En este martes 13 de enero de 2015 marcado por la numerología fatalística de la triscaidecafobia, México se enteró de que la noche anterior el grupo encabezado por Gustavo Madero que controla las redes de poder al interior del PAN le negó tajantemente a Margarita Zavala, esposa del ex-presidente de México Felipe Calderón, la posibilidad de poder ser postulada como candidata a diputada por la vía plurinominal.
En México los diputados y los senadores plurinominales, como ya se sabe, son la más pura expresión de la antidemocracia y la más pura expresión de la partidocracia. Nadie vota por ellos directamente, son el resultado de las cuotas de poder que les dá el sistema y se atienen al “voto duro” que les garantiza poder llegar al Congreso aunque en las urnas no hayan alcanzado una mayoría de votos.
Por eso mismo, lo primero que hay que preguntarse seriamente es: ¿tan poca fé tenía Margarita Zavala en su posibilidad de acarrear las simpatías del electorado y conquistar una posición en la Cámara de Diputados con el voto directo del pueblo respaldándola, sucumbiendo a la tentación de llegar al Congreso “a la segura”, por la vía del tramposo? ¿Entonces de qué le sirvieron los seis años de amplia exposición mediática que estuvo recibiendo como la Primera Dama del país? ¿Estaba convencida de que ni siquiera con eso tenía posibilidad alguna de poder ganar?
Pero lo mejor vino al poco tiempo cuando se filtró que Margarita Zavala, muy indignada, se iba a lanzar en pos de la presidencia nacional del PAN para “limpiar al partido” del grupúsculo que lo controla, buscando quizá una vendetta para darles a Gustavo Madero y sus cómplices una sopa de su propio chocolate. Esta predisposición a la venganza y al ajuste de cuentas al interior del PAN mostrada por la ex Primera Dama significa que dentro del PAN, en donde siempre han presumido de ser muy democráticos, existen las luchas internas que rayan en el canibalismo politico, con “madruguetes”, “palancas”, “padrinos” y el repertorio usual de trampas y guerras sucias en que incurren quienes se han dejado seducir por las tentaciones del poder. ¿Pero no era el PAN uno de los partidos que acusaba al PRD de ser un partido desmembrado por las luchas internas entre las “tribus”? ¡Vaya que el PAN ha demostrado tener sus propias “tribus”, las cuales no le piden nada a las tribus del PRD en su voracidad y ambiciones desmedidas!
Independientemente del hecho de que Margarita Zavala haya querido entrar al Congreso de la Unión no por el voto popular directo sino por la vía plurinominal, y que sus adversarios le hayan cerrado el paso mediante un acto de imposición al interior del PAN, está el hecho de que quienes sí se adjudicaron para ellos mismos los primeros lugares en las listas plurinominales está por principio de cuentas Gustavo Madero, en un “quítate que ai’ voy yo”. Para lanzarse en pos de una candidatura plurinominal, el presidente nacional del PAN Gustavo Madero pidió licencia al interior del PAN (por méro trámite) para poder postularse (y aprobarse él mismo, a través de las complicidades formadas con sus propios colegas) como candidato plurinominal, aunque no es ningún secreto que dentro de pocos días regresará a retomar la presidencia del PAN que está ocupada temporalmente por su sustituto Ricardo Anaya, como también se anticipa ya que su permanencia en el Congreso de la Unión será de duración limitada ya que Gustavo Madero aprovechará la exposición mediática como el líder de la fracción parlamentaria del PAN para afianzar su candidatura para la gubernatura de Chihuahua en las elecciones que se llevarán a cabo en 2016. En pocas palabras, Gustavo Madero, no sintiéndose lo suficientemente popular y fuerte para competir en las urnas por el voto directo en las elecciones federales de 2015, ha buscado atornillarse por la vía plurinominal para estar en condiciones de poder darse a conocer y competir en las elecciones de la gubernatura en Chihuahua que se llevarán a cabo en 2016, y las cuales, afortunadamente, no admiten gobernadores por la vía plurinominal. Además de estas maniobras de futurismo político, en la lista de plurinominales del PAN para el 2015 se encuentran personajes cuestionables que saben perfectamente que el pueblo los repudia y no tendrían posibilidad alguna de ganar en una contienda de votación abierta. Se trata de personajes tales como Miguel Angel Yunes, el cual llevó al PAN en Veracruz a una derrota de proporciones históricas. Y de personajes que traen cola que les pisen como Cecilia Romero cuyas ligas con grupos radicales de dudosa integridad como el DHIAC inundan las redes de Internet. Se trata de cartuchos bastante quemados que nadie en su sano juicio votaría por ellos. ¿Entonces por qué los postula como plurinominales el grupúsculo que controla con mano de hierro el interior del PAN? Pues para demostrar que ellos tienen el poder dentro del PAN y que pueden hacer dentro del PAN lo que se les antoje. Punto.
