Machetazo a caballo de espadas

La carrera presidencial de 2018 en México se está poniendo sumamente interesante ultimamente, a juzgar por la contienda entre los pre-candidatos que se disputan el segundo lugar para competir en contra del que le lleva la delantera a ambos, Andrés Manuel López Obrador. El candidato del partido de las derechas, el PAN (en alianza con el PRD aunque en realidad el PRD pasó a ser un simple apéndice del PAN renegando de su origen izquierdista), no ha parado de estar acusando al PRI de corrupto diciendo que “el PRI corrupto que tanto daño le ha hecho a México se tiene que ir”, mientras que el candidato del PRI José Luis Meade ha estado haciendo un llamado en sus apariciones en spots de televisión al debate propositivo libre de campañas negras y los descalificativos que suelen ser la bandera de lucha del PAN.

Resulta que, a tono con la propuesta de José Antonio Meade de hacer énfasis en las propuestas constructivas haciendo a un lado las calumnias a los demás aspirantes a la presidencia y rechazando formular acusaciones sin fundamento, al comenzar febrero de 2018 le sacaron a Ricardo Anaya un video en el cual Ricardo Anaya alaba profusamente al hoy candidato del PRI. En efecto, el PRI subió un video en el que recoge elogios del precandidato de la coalición Por México al Frente, Ricardo Anaya, a su adversario del PRI, José Antonio Meade, diciendo: “El doctor José Antonio Meade Kuribreña, un mexicano del que nos sentimos profundamente orgullosos. De los poquísimos mexicanos que han ocupado tres secretarías de Estado”. Eso dijo Anaya en un discurso de la época de cuando era diputado. “El único habiendo participado en dos gobiernos emanados de distintos partidos políticos. No nos sorprende porque es una consecuencia, sí de su preparación, de su solidez técnica, pero es sobre todo una consecuencia natural de su verticalidad y de su extraordinaria calidad humana”.

Este video pone en un aprieto muy duro a Ricardo Anaya, porque si habló con la verdad en la mano diciendo lo que realmente sentía, entonces el hombre idóneo para México es José Antonio Meade y no Ricardo Anaya, si es que hemos de creer en lo que dijo Ricardo Anaya acerca del hoy candidato del PRI a la presidencia de México. Y si Ricardo Anaya nos va a salir ahora con que mintió cuando se deshizo en tantas alabanzas a favor de Meade, entonces ello sería una buena razón para no votar por Ricardo Anaya porque ¿quién quiere en la presidencia a un mentiroso de ése calibre? No importa qué haga Ricardo Anaya, él mismo se puso una horca en el cuello que lo puede tronar. Tal vez Ricardo Anaya quiera justificarse diciendo que, en el camino, cambió de opinión al darse cuenta de que Meade era un hombre completamente corrupto; pero si hace tal cosa se le podría rebatir preguntándole cuál fue el acontecimiento preciso que lo hizo cambiar de parecer de manera tan radical, para lo cual lo más seguro es que Ricardo Anaya no tendría tampoco respuesta alguna, o una contestación que al menos pudiera ser medianamente creíble.

El PRI, si quisiera, le podría pegar muy duro hoy a Ricardo Anaya, recordando algunas de las cosas que sucedieron cuando el PAN gobernó a México, empezando con el gobierno de Vicente Fox. Lo primero con lo que le podrían pegar al PAN y a Ricardo Anaya hilándo a ambos al sexenio foxista es recordándole a todo México lo que iba a ser la obra cumbre del sexenio foxista, el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México. La torpeza de Vicente Fox en la mesa de negociaciones para poder llegar a un acuerdo justo y razonable con los campesinos propietarios de los terrenos en San Salvador Atenco en donde se iba a construír el nuevo aeropuerto, a quienes desde un principio ignoró y no consultó de antemano, ofreciéndoles compensaciones económicas irrisorias pese a los beneficios multimillonarios que la obra iba a dejar a la zona y los habitantes de las zonas colindantes así como a los constructores e inversionistas en la obra, sumado a las revelaciones periodísticas de los grandes beneficios que iban a obtener de la obra con inversiones mínimas personajes de la política ligados a Acción Nacional, condujo a una serie de disturbios con los que la obra ni siquiera pudo ser comenzada. Y el resultado final es que durante el primer sexenio emanado del PAN no se construyó el nuevo aeropuerto que la CdMx urgentemente necesitaba. Hoy ya se está construyendo dicho aeropuerto, pero ello gracias a que el PAN dejó de gobernar a México, no gracias a que el PAN tuvo el poder en sus manos.

