Precisamente en la Navidad del 25 de diciembre de 2009, una de las fechas mas significativas en el calendario cristiano, sobre todo en la Unión Americana, el mundo entero tuvo noticia de un terrible atentado terrorista que de haber tenido éxito habría enlutado a la nación entera amargando lo que debería ser una de las festividades de mayor gozo en esta época del año, una época en la que se reúnen las familias y las casas se llenan de música de la temporada y adornos multicolores sin faltar el arbolito de Navidad. El atentado terrorista estaba centrado en un nigeriano de nombre Umar Farouk Abdulmutallab, presunto sospechoso de intentar hacer estallar un avión de Delta Airlines (Northwest Airlines) correspondiente al vuelo 253 que viajaba procedente de Amsterdam a Estados Unidos en Navidad con 278 pasajeros a bordo del Airbus 330. De acuerdo con un boletín emitido por los funcionarios antiterroristas, obtenido por la cadena estadounidense CNN, el agresor usó una mezcla de polvo y líquido flamable, pero cuando intentó hacer detonar el artefacto éste falló e hirió a Umar Farouk y a al menos otros dos pasajeros, según informó Delta. El atacante
fue reducido de inmediato y al aterrizar la aeronave fue llevado a sitio seguro para ser interrogado y atendido de sus lesiones.
Desde que se manejó la versión de los petardos se desataron las críticas al sistema de vigilancia aeroportuario, por permitir que un pasajero hubiera podido subir a un avión con ese tipo de artefactos. Pasajeros del vuelo 253 narraron a la agencia Associated Press escenas de horror y dijeron haber escuchado una explosión, tras lo cual pudieron ver humo y fuego. “Escuchamos una pequeña explosión, luego vimos humo, algunas llamas, y gritos. Luego, alguien dijo que el sujeto estaba bajo control”, dijo uno de los pasajeros, quien añadió que todo sucedió muy rápido y el agresor fue reducido en un par de segundos. Otro pasajero describió la situación como “aterradora”. Los testigos coincidieron en que el vuelo se desarrolló de forma normal hasta que el avión estaba a punto de aterrizar, según dijo Elizabeth Isham Cory, vocera de la Administración Federal de Aviación. En un correo electrónico, Cory explicó que fue entonces cuando el piloto declaró una emergencia. El avión aterrizó a las 11:51 hora local.
La razón por la cual se frustró lo que de otra manera hubiera sido un espectacular atentado terrorista además de una severa derrota propagandística en contra de los Estados Unidos a manos de la red terrorista mundial Al Qaeda no se debió a una loable y astuta labor de inteligencia de parte de las agencias gubernamentales creadas exclusivamente para prevenir este tipo de atentados, y ultimadamente tampoco se debió al pasajero holandés que al darse cuenta de lo que el terrorista estaba tratando de hacer se movió de inmediato para salvar su propia vida y las vidas de los demás pasajeros. La razón tuvo que ser, a fin de cuentas, un milagro de la Divina Providencia o un extraordinario evento de buena suerte; al no trabajar el detonante explosivo en la forma para la cual había sido diseñado. Este tipo de eventos, como la bala que se atora en el cañón de una pistola evitándole al encañonado una muerte segura, son eventos estadísticamente raros. Suelen ocurrir de vez en cuando, aunque en forma muy esporádica.
El fallido atentado, el cual libraron los pasajeros seguramente por un acto de benevolencia divina, evidenció las enormes fallas de seguridad mostradas por el personal contratado por el gobierno norteamericano para impedir que personas armadas con explosivos puedan abordar un avión comercial, ya sea un avión comercial dentro de los Estados Unidos o un avión llegado de fuera incursionando a territorio norteamericano. En la revisión del terrorista y sus pertenenecias, los funcionarios aduanales norteamericanos actuaron como unos verdaderos novatos, muy distantes de los super-héroes que nos muestran las películas de acción de Hollywood en las que Rambo, Batman y Dick Tracy son meras ilusiones que los norteamericanos se han inventado a sí mismos para hacerse sentir bien. El explosivo con el cual el terrorista suicida pretendió hacer estallar el avión después de que este hubiese ingresado en territorio norteamericano es un poderoso explosivo conocido como PETN o pentrita, cuya fórmula química estructural es la siguiente:
La pentrita, cuyo nombre químico explícito es tetranitrato de pentaeritritol, es uno de los más explosivos más poderosos que se conocen. Está relacionado con la nitroglicerina y es incluso más sensible a la fricción o a las vibraciones mecánicas que el trinitrotolueno o TNT (mejor conocido como dinamita). La peligrosidad de este explosivo es tal que el terrorista suicida muy bien pudo haber explotado incluso antes de abordar el avión al detonarlo con cualquier movimiento brusco.
De haber tenido éxito el frustrado atentado terrorista, el gobierno norteamericano estaría recibiendo críticas extremadamente duras tanto dentro como fuera, en virtud de que el fallido terrorista ya había sido boletinado por su propio padre como una amenaza potencial, advertencia que fue ignorada y por cuya omisión los funcionarios responsables de dar seguimiento a este tipo de amenazas ya habrían sido despedidos por su ineptitud. En efecto, Mutallab fue identificado por su padre, Alhaji Umar Mutallab, hasta hace poco presidente del First Bank PLC, uno de los bancos más importantes de Nigeria, y de acuerdo con la cadena de noticias CNN, el propio Alhaji había contactado hace unos tres meses antes del atentado a la embajada estadounidense en Nigeria para externar su preocupación por lo que llamó “radicalización” de su hijo, versión que fue confirmada poco después por un funcionario de la administración Obama.
Dos días después, intentando justificar la ineptitud de la dependencia a su cargo, la secretaria de Seguridad Interior, Janet Napolitano, dijo que no había indicios de que el frustrado atentado hubiera sido parte de un plan mayor, y que sería “inapropiado” especular sobre los nexos del terrorista suicida con al-Qaeda, y encima de estas justificantes Napolitano fue más lejos al afirmar en comparecencias televisivas que la seguridad de los viajeros era sólida, agregando y reclamando para sí méritos que no le corresponden a la dependencia a su cargo: “Este fue un individuo entre miles que vuelan y miles de vuelos cada año. Fue frenado antes que sucediese algo. Creo que lo importante es reconocer que una vez ocurrió el incidente, todo lo que debía suceder sucedió”. En efecto, fue frenado, pero por la mano directa del Altísimo o por un espectacular golpe de buena suerte que nada tiene que ver con la ineptitud mostrada por los funcionarios bajo su mando que prefirieron callar antes de hacer más gruesa la lista de los pretextos y las excusas dadas por su jefa máxima.
Una funcionaria del rango de Janet Napolitano debería de saber mejor que nadie que un explosivo tan potente como la pentrita no se puede comprar en una tienda de abarrotes o una farmacia, el explosivo necesariamente se le tuvo que haber proporcionado al terrorista suicida de manos de una organización terrorista con los recursos y los nexos para obtener este tipo de materiales en el mercado negro. Por otra parte, la selección de la fecha del 25 de diciembre, precisamente el día de la Navidad, para llevar a cabo el atentado y enlutar a toda una nación precisamente ese día, no pudo haber sido fruto de la casualidad; todo desde el principio hasta el final solo pudo haber sido el resultado de una planeacion inteligente montada por una organización multinacional dedicada a la ejecución de atentados terroristas de alto impacto. Además de esto, el hecho de que el terrorista estaba dispuesto a morir en la comisión del atentado tiene tan claramente las marcas de Al Qaeda como los atentados terroristas suicidas que mandaron abajo las torres gemelas en Nueva York. Y también en el caso de las torres gemelas hubo información importante que fue pasada por alto y que no fue compartida por las dependencias gubernamentales norteamericanas que hubiera impedido la consumación de los atentados terroristas suicidas del 11 de septiembre de 2001.
Al día siguiente del atentado terrorista que no pudo llevarse a cabo por meras circunstancias fortuitas del destino, no sólo Janet Napolitano se vió obligada a reconocer que en efecto hubo una gravísima e incluso imperdonable falla en los sistemas de seguridad para impedir el ingreso de terroristas extremistas a territorio norteamericano, sino que el mismo Presidente norteamericano Barack Obama aceptó responsabilidad a nombre de su gobierno diciendo que las “deficiencias” en el sistema impidieron que las advertencias que realizó a las agencias de inteligencia el padre de Abdulmutallab fueran procesadas correctamente y, por tanto, hicieran saltar las alarmas cuando el joven se subió al avión. “Hubo una mezcla de errores humanos y sistémicos que contribuyeron a esta potencialmente catastrófica brecha de seguridad”, dijo Obama en una alocución desde Hawai, donde pasó sus vacaciones navideñas, reiterando que había ordenado una revisión de los fallos en la elaboración y manejo de la lista de sospechosos de terrorismo que tiene el gobierno federal, así como en el sistema de control que se aplica a los viajeros en los aeropuertos.
En respuesta al fallido atentado, el presidente Obama le hizo al Departamento de Seguridad Interior la pregunta muy concreta de saber cómo alguien con una cosa tan peligrosa como la pentrita se pudo haber subido a un avión, y mientras no se tenga una respuesta satisfactoria a esta pregunta todos los viajeros en vuelos comerciales norteamericanos seguirán poniendo en riesgo sus vidas cada vez que se suben a un avión. Aunque posiblemente la secretaria de Seguridad Interior Janet Napolitano está haciendo lo mejor que puede para evitar que cunda el pánico, no se antoja factible que con meros pretextos y justificantes alejadas de la realidad le pueda devolver la confianza a los pasajeros de vuelos norteamericanos.
Unas 4 mil personas tienen prohibido viajar a Estados Unidos, y otras 13 mil deberían obligatoriamente ser sometidas a controles reforzados. Abdulmutallab, de 23 años, se encontraba en otra lista de 18 mil personas desde que su padre avisó el mes pasado a funcionarios de la embajada de Estados Unidos en Abuja sobre el creciente radicalismo de su hijo, y pese a ello retuvo su visa estadounidense obtenida en 2008, una visa que jamás se le debería de haber otorgado después de las denuncias interpuestas por su propio padre ante los representantes del gobierno norteamericano, denuncias que fueron desoídas y por lo cual 278 pasajeros por poco pierden su vida.
Como si no fuese poco el hecho de que el terrorista suicida había sido puesto ya el descubierto por su propio padre, el gobierno británico confirmó que el nigeriano Umar Farouk Abdulmutallab figuraba en una “lista de vigilancia” en el Reino Unido. El ministro británico del Interior, Alan Johnson, corroboró ese extremo un día después de que fuentes gubernamentales declararan a la agencia local AP que las autoridades de este país denegaron este año un visado a Abdulmutallab. En pocas palabras, las autoridades británicas hicieron justo lo que las autoridades norteamericanas deberían de haber hecho. El terroristas suicida Abdulmutallab acabó el pasado año (2008) un curso de ingeniería en el londinense University College London (UCL), donde estudió de 2005 a 2008, y solicitó un nuevo visado. Sin embargo, la Agencia de Fronteras del Reino Unido rechazó la petición tras comprobar que el presunto terrorista quería el visado para matricularse en un curso falso. Por ese motivo, el presunto terrorista pasó a engrosar una “lista de vigilancia” de personas que tienen prohibida la entrada en territorio británico. “Si estás en una lista de vigilancia, no puedes entrar en este país. Puedes pasar por este país si estás de tránsito hacia otro país, pero no puedes entrar en este país”, explicó el titular del ramo a la cadena pública británica BBC. Johnson señaló que las autoridades estadounidenses deberían, en teoría, haber sido informadas de la presencia del nigeriano en la lista de observación británica. Asimismo, el ministro remarcó que estaría “muy sorprendido” si se hubiera producido algún fallo de comunicación entre Estados Unidos y el Reino Unido, ya que ambos países comparten información de manera rutinaria en materia de seguridad.
Más allá de este atentado terrorista suicida subyace una posibilidad más aterradora. Así como Umar Farouk se pudo haber hecho estallar exitosamente a sí mismo justo cuando el avión estaba a punto de aterrizar ocasionando el desplome de la nave sobre áreas pobladas y matando aún más gente que la que podría haber muerto si el avión hubiese explotado en el aire al estar volando sobre el océano Atlántico, del mismo modo Umar Farouk pudo haber abordado el avión con instrucciones de esperar a desembarcar en territorio norteamericano para perderse entre la multitud a la espera de órdenes nuevas para causar así un daño todavía mucho mayor ya sea destruyendo una presa o haciendo volar una central nuclear. De hecho, es muy posible que ya estén en estos momentos en territorio norteamericano terroristas islámicos suicidas cuyas órdenes fueron llegar hasta territorio norteamericano para perderse después entre la multitud. Con tan sólo diez terroristas al año que la red terrorista Al Qaeda haya estado metiendo en territorio norteamericano tras los ataques con los que fueron derribadas las torres gemelas en Nueva York, todos ellos habiendo ingresado legalmente en los Estados Unidos con una visa legal expedida por un funcionario consular norteamericano, en estos momentos habría por lo menos 80 terroristas dispuestos a todo, incluyendo matarse a ellos mismos, causando una ola terrible de destrucción a su paso, y es muy posible que ya los haya. Este tipo de terroristas que estén ya en territorio norteamericano a la espera de recibir órdenes superiores de acuerdo a un plan de ataque son conocidos como “células durmientes”, y la posibilidad de tal presencia enemiga en territorio norteamericano está desatando una verdadera psicosis.
Entre las preguntas aún pendientes y a la cual todos los norteamericanos quisieran tener una respuesta concreta está el nombre del funcionario consular norteamericano que le autorizó y le firmó su visa de ingreso a territorio norteamericano a Umar Farouk cuando a este individuo se le debería haber aplicado el mismo trato que se les dá a muchos mexicanos a quienes se les niega la “visa láser” en los consulados norteamericanos en México por razones mucho más baladíes. Si les niegan miles de visas de turistas a mexicanos pudientes de clase media e inclusive clase media alta al tenerse la más mínima sospecha de que pudiera tratarse de individuos cuyas intenciones son quedarse a trabajar en territorio norteamericano, ¿cómo pueden explicar en cambio que sí se la den a individuos cuyas intenciones son matar norteamericanos por centenares?
Por la fecha en la que fue expedida y el lugar en donde expedida la visa consular de ingreso de Umar Farouk a los Estados Unidos, saber el nombre de dicho funcionario es cosa de unos cuantos minutos, aunque hasta la fecha su identidad sigue siendo protegida y es posible que el pueblo norteamericano jamás sepa el nombre de tal funcionario.
Lo sucedido tiene cierta repercusión en la ciudad en la que yo vivo, por ser una ciudad fronteriza con los Estados Unidos. A raíz de los atentados en contra de las torres gemelas, el gobierno norteamericano endureció el cruce de mexicanos hacia los Estados Unidos convirtiéndolo en un verdadero calvario en el cual hay que estar haciendo filas de dos y hasta cuatro horas para poder ingresar de México a territorio norteamericano, una acción draconiana en detrimento no sólo de la economía de las ciudades fronterizas mexicanas sino también las ciudades fronterizas norteamericanas en virtud del alto grado de interconexión que había entre ambas economías antes de los atentados terroristas a las torres gemelas, una interdependencia fomentada a raíz del Tratado de Libre Comercio que fue una iniciativa del mismo gobierno norteamericano. Antes de los atentados a las torres gemelas, cruzar de México hacia los Estados unidos era algo que no tardaba más de media hora, y en las mismas oficinas de cruce fronterizo el Departamento de Inmigración proporcionaba sin costo alguno a los mexicanos sus visas de cruce local con sólo demostrar ante los funcionarios norteamericanos el no contar con antecedentes penales en México y el tener un empleo seguro y estable en México. Pero después de los atentados se nos obligó a todos los mexicanos residentes en la franja fronteriza el tener que ir a tramitar ante los Consulados norteamericanos en México esa visa de cruce local conocida como “visa láser” por la cual hay que pagar un costo de 130 dólares, dinero que no es reembolsado si la visa es negada (y le ha sido negada a miles y miles de residentes fronterizos).
El endurecimiento de las revisiones migratorias norteamericanas en contra de todos los mexicanos que cruzan la frontera ya sea para ir de compras o para visitar a algún familiar (yo tengo a dos hermanos viviendo en los Estados Unidos) se justificaría si algún terrorista hubiese ingresado en el pasado a los Estados Unidos utilizando para ello la frontera de los Estados Unidos con México. Sin embargo, todos los terroristas suicidas que mandaron abajo a las torres gemelas fueron gente de Medio Oriente que no ingresaron por México, ingresaron en avión con visados expedidos por Embajadas norteamericanas. El mismo terrorista que pudo haber enlutado a Estados Unidos el 25 de diciembre de 2009 estaba en camino hacia los Estados Unidos no cruzando a través de la frontera con México sino en un vuelo comercial expedido por las autoridades norteamericanas pese a las advertencias que tenían sobre el mismo. De hecho, todos los terroristas árabes que hasta la fecha han ingresado a los Estados Unidos lo han hecho ya sea en vuelos procedentes de Europa o a través de la frontera con Canadá en donde los norteamericanos no han implementado aún las duras revisiones que hoy le están aplicando a todos los mexicanos.
En vista de que no ha habido un solo terrorista suicida que haya ingresado en territorio norteamericano desde México, ¿cómo se justifica entonces el calvario al que han sido sometidos millones de mexicanos como consecuencia de las revisiones migratorias endurecidas tras los atentados terroristas de 2001? ¿Cómo se justifica el negarle a muchos mexicanos la visa para poder visitar familiares en los Estados Unidos o ir de compras y en cambio si se le otorga a un tipo que planea hacer estallar un avión comercial en territorio norteamericano con 278 pasajeros a bordo? ¿Cómo se justifican los billones y billones de revisiones exhaustivas que se han llevado a cabo desde entonces en contra de los mexicanos pese a que el mismo gobierno norteamericano ha proclamado siempre una política de “buena vecindad”, viendo detrás del rostro de cada mexicano un terrorista suicida en potencia? Esto es lo que ha causado la impresión entre muchos mexicanos de que el gobierno norteamericano, al no haber podido aprehender al verdadero culpable de los atentados a las torres gemelas a ocho años de distancia de los atentados, está desquitando su odio y su coraje en contra de sus vecinos indefensos que no tuvieron ni han tenido jamás participación alguna en estos atentados terroristas suicidas, aunque tal venganza substituta vaya en contra de la economía de sus propias ciudades fronterizas norteamericanas con las cuales las hermanas gemelas mexicanas gozaban una prosperidad común que hoy es cosa del pasado.
Si las verdaderas razones para las duras revisiones migratorias norteamericanas que obligan a millares de mexicanos cada día a tener sus vehículos automotores parados pero con el motor andando dos, tres, o cuatro horas (lo cual deteriora considerablemente a los vehículos) y a los peatones parados en largas filas son el impedir el ingreso de drogas a los Estados Unidos viendo detrás del rostro de cada mexicano a un narcotraficante en potencia, no creo que esta política esté dando resultado alguno que valga la pena mencionar puesto que el consumo anual de drogas entre la población norteamericana no ha disminuído en estos últimos ocho años pese a las revisiones exhaustivas, por el contrario, ha aumentado; y francamente no creo que las grandes toneladas de heroína y cocaína requeridas para alimentar el enorme consumo anual norteamericano de drogas ilícitas estén siendo cruzadas precisamente por las garitas de cruce internacional en donde los traficantes saben que se están llevando a cabo revisiones durísimas. Y si el objetivo es neutralizar la amenaza terrorista que representa Al Qaeda, más le serviría al gobierno norteamericano el desviar una parte de los recursos usados actualmente para hacerle la vida imposible a los mexicanos (y también a los norteamericanos) que tienen que cruzar diariamente la frontera con los Estados Unidos, hacia Pakistán y Afganistán que es en donde se encuentra la verdadera amenaza. Allí es donde tienen a su verdadero enemigo. Pueden seguir haciendo lo que han estado haciendo hasta el día de hoy, despilfarrando sus recursos en donde no van a encontrar a ningún terrorista. Pero deberían de tomar en cuenta que tal vez el próximo atentado terrorista suicida sí será un atentado exitoso, y de nada les servirá el echarle la culpa a los mexicanos de ello porque seguramente se tratará de un individuo que ingresó a los Estados Unidos con una visa legal expedida por el mismo gobierno norteamericano en algún otro lado del mundo.
miércoles, 30 de diciembre de 2009
lunes, 14 de diciembre de 2009
Fanatismo futbolero
No tengo nada en contra de ningún deporte. Los mismos médicos recomiendan practicar diariamente algún deporte, así sea una breve caminata diaria, ya que las estadísticas demuestran que una persona que lleva una vida activa tiene mayores expectativas de vida que una persona que lleva una vida sedentaria. Cualquier deporte, trátese de gimnasia, basketball, beisbol, natación, en fin, el que sea, siempre es y será una distracción sobre todo para las juventudes para alejarlas de los vicios y de las drogas.