Independientemente de que Margarita Zavala cuente o no cuente con el suficiente apoyo popular para poder ganar en las urnas una diputación o una senaduría, la señora parece gozar de muchas simpatías entre las bases panistas, ciertamente más simpatías que la de ex-priistas arribistas como Miguel Angel Yunes y mujeres como Cecilia Romero. Justo cuando Margarita Zavala era echada fuera de las listas de candidatos plurinominales, Ricardo Anaya estuvo apareciendo diariamente en todos los canales de television bombardeando mediáticamente al pueblo de México con la siguiente perorata:
“México no va por el camino correcto. Está herido por la violencia, manchado por la corrupción, detenido por la economía. Necesitamos cambiar el rumbo con nuevas ideas. Aumentemos el salario mínimo, es lo justo. Metamos a los corruptos a la cárcel, con el nuevo sistema anticorrupción. Cambiemos el rumbo con nuevas ideas. Y que nadie nos diga que no se puede, claro que podemos, ¿a poco no?”.
El presidente nacional sustituto del PAN dijo pues que México “está herido por la violencia”. ¿Y por qué no protestó diciendo lo mismo cuando su partido el PAN bajo el sexenio de Felipe Calderón le trajo a México un virtual estado de guerra con más de 23 mil desaparecidos y más de 50 mil ejecuciones relacionadas con la guerra contra el narco que se llevó a cabo desde 2006 hasta 2012? ¿Será porque en ese entonces para el Sr. Ricardo Anaya el país no estaba herido por la violencia? Dijo también que México estaba “detenido por la economía”. La gran mayoría de los economistas está de acuerdo en que, lejos de cumplir con la promesa de crear un millón de empleos al año y hacer crecer el Producto Interno Bruto en un 7 por ciento anual, el sexenio del primer Presidente de México emanado del PAN, Vicente Fox, fue un sexenio en el que la economía estuvo prácticamente estancada y el país no creció, perdiéndose de modo lamentable el famoso “bono petrolero”, en referencia a los ingresos extra en cientos de millones dólares que los altos precios del petróleo le trajeron al gobierno de México en el sexenio de Vicente Fox. ¿Acaso México no estuvo detenido por la economía cuando Vicente Fox lo gobernó por seis años? Y dijo también Don Ricardo Anaya: “metamos a los corruptos a la cárcel”. El caso más emblemático es el de la lideresa magisterial Elba Esther Gordillo, la cual está hoy en la cárcel; pero no entró a la cárcel durante el último sexenio en el que el PAN gobernó a México, entró cuando el PRI regresó al poder. Por el contrario, mientras el PAN gobernó a México, Elba Esther Gordillo estvo bien protegida gozando plena impunidad. ¿Y así es como hoy Ricardo Anaya propone que se metan a los corruptos a la cárcel? ¿Pues a qué corruptos se refiere? Dijo además “aumentemos el salario mínimo, es lo justo”. Pero al decir esto, el PRI tenía apenas dos años de haber regresado a la silla presidencial, y si el salario mínimo se fue deteriorando ello no pudo haber ocurrido en un lapso de tiempo tan estrecho, sino que forzosamente se tuvo que ir juntando un deterioro que ya venía acumulándose desde hace tiempo atrás. O sea, un lapso de tiempo que forzosamente incluye los doce años que el PAN estuvo gobernando al país. ¿Y en todo ese lapso de tiempo el PAN, incluídos sus voceros como el presidente interino sustituto Ricardo Anaya, no se dió cuenta de que el salario mínimo estaba tan deteriorado que era justo aumentarlo? ¿Qué fue lo que le impidió a los hombres del PAN poder ver esta necesidad y solo darse cuenta hasta ahora? ¿Tenían que salir del poder, tenían