martes, 30 de mayo de 2017

Otra mentira oficial: Preparatoria obligatoria



Según los que gobiernan a México y los que legislan las leyes federales en México, la mayoría de los cuales viven desconectados de la realidad por el hecho de haber llegado a sus puestos en su gran mayoría no por excelencia de conocimientos o experiencias provechosas en la vida cotidiana sino por su capacidad de oratoria y demagogia, la escuela Preparatoria en México (impartida en los Colegios de Bachilleres) que es lo que sigue después de la escuela Secundaria deberá ser obligatoria para todos los jóvenes sin exceptuar uno solo, incluyendo a los “burros” que reprueban en todas sus materias y a los vagos que se la pasan en la calle jugando futbol a todas horas y que nunca en sus vidas han abierto un libro, ni siquiera la Biblia.

La Preparatoria tomó su carácter obligatorio allá por 2012 cuando el 8 de febrero de 2012 el Presidente Felipe Calderón firmó un decreto dándole a la escuela Preparatoria su carácter obligatorio, ello después de que el martes 20 de septiembre de 2011 el Senado aprobó la Preparatoria en su carácter obligatorio, ordenando la plena aplicación de ésta ley en todo el territorio nacional a más tardar para el 2021 (o sea, a más tardar dentro de cuatro años). No se especificó en la redacción de la ley qué penas se le impondrían a los jóvenes que se rehusen a continuar con sus estudios de Preparatoria sobre todo los flojos o los que quieren empezar a ganar algo de dinero truncando sus estudios, ya sea meterlos a la cárcel por el delito de no querer estudiar (se tendría que tipificar como delito, algo que aún no se ha hecho), castigarlos con cinco años de servicio militar obligatorio, o requerirle a los padres de familia el darles veinte nalgadas diarias a sus hijos hasta hacerlos entrar en razón obligándolos a aceptar la obligatoriedad de su obligación (valga la redundancia) de inscribirse en una escuela Preparatoria, aunque quizá el mejor argumento convincente sin necesidad de aplicar penas severas es que el mejor lugar para conocer y establecer relaciones y “ligues” con las lindas chicas y los chicos de la Prepa es, desde luego, la Prepa; y quien no quiera entrar al Paraíso no conocerá el Paraíso.

Bueno, el día de hoy ví en el periódico local que para la temporada escolar que iniciará el próximo Otoño 2017, el Colegio de Bachilleres en Ciudad Juárez, una de las principales ciudades del país, rechazará a 1 de cada 3 aspirantes. Y para separar a los afortunados de los rechazados, hay un examen de admisión obligatorio mediante el cual, teóricamente, los mejores dos tercios de los aspirantes obtendrán su ingreso al Colegio de Bachilleres, aunque esto se presta para corruptelas en las cuales los hijos de tal o cual funcionario o político reciben prioridad y logran su ingreso al COBACH aunque hayan obtenido un cero en el examen de admisión.

Es importante aclarar que estos exámenes de admisión para poder ingresar a los Colegios de Bachilleres no son exclusivos de Ciudad Juárez. Siguen siendo la regla en todo México.

Independientemente de las razones que se puedan esgrimir para impedirle la entrada a todos aquellos jóvenes que hacen su aplicación para ingresar al Colegio de Bachilleres, ya sea la falta de maestros, la falta de aulas, la falta de recursos, el hecho es que, en la práctica, es imposible cumplir con lo que marca la Constitución en lo que toca a hacer obligatoria la escuela Preparatoria. A los jóvenes rechazados no se les puede culpar de nada, puesto que fueron rechazados. Si no existe en México la infraestructura necesaria para hacer que la enseñanza de Preparatoria sea obligatoria, entonces la lógica dicta que mucho antes de pasar una ley haciendo obligatoria la enseñanza de Preparatoria primero se debería de invertir en crear la infraestructura para hacerlo posible, y después pasar la ley. Sin embargo, y como ya dije, en México quienes gobiernan lo hacen sin lógica, y quienes aprueban las leyes carecen de lógica en su gran mayoría porque carecen de la capacidad para pensar (no así la capacidad para cobrar sus emolumentos y sus dietas, es lo único que tienen siempre presente).

¿Cómo rayos esperan hacer obligatoria la escuela Preparatoria en México, si de inicio se les va a negar el ingreso a uno de cada tres estudiantes, no porque carezcan de los conocimientos mínimos para poder continuar con un grado superior, sino por haber quedado situados en la parte inferior de un examen de admisión particularmente duro? Si el propósito de un examen de admisión es seleccionar no a todos sino únicamente a los mejores dejando fuera al resto, entonces es imposible que la enseñanza en la escuela Preparatoria pueda ser de carácter obligatorio, porque a lo imposible nadie está obligado.

Los exámenes de admisión a los Colegios de Bachilleres deberían de ser obsoletos, si realmente hay intención de hacer la enseñanza Preparatoria de carácter obligatorio. Para poder ingresar a un Colegio de Bachilleres, debería de ser más que suficiente el presentar el certificado de estudios o el diploma de escuela Secundaria expedido por una institución educativa, ya sea pública o privada con reconocimiento oficial, con todas las materias aprobadas en la boleta de calificaciones con una calificación mínima en cada materia de 7. Si ello no basta, entonces algo anda muy mal en el sistema educativo oficial mexicano regenteado por la Secretaría de Educación Pública que supuestamente debe vigilar y garantizar que los niveles de conocimientos obtenidos en todas las instituciones educativas de las escuelas Secundarias en México cumplan con un nivel mínimo de aceptabilidad, aunque se debe reconocer que con sindicatos magisteriales zánganos como la sección CNTE 22 de Oaxaca ello es igual que pedirle peras al olmo.

En Estados Unidos, después de la escuela Primaria, no existe una subdivisión como la que hay en México en la que antes de la universidad existen dos grados diferentes que son la escuela Secundaria y la escuela Preparatoria. En Estados Unidos tanto la escuela Secundaria como la escuela Preparatoria forman parte de una sola categoría conocida como la High School, y aquellos que gradúan de la High School pasan directamente de ella a la universidad en la que sean aceptados. Por lo tanto, es imposible que después de haber concluído sus estudios en la escuela Primaria conocida como Elementary los jóvenes norteamericanos corran el riesgo de ser rechazados como ocurre en México antes de ingresar a la universidad en caso de no aprobar el examen de admisión al Colegio de Bachilleres.

A los norteamericanos les ha dado mejor resultado su sistema educativo que a los mexicanos. Han puesto hombres en la Luna, han enviado sondas espaciales hasta los confines del sistema solar, y han desarrollado muchos medicamentos y tecnología novedosa, lo que no se ha hecho en México. Sin embargo, reconozco que alguien me podría revirar diciéndome: “Si el sistema educativo norteamericano realmente es tan bueno y mucho mejor que el sistema educativo mexicano, ¿cómo es posible que ignorantes como Donald Trump hayan podido graduar de la universidad?”. Bueno, tal vez ésta sea la prueba científica que se requiere para demostrar, más allá de toda duda posible, que el mundo está al revés.

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