jueves, 21 de agosto de 2014

La trampa de Hamas

Primero que nada, unos preliminares para quienes no están familiarizados con la geografía del asunto.

Lo que se puede concebir como Palestina son de hecho dos regiones, la pequeña región hoy conocida como la franja de Gaza gobernada por el grupo terrorista Hamas y la cual está situada al sudoeste de Israel, y la región palestina en Cisjordania gobernada por Mahmud Abás situada al Este, con Israel ubicado entre ambas regiones (la región de Gaza se puede apreciar cerca de la esquina inferior izquierda del mapa, mientras que la región de Cisjordania es la región de color verde, siendo Israel la región de amarillo):




Si una cosa se ha podido sacar en claro del conflicto entre el grupo terrorista palestino Hamas y el estado de Israel, conflicto que se desató a partir del 8 de julio de 2014 y para el cual se pactó una endeble tregua el 26 de agosto de 2014, es que el grupo Hamas que gobierna en la franja de Gaza tenía un arsenal bastante amplio de proyectiles capaces de penetrar el espacio aéreo de Israel y alcanzar objetivos civiles. Tenían tantos cohetes los terroristas palestinos que ya no sabían que hacer con ellos excepto usarlos o dejarlos oxidarse por falta de uso. No se trata de cohetones pirotécnicos como los que se usan para alegrar los eventos deportivos o las celebraciones de aniversarios históricos importantes, se trata de cohetes militares con sus ojivas cargadas con material explosivo de la más alta capacidad destructiva. Aunque una queja actual de los palestinos es la carencia de recursos económicos entre la población, el costo de cada cohete, valuado en cientos de miles de dólares, comprueba que a ese conglomerado que se queja de su mala economía no le faltaban recursos para poseer un vasto inventario de proyectiles como los que usó Alemania para bombardear a Londres. Puesto que dentro de la franja de Gaza no existen fábricas para producir ese tipo de armamento (Israel la habría bombardeado desde hace tiempo si la hubiera detectado), se concluye que cada uno de esos cohetes desde el primero hasta el último tuvo que haber sido introducido de contrabando a la franja de Gaza. Otro reclamo de los palestinos que viven en la franja de Gaza es el bloqueo israelí que impide el libre tránsito de mercancías y todo tipo de cosas por vía marítima. Pero si pese a ese bloqueo del que tanto se quejan pudieron meter tanta cohetería, ¿que más habrían podido introducir si no hubiese habido bloqueo alguno? El amplio arsenal pudo haber ocasionado enormes destrozos dentro de Israel de no haber contado los israelitas con el sistema defensivo Domo de Hierro que interceptó y destruyó una gran cantidad de proyectiles antes de que impactaran en suelo israelí.

Pero no sólo Hamas poseía (o mejor dicho, posee) una cantidad impresionante de cohetes de grado militar para atacar a Israel, bien escondidos en algún lugar que ni siquiera los servicios secretos de Israel (la Mossad) han podido detectar. También tenían construída una vasta red kilométrica de túneles extendiéndose desde Gaza hasta el interior de Israel con la cual pudieron haber enviado tropas para atacar a la población civil israelí. Algunos de esos túneles eran tan amplios en su interior que en ellos cabían vehículos motorizados (el costo de cada túnel se estima en tres millones de dólares). Esta es una muestra de la vasta red kilométrica de túneles que merecidamente recibió de varios medios el nombre de ciudad subterránea:






Se repite que el propósito de los túneles subterráneos construídos a gran profundidad por Hamas no era para servir como un refugio antiaéreo en caso de un ataque de la aviación civil israelí. Todos los túneles apuntaban directamente hacia el interior de Israel pasando por debajo de la franja fronteriza, con la finalidad de introducir combatiente listos para empezar a masacrar a su antojo a la población civil indefensa en una forma parecida a su contraparte el Estado Islámico que ha estado llevando a cabo sus genocidios en Iraq:




