lunes, 20 de abril de 2015

Luis Ernesto Derbez, ¡inolvidable!

La mañana de este lunes 20 de abril, el conductor del noticiero Primero Noticias, el yucateco Carlos Loret de Mola, presentó en su programa al rector de la Universidad de Las Américas de Puebla (UDLAP), Luis Ernesto Derbez Bautista, y otro individuo cuyo nombre no viene al caso. Los dos invitados especiales presentaron oficialmente al noticiero un estudio comparativo acerca de la impunidad en cada país, titulado “Índice Global de Impunidad” realizado en colaboración con el CESIJ (Centro de Estudios Sobre Impunidad y Justicia, de la UDLAP).

De acuerdo al documento presentado por Luis Ernesto Derbez, México se ubicó en el segundo lugar como el país más corrupto en un ranking de 59 países que conforman a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de acuerdo con el Índice Global de Impunidad 2015 (IGI 2015), concluyendo que la práctica de la corrupción en los mexicanos no es por cultura popular, sino porque se tienen garantías de impunidad.

“La corrupción es el resultado de impunidad. La razón por la cual la gente tiende a que la corrupción vaya en aumento, es porque se dan cuenta que la funcionalidad del sistema, la estructura del sistema de gobierno está creando condiciones que les permiten salir impunes”, advirtió el rector Luis Ernesto Derbez. El índice, realizado por primera vez, exhibe a México en el segundo lugar de los 59 países con mayores niveles de impunidad; sólo superado por Filipinas y seguido por Turquía, Colombia y Rusia, arrojando que “el problema de la impunidad en México es funcional y estructural; no nació en esta administración, pero se necesita tomar medidas urgentes para reducir los altos niveles que observamos”. De este modo, Luis Ernesto Derbez, el presidente del Consejo Ciudadano de Seguridad de Puebla, Andrea Ambrogi, y académicos de la UDLAP, como Gerardo Rodríguez Sánchez-Lara, oficializaron el documento donde se destaca a Croacia, Eslovenia, República Checa, Montenegro y Bulgaria como naciones prácticamente libres de actos de impunidad.

Lo verdaderamente increíble, casi inconcebible, es que alguien con los antecedentes de Luis Ernesto Derbez -antecedentes que el conductor del noticiero Carlos Loret de Mola parece haber olvidado por completo cuando lo tuvo frente a él- haya tenido el descaro y el cinismo de presentarse ante el auditorio nacional de televidentes del noticiero para pontificar sobre el tema de la impunidad.

Resulta que Luis Ernesto Derbez fue precisamente uno de los principales cerebros, junto con Lino Korrodi y la amante de éste último Carlota Robinson Kauachi, de una tenebrosa organización conocida como los “Amigos de Fox” que incurrió en actos hoy tipificados en México como completamente ilegales y penalizados por las leyes electorales en vigor, para los cuales había enormes vacíos legales que contribuyeron a que los actos ciertamente inmorales y carentes de toda ética incurridos por Luis Ernesto Derbez y Lino Korrodi quedaran en la más total impunidad.

El escabroso asunto de los Amigos de Fox es una historia algo amplia que no se reproducirá aquí en su totalidad por la extensión de sus detalles, muchos de los cuales se pueden encontrar en varios portales de Internet, pero de cualquier modo se darán algunos pormenores para el beneficio de aquellos lectores que no estén enterados del asunto.

Esencialmente, la organización Amigos de Fox desde su incepción tuvo como verdadero propósito la canalización de sumas multimillonarias de dinero de origen desconocido para apoyar financieramente la candidatura de Vicente Fox a la presidencia de México, para lo cual se recurrió a esquemas complejos de triangulación de fondos para ocultarle al pueblo lo que sucedía, fondos que se usaron en buena medida para desplegar una costosísima campaña publicitaria a favor de Vicente Fox que le ayudó a lograr lo que en siete décadas continuadas de hegemonía priista parecía imposible: sacar al PRI de Los Pinos. El dinero le llegó a Vicente Fox y se empezó a utilizar antes de que comenzara la contienda presidencial, en 1998, pese a que cualquier dinero para la campaña de un partido político, aún en tiempos de precampaña, jamás reportado al IFE, sí contaba si era gastado en tiempos electorales.