Pero cuando se pone a algún deporte por encima de todo lo demás, inclusive sobre la vida social de un individuo, inclusive sobre la atención que le debería de estar dando a su pareja, sobre su propio trabajo e inclusive sobre la misma religión, sobredimensionándolo como la principal y más importante razón para vivir, algo no debe andar muy bien en la cabeza de tal individuo aunque no se dé cuenta de ello.
Esto viene a colación de lo que viene ser un fanatismo desmedido, prohijado por las televisoras de México que constantemente están repitiendo y están dale y dale a todas horas del día con su tenaz insistencia de que no puede haber absolutamente nada por encima del futbol soccer. Habiendo tantos problemas graves en México que requieren de atención constante e inmediata, tal parece que lo único que realmente importa para las televisoras y sus televidentes aficionados al futbol es el partido dominical de futbol. Para ellos, el futbol es la razón que justifica la existencia, sin el futbol la vida carece de sentido, el objetivo de toda la Creación fue permitir la creación de canchas de futbol, permitir el entrenamiento de futbolistas famosos, y la meta sublime de la Creación es la anotación de goles. Para eso fue creado el hombre, para hacer y ver futbol. El mundo se puede estar desbaratando afuera, el planeta se nos puede estar yendo de las manos porque no estamos dispuestos todos a cambiar nuestro modo y nuestro estilo de vida, los terroristas musulmanes pueden estar haciendo de las suyas, las nuevas epidemias causadas por cepas nuevas de virus como la influenza A H1N1 y como el SIDA pueden estarse constituyendo en una amenaza a la misma supervivencia del hombre, pero nada de esto importa en lo absoluto cuando ha llegado la hora de encerrarse en la sala de la casa para estar pegado a la pantalla de televisión viendo ese partido de futbol que se estuvo esperando con ansiedad el día entero. 6 mil millones de años de evolución tuvieron como único objetivo el hacer posible el futbol, y sin el futbol la vida carece de explicación. De este modo, los fanáticos del futbol parecen haber resuelto de una vez por todas el viejo dilema filosófico de qué es el hombre, para qué fue creado el hombre si es que fue creado por un ser supremo, cuál es el verdadero significado de la vida. Este pedazo de sabiduría por el que en otros tiempos millares de seres humanos se enclaustraban en un monasterio para dedicarse a una vida entera de reflexión parece estar resuelto por los fanáticos del futbol: todo el Universo gira en torno al futbol, y si el futbol no existiera nada, ni los planetas, ni las galaxias, ni las estrellas, tendrían sentido alguno.
Faltando medio año para la celebración del Mundial de Futbol en Sudáfrica en el 2010, las televisoras, sobre todo Televisión Azteca, están promocionando ya la competencia deportiva como si fuese algo mil veces superior inclusive a las mismas Olimpiadas, y están anunciando que harán sentir su presencia en Sudáfrica con los mayores equipos técnicos de transmisión en vivo de los partidos, la mayor cantidad de comentaristas deportivos, en fin, nada ni nadie igualará a las televisoras mexicanas en su cobertura del Mundial de Futbol en Sudáfrica, y para ello están alimentando ya la manía repitiendo noche y día, noche y día, semana tras semana, mes tras mes: ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL!
Esta obsesión por el futbol que se dá en México posiblemente no se dá en ningún otro país, excepto tal vez en Brasil, pero en Brasil tienen muy buenas razones para ello: han tenido a estrellas como Pelé y Ronaldo, y son pentacampeones mundiales. El 1 de julio de 2002 Brasil alcanzó su quinto título del mundo, alcanzó el primer campeonato del Tercer Milenio y ratificó que en el fútbol es "el más grande" a través de los siglos, porque usó los pies y el cerebro para superar a otros, como su vencido Alemania, que empleó la potencia física y el alma. En cambio en México, las vergüenzas deportivas exhibidas tanto dentro de México como fuera de México en competencias internacionales no deberían dar mucho en qué festejar por anticipado. Y aunque antes de cada competencia internacional las televisoras mexicanas se encargan de ir subiendo las expectativas y las esperanzas de los aficionados mexicanos a niveles irreales haciéndoles creer que "ahora sí" México le ganará en la cancha de futbol a otros países como Brasil, España, Alemania, Francia y Argentina metiéndoles tremendas golizas a todos los demás para traerse la copa mundial a casa, como si fuese un rito ineludible y obligatorio de creación de expectativas, al final del día solo hay caras tristes y aficionados profiriendo todo tipo de maldiciones en contra de la Selección Nacional y en contra del entrenador técnico como si ellos fuesen los culpables del delito de alta traición, esto mientras se apacigüan las cosas y viene la siguiente competencia para la cual las televisoras se encargarán de crear nuevas e irreales expectativas, repitiendo lo mismo una y otra y otra vez hasta que ocurran las siguiente derrotas, una historia que se repite hasta cansancio sin utilidad verdadera para México como nación.
En otros países, y me refiero a los países campeones, hay entusiasmo y pasión por este deporte, sin embargo no tienen el fanatismo excesivo generado en México por el abuso de las televisoras. En Irlanda, en Corea del Sur, en Nigeria, en fin, en la gran mayoría de los países, el futbol es visto como una distracción para pasar el tiempo divirtiéndose mientras se lleva a cabo el partido, pero una vez terminado el partido todos regresan a sus vidas de siempre sin estar pensando en dicho deporte noche y día como si fuese lo único en este mundo y en este Universo. Para ellos el futbol soccer es lo que debe ser, un juego, más no la razón fundamental que debe mover a todo un pueblo bajo una causa común, ya que hay otras cosas más importantes. Excepto, claro está, en México.
Lo que ocurre en México, la pasión excesiva por el futbol que se ve y se vive en México, que no se ve y se vive en otros países, posiblemente sea una consecuencia del escapismo de muchos mexicanos ocultando un complejo de inferioridad que resulta difícil de ocultar, un complejo de inferioridad ante la impotencia de poder enfrentar muchos problemas añejos entre la sociedad mexicana. El término 'escapismo' está reservado para aquellos que pasan una excesiva cantidad de tiempo lejos de la vida real hasta el punto en que parecen estar tratando de escapar de ella. Tradicionalmente considerado un extremo, el escapismo se está convirtiendo gradualmente en la norma para mucha gente en México, y la pasión por el futbol soccer alimentada por las televisoras ha llevado este fenómeno hasta niveles francamente preocupantes. El escapismo no se define por el comportamiento en sí sino por su motivación. Cualquier cosa, desde el deporte hasta la moda o el sexo, puede convertirse en una actividad escapista. Ciertas opciones escapistas están socialmente aceptadas, como el consumismo y el culto de las celebridades; otras, como el uso recreativos de drogas, no lo están. La tecnología moderna moderna ha traído consigo la cultura digital - la televisión, el cine, video juegos cada vez más realistas y realidades virtuales que proveen experiencias escapistas con alto grado de inmersión. Los medios de escapismo se han vuelto cada vez más variados en las últimas décadas, pero la fascinación por los detalles se mantiene muy popular. En última instancia, la forma de escapismo es relativamente poco importante. Su raíz es la incapacidad de establecer relaciones importante con otra gente en el mundo real, y se relaciona genéricamente con sentimientos de culpa, impotencia, o falta de sentido.
Un ejemplo de los grados de fanatismo futbolero y escapismo que han sido alimentado por las televisoras en México es un spot de Televisión Azteca que trata de un mexicano para el cual lo único y lo más importante en su vida es el futbol. Después del futbol, la segunda cosa más importante en su vida es su esposa, casi tan importante como el futbol. Pero la razón por la cual su esposa es casi tan importante como el futbol es porque a ella también le gusta el futbol. Eso es lo que le dá valor a su esposa. Es la razón por la que se casó con ella. La mujer del tipo posiblemente ni siquiera sabe cómo cocinar una torta de huevos, posiblemente no sabe ni siquiera quién fue Cristóbal Colón y posiblemente solo puede sumar hasta veinte si es que no tiene los zapatos puestos. Pero todo ello se le perdona, porque ella también AMA el futbol. No sólo le gusta el futbol, sino que lo AMA,al igual que su esposo. Naturalmente, los dos se aman el uno al otro... pero después del futbol. El tipo cuando se persigna con la señal de la cruz lo hace con una pelota de futbol en su mano porque de no hacerlo así tal cosa sería un verdadero sacrilegio, máxime si el hombre fue creado para jugar o por lo menos ver futbol por televisión, y su esposa inclusive cuando se acuesta en la cama con él se duerme con la camisa de futbol puesta, porque el tipo encuentra a su esposa mucho más atractiva si se duerme con él con esa camiseta de futbol puesta que si se durmiera con un baby doll transparente o con lencería parisina erótica. Si no fuera por el futbol, el tipo de seguro jamás se habría casado con ella, porque el futbol es lo que los une, las vidas de ambos giran en torno al futbol, el futbol es lo que justifica la existencia de ambos, es lo que les dá una razón para vivir. Si el país se está hundiendo, si amenazan con cerrar la empresa donde trabaja el tipo, si no hay dinero para pagar la renta del departamente, si les acaban de robar el automóvil que estaba estacionado afuera de la casa, todo eso puede esperar porque lo importante es tener toda la atención puesta en el futbol mientras dure cada partido. La esposa del tipo, a la cual llama su princesa porque una mujer que ama el futbol es una princesa, de vez en cuando suelta por su boca una que otra maldición, y se para de cabeza si al equipo de ambos le anotan por error un gol, pero ella es lo más valioso que pueda haber en todo este mundo porque ella entiende muy bien que su esposo ama el futbol, inclusive antes que a ella, y eso es todo lo que importa, y Televisión Azteca repite diariamente este spot aunque falte medio año para la celebración del Mundial de Futbol porque lo importante es continuar alimentando el fanatismo creando expectativas irreales hasta que haya terminado el Mundial de Futbol en Sudáfrica y los jugadores así como el director técnico vuelvan a México para que les estén profiriendo todo tipo de pestes y maldiciones por varios meses por no haberse traído la copa mundial como se esperaba de ellos, con el comentarista de Televisión Azteca José Ramón Fernández dando todo tipo de explicaciones del por qué falló tan atrozmente la selección nacional en la importante misión de salvar la honra de México, esto mientras se hacen los preparativos para el siguiente torneo mundial de futbol y se repita la misma historia por desgastada que esté. Esta repetición de lo mismo una y otra vez sin que los aficionados se den cuenta de que están atrapados en un círculo vicioso que año tras año, mes tras mes, semana tras semana y día tras día los sigue llevando al mismo lugar, me recuerda a las ardillas enjauladas que tienen a su disposición un tamborcito giratorio dentro del cual se meten y empiezan a correr, corriendo a veces muy rápido, pero sin moverse jamás del mismo lugar en que se encuentran como si estuviesen cumpliendo una condena, aunque en el caso de los fanáticos del futbol soccer la condena ha sido una cosa que han aceptado voluntariamente y con la cual parece que quieren vivir hasta el final de sus días.
La letra de la canción utilizada por Televisión Azteca para seguir alimentando el fanatismo futbolero de sus televidentes, que según tengo entendido es cantada por Diego Armando Maradona, va como sigue:
http://www.youtube.com/watch?v=RO1aHmA5ayA&eurl=
De cualquier manera, en otros lugares del mundo hay también pasión fanática por otros deportes, no necesariamente el futbol soccer, que casi iguala (pero no del todo) la pasión desmedida y hasta cierto punto injustificada por el futbol en México, como en los Estados Unidos, en donde justo en esta temporada decembrina están en su apogeo los torneos del futbol americano, con las grandes estrellas de equipos como los Acereros de Pittsburgh y los Vaqueros de Dallas acaparando la atención en las eliminatorias mientras llega el día del "Super Tazón" en el que se decidirá quien es el campeón indiscutible de la NFL (National Futbol League) de los Estados Unidos en un evento en el que cada segundo de los comerciales de medio tiempo por televisión será vendido a sumas multimillonarias por la gran cantidad de telespectadores que se sabe estarán pegados a sus televisores viendo el juego ese día. No dudo que ese día, y durante el tiempo que dure el partido final, habrá norteamericanos para los cuales ese evento será la razón que explica la existencia del hombre, la razón por la cual fue creado el Universo, la razón de ser de todas las cosas habidas y por haber. Al igual que en México.
Pero cuando se pone a algún deporte por encima de todo lo demás, inclusive sobre la vida social de un individuo, inclusive sobre la atención que le debería de estar dando a su pareja, sobre su propio trabajo e inclusive sobre la misma religión, sobredimensionándolo como la principal y más importante razón para vivir, algo no debe andar muy bien en la cabeza de tal individuo aunque no se dé cuenta de ello.
Esto viene a colación de lo que viene ser un fanatismo desmedido, prohijado por las televisoras de México que constantemente están repitiendo y están dale y dale a todas horas del día con su tenaz insistencia de que no puede haber absolutamente nada por encima del futbol soccer. Habiendo tantos problemas graves en México que requieren de atención constante e inmediata, tal parece que lo único que realmente importa para las televisoras y sus televidentes aficionados al futbol es el partido dominical de futbol. Para ellos, el futbol es la razón que justifica la existencia, sin el futbol la vida carece de sentido, el objetivo de toda la Creación fue permitir la creación de canchas de futbol, permitir el entrenamiento de futbolistas famosos, y la meta sublime de la Creación es la anotación de goles. Para eso fue creado el hombre, para hacer y ver futbol. El mundo se puede estar desbaratando afuera, el planeta se nos puede estar yendo de las manos porque no estamos dispuestos todos a cambiar nuestro modo y nuestro estilo de vida, los terroristas musulmanes pueden estar haciendo de las suyas, las nuevas epidemias causadas por cepas nuevas de virus como la influenza A H1N1 y como el SIDA pueden estarse constituyendo en una amenaza a la misma supervivencia del hombre, pero nada de esto importa en lo absoluto cuando ha llegado la hora de encerrarse en la sala de la casa para estar pegado a la pantalla de televisión viendo ese partido de futbol que se estuvo esperando con ansiedad el día entero. 6 mil millones de años de evolución tuvieron como único objetivo el hacer posible el futbol, y sin el futbol la vida carece de explicación. De este modo, los fanáticos del futbol parecen haber resuelto de una vez por todas el viejo dilema filosófico de qué es el hombre, para qué fue creado el hombre si es que fue creado por un ser supremo, cuál es el verdadero significado de la vida. Este pedazo de sabiduría por el que en otros tiempos millares de seres humanos se enclaustraban en un monasterio para dedicarse a una vida entera de reflexión parece estar resuelto por los fanáticos del futbol: todo el Universo gira en torno al futbol, y si el futbol no existiera nada, ni los planetas, ni las galaxias, ni las estrellas, tendrían sentido alguno.
Faltando medio año para la celebración del Mundial de Futbol en Sudáfrica en el 2010, las televisoras, sobre todo Televisión Azteca, están promocionando ya la competencia deportiva como si fuese algo mil veces superior inclusive a las mismas Olimpiadas, y están anunciando que harán sentir su presencia en Sudáfrica con los mayores equipos técnicos de transmisión en vivo de los partidos, la mayor cantidad de comentaristas deportivos, en fin, nada ni nadie igualará a las televisoras mexicanas en su cobertura del Mundial de Futbol en Sudáfrica, y para ello están alimentando ya la manía repitiendo noche y día, noche y día, semana tras semana, mes tras mes: ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL! ¡FUTBOL!
Esta obsesión por el futbol que se dá en México posiblemente no se dá en ningún otro país, excepto tal vez en Brasil, pero en Brasil tienen muy buenas razones para ello: han tenido a estrellas como Pelé y Ronaldo, y son pentacampeones mundiales. El 1 de julio de 2002 Brasil alcanzó su quinto título del mundo, alcanzó el primer campeonato del Tercer Milenio y ratificó que en el fútbol es "el más grande" a través de los siglos, porque usó los pies y el cerebro para superar a otros, como su vencido Alemania, que empleó la potencia física y el alma. En cambio en México, las vergüenzas deportivas exhibidas tanto dentro de México como fuera de México en competencias internacionales no deberían dar mucho en qué festejar por anticipado. Y aunque antes de cada competencia internacional las televisoras mexicanas se encargan de ir subiendo las expectativas y las esperanzas de los aficionados mexicanos a niveles irreales haciéndoles creer que "ahora sí" México le ganará en la cancha de futbol a otros países como Brasil, España, Alemania, Francia y Argentina metiéndoles tremendas golizas a todos los demás para traerse la copa mundial a casa, como si fuese un rito ineludible y obligatorio de creación de expectativas, al final del día solo hay caras tristes y aficionados profiriendo todo tipo de maldiciones en contra de la Selección Nacional y en contra del entrenador técnico como si ellos fuesen los culpables del delito de alta traición, esto mientras se apacigüan las cosas y viene la siguiente competencia para la cual las televisoras se encargarán de crear nuevas e irreales expectativas, repitiendo lo mismo una y otra y otra vez hasta que ocurran las siguiente derrotas, una historia que se repite hasta cansancio sin utilidad verdadera para México como nación.
En otros países, y me refiero a los países campeones, hay entusiasmo y pasión por este deporte, sin embargo no tienen el fanatismo excesivo generado en México por el abuso de las televisoras. En Irlanda, en Corea del Sur, en Nigeria, en fin, en la gran mayoría de los países, el futbol es visto como una distracción para pasar el tiempo divirtiéndose mientras se lleva a cabo el partido, pero una vez terminado el partido todos regresan a sus vidas de siempre sin estar pensando en dicho deporte noche y día como si fuese lo único en este mundo y en este Universo. Para ellos el futbol soccer es lo que debe ser, un juego, más no la razón fundamental que debe mover a todo un pueblo bajo una causa común, ya que hay otras cosas más importantes. Excepto, claro está, en México.
Lo que ocurre en México, la pasión excesiva por el futbol que se ve y se vive en México, que no se ve y se vive en otros países, posiblemente sea una consecuencia del escapismo de muchos mexicanos ocultando un complejo de inferioridad que resulta difícil de ocultar, un complejo de inferioridad ante la impotencia de poder enfrentar muchos problemas añejos entre la sociedad mexicana. El término 'escapismo' está reservado para aquellos que pasan una excesiva cantidad de tiempo lejos de la vida real hasta el punto en que parecen estar tratando de escapar de ella. Tradicionalmente considerado un extremo, el escapismo se está convirtiendo gradualmente en la norma para mucha gente en México, y la pasión por el futbol soccer alimentada por las televisoras ha llevado este fenómeno hasta niveles francamente preocupantes. El escapismo no se define por el comportamiento en sí sino por su motivación. Cualquier cosa, desde el deporte hasta la moda o el sexo, puede convertirse en una actividad escapista. Ciertas opciones escapistas están socialmente aceptadas, como el consumismo y el culto de las celebridades; otras, como el uso recreativos de drogas, no lo están. La tecnología moderna moderna ha traído consigo la cultura digital - la televisión, el cine, video juegos cada vez más realistas y realidades virtuales que proveen experiencias escapistas con alto grado de inmersión. Los medios de escapismo se han vuelto cada vez más variados en las últimas décadas, pero la fascinación por los detalles se mantiene muy popular. En última instancia, la forma de escapismo es relativamente poco importante. Su raíz es la incapacidad de establecer relaciones importante con otra gente en el mundo real, y se relaciona genéricamente con sentimientos de culpa, impotencia, o falta de sentido.
