martes, 20 de junio de 2017
Bobby
El cachorrito llegó a la casa el viernes 19 de mayo, y se le vacunó una semana después en contra del parvovirus. La segunda de las cuatro vacunas contra el parvo se le aplicó el 9 de junio, con la tercera vacuna programada para aplicársele el 23 de junio y la vacuna múltiple (moquillo, hepatitis, leptospirosis y rabia) programada para aplicársele el 7 de julio.
El perrito es hijo de un perro negro tipo Labrador llamado Duque al que se le tuvo que llevar a dormir con el veterinario unos días antes de que naciera su hijo Bobby porque Duque se estaba poniendo excesivamente bravo y agresivo con otros perros que tenemos en la casa, y no había ningún conocido que estuviera dispuesto a recibirlo. El Duque de hecho había llegado a la casa en diciembre de 2014, cojeando de una pata y famélico, casi esquelético, obviamente por tener tiempo sin haber comido bien. Duque debió haber sido un perro callejero la mayor parte de su vida. La bravura que desarrolló no en contra de los humanos a quienes respetaba (jamás lo vimos amenazar o intimidar a ningún humano de cualquier edad) sino en contra de otros perros con los que convivía la atribuyo yo a la dura lucha por su superviviencia que Duque habrá tenido que pasar cuando vivía solo en la calle deambulando de un lugar a otro, peleando casi hasta la muerte contra otros perros por unos huesos de pollo viejos o unas menudencias descompuestas.
Ojalá y se hubiera tenido tiempo para llevar a Duque a la Asociación Pro-Defensa Animal (APRODEA) de Ciudad Juárez para que trataran de encontrarle dueño, al no poder tenerlo nosotros en nuestra casa exponiendo a los demás perritos a su bravura. Al menos por el tiempo que tuvo con nosotros Duque engordó y pudo disfrutar de un tiempo de calidad que de otro modo no habría tenido si hubiera seguido deambulando en la calle.
Hubo una corta temporada en la que el Duque estuvo saliendo fuera de la casa por varias horas. Ahora se tiene la certeza de que fue a ver a una perrita que estaba en celo llamada Lana, también de raza Labrador, de color blanco crema con algunas áreas de color café, cuyos dueños que son gente de escasos recursos la tienen viviendo en la banqueta fuera de la casa. Y aunque Lana tiene un acompañante de la misma raza llamado Oso, supongo que tuvo tiempo para un romance con el papá de Bobby, puesto que le nacieron ocho cachorritos, dos de ellos negritos con toda la pinta del Duque. Cuando se recogió a uno de los negritos andaba caminando cerca de la casita de su mamá Lana y tenía apenas un mes de haber abierto sus ojitos, y si no se le hubiera recogido tal vez se habría perdido en una de las calles de la ciudad o lo habría arrollado un carro.
Puesto que Bobby, el hijo del Duque, no ha tenido necesidad de tener que pelear con otros perros por su comida, esperamos que cuando crezca no desarrolle la bravura que tenía su papá el Duque, lo cual le debe de permitir llevarse mucho mejor con los otros perros con los cuales debe convivir. De hecho, vive en la cochera de la casa y en el patio principal junto con una perrita grande viejita llamada La Pachina y otro perro llamado El Chintolo. De modo tal que el Duque, el papá de Bobby, no se ha ido del todo, sigue en la casa, a través de su hijo el Bobby.
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