La creación de la organización Amigos de Fox se puede rastrear a finales de enero de 1998 cuando el entonces gobernador de Guanajuato y precandidato a la presidencia de México Vicente Fox acudió junto con un tipo llamado Lino Korrodi ante la presencia del Notario Público Número 1 del Distrito Federal de nombre Roberto Nuñez y Bandera, para darle existencia legal a los Amigos de Fox, organización que curiosamente fue finiquitada al día siguiente de su creación por sus propios fundadores. Mes y medio después, a mediados de marzo de 1998, la misma organización Amigos de Fox fue resucitada por quienes la habían creado en la primera ocasión.

Casi un año después, a mediados de marzo de 1999 y faltando cerca de 15 meses para la celebración de las elecciones presidenciales en México, la empresa K-Beta de Lino Korrodi recibió un depósito de 5.7 millones de pesos en una cuenta bancaria del banco Bital. Hasta la fecha, se ignora la identidad de quién o quiénes hicieron tales depósitos, y la misma cuenta bancaria había recibido ya desde enero de 1999 varios depósitos que terminaron totalizando un monto de 25 millones 278 mil pesos. Prácticamente todos los 25 millones de pesos fueron enviados a otras cuentas a través de unos 680 cheques en un esquema planificado para no dejar rastros susceptibles de ser investigados. Eventualmente se sabría que todo este dinero fue transferido a otras cuentas, a través de intermediarios, para llegar a los Amigos de Fox y otra organización fantasmal llamada Fideicomiso para el Desarrollo y la Democracia. Los extraños movimientos bancarios continuaron, y se puede citar entre ellos un depósito de 8.7 millones de pesos efectuado a principios de octubre de 1999 en el banco Bital a la empresa K-Beta de Lino Korrodi. Y también aquí como en los otros depósitos, hasta la fecha se ignora el origen verdadero de la procedencia de esos fondos multimillonarios, se ignora quién o quiénes hicieron tales depósitos. En ese mes de octubre de 1999 se expidieron un total de 157 cheques efectuando a través de intermediarios transferencias de fondos principalmente a la organización Amigos de Fox y el Fideicomiso para el Desarrollo y la Democracia.

También a mediados de marzo de 1999, una mujer misteriosa de nombre Carlota Robinson Kauachi abrió una cuenta en el banco IXE, en la cual extrañamente se empezaron a recibir remesas procedentes de Europa. En un año, de abril de 1999 a abril de 2000, se efectuaron en esta cuenta operaciones totalizando unos 11 millones de pesos.

Previo a los sospechosos movimientos bancarios efectuados principalmente a través de los bancos Bital e IXE, a principios de julio de 1998, Luis Ernesto Derbez fundó en la ciudad de Puebla junto con su esposa Rosa María Aranda Gómez una organización bautizada como “Instituto Internacional de Finanzas León”, nombrándose Derbez como presidente del susodicho instituto y aportando un capital de 480 mil pesos, designando a su esposa vicepresidente del “instituto” y aportando ella un capital de 120 mil pesos. El tal Instituto Internacional de Finanzas no era institución educativa alguna ni era un club de golfistas adinerados reunidos para compartir buenos tiempos, fue la punta de un ariete que tenía ya desde entonces como mira llevar a la silla presidencial a Vicente Fox.