Un ejemplo de los grados de fanatismo futbolero y escapismo que han sido alimentado por las televisoras en México es un spot de Televisión Azteca que trata de un mexicano para el cual lo único y lo más importante en su vida es el futbol. Después del futbol, la segunda cosa más importante en su vida es su esposa, casi tan importante como el futbol. Pero la razón por la cual su esposa es casi tan importante como el futbol es porque a ella también le gusta el futbol. Eso es lo que le dá valor a su esposa. Es la razón por la que se casó con ella. La mujer del tipo posiblemente ni siquiera sabe cómo cocinar una torta de huevos, posiblemente no sabe ni siquiera quién fue Cristóbal Colón y posiblemente solo puede sumar hasta veinte si es que no tiene los zapatos puestos. Pero todo ello se le perdona, porque ella también AMA el futbol. No sólo le gusta el futbol, sino que lo AMA,al igual que su esposo. Naturalmente, los dos se aman el uno al otro... pero después del futbol. El tipo cuando se persigna con la señal de la cruz lo hace con una pelota de futbol en su mano porque de no hacerlo así tal cosa sería un verdadero sacrilegio, máxime si el hombre fue creado para jugar o por lo menos ver futbol por televisión, y su esposa inclusive cuando se acuesta en la cama con él se duerme con la camisa de futbol puesta, porque el tipo encuentra a su esposa mucho más atractiva si se duerme con él con esa camiseta de futbol puesta que si se durmiera con un baby doll transparente o con lencería parisina erótica. Si no fuera por el futbol, el tipo de seguro jamás se habría casado con ella, porque el futbol es lo que los une, las vidas de ambos giran en torno al futbol, el futbol es lo que justifica la existencia de ambos, es lo que les dá una razón para vivir. Si el país se está hundiendo, si amenazan con cerrar la empresa donde trabaja el tipo, si no hay dinero para pagar la renta del departamente, si les acaban de robar el automóvil que estaba estacionado afuera de la casa, todo eso puede esperar porque lo importante es tener toda la atención puesta en el futbol mientras dure cada partido. La esposa del tipo, a la cual llama su princesa porque una mujer que ama el futbol es una princesa, de vez en cuando suelta por su boca una que otra maldición, y se para de cabeza si al equipo de ambos le anotan por error un gol, pero ella es lo más valioso que pueda haber en todo este mundo porque ella entiende muy bien que su esposo ama el futbol, inclusive antes que a ella, y eso es todo lo que importa, y Televisión Azteca repite diariamente este spot aunque falte medio año para la celebración del Mundial de Futbol porque lo importante es continuar alimentando el fanatismo creando expectativas irreales hasta que haya terminado el Mundial de Futbol en Sudáfrica y los jugadores así como el director técnico vuelvan a México para que les estén profiriendo todo tipo de pestes y maldiciones por varios meses por no haberse traído la copa mundial como se esperaba de ellos, con el comentarista de Televisión Azteca José Ramón Fernández dando todo tipo de explicaciones del por qué falló tan atrozmente la selección nacional en la importante misión de salvar la honra de México, esto mientras se hacen los preparativos para el siguiente torneo mundial de futbol y se repita la misma historia por desgastada que esté. Esta repetición de lo mismo una y otra vez sin que los aficionados se den cuenta de que están atrapados en un círculo vicioso que año tras año, mes tras mes, semana tras semana y día tras día los sigue llevando al mismo lugar, me recuerda a las ardillas enjauladas que tienen a su disposición un tamborcito giratorio dentro del cual se meten y empiezan a correr, corriendo a veces muy rápido, pero sin moverse jamás del mismo lugar en que se encuentran como si estuviesen cumpliendo una condena, aunque en el caso de los fanáticos del futbol soccer la condena ha sido una cosa que han aceptado voluntariamente y con la cual parece que quieren vivir hasta el final de sus días.
La letra de la canción utilizada por Televisión Azteca para seguir alimentando el fanatismo futbolero de sus televidentes, que según tengo entendido es cantada por Diego Armando Maradona, va como sigue:
http://www.youtube.com/watch?v=RO1aHmA5ayA&eurl=
Mejor pareja en este mundo no pude elegir
soportas a mis cuates hasta te hacen reir
compartes mi alegría mi afición por el fútbol
si nuestro equipo anota gritas más fuerte que yo
Somos una pareja de primera división
en casa los partidos de fútbol son religión
te pones la playera y sacas la bandera
que siempre adorna nuestra habitación
Te subes a la mesa te paras de cabeza
si nos anulan por error un gol
y aunque eres mi princesa
tu boca suelta una que otra maldición
Te quiero más que a nada en este mundo
porque entiendes muy bien
que yo amo el fútbol.
soportas a mis cuates hasta te hacen reir
compartes mi alegría mi afición por el fútbol
si nuestro equipo anota gritas más fuerte que yo
Somos una pareja de primera división
en casa los partidos de fútbol son religión
te pones la playera y sacas la bandera
que siempre adorna nuestra habitación
Te subes a la mesa te paras de cabeza
si nos anulan por error un gol
y aunque eres mi princesa
tu boca suelta una que otra maldición
Te quiero más que a nada en este mundo
porque entiendes muy bien
que yo amo el fútbol.
De cualquier manera, en otros lugares del mundo hay también pasión fanática por otros deportes, no necesariamente el futbol soccer, que casi iguala (pero no del todo) la pasión desmedida y hasta cierto punto injustificada por el futbol en México, como en los Estados Unidos, en donde justo en esta temporada decembrina están en su apogeo los torneos del futbol americano, con las grandes estrellas de equipos como los Acereros de Pittsburgh y los Vaqueros de Dallas acaparando la atención en las eliminatorias mientras llega el día del "Super Tazón" en el que se decidirá quien es el campeón indiscutible de la NFL (National Futbol League) de los Estados Unidos en un evento en el que cada segundo de los comerciales de medio tiempo por televisión será vendido a sumas multimillonarias por la gran cantidad de telespectadores que se sabe estarán pegados a sus televisores viendo el juego ese día. No dudo que ese día, y durante el tiempo que dure el partido final, habrá norteamericanos para los cuales ese evento será la razón que explica la existencia del hombre, la razón por la cual fue creado el Universo, la razón de ser de todas las cosas habidas y por haber. Al igual que en México.
sábado, 12 de diciembre de 2009
Milagro de Navidad
En esta temporada decembrina, nada mejor que un cuento o una anécdota breve pero substanciosa para levantar el espíritu de aquellos que han dejado de creer en los milagros. A continuación tengo algo que seguramente dejará con la boca abierta a quienes no creen que todo pueda ser posible. Este relato sabe mucho mejor acompañado con una taza de chocolate caliente junto con unos bollitos de preferencia recién horneados, o bien unos tamales calientitos acompañados con un champurrado o con un atolito de vainilla.
En una noche invernal en la que solo se escuchaba el ulular de un viento furioso, mientras una nevada caía intensamente con un frío que calaba hasta los huesos, diez expedicionarios que creían haber perdido su rumbo entre la densidad del bosque atinaron a divisar en la lejanía una posada en la ladera de una montaña cubierta de nieve. Apresurando el paso mientras la tormenta arreciaba, llegaron hasta la posada en donde le solicitaron al encargado acomodarlos en las cabañas disponibles en la posada.
El encargado, comedido, se ofreció a acomodarlos a todos, hasta que se dió cuenta de que sólo había nueve cabañas desocupadas, y por órdenes estrictas de los dueños del lugar desde hacía varios años no se podía meter a más de un viajero en cada cabaña como consecuencia de un problema serio que hubo hace mucho tiempo atrás.
Al informarles que solo había nueve cabañas vacantes, los diez expedicionarios se miraron muy preocupados el uno al otro, a sabiendas de que uno de ellos tendría que quedarse afuera a pasar toda la noche bajo la ventisca, ya que si se alejaba solo del lugar buscando dónde guarecerse correría el riesgo de perderse en el inmenso bosque y no habría quien pudiera ayudarlo.
Preocupados todos, estuvieron rezando pidiendo alguna iluminación que los librase del duro trance de tener que escoger a uno entre ellos que tuviese que quedarse afuera toda la noche sufriendo las duras inclemencias del tiempo. Y justo cuando ya se había perdido toda esperanza, al encargado de la posada se le iluminó la cara, diciéndoles a los diez que ya tenía arreglado el problema, y que sería posible al final de cuentas acomodar a cada uno de ellos en una de las nueve cabañas sin dejar a ninguno de ellos afuera. O sea, acomodaría a diez expedicionarios en las nueve cabañas, sin meter a dos en ninguna de ellas. Azorados, los expedicionarios se miraron entre sí preguntándose cómo podría hacer tal cosa.
El encargado de la posada se llevó al primero de los expedicionarios a la cabaña que le sería asignada pidiéndole a otro de ellos que le estuviera haciendo compañía por un breve lapso de tiempo mientras regresaba por él.
Hecho lo anterior, el encargado de la posada llevó al tercer expedicionario a la segunda cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el cuarto expedicionario llevándolo a la tercera cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el quinto expedicionario llevándolo a la cuarta cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el sexto expedicionario llevándolo a la quinta cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el séptimo expedicionario llevándolo a la sexta cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el octavo expedicionario llevándolo a la séptima cabaña, dejándolo instalado en ella.
Tras esto, regresó por el noveno expedicionario llevándolo a la octava cabaña, dejándolo instalado en ella.
Una vez hecho lo anterior, regresó a la primera cabaña en donde había dejado a dos de los expedicionarios en la misma cabaña, pidió a uno de ellos que lo acompañara, y lo llevó a la novena cabaña, dejando de este modo a los diez expedicionarios instalados cada uno de ellos en una de las nueve cabañas, sin ocupar dos de ellos una misma cabaña.
¿Quién, después de haber escuchado un relato como este, se negará a creer que todo es posible? ¿Tras esto habrá quien todavía crea que los milagros no son posibles?
¿O qué pasó?
Mientras se reflexiona en el profundo misterio que hay detrás de esta anécdota, se puede ir tarareando en voz baja el siguiente villancico andaluz de autor desconocido que es muy popular en estas temporadas de fin de año, el significado de cuyas letras se ha perdido en la noche de los tiempos al igual que el nombre de su autor.
LOS PECES EN EL RIO
http://www.youtube.com/watch?v=07FjX4R1d-s
La virgen va caminando
va caminando solita
no lleva más compañía
que al niño de su manita.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen lava pañales
y los tiende en el romero
los pajarillos le cantan
y el agua se va riendo.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen se está peinando
entre cortina y cortina
los cabellos son de oro
los peines de plata fina.
Pero mira como beben
los peces en río
Pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a dios nacer
http://www.youtube.com/watch?v=07FjX4R1d-s
La virgen va caminando
va caminando solita
no lleva más compañía
que al niño de su manita.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen lava pañales
y los tiende en el romero
los pajarillos le cantan
y el agua se va riendo.
Pero mira como beben
los peces en río
pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
La virgen se está peinando
entre cortina y cortina
los cabellos son de oro
los peines de plata fina.
Pero mira como beben
los peces en río
Pero mira como beben
por ver a Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a Dios nacer.
Beben y beben y vuelven a beber
los peces en el río
por ver a dios nacer
Consideraciones literarias al margen, el estribillo del villancico es una metárofa que en la vida real no acierta, por la sencilla razón de que los peces de río no beben. Cuando observamos el comportamiento de los peces en acuarios, o en estanques o ríos, vemos que, efectivamente, abren y cierran la boca una y otra vez. Pero lo hacen para respirar, no para beber. De hecho, si bebieran tendrían un grave problema. Dado que viven en agua dulce, la concentración de sales en sus fluidos corporales es muy superior a la del medio en que se encuentran y bajo esas condiciones, el agua tiende a fluir al interior del organismo. Si no se opusiese ningún obstáculo a esa entrada, el pez llegaría, en teoría, a explotar, ya que no se podría mantener la integridad del organismo antes de que se equilibrasen las concentraciones interna y externa. Esa es la razón por la que los peces de agua dulce deben a toda costa evitar que les entre agua y a tal efecto disponen de dos mecanismos, ambos extraordinariamente simples. El primero consiste en dotarse de una superficie corporal impermeable al agua y el segundo en no beberla.
Sin embargo, como no hay límite alguno a nuestra imaginación, nos será posible imaginar que vemos a los peces en el río beber. Y ver a Dios nacido.
miércoles, 25 de noviembre de 2009
Juventud perdida
Ante la impotencia de la comunidad en la que vivo que enfrenta una ola de delincuencia y criminalidad que la ha situado ya como la ciudad más peligrosa del mundo, una dudosa distinción que jamás cruzó hace apenas un par de años por la cabeza de la gran mayoría de quienes vivimos en Ciudad Juárez, las autoridades municipales implementaron un plan de policías encubiertos. El lunes 22 de agosto ese plan produjo un resultado concreto, ya que un policía encubierto logró frustar un robo a mano armada que estaba siendo cometido por dos mozalbetes cuya criminalidad muy pocos ponen en tela de duda. Uno de ellos enfrentó al policía encubierto con una pistola y al policía no le quedó más remedio que dispararle dándole muerte en el lugar.
Lo sorprendente del caso es que, ante el hecho de que el criminal era un menor de edad, en los periódicos locales se cuestionó el actuar del policía que no sólo estaba cumpliendo con su deber sino inclusive defendiendo su propia vida ante un delincuente que no vaciló en apuntarle para tirarle a matar, alegando que por tratarse de un menor de edad el policía encubierto se debería haber quedado cruzado de brazos. La primera nota al respecto publicada hoy en el periódico El Diario dice bajo el encabezado “Era tan solo un niño...” lo siguiente:
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“Era tan sólo un niño. Con un susto que le hubiera dado el policía era suficiente, con un tiro en el pie. Pero simplemente le tiró a matar. No es justo, es muy indignante”, clama Argelia Uribe, tía de Miguel Ángel Gardea, el menor de 14 años que el domingo por la noche murió abatido por las balas de un agente encubierto. “Qué cobarde fue el chota: quitarle la vida a alguien por dinero, por proteger la tienda, fue un cobarde por haberle disparado”, dijo uno de los vecinos, de 19 años.
“Ellos también tienen familia, podrían haberlo herido, no matarlo”, agregó otro. El niño fue velado ayer en la casa de una de sus tías maternas, en la colonia Terrenos Nacionales, en el suroriente de la ciudad. Decenas de primos y amigos acompañaron a la madre de familia, quien en pocas palabras sólo expresó sentir impotencia contra el policía que asesinó a su hijo. “¿Qué puede hacer uno contra ellos?”, dijo en voz baja Rosa Gardea, de 35 años, la mamá del menor. La familia de Miguel Ángel no puede explicar qué hacía el menor el pasado domingo por la noche, cuando presuntamente intentaba asaltar una tienda de licores y recibió los disparos del oficial encubierto. Lo que sí saben, dice una de sus tías, es que no era necesario que le dispararan, y menos en dos ocasiones. “Fue muy arrebatado de parte del policía”, dice Argelia Uribe.
El cuerpo fue velado en la sala de la casa, una vivienda de escasos recursos. Dos cartas escritas con plumones de colores y letras de niños, así como una foto del menor, adornaban el cristal del féretro. Afuera, vecinos y amigos denostaban la forma en la que el adolescente perdió la vida. Llamaban “cobarde” al policía encubierto que le disparó en dos ocasiones. Se preguntaban –como la familia– si no tendrían los agentes uniformados otra forma de detener un asalto.
Miguel Ángel no iba a la escuela desde que terminó la primaria, hace dos años. Su madre sólo pudo explicar que había sido decisión de él mismo, que le había dicho que era mejor que ya no hiciera gastos porque a él de todas formas no le gustaba estudiar. Quería encontrar trabajo, comenta su tía, y ayudar a su madre a sacar adelante a sus dos hermanitos menores, de seis y siete años. Por lo demás, comentaron los vecinos y conocidos, Miguel Ángel era un menor que, si bien “le gustaba vivir la vida” –como describieron sus amigos–, también era tranquilo, de buenos sentimientos. Le gustaba además oír música, salir con su novia, dibujar y visitar a sus familiares, como al resto de los muchachos de su edad. La familia asegura que no salía mucho de la casa, o al menos no se movía mucho de la cuadra en la que vivía con su madre, en la colonia Portal del Roble, también ubicada en el suroriente. Nadie en el funeral explicó qué hacía Miguel Ángel tratando de asaltar una tienda de licores y abarrotes Del Río, donde desde 2008 hay vigilancia de policías encubiertos. Nadie sabe tampoco con quiénes estaba el joven, ni si traía o no una pistola de juguete, ni si el policía les dio tiempo o si ellos lo amagaron primero. Lo que sí saben, dijeron, es que disparar en dos ocasiones contra un adolescente es un exceso que no debe repetirse. “No hay ninguna justificación para que le hayan disparado así. Podría haber habido otras maneras para detenerlos”, reitera Argelia Uribe. “Nosotros lo que queremos es que investiguen, para que no vuelva a pasar esto, porque debe haber otras formas de poder detener a un niño como él, porque para nosotros esa no era la forma”, agregó la mujer.
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De acuerdo con esta nota, el asaltante, que se presume que iba armado, era una inocente víctima, merecedor de todas las consideraciones de la ley, merecedor de todas las simpatías, el “bueno” de la película, elevado a la categoría de mártir y héroe, mientras que el policía que estaba cumpliendo con su trabajo frustrando un asalto a mano armada de los cuales ha habido ya demasiados en la ciudad vendría siendo el “malo” de la película. Además de la nota anterior intentando crearle simpatías al delincuente, en el mismo periódico se publicó a un lado esta otra nota bajo el título “Exigen investigar si se usó fuerza excesiva”:
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El asesinato de un menor de 14 años, casi un niño, a manos de un policía encubierto fue considerado ayer como un exceso de fuerza de la autoridad y un hecho que debe investigarse para que, aun en medio de la ola de criminalidad, los agentes no sientan que tienen un cheque en blanco para ejecutar a presuntos delincuentes. “Debe haber una investigación por parte de Asuntos Internos; se trata de analizar lo que pasó, y que no se sientan los policías en la libertad de soltar balazos como si nada”, consideró el criminólogo Óscar Máynez. Lourdes Almada, secretaria de la Mesa de Infancia del Consejo Ciudadano por el Desarrollo Social, consideró “escandalosa” la reacción del policía y la vulnerabilidad de la vida de los jóvenes en Juárez, a quienes no se les ofrecen muchas más opciones que la delincuencia. Máynez reiteró la necesidad de investigar el caso porque “así como la violencia se fue degenerando por falta de contrapesos, una Policía sin regulación también puede ser un riesgo. No se les puede dar una carta en blanco para que disparen en cualquier circunstancia”. El homicidio ocurrió el pasado domingo en una tienda de licores Del Río, ubicada en la colonia Parajes de San Juan, en el suroriente de la ciudad, donde el adolescente Miguel Ángel Gardea, de 14 años, fue sorprendido mientras intentaba asaltar el negocio, por lo que recibió dos impactos de bala que le quitaron la vida. “Esa es la otra cosa que me parece escandalosa: que tenemos una Policía que no sabe hacer más que matar, aunque se supone que es preventiva”, dijo Almada, activista y defensora de los derechos de los menores. “Independientemente de la situación de este muchacho y aunque portar el arma lleve una intención clara, lo escandaloso es que la reacción de la Policía sea esa; hay muchas técnicas y entrenamiento para enfrentar y desarmar a los delincuentes en un contexto de ese tipo, y hay casos de actuación de policías en esas situaciones en otros países, y el tema es ese: la capacitación de la policía, que no están entrenados para la autodefensa ni para el desarme del otro”, agregó Almada. El homicidio detonó desde el primer día reacciones de repudio hacia la actuación del policía encubierto y, al mismo tiempo, revivió el debate sobre la viabilidad de enfrentar al crimen en Ciudad Juárez con ese tipo de agentes, a quienes se les atribuyen ya seis homicidios en las mismas circunstancias. El hecho de que la víctima haya sido un adolescente de 14 años, además, puso de relieve la alta incidencia de homicidios dolosos cometidos en contra de menores de edad en Ciudad Juárez. “Creo que el problema más fuerte con relación a la delincuencia es la falta de un proyecto social, estamos perdiendo una generación de jóvenes que si no son asesinados por el crimen organizado, son metidos a la cárcel o mueren en estas circunstancias”, dijo el lunes la activista social Cipriana Jurado, del Centro de Investigación y Solidaridad Obrera. “La ley dice que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y aquí, antes de un juicio o sentencia de culpabilidad, están siendo asesinados”, agregó Jurado.
