir la filosofía usada en la instalación de programas que ocupan varios diskettes. En esos tiempos, los archivos eran usualmente comprimidos con algún programa de compresión para ocupar así la menor cantidad posible de diskettes en la venta y distribución del programa. Por esto mismo, y en muchos casos, todo lo que hacían esos programas de instalación consistía en crear un directorio (hoy se les llama carpeta), e invocar el programa de desempaque (identificado con algún nombre como UNPACK.EXE o como UNZIP.COM) para ir descomprimiendo todos y cada uno de los archivos comprimidos, colocando cada archivo ya descomprimido en el mismo directorio. Desde una ventana de comandos DOS, para descomprimir un programa como TURBOCAD.ZIP usando el programa descompresor se escribe algo como lo siguiente:
C:\TURBOCAD\unzip.com turbocad.zip
y el programa descomprimido será colocado en el directorio (folder) llamado TURBOCAD. Si hay varios archivos comprimidos repartidos en varios diskettes, se pueden ir descomprimiendo individualmente uno por uno para ser puestos en la misma carpeta. ¿Y qué del caso en el cual el programa de instalación no solo crea una carpeta y descomprime varios archivos poniéndolos en dicha carpeta, sino que además crea otras carpetas poniendo archivos descomprimidos ya en esas otras carpetas? Esto tampoco presenta problema alguno. Al momento de echar a andar la aplicación, o sea el programa de aplicación ya descomprimido, si éste recurre a una carpeta que espera encontrar y no la encuentra. entonces usualmente le dará una notificación al usuario de que no encontró tal o cual archivo en tal o cual carpeta, en cuyo caso se podrá crear la carpeta con tal nombre y mover hacia dicha carpeta el archivo que espera encontrar en la misma.
Queda desde luego el asunto espinoso de aquellos programas de instalación que no solo descomprimen archivos y los ponen ya descomprimidos en carpetas creadas ex profeso, sino que también modifican las entradas de algo como el Registro (Registry) de Windows. En tal caso, queda la esperanza de que el programa SETUP ubicado en el primer diskette llevará a cabo la creación de las entradas requeridas en el Registro antes que cualquier otra cosa. Lo importante es no dejarse vencer.
En caso de que nada de lo anterior funcione, no le quedará más remedio al lector que recurrir a su cartera para sacar el dinero que se requiere para comprar la versión actualizada del programa en CD-ROM... en caso de que la compañía todavía exista y no haya pasado a los libros de historia como la empresa Borland que creó el programa Turbo Pascal o la empresa Digital Research que creó el sistema operativo CP/M.
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