miércoles, 21 de febrero de 2018

¿Islam, una religión de paz y amor?

Con ya demasiada frecuencia, los clérigos musulmanes que pretenden propagar su doctrina alrededor del mundo, precedidos por la mala propaganda que los terroristas suicidas musulmanes le hacen a la religión fundada por Mahoma con sus carnicerías y sus actos suicidas cometidos en contra de gente inocente, se tratan de desligar de los radicales afirmando que terroristas como los miembros del Estado Islámico, los Talibanes, y muchos más por el estilo, actúan por cuenta propia en desobediencia abierta de las enseñanzas del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, que pregona una doctrina pacífica de amor y esperanza.

¿Con que éso es lo que que afirman para ganar adeptos? ¿Así que el Corán es un texto sagrado lleno de amor y de fé, pletórico de buenas intenciones para con todos los demás? ¿Entonces de donde sacan sus ideas y su fanatismo los radicales que en nombre del Islam son los que más islamistas matan en los lugares en donde hay una gran presencia musulmana?

Creo que es momento propicio que aquellos que no son musulmanes y a quienes los evangelistas del Corán pretenden convertir al Islam tomen nota y se informen acerca de la realidad del Islam, tomando citas directamente del Corán que los indoctrinadores musulmanes no podrán cuestionar por tratarse de citas tomadas textualmente de su propio libro sagrado. A continuación se reproducen citas sacadas del mismo Corán. Hay que leerlas con detenimiento, reflexionar sobre ellas, y tras un análisis cuidadoso, decidir si vale la pena abrazar las enseñanzas de Mahoma.

Corán 2:191.- “Mata a todos los no creyentes en dondequiera que los encuentres”.

Corán 3:28.- “Los musulmanes jamás deben aceptar a los infieles como amigos”.

Corán 3:85.- “Cualquier otra religión que no sea el Islam no es aceptable”.

Corán 5:33.- “Mutila y crucifica a los infieles si critican al Islam”.

Corán 8:12.- “Aterroriza y decapita a todos aquellos que sean creyentes de otras escrituras que sean diferentes al Corán”.

Corán 8:60.- “Los musulmanes deben proveerse de todas las armas posibles para aterrorizar a los infieles”.

Corán 8:65.- “Los no creyentes son estúpidos; hay que apremiar a todos los musulmanes a combatirlos”.

Corán 9:5.- “Siempre que se presente la oportunidad, hay que matar infieles dondequiera que se les encuentre”.

Corán 9:30.- “Los Judíos y los Cristianos son unos pervertidos. Lucha contra ellos”.

Corán 9:123.- “Haz la guerra contra todos los infieles que vivan en tu vecindad”.

Corán 22:19.- “Castiga a los no creyentes con vestiduras en llamas, garfios de hierro, agua hirviendo, derrite sus pieles y sus vientres”.

Corán 47:4.- “No trates de buscar la paz con los infieles; decapítalos cuando los captures”.

¿Así que mucho amor, mucha paz? ¿Pues a quien le quieren lavar el cerebro estos infelices desgraciados que parecen estar a las órdenes del mismo Príncipe de las Tinieblas? Su dios parece ser el mismo Satanás. ¿Creerán que todos los demás fuera de su religión son tan imbéciles como ellos mismos lo fueron cuando abrazaron esta religión del odio y del Mal?

Se puede suponer que las anteriores citas tomadas directamente del Corán no es lo primero que enseñan los clérigos musulmanes a quienes quieren convertir al Islam, y antes bien seguramente usan libros editados en donde no aparecen cosas desagradables como las que se han mencionado arriba, dejando el "material fuerte" para cuando ya se hayan convertido al Islam y estén en vías de convertirse en todos unos guerreros Muyahidines, unos verdaderos carniceros despiadados y sedientos de sangre que no muestren la menor compasión y misericordia hacia aquellos que rehusen abrazar la religión fundada por Mahoma. Como seguramente también les esconden a sus nuevos adeptos el hecho de que el profeta Mahoma no tuvo nada de profeta, no se conoce de una sola profecía a largo plazo de Mahoma que se haya cumplido. Y como seguramente también les esconden el hecho de que el mismo Mahoma que llama a los Judios y Cristianos unos pervertidos era él mismo no solo un adúltero practicante de la poligamia (tuvo siete esposas) sino que fue también todo un pedófilo consumado que estuvo casado con la niña Aisha bint Abi Bakr cuando ella apenas tenía 13 años a la vez que Mahoma era un vejete proclive a las muchachitas preadolescentes, una práctica del pseudo-profeta que hoy en día en un país europeo o del continente Americano estaría en una mazmorra pudriéndose en vida con sus impulsos pederastas bajo control. Según algunas fuentes tradicionales, Aisha contaba con seis años cuando se casó con Mahoma y nueve años cuando el matrimonio fue consumado (o sea, cuando el pederasta Mahoma abusó de ella sexualmente). El historiador tradicionalista musulmán Al-Tabari afirma que la niña Aisha tenía diez años, aunque las fuentes en las que se basó no ofrecen mucha más información acerca de los años de infancia de Aisha. Otras fuentes tradicionales musulmanas afirman que Aisha se casó con Mahoma a la edad de siete años, y el matrimonio con Mahoma (que contaba entonces con 53 años) se consumó a los nueve años en Medina. En realidad, estas justificaciones del supremo pedófilo del Islam no le hacen mucho favor al pretender justificarlo. A excepción de Al-Tabari e Ibn Hisham que afirma que Aisha tenía diez años, Ibn Sa´d al-Baghdadi citando a Hisham ibn Urwah registraron que la niña tenía nueve años al momento de ser comprometida y doce al momento de la consumación, aunque esto necesariamente es motivo de pura especulación porque se antoja casi imposible que Mahoma permitiera la entrada de algún testigo a sus aposentos privados para que diera "fé" de la violación de la niña cotejando la edad en la que fue violada.