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Cabe hacer sobre todo esto algunas observaciones. La primera es que en la vecina ciudad fronteriza de El Paso, Texas, si alguien le apunta con una pistola o lo que parece ser una pistola a un policía en activo el policía está en pleno derecho de desenfundar su arma y responderle al agresor, no importando que tenga mayoría de edad o que sea un menor de edad. Tiene la autorización para ello y el pleno respaldo de la ley. El policía no está obligado en ningún momento a asumir el papel de adivino para tratar de averiguar a lo lejos si la pistola con la que le están apuntando es una pistola de verdad o una pistola de juguete. El policía tiene plena autorización para responder con fuerza letal a quien lo amenace con fuerza letal. Esto en los Estados Unidos. Y la ciudad de El Paso es en estos momentos la segunda ciudad más segura en toda la Unión Americana.
En realidad, en la ciudad en la que vivo no hay muchas simpatías para el delincuente acribillado por el policía encubierto, a juzgar por los comentarios hechos en el mismo periódico a través de su página en Internet de los cuales me tomaré la libertad de reproducir algunos:
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“--- que poca madre!! estos mugrosos lepes si pueden andar por ahi haciendo lo que se les da la gana, delinquiendo a placer...y cuando se topan con un policia haciendo su trabajo...entoces si son pobrecitos niños....!!! a la fregada !!!! si entro a robar y lo mataron que bueno !! a ver si asi aprenden estos mocosos a que mejor se dediquen a estudiar y trabahjar honradamente...!!! Y que los policias no pueden "soltar balazos" pero los delincuentes si pueden...entonces para que demonios queremos policia..?!?!”
“--- ¡mah que la canción! Nos quejamos de la cada vez más brutal delincuencia, pero queremos medidas blanditas contra ella... ¡medidas TIBIAS! Yo me pregunto: si era sólo un niño, ¿por qué sus padres no estaban al pendiente de él, de lo que hacía? Es triste decirlo porque se trataba de una vida muy joven, pero que sirva esto de lección para otros "niños", para que sepan que vivimos en un mundo de adultos donde si te portas mal te puede ir mal; y que no piensen que vivimos en un mundo de juguete. En la vida real, en el mundo real, aquí en Juárez, si andas de malandro y cometes un delito, te puede ir de mal a peor. No se vale pedir "kinkis". Saludos Juan Carlos Esquivel”
“--- Pues que me perdonen los familiares, pero saben cuanto mocoso anda por las calles armado y arrebatándole bienes (que estos mozalbetes ya saben cuanto cuesta ganar) a la gente decente??? Es muy fácil decir: debieron haberlo hecho diferente, pero yo les pregunto: Y USTEDES que debieron haber hecho distinto para que su familiar no anduviera delinquiendo?? Esa es la pregunta que deberían de hacer... Dicen: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra", es fácil condenar lo difícil es aceptar la responsabilidad de cada uno....”
“--- Es la historia de nunca acabar con las mamas de estos mocosos... y como siempre el comun denominador.. la falta de una figura paterna, es verdad era solo un niño, pero ya a los 14 años estaba cometiendo un asalto a MANO ARMADA.. entonces que puede hacer uno, no hacerle nada, meterlo a la carcel de menores 1 mes y en unos 2-3 años ya esté de disque narco.. y luego sicario.. no señor, lo que se deberian de reprochar estas señoras argüenderas es por qué no le inculcaron valores a sus hijos, y a todas las jovencitas no se metan con cualquier Pen@#$@# nada mas por cara bonita .. que siempre las van a terminar dejando y sus hijos van a ser los futuros asaltantes de tiendas, robacarros y mandaderos del narco.”
“--- la culpa no es de él es de los padres donde estaban??? como que ya no quiso estudiar... ahora hecharle la culpa al policia, claro que no cuida a tus hijos, con quien se junta, que hace todo el dia primero analisitate TU, y despues hechale la culpa a los demas, ya a los 14 ya andan de ratas como no fue y se formo en algun lugar para buscar trabajo pero igual el no es el culpable, uds los padres son los culpables”
“--- Si fuese un niño y si su mami hubiera estado al pendiente de el, no hubiera andado asaltando con la bola de pandilleros, aparte ellos pudieron haber matado a los guardias en todo caso... (Universitaria)”
“--- Sres Familiares del menor: 1.- la educacion empieza por la casa, ustedes fracazaron en ese aspecto. 2.- ustedes mismos dicen no sabemos que hacia ahi asaltando, si ustedes no sabian el policia menos, ya que el no lo conoce. 3.- el policia no mato por dinero, es su trabajo 4.- el policia no se va aponer a indagar hasta que grado llagara el asaltante con tal de cometer el atraco. el solo tiene segundos para reaccionar ante tal situacion. 5.- el problema no es si tenia 14 o 50 años, el problema es que el estaba desarrollando una actividad Ilicita y se tenia que repelar tal acto. 6.- el joven con apenas 14 años y ya con novia?. sus prioridades era el ESTUDIO. LOS VALORES SOCIALES, ETICOS Y MORALES ES DIRECTAMENTE PROPORCIONAL A LA EDUCACION RECIBIDA EN CASA”
“--- ERA TAN SOLO UN NIÑO...pero sus actitudes no fueron de niño, si el se mete a robar, con pistola de postas o de verdad, la intenciòn es la misma. Si son niños, niños que desde pequeña edad empiezan a delinquir. ¿Por que ahora si exigen justicia los familiares?, ¿cuantas son las vìctimas de estos NIÑITOS que hemos padecido asaltos, robos, robo de autos con violencia, venta de drogas, etc. etc.? Si son NIÑOS, a los NIÑOS los padres tienen la obligaciòn de cuidar, no exigir justicia cuando los matan por entrar a robar. Un susto solo habìa bastado, y si es el policìa encubierto el muerto, exigirían la misma justicia?. Nadie puede saber si una pistola es de postas o verdadera, por ahì deben de vigilar los padres que es lo que su hijos guardan, con que amistades se juntan, si traen dinero que ellos no les hayan dado, hay mil maneras de prevenir estos delitos cometidos por NIÑOS que cuando los agarran van an Tribunal un corto tiempo y salen con doctorado a seguir delinquiendo. Descanse en paz este NIÑO que provocò su muerte. (moer42@yahoo.com.mx)”
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Todos estos comentarios de repudio a las notas periodísticas con las cuales se trata de elevar a un mozalbete delincuente a la categoría de mártir y víctima no hacen más que reflejar el hartazgo de una comunidad que ya está fastidiada con tanta criminalidad, con tanta violencia, con tanta impunidad. Sobran en la ciudad quienes piensan seriamente que al policía encubierto que frustró el asalto matando al delincuente se le debería dar un bono extra y un reconocimiento especial porque al haber matado al delincuente ya no volverá a delinquir. Estando ya muerto no habrá Juez de Garantía que lo ponga nuevamente en las calles a los pocos meses para que pueda seguir delinquiendo. Estando ya muerto, no cometerá nunca más un asalto a mano armada, ni podrá matar a nadie más, ni la sociedad se tendrá que encargar de su manutención por los largos períodos que pase en la cárcel mientras sale para volver a delinquir, ni se incurrirá en los altos costos judiciales (abogados, fiscales, jueces, tribunales de apelación, amparos federales, supervisiones de libertad condicional, etc.) incurridos en estarlo llevando a juicio cada vez que delinque. Visto con frialdad, la sociedad sale ganando con la muerte de este delincuente, tanto en términos económicos como por el mal que pudo haber hecho a la sociedad si hubiese seguido viviendo y que ya no podrá hacer. De haber seguido viviendo, las leyes laxas que en estos momentos protegen a los delincuentes menores de edad le habrían dado a este joven delincuente todas las oportunidades del mundo para seguirle causando daño a la sociedad. Esto último trae a colación el famoso caso de un temible descuartizador de nombre Vicente León Chávez, el cual el 20 de mayo de 2004 junto con dos compañeros más del Colegio de Bachilleres # 6 mataron y destazaron a su padre, madre y hermana. No conforme, metió los restos humanos en un vehículo y les prendió fuego para simular una ejecución. Al día siguiente del triple asesinato, el descuartizador tomó a su hermanito menor de la mano y se fue al Balneario Las Anitas a divertirse en las albercas con motivo del Día del Estudiante. Este peligrosísimo delincuente, en vez de ser remitido por el resto de su vida a un centro penitenciario para impedirle causar más daño a la sociedad, fue puesto en libertad al poco tiempo precisamente porque cuando cometió el triple homicidio en contra de sus propios familiares tenía 17 años, era menor de edad. Y esto lo supo la comunidad porque poco tiempo después se enteró de que este criminal murió acribilllado cuando cenaba tranquilamente en el puesto de tacos Los Mochis situado en calles del Fraccionamiento Papigochi cuando se encontraba en el puesto en compañía de un amigo que también fue asesinado, siendo ambos acribillados por un comando que los fusiló con mas de 70 balazos. A estas alturas, ya nadie se pregunta las razones del por qué el descuartizador fue acribillado por un comando armado ni hay mucha prisa por llevar a sus ejecutores ante la justicia porque a fin de cuentas los ejecutores del descuartizador aplicaron la justicia que el mismo sistema tan atrozmente le negó a la sociedad y a los propios familiares del descuartizador. ¿Qué andaba haciendo suelto en la calle tan peligroso criminal?, se preguntaron muchos. ¿Acaso las leyes están hechas nada más para favorecer al delincuente, en perjuicio de la sociedad? Lo más aberrante del caso es que, aunque aquí hubo una pena de muerte que le fue aplicada al descuartizador, esa pena de muerte no fue el resultado de un sistema judicial enérgico diseñado para proteger a la sociedad de la delincuencia sino el resultado de otro suceso violento cometido al margen de la ley.
Los casos de estos menores de edad que desde muy temprana edad ingresan al mundo del hampa reflejan una descomposición de valores con la cual ninguno de ellos mide las consecuencias de sus actos, no miden el daño que le están ocasionando a otros, ni se ponen a meditar en lo que sus actividades les provocarán a ellos mismos. Posiblemente si supieran la forma en la que van a terminar sus vidas a temprana edad, ninguno de ellos delinquiría. Se trata de una juventud perdida que está más allá de la salvación a la que podrían haber aspirado si otro fuera el orden de cosas en este mundo. La siguiente fotografía muestra la carroza fúnebre en la que era transportado el cadáver del joven delincuente que murió al intentar cometer un asalto a mano armada a la tienda de licores Del Río el domingo 22 de noviembre de 2009:
¿Habría salido fuera de su casa este delincuente a cometer su asalto ese día a sabiendas de que lo estaba esperando la muerte? Lo dudo. ¿Habría tomado el camino del mal de haber estado realmente consciente de las consecuencias de sus actos? Lo dudo. En cualquier caso, ya no se puede hacer nada por él. Perdió su vida, y bajo la perspectiva religiosa, tal vez también perdió su alma. Esto mismo podemos decir de muchos otros jóvenes que como él están delinquiendo en estos momentos creyendo que nunca les va a pasar nada malo, creyendo que la suerte siempre estará del lado de ellos porque hasta el día de hoy el mal que han estado haciendo no se les ha revertido. Pero a fin de cuentas, es la vida misma la que se encarga de poner a cada quien en su lugar y darnos a todos una lección. Y en ciertos casos, la lección puede ser durísima, porque no admite ni siquiera la posibilidad o la esperanza del arrepentimiento.
Lo sorprendente del caso es que, ante el hecho de que el criminal era un menor de edad, en los periódicos locales se cuestionó el actuar del policía que no sólo estaba cumpliendo con su deber sino inclusive defendiendo su propia vida ante un delincuente que no vaciló en apuntarle para tirarle a matar, alegando que por tratarse de un menor de edad el policía encubierto se debería haber quedado cruzado de brazos. La primera nota al respecto publicada hoy en el periódico El Diario dice bajo el encabezado “Era tan solo un niño...” lo siguiente:
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“Era tan sólo un niño. Con un susto que le hubiera dado el policía era suficiente, con un tiro en el pie. Pero simplemente le tiró a matar. No es justo, es muy indignante”, clama Argelia Uribe, tía de Miguel Ángel Gardea, el menor de 14 años que el domingo por la noche murió abatido por las balas de un agente encubierto. “Qué cobarde fue el chota: quitarle la vida a alguien por dinero, por proteger la tienda, fue un cobarde por haberle disparado”, dijo uno de los vecinos, de 19 años.
“Ellos también tienen familia, podrían haberlo herido, no matarlo”, agregó otro. El niño fue velado ayer en la casa de una de sus tías maternas, en la colonia Terrenos Nacionales, en el suroriente de la ciudad. Decenas de primos y amigos acompañaron a la madre de familia, quien en pocas palabras sólo expresó sentir impotencia contra el policía que asesinó a su hijo. “¿Qué puede hacer uno contra ellos?”, dijo en voz baja Rosa Gardea, de 35 años, la mamá del menor. La familia de Miguel Ángel no puede explicar qué hacía el menor el pasado domingo por la noche, cuando presuntamente intentaba asaltar una tienda de licores y recibió los disparos del oficial encubierto. Lo que sí saben, dice una de sus tías, es que no era necesario que le dispararan, y menos en dos ocasiones. “Fue muy arrebatado de parte del policía”, dice Argelia Uribe.
El cuerpo fue velado en la sala de la casa, una vivienda de escasos recursos. Dos cartas escritas con plumones de colores y letras de niños, así como una foto del menor, adornaban el cristal del féretro. Afuera, vecinos y amigos denostaban la forma en la que el adolescente perdió la vida. Llamaban “cobarde” al policía encubierto que le disparó en dos ocasiones. Se preguntaban –como la familia– si no tendrían los agentes uniformados otra forma de detener un asalto.
Miguel Ángel no iba a la escuela desde que terminó la primaria, hace dos años. Su madre sólo pudo explicar que había sido decisión de él mismo, que le había dicho que era mejor que ya no hiciera gastos porque a él de todas formas no le gustaba estudiar. Quería encontrar trabajo, comenta su tía, y ayudar a su madre a sacar adelante a sus dos hermanitos menores, de seis y siete años. Por lo demás, comentaron los vecinos y conocidos, Miguel Ángel era un menor que, si bien “le gustaba vivir la vida” –como describieron sus amigos–, también era tranquilo, de buenos sentimientos. Le gustaba además oír música, salir con su novia, dibujar y visitar a sus familiares, como al resto de los muchachos de su edad. La familia asegura que no salía mucho de la casa, o al menos no se movía mucho de la cuadra en la que vivía con su madre, en la colonia Portal del Roble, también ubicada en el suroriente. Nadie en el funeral explicó qué hacía Miguel Ángel tratando de asaltar una tienda de licores y abarrotes Del Río, donde desde 2008 hay vigilancia de policías encubiertos. Nadie sabe tampoco con quiénes estaba el joven, ni si traía o no una pistola de juguete, ni si el policía les dio tiempo o si ellos lo amagaron primero. Lo que sí saben, dijeron, es que disparar en dos ocasiones contra un adolescente es un exceso que no debe repetirse. “No hay ninguna justificación para que le hayan disparado así. Podría haber habido otras maneras para detenerlos”, reitera Argelia Uribe. “Nosotros lo que queremos es que investiguen, para que no vuelva a pasar esto, porque debe haber otras formas de poder detener a un niño como él, porque para nosotros esa no era la forma”, agregó la mujer.
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De acuerdo con esta nota, el asaltante, que se presume que iba armado, era una inocente víctima, merecedor de todas las consideraciones de la ley, merecedor de todas las simpatías, el “bueno” de la película, elevado a la categoría de mártir y héroe, mientras que el policía que estaba cumpliendo con su trabajo frustrando un asalto a mano armada de los cuales ha habido ya demasiados en la ciudad vendría siendo el “malo” de la película. Además de la nota anterior intentando crearle simpatías al delincuente, en el mismo periódico se publicó a un lado esta otra nota bajo el título “Exigen investigar si se usó fuerza excesiva”:
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El asesinato de un menor de 14 años, casi un niño, a manos de un policía encubierto fue considerado ayer como un exceso de fuerza de la autoridad y un hecho que debe investigarse para que, aun en medio de la ola de criminalidad, los agentes no sientan que tienen un cheque en blanco para ejecutar a presuntos delincuentes. “Debe haber una investigación por parte de Asuntos Internos; se trata de analizar lo que pasó, y que no se sientan los policías en la libertad de soltar balazos como si nada”, consideró el criminólogo Óscar Máynez. Lourdes Almada, secretaria de la Mesa de Infancia del Consejo Ciudadano por el Desarrollo Social, consideró “escandalosa” la reacción del policía y la vulnerabilidad de la vida de los jóvenes en Juárez, a quienes no se les ofrecen muchas más opciones que la delincuencia. Máynez reiteró la necesidad de investigar el caso porque “así como la violencia se fue degenerando por falta de contrapesos, una Policía sin regulación también puede ser un riesgo. No se les puede dar una carta en blanco para que disparen en cualquier circunstancia”. El homicidio ocurrió el pasado domingo en una tienda de licores Del Río, ubicada en la colonia Parajes de San Juan, en el suroriente de la ciudad, donde el adolescente Miguel Ángel Gardea, de 14 años, fue sorprendido mientras intentaba asaltar el negocio, por lo que recibió dos impactos de bala que le quitaron la vida. “Esa es la otra cosa que me parece escandalosa: que tenemos una Policía que no sabe hacer más que matar, aunque se supone que es preventiva”, dijo Almada, activista y defensora de los derechos de los menores. “Independientemente de la situación de este muchacho y aunque portar el arma lleve una intención clara, lo escandaloso es que la reacción de la Policía sea esa; hay muchas técnicas y entrenamiento para enfrentar y desarmar a los delincuentes en un contexto de ese tipo, y hay casos de actuación de policías en esas situaciones en otros países, y el tema es ese: la capacitación de la policía, que no están entrenados para la autodefensa ni para el desarme del otro”, agregó Almada. El homicidio detonó desde el primer día reacciones de repudio hacia la actuación del policía encubierto y, al mismo tiempo, revivió el debate sobre la viabilidad de enfrentar al crimen en Ciudad Juárez con ese tipo de agentes, a quienes se les atribuyen ya seis homicidios en las mismas circunstancias. El hecho de que la víctima haya sido un adolescente de 14 años, además, puso de relieve la alta incidencia de homicidios dolosos cometidos en contra de menores de edad en Ciudad Juárez. “Creo que el problema más fuerte con relación a la delincuencia es la falta de un proyecto social, estamos perdiendo una generación de jóvenes que si no son asesinados por el crimen organizado, son metidos a la cárcel o mueren en estas circunstancias”, dijo el lunes la activista social Cipriana Jurado, del Centro de Investigación y Solidaridad Obrera. “La ley dice que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario, y aquí, antes de un juicio o sentencia de culpabilidad, están siendo asesinados”, agregó Jurado.
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Cabe hacer sobre todo esto algunas observaciones. La primera es que en la vecina ciudad fronteriza de El Paso, Texas, si alguien le apunta con una pistola o lo que parece ser una pistola a un policía en activo el policía está en pleno derecho de desenfundar su arma y responderle al agresor, no importando que tenga mayoría de edad o que sea un menor de edad. Tiene la autorización para ello y el pleno respaldo de la ley. El policía no está obligado en ningún momento a asumir el papel de adivino para tratar de averiguar a lo lejos si la pistola con la que le están apuntando es una pistola de verdad o una pistola de juguete. El policía tiene plena autorización para responder con fuerza letal a quien lo amenace con fuerza letal. Esto en los Estados Unidos. Y la ciudad de El Paso es en estos momentos la segunda ciudad más segura en toda la Unión Americana.
En realidad, en la ciudad en la que vivo no hay muchas simpatías para el delincuente acribillado por el policía encubierto, a juzgar por los comentarios hechos en el mismo periódico a través de su página en Internet de los cuales me tomaré la libertad de reproducir algunos:
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“--- que poca madre!! estos mugrosos lepes si pueden andar por ahi haciendo lo que se les da la gana, delinquiendo a placer...y cuando se topan con un policia haciendo su trabajo...entoces si son pobrecitos niños....!!! a la fregada !!!! si entro a robar y lo mataron que bueno !! a ver si asi aprenden estos mocosos a que mejor se dediquen a estudiar y trabahjar honradamente...!!! Y que los policias no pueden "soltar balazos" pero los delincuentes si pueden...entonces para que demonios queremos policia..?!?!”
