jueves, 28 de noviembre de 2013

Nikzon, un “producto milagro” antihemorroidal

Cuando vemos anunciado un fabuloso “producto milagro” en la televisión, nuestra primera reacción puede ser una de desconfianza ante una intensa promoción que parece tratar de convencer a los televidentes con incesantes campañas de publicidad sobre las asombrosas propiedades de complementos alimenticios o substancias casi milagrosas que en forma completamente inofensiva (sin reacciones secundarias) ofrecen curar todos los síntomas de la gripe en unas cuantas horas o rebajar varios kilos de peso corporal en una o dos semanas, lo cual raya en los límites de la incredulidad.

No todos los “productos milagro” son la charlatanería que parecen ser. Si bien en el pasado ha habido productos como la famosa “uña de gato” (uncaria tomentosa) promocionada por televisión casi como una cura para el cáncer de próstata hace ya algunos años por nadie menos que el actor Andrés García, que a la larga terminó siendo una decepción al menos en lo que se refiere a una cura para el cáncer de próstata (la “uña de gato” ya no se anuncia como tal), ha habido otros como la combinación de glucosamina-condroitina que aunque al principio se topó con un escepticismo enorme entre la comunidad médica al ser promocionada como un restaurador del cartílago en las junturas de los huesos (y por lo tanto un restaurador de la movilidad), con el paso del tiempo han crecido los testimonios de las personas (sobre todo personas de la tercera edad) que afirman haber experimentado una mejoría notable después de haberlo estado tomando por varios meses (en México se expende bajo marcas como XRay), y no se trata de un simple efecto placebo puesto que se ha encontrado que también puede restaurar algo de la movilidad en perros viejos retrasando los avances de la desintegración de las junturas óseas, siendo imposible en el caso de los perros atribuir la mejoría a un efecto placebo puesto que los perros no tienen manera de saber para qué se les está dando cada medicina que se les está dando (los efectos benéficos de la glucosamina-condroitina no se dan de un día para otro, y ni siquiera de una semana a otra o de un mes a otro, se requiere constancia y paciencia para obtener resultados visibles).

También en el caso de los productos antigripales hay una abundancia en las farmacias de productos que prometen aliviar todos los síntomas en cuestión de unas cuantas horas, pero la cruda realidad es que no es posible aliviar en forma efectiva todos los síntomas de una gripe estacional sin antes curar la gripe que a su vez es ocasionada por un virus que ni siquiera los antibióticos como la penicilina o la terramicina pueden atacar, de modo tal que mientras la gripe dure (ya sea varios días o incluso varias semanas) lo único a lo que se puede aspirar es a paliar un poco las incomodidades. Esto desde luego no significa que no se cuente ya en forma limitada con algo que pueda atacar directamente al virus de la gripe. Sobre esto se hablará en mayor detalle en otra entrada titulada “Luchando y triunfando contra la gripe” publicada en esta misma bitácora en este mismo mes.

Sin duda alguna, una de las cosas más incómodas y molestas que se puedan tener son las hemorroides. Generalmente hablando, aparecen a partir de la edad media (aunque pueden aparecer desde la adolescencia e inclusive desde la niñez aunque con mucho menor frecuencia), y aparecen en uno de los sitios más sucios y más incómodos del cuerpo. El síntoma de la comezón constante, pese a su incomodidad, es la menor de las molestias. En ciertos casos se puede sentir un dolor de aguijones, como si se estuviera sentado sobre un puercoespín. En el peor de los casos, una hemorroide muy congestionada se puede reventar en salva sea la parte, provocando un sangrado que hay que detener con la imersión inmediata de la parte afectada en agua fría (lo cual constriñe los vasos sanguíneos). Aunque las hemorroides son operables a manos de proctólogos experimentados, el sitio en el que se lleva a cabo la remoción quirúrgica de las hemorroides y las secuelas de la ablación quirúrgica son tan desagradables que muchos se dan por bien servidos con el solo hecho de que no empeoren. Con tantas incomodidades, es lógico que quienes padecen de hemorroides busquen cualquier alivio posible.

