La mayoría de los mexicanos recibieron un schock mediático cuando vieron en televisión abierta el miércoles 3 de marzo del año 2004 a nivel nacional el video donde René Bejarano guardaba miles de dólares en efectivo provenientes de alguien cuya rostro estaba tapado en los videos, dineros que presuntamente servirían para financiar proyectos del entonces Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Andrés Manuel López Obrador:
Fué en ese 3 de marzo cuando en el programa El Mañanero conducido por el payaso Brozo (personaje caracterizado por Víctor Trujillo), el diputado del PAN Federico Döring presentó el video en el que aparecía René Bejarano, entonces coordinador del PRD en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), recibiendo dinero de la persona cuya identidad permanecía oculta. En pocas horas se supo que la persona que se había prestado para tenderle una trampa a René Bejarano dándole ése dinero en efectivo era el empresario argentino Carlos Ahumada Kurtz, el cual solo fue un engranaje de un complot mucho más amplio para impedir por el medio que fuese cualquier posibilidad de que el izquierdista López Obrador pudiera llegar a ocupar la presidencia de México en 2006.
Al verse abandonado por aquellos con los cuales se forjó el complot para tender la trampa y empezar con los videoescándalos en contra de López Obrador, Carlos Ahumada declaró que las grabaciones en su oficina particular fueron planeadas cuando llegó a un acuerdo con el senador Diego Fernández de Cevallos y con el ex presidente Carlos Salinas de Gortari para que se dieran a conocer los videos por televisión y conseguir protección por la acusación que se le hizo de fraude por 31 millones de dólares, y ampliar así sus negocios en otras partes de la República. En pocas palabras, los personajes que pactaron con Carlos Ahumada el complot no tuvieron ningún empacho en hacerlo con un delincuente prometiéndole una protección que al final de cuentas no le dieron. El objetivo era dañar la amplia delantera que llevaba López Obrador en los sondeos de opinión a tal grado que ya no fuera invencible, y así poder mantener al Partido Acción Nacional en la silla presidencial seis años más, lo cual se logró. En pocas palabras, la emboscada que adversarios políticos de López Obrador le tendieron a René Bejarano dió resultado. El asunto de los videos tuvo como pauta el que Carlos Ahumada se haya ido a refugiar a Cuba después de haber facilitado los videos que supuestamente desenmascaraban a López Obrador (el cual no aparece en los videos) como un “transa” más de la política.
Ahora, en el mes de abril de 2017, vuelve a suceder exactamente lo mismo pero con otros actores. Nuevamente, el izquierdista López Obrador y líder del partido Morena (Movimiento de Regeneración Nacional) lleva una amplia delantera en los sondeos de opinión sobre todos los demás aspirantes a la presidencia de México, habido el hecho de que muchos mexicanos están hartos con los niveles de corrupción que han aflorado en todo México bajo gobernantes emanados del PRI, siendo uno de ellos Javier Duarte que en estos momentos se encuentra detenido en Guatemala en espera de su extradición a México, y también quedaron con muy mal sabor de boca con la guerra declarada por el presidente Felipe Calderón emanado del PAN que le dejó a México más de 100 mil muertos y más de 30 mil desaparecidos.
Hoy lunes 24 de abril de 2017, el diario EL UNIVERSAL reveló el video en el que se observa a la diputada Eva Cadena en Veracruz guardando fajos de billetes, al igual que René Bejarano en 2003, presuntamente medio millón de pesos, dinero que según ella después habría regresado. Y también, como en aquél entonces, la identidad de la persona que está soltando los fajos de billetes a la diputada Eva Cadena nunca se aprecia en el video:
Desafortunadamente para ella, no hay video alguno en el cual ella regrese el dinero, y si lo hubiera los autores de la emboscada ciertamente no se lo facilitarían. El material causó revuelo en el partido Morena y de antemano desde Veracruz, el ex candidato morenista, Cuitláhuac García, adelantó que se retiraría la candidatura y sería sancionada. La comisión de justicia de Morena informó que admitió la queja contra Cadena, a quien le canceló la candidatura y la separó de forma “inmediata” como integrante de la bancada de ese partido en el Congreso local. Cabe agregar que Eva Cadena inició su carrera política no en la izquierda, no dentro de Morena, ni siquiera dentro del PRD o del PT, sino dentro del Partido Acción Nacional, y allí seguramente conocían de sobra sus fortalezas y debilidades y sabían por dónde la podían manipular para golpear a López Obrador.