“--- ¡mah que la canción! Nos quejamos de la cada vez más brutal delincuencia, pero queremos medidas blanditas contra ella... ¡medidas TIBIAS! Yo me pregunto: si era sólo un niño, ¿por qué sus padres no estaban al pendiente de él, de lo que hacía? Es triste decirlo porque se trataba de una vida muy joven, pero que sirva esto de lección para otros "niños", para que sepan que vivimos en un mundo de adultos donde si te portas mal te puede ir mal; y que no piensen que vivimos en un mundo de juguete. En la vida real, en el mundo real, aquí en Juárez, si andas de malandro y cometes un delito, te puede ir de mal a peor. No se vale pedir "kinkis". Saludos Juan Carlos Esquivel”
“--- Pues que me perdonen los familiares, pero saben cuanto mocoso anda por las calles armado y arrebatándole bienes (que estos mozalbetes ya saben cuanto cuesta ganar) a la gente decente??? Es muy fácil decir: debieron haberlo hecho diferente, pero yo les pregunto: Y USTEDES que debieron haber hecho distinto para que su familiar no anduviera delinquiendo?? Esa es la pregunta que deberían de hacer... Dicen: "El que esté libre de pecado que tire la primera piedra", es fácil condenar lo difícil es aceptar la responsabilidad de cada uno....”
“--- Es la historia de nunca acabar con las mamas de estos mocosos... y como siempre el comun denominador.. la falta de una figura paterna, es verdad era solo un niño, pero ya a los 14 años estaba cometiendo un asalto a MANO ARMADA.. entonces que puede hacer uno, no hacerle nada, meterlo a la carcel de menores 1 mes y en unos 2-3 años ya esté de disque narco.. y luego sicario.. no señor, lo que se deberian de reprochar estas señoras argüenderas es por qué no le inculcaron valores a sus hijos, y a todas las jovencitas no se metan con cualquier Pen@#$@# nada mas por cara bonita .. que siempre las van a terminar dejando y sus hijos van a ser los futuros asaltantes de tiendas, robacarros y mandaderos del narco.”
“--- la culpa no es de él es de los padres donde estaban??? como que ya no quiso estudiar... ahora hecharle la culpa al policia, claro que no cuida a tus hijos, con quien se junta, que hace todo el dia primero analisitate TU, y despues hechale la culpa a los demas, ya a los 14 ya andan de ratas como no fue y se formo en algun lugar para buscar trabajo pero igual el no es el culpable, uds los padres son los culpables”
“--- Si fuese un niño y si su mami hubiera estado al pendiente de el, no hubiera andado asaltando con la bola de pandilleros, aparte ellos pudieron haber matado a los guardias en todo caso... (Universitaria)”
“--- Sres Familiares del menor: 1.- la educacion empieza por la casa, ustedes fracazaron en ese aspecto. 2.- ustedes mismos dicen no sabemos que hacia ahi asaltando, si ustedes no sabian el policia menos, ya que el no lo conoce. 3.- el policia no mato por dinero, es su trabajo 4.- el policia no se va aponer a indagar hasta que grado llagara el asaltante con tal de cometer el atraco. el solo tiene segundos para reaccionar ante tal situacion. 5.- el problema no es si tenia 14 o 50 años, el problema es que el estaba desarrollando una actividad Ilicita y se tenia que repelar tal acto. 6.- el joven con apenas 14 años y ya con novia?. sus prioridades era el ESTUDIO. LOS VALORES SOCIALES, ETICOS Y MORALES ES DIRECTAMENTE PROPORCIONAL A LA EDUCACION RECIBIDA EN CASA”
“--- ERA TAN SOLO UN NIÑO...pero sus actitudes no fueron de niño, si el se mete a robar, con pistola de postas o de verdad, la intenciòn es la misma. Si son niños, niños que desde pequeña edad empiezan a delinquir. ¿Por que ahora si exigen justicia los familiares?, ¿cuantas son las vìctimas de estos NIÑITOS que hemos padecido asaltos, robos, robo de autos con violencia, venta de drogas, etc. etc.? Si son NIÑOS, a los NIÑOS los padres tienen la obligaciòn de cuidar, no exigir justicia cuando los matan por entrar a robar. Un susto solo habìa bastado, y si es el policìa encubierto el muerto, exigirían la misma justicia?. Nadie puede saber si una pistola es de postas o verdadera, por ahì deben de vigilar los padres que es lo que su hijos guardan, con que amistades se juntan, si traen dinero que ellos no les hayan dado, hay mil maneras de prevenir estos delitos cometidos por NIÑOS que cuando los agarran van an Tribunal un corto tiempo y salen con doctorado a seguir delinquiendo. Descanse en paz este NIÑO que provocò su muerte. (moer42@yahoo.com.mx)”
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Todos estos comentarios de repudio a las notas periodísticas con las cuales se trata de elevar a un mozalbete delincuente a la categoría de mártir y víctima no hacen más que reflejar el hartazgo de una comunidad que ya está fastidiada con tanta criminalidad, con tanta violencia, con tanta impunidad. Sobran en la ciudad quienes piensan seriamente que al policía encubierto que frustró el asalto matando al delincuente se le debería dar un bono extra y un reconocimiento especial porque al haber matado al delincuente ya no volverá a delinquir. Estando ya muerto no habrá Juez de Garantía que lo ponga nuevamente en las calles a los pocos meses para que pueda seguir delinquiendo. Estando ya muerto, no cometerá nunca más un asalto a mano armada, ni podrá matar a nadie más, ni la sociedad se tendrá que encargar de su manutención por los largos períodos que pase en la cárcel mientras sale para volver a delinquir, ni se incurrirá en los altos costos judiciales (abogados, fiscales, jueces, tribunales de apelación, amparos federales, supervisiones de libertad condicional, etc.) incurridos en estarlo llevando a juicio cada vez que delinque. Visto con frialdad, la sociedad sale ganando con la muerte de este delincuente, tanto en términos económicos como por el mal que pudo haber hecho a la sociedad si hubiese seguido viviendo y que ya no podrá hacer. De haber seguido viviendo, las leyes laxas que en estos momentos protegen a los delincuentes menores de edad le habrían dado a este joven delincuente todas las oportunidades del mundo para seguirle causando daño a la sociedad. Esto último trae a colación el famoso caso de un temible descuartizador de nombre Vicente León Chávez, el cual el 20 de mayo de 2004 junto con dos compañeros más del Colegio de Bachilleres # 6 mataron y destazaron a su padre, madre y hermana. No conforme, metió los restos humanos en un vehículo y les prendió fuego para simular una ejecución. Al día siguiente del triple asesinato, el descuartizador tomó a su hermanito menor de la mano y se fue al Balneario Las Anitas a divertirse en las albercas con motivo del Día del Estudiante. Este peligrosísimo delincuente, en vez de ser remitido por el resto de su vida a un centro penitenciario para impedirle causar más daño a la sociedad, fue puesto en libertad al poco tiempo precisamente porque cuando cometió el triple homicidio en contra de sus propios familiares tenía 17 años, era menor de edad. Y esto lo supo la comunidad porque poco tiempo después se enteró de que este criminal murió acribilllado cuando cenaba tranquilamente en el puesto de tacos Los Mochis situado en calles del Fraccionamiento Papigochi cuando se encontraba en el puesto en compañía de un amigo que también fue asesinado, siendo ambos acribillados por un comando que los fusiló con mas de 70 balazos. A estas alturas, ya nadie se pregunta las razones del por qué el descuartizador fue acribillado por un comando armado ni hay mucha prisa por llevar a sus ejecutores ante la justicia porque a fin de cuentas los ejecutores del descuartizador aplicaron la justicia que el mismo sistema tan atrozmente le negó a la sociedad y a los propios familiares del descuartizador. ¿Qué andaba haciendo suelto en la calle tan peligroso criminal?, se preguntaron muchos. ¿Acaso las leyes están hechas nada más para favorecer al delincuente, en perjuicio de la sociedad? Lo más aberrante del caso es que, aunque aquí hubo una pena de muerte que le fue aplicada al descuartizador, esa pena de muerte no fue el resultado de un sistema judicial enérgico diseñado para proteger a la sociedad de la delincuencia sino el resultado de otro suceso violento cometido al margen de la ley.
Los casos de estos menores de edad que desde muy temprana edad ingresan al mundo del hampa reflejan una descomposición de valores con la cual ninguno de ellos mide las consecuencias de sus actos, no miden el daño que le están ocasionando a otros, ni se ponen a meditar en lo que sus actividades les provocarán a ellos mismos. Posiblemente si supieran la forma en la que van a terminar sus vidas a temprana edad, ninguno de ellos delinquiría. Se trata de una juventud perdida que está más allá de la salvación a la que podrían haber aspirado si otro fuera el orden de cosas en este mundo. La siguiente fotografía muestra la carroza fúnebre en la que era transportado el cadáver del joven delincuente que murió al intentar cometer un asalto a mano armada a la tienda de licores Del Río el domingo 22 de noviembre de 2009:
¿Habría salido fuera de su casa este delincuente a cometer su asalto ese día a sabiendas de que lo estaba esperando la muerte? Lo dudo. ¿Habría tomado el camino del mal de haber estado realmente consciente de las consecuencias de sus actos? Lo dudo. En cualquier caso, ya no se puede hacer nada por él. Perdió su vida, y bajo la perspectiva religiosa, tal vez también perdió su alma. Esto mismo podemos decir de muchos otros jóvenes que como él están delinquiendo en estos momentos creyendo que nunca les va a pasar nada malo, creyendo que la suerte siempre estará del lado de ellos porque hasta el día de hoy el mal que han estado haciendo no se les ha revertido. Pero a fin de cuentas, es la vida misma la que se encarga de poner a cada quien en su lugar y darnos a todos una lección. Y en ciertos casos, la lección puede ser durísima, porque no admite ni siquiera la posibilidad o la esperanza del arrepentimiento.
lunes, 23 de noviembre de 2009
Help wanted
Desde que tengo memoria, la postura oficial del gobierno norteamericano con respecto a los trabajadores mexicanos indocumentados en dicho país ha sido que no se les necesita en lo absoluto para nada, que hay suficiente gente entre los mismos norteamericanos para llevar a cabo los mismos trabajos que están siendo llevados a cabo por los mexicanos indocumentados, y de hecho unos de los requisitos que hacen tan difícil el poder inmigrar legalmente a los Estados Unidos es la obligatoriedad burocrática en obtener un documento del Department of Labor que certifica que para el trabajo que el interesado en inmigrar piensa llevar a cabo en los Estados Unidos no hay ningún norteamericano que no pueda hacer dicho trabajo, esto supuestamente para que el que quiere inmigrar no le quite su trabajo a un norteamericano.
La lógica empleada en el razonamiento para este requisito más de índole burocrática que realista, hechura plena de un Congreso norteamericano constituído por una mayoría de Congresistas y Senadores que parecen vivir fuera de la realidad, supone de hecho que antes de que a alguien se le pueda autorizar su ingreso legal a los Estados Unidos éste tiene que demostrar fehacientemente que su ingreso no le quitará un empleo a ninguno de los que forman parte de las decenas de millones de trabajadores en dicho país.
¿En qué cabeza cabe que en un país de extensión territorial tan grande como los Estados Unidos (la mitad de la cual pertenecía a México antes de que Antonio López de Santa Anna les entregara tan vastas extensiones de terreno con los tratados de Guadalupe-Hidalgo) no habrá absolutamente nadie que no pueda hacer cualquier trabajo que pueda desarrollar algún mexicano interesado en inmigrar, ya sea plomero, carpintero, jardinero, enfermera, ingeniero civil, secretaria, trabajadora doméstica, contador, maestro, en fin, prácticamente cualquier profesión? Naturalmente, esto no tiene nada que ver con el hecho de que si hay una necesidad de enfermeras en cierto hospital de algún poblado de Kansas o de buenos carpinteros en alguna mueblería de Utah, los empleadores que tienen las vacantes para esos trabajos no hayan podido conseguir a nadie dentro del territorio norteamericano dispuesto a cambiar su residencia a ese poblado de Kansas o al estado de Utah. “Pero eso ya no es problema nuestro”, dirán los Congresistas norteamericanos, “a lo mejor no hay nadie disponible o dispuesto a cambiar su lugar de residencia a esos lugares en donde tienen esas vacantes porque pagan salarios muy bajos, y eso ya no es cosa nuestra”. Si hay 100 vacantes en cierta parte de Estados Unidos, y si fuera de esa parte de Estados Unidos hay 100 mil norteamericanos que pueden hacer el trabajo para el cual están abiertas esas vacantes pero que no están dispuestos a hacerlo y no lo harán por el motivo que sea, eso no es motivo para que los Congresistas le autoricen al entrada legal a 100 mexicanos que estén dispuestos a tomar esos trabajos. Lo único que les importa al Department of Labor y a los Congresistas es que dentro del territorio norteamericano haya suficiente personal para cubrir la demanda laboral, y lo demás a los Congresistas no les importa, nunca les ha importado. Los mexicanos que de cualquier manera ingresen a territorio norteamericano para tomar esos trabajos son vistos entonces como unos delincuentes, casi como unos criminales que si son descubiertos por las autoridades migratorias son fichados y deportados prontamente a México. Esto fue precisamente lo que sucedió en mayo de 2008 en la planta procesadora de alimentos Agriprocessors situada en Postville, Iowa, en un operativo en el cual se arrestaron a 290 guatemaltecos, 93 mexicanos, dos israelís y cuatro ucranianos. Tras el operativo, no sólo la planta se fue a pique, también la economía del poblado quedó en la ruina, pero nada de eso le importó ni al Department of Labor ni a los Congresistas norteamericanos, porque al fin y al cabo viven encerrados a perpetuidad en la mentalidad simplista de que “eso ya no es problema nuestro, a lo mejor no hay nadie disponible o dispuesto a cambiar su lugar de residencia a esos lugares en donde tienen esas vacantes porque pagan salarios muy bajos, y eso ya no es cosa nuestra”.
Con tales actitudes, prácticamente la única manera de poder inmigrar legalmente a los Estados Unidos es por la vía del matrimonio casándose con un norteamericano o con una norteamericana, el primer lugar en la lista de prioridad que se les dá a los solicitantes dentro de la cuota de inmigración autorizada para cada año, para lo cual no piden ni la famosa “carta de trabajo” ni se requiere tener mérito académico alguno e inclusive no se requiere cumplir así sea un mínimo de estudios escolares. Muchos fanfarrones que se jactan de haber arreglado su ingreso a los Estados Unidos gracias a sus supuestas “excepcionales capacidades intelectuales” o méritos académicos en realidad lograron inmigrar por haberse casado con un norteamericano o con una norteamericana, sin lo cual habrían tenido que hacer “cola” en una larga lista de espera en la cual pueden pasar muchos años antes de que les toque su turno para la famosa “cita” en el Consulado norteamericano.
Uno supondría que Estados Unidos, si fuese congruente consigo mismo, si fuese parejo en sus criterios y completamente honesto en su proceder, no haría absolutamente nada para alentar la inmigración ilegal hacia los Estados Unidos. Pero la realidad contrasta con la ficción en la que están sumergidos los políticos norteamericanos, y una prueba de ello es lo que apareció hace algunos días en la sección de avisos clasificados en el principal periódico de la ciudad fronteriza en la que vivo, El Diario. Se trata de un periódico que se publica, se imprime y se vende en México, no en los Estados Unidos, y se trata de un anuncio que empieza con un encabezado que dice “Help Wanted” (Se solicita ayuda), pagado por una agencia cuyo nombre es la Texas Workforce Connection Office. El anuncio comienza dando el nombre de la compañía de la siguiente manera: “UNION HARVEST seeks 94 Temporary Workers (Union Harvest solicita 94 trabajadores temporales) to harvest lettuce (para recolectar lechugas) within a 30 mile radius of Yuma, Arizona (dentro de un radio de 30 millas de Yuma, Arizona), from November 15 2009 to April 5, 2010. Pay (paga por hora) $8.70 per hour, 40 hours per week plus possible overtime. The company guarantees at least more than or equal of the stated work hours for the contract period (la compañía garantiza por lo menos una cantidad igual o mayor de trabajo por el período del contrato). All required tools and equipment are supplied at no cost to worker (todas las herramientas y el equipo son suministrados sin costo alguno al trabajador). For workers beyond a reasonable commuting distance housing will be provided at no cost to worker, as will transportation to/from work locations an housing (para trabajadores más allá de una distancia razonable de traslado les será proporcionada habitación sin costo alguno, así como transporte de/hacia los lugares de trabajo y vivienda). Inbound transportation and subsistence costs to place of employment will be reimbursed to workers from outside the commuting area upon workers completion of 50% of the employement period (transporte hacia el centro de trabajo y costos de subsistencia serán cubiertos a los trabajadores fuera del área de traslado tras haberse cumplido el 50% del período de trabajo”.
Lo primero que llama la atención de este anuncio es que en ninguna parte del anuncio se les pide a los interesados que cuenten con documentación legal para poder trabajar en los Estados Unidos. Otra cosa que llama la atención es que el anuncio haya sido pagado para su publicación en México, para ser visto y leído por mexicanos. Pero otra cosa que llama aún más fuertemente la atención es que las vacantes para estos trabajadores de campo son en Yuma, en el estado de Arizona, precisamente uno de los estados más ferozmente inmigrantes de la Unión Americana, el cual se ha distinguido por estar pasando leyes cada vez más duras para castigar a la inmigración indocumentada. Entonces yo me pregunto: ¿acaso no tienen suficientes norteamericanos ahí mismo en Yuma, Arizona, que estén dispuestos a hacer ese duro trabajo de recolectar lechugas en la granja Union Harvest, como para no tener que andar saliendo fuera de Arizona publicando anuncios en México con esas ofertas de trabajo? ¿Que andan haciendo esos empleadores no sólo fuera de Arizona, sino inclusive fuera de los Estados Unidos, pagando esos anuncios como cebo seguro para el muy posible reclutamiento de trabajadores indocumentados de México? ¿Pues no se han estado quejando por décadas de que los trabajadores mexicanos, a los que no bajan de mugrosos, asquerosos, flojos e inútiles, no se les necesita para nada porque hay suficientes norteamericanos para hacer esos trabajos? Y si no los hay en Arizona, ¿en donde está el U.S. Department of Labor que tan ferozmente se ha opuesto en el pasado a la contratación legal de trabajadores agrícolas temporales mexicanos? Y si no los hay en todo Estados Unidos, ¿en dónde están todos esos Congresistas norteamericanos que, siempre en mayoría, han votado, votan y siguen votando en contra de cualquier propuesta que pueda autorizar el ingreso de trabajadores mexicanos a los Estados Unidos para llenar las vacantes que ningún norteamericano quiere cubrir?