La fundación del Instituto Internacional de Finanzas León tuvo lugar cuando apenas con un mes y medio de anterioridad el departamento del Tesoro de los Estados Unidos reveló a los medios la puesta en práctica de un operativo llamado Operación Casablanca, una investigación que le llevó tres años teniendo en la mira  operaciones bancarias sospechosas de lavado de dinero y tráfico de drogas. El escándalo internacional destapado por la Operación Casablanca que tan solo en Estados Unidos produjo el arresto de 167 personajes ligados al mundo de la banca y las altas finanzas entre los que había 22 funcionarios bancarios mexicanos de primer nivel y segundo nivel casi obligó a que en México la Comisión Nacional Bancaria y de Valores reforzara su vigilancia, y un efecto no anticipado fue el descubrimiento de una sospechosa triangulación de sumas importantes de dinero con Lino Korrodi actuando como uno de los dos directores de la orquesta.

A la par con todos los movimientos sospechosos de enormes sumas de dinero usadas para llevar a Vicente Fox a la presidencia de México, se fueron sumando a los Amigos de Fox otros personajes de triste memoria como Carlos Rojas Magnon, Edgar Cruz López, Jorge Eduardo Pasaret y Robert J. Dolson Castrejón.

Alguien con conocimiento de lo que realmente se maquinaba dentro de la organización Amigos de Fox involucrando enormes sumas de dinero, muchos millones de pesos, dineros de origen desconocido con plena intención política para influír en las elecciones presidenciales del año 2000, seguramente no estaba de acuerdo en las cosas que se estaban llevando a cabo a espaldas del pueblo, y fue ése alguien quien seguramente le envió al diputado priista Enrique Jackson Ramírez un sobre que contenía las fotocopias de varios cheques y comprobantes de extrañas transacciones financieras. Al día siguiente, 21 de junio de 2000, el diputado Enrique Jackson Ramírez, conmocionado e impactado por la información documental que tenía en sus manos, consciente de la trascendencia histórica de esas pruebas acusatorias, presentó su denuncia ante la sesión pública número 9 de la Comisión Permanente del Segundo Receso del Tercer Año de Ejercicio de la LVII Legislatura del Congreso.

Ya anteriormente, otras figuras públicas habían denunciado ante los medios varias de las cosas extrañas que estaban sucediendo para darle la ventaja a Vicente Fox sobre todos los demás candidatos en las elecciones presidenciales del 2000, un respaldo a Vicente Fox materializado con enormes sumas de dinero de origen desconocido. Pero lo que tenía Enrique Jackson en sus manos eran pruebas documentales, evidencias acusatorias a las cuales se les podía dar cauce.

Dos días después, el 23 de junio de 2000, el diputado Enrique Jackson presentó de manera formal y por escrito ante el Instituto Federal Electoral una denuncia por transferencias ilicitas de recursos a la campaña presidencial de Vicente Fox, anexando las pruebas documentales que se le habían hecho llegar, denuncia que quedó archivada bajo el expediente QCFRPAP-019/00. Lo relevante es que, por la gravedad de las acusaciones, el asunto ameritaba que Vicente Fox fuese inhabilitado para contender por la presidencia de México, de tal gravedad era el asunto. Pero con las elecciones presidenciales prestas a celebrarse el domingo 2 de julio de 2000, el destape de la cloaca llegó demasiado tarde, porque una semana después Vicente Fox se convirtió en el presidente electo de México.

De lo que hoy ya se sabe sobre los esquemas de las importantes transferencias del dinero proveniente del extranjero para financiar la campaña presidencial de Vicente Fox, los movimientos se llevaron a cabo a través de dos conductos firmemente establecidos: (1) el grupo Norte, encargado de manejar el dinero proveniente de los Estados Unidos de Norteamérica, siendo el encargado de coordinar éstas transferencias Lino Korrodi a través de su hija Valeria Korrodi Ordaz y el “ama de casa” Carlota Robinson Kauachi; y (2) el grupo Sur, encargado de manejar el dinero proveniente de Europa, siendo el encargado de coordinar éstas transferencias foráneas el ultra-corrupto (y cínico) Luis Ernesto Derbez, a través de su Instituto Internacional de Finanzas, recurriendo para ello a un elaborado esquema de triangulación diseñado para borrar por completo las rutas que fueron recorriendo tales dineros a su paso por México.