Al igual que en 2004, el objetivo no era destruír la carrera política de la diputada Eva Cadena de Morena. El objetivo principal de la emboscada es Andrés Manuel López Obrador, con miras a las elecciones de 2018. Al respecto, el presidente de Morena, López Obrador, el cual no aparece en el nuevo video y no sería tan estúpido como para dejarse caer en algo así, dijo que el episodio le recordaba al orquestado contra su ex secretario particular René Bejarano. “Hay plumajes que cruzan el pantano y no se manchan. Mi plumaje es de esos”, atajó.
Podemos dar por hecho de que los autores del “cuatro” en el que cayó redondita la diputada Eva Cadena son los mismos que los que estuvieron detrás del complot en el que cayó redondito René Bejarano en 2003. Después de todo, si les dió buen resultado esa estrategia 14 años atrás, ¿por qué no habrían de repetir la misma historia para hacer exactamente lo mismo, desprestigiar al izquierdista López Obrador e impedir por el medio que sea cualquier posibilidad de que pueda llegar a ocupar la silla presidencial?
Lo que resulta increíble es que los seguidores de López Obrador, en especial la diputada Eva Cadena de Veracruz, no hayan aprendido la lección propinada en 2004 y repetida en este 2017. Hasta se han de estar muriendo de la risa los autores de la emboscada ante la facilidad con la cual cayó redondita Eva Cadena en la trampa. López Obrador debería de haberle advertido a todos sus seguidores y simpatizantes de que los enemigos de Morena y de AMLO van a tratar de usar nuevamente todas las tácticas que tan buen resultado les dió en las elecciones presidenciales de 2006, incluyendo no solo una intensa guerra sucia a través de spots en televisión encabezada por Ricardo Anaya del PAN que nuevamente pinte a López Obrador como un peligro para México sino que inclusive recurra a todo lo demás que también les ha funcionado como las encuestas falsas de GEA-ISA y hasta el fraude cibernético. Se puede anticipar más de lo mismo, sobre todo ahora que hay muchos intereses creados y que se verían afectados si López Obrador llega a la presidencia de México.
Independientemente de todas las acusaciones que se le han formulado y se le siguen formulando a López Obrador, el hecho es que se le recuerda bien en la Ciudad de México cuando la gobernó como Jefe de Gobierno, hizo buen papel como gobernante. De lo contrario, sus posibilidades de aspirar a la presidencia de la República hoy serían nulas.
Si los enemigos de López Obrador hoy son los mismos que los que le robaron la presidencia de México en 2006 y en 2012, entonces resulta claro que van a recurrir exactamente a las mismas estrategias, a las mismas mañas que han usado en el pasdo en su contra. Y en esto radica la principal debilidad de los enemigos de López Obrador, que son totalmente predecibles, ya se sabe exactamente lo que van a hacer y cómo van a tratar de descarrilar por tercera ocasión el intento de López Obrador por convertirse en presidente de México. Acaban de dar una muestra de ello.
Por otro lado, los autores de estas emboscadas maquinadas por personalidades políticas que no quieren ver a López Obrador en la Presidencia y creadores de todas estas tácticas de guerra sucia suponen que el pueblo de México no se acordará ni habrá nadie quien le recuerde que lo que se está usando hoy en contra de AMLO es esencialmente lo mismo que lo que ya se usó en contra suya desde hace más de una década, y que el precio de haber votado en 2006 por quien no era “un peligro para México” fueron más de 100 mil muertos y más de 30 mil desaparecidos en una guerra completamente inútil y mal planeada contra el narco. Por más mal papel que hubiera hecho como presidente de México el “peligro para México” López Obrador, no pudo haber hecho peor papel que el que hizo el panista Felipe Calderón que dejó al país en un gigantesco charco de sangre convertido en un inmenso cementerio. De seguro que a la hora de votar en 2018 muchos mexicanos se van a acordar de ésto.
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