En realidad, podemos hacer a un lado la convicción de los creyentes musulmanes de que, basándose en el amoral comportamiento de su pedófilo profeta (¿de qué otra manera se le puede llamar a una persona de 40 años que se acuesta con una niña de 9 años?), no hay nada de malo en tomar como esposas a niñas preadolescentes para someterlas a relaciones sexuales a temprana edad en contra de su voluntad, las vidas íntimas de los musulmanes son asunto privado exclusivo de ellos.
Allá ellos. Lo que debe preocupar al resto de la humanidad son las enseñanzas vertidas en citas como las que se han reproducido arriba tomadas directamente del Corán, porque si van a poner en práctica lo que les ordenó su pedófilo santón, entonces el mundo habrá de seguir sufriendo barbaridades, carnicerías y brutalidades llenas de sangre y dolor como las que ya ha padecido a manos de psicópatas como Osama bin Laden y el demente Abu Bakr al-Baghdadi, con toda esta fauna de sociópatas tenida en muy alta estima por los clérigos musulmanes que los inducen al terrorismo y al crimen.

Se agrega como nota adicional que son completamente falsos los rumores de que Mahoma resucitó como igualmente falsos son los rumores de que pueda haber resucitado a alguien. Cuando murió Mahoma, el pseudo-profeta pedófilo quedó convertido en un cadáver en vías de putrefacción al igual que cualquier otro humano, listo para servir de alimento a los gusanos. Su tumba presumiblemente se encuentra en una mezquita en Medina. A Mahoma no se le hizo funeral ni se le hace ceremonia alguna porque muchos musulmanes quieren creer que Mahoma subió al Cielo en cuerpo y alma emulando a Cristo, aunque la realidad es que murió de viejo agobiado por una fiebre para la cual no hubo cura alguna ni pudo obrarse a sí mismo Mahoma algún “milagro”. Mahoma está enterrado y ni siquiera pueden exponer su cuerpo "incorrupto" puesto que se corrompió como el de cualquier mortal.  A los musulmanes no les gusta que se les mencionen estos asuntos. Quienes han vivido en países musulmanes relatan que los musulmanes se ponen muy nerviosos en cuanto se les saca este tema y otros tantos, y especialmente se alteran cuando se les expone la verdadera vida del "profeta", o sea que fue un asesino (Mahoma llegó a matar con sus propias manos) además de ser un genocida, un pederasta y un déspota, dejando como legado una sarta de mentiras además de un estilo de vida misógino basado en la ley Sharia. Todo esto en una religión cuyos evangelizadores nos quieren presentar como una religión de paz y amor. Y en lo que toca al fundador, Mahoma, ese hombre ha sido acusado repetidamente por muchas personas alrededor del mundo bien informadas de haber sido un pederasta, un intolerante irrespetuoso de las creencias religiosas de los demás, un hombre que enseñó que no hay nada malo en usar y abusar de las mujeres usándolas como esclavas sexuales, un líder terrorista fuente de inspiración para sus seguidores terroristas tan criminales y tan matones como el santón al cual veneran y cuyos festines de sangre aún celebran, un hombre brutal, un embaucador, un asesino, un genocida, culpable además incumplir sus propias ordenanzas como en el caso de la palabra de su propio Corán cuando decía que los musulmanes no podían casarse con más de 4 esposas solo para terminar casándose él mismo con 15 esposas. ¿Cómo es posible que alguien así pueda haber reunido millones de seguidores que todavía creen en él y quieren ser igual a él, aglutinados en un movimiento que más bien parece un culto de fanáticos, una secta al estilo de la que fundó David Koresh y otras con creencias aún más estrafalarias como la de Heaven’s Gate? Pues como dice la famosa y por demás cínica locución latina usada por miles de santones y falsos profetas a lo largo de las épocas especializados cada uno de ellos en elaborar cada quien su propio manual para los “lavados de cerebro” de los millares de incautos que caen en sus redes: Mundus vult decipi, ergo decipiatur que significa: “El mundo quiere ser engañado, pues que se le engañe”.

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