Sobre lo último, la Agencia Reforma puso una bomba con un reportaje dado a conocer el primero de junio de 2002, en donde después de una extensa investigación se concluyó que una de las empresas involucradas en la transferencia de fondos desde el extranjero hacia la agrupación Amigos de Fox a través de Luis Ernesto Derbez era una empresa inexistente en el año en el cual efectuó transferencias bancarias para ser trianguladas por varias rutas a México para hacerle llegar dinero a los Amigos de Fox.

Se dá por hecho que lo mucho que hoy se sabe, y se sabe no por investigaciones llevadas a cabo por el periodismo indenpendiente de México acerca de las operaciones ocultas llevadas a cabo por los Amigos de Fox es apenas una mínima parte (casi nada) de lo que realmente sucedió.

Por su parte, Lino Korrodi para exonerarse a sí mismo escribió un libro titulado Me la jugué. Y aunque presume revelar todo en su libro presentándose como víctima y héroe nacional haciendo lo posible por limpiar su imagen de pillo, en realidad no revela nada en su libro que no se conociera ya de antemano, al menos no lo verdaderamente interesante y mórbido. En su auto-exoneración biográfica para la cual posiblemente Lino Korrodi se inspiró en los gruesos volúmenes autobiográficos elaborados por el expresidente Carlos Salinas de Gortari también con fines de autoexoneración y limpieza de imagen pública dándose baños de pureza, Lino Korrodi no revela las identidades verdaderas de los rostros ocultos que estuvieron enviando desde Europa sumas colosales de dinero de procedencia desconocida a través de la red de triangulación diseñada cuidadosamente por Luis Ernesto Derbez, ni hace públicos en su totalidad los movimientos contables de las transferencias efectuadas. De hecho, en su libro Lino Korrodi hace lo posible para no lastimar la imagen pública de Luis Ernesto Derbez, como si Lino Korrodi le tuviera respeto y hasta miedo, quizá por la gente que estuvo (y se presume sigue estando) detrás del maquiavélico Luis Ernesto Derbez.

De haber sabido el pueblo de México la historia completa sobre los Amigos de Fox (y la historia es extensa), seguramente le habría dado la espalda a Vicente Fox en las urnas ese 2 de julio de 2000. Y de haberle llegado al diputado Enrique Jackson esas pruebas documentales unos seis meses antes, es posible no solo que la historia de México se habría escrito de una manera completamente diferente a como hoy la estamos viviendo, sino que Vicente Fox, Lino Korrodi, Luis Ernesto Derbez y otros de la misma ralea habrían terminado en la cárcel y aún se estarían fastidiando tras las rejas el día de hoy.

El presidente electo Vicente Fox no tomaría posesión de su cargo sino hasta diciembre de 2000. En ese período interregno se fueron acumulando más pruebas y evidencias en torno al asunto de la maquiavélica y siniestra organización Amigos de Fox, gracias a acciones investigativas emprendidas principalmente por el Instituto Federal Electoral (una organización ciudadana independiente del gobierno) y la prensa independiente. Y se fue confirmando que lo que había denunciado el diputado Enrique Jackson no era más que la punta del iceberg de una gigantesca y enorme cloaca cuyos detalles le podían poner los pelos de punta a cualquiera. Y en esa cloaca el hoy rector de la Universidad de Las Américas de Puebla, Luis Ernesto Derbez, estaba metido hasta las manitas. El entonces presidente de México, el priista Ernesto Zedillo, le pudo haber ordenado a la Procuraduría General de la República (PGR) llevar a cabo una investigación extensa para deslindar responsabilidades en torno al caso de los Amigos de Fox. Pero con Vicente Fox preparándose para tomar posesión de su cargo no solo como el próximo presidente de México sino como el primer presidente de México surgido desde las filas de la oposición, y sin otra alternativa legal disponible para encontrarle un substituo a Vicente Fox, con un pueblo que ya había manifestado su voluntad en las urnas, Ernesto Zedillo entendió perfectamente que llevar este asunto hasta sus últimas consecuencias podía hundir al país en una crisis institucional dándole la puntilla a la incipiente democracia además de arriesgar un estallido social de proporciones incalculables. Y Ernesto Zedillo no quería ser recordado como el hombre que hundió a México justo a principios del tercer milenio, quería ser recordado como el hombre que siendo el presidente emanado del partido gobernante (el partido oficialista) facilitó la transición de México hacia la democracia. Y es así como Ernesto Zedillo decidió permanecer cruzado de brazos ante el asunto y lavarse las manos como Poncio Pilatos en todo lo que tenía que ver con los Amigos de Fox. La investigación oficial del caso de los Amigos de Fox tendría que quedar a manos del próximo presidente, o sea precisamente del principal acusado (y beneficiario) de los actos francamente ilegales cometidos por los Amigos de Fox amén de una cauda de otros actos que aún no estaban tipificados como ilegales en México pero que ciertamente están tipificados como ilegales en muchos otros países.