Otra cosa con la que los estrategas del PRI le podrían pegar muy duro a Ricardo Anaya y al PAN fue la famosa intentona del panista Vicente Fox con el apoyo de los demás panistas de crear un nuevo impuesto que no existía, el impuesto de valor agregado (IVA) a alimentos y medicinas. De haberse creado tal impuesto, quienes habrían resentido directamente en sus bolsillos la dureza del golpe hubieran sido las clases populares, los estratos sociales de bajos ingresos, o sea quienes forman la mayoría de la población en México. ¿Y en dónde estaba Ricardo Anaya en ése entonces cuando se querían gravar con tal impuesto los alimentos y medicinas del pueblo de México? ¿Protestando afuera de Palacio Nacional o afuera de la residencia presidencial de Los Pinos? Claro que no. En su momento, el PAN actuando como un monolito sólido en contra de los intereses y necesidades del pueblo de México hizo todo lo que pudo para que se pudiera crear tal impuesto que anunciaban como la panacea para la solución de todos los problemas sociales del país. Y si no lograron crear tal impuesto, no fue por falta de ganas, fue porque los demás partidos como el PRI se opusieron en el Congreso negándole al PAN la mayoría de votos que necesitaba para convertir el IVA a alimentos y medicinas en realidad. ¿Para qué quiere Ricardo Anaya sacar "al PRI corrupto" de Los Pinos? ¿Para volver a retomar la bandera de gravar a las clases populares de México con una nueva horca? Si es así, es lógico suponer que muchos mexicanos prefieren mil veces a seguir siendo gobernados por lo que Ricardo Anaya llama "el PRI corrupto". Y es importante destacar que el otro candidato presidencial, el que representa la verdadera izquierda de México, Andrés Manuel López Obrador, también se opone a cualquier idea o propuesta de volver a tomar como causa la imposición del IVA a alimentos y medicinas.

En lo que toca al segundo sexenio en el que México fue gobernado por el PAN con Felipe Calderón sentado en la silla presidencial, resulta difícil olvidar la trágica y costosa “guerra contra el narco” empezada por Felipe Calderón al poco tiempo de comenzar a gobernar el país, anunciada en una visita que hizo a Michoacán. México todavía sigue arrastrando las secuelas de tan desastrosa guerra que le dejó al país durante el sexenio calderonista miles y miles de muertos y desaparecidos. ¿Y todo para qué? ¿Para que hoy cualquier mexicano con solo cruzar al otro lado de la frontera a un estado como California pueda comprar para su placer personal los mismos carrujos de mariguana cuya posesión no solo es ilegal en México sino que mantiene las ganancias multimillonarias de los cárteles de la droga a los cuales no les conviene que se legalice la venta y el consumo de la mariguana en México? ¿Eso es lo que ofrece Ricardo Anaya? ¿Una continuación y recrudecimiento de una “guerra” emprendida con el Ejército patrullando las calles de México? ¡Con razón ya no hubo un tercer sexenio emanado del PAN, con la candidata presidencial Josefina Vázquez Mota que solo ofrecía más de lo mismo quedando relegada a un tercer lugar!