El anuncio al que estoy haciendo mención no es algo que ocurra una vez cada cinco o diez años. Continuamente aparecen publicados estos anuncios en El Diario, sobre todo en tiempos de recolección de hortalizas. Otro ejemplo de tales anuncios que aparece frecuentemente en el mismo periódico ofertando trabajos a mexicanos en México que estén dispuestos a trasladarse a los Estados Unidos es uno de varios en los que solicitan enfermeras mexicanas, en el cual tampoco se pone en el mismo anuncio como requisito indispensable el que la persona interesada tenga sus papeles en regla (ciudadanía norteamericana o pasaporte de residencia en los Estados Unidos). Es más, ni siquiera se les pide o se les advierte a los/las interesadas que tengan en trámite sus documentos ante el Consulado norteamericano para poder inmigrar legalmente a los Estados Unidos. Este anuncio lo pone una empresa llamada “Nurses Now International”, la cual proporciona el número telefónico de llamada gratuita 01-800-8324-769, con un domicilio en el Boulevard Teófilo Borunda número 6941 en la Colonia Partido Iglesias en Ciudad Juárez, Chihuahua, con domicilio permanente en Internet dado como www.nni.com.mx. ¿Pues qué acaso no hay en todo Estados Unidos una sola enfermera norteamericana que pueda cubrir esas vacantes? Siguiendo la lógica utilizada por los Congresistas y los votantes que por mayoría en votación democrática los enviaron como representantes suyos al Congreso, ¿acaso estas enfermeras contratadas en México no le están quitando sus empleos a las enfermeras norteamericanas que están desempleadas? ¿Para qué andan buscando en México si supuestamente y teóricamente tienen dentro de los Estados Unidos toda la gente que necesitan para cubrir estos trabajos? ¿Qué pasó con el argumento de que el mexicano típico es un greaser apestoso, maloliente e indeseable al cual hay que cerrarle por completo las puertas al mercado laboral norteamericano porque los empleos en Norteamérica deben ser única y exclusivamente para los norteamericanos? ¿Y qué tiene que decir a todo esto el U.S. Department of Labor, cuya postura oficial es y ha sido siempre que Estados Unidos no necesita de gente de fuera salvo en casos excepcionales y bajo circunstancias muy especiales que como las ponen casi nunca se dan? A esto tenemos que agregar el hecho de que, con plena seguridad, quienes contratan a indocumentados mexicanos dentro de los Estados Unidos saben de sobra que están contratando a gente que se encuentra sin documentos legales en dicho país. Ya basta de fingir que no saben lo que está sucediendo. Detrás de cada indocumentado mexicano en los Estados Unidos necesariamente debe de haber un empleador norteamericano que le está dando trabajo, porque si no fuera así, si nadie en Estados Unidos contratara a indocumentados, nadie se iría para allá, así de simple. En contraste con los cientos de miles que deporta Estados Unidos a México cada año, ¿a cuantos empleadores norteamericanos de indocumentados está metiendo a la cárcel por contratar a sabiendas a gente sin papeles ? ¿100 mil? ¿50 mil? ¿dos mil al año? Yo creo que la cifra no llega ni siquiera a mil, una cifra ante la cual los Congresistas y las autoridades encargadas de reforzar las leyes migratorias simplemente se voltean hacia el otro lado y se hacen de la vista gorda. Por cierto, me gustaría poder echarle un vistazo al interior de las casas en que habitan muchos de estos políticos, funcionarios, Congresistas y Senadores norteamericanos, para ver si todos ellos sin exceptuar a ninguno son respetuosos de sus propias leyes y no tienen a ninguna indocumentada trabajando dentro de sus casas (algunas de estas casas son mansiones de por lo menos cuatro o cinco recámaras con alberca incluída) como trabajadoras domésticas, barriéndoles la casa, trapeándoles los pisos, tendiéndoles las camas, sacudiendo las cortinas; en fin, todo aquello para lo cual tendrían que tener a sus propias esposas (norteamericanas) trabajando todo el día como criadas dentro de la casa, casi casi trabajando como esclavas. Una que ciertamente se burló de las duras leyes migratorias fue la abogada norteamericana Zoe Baird, la cual fue nominada en 1993 para ser la Procuradora General de Justicia de todo Estados Unidos, ni más ni menos que la misma persona encargada de hacer respetar las leyes migratorias federales, la cual se vió obligada a retirar su nominación para tan alto cargo al descubrírsele que tenía trabajando a dos indocumentados dentro de su propia casa, un chofer y una nana. En vez de terminar en la cárcel, a Zoe Baird se le castigó con una multa simbólica de tres mil dólares por todo el asunto, una bicoca considerando que se trata de una persona acostumbrada a ganar más de medio millón de dólares al año, y una invitación expresa a que muchas otras norteamericanas como ella sigan rompiendo las mismas leyes norteamericanas. Pero como alguien tiene que cargar con toda la culpa en caso de problemas, pues allí está el mismo indocumentado mexicano como el chivo expiatorio ideal, el apestoso greaser al que nadie quiere pero al cual si no todos por lo visto muchos norteamericanos y norteamericanas están dispuestos a contratar aún a costa de quebrantar sus propias leyes.
Pero esto no es toda la historia.
El periódico mexicano El Diario en donde aparecen estos anuncios se distribuye en una ciudad en la que está ubicado el mayor Consulado norteamericano fuera de los Estados Unidos, con una gran cantidad de empleados trabajando directamente para el gobierno norteamericano, precisamente para la división que se encarga de cuestiones migratorias y legalización de residencia en los Estados Unidos. ¿Acaso no hay ninguno de ellos que jamás se haya dado cuenta de estos anuncios pagados por empresas norteamericanas que más bien constituyen invitaciones abiertas para infringir las leyes migratorias norteamericanas? ¿Por qué razón el Consulado norteamericano, que yo sepa, jamás ha tomado cartas en el asunto ni ha emprendido una investigación sobre estos anuncios para emprender posteriormente acción legal en contra de potenciales empleadores de indocumentados? ¿Acaso no estaba penalizada ya la contratación de indocumentados?
Pero el periódico mexicano El Diario no solo está accesible a un costo mínimo a cualquier empleado del Consulado norteamericano, en especial el mismo Cónsul en persona, que tenga unos cuantos minutos para echarle una ojeada al periódico para ver los anuncios de este tipo que puedan estarse publicando en México invitando a los mexicanos a infringir las leyes norteamericanas de inmigración. También puede ser leído por cualquiera de los cientos de agentes que laboran en la U.S. Border Patrol (la patrulla fronteriza, mejor conocida como “la migra”) o en la Office of Homeland Security que aglutina las funciones del departamento de Aduanas e Inmigración. Que yo sepa, jamás ha aparecido noticia alguna en la cual se haya emprendido una acción dura y enérgica por parte del gobierno norteamericano a instancias de cualquiera de sus empleados en respuesta a los anuncios que aparecen publicados en periódicos mexicanos con ofertas de trabajo en los Estados Unidos.
Esto a lo que he hecho mención es cosa de grandes empresas como Unión Harvest. Pero también hay lo que en México se le llama “contratación hormiga” de indocumentados mediante la cual a través de anuncios en la sección de clasificados se anuncia apertura de trabajos como empleadas domésticas a mexicanas que estén en disponibilidad de cruzar a la vecina ciudad de El Paso para trabajar ahí ya sea ayudando en las labores de hogar o cuidando a los niños. Que yo sepa, jamás se ha investigado y mucho menos se ha castigado a nadie que desde la ciudad de El Paso (y supongo que también desde la gran mayoría de ciudades fronterizas norteamericanas) pone esos anuncios en la sección de avisos clasificados para contratar ILEGALMENTE a trabajadores mexicanos. Esto debe hacerse claro: no se trata de mexicanos que hayan violado las leyes migratorias y estén buscando un trabajo en los Estados Unidos con la esperanza de encontrarlo, se trata de ciudadanos y empresas norteamericanas que liberalmente vienen a México a anunciar esas aperturas de trabajo, invitando a los mexicanos a ir para allá en violación de las leyes migratorias, sin que autoridad norteamericana alguna haga algo al respecto. Un ejemplo de los cientos o miles de anuncios puestos en México por norteamericanos ofertando empleo a niñeras o trabajadoras domésticas que quieran ser candidatas a indocumentadas (obviamente no puedo reproducir todos los anuncios por falta de espacio) es el siguiente:
La nota periodística cuyo contenido me he tomado la libertad de reproducir aquí es una nota publicada por la Associated Press. O sea que inclusive antes de que pueda ser leída en México ya está siendo leída en los Estados Unidos, sobre todo por gente en el gobierno norteamericano cuya función es atender única y exclusivamente la cuestión de la inmigración ilegal. En notas como esta podemos ver nombres de empresas tales como Wiers Farm, Buurma Farms, Corso’s Nursery y Gonya Farm. Seguido aparecen en los periódicos norteamericanos noticias como estas. Si las autoridades migratorias norteamericanas realmente estuvieran interesadas en expulsar de los Estados Unidos a todos los trabajadores mexicanos indocumentados, podrían hacer visitas sorpresivas de manera continuada y al azar a todas estas empresas además de empezar a meter a sus dueños a la cárcel. Pero no lo han hecho, y muchos sospechan que si no lo han hecho hasta ahora es porque en caso de hacerlo saben muy bien que pueden quebrar la espina dorsal de la economía norteamericana en dos enviando a la nación a la bancarrota, hundiendo al país en una depresión económica mil veces peor que la de 1929, perjudicando a quienes con el pago de sus impuestos le están pagando sus salarios a todos los que trabajan en “la migra” e inclusive en el mismo Congreso norteamericano en donde se elaboran las leyes anti-inmigrantes, y por ello más que actuar para “limpiar” al territorio norteamericano de mexicanos indocumentados de una vez por todas lo que están haciendo es actuar como una especie de “moderador” para que no haya más gente de la que el país necesita en los campos agrícolas, en las empacadoras de carne, en los trabajos de construcción, en los oficios, etc. O sea, algo así como un regulador de la oferta y la demanda, algo en lo que todos están de común acuerdo pero que nadie quiere reconocer y aceptar como lo que es. La nota periodística deja en claro que el trabajo que están haciendo los indocumentados mexicanos en los Estados Unidos es trabajo pesado, equiparable en muchos respectos al trabajo al que eran sometidos los afroamericanos en los tiempos del esclavismo, pero ni aún así les quieren reconocer su esfuerzo los Congresistas norteamericanos aferrados al dogma de que Estados Unidos tiene ya dentro de su territorio toda la gente que necesita para esos trabajos y no tiene por qué autorizar la contratación de gente de fuera.
La otra cara de la moneda de la fuga hacia Estados Unidos de gente trabajadora mexicana a la cual los norteamericanos en general se rehusan a reconocerles el valor de su trabajo con la implementación de un programa de “trabajadores huésped” es que se trata de algo que ha estado resultando lesivo para el crecimiento de México contribuyendo a mantener a México en un estado de retraso. Una nota publicada el 23 de noviembre de 2009 en el periódico local titulada “Exporta México choferes” dice lo siguiente: “En los últimos cinco años, al menos unos 150 mil choferes mexicanos se fueron a Estados Unidos, pues esa nación enfrenta un déficit de conductores, según cálculos del American Trucking Association (ATA) de ese país. Sueldos dos y tres veces más altos que en México, jornadas laborales más cortas y la posibilidad de entrar y salir de ese país, atrajeron a choferes nacionales que en muchos casos fueron reclutados con ayuda de los consulados. Si bien la crisis económica provocó un alto a esta salida de conductores a Estados Unidos, con la recuperación económica el fenómeno podría reiniciarse, lo que ya prendió la alerta en las empresas nacionales. Y es que desde hace varios años, el problema de escasez de choferes también afecta al país, coincidieron Refugio Muñoz, director técnico de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), y Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP). En tanto, la American Trucking Association revela que en la próxima década se requerirán más de medio millón de nuevos conductores en México, Estados Unidos y Canadá, debido al flujo comercial de la zona. Según estimaciones de la Canacar, hasta antes de la crisis, México tenía un déficit de 30 por ciento en choferes, comparado con la flota que opera. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reconoce que la necesidad de choferes es de 55 mil”. Si lo que dice esta nota es cierto, y no hay razón para dudarlo puesto que se está citando como fuente de referencia a la misma American Trucking Association, si las autoridades migratorias de los Estados Unidos realmente se fajaran los pantalones y aplicaran las draconianas leyes migratorias norteamericanas echando fuera del país a todos los choferes de origen mexicano, la economía norteamericana resentiría un impacto doloroso que terminaría afectando a casi todos los que viven en ese país. ¿Pero entonces por qué ha estado repitiendo hasta el cansancio el U.S. Department of Labor que en Estados Unidos se tiene a todos los trabajadores que se necesitan para cubrir esas vacantes de choferes y que no se necesita traer a uno solo de fuera? ¿Quién es el que está y ha estado mintiendo por demasiados años haciendo de la mentira su modus vivendi?
Como parte de lo que parece ser un gran programa de simulación disfrazada tratando de crear la impresión dentro de Estados Unidos y en el resto del mundo de que se está buscando activamente a indocumentados (con ganas de no encontrarlos) el gobierno norteamericano creó un programa llamado E-Verify mediante el cual cualquier empleador en cualquier parte de los Estados Unidos puede verificar en cuestión de minutos a través de Internet si su trabajador está legalmente en los Estados Unidos con autorización para trabajar en dicho país. Pero este programa es completamente voluntario y no existe sanción alguna para quienes se rehusen a utilizarlo, con la consecuencia lógica de que al momento de elaborarse esta entrada apenas cerca de 169 mil de los siete millones de patrones que hay en el país usan E-Verify, o sea menos del 3 por ciento. El único castigo, si es que se le puede llamar castigo, es que las empresas que se rehusan a cumplir con la consulta al programa E-Verify no tendrán el “sello de aprobación” dado a las empresas que se ofrezcan de manera voluntaria a usar un programa electrónico para revisar el estatus inmigratorio de sus trabajadores. Sobre esto, la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, dijo que el público debe saber cuáles compañías están acatando la ley, y que informar al público quién usa E-Verify “permitirá a los consumidores saber qué compañías están esforzándose por cumplir la ley y se hallan comprometidas a proteger las oportunidades de empleo”. En pocas palabras, corresponderá al público castigar a los empleadores de indocumentados con el “látigo de su desprecio” sacándoles la lengua de vez en cuando, ante lo cual los millares de empleadores de indocumentados en los Estados Unidos seguramente están diciendo en sus adentros “¡Uuuyyyy, que miedo! ¡Mírame cómo estoy temblando!” carcajeándose mientras vuelven a contratar al mismo indocumentado que hace unos días atrás levantó “la Migra” y que más tardó en ser deportado a México que en ingresar nuevamente de manera ilegal a territorio estadounidense volviendo a su empleo original. Casi al mismo tiempo que Janet Napolitano promocionaba el “sello de aprobación” como medida de castigo más simbólico que punitivo, las granjas lecheras de Vermont se contaron entre las pocas empresas a quienes funcionarios inmigratorios les han pedido que les entregen sus registros de nóminas y contrataciones, según Kelly Loftus, vocera de la Dirección de Agricultura de Vermont, ante lo cual algunos granjeros lecheros dijeron que se veían casi obligados a tener que buscar trabajadores extranjeros debido a que resulta difícil encontrar localmente gente para el trabajo. Es muy posible que los funcionarios migratorios del gobierno federal, e inclusive los mismos Congresistas y Senadores que representan a los lecheros de Vermont ante el Congreso norteamericano y que públicamente se oponen ferozmente a cualquier posibilidad de implementar un programa de contratación de trabajadores migratorios temporales contratados en México, sepan perfectamente que si les aplican a los lecheros de Vermont todo el músculo que el gobierno federal norteamericano puede desplegar si realmente se lo propone, pueden enviar en cuestión de unas cuantas semanas a la industria lechera de Vermont a la ruina, y para ese caso, a la industria lechera de los demás estados de la Unión Americana. Tal vez sea por ello que el programa E-Verify se mantiene hasta la fecha como un programa completamente voluntario; nada de andar metiendo a ningún empleador de indocumentados a la cárcel si se rehusa a utilizar el programa E-Verify, ni siquiera una multa así sea simbólica; esto es algo que ni siquiera está puesto a discusión.
Todo esto, desde luego, puede ser interpretado por los observadores y estudiosos de otros países como aquellos situados en Europa y Asia como una muestra palpable de cinismo e hipocresía de una gran parte de la sociedad norteamericana representada a través de sus líderes, políticos y Congresistas, los cuales sacando a flote su xenofobia detestan al indocumentado mexicano como un apestoso que no merece consideración alguna, como un arrimado asqueroso que está violentando la ley sin dejar beneficio alguno a los Estados Unidos, como un invasor que amenaza con quitarles su “american way of life” y el cual por su delito de querer trabajar o trabajar ya sin permiso del gobierno norteamericano para trabajar en los Estados Unidos debe ser fichado, castigado y eventualmente deportado como cualquier otro peligroso delincuente de la peor ralea. ¡Ah, pero que nadie diga nada ni denuncie ante dependencia alguna del gobierno norteamericano a las empresas norteamericanas que publican en México ofertas de trabajo en los Estados Unidos para la recolecta de lechugas, sandías y patatas que ningún norteamericano quiere recoger del campo! Cuando esporádicamente surge algún Congresista cuerdo y valiente que propone un programa de trabajadores temporales como el programa “Bracero” (mismo programa que fue descontinuado cuando simplísticamente e hipócritamente el U.S. Department of Labor anunció que había en los Estados Unidos suficiente gente disponible para hacer el trabajo que estaban haciendo los braceros mexicanos), sobran quienes prácticamente quieren lincharlo mediáticamente y políticamente, sobre todo los sindicatos laborales como los Teamsters... pero ninguno de ellos está dispuesto a ir a recolectar las fresas y las cebollas que se están pudriendo en los campos por falta de mano de obra mexicana, esa mano de obra que por un lado tanto detesta y criminaliza la sociedad nortemericana y que por el otro está haciendo posible que los alimentos puedan llegar diariamente a las mesas de los hogares norteamericanos.
Para nadie es un secreto que cada día ha sido más y más difícil para cualquier mexicano el poder ingresar legalmente a los Estados Unidos así sea con las intenciones de ir únicamente de compras o visitar algún familiar y sin albergar intención alguna de buscar allá algún empleo. Hoy el gobierno norteamericano exige la tramitación de “visas láser” de cruce local (las cuales no sirven para obtener trabajo en los Estados Unidos y ni siquiera para inscribirse en alguna universidad norteamericana de la franja fronteriza como UTEP pagando la colegiatura como estudiante extranjero) aunque los objetivos sean únicamente ir de compras o visitar amigos, familiares o conocidos, documento de cruce local que antes el gobierno norteamericano expedía gratuitamente, y a muchos solicitantes de dicho documento se les niega la visa láser sin que se les regrese un solo centavo del dinero que ya pagaron por el trámite. A como están las cosas, sólo falta ya que el gobierno norteamericano suspenda de tajo no sólo la inmigración ilegal sino inclusive la inmigración legal, bajándola a cero, presumiendo al mismo tiempo como siempre lo han hecho el ser una nación de inmigrantes. Es ya prácticamente lo único que les queda por hacer. Ante esta posibilidad, el conocido intelectual mexicano Carlos Monsiváis parece haber comentado lo siguiente: “¡Adelante! ¡No simplemente amenacen con hacerlo, háganlo pero háganlo ya! ¡Cierren sus fronteras con México! ¡Deporten a todos sus indocumentados mexicanos que están trabajando en sus campos agrícolas hasta no dejar uno solo! ¡México necesita hoy de esa gente que está dispuesta a trabajar jornadas largas y extenuantes para enriquecer a México en lugar de estar enriqueciendo a los Estados Unidos! ¡Ya saben en dónde pueden empezar a buscar y encontrar a cientos de miles de trabajadores mexicanos indocumentados! ¡Siempre lo han sabido! ¡Devuélvanle a México todas las enfermeras mexicanas que en estos momentos están atendiendo y viendo por sus enfermos y sus jubilados norteamericanos y sus veteranos de guerra! ¡Regrésenle a México a todos sus maestros, sobre todo sus maestros bilingües! ¡Regrésenle a México todos los cocineros y las meseras indocumentados que mantienen trabajando a muchos restaurantes en los Estados Unidos! ¡Expulsen cuanto antes a las mucamas y operadoras de limpieza que permiten a muchos hoteles en Estados Unidos continuar operando! ¡Regresen a México a todas las nanas mexicanas que les están cuidando sus hijos pequeños a las norteamericanas que se van a trabajar en alguna oficina durante el día! ¡Cierren por completo sus puertas para que ya no puedan inmigrar legalmente a los Estados Unidos ni siquiera científicos como los que inmigraron durante la Segunda Guerra Mundial entre los cuales están incluídos hombres como Albert Einstein, Wernher von Braun, John von Neumann y Edward Teller! ¡Cierren sus puertas para que no puedan irse ya legalmente a los Estados Unidos ni siquiera cientificos mexicanos como Mario Molina, Premio Nóbel de Química, le harían a México un gran favor en estos momentos que necesita de ese talento científico que los Estados Unidos le ha estado robando no solo a México sino inclusive a otros países por demasiado tiempo! ¡Cierren sus puertas para que ya no puedan ir a vivir a los Estados Unidos talentos artísticos mexicanos como Luis Miguel, Lucía Méndez, Christian Castro y muchos otros como ellos! ¡No amenacen con hacerlo! ¡Háganlo, y cuanto antes mejor! ¡Vacíen a los Estados Unidos a la menor brevedad posible de sus más de diez millones de indocumentados que supuestamente son una carga para el erario público y no están desempeñando nada de valor para los Estados Unidos! ¡Cierren por completo sus fronteras proscribiendo para siempre cualquier posibilidad de programas de trabajadores temporales! Y de paso, retírenle a esa Estatua de la Libertad que está en Liberty Island la plaquita que dice ‘Give me your tired, your poor, your huddled masses yearning to breathe free, the wretched refuse of your teeming shore. Send these, the homeless, tempest-tossed to me’, una inscripción groseramente obsoleta y anacrónica en nuestros tiempos por no corresponder la invitación simbólica hecha por la Estatua de la Libertad a través de su antorcha:
con el gran garrote:
que enarbolan los Congresistas, los jueces migratorios y los cazadores de indocumentados en dicho país. No lo digo en broma, lo digo con toda la seriedad del mundo. Y un año después de que lo hayan hecho, un año después de que hayan dado fin a toda la inmigración indocumentada incluyendo hasta la misma inmigración legal de la cual muchos norteamericanos se están quejando en estos momentos en números crecientes, veremos qué tan bien les ha ido”.