Ante el alud de evidencias acumuladas, el Consejero Electoral del IFE Jaime Cárdenas acusó al Presidente de México de ser un Presidente ilegítimo, Los demás Consejeros Electorales del IFE no se atrevieron a hacer tal cosa, temiendo un colpaso de las instituciones y la posibilidad de un estallido social.

Como era de esperarse, Vicente Fox, ya como presidente de México, hizo todo lo que pudo para ayudar a encubrir a sus cómplices, empezando por la virtual parálisis de la PGR en torno al asunto. Lo que se fue descubriendo posteriormente en torno al escándalo se debió gracias a las acciones emprendidas por el IFE (las cuales no tenían efectos de consecuencia penal en el sistema legal para los implicados), las intervenciones diversas que tuvieron lugar ante los jueces y magistrados del Poder Judicial, así como las acciones investigativas de la prensa independiente. Todo lo que se fue descubriendo terminó situando a Vicente Fox como un presidente ilegítimo.

También, como era de esperarse, Vicente Fox protegió y encubrió a sus camaradas de muchas maneras. En el caso que nos concierne, el de Luis Ernesto Derbez, un muy agradecido presidente de México Vicente Fox elevó a este Amigo de Fox al rango de secretario de Economía a partir del 1 de diciembre de 2000 (el mismo día en que Fox tomó posesión de su cargo como presidente), haciéndolo miembro del gabinete presidencial. Pero conforme las revelaciones en torno a los Amigos de Fox fueron creciendo y con ello la magnitud del escándalo, un escándalo de magnitud presidencial (literalmente hablando), a principios del año 2003 Vicente Fox prácticamente se vió obligado a sacar de su cargo a Luis Ernesto Derbez (es bien sabido que el sexenio de Vicente Fox, en materia de economía, fue un sexenio perdido, quedando virtualmente estancada la economía de todo México en el tiempo que duró Vicente Fox como presidente), pero reteniéndolo como miembro del gabinete presidencial nombrándolo secretario de Relaciones Exteriores (sin haber tenido experiencia previa en el asunto ni siquiera como cónsul adscrito), para lo cual tuvo que echar fuera a Jorge Castañeda, algo que hasta la fecha Jorge Castañeda aún no le perdona a Vicente Fox).