En México, entra en escena un “producto milagro” para el tratamiento de las hemorroides. Estamos acostumbrados a ver estos “producto milagro” en anuncios de televisión. Frecuentemente se anuncian como productos naturistas (la referencia a lo natural es para inspirar confianza en el sentido de que no hay que temer efectos secundarios por tratarse de un producto natural) capaces de quitar del peso corporal 10 kilos en tan solo dos semanas tomando una cápsula diaria, o de aliviar todos los síntomas de la gripe en cuestión de minutos, y como son anunciados como productos naturistas no requieren de receta médica alguna.

El “producto milagro” para las hemorroides se llama Nikzon:




Según las indicaciones sobre el uso del producto, basta con tomar una tableta masticable con cada comida para empezar a obtener un alivio lo suficientemente grande como para salvarse de una remoción quirúrgica de las hemorroides. La caja en su presentación básica contiene 40 tabletas masticables, y tiene un costo de 345 pesos, lo cual significa que la caja dura 13 días (a tres pastillas diarias, en 13 días se consumen 39 tabletas).

La pregunta central, desde luego, es: ¿sirve realmente Nikzon para el alivio de los síntomas de las hemorroides? (aunque no se anuncia como una cura, la publicidad del producto casi sugiere con imágenes que cualquiera que tome Nikzon quedará curado por completo de sus hemorroides). En México los anuncios en televisión sobre las propiedades curativas de Nikzon casi siempre son precedidos por un segmento previo que no parece tener hilación alguna, un segmento titulado “información que cura” en donde la conductora de noticieros Lolita Ayala sin mencionar producto específico en particular simula dar una noticia informativa acerca de alguna condición médica, tras lo cual entra la publicidad de un producto directamente relacionado con la condición médica descrita por Lolita Ayala, y en el caso de las hemorroides el producto es Nikzon. Los segmentos precedentes de “información que cura” dados por Lolita Ayala son para darle credibilidad y respetabilidad al producto que será promovido a continuación una vez que Lolita Ayala ha terminado de hacer lo suyo, aprovechando el hecho de que se trata de una cara muy familiar y muy conocida por la gran mayoría de los televidentes mexicanos que por su familiaridad le tienen confianza.

Con todo y Lolita Ayala, el hecho de que Nikzon no requiera receta médica, sumado al hecho de que quienes viajan a los Estados Unidos no encuentran nada similar en las farmacias que sin el requisito de una prescripción médica vendan algo tan simple como tabletas masticables capaces de paliar las hemorroides, puede inspirar algo de desconfianza, porque si Nikzon realmente fuera tan bueno se debería estar vendiendo también en los Estados Unidos en donde no tendría competencia alguna por no haber nada que tomado tres veces al día pueda ofrecer lo que ofrece Nikzon en sus anuncios de televisión en México.

La investigación de las propiedades curativas o paliativas de cualquier “producto milagro” empiezan por revisar los ingredientes con los cuales está hecho el producto. De acuerdo a la lista de ingredientes de Nikzon, cada tableta masticable contiene lo siguiente:

Lactobacillus sporogenes -- 8.3 miligramos
Ruscus aculeatus (ruscogenina) -- 20 miligramos
Vitamina C -- 40 miligramos

La vitamina C es uno de los antioxidantes más eficaces que hay, ya se ha hablado previamente en esta bitácora acerca de la vitamina C en la entrada “Vitamina C: un gramo diario”. Sin embargo, la vitamina C no sirve para “adelgazar” la sangre (como lo hace la aspirina) ni tiene efecto alguno sobre los vasos sanguíneos (las hemorroides son una especie de “varices”), de forma tal que por sí sola la vitamina C no sirve para paliar, y mucho menos para curar, algo como las hemorroides. La única razón por la cual pudiera justificarse la presencia de vitamina C en cada tableta de Nikzon sería como una especie de preservativo (la vitamina C es agregada a muchos productos alimenticios con el objeto de prolongar la vida útil de los mismos en los anaqueles de los supermercados). La única otra razón para usar vitamina C entre la lista de ingredientes de Nikzon es que sin los 40 miligramos de vitamina C, los 28.3 miligramos restantes formarían una tableta demasiado pequeña (las tabletas de Nikzon ya son de por sí muy pequeñas), y como la vitamina C nunca hace mal pues agregarle a cada tableta 40 miligramos de vitamina C es una estrategia justificable desde el punto de vista de la mercadotecnia.