Pese a que los reclamos de los palestinos que viven en la franja de Gaza es la carencia de empleos y la falta de recursos económicos, la construcción de esas redes kilométricas de túneles subterráneos es algo para lo cual se requirió una cantidad enorme de recursos económicos así como una enorme inversión de mano de obra. Muchos de los palestinos de Gaza que se quejan del desempleo seguramente encontraron en la construcción de los túneles sus fuentes de empleo, porque si algo es un hecho es que esos túneles que requirieron enormes cantidades de varilla y de concreto no se construyeron por sí solos. Si bien esa enorme cantidad de materiales de construcción se pudo haber utilizado para construír una universidad en Palestina con la intención de convertirla en una de las mejores universidades del Medio Oriente a la par de universidades como Technion graduando científicos e ingenieros de clase mundial rivalizando en talento creativo con ingenieros y médicos del mismo Israel, lo lastimoso para los palestinos es que todos esos materiales y esfuerzos terminaron desperdiciados en vano porque tras ser desviados para la construcción de lo que era una ciudad subterranea los túneles terminaron pulverizados al penetrar el ejército israelita a la franja de Gaza con la intención manifiesta de destruír esas redes kilométricas de túneles.

Así pues, el grupo terrorista Hamas que gobierna a los palestinos de la franja de Gaza estaba más que preparado para lanzar una operación ofensiva de gran envergadura en contra de Israel, matando a quien pudieran matar y destruyendo todo lo que pudieran destruír. Lo único que les faltaba era una justificación para dar inicio a las hostilidades, de preferencia algo para provocar no solo a su propia gente sino también al gobierno israelí a entrar en combate en contra de los militantes de Hamas. Esto nos lleva a los orígenes del conflicto.

Eminentes historiadores han llegado al consenso de que es más fácil empezar una guerra -cualquier guerra- que terminarla. De cualquier modo, una pregunta importante sobre la guerra Hamas-Israel que estalló en el verano de 2014 es la siguiente:

¿Quién la comenzó?

El inicio de las tensiones entre ambas facciones se remontan al secuestro de tres jóvenes israelíes alumnos de una escuela religiosa, de nombres Gilad Shaar (16), Naftali Frenkel (16) Y Eyal Yifrah (16) ocurrido la noche el 12 de junio de 2014. Es muy importante tomar nota de que cuando ocurrió éste incidente, ningún grupo palestino y muy en especial Hamas pronunció palabra al respecto sobre el posible involucramiento de cualquiera de sus militantes en este asesinato múltiple, y mucho menos tomó responsabilidad alguna por lo ocurrido. Por tratarse de tres víctimas que no pudieron defenderse juntos, se descarta por completo la posibilidad de que haya sido un atacante solitario actuando por cuenta propia, se debió de haber requerido un grupo de por lo menos tres atacantes para sobreponerse a los tres jóvenes. Con las identidades de los sicarios permaneciendo como una incógnita, en Israel -como era de esperarse- se levantaron clamores para que se llevara a cabo una investigación para dar con las identidades y con el paradero de los atacantes con la finalidad de aplicar justicia (o venganza). Quienquiera que hubiera sido, sabía perfectamente que tal acto encendería las tensiones poniendo en grave riesgo la frágil paz en la región.

El 15 de junio, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu dijo que los adolescentes habían sido secuestrados por Hamas. Por su parte, dicha organización negó tener conocimiento del secuestro, proclamando su inocencia. Reaccionando en consecuencia, el presidente palestino, Mahmoud Abbas, sostuvo que desde el 22 de junio no se había producido ninguna evidencia de que Hama había estado detrás del secuestro, aunque la organización supuestamente elogió el “éxito del secuestro”, sin pretender responsabilidad.