Sin embargo, y en una muestra más de que el poder puede enloquecer a cualquiera que no esté mentalmente preparado para las dislocaciones y trastornos que pueda causar en la personalidad haciendo que los afectados pierdan piso con la realidad, y pese a tener tanta cola que le pisen, Luis Ernesto Derbez anunció a finales de 2004 sus intenciones de lanzarse en pos de la presidencia de México (posiblemente habrá tenido en mente alguna organización tenebrosa con un nombre como Amigos de Derbez), dispuesta a financiarse con sumas multimillonarias de dinero de procedencia dudosa canalizados con redes ocultas de triangulación de fondos. Con el escándalo de los Amigos de Fox creciendo y la legitimidad del presidente Fox cuestionada cada vez con mayor severidad, a principios de diciembre de 2004 Derbez fue nominado por Vicente Fox para ocupar el cargo de Secretario General de la Organización de Estados Americanos, en un claro intento por sacarlo temporalmente fuera del país mientras se “calmaban las aguas”. Pero un año después, a finales de 2005, tras una reunión en Santiago de Chile con la secretaria de Estado norteamericana Condoleeza Rice, el aún secretario de Relaciones Exteriores Luis Ernesto Derbez anunció en forma inesperada el retiro de su nominación para convertirse en Secretario General de la OEA, dejándole el camino libre a su único competidor para el cargo, al Ministro del Interior de Chile José Miguel Insulza. El anuncio fue sorpresivo porque el 11 de abril de 2005, en una votación previa, Luis Ernesto Derbez, tras una intensa labor de cabildeo apoyada con la infusión de una cantidad enorme de recursos oficiales del gobierno federal del presidente mexicano Vicente Fox (para estas cosas sí sirven los recursos del erario nacional mexicano), Derbez había logrado una sucesión de cinco históricos empates en dicha candidatura (17-17) cuando aún no contaba con el abierto apoyo norteamericano para dicho puesto, y tras la última votación Estados Unidos ya había anunciado que apoyaría la candidatura de Derbez, lo cual debería haber sido suficiente para darle el triunfo seguro a Derbez convirtiéndolo por seis años en el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (sin intenciones de concluírlo, con miras a las elecciones presidenciales en México en 2006). Pero en casa el escándalo de los Amigos de Fox seguía creciendo a pasos agigantados convirtiéndose en un asunto fuera de control. El negro pasado de Luis Ernesto Derbez como operador financiero de los Amigos de Fox por fín lo había alcanzado, y tomando en cuenta que el anterior Secretario de la OEA había perdido dicho cargo precisamente por acusaciones de corrupción oficial en su propio país, apostarle el futuro del prestigio de la OEA precisamente a quien tenía tan grises nubarrones en su pasado era pedir demasiado, sobre todo cuando el escándalo seguía creciendo en casa con nuevas revelaciones publicadas en los medios casi cada semana. Tras el retiro de su candidatura para dirigir a la OEA, Luis Ernesto Derbez anunció que no dejaría su cargo en México como secretario de Relaciones Exteriores. Sin embargo, él mejor que nadie supo que su ambición de convertirse en presidente de México aprovechando como medio de promoción su cargo actual estaba prácticamente aniquilada; porque estaba saliendo a la luz pública demasiado material sobre la naturaleza delincuencial de la organización Amigos de Fox. De este modo, el fin de las pretensiones de Luis Ernesto Derbez para ser Secretario General de la OEA fue también en el fin de sus pretensiones para ser el próximo presidente de México después de Vicente Fox. Con lo que ya se sabe hoy sobre el tema, las probabilidades de que Luis Ernesto Derbez pueda llegar a ser presidente de México son prácticamente nulas, al igual que las de Lino Korrodi.

¿Podrían haber hecho algo las instancias federales de procuración de justicia para darle una resolución legal al caso de los Amigos de Fox? Desafortunadamente, no. Incluso si la PGR no hubiera dependido del Ejecutivo y hubiera podido actuar en forma completamente independiente y autónoma investigando al mismo Fox, el esfuerzo habría sido una pérdida inútil de tiempo, porque el presidente gozaba (y sigue gozando) de algo que lo coloca por encima de la ley: el fuero. Inclusive en estos tiempos electorales en los que el PAN en sus fantasías y delirios por regresar a la presidencia de México propone con biombos y platillos un Sistema Nacional Anticorrupción, esa ilusión electorera no incluye en ninguno de sus incisos y apartados la remoción completa e incondicional de todo lo que tenga que ver con el fuero igualando a todos incluyendo al mismo presidente ante la Ley. Y el fuero no lo goza únicamente el presidente de México; lo gozan los gobernadores, lo gozan los alcaldes, lo gozan los diputados, lo gozan los senadores, y el resto de la cauda de políticos que se las han arreglado para frenar el avance del país en estos temas de carácter urgente.

