jueves, 11 de septiembre de 2014

Peña Nieto propone fin de la informalidad

El lunes 8 de septiembre de 2014, sin duda alguna acicateado o presionado por el SAT, el presidente Enrique Peña Nieto presentó su programa Crezcamos Juntos, un programa que consta de un plan de beneficios para los trabajadores fuera del sector formal de la economía con el que se busca combatir la informalidad en el país.

Durante su presentación, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que el trabajo informal reduce la productividad de la economía nacional, limita la expansión de los negocios, dificulta el desarrollo de las personas y pone en riesgo su futuro al imposibilitarles el ahorro. “La informalidad limita la expansión de los negocios y lastima el bienestar de las familias, para la mayoría de las empresas es sinónimo de estancamiento”, declaró el mandatario.

De acuerdo a la propuesta, quienes se sumen tendrán acceso a servicios médicos y sociales del IMSS, pensión para el retiro, créditos hipotecarios para vivienda y para negocios, descuentos en pago de ISR durante 10 años, apoyos económicos a pequeños empresarios, así como acceso a los programas de capacitación en el trabajo.

El Presidente Peña Nieto indicó que con la estrategia se pone en acción la reforma hacendaria aprobada el año pasado. Estos son los beneficios de quienes decidan incorporarse a la formalidad, según el micrositio www.crecamosjuntos.gob.mx que creó el Gobierno federal:
1. Obtener un crédito para vivienda

-El contribuyente deberá hacer aportaciones al Infonavit durante cuatro bimestres si tiene patrón o siete si no cuenta con relación laboral, periodos tras lo que podrá acceder a un crédito.

- El crédito puede usarse para refinanciar hipotecas existentes.

- El Gobierno subsidiará parte de los pagos hipotecarios.

2. Acceso a salud y seguridad social con el IMSS

- Con el pago de una cuota preferencial con descuentos hasta por 10 años se puede tramitar el alta en el IMSS.

-Servicios ofrecidos: atención de enfermedades, maternidad, invalidez, retiro.

-Prestaciones: seguro de riesgo de trabajo, guardería, prestaciones sociales entre otros.

-Pensión por viudez o por orfandad.

3. Apoyos para emprendedores

-Acceso a un apoyo económico de 4,000 pesos para mejorar equipo de negocios.

-Mediante Bansefi se otorgan 2,000 pesos en una cuenta bancaria de débito.

-Se pueden obtener otros 2,000 pesos para invertir.

4.- Financiamiento para las empresas

-Acceso a créditos de 20,000 pesos hasta 300,000 pesos a través de Nacional Financiera.

-Los préstamos están dirigidos a negocios con más de 2 años de operación salvo aquellos que lleven un año y pidan hasta 50,000 pesos.

-Los plazos van desde los 24 hasta 60 meses según el destino de los recursos.

5.- Crédito al consumo

Acceso al crédito del Fondo Naciopnal para el Consumo de los Trabajadores (Fonacot).

-El dinero puede destinarse a la compra de aparatos electrónicos, servicios turísticos, muebles, atención médica entre otros.

-Tasas de interés desde el 10%.

-No es necesario contar con experiencia crediticia.
El problema que tiene Peña Nieto es que el principal promotor de la evasión fiscal, con sus medidas draconianas y su acoso constante en contra de los contribuyentes cautivos, es el mismo SAT. De esto ya se habló el mes pasado en una entrada previa titulada “SAT: promotor de la evasión fiscal”.

Para poder obtener los supuestos beneficios en caso de darse de alta como contribuyente, es necesario tramitar primero ante Hacienda el número de Registro Federal de Causantes (RFC) y es necesario tramitar también el número de Seguro Social y comenzar a pagar de inmediato las aportaciones. En pocas palabras, el beneficio inmediato es para el mismo gobierno, no para el contribuyente. Y para quienes trabajan en la informalidad, darse de alta ante Hacienda es el equivalente de venderle el alma al Diablo y entrar en el infierno, lo fácil es entrar, lo difícil es salir, máxime cuando tienen ya perfectamente ubicado al contribuyente cautivo y saben el origen de sus percepciones así como la naturaleza de su trabajo o de las mercancías que vende o distribuye.

En última instancia, cualquier beneficio que el gobierno federal le dé en un principio a quienes se den de alta voluntariamente como contribuyentes cautivos el gobierno puede empezar a cobrárselo de nueva cuenta con creces (como si hubiese sido un préstamo con altos intereses) y empezar a recuperar el dinero invertido a partir de la primera declaración en la cual el contribuyente reclame una devolución de impuestos y no se le regrese ni siquiera la mitad de lo que está reclamando y a lo que tiene derecho. De esto ya se habló en la entrada previa mencionada. Si a esto le sumamos unas cuantas auditorías que resulten en algunas multas substanciales argumentando cualquier omisión (así sea por equivocación involuntaria) a las cientos de leyes contenidas en el Código Fiscal de la Federación y para cuyo pleno entendimiento se necesita ser por lo menos un contador público titulado así como contar con estudios de jurisprudencia y además unas tres o cuatro maestrías, pues lo invertido en un principio se recupera con creces, el contribuyente está indefenso ante una maquinaria colosal. En última instancia, para el gobierno lo importante es recaudar de alguna manera o de varias más dinero del que está gastando, y no hay de otra, porque nadie, ni siquiera el mismo gobierno, puede darse el lujo de gastar más de lo que se tiene, no a menos de que se hipoteque el futuro de varias generaciones como lo hizo en su momento el presidente José López Portillo.

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