El 17 de junio, las Fuerzas de Defensa de Israel iniciaron la Operación Guardián del Hermano en busca de los tres adolescentes. Como parte de la operación, en los siguientes once días, Israel arrestó a unos 530 palestinos, incluyendo a todos los líderes de Hamás en Cisjordania, en total unas 282 personas próximas a la organización. Entre los detenidos también se encontraban el portavoz del Consejo Legislativo Palestino y varios diputados del mismo. Cinco palestinos murieron durante la operación militar, lo cual le cayó de mil maravillas a los terroristas de Hamas porque con ello le empezaron a echar la culpa a Israel de actuar en contra de gente inocente sin tener pruebas en sus manos en contra de alguien del grupo Hamas.

Tras el hallazgo el 1 de julio de los cuerpos de los tres jóvenes asesinados, y dando por hecho que los terroristas de Hamas habían estado detrás del secuestro y asesinato de los tres jóvenes seminaristas, sin contar aún con pruebas y evidencias sobre la identidad de los autores materiales casi de inmediato en lo que sin duda alguna constituyó un acto de ciega represalia cometido en contra de un inocente que no había tenido absolutamente nada que ver con el secuestro y asesinato de los tres jóvenes israelitas, el joven palestino Mohammed Husein Abu Jdeir fue secuestrado y fue quemado vivo por seis extremistas israelíes, siendo encontrado el cadáver el miércoles 2 de julio de 2014. De nada sirvió la captura llevada a cabo días después en Israel de los seis extremistas israelíes que mataron y quemaron vivo al joven palestino, el conflicto ya había comenzado, tal y como lo había anticipado Hamas.

El secuestro y asesinato del joven palestino fue aprovechado de inmediato a las mil maravillas en Gaza por el grupo gobernante Hamas para inflamar el rencor y las pasiones en la franja de Gaza predisponiendo a los habitantes de Gaza a un conflicto de gran envergadura en contra de Israel, y cada una de las manifestaciones parecía perfectamente orquestada por Hamas para desbordar los ánimos y encausar a los palestinos a una lucha en contra del rival en la cual se pierde aprecio incluso por la propia vida con tal de obtener alguna retribución con la más amplia cuota posible de sangre y muerte. A estas alturas, el pueblo palestino ya había sido aleccionado y preparado para lo que habría de sobrevenir.

Con tales antecedentes, la noche del lunes 7 de julio las Fuerzas de Defensa de Israel pusieron en marcha la operación Orilla Protectora iniciando una ofensiva de ataques aéreos en contra de objetivos en la franja de Gaza que no tardaron en provocar reacciones. Para entonces, Hamas estaba preparado (de acuerdo a su plan) para darle uso apropiado a los miles de cohetes que había estado almacenando, alegando “defensa propia” . Ese mismo día Hamas y sus aliados dispararon 80 cohetes hacia Israel.

No se puede habler de un primer cohete de Hamas que haya caído sobre Israel como consecuencia de una respuesta de Hamas al asesinato del joven palestino a manos de extremistas de Israel, en virtud de que ya desde antes se habían estado disparando en cantidades variables pequeñas cantidades de cohetes. Lo que ocurrió en todo caso es que el número de cohetes lanzados aumentó en forma considerable (el 10 de julio los terroristas de Hamas lanzaron en ése solo día 197 cohetes hacia Israel).

Cualquier país al que le lluevan proyectiles lanzados desde fuera de sus fronteras necesariamente está obligado a responder invocando el derecho de legítima defensa, y a Israel no le quedó más remedio que responder, y esto orilló a que Israel metiera sus tropas directamente dentro del territorio de Gaza el 18 de julio en lo que sin duda alguna fue un gran escalamiento del conflicto.