Sin embargo, varias de las cosas que ocurrieron en el 2000 ya no pueden ocurrir ahora porque, con la lección aprendida del escándalo que significaron los Amigos de Fox así como las cosas que quedaron ocultas sin ser aclaradas, se han tipificado ya como delitos electorales cosas en las que había enormes vacíos legales. Si algo como los Amigos de Fox  se volviera a repetir, de seguro irían a parar a la cárcel por varios años los Lino Korrodis y los Luis Ernesto Derbez que hubiera por allí dispuestos a incurrir en las mismas acciones.

Si vamos a usar una sola palabra para describir y recordar todo lo que fue y representó el escandaloso asunto de los Amigos de Fox, esa palabra es: impunidad.

Por ello, se antoja casi inverosímil que Carlos Loret de Mola, poniendo su prestigio en juego, haya invitado a Primero Noticias precisamente a Luis Ernesto Derbez para darle cátedra a México sobre el asunto de la impunidad. Aunque en defensa suya, Loret de Mola podría responder: ¿quién mejor que alguien como Luis Ernesto Derbez para hablarnos sobre el tema de la impunidad? Siguiendo ésta misma línea de razonamiento: ¿por qué no invitar a Servando Gómez Martínez alias La Tuta a una mesa redonda para discutir el tema de la delincuencia organizada en México? Después de todo, ¿quién puede saber más en México sobre el tema de la delincuencia organizada que la misma Tuta? Podría impartir una cátedra magistral sobre el asunto, demostrando los conocimientos de un doctorado en el tema. Y si bien es cierto que Loret de Mola es un reportero relativamente muy joven, no estaba en la cuna cuando los hechos relacionados con el asunto de los Amigos de Fox empezaron a ser motivo de escándalo nacional desde hace 15 años. Y ultimadamente, se supone que Loret de Mola cuenta con un buen equipo de producción que investiga bien los antecedentes de todos aquellos a los que invita como panelistas, para así poder hacerle preguntas comprometedoras a sus invitados como: ¿qué es lo que le dá a usted calidad moral para andar evaluando y certificando comparativamente la impunidad, siendo que ustes es quizá uno de los mejores beneficiarios que se puedan recordar de tal cosa? De haberse hecho ésto, Luis Ernesto Derbez posiblemente se habría puesto a sudar y a temblar de pies a cabeza, en cadena nacional, tartamudeando y fingiendo demencia (“perdone, no escuché bien lo que dijo, creo que me está fallando el audífono”, “disculpe usted, pero tengo que ir al sanitario”, “acabo de recordar que tengo pendiente un asunto extremadamente importante en Puebla en la universidad de la cual soy rector, pero si quiere podemos continuar la entrevista en otra ocasión”).

Se puede entender que los miembros del consejo universitario que instaló a Luis Ernesto Derbez como rector de la UDLAP hayan estado ignorantes o  hayan olvidado por completo lo que sucedió en el año 2000 en unas elecciones cruciales en las que estuvo en juego la presidencia de México y el futuro del país entero, después de todo se trata de seres humanos susceptibles de cometer errores y equivocaciones, y ello explicaría el por qué designaron a Luis Ernesto Derbez como rector de la UDLAP pese a sus negros y pésimos antecedentes en el escándalo de los Amigos de Fox (o posiblemente lo escogieron precisamente por contar con tales antecedentes, vaya usted a saber). ¿Pero y el conductor estrella de Primero Noticias, Carlos Loret de Mola Alvarez, presumido por Televisa como uno de los mejores reporteros y conductores de noticieros de México? ¿Cómo es posible que se le haya pasado por alto algo tan importante? ¿Cómo es posible que él, a quien en otras ocasiones no se le ha trabado la lengüa para hacer preguntas bastante incómodas a figuras públicas de primer nivel, se le haya pasado la oportunidad dorada para preguntarle directamente y en su cara a Luis Ernesto Derbez sobre cómo se atreve a pontificar a México sobre el tema de la impunidad cuando él fue un amplio beneficiario del terrible vicio que aqueja a México desde que Hernán Cortés y sus tropas desembarcaron en México?