A diferencia de la vitamina C, el siguiente ingrediente cuyas propiedades podemos investigar en Internet, el lactobacillus sporogenes, también conocido como Bacillus coagulans, es de hecho una bacteria cuya acción es capaz de disminuír la hinchazón y el dolor abdominal. Sin embargo, su uso para tratar las hemorroides no está justificado, aunque podría ayudar en el tratamiento de algo como los síntomas de las inflamaciones del colon (colitis) caracterizadas precisamente por la hinchazón y el dolor abdominal, lo cual tiene poco que ver con acción terapéutica alguna en contra de la presencia de las hemorroides. Se descarta por lo tanto el lactobacillus sporogenes como ingrediente activo para aquello sobre lo que Nikzon supuestamente debe actuar en forma directa, y solo podría servir como posible coadyuvante para disminuír la inflamación típica de las hemorroides.

Esto nos deja únicamente a la ruscogenina como el ingrediente sobre el cual Nikzon pueda basar ayuda alguna en contra de las hemorroides. Y resulta que este ingrediente sí parece tener alguna acción sobre las hemorroides. La ruscogenina fue aislada de una planta, la Ruscus aculeatus, conocida simplemente como Ruscus. Y se ha encontrado en algunos estudios que el ruscus parece tener actividades anti-inflamatorias y antitrómbicas significativas. Esto ya es de llamar la atención, porque las hemorroides son efectivamente pequeños “trombos” o bolsas de coagulación cuya desintegración por el medio que sea puede paliar en forma apreciable las hemorroides. Dentro de la categoría terapéutica, el Ruscos está clasificado como un agente antihemorroidal, e inclusive en Europa ya se puede obtener en las farmacias para el tratamiento de las hemorroides (se expende como Proctolog en Francia, España y Portugal, y en Italia se expende como Ruscoroid).

Sin embargo, y a diferencia de lo que ocurre con los antibióticos para cuyo uso las dosificaciones óptimas han sido establecidas a lo largo de décadas de investigación y el uso de millones de tratamientos sobre pacientes que los requieren, no parece haber estudios que determinen en forma incuestionable la dosis óptima de ruscogenina para los que se van a someter a un tratamiento con ella. Esto despierta la duda sobre si la dosis de 20 miligramos de ruscogenina que contiene cada tableta de Nikzon sea suficiente para el propósito que se tiene en mente de paliar en forma significativa las hemorroides. No es posible encontrar en ninguna parte algún estudio acreditado y serio (publicado en alguna revista de prestigio como el New England Journal of Medicine) que acredite que la combinación y dosificación de ingredientes en cada tableta de Nikzon sea en efecto una combinación óptima. Esto a su vez implica que no es posible descartar que como parte de un tratamiento con Nikzon esté presente un efecto de placebo con el cual aún si el producto carece de valor terapéutico alguno el paciente de cualquier modo se sienta mejor porque tiene fé en que se va a sentir mejor, cree que se va a sentir mejor, y con ese optimismo se programa subconscientemente para sentirse mejor aunque las hemorroides en sí no disminuyan en lo absoluto. De cualquier modo, el hecho de que cada tableta de Nikzon contenga ruscogenina proporciona una razón para esperar algún paliativo en las molestias de las hemorroides.