Durante el conflicto, no hubo un solo militante de Hamas que entrara a Israel para librar un combate cuerpo-a-cuerpo con soldados de Israel, aunque esto era de esperarse puesto que Hamas al igual que muchos otros grupos terroristas (no todos) no constituye un ejército con soldados regulares dispuestos a luchar frente a frente con la parte contraria sino que está integrado por terroristas cuyas tácticas de guerra distan mucho de ser tácticas convencionales -el secuestro, los atentados mediante el suicidio, el sabotaje, el ataque sin dar la cara jamás al enemigo, etcétera-. La penetración en territorio enemigo se la dejaron al ejército israelí que penetró con vehículos motorizados para tratar de llevar a cabo lo que creerían que sería una “operación quirúrgica” empezando con el ataque de las plataformas de lanzamiento de los cohetes palestinos. Pero con lo que no contaban es que Hamas ya había previsto de antemano que tal cosa sucedería, instalando deliberadamente sus plataformas de lanzamiento de proyectiles en lugares que deberían de haber sido respetados por el mismo Hamas y de los cuales se debería haber mantenido bastante alejado, escuelas y hospitales. De este modo, además de los enormes daños que Hamas esperaba ocasionar dentro de Israel -lo cual no ocurrió por el funcionamiento exitoso del escudo Domo de Hierro-, Hamas también contaba con que habría una amplia secuela de víctimas entre la población civil palestina, con cientos de fotografías de las víctimas (sobre todo mujeres y niños) difundiéndose en la prensa mundial. Y en vez de fotografías de terroristas de Hamas muertos (fotografías que por cierto son bastante difíciles de encontrar en los medios y en Internet), algo que el gobierno de Israel podría haber utilizado para justificar su ofensiva, lo que hubo fueron fotografías mostrando niños muertos y heridos, justo el material propagandístico que necesitaba Hamas para inflamar aún más los ánimos de su propia gente y predisponer a la opinión pública mundial en contra de Israel además de desmoralizar al enemigo acusándolo de crímenes de guerra.

De principio a fin, todo fue una trampa bien tendida, y esto se puede apreciar repasando la cronología de los eventos dada arriba, tomando en cuenta que todavía hasta el 20 de agosto Hamas estuvo negando haber tenido participación alguna en el secuestro y asesinato de los tres jóvenes seminaristas de Israel.

Las máscaras terminaron por caer cuando el 21 de agosto de 2014, el mismo Hamas confirmó que el secuestro y asesinato de los tres jóvenes seminaristas de Israel había sido planificado y llevado a cabo desde un principio por el mismo grupo terrorista Hamas. Y esta confesión lo aclara todo, absolutamente todo. La aceptación del hecho se puede leer en una nota publicada en varios medios el 22 de agosto de 2014 bajo encabezados como “Hamas admite que secuestró a tres jóvenes israelíes” que dice: “Un alto dirigente de Hamás admitió que el grupo secuestró y mató a tres adolescentes israelíes cristianos en Cisjordania en junio, la primera ocasión en que la milicia islámica admite haber participado en el incidente que contribuyó a desatar las hostilidades en la Franja de Gaza. En una conferencia celebrada el miércoles en Turquía, Saleh Aruri dijo que las Brigadas al-Qassam, el ala militar de Hamás, fueron responsables de la ‘operación heroica’ para provocar un levantamiento palestino generalizado. ‘Fue una operación realizada por los hermanos de las brigadas al-Qassam’, dijo, agregando que Hamás esperaba canjear a los secuestrados por palestinos presos en Israel. Hamás ha justificado los secuestros en varias ocasiones, pero Aruri, líder del grupo exiliado en Cisjordania, es el primer miembro en adjudicarse la responsabilidad. Israel ha acusado a Hamás de orquestar los secuestros e identificó a dos agentes del grupo de ser los principales sospechosos. Se desconocen sus paraderos. Hamás no tiene ningún escrúpulo en atacar civiles inocentes. La admisión de Arouri demuestra que ‘Hamás no tiene ningún escrúpulo en atacar civiles inocentes’, dijo el vocero del gobierno israelí Mark Regev. El secuestro de los tres jóvenes el 12 de junio, junto con el descubrimiento de sus cadáveres dos semanas después, desató una amplia ofensiva israelí a miembros de Hamás en toda Cisjordania. Hamás respondió con una lluvia de cohetes desde la Franja de Gaza, lo que llevó a Israel a atacar ese territorio por aire y por tierra. Más de 2.000 palestinos, en su mayoría civiles, han muerto en las hostilidades, según funcionarios palestinos y de Naciones Unidas, en tanto 67 israelíes murieron, de ellos 64 militares. Un esfuerzo egipcio por mediar un cese de fuego se desplomó esta semana, lo que condujo a una reanudación de los combates. Arouri dijo a la conferencia que Hamás ‘no tenía la intención esta vez de provocar una batalla generalizada’. Agregó que su grupo cree que tampoco Israel lo deseaba. ‘Pero Alá ha elegido y tuvo la voluntad de encender una intensa batalla’, agregó. Arouri es uno de los máximos dirigentes de Hamás. Fundó el ala militar del movimiento en Cisjordania hace dos décadas y ahora dirige las operaciones del grupo en el área desde su exilio en Turquía. Fue deportado hace varios años en un acuerdo que lo liberó de una prisión israelí.Esta semana Israel identificó a Arouri como el arquitecto de una supuesta conjura para provocar un levantamiento en Cisjordania con el objeto de desbancar al presidente palestino Mahmud Abbas”.