Si Luis Ernesto Derbez realmente quiere saber el por qué de la corrupción en México, todo lo que tiene que hacer es pararse frente a un espejo. Allí está la respuesta, no tiene que mirar más lejos. Ya que el informe presentado por Luis Ernesto Derbez presentó a México como el segundo país más corrupto del mundo entero, para ayudar a componer un poco las cosas así como aclarar la verdad histórica, Luis Ernesto Derbez podría comenzar haciendo una confesión pública explicándole a los mexicanos cosas importantes tales como:

(1) El verdadero origen de los amplios recursos financieros provenientes de Europa con los que fue financiada la campaña presidencial de Vicente Fox a través de las triangulaciones complejas llevadas a cabo por la tenebrosa organización Amigos de Fox. ¿Quién o quiénes proporcionaron esas cantidades extraordinarias de dinero? ¿Y a cambio de qué dieron todo ese dinero? ¿O se trata de dinero que regalaron generosamente sin esperar nada a cambio?

(2) La historia completa sobre todos los montos transferidos desde Europa así como las fechas de transferencias a través del grupo Sur de los Amigos de Fox cuyo cerebro coordinador era Luis Ernesto Derbez.

(3) La verdadera relación que hubo entre Luis Ernesto Derbez y la empresa Dehydration Technologies Belgium S.A.

(4) Los nombres de los contactos en Europa de Luis Ernesto Derbez.

(5) Los verdaderos detalles del plan que precedió a la fundación de los Amigos de Fox y el involucramiento de quienes desde un principio se pusieron de acuerdo con Luis Ernesto Derbez para las transferencias de dinero desde Europa a México.

(6) Los lugares (domicilios) en Europa en donde se haya reunido Luis Ernesto Derbez con quienes estarían enviando sumas multimillonarias de dinero para influír decisivamente en las elecciones presidenciales del año 2000.

Optativamente, además de presentar su confesión pública (no debe temer ante la posibilidad de ir a parar a la cárcel, en México a las leyes no se les puede dar carácter retroactivo, además de que en el país de la prescripción de los delitos la acción legal en contra de lo que pudo haber hecho ya prescribió) Luis Ernesto Derbez bien haría en presentarle a los estudiantes y maestros de la Universidad de Las Américas en Puebla su renuncia con carácter de irrevocable mostrando un arrepentimiento sincero ante las cámaras, pidiéndoles su perdón por haberlos mantenido engañados tanto tiempo. Tal vez esto sirva de algo para que México pueda descender uno o dos lugares en el ranking de los países más corruptos del mundo en el susodicho “Índice Global de Impunidad” elaborado por Luis Ernesto Derbez como toda una autoridad en la materia. Mientras estas cosas no ocurran, México seguirá en segundo lugar de la lista negra de los países más corruptos del mundo.

La próxima vez que Carlos Loret de Mola invite a alguien como Luis Ernesto Derbez a hablar y opinar sobre cosas tales como la impunidad, bien haría de tener entre sus invitados panelistas a otros personajes como Lino Korrodi, Carlota Robinson, Carlos Rojas Magnón, y desde luego Vicente Fox. De seguro que los ratings de Primero Noticias se elevarían hasta las nubes, y con suerte lo nominarían para recibir el Premio Pulitzer. Aunque posiblemente perdería su trabajo en Televisa y terminaría igual que Carmen Aristegui, vaya usted a saber.

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