Mucho más efectivo en los tratamientos de las hemorroides (y ciertamente mucho más económico) posiblemente sean los baños de asiento, a razón de dos diarios (uno por la mañana al levantarse y uno por la noche antes de acostarse) con una duración de unos 15 minutos cada uno, de preferencia recién acabando de obrar. Téngase presente que en una gran mayoría de los casos las hemorroides casi están “a flor de piel” (por así decirlo), y el humedecimiento prolongado de las áreas afectadas no sólo proporciona un alivio sino que parece tener por sí solo una acción desinflamatoria significativa. Desafortunadamente, para los “baños de asiento” se requiere de algo que no está presente en muchas partes: un bidet como el siguiente:




En ausencia de un bidet, la persona que padece hemorroides puede tomar un baño de regadera abriendo con sus manos sus glúteos de modo tal que el agua pueda correr por la parte afectada al menos unos cinco minutos (de preferencia unos diez), y una vez terminado el baño limpiarse y secarse suavemente el área con una toallita pequeña de algodón (la toallita solo se puede usar una vez para esta limpieza, tras lo cual tiene que ser lavada, razón por la cual resulta conveniente tener a la mano varias toallitas de algodón). Después de tres o cuatro días, el alivio resultará aparente.

El baño de asiento (o limpieza con regadera) tiene que ver en parte con dos de las razones que precipitaron la aparición de las hemorroides. Las hemorroides pueden aparecer como consecuencia de una racha de diarreas persistentes. Si se trata de diarreas en las cuales se siente el “ardor” típico del ácido que acompaña a los jugos gástricos, esos ácidos inflaman la zona por la cual se evacúa el desecho, dejándola lastimada y propensa para la formación de hemorroides al estarse “quemando” las paredes de la piel en esa zona. Pero también pueden aparecer por la razón contraria, por padecer frecuentemente de estreñimiento. Cuando se padece de estreñimiento, las heces suelen endurecerse dentro del intestino, a grado tal que al evacuar se está evacuando algo que puede ser casi tan duro como una piedra (por lo menos así se siente). Esto desde luego lastima y debilita la piel en la zona de evacuación, volviéndola propensa a que se formen las bolsitas hemorroidales en las zonas debilitadas. Muchos tratamientos para las hemorroides empiezan primero por la normalización de las funciones digestivas (tales como la gastritis, la colitis, o la gastrocolitis), porque mientras la función digestiva no se encuentre normalizada, la diarrea constante o el estreñimiento constante mantendrá e incluso agravará la condición. Una vez que se ha normalizado la función digestiva, esto por sí solo en algunos casos puede proporcionar algún alivio que se puede incrementar con los baños de asiento (o la limpieza con la regadera dejando correr el agua sobre la zona afectada). Sin embargo, además de la diarrea o del estreñimiento, otra razón que puede precipitar la aparición de las hemorroides es la práctica de la sodomía en las relaciones sexuales (una práctica común los varones homosexuales), habido el hecho de que la penetración forzada en la zona anal lastima y debilita las paredes en dicha zona, sobre todo si la práctica es persistente. El daño causado no es inmediato, sobreviene con el paso del tiempo, y en tal caso no queda otra opción más que abandonar por completo dicha práctica. Por otro lado, dada la cercanía de la próstata al esfínter anal, incluso el exceso de actividad sexual en los varones heterosexuales puede aumentar las molestias que las hemorroides dan por sí solas, por lo que no es recomendable incurrir en excesos para evitar complicar un cuadro clínico que ya se antoja indesable.

Regulando las funciones digestivas para mantener bajo control las diarreas y el estreñimiento, así como el recurrir frecuentemente a los baños de asiento (o limpieza con el agua de la regadera corriendo) y limpiando los ácidos gastrointestinales que hayan quedado en la piel, se puede avanzar mucho para paliar las hemorroides (desafortunadamente, los baños de asiento o la limpieza con agua de regadera solo llegan a las hemorroides que está fuera del esfínter anal, y no adentro, en cuyo caso el que tiene este tipo de padecimientos puede tratar de recurrir a algo como el unguento Preparation H o similar que pueda ser depositado dentro con la ayuda del aplicador que viene incluído con tubo del medicamento).

1 comentario:

Unknown dijo...

hola Yo tome nikzon y aunque fue un poco lento si se me quitaron las hemorroides que tenia por fuera pero si dejo el nikzon me vuelven a salir nose si sea por mis malos habitos alimenticios ademas que duro mucho tiempo sentado en el baño nunca me salio sangre pero ahora que ya no tengo nada porfuera me mancho el papelde sangre lo cual me hizo pensar que tengo hemorroides internas pero fue solo 1 vez y ya no me a manchado el papel