A diferencia de lo dicho por Carlos Monsiváis, yo simplemente diría: “Por favor, ya no permitan que sus empresas norteamericanas sigan poniendo anuncios en periódicos mexicanos ofertando empleos en los Estados Unidos a sabiendas de que ello es una invitación abierta y descarada para infringir las leyes que el Congreso norteamericano tiene establecidas en estos momentos”. Esto si realmente la sociedad norteamericana quiere ser honesta y congruente consigo misma en vez de andarle mostrando al mundo entero lo que parece ser una verdadera esquizofrenia social entre lo que dice y lo que hace. Porque de no actuar con congruencia en un asunto tan importante como este, y parafraseando a Nietzche, sería un pecado contra el buen gusto.
La lógica empleada en el razonamiento para este requisito más de índole burocrática que realista, hechura plena de un Congreso norteamericano constituído por una mayoría de Congresistas y Senadores que parecen vivir fuera de la realidad, supone de hecho que antes de que a alguien se le pueda autorizar su ingreso legal a los Estados Unidos éste tiene que demostrar fehacientemente que su ingreso no le quitará un empleo a ninguno de los que forman parte de las decenas de millones de trabajadores en dicho país.
¿En qué cabeza cabe que en un país de extensión territorial tan grande como los Estados Unidos (la mitad de la cual pertenecía a México antes de que Antonio López de Santa Anna les entregara tan vastas extensiones de terreno con los tratados de Guadalupe-Hidalgo) no habrá absolutamente nadie que no pueda hacer cualquier trabajo que pueda desarrollar algún mexicano interesado en inmigrar, ya sea plomero, carpintero, jardinero, enfermera, ingeniero civil, secretaria, trabajadora doméstica, contador, maestro, en fin, prácticamente cualquier profesión? Naturalmente, esto no tiene nada que ver con el hecho de que si hay una necesidad de enfermeras en cierto hospital de algún poblado de Kansas o de buenos carpinteros en alguna mueblería de Utah, los empleadores que tienen las vacantes para esos trabajos no hayan podido conseguir a nadie dentro del territorio norteamericano dispuesto a cambiar su residencia a ese poblado de Kansas o al estado de Utah. “Pero eso ya no es problema nuestro”, dirán los Congresistas norteamericanos, “a lo mejor no hay nadie disponible o dispuesto a cambiar su lugar de residencia a esos lugares en donde tienen esas vacantes porque pagan salarios muy bajos, y eso ya no es cosa nuestra”. Si hay 100 vacantes en cierta parte de Estados Unidos, y si fuera de esa parte de Estados Unidos hay 100 mil norteamericanos que pueden hacer el trabajo para el cual están abiertas esas vacantes pero que no están dispuestos a hacerlo y no lo harán por el motivo que sea, eso no es motivo para que los Congresistas le autoricen al entrada legal a 100 mexicanos que estén dispuestos a tomar esos trabajos. Lo único que les importa al Department of Labor y a los Congresistas es que dentro del territorio norteamericano haya suficiente personal para cubrir la demanda laboral, y lo demás a los Congresistas no les importa, nunca les ha importado. Los mexicanos que de cualquier manera ingresen a territorio norteamericano para tomar esos trabajos son vistos entonces como unos delincuentes, casi como unos criminales que si son descubiertos por las autoridades migratorias son fichados y deportados prontamente a México. Esto fue precisamente lo que sucedió en mayo de 2008 en la planta procesadora de alimentos Agriprocessors situada en Postville, Iowa, en un operativo en el cual se arrestaron a 290 guatemaltecos, 93 mexicanos, dos israelís y cuatro ucranianos. Tras el operativo, no sólo la planta se fue a pique, también la economía del poblado quedó en la ruina, pero nada de eso le importó ni al Department of Labor ni a los Congresistas norteamericanos, porque al fin y al cabo viven encerrados a perpetuidad en la mentalidad simplista de que “eso ya no es problema nuestro, a lo mejor no hay nadie disponible o dispuesto a cambiar su lugar de residencia a esos lugares en donde tienen esas vacantes porque pagan salarios muy bajos, y eso ya no es cosa nuestra”.
Con tales actitudes, prácticamente la única manera de poder inmigrar legalmente a los Estados Unidos es por la vía del matrimonio casándose con un norteamericano o con una norteamericana, el primer lugar en la lista de prioridad que se les dá a los solicitantes dentro de la cuota de inmigración autorizada para cada año, para lo cual no piden ni la famosa “carta de trabajo” ni se requiere tener mérito académico alguno e inclusive no se requiere cumplir así sea un mínimo de estudios escolares. Muchos fanfarrones que se jactan de haber arreglado su ingreso a los Estados Unidos gracias a sus supuestas “excepcionales capacidades intelectuales” o méritos académicos en realidad lograron inmigrar por haberse casado con un norteamericano o con una norteamericana, sin lo cual habrían tenido que hacer “cola” en una larga lista de espera en la cual pueden pasar muchos años antes de que les toque su turno para la famosa “cita” en el Consulado norteamericano.
Uno supondría que Estados Unidos, si fuese congruente consigo mismo, si fuese parejo en sus criterios y completamente honesto en su proceder, no haría absolutamente nada para alentar la inmigración ilegal hacia los Estados Unidos. Pero la realidad contrasta con la ficción en la que están sumergidos los políticos norteamericanos, y una prueba de ello es lo que apareció hace algunos días en la sección de avisos clasificados en el principal periódico de la ciudad fronteriza en la que vivo, El Diario. Se trata de un periódico que se publica, se imprime y se vende en México, no en los Estados Unidos, y se trata de un anuncio que empieza con un encabezado que dice “Help Wanted” (Se solicita ayuda), pagado por una agencia cuyo nombre es la Texas Workforce Connection Office. El anuncio comienza dando el nombre de la compañía de la siguiente manera: “UNION HARVEST seeks 94 Temporary Workers (Union Harvest solicita 94 trabajadores temporales) to harvest lettuce (para recolectar lechugas) within a 30 mile radius of Yuma, Arizona (dentro de un radio de 30 millas de Yuma, Arizona), from November 15 2009 to April 5, 2010. Pay (paga por hora) $8.70 per hour, 40 hours per week plus possible overtime. The company guarantees at least more than or equal of the stated work hours for the contract period (la compañía garantiza por lo menos una cantidad igual o mayor de trabajo por el período del contrato). All required tools and equipment are supplied at no cost to worker (todas las herramientas y el equipo son suministrados sin costo alguno al trabajador). For workers beyond a reasonable commuting distance housing will be provided at no cost to worker, as will transportation to/from work locations an housing (para trabajadores más allá de una distancia razonable de traslado les será proporcionada habitación sin costo alguno, así como transporte de/hacia los lugares de trabajo y vivienda). Inbound transportation and subsistence costs to place of employment will be reimbursed to workers from outside the commuting area upon workers completion of 50% of the employement period (transporte hacia el centro de trabajo y costos de subsistencia serán cubiertos a los trabajadores fuera del área de traslado tras haberse cumplido el 50% del período de trabajo”.
Lo primero que llama la atención de este anuncio es que en ninguna parte del anuncio se les pide a los interesados que cuenten con documentación legal para poder trabajar en los Estados Unidos. Otra cosa que llama la atención es que el anuncio haya sido pagado para su publicación en México, para ser visto y leído por mexicanos. Pero otra cosa que llama aún más fuertemente la atención es que las vacantes para estos trabajadores de campo son en Yuma, en el estado de Arizona, precisamente uno de los estados más ferozmente inmigrantes de la Unión Americana, el cual se ha distinguido por estar pasando leyes cada vez más duras para castigar a la inmigración indocumentada. Entonces yo me pregunto: ¿acaso no tienen suficientes norteamericanos ahí mismo en Yuma, Arizona, que estén dispuestos a hacer ese duro trabajo de recolectar lechugas en la granja Union Harvest, como para no tener que andar saliendo fuera de Arizona publicando anuncios en México con esas ofertas de trabajo? ¿Que andan haciendo esos empleadores no sólo fuera de Arizona, sino inclusive fuera de los Estados Unidos, pagando esos anuncios como cebo seguro para el muy posible reclutamiento de trabajadores indocumentados de México? ¿Pues no se han estado quejando por décadas de que los trabajadores mexicanos, a los que no bajan de mugrosos, asquerosos, flojos e inútiles, no se les necesita para nada porque hay suficientes norteamericanos para hacer esos trabajos? Y si no los hay en Arizona, ¿en donde está el U.S. Department of Labor que tan ferozmente se ha opuesto en el pasado a la contratación legal de trabajadores agrícolas temporales mexicanos? Y si no los hay en todo Estados Unidos, ¿en dónde están todos esos Congresistas norteamericanos que, siempre en mayoría, han votado, votan y siguen votando en contra de cualquier propuesta que pueda autorizar el ingreso de trabajadores mexicanos a los Estados Unidos para llenar las vacantes que ningún norteamericano quiere cubrir?
El anuncio al que estoy haciendo mención no es algo que ocurra una vez cada cinco o diez años. Continuamente aparecen publicados estos anuncios en El Diario, sobre todo en tiempos de recolección de hortalizas. Otro ejemplo de tales anuncios que aparece frecuentemente en el mismo periódico ofertando trabajos a mexicanos en México que estén dispuestos a trasladarse a los Estados Unidos es uno de varios en los que solicitan enfermeras mexicanas, en el cual tampoco se pone en el mismo anuncio como requisito indispensable el que la persona interesada tenga sus papeles en regla (ciudadanía norteamericana o pasaporte de residencia en los Estados Unidos). Es más, ni siquiera se les pide o se les advierte a los/las interesadas que tengan en trámite sus documentos ante el Consulado norteamericano para poder inmigrar legalmente a los Estados Unidos. Este anuncio lo pone una empresa llamada “Nurses Now International”, la cual proporciona el número telefónico de llamada gratuita 01-800-8324-769, con un domicilio en el Boulevard Teófilo Borunda número 6941 en la Colonia Partido Iglesias en Ciudad Juárez, Chihuahua, con domicilio permanente en Internet dado como www.nni.com.mx. ¿Pues qué acaso no hay en todo Estados Unidos una sola enfermera norteamericana que pueda cubrir esas vacantes? Siguiendo la lógica utilizada por los Congresistas y los votantes que por mayoría en votación democrática los enviaron como representantes suyos al Congreso, ¿acaso estas enfermeras contratadas en México no le están quitando sus empleos a las enfermeras norteamericanas que están desempleadas? ¿Para qué andan buscando en México si supuestamente y teóricamente tienen dentro de los Estados Unidos toda la gente que necesitan para cubrir estos trabajos? ¿Qué pasó con el argumento de que el mexicano típico es un greaser apestoso, maloliente e indeseable al cual hay que cerrarle por completo las puertas al mercado laboral norteamericano porque los empleos en Norteamérica deben ser única y exclusivamente para los norteamericanos? ¿Y qué tiene que decir a todo esto el U.S. Department of Labor, cuya postura oficial es y ha sido siempre que Estados Unidos no necesita de gente de fuera salvo en casos excepcionales y bajo circunstancias muy especiales que como las ponen casi nunca se dan? A esto tenemos que agregar el hecho de que, con plena seguridad, quienes contratan a indocumentados mexicanos dentro de los Estados Unidos saben de sobra que están contratando a gente que se encuentra sin documentos legales en dicho país. Ya basta de fingir que no saben lo que está sucediendo. Detrás de cada indocumentado mexicano en los Estados Unidos necesariamente debe de haber un empleador norteamericano que le está dando trabajo, porque si no fuera así, si nadie en Estados Unidos contratara a indocumentados, nadie se iría para allá, así de simple. En contraste con los cientos de miles que deporta Estados Unidos a México cada año, ¿a cuantos empleadores norteamericanos de indocumentados está metiendo a la cárcel por contratar a sabiendas a gente sin papeles ? ¿100 mil? ¿50 mil? ¿dos mil al año? Yo creo que la cifra no llega ni siquiera a mil, una cifra ante la cual los Congresistas y las autoridades encargadas de reforzar las leyes migratorias simplemente se voltean hacia el otro lado y se hacen de la vista gorda. Por cierto, me gustaría poder echarle un vistazo al interior de las casas en que habitan muchos de estos políticos, funcionarios, Congresistas y Senadores norteamericanos, para ver si todos ellos sin exceptuar a ninguno son respetuosos de sus propias leyes y no tienen a ninguna indocumentada trabajando dentro de sus casas (algunas de estas casas son mansiones de por lo menos cuatro o cinco recámaras con alberca incluída) como trabajadoras domésticas, barriéndoles la casa, trapeándoles los pisos, tendiéndoles las camas, sacudiendo las cortinas; en fin, todo aquello para lo cual tendrían que tener a sus propias esposas (norteamericanas) trabajando todo el día como criadas dentro de la casa, casi casi trabajando como esclavas. Una que ciertamente se burló de las duras leyes migratorias fue la abogada norteamericana Zoe Baird, la cual fue nominada en 1993 para ser la Procuradora General de Justicia de todo Estados Unidos, ni más ni menos que la misma persona encargada de hacer respetar las leyes migratorias federales, la cual se vió obligada a retirar su nominación para tan alto cargo al descubrírsele que tenía trabajando a dos indocumentados dentro de su propia casa, un chofer y una nana. En vez de terminar en la cárcel, a Zoe Baird se le castigó con una multa simbólica de tres mil dólares por todo el asunto, una bicoca considerando que se trata de una persona acostumbrada a ganar más de medio millón de dólares al año, y una invitación expresa a que muchas otras norteamericanas como ella sigan rompiendo las mismas leyes norteamericanas. Pero como alguien tiene que cargar con toda la culpa en caso de problemas, pues allí está el mismo indocumentado mexicano como el chivo expiatorio ideal, el apestoso greaser al que nadie quiere pero al cual si no todos por lo visto muchos norteamericanos y norteamericanas están dispuestos a contratar aún a costa de quebrantar sus propias leyes.
Pero esto no es toda la historia.
El periódico mexicano El Diario en donde aparecen estos anuncios se distribuye en una ciudad en la que está ubicado el mayor Consulado norteamericano fuera de los Estados Unidos, con una gran cantidad de empleados trabajando directamente para el gobierno norteamericano, precisamente para la división que se encarga de cuestiones migratorias y legalización de residencia en los Estados Unidos. ¿Acaso no hay ninguno de ellos que jamás se haya dado cuenta de estos anuncios pagados por empresas norteamericanas que más bien constituyen invitaciones abiertas para infringir las leyes migratorias norteamericanas? ¿Por qué razón el Consulado norteamericano, que yo sepa, jamás ha tomado cartas en el asunto ni ha emprendido una investigación sobre estos anuncios para emprender posteriormente acción legal en contra de potenciales empleadores de indocumentados? ¿Acaso no estaba penalizada ya la contratación de indocumentados?
Pero el periódico mexicano El Diario no solo está accesible a un costo mínimo a cualquier empleado del Consulado norteamericano, en especial el mismo Cónsul en persona, que tenga unos cuantos minutos para echarle una ojeada al periódico para ver los anuncios de este tipo que puedan estarse publicando en México invitando a los mexicanos a infringir las leyes norteamericanas de inmigración. También puede ser leído por cualquiera de los cientos de agentes que laboran en la U.S. Border Patrol (la patrulla fronteriza, mejor conocida como “la migra”) o en la Office of Homeland Security que aglutina las funciones del departamento de Aduanas e Inmigración. Que yo sepa, jamás ha aparecido noticia alguna en la cual se haya emprendido una acción dura y enérgica por parte del gobierno norteamericano a instancias de cualquiera de sus empleados en respuesta a los anuncios que aparecen publicados en periódicos mexicanos con ofertas de trabajo en los Estados Unidos.