A confesión de parte, relevo de pruebas, dice una famosa máxima de la jurisprudencia.

Aunque el vocero de Hamas afirmó que Hamás “no tenía la intención esta vez de provocar una batalla generalizada” sino simplemente canjear a los secuestrados por palestinos presos en Israel, esta afirmación debe ser tomada como una vil mentira, porque si fuera cierta los tres jóvenes israelíes aún estarían hoy con vida. Se debe dar por hecho de que los mataron a sangre fría como parte del plan para provocar una batalla generalizada. Desde un principio, los estrategas de Hamas sabían perfectamente que el secuestro y asesinato de los tres jóvenes israelíes enardecerían a alguien tarde o temprano dentro de la sociedad israelí y provocaría una respuesta violenta entre extremistas israelíes, no emanada del gobierno de Israel sino de algún israelita o israelitas de ideología extrema buscando venganza por su propia mano sin la mediación de tribunal de justicia alguno. Como ya se dijo arriba, tal respuesta se vió reflejada en el secuestro y asesinato del joven palestino Mohammed Husein Abu Jdeir

Los estrategas de Hamas se habrían quedado sumamente perplejos si tal respuesta no se hubiera dado, y en el remoto caso de que nadie en Israel hubiera culpado a los palestinos y hubiera tratado de vengar las muertes de los tres jóvenes, es posible que el plan se les hubiera venido abajo a los estrategas de Hamas a menos de que ya estuvieran preparados para llevar a cabo nuevos secuestros y asesinatos pero escondiéndose sin tomar responsabilidad desde un principio por los crímenes. Desde el mismo día en que fueron secuestrados y asesinados los tres jóvenes de Israel, si los palestinos que viven en la franja de Gaza hubieran sabido que ese secuestro y asesinato múltiple había sido orquestado por los dirigentes de Hamas con la finalidad de provocar un conflicto armado que terminarían pagando los propios palestinos con sangre, muerte y dolor, es posible que los mismos palestinos habrían ido hasta los cuarteles de Hamas para ahorcarlos en masa.

Así pues, tal y como había sido planeado por Hamas, hubo quienes mordieron el cebo de la trampa tendida por Hamas y actuando por cuenta propia llevaron a cabo el secuestro del joven palestino provocándole una horrenda muerte que fue publicitada ampliamente no sólo dentro de la franja de Gaza sino alrededor del mundo entero. Justo lo que quería Hamas, para enardecer a los palestinos en la franja de Gaza predisponiéndolos para seguir apoyando a Hamas hasta el final en una guerra ruinosa.