En estos momentos, los momios están a favor de López Obrador. Si no le han sacado hasta el momento ningún video o audio en donde lo incriminan en algún peculado o soborno recibiendo dinero a cambio de favores no es por falta de ganas, sino porque saben de sobra que López Obrador no se presta para tales cosas. Y aunque en 2006 los estrategas de Acción Nacional financiados por el Consejo Coordinador Empresarial estuvieron repitiendo en la televisión que López Obrador sería un peligro para México, lo cierto es que al menos en el tiempo que estuvo gobernando a la Ciudad de México resultó ser un buen administrador dejando varios beneficios que hoy perduran (como los apoyos a los adultos mayores).

No está claro si Ricardo Anaya había olvidado por completo los elogiosos comentarios que hizo en aquél entonces en referencia a José Antonio Meade siendo tomado por sorpresa con la diseminación actual del video, o si todo el tiempo se estuvo acordando de lo que había dicho muy favorablemente sobre Meade rezando sin parar pidiendo que nadie recordara lo que había dicho (esto se llama apostarle a la desmemoria de la gente). Si se tratara de una simple grabación de audio tal vez recurriría a la argucia de negar la voz como suya alegando que se trata de un montaje de audio llevado a cabo con los recursos tecnológicos actuales, lo cual ciertamente es posible. Pero el problema que tiene es que no se trata de una simple grabación de audio, se trata de un video en el que Ricardo Anaya aparece en su propia imagen pronunciando sus propias palabras, lo cual es casi imposible de simular mediante un montaje.

Lo más que se ha escuchado decir a Ricardo Anaya y a los estrategas mediáticos de Acción Nacional es que Meade “se está tratando de colgar de Ricardo Anaya para levantar su agónica y deslucida campaña de proselitismo”, pero aún si así fuera, ¿qué con ello? José Antonio Meade y el PRI están en todo su derecho de sacar al aire cualquier comentario elogioso sobre el precandidato presidencial Meade, y si tal cosa viene de boca de otro de los aspirantes, tanto mejor.

El golpe mediático dado a Ricardo Anaya, usando en contra de él sus propias palabras, recordándole cómo según el mismo Ricardo Anaya el candidato del PRI sería hoy un buen presidente para México, es lo que en el mundo de la baraja se conoce como un “machetazo a caballo de espadas”. Un golpe certero, bien dado, que no constituye en modo alguno parte de una campaña negra en contra del PAN puesto que no es el PRI quien le esté formulando alguna acusación concreta a Ricardo Anaya. Peor aún, en el video en donde aparece Ricardo Anaya no hay nada que amerite pedirle al Instituto Nacional Electoral que ordene la remoción del mismo, porque no hay calumnias ni infundios de ningún tipo en contra de nadie. Solo elogios hacia el candidato del PRI hechos por el mismo Ricardo Anaya a quien muchos tal vez empezarán a descartar de su lista de opciones a la hora de votar.

El que tal vez se está frotando las manos esperando que la candidatura del PAN a la presidencia de México caiga en sus manos al descalificarse Ricardo Anaya a sí mismo con sus propios elogios al precandidato del PRI es el gobernador de Chihuahua Javier Corral quien en vez de estar gobernando a Chihuahua se la ha pasado casi todo el tiempo haciendo campañas mediáticas y buscando proyectarse en los medios a cadena nacional con su controversial Caravana por la Dignidad, aunque de cualquier modo decidió convertir su informe de gobierno en un acto de proselitismo político pro-PAN con la presencia del mismo precandidato presidencial Ricardo Anaya ocupando un lugar de honor entre la lista de invitados, tomando en cuenta de que si Ricardo Anaya gana las elecciones (para lo cual además de derrotar a José Antonio Meade tiene que derrotar también a Andrés Manuel López Obrador que encabeza las encuestas), ya como presidente de México con el PAN de regreso en la silla presidencial Ricardo Anaya es el que lo puede incluír dentro del gabinete presidencial para permitirle a Javier Corral proyectarse hacia la presidencia de México en 2024. Y en realidad, a fin de cuentas la Caravana por la Dignidad y todos los despliegues mediáticos tienen eso como tal fin, por más que Javier Corral quiera negarlo.