que perder la silla presidencial, para ahora sí darse cuenta de que lo justo es aumentar el salario mínimo? Ricardo Anaya remató diciendo que hay que cambiar el rumbo con nuevas ideas y que nadie nos diga que no se puede. Pues en relación a esto último, ¡claro que se puede cambiar el rumbo con nuevas ideas, que de hecho no son tan nuevas! Ahí están las numerosas propuestas y reclamos del pueblo para que de una vez por todas se acabe con el fuero constitucional que impide que legisladores y funcionarios corruptos descubiertos en plena flagrancia sean arrestados y metidos a la cárcel. Pero las probabilidades de que esto se materialice con individuos como Ricardo Anaya y sus congéneres en el poder son iguales a cero, ya tuvieron tiempo de sobra para llevarlo a cabo y nunca lo hicieron; por el contrario, se han opuesto denodadamente tanto por omisión como por comisión a que la eliminación del fuero pueda llevarse a cabo. Ellos no son la solución al problema, ellos son el problema. Ahí están también las numerosas propuestas y reclamos del pueblo para que de una vez por todas se acabe con el régimen plurinominal, cerrando la entrada de la Cámara de Diputados y la Cámara de Senadores a quienes no puedan llegar mediante el voto directo del pueblo. Pero aquí también las probabilidades de que esto se materialice con individuos como Ricardo Anaya y sus congéneres en el poder son iguales a cero, por tratarse de una camarilla que ha perpetuado su presencia en el Congreso de la Unión entrando por la puerta trasera de la plurinominalidad, sin exponerse a la ira del pueblo manifestada en las urnas.
La propaganda de Ricardo Anaya a nombre del PAN repetida masivamente en todos los canales de televisión a nivel nacional no es más que una muestra más del doble rasero de los hombres que controlan las redes del poder al interior del PAN. Toda la perorata de Ricardo Anaya no fué más que una enésima demostración de la doble moral, el doble discurso que manejan quienes desde el interior del PAN aún deliran con volver a la silla presidencial para darle a México una segunda dosis de lo que ya le estuvieron dando al pueblo por doce años consecutivos. Han “olvidado” ya, y no quieren que nadie se los recuerde, que apenas tomó el PAN posesión de la presidencia de la República hicieron hasta lo imposible por lograr la aprobación en el Congreso de la Unión de un impuesto del IVA a los alimentos y medicinas que habría impactado directamente y de la manera más dura posible los bolsillos de las clases populares, esas clases para las que ahora el PAN propone aumentar el salario mínimo. ¿Pues de que se trata el juego de estos señores que han perdido toda congruencia en su discurso? ¿Quieren aumentar el salario mínimo por un lado, para arrebatar lo obtenido con la creación de nuevos impuestos por el otro?
La Sra. Margarita Zavala, en vez de amenazar con buscar la presidencia nacional del PAN para así lograr su vendetta cortando las cabezas de quienes le negaron una diputación plurinominal, podría considerar lanzarse en la modalidad de una candidatura independiente, sin respaldo de partido político alguno pero aspirando a lograr su curul (o su escaño) con una mayoría aplastante en contra de sus opositores, obtenida democráticamente en las urnas con el respaldo directo del pueblo. Este solo hecho la haría mejor que su marido, el cual llegó a la presidencia por una minoría porcentual tan insignificante que tal vez ni siquiera él mismo haya quedado convencido de su cuestionable triunfo.
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