La única razón por la cual Hamas no logró ocasionar con sus miles de cohetes la amplia destrucción que esperaba producir dentro de Israel fue la gran efectividad del sistema interceptor Domo de Hierro. De hecho, es la primera ocasión que un sistema interceptor de misiles es probado a tan gran escala, nunca antes se había puesto a tan dura prueba la efectividad de este tipo de interceptación. No todos los cohetes lanzados por Hamas fueron destruídos por Domo de Hierro, algunos lograron entrar e impactar suelo israelí provocando daños y muerte de civiles. Pero la gran mayoría de los cohetes lanzados por Hamas fueron destruídos en el aire, algo que no esperaban los estrategas de Hamas. Hamas anticipaba que la totalidad de sus cohetes impactarían dentro de Israel matando a miles de civiles y ocasionando graves daños a la infraestructura, reclamando sus acciones como una victoria militar en contra de Israel.

Visto en retrospectiva, la estrategia de Hamas en contra de Israel no solo fue una estrategia de tipo militar, también tenían planificada desde un principio lo que puede ser considerada la guerra propagandística. Parte de la estrategia de Hamas consistió en distribuír las plataformas de lanzamiento de sus cohetes ubicándolas en las cercanías de escuelas y hospitales, a sabiendas de que una vez que se ha lanzado un proyectil la ubicación geográfica de su punto de lanzamiento queda expuesta (tanto por las observaciones satelitales como por la trayectoria que sigue el proyectil después de haber sido lanzado) y a sabiendas de que la respuesta militar israelí sobre el punto de lanzamiento era prácticamente inevitable. Naturalmente, al caer la contraofensiva israelí en los puntos de lanzamiento, las bajas ocasionadas serían bajas ocasionadas en escuelas y hospitales (sobre todo en escuelas de la ONU consideradas como santuarios y cuyas coordenadas geográficas obraban en manos de oficiales israelíes de alto rango). Aunque el gobierno de Israel había anunciado desde un principio que su respuesta sería una respuesta quirúrgica atacando objetivos militares y evitando el afectar a la población civil, la realidad es que el ejército de Israel no estaba ni remotamente preparado para llevar a cabo tales operaciones “quirúrgicas”; y de hecho ningún ejército de ninguna parte del mundo cuenta con los recursos tecnológicos para llevar a cabo tales contraofensivas quirúrgicas sin causar ninguna baja entre la población civil, sobre todo si las plataformas de lanzamiento están situadas dentro de escuelas y hospitales. Hamas siempre supo que al ubicar sus plataformas de lanzamiento dentro de escuelas y hospitales las víctimas terminarían siendo no los efectivos terroristas de Hamas sino mujeres y niños; sin embargo a un grupo fanático como Hamas no le importa un comino que muera su propia gente, incluídos mujeres y niños, si ello le puede redituar dividendos en la guerra propagandística. Hay la sospecha fundamentada (aunque no es tan fácil obtener pruebas de ello) de que varios de los blancos civiles que terminaron bajo fuego de los combatientes fueron víctimas no de la artillería israelí sino de proyectiles lanzados por el mismo Hamas con el propósito de culpar a Israel de tales ataques. Cuando una de las partes está lanzando sus ojivas no desde un campo abierto en donde la respuesta militar se puede enfocar de inmediato y en forma segura ocasionando únicamente bajas militares sino desde las cercanías de hospitales y escuelas, sólo quedan dos opciones: o bien, considerar tales plataformas de lanzamiento como santuarios a donde queda prohibido enviar respuesta alguna respetando así las vidas de los civiles pero al costo de continuar recibiendo disparos desde tales santuarios, o atacar los santuarios aún a sabiendas de que las bajas civiles serán inevitables. Esto es algo en contra de lo que no se puede ganar, porque por un lado se les respeta a los combatientes enemigos sus plataformas de lanzamiento permitiéndoles que sigan lanzando su cohetería mortífera en forma indiscriminada, o se les responde ocasionando enormes bajas entre la población civil que serán usadas por la parte enemiga como material de propaganda para voltear a la opinión pública mundial en contra con la difusión masiva de fotografías de las bajas civiles. De las dos maneras se pierde. Para implementar este tipo de estrategia, esto presupone que el agresor será lo suficientemente vil y desalmado como para ubicar sus plataformas de lanzamiento dentro de escuelas y hospitales, algo que por civilidad y amor a su propia gente jamás debería de hacer, pero como ya se esbozó en un trabajo previo publicado aquí titulado “En el nombre de Alá”, a estos extremistas fanáticos la vida humana carece de valor alguno, su lema es matar, matar y matar, incluso a su propia gente, creyendo que se van a ir al Cielo para recibir docenas de vírgenes en el más allá con las cuales puedan dar rienda suelta a los apetitos carnales que dejan insatisfechos aquí.

