¿Hay vida en otros planetas?
La búsqueda de la respuesta a esta interrogante ha servido de acicate para todas las misiones espaciales que ha estado emprendiendo el hombre tratando de salir del planeta Tierra y explorar más allá de lo que el ojo humano puede ver durante la noche con los telescopios astronómicos de antaño.
En relación a esto, astrónomos han descubierto siete planetas de tamaño similar a la Tierra que orbitan a una estrella vecina... y podrían albergar vida. Se trata de un sistema solar compuesto de 7 planetas que giran en torno a Trappist-1 una enana roja apenas del tamaño de Júpiter. Este anuncio lo dió la NASA en rueda de prensa el día de hoy en donde explicó que además estos planetas en su mayoría podrían contener agua, elemento esencial para la vida. Las observaciones confirman la existencia de seis planetas, Trappist-1 b, c, d, e, f y g, según su proximidad decreciente al astro, y sugieren la existencia de un séptimo, h, aún no confirmado. En términos más llanos, tres de los planetas están en la llamada zona habitable, donde podría haber agua, y tal vez vida. Los otros se ubican justo en el umbral. Los científicos dicen que tienen que estudiar las atmósferas antes de determinar si esos planetas con rocas pueden sostener algún tipo de vida. Pero es una muestra de cuántos planetas de tamaño similar a la Tierra pudieran existir, especialmente en el área orbital de una estrella favorable a la existencia de vida.
Los seis planetas confirmados parecen ser rocosos, como la Tierra, Marte, Venus y Mercurio, aunque algunos podrían ser mucho menos densos. Como dato extra la NASA dijo que este sistema solar se encuentra a 40 años luz de la tierra, y que el planeta más cercano a su sol tarda un día en completar una órbita y el más alejado, 12. Michaël Gillon, investigador de la Universidad de Lieja (Bélgica), dijo al hacerse el anuncio: “Es un sistema planetario alucinante, no solo porque haya tantos sino porque su tamaño es sorprendentemente similar al de la Tierra”. Por su parte, Amaury Triaud, de la Universidad de Cambridge, otro de los investigadores, dijo: “Hemos dado un paso crucial hacia la determinación de si existe vida allá afuera”.
El potencial de que existan más planetas de dimensiones similares en la Vía Láctea es extremadamente sorprendente. El coautor Emmanuel Jehin, de la Universidad de Lieja, dijo: “Existen 200 mil millones de estrellas en nuestra galaxia”, dijo “Así que calcule. Multiplique esa cifra por 10 y tiene el número de planetas del tamaño de la Tierra en la galaxia... eso es mucho”.
De acuerdo con los astrónomos, ese sistema estelar compacto es similar a Júpiter y sus lunas. Para dar una idea: Si Trappist-1 fuese nuestro Sol, los siete planetas estarían dentro de la órbita de Mercurio, el planeta más cercano al Sol. La estrella enana del sistema brilla 200 veces menos que nuestro Sol, un crepúsculo perpetuo, como se le conoce. Y tendría un color rojizo, conjeturan los astrónomos.
Para los científicos, su proximidad a la Tierra y la penumbra de su estrella enana roja representan unas ventajas cruciales para analizar su atmósfera y buscar las combinaciones químicas indicadoras de una eventual actividad biológica. “Hasta ahora, no teníamos los planetas adecuados para saber” si hay vida más allá de nuestro Sistema Solar, agregó en rueda de prensa AmauryTriaud.
El sistema Trappist-1 no sólo es –entre los conocidos hasta ahora–, el que tiene el mayor número de planetas del tamaño de la Tierra que orbitan alrededor de una sola estrella, sino que en él abundan las zonas temperadas, es decir, donde no hace tanto calor como para que se evapore el agua, ni tanto frío como para que se solidifique.
Sorprendentemente, los científicos podrían haber estado buscando en el lugar equivocado, según los últimos hallazgos. “Fue una buena idea estudiar alrededor de las estrellas más pequeñas de nuestra galaxia y cercanas a nosotros”, enfatizó el autor principal, Michael Gillon. “Esto es algo que nadie hizo antes: la mayoría de astrónomos se habían concentrado hasta ahora en estrellas como nuestro Sol”. Cuando los científicos se dieron cuenta de que los cálculos no cuadraban, pidieron emplear el telescopio espacial Spitzer de la NASA, agregó Emmanuel Jehin. “Esto nos permitió períodos de observación durante las 24 horas, lo cual fue crucial para descubrir que había siete planetas”. Desde la Tierra, los astrónomos sólo podían rastrear la actividad alrededor de la estrella durante la noche, mientras que desde el espacio, “observamos continuamente”, agregó.
Sobre la posibilidad de que pueda haber vida en otros planetas, y la posibilidad de que detrás del Universo como cuna de vida no en un solo planeta como el nuestro sino inclusive en otros planetas, hace tiempo que escribí un libro en Inglés titulado Initial Conditions que puse a disposición del público en general en Internet desde hace varios años. Creo que ha llegado la hora de agregarle esta actualización a dicho libro.
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