Esto a lo que he hecho mención es cosa de grandes empresas como Unión Harvest. Pero también hay lo que en México se le llama “contratación hormiga” de indocumentados mediante la cual a través de anuncios en la sección de clasificados se anuncia apertura de trabajos como empleadas domésticas a mexicanas que estén en disponibilidad de cruzar a la vecina ciudad de El Paso para trabajar ahí ya sea ayudando en las labores de hogar o cuidando a los niños. Que yo sepa, jamás se ha investigado y mucho menos se ha castigado a nadie que desde la ciudad de El Paso (y supongo que también desde la gran mayoría de ciudades fronterizas norteamericanas) pone esos anuncios en la sección de avisos clasificados para contratar ILEGALMENTE a trabajadores mexicanos. Esto debe hacerse claro: no se trata de mexicanos que hayan violado las leyes migratorias y estén buscando un trabajo en los Estados Unidos con la esperanza de encontrarlo, se trata de ciudadanos y empresas norteamericanas que liberalmente vienen a México a anunciar esas aperturas de trabajo, invitando a los mexicanos a ir para allá en violación de las leyes migratorias, sin que autoridad norteamericana alguna haga algo al respecto. Un ejemplo de los cientos o miles de anuncios puestos en México por norteamericanos ofertando empleo a niñeras o trabajadoras domésticas que quieran ser candidatas a indocumentadas (obviamente no puedo reproducir todos los anuncios por falta de espacio) es el siguiente:
“SOLICITO niñera para cuidar niña de 1 año y trabajo sencillo de casa, por 4 días en El Paso, $100.00 dólares semanales, informes 915-694-1945”.Este anuncio está siendo publicado en México ofertando un trabajo en los Estados Unidos, en la ciudad norteamericana de El Paso, Texas, sin pedir de antemano en dicho anuncio que las interesadas para esos trabajos de niñera tengan ciudadanía norteamericana, pasaporte de residencia legal, o por lo menos documentos en trámite para poder tomar residencia legal en los Estados Unidos con derecho a buscar empleo. Como este anuncio aparecen publicados cientos y cientos con el paso de los meses. Que yo sepa, las autoridades migratorias norteamericanas jamás han metido a la cárcel a ninguna de estas amas de casa norteamericanas que contratan en México a mexicanas indocumentadas a sabiendas de que están contribuyendo a que se violen y rompan flagrantemente las leyes migratorias, ni se investiga a las norteamericanas que publican tales anuncios en México pese a que el FBI puede en cuestión de minutos ubicar el domicilio del empleador violador de leyes migratorias con el número telefónico proporcionado en dichos anuncios. Si llega a haber alguna acción de tipo legal, esta se limita a dejar caer sobre el indocumentado o la indocumentada todo el peso de la ley dejando al empleador de indocumentados en plena libertad para que vuelva a contratar más gente indocumentada, porque el mexicano es el culpable de todo y los empleadores norteamericanos son blancas palomas dignas de misericordia y respeto. Así trabaja la sociedad norteamericana. No me asombraría en lo absoluto que alguno de esos domicilios en los que tienen trabajando a niñeras mexicanas puedan ser casas de funcionarios que trabajan para el gobierno federal cazando indocumentados o inclusive mansiones de políticos que públicamente se oponen de modo terminante a que se pueda firmar un acuerdo con el gobierno de México para un programa de empleos temporales en los Estados Unidos. Sobre esto último, no son pocos los que sospechan que las autoridades migratorias estadounidenses al igual que los Congresistas norteamericanos que hacen las leyes y que se oponen terminantemente a la creación de un programa de trabajadores temporales traídos de fuera saben perfectamente en qué lugares se pueden llevar a cabo redadas masivas de indocumentados con la certeza absoluta de poder detener a decenas de millares de ellos, en lugares tales como los campos agrícolas y las empacadoras de carne. Estas sospechas son reforzadas por la aparición de noticias como una nota publicada desde Willard, Ohio, bajo el título “Afecta a los inmigrantes arduo trabajo del campo”, en la cual se lee: “Las nubes están bajas cuando los trabajadores, con jeans gastados, camisas y gorras de béisbol polvorientas, comienzan a descender de un autobús escolar blanco en un campo lleno de plantas de pimientos verdes. Con la eficacia de una máquina, unos 80 trabajadores —todos hombres, hispanos, menores de 45 años— buscan entre las plantas verdes hasta encontrar pimientos relucientes, que cargan en cestas. Cuando la cesta está llena, la cargan al hombro y la llevan a un camión. La alzan y se la entregan a dos hombres que vuelcan los pimientos. Hacen falta unos 45 pimientos para llenar una cesta. Un trabajador experto lo hace en no más de dos minutos. A los más nuevos puede tomarles un máximo de cinco minutos. Los trabajadores recogen y transportan miles de pimientos por día. Es una tarea pesada, que desgasta los músculos de la espalda. Están inclinados todo el día y surgen fuertes dolores. ‘Le hace mucho daño a la espalda’, expresó George Gamboa, quien ha trabajado en esto por años. ‘Llega un momento en que uno está todo entumecido. A veces, uno regresa al trabajo al día siguiente y todavía siente dolor del día previo’. De todos modos, los trabajadores no se amilanan. Saben que el dolor es parte del trabajo. Sus padres, quienes vinieron a Estados Unidos de jóvenes, son capataces en la Wiers Farm, granja de Willard donde trabajan desde hace 31 años. Sus padres mantienen un pie en el centro del país y otro en la Florida. Van donde hay cosechas. Gamboa, quien tiene 35 años y algunas canas, también iba de un lado al otro cuando era más joven. En la adolescencia, caminaba detrás de tractores por plantaciones de apio para asegurarse de que nada se caía a un costado. Si algo caía, debía recogerlo y cargarlo en el remolque. Parecía una tarea sencilla, pero no lo era. Gamboa recorría largas distancias todos los días y terminaba con los pies deshechos. Decidido a darle un respiro a sus pies, aceptó trabajar como cortador, lo que implica que usaba cintas de goma y una cuchilla de jardinería para armar racimos. El oficio de cortador tiene sus penurias. También hay que inclinarse por horas, con el consiguiente desgaste de la espalda. Los esfuerzos de Gamboa rindieron dividendos cuando fue ascendido a capataz hace cuatro años y posteriormente a coordinador de seguridad de los alimentos en Wiers Farm. Jamás dejará de ser un peón que sigue a las cosechas. Esa es su esencia y el trabajo del campo le llama. ‘No creo que lo deje nunca. Volveré’, expresó Gamboa. ‘Me encanta. Es algo que llevo adentro. Es un trabajo duro, pero cuando uno lo hace desde niño, le toma el gusto’. El sudor de los inmigrantes es el principal sostén de la vasta operación de la Wiers Farm, que llega desde Michigan hasta Ohio y la Florida. Wiers Farm es una de las operaciones agrícolas más grandes de la región y una de las que emplea más trabajadores extranjeros. La región tiene una de las concentraciones de trabajadores agrícolas temporales más grandes del estado. En el 2008 había 5.320, según un censo de inmigrantes realizado por el Departamento de Salud de Ohio. Otras empresas de la región que contratan numerosos extranjeros son Buurma Farms en Celeryville, Corso’s Nursery en el condado de Erie y Gonya Farm en el de Sandusky. Unas 180 personas trabajan en la planta empacadora de Wiers Farm. Los trabajadores del campo ganan bastante más que el sueldo mínimo, ya que tienen un salario base de 4.25 dólares la hora y además cobran una suma aparte según la cantidad de canastos que llenan. Los empleados de la planta empacadora, en cambio, perciben casi todos el salario mínimo. Todos, peones de campo y empleados de la planta, trabajan entre 12 y 16 horas diarias, durante las cuales están parados. Los músculos de las piernas se endurecen hasta doler. Pero nadie se queja. Necesitan el trabajo y han recorrido enormes distancias, soportando grandes penurias, para venir aquí. Gamboa dice que habló con hombres y mujeres que cruzaron el desierto de noche, con temperaturas heladas, rodeados de víboras y escorpiones, para llegar a Estados Unidos. Muchos no tenían agua ni comida. Por ello, están dispuestos a aguantar lo que sea, sin quejarse. Las quejas, por otra parte, no caen bien. Sylvia Rodríguez asegura que fue despedida por armar revuelo. Dice que abrió la boca porque no estaba dispuesta a soportar el maltrato de su capataz y que a las pocas horas ella y todos sus familiares habían sido despedidos. ‘Me echaron ayer por defenderme’, afirmó. ‘No quieren que una reaccione. Si te gritan, mejor te callas y vuelves a trabajar’. Rodríguez, de 38 años, buscó la ayuda de Advocates for Basic Legal Equality, agrupación que defiende los derechos de los trabajadores temporales, y logró que la empresa la tomase nuevamente, junto con sus familiares”.
La nota periodística cuyo contenido me he tomado la libertad de reproducir aquí es una nota publicada por la Associated Press. O sea que inclusive antes de que pueda ser leída en México ya está siendo leída en los Estados Unidos, sobre todo por gente en el gobierno norteamericano cuya función es atender única y exclusivamente la cuestión de la inmigración ilegal. En notas como esta podemos ver nombres de empresas tales como Wiers Farm, Buurma Farms, Corso’s Nursery y Gonya Farm. Seguido aparecen en los periódicos norteamericanos noticias como estas. Si las autoridades migratorias norteamericanas realmente estuvieran interesadas en expulsar de los Estados Unidos a todos los trabajadores mexicanos indocumentados, podrían hacer visitas sorpresivas de manera continuada y al azar a todas estas empresas además de empezar a meter a sus dueños a la cárcel. Pero no lo han hecho, y muchos sospechan que si no lo han hecho hasta ahora es porque en caso de hacerlo saben muy bien que pueden quebrar la espina dorsal de la economía norteamericana en dos enviando a la nación a la bancarrota, hundiendo al país en una depresión económica mil veces peor que la de 1929, perjudicando a quienes con el pago de sus impuestos le están pagando sus salarios a todos los que trabajan en “la migra” e inclusive en el mismo Congreso norteamericano en donde se elaboran las leyes anti-inmigrantes, y por ello más que actuar para “limpiar” al territorio norteamericano de mexicanos indocumentados de una vez por todas lo que están haciendo es actuar como una especie de “moderador” para que no haya más gente de la que el país necesita en los campos agrícolas, en las empacadoras de carne, en los trabajos de construcción, en los oficios, etc. O sea, algo así como un regulador de la oferta y la demanda, algo en lo que todos están de común acuerdo pero que nadie quiere reconocer y aceptar como lo que es. La nota periodística deja en claro que el trabajo que están haciendo los indocumentados mexicanos en los Estados Unidos es trabajo pesado, equiparable en muchos respectos al trabajo al que eran sometidos los afroamericanos en los tiempos del esclavismo, pero ni aún así les quieren reconocer su esfuerzo los Congresistas norteamericanos aferrados al dogma de que Estados Unidos tiene ya dentro de su territorio toda la gente que necesita para esos trabajos y no tiene por qué autorizar la contratación de gente de fuera.
La otra cara de la moneda de la fuga hacia Estados Unidos de gente trabajadora mexicana a la cual los norteamericanos en general se rehusan a reconocerles el valor de su trabajo con la implementación de un programa de “trabajadores huésped” es que se trata de algo que ha estado resultando lesivo para el crecimiento de México contribuyendo a mantener a México en un estado de retraso. Una nota publicada el 23 de noviembre de 2009 en el periódico local titulada “Exporta México choferes” dice lo siguiente: “En los últimos cinco años, al menos unos 150 mil choferes mexicanos se fueron a Estados Unidos, pues esa nación enfrenta un déficit de conductores, según cálculos del American Trucking Association (ATA) de ese país. Sueldos dos y tres veces más altos que en México, jornadas laborales más cortas y la posibilidad de entrar y salir de ese país, atrajeron a choferes nacionales que en muchos casos fueron reclutados con ayuda de los consulados. Si bien la crisis económica provocó un alto a esta salida de conductores a Estados Unidos, con la recuperación económica el fenómeno podría reiniciarse, lo que ya prendió la alerta en las empresas nacionales. Y es que desde hace varios años, el problema de escasez de choferes también afecta al país, coincidieron Refugio Muñoz, director técnico de la Cámara Nacional de Autotransporte de Carga (Canacar), y Leonardo Gómez, director general de la Asociación Nacional de Transporte Privado (ANTP). En tanto, la American Trucking Association revela que en la próxima década se requerirán más de medio millón de nuevos conductores en México, Estados Unidos y Canadá, debido al flujo comercial de la zona. Según estimaciones de la Canacar, hasta antes de la crisis, México tenía un déficit de 30 por ciento en choferes, comparado con la flota que opera. La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) reconoce que la necesidad de choferes es de 55 mil”. Si lo que dice esta nota es cierto, y no hay razón para dudarlo puesto que se está citando como fuente de referencia a la misma American Trucking Association, si las autoridades migratorias de los Estados Unidos realmente se fajaran los pantalones y aplicaran las draconianas leyes migratorias norteamericanas echando fuera del país a todos los choferes de origen mexicano, la economía norteamericana resentiría un impacto doloroso que terminaría afectando a casi todos los que viven en ese país. ¿Pero entonces por qué ha estado repitiendo hasta el cansancio el U.S. Department of Labor que en Estados Unidos se tiene a todos los trabajadores que se necesitan para cubrir esas vacantes de choferes y que no se necesita traer a uno solo de fuera? ¿Quién es el que está y ha estado mintiendo por demasiados años haciendo de la mentira su modus vivendi?
Como parte de lo que parece ser un gran programa de simulación disfrazada tratando de crear la impresión dentro de Estados Unidos y en el resto del mundo de que se está buscando activamente a indocumentados (con ganas de no encontrarlos) el gobierno norteamericano creó un programa llamado E-Verify mediante el cual cualquier empleador en cualquier parte de los Estados Unidos puede verificar en cuestión de minutos a través de Internet si su trabajador está legalmente en los Estados Unidos con autorización para trabajar en dicho país. Pero este programa es completamente voluntario y no existe sanción alguna para quienes se rehusen a utilizarlo, con la consecuencia lógica de que al momento de elaborarse esta entrada apenas cerca de 169 mil de los siete millones de patrones que hay en el país usan E-Verify, o sea menos del 3 por ciento. El único castigo, si es que se le puede llamar castigo, es que las empresas que se rehusan a cumplir con la consulta al programa E-Verify no tendrán el “sello de aprobación” dado a las empresas que se ofrezcan de manera voluntaria a usar un programa electrónico para revisar el estatus inmigratorio de sus trabajadores. Sobre esto, la secretaria de Seguridad Interna, Janet Napolitano, dijo que el público debe saber cuáles compañías están acatando la ley, y que informar al público quién usa E-Verify “permitirá a los consumidores saber qué compañías están esforzándose por cumplir la ley y se hallan comprometidas a proteger las oportunidades de empleo”. En pocas palabras, corresponderá al público castigar a los empleadores de indocumentados con el “látigo de su desprecio” sacándoles la lengua de vez en cuando, ante lo cual los millares de empleadores de indocumentados en los Estados Unidos seguramente están diciendo en sus adentros “¡Uuuyyyy, que miedo! ¡Mírame cómo estoy temblando!” carcajeándose mientras vuelven a contratar al mismo indocumentado que hace unos días atrás levantó “la Migra” y que más tardó en ser deportado a México que en ingresar nuevamente de manera ilegal a territorio estadounidense volviendo a su empleo original. Casi al mismo tiempo que Janet Napolitano promocionaba el “sello de aprobación” como medida de castigo más simbólico que punitivo, las granjas lecheras de Vermont se contaron entre las pocas empresas a quienes funcionarios inmigratorios les han pedido que les entregen sus registros de nóminas y contrataciones, según Kelly Loftus, vocera de la Dirección de Agricultura de Vermont, ante lo cual algunos granjeros lecheros dijeron que se veían casi obligados a tener que buscar trabajadores extranjeros debido a que resulta difícil encontrar localmente gente para el trabajo. Es muy posible que los funcionarios migratorios del gobierno federal, e inclusive los mismos Congresistas y Senadores que representan a los lecheros de Vermont ante el Congreso norteamericano y que públicamente se oponen ferozmente a cualquier posibilidad de implementar un programa de contratación de trabajadores migratorios temporales contratados en México, sepan perfectamente que si les aplican a los lecheros de Vermont todo el músculo que el gobierno federal norteamericano puede desplegar si realmente se lo propone, pueden enviar en cuestión de unas cuantas semanas a la industria lechera de Vermont a la ruina, y para ese caso, a la industria lechera de los demás estados de la Unión Americana. Tal vez sea por ello que el programa E-Verify se mantiene hasta la fecha como un programa completamente voluntario; nada de andar metiendo a ningún empleador de indocumentados a la cárcel si se rehusa a utilizar el programa E-Verify, ni siquiera una multa así sea simbólica; esto es algo que ni siquiera está puesto a discusión.
Todo esto, desde luego, puede ser interpretado por los observadores y estudiosos de otros países como aquellos situados en Europa y Asia como una muestra palpable de cinismo e hipocresía de una gran parte de la sociedad norteamericana representada a través de sus líderes, políticos y Congresistas, los cuales sacando a flote su xenofobia detestan al indocumentado mexicano como un apestoso que no merece consideración alguna, como un arrimado asqueroso que está violentando la ley sin dejar beneficio alguno a los Estados Unidos, como un invasor que amenaza con quitarles su “american way of life” y el cual por su delito de querer trabajar o trabajar ya sin permiso del gobierno norteamericano para trabajar en los Estados Unidos debe ser fichado, castigado y eventualmente deportado como cualquier otro peligroso delincuente de la peor ralea. ¡Ah, pero que nadie diga nada ni denuncie ante dependencia alguna del gobierno norteamericano a las empresas norteamericanas que publican en México ofertas de trabajo en los Estados Unidos para la recolecta de lechugas, sandías y patatas que ningún norteamericano quiere recoger del campo! Cuando esporádicamente surge algún Congresista cuerdo y valiente que propone un programa de trabajadores temporales como el programa “Bracero” (mismo programa que fue descontinuado cuando simplísticamente e hipócritamente el U.S. Department of Labor anunció que había en los Estados Unidos suficiente gente disponible para hacer el trabajo que estaban haciendo los braceros mexicanos), sobran quienes prácticamente quieren lincharlo mediáticamente y políticamente, sobre todo los sindicatos laborales como los Teamsters... pero ninguno de ellos está dispuesto a ir a recolectar las fresas y las cebollas que se están pudriendo en los campos por falta de mano de obra mexicana, esa mano de obra que por un lado tanto detesta y criminaliza la sociedad nortemericana y que por el otro está haciendo posible que los alimentos puedan llegar diariamente a las mesas de los hogares norteamericanos.
Para nadie es un secreto que cada día ha sido más y más difícil para cualquier mexicano el poder ingresar legalmente a los Estados Unidos así sea con las intenciones de ir únicamente de compras o visitar algún familiar y sin albergar intención alguna de buscar allá algún empleo. Hoy el gobierno norteamericano exige la tramitación de “visas láser” de cruce local (las cuales no sirven para obtener trabajo en los Estados Unidos y ni siquiera para inscribirse en alguna universidad norteamericana de la franja fronteriza como UTEP pagando la colegiatura como estudiante extranjero) aunque los objetivos sean únicamente ir de compras o visitar amigos, familiares o conocidos, documento de cruce local que antes el gobierno norteamericano expedía gratuitamente, y a muchos solicitantes de dicho documento se les niega la visa láser sin que se les regrese un solo centavo del dinero que ya pagaron por el trámite. A como están las cosas, sólo falta ya que el gobierno norteamericano suspenda de tajo no sólo la inmigración ilegal sino inclusive la inmigración legal, bajándola a cero, presumiendo al mismo tiempo como siempre lo han hecho el ser una nación de inmigrantes. Es ya prácticamente lo único que les queda por hacer. Ante esta posibilidad, el conocido intelectual mexicano Carlos Monsiváis parece haber comentado lo siguiente: “¡Adelante! ¡No simplemente amenacen con hacerlo, háganlo pero háganlo ya! ¡Cierren sus fronteras con México! ¡Deporten a todos sus indocumentados mexicanos que están trabajando en sus campos agrícolas hasta no dejar uno solo! ¡México necesita hoy de esa gente que está dispuesta a trabajar jornadas largas y extenuantes para enriquecer a México en lugar de estar enriqueciendo a los Estados Unidos! ¡Ya saben en dónde pueden empezar a buscar y encontrar a cientos de miles de trabajadores mexicanos indocumentados! ¡Siempre lo han sabido! ¡Devuélvanle a México todas las enfermeras mexicanas que en estos momentos están atendiendo y viendo por sus enfermos y sus jubilados norteamericanos y sus veteranos de guerra! ¡Regrésenle a México a todos sus maestros, sobre todo sus maestros bilingües! ¡Regrésenle a México todos los cocineros y las meseras indocumentados que mantienen trabajando a muchos restaurantes en los Estados Unidos! ¡Expulsen cuanto antes a las mucamas y operadoras de limpieza que permiten a muchos hoteles en Estados Unidos continuar operando! ¡Regresen a México a todas las nanas mexicanas que les están cuidando sus hijos pequeños a las norteamericanas que se van a trabajar en alguna oficina durante el día! ¡Cierren por completo sus puertas para que ya no puedan inmigrar legalmente a los Estados Unidos ni siquiera científicos como los que inmigraron durante la Segunda Guerra Mundial entre los cuales están incluídos hombres como Albert Einstein, Wernher von Braun, John von Neumann y Edward Teller! ¡Cierren sus puertas para que no puedan irse ya legalmente a los Estados Unidos ni siquiera cientificos mexicanos como Mario Molina, Premio Nóbel de Química, le harían a México un gran favor en estos momentos que necesita de ese talento científico que los Estados Unidos le ha estado robando no solo a México sino inclusive a otros países por demasiado tiempo! ¡Cierren sus puertas para que ya no puedan ir a vivir a los Estados Unidos talentos artísticos mexicanos como Luis Miguel, Lucía Méndez, Christian Castro y muchos otros como ellos! ¡No amenacen con hacerlo! ¡Háganlo, y cuanto antes mejor! ¡Vacíen a los Estados Unidos a la menor brevedad posible de sus más de diez millones de indocumentados que supuestamente son una carga para el erario público y no están desempeñando nada de valor para los Estados Unidos! ¡Cierren por completo sus fronteras proscribiendo para siempre cualquier posibilidad de programas de trabajadores temporales! Y de paso, retírenle a esa Estatua de la Libertad que está en Liberty Island la plaquita que dice ‘Give me your tired, your poor, your huddled masses yearning to breathe free, the wretched refuse of your teeming shore. Send these, the homeless, tempest-tossed to me’, una inscripción groseramente obsoleta y anacrónica en nuestros tiempos por no corresponder la invitación simbólica hecha por la Estatua de la Libertad a través de su antorcha:
con el gran garrote:
que enarbolan los Congresistas, los jueces migratorios y los cazadores de indocumentados en dicho país. No lo digo en broma, lo digo con toda la seriedad del mundo. Y un año después de que lo hayan hecho, un año después de que hayan dado fin a toda la inmigración indocumentada incluyendo hasta la misma inmigración legal de la cual muchos norteamericanos se están quejando en estos momentos en números crecientes, veremos qué tan bien les ha ido”.
A diferencia de lo dicho por Carlos Monsiváis, yo simplemente diría: “Por favor, ya no permitan que sus empresas norteamericanas sigan poniendo anuncios en periódicos mexicanos ofertando empleos en los Estados Unidos a sabiendas de que ello es una invitación abierta y descarada para infringir las leyes que el Congreso norteamericano tiene establecidas en estos momentos”. Esto si realmente la sociedad norteamericana quiere ser honesta y congruente consigo misma en vez de andarle mostrando al mundo entero lo que parece ser una verdadera esquizofrenia social entre lo que dice y lo que hace. Porque de no actuar con congruencia en un asunto tan importante como este, y parafraseando a Nietzche, sería un pecado contra el buen gusto.
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