Como consecuencia de los bombardeos israelíes en Gaza que afectaron a la población civil y la difusión masiva en las redes sociales de muertos y heridos, la opinión mundial se volcó en comentarios negativos en contra de Israel, justo como lo quería Hamas. En cierta forma, Hamas ganó en buena parte la guerra de la propaganda tal y como lo había planificado desde antes de que se llevara a cabo el secuestro y el asesinato de los tres seminaristas israelíes. Pero no pudo obtener el triunfo militar que esperaba obtener con el lanzamiento de miles de cohetes hacia Israel en virtud de la extraordinaria efectividad del escudo Domo de Hierro.

Se concluye en definitiva que toda la guerra que se desató entre Hamas e Israel, lejos de ser algo que simplemente se dió, fue algo que ya estaba planificado de antemano con lujo de detalles por los terroristas de Hamas. Hamas tendió la trampa, y los israelitas mordieron el cebo.

La cosa pudo haber sido mil veces peor, si un plan secreto de Hamas para derrocar (y posiblemente matar) al presidente palestino de la región palestina de Cisjordania no hubiera sido descubierto y desmantelado por la agencia de seguridad Shin Bet, lo cual fue dado a conocer el 17 de agosto de 2014.

Los terroristas de Hamas no son tan listos como parece. Entre los daños ocasionados por la contraofensiva de Israel, la única planta generadora de electricidad con la que cuentan los palestinos que viven en la franja de Gaza voló en mil pedazos y quedó hecha añicos:




La situación es extremadamente complicada porque se trataba de la única planta generadora de corriente eléctrica para una de las regiones más densamente pobladas del mundo (medida en número de habitantes por kilómetro cuadrado). Esto traerá como consecuencia que todos los palestinos que viven en la franja de Gaza serán enviados por varios meses o inclusive años a condiciones propias de la Edad Media; además de que una gran cantidad de viviendas y edificios en la franja de Gaza quedaron en ruinas, y al no haber electricidad para empezar la reconstrucción los palestinos que viven en Gaza se van a tener que resignar a vivir como los hombres de la Edad de Piedra. Esto es lo que les ha traído Hamas (a los terroristas de Hamas no les importan estas consecuencias traídas sobre su propia gente, lo único que les importa es la promoción de su terrorismo). Lo que más les puede preocupar a los terroristas de Hamas es que los palestinos que viven en la franja de Gaza y que votaron por ellos para gobernar a Gaza se empiecen a preguntar seriamente: ¿qué beneficios me ha traído apoyar a Hamas como forma de gobierno?, ¿qué beneficios hemos obtenido yo y mi familia del hecho de estar siendo gobernados por este grupo terrorista?, ¿de qué sirvió la guerra con la cual Hamas provocó a Israel a que aplicara el castigo que le aplicó a Gaza? A la larga, si Hamas no tiene otra cosa que ofrecer a los palestinos de Gaza más que sangre, muerte, y dolor, puesto que la paciencia humana no es infinita puede llegar el punto en el cual los palestinos que viven en Gaza terminen tan hartos de Hamas como los afganos terminaron hartos de los Talibanes que los estuvieron desgobernando bajo su bota por buen tiempo. Y esto es quizá lo que más teme Hamas, que los palestinos de Gaza, al no ver ningún futuro promisorio en el horizonte con jamás, al ver las consecuencias a largo plazo que les dejó la última aventura de Hamas contra Israel, decidan quitárselos de encima buscando otra alternativa de gobierno para convivir en paz con su vecino. Si el objetivo final de Hamas es la destrucción completa y total de Israel, tal cosa no va a suceder, porque Hamas no cuenta con los recursos para lograr tal cosa, ni los israelitas se dejarán aniquilar tan fácilmente en un segundo gran Holocausto, y la posible represalia sería terrible y de consecuencias inimaginables.

Desde el punto de vista militar, la ofensiva iniciada desde un principio en forma planificada por el grupo terrorista Hamas (lo cual lo convierte en el agresor) fue un estrepitoso fracaso, ya que no lograron inflingir a Israel los daños materiales que esperaban ocasionarle, en buena medida por la efectividad de Domo de Hierro. Pero desde el punto de vista propagandístico fue un resonante triunfo, y las imágenes de niños palestinos muertos o heridos van a ser un problema a largo plazo para la imagen mundial de Israel y le van a proporcionar a sus enemigos material de sobra para presentar a Hamas y sus gobernados como víctimas y a los soldados de Israel como matones que se placen en disparar balas y morteros en contra de civiles que no se pueden defender.

No está aún muy clara la razón del por qué Hamas reconoció que el asesinato de los tres jóvenes seminaristas de Israel fue un acto planeado desde un principio como el preludio de provocación a algo de mayor envergadura; podrían haberse quedado callados dejando que el gobierno de Israel siguiera cargando con el peso de la culpa por haber iniciado un ataque en contra de Gaza sin tener pruebas contundentes de que Hamas estuvo detrás de tal ataque. Es posible que Hamas haya creído que Israel había obtenido ya suficientes pruebas contundentes de tal hecho a partir de la Operación Guardián del Hermano en busca de los tres adolescentes, y no tenía caso seguirlo negando. O también los perpetradores del ataque podrían estar muertos ya a manos de efectivos de Israel, en cuyo caso aceptar el papel que tuvo Hamas en el triple homicido sería una forma de honrar póstumamente a los militantes de Hamas autores materiales de esos crímenes que hayan muerto a manos de los israelíes. Tal vez nunca se sepa la razón de su confesión, aunque de cualquier modo tal confesión debe verse como una pifia de Hamas en la que se incriminaron ellos mismos como los agresores, dándole la razón a Israel por haberlos atacado en represalia por el homicidio de los tres seminaristas.

La guerra que llevó a cabo Israel no fue en contra de la región gobernada por Mahmud Abáas, el cual no tiene conflicto militar alguno en estos momentos con Israel. Hoy por hoy, a los palestinos que no están siendo gobernados por los terroristas de Hamas y que viven en Cisjordania les está yendo mil veces mejor que a los palestinos que están siendo gobernados en Gaza por Hamas, buena parte de cuyos edificios y viviendas quedaron en ruinas. Y este tipo de comparaciones seguramente duelen, sobre todo a quienes les está tocando la peor parte, o sea a los palestinos que viven en Gaza. A la larga, esto puede ser el acicate para que dentro de la región de la franja de Gaza la opinión pública de la población civil palestina dé un vuelco en contra de quienes proclamándose sus libertadores lo único que les han traído es un nivel de vida propio de los hombres de las cavernas. Y a esto último es a lo que realmente le teme Hamas, incluso más que a Israel, que sus “gobernados” les puedan dar la espalda y que terminen deshaciéndose de ellos optando mejor por algún tipo de pacto o tregua más duradero que permita a los habitantes de Gaza e Israel poder